✧c.-074
N/A: Un poco de calma antes de que vuelva la tormenta nunca viene mal, ¿verdad? xD
Cap dedicado a jkylovee ♡♡
Hoy os recomiendo 'Teenage Dirtbag', especialmente esa cover mítica de One Direction porque estoy nostálgica y mi niña interior aún está sufriendo mucho.
[...]
"¿Todavía sigue durmiendo?" La voz de TaeHyung sonó, luciendo preocupado.
Jungkook, a su lado, asintió.
"Eso parece, sí."
"Yo le he visto mover los dedos..."
Dos curiosos dexianees y un raekhyem en miniatura se encontraban al costado derecho de aquel cuerpo inconsciente, que permanecía tumbado bocarriba sobre el colchón, con los ojos cerrados y las mejillas, anteriormente pálidas, teñidas de un sutil tono rosáceo.
"Yo también."
"Pienso que deberíamos dejarle descansar un poco más..." Cómo no, esa voz le pertenecía al único doctor en la sala.
Y el bufido que sonó, claramente salió de la boca de Wooyoung. "¿Un poco más? Lleva así una semana, San, no ha abierto los ojos ni una sola vez desde que lo trajimos al taller. Yo creo que es momento de despertarse, ¿no te parece?"
"Está herido, Wooyoung, su cuerpo ha perdido mucha sangre y tenía varias contusiones, costillas rotas, ya me entiendes... No es lo mismo que dormir por estar muy cansado." Le recordaba él.
De nuevo, Wooyoung suspiró.
Otros tres dexianees se encontraban observando el cuerpo de un pobre y herido muchacho desde el costado izquierdo.
"No estará muerto, ¿verdad?"
"¡¿Cómo dices algo así, animal?! ¿No ves que respira? ¡Está vivo!" La suposición del mellizo más grande consternó a su hermano.
Hyeongjun tan sólo alcanzó a encogerse en su lugar. "Bueno, bueno..."
Dos dexianees con una cara similar se encontraban a los pies del susodicho. Mientras tanto, el último, se encontraba tras su cabeza, acomodándole el cabello liso y oscuro sobre la frente con suma delicadeza.
"Yo estoy de acuerdo con el doctor Choi, deberíamos dejarle descansar..." Yim murmuró. "Por mucho que sus heridas hayan desaparecido en un gran porcentaje, su cuerpo aún debe estar muy resentido tras tantos golpes. No olvidemos todo lo que ese desgraciado le hizo..."
"Tienes razón, sí..." Consternado nada más recordarlo, TaeHyung asintió. "Incluso rompió parte del acantilado con su espalda."
"A eso me refiero."
Las manos de Yim se dirigieron hacia las mejillas del muchacho inconsciente, acariciando debajo de la cicatriz que comenzaba a formársele. No entendía cómo había sobrevivido a un ataque tan brutal como el que sufrió días atrás. Era casi un milagro tenerlo allí, de vuelta con ellos.
Para su sorpresa, Tutor dejó escapar un pequeño quejido, moviendo las manos exactamente del mismo modo en que TaeHyung y Jungkook le vieron hacerlo antes. Todos los presentes dieron un brinco.
"¡Eh, que se está despertando!"
"¡Tutor!"
Amontonándose más cerca de él, lo suficiente para verle mejor pero sin llegar a molestarlo, vieron como poco a poco este iba abriendo los ojos, demostrando confusión por todo lo que le rodeaba. Nueve pares de ojos fijos en él, completamente atentos a cada gesto, movimiento o incluso pestañeo. Tutor se estremeció nada más reconocerlos.
"¿Chicos...?"
Debía estar soñando.
"¿Te encuentras bien? ¿Tienes muchos dolores?" Al instante, Yim cuestionó.
Ver su rostro tan de cerca hizo que su corazón se acelerara. Definitivamente debía estar soñando.
"¿Yim...? ¿E-Eres tú?"
Este le otorgó una sonrisita dulce, asintiendo. "Claro que soy yo, ¿cómo te encuentras?"
