
•6•
El corazón de TaeIl empezó a palpitar más fuerte dentro de su caja torácica, más su expresión se volvió triste al ver a DongHyuck con los ojos cristalinos.
Sus labios estaban temblorosos y sus mejillas rojizas — Devuelveme — le dijo y apretó su pecho — Devuelveme arriba, me duele —
Y a pesar de estar tan roto, DongHyuck brillaba. Brillaba como ningún otro. DongHyuck seguía siendo una estrella.
TaeIl se acercó lo más rápido que sus pies le permitieron para poder envolver a DH63 entre sus brazos.
El pelinaranja soltó un sollozo pequeño mientras abrazaba con fuerza al mayor quien, debido a su gran altura, había hecho que sus pies dejaran de estar en el suelo.
Y es que cualquiera lucía pequeño frente a los 190 cm de TaeIl. Pero DongHyuck lucía perfecto.
El mayor hundió su rostro en los sedosos cabellos del chico entre sus brazos y este se apretó fuertemente a su cuello mientras aspiraba su aroma.
— Full sun — murmuró con una lágrima resbalando por su mejilla — DongHyuck, no puedo devolverte. No puedo hacerlo. No lo haría ni aunque pudiese. — le dijo mirándolo a los ojos.
No se había tomado el tiempo suficiente para apreciar cuan bonito era. Sus ojitos amarillos brillaban pareciendo girasoles. Sus pequitas eran pequeñas y se encontraban por sobre todo en el tabique de su nariz. Sus labios eran gruesos y ahora estaban por demás rojos debido a que había estado mordiendoselos. Su cabello era sedoso y naranja. Sus ojos rasgados, pero seguían siendo grandes. Sus cejas bien definidas y su nariz respingada. La forma de su cara era perfecta, con sus cachetes rojizos y sus lunares. Su cuerpo pequeño y delgado, de no más de 160 centimetros. Era exactamente la estrella más frágil de toda andromeda. Era la estrella de TaeIl. Era perfecto.
— ¿No te decepcioné? — Preguntó con la mirada baja — ¿No esperabas a una mujer acaso? T-TaeIl hyung — con sus dedos apretaba la camiseta del mayor — Yo pedí venir, pero no sabía como reaccionarias al enterarte de que. De que yo soy un hombre y no una mujer — el humano lo miraba con sus ojos brillantes de ternura — Yo quería estar contigo, yo quería hablarte, quería escucharte. Que me tocaras, que me abrazaras. — suspiró largamente — Quería escucharte desde cerca, como lo hace MiNa o SolJi. Quería responderte. Quería consolarte... ¿Sabes? Te escucho desde que te conocí. Viajé desde IC 1101 hasta Andromeda porque desde el primer momento que te ví, no pude evitar quererte. No quería dejar el espacio, de verdad no lo quería, es mi hogar. Pero siempre vas a ganar tú en mi corazón —
TaeIl acarició lentamente su rostro y limpió con sus pulgares las pequeñas lágrimas que salían de sus ojitos.
— Yo también a veces soñaba con tocarte. Con abrazarte. Con escuchar tu voz — susurró mientras acariciaba lentamente con sus nudillos la barbilla del menor — Soñaba con saber que se sentiría mirarte a los ojos. Soñaba con saber como sería tu rostro. Como sería si fueras humano — DongHyuck sintió resbalarse por lo que tuvo que envolver sus piernas alrededor de la cintura de TaeIl, quien sonrió acercándo su rostros — Podría decirse que sí, que me enamoré de una estrella. Que me enamoré de ti — acarició sus narices juntas, haciendo que el menor soltara una preciosa risita — Pequeño Hyuckie, yo soy un científico, y explicar tanto lo que siento como la razón por la que te volviste un humano... Bueno algo parecido a uno — mencionó acariciando sus alas y riendo un poco — Es básicamente imposible. — Hizo una pausa mientras observaba sus labios — Me duele no poder decir que no te ame de la misma manera en la que tu lo haces, porque, obviamente es algo sorprendente el hecho de que seas un chico. Espera, lo corrijo ¡obviamente es sorprendente el hecho de que seas humano! — exclamó — Pero, prometo intentarlo ¿Si? Promet-
Y fue DongHyuck quien interrumpió al mayor para unir sus labios en un tímido beso, que no duró mucho a decir verdad, pero que hizo que millones de asteroides chocaran dentro de TaeIl.
Cuando el pelinaranja se separó, TaeIl se encontró moviendo sus labios al aire y abriendo sus ojos desconcertado encontrándose con la linda imagen de su contrario riéndose sonrojado.
— Wow — destacó y el menor paró de reir para taparse el rostro — A pesar de que ahora seas humano... Siempre, siempre, siempre seras mi estrella favorita —
Y a pesar de que DH63 ya no estuviera en el Messier 31, seguiría siendo la estrella más brillante conocida.
Y TaeIl le enseñaría su mente. Y DongHyuck habitaría todo el día en esta. DongHyuck seguiría en el M31. La Andromeda de TaeIl.
Fin
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