"No- No lo sé... ¿Dónde estoy? ¿Qué ha pasado?" Confundido, siguió mirando a los demás. "No recuerdo nada más que estar peleando con Sounik, luego caer al vacío y ya... El resto es una mancha negra en mi mente."
"Mataste a Sounik y caíste al vacío, yo logré atraparte pero te soltaste de mí." Le explicó TaeHyung. "Pensé que iba a verte morir, pero afortunadamente no pasó, tu hermano te salvó."
"¿Mi hermano?" Su corazón se aceleró ante el simple pensamiento.
TaeHyung asintió. "Sí, Minsu. Te vio caer y fue hacia ti sin dudarlo, sin él no hubieses tenido la misma suerte, me temo..."
El pelinegro trató de incorporarse con muy poco éxito, sus huesos siendo víctimas de un profundo dolor que le hizo sisear. El doctor Choi le ayudó a tumbarse de nuevo, mientras Yim acomodaba la almohada bajo su cabeza. Tutor parecía alterado cuando buscó a TaeHyung.
"¿Has- has dicho Minsu...? ¿Cómo sabes tú su nombre?"
"Nos lo dijo él mismo hace un tiempo, cuando Jungkook y yo lo conocimos en el puerto pesquero de Baehmsue. Le robó el bolso a una señora mayor que estaba muy cerca de nosotros, así que fui tras él para recuperarlo... Tu hermano estaba en una situación vulnerable, Tutor, ni siquiera tenía para poder pagarse un plato de comida al día."
"Moze es... ¿era un sintecho?" Tuvo miedo de preguntar. "¿Y q-qué hacía él tan lejos, en Baehmsue?"
"No lo sabemos..."
"La señora a la que le robó el bolso nos contó que ella misma se lo permitía porque sabía que era por necesidad, aunque no aceptaba su ayuda." Añadió Jungkook con pesar. "TaeHyung le compró comida y le ofreció viajar con nosotros, así como hizo contigo, prometimos recogerlo al día siguiente en la playa, pero nunca apareció."
Este asintió, dándole la razón. "Nos dejó una nota despidiéndose y dándonos las gracias, diciendo que no podía ni quería perjudicar a nadie más con su presencia."
Tutor se frotó el rostro con una mano temblorosa.
"Dios... ¿por qué no me buscó si necesitaba ayuda...?" Lleno de angustia, cuestionó al aire. No podía creerlo.
Yim le acarició los hombros con la única intención de tranquilizarlo.
"Ese hombre intentó matarte, Tutor, ¿no crees que tu hermano estaba al tanto de eso y por esa misma razón nunca quiso que volvieras con él?" Pronunciaba suavemente, obteniendo su atención. "Siempre nos dijiste que Moze era devoto de Sounik, pero lo cierto es que tú fuiste su prioridad esa noche."
Los demás asintieron, pues todos habían visto lo mismo. Tutor sorbió sus propias lágrimas.
"Y-y, ¿dónde está él ahora? ¿Os dijo algo?"
"Le ofrecimos quedarse con nosotros, pero dijo que no podía, tenía algo que hacer. Pidió que cuidásemos de ti, que no te dejáramos solo a pesar de todo lo que pasó... También asumió que irías a buscarlo después de esto, así que quiere asegurarte que estará bien y en algún momento volverá como prometió. Sólo que no ahora."
Incapaz de aguantarse las lágrimas por más tiempo, Tutor cerró los ojos fuertemente, dejándolas caer y así empapar sus mejillas. Un sollozo escapó de sus labios.
"Moze, mi hermano..."
"Él estará bien, Tutor, no te martirices." Le decía Yim, acariciándole el brazo.
Una vez quiso incorporarse de nuevo, entre él y el doctor Choi lo ayudaron, permitiendo que pudiera sentarse en la cama con algo de dificultad. "No puedo, no puedo quedarme de brazos cruzados mientras él está Dios sabe dónde... Tengo que buscarlo y traerlo de vuelta conmigo, n-no puedo..."
Tan pronto como vieron que hizo el amago de ponerse en pie, Yim lo detuvo, colocando ambas manos en sus hombros.
"Quédate ahí, ¿quieres? No vas a ningún lado."
Los ojos de Tutor fueron inmediatamente hacia él. "Yim..."
"No, Yim nada. Llevamos una semana cuidando de ti, manteniéndote con vida y cumpliendo la promesa que le hicimos a tu hermano para que ahora tú salgas por esa puerta y hagas justo lo que él pidió que no hicieras. Quédate ahí."
"Exacto, no puedes moverte de aquí. Moze dijo que estaría bien y que volvería pronto, así que confía en su palabra."
"P-Pero..."
"No hay peros, Tutor." El doctor Choi pronunció, tajante. "Me encargué de devolverle el collar sin que se diera cuenta y arreglé el tuyo durante estos días que estuviste recuperándote, así que podrás tenerlo localizado todo el tiempo que necesites, pero con la condición de que harás lo que te pedimos, ¿de acuerdo?"
Este ni siquiera estaba seguro de haber escuchado bien cuando miró de vuelta al doctor. "¿Qué...?" Apenas susurró, incrédulo. "¿Lo dices en serio?"
"Por supuesto que lo digo en serio." Asintió, moviéndose para rebuscar algo en su bolsillo y sacando de este un colgante. Un colgante que le pertenecía al pelinegro, cuyos ojos se llenaron de lágrimas al momento de recibirlo en sus manos. "Ahí lo tienes, está como nuevo."
Tutor no tenía palabras, demasiado conmocionado como para hablar siquiera.
"¿Por qué...?" Apenas susurró. "No lo entiendo, ¿por qué hacéis todo esto? ¿Por qué me ayudáis después de lo que pasó? No he hecho nada para merecerlo; al revés, os traicioné. No- no tiene sentido, chicos..."
"¿Acaso has olvidado que gracias a ti TaeHyung está vivo?"
La voz de Jungkook sonó suave pero profunda, manteniéndose de brazos cruzados antes de rodear al susodicho con uno de ellos.
Lentamente, él negó. "Pero os traicioné..."
"No, claro que no, te encargaste personalmente de lo que hiciste fuera cualquier cosa menos una traición, Tutor."
"Exacto."
"Por mi culpa fue que Sounik pudo localizaros aún si rompí el collar..." Admitió, con un nudo en la garganta. Todos lucieron confundidos ante aquella repentina confesión.
"¿Qué?"
"¿Cómo es eso?"
"Fui... fui muy descuidado cuando en realidad debía tener ojos en todas partes." Tutor limpió un par de luego lágrimas en sus mejillas, para muero seguir. "A veces me escapaba del refugio creyendo que nadie se daba cuenta para poder veros, como en el cumpleaños de Yim..." Mirando al susodicho con pena, murmuró. "No fui consciente de que Sounik me seguía todo el tiempo con la esperanza de llegar hasta vosotros... Yo mismo lo guie sin darme cuenta."
Un leve silencio reinó en la sala. Tutor continuó hablando.
"Quería saber cómo os iban las cosas después de que yo me fuera y terminé poniéndoos en bandeja para ese monstruo por segunda vez..."
"Eso ya no importa." Dijo TaeHyung.
"¿Qué?"
"Nada de lo que hiciste debería hacerte sentir mal cuando terminaste arreglándolo salvando mi vida y poniendo la tuya en peligro, Tutor."
Los demás, sorpresivamente para él, asintieron, estando de acuerdo.
"TaeHyung tiene razón, nadie te guarda rencor por lo que pasó. Al fin y al cabo tenías tus propias razones y prioridades."
"Sí, cualquiera en tu lugar hubiera hecho lo mismo, muy probablemente."
"Exacto... Y si él, que fue el más afectado por todo esto, no te guarda ningún tipo de rencor," Wooyoung señaló al pelirosa. "Creo que nosotros o tenemos derecho alguno a hacerlo. Y te lo digo yo, que nada más enterarme de quién eras y quién era tu padre, quería buscarte para darte una paliza..."
Tutor dejó escapar una risita, su corazón latiendo desbocado, sintiéndose cálido alrededor de aquella gente.
En definitiva, entendía mejor que nadie por qué su hermano se sintió tan seguro cerca de TaeHyung y Jungkook como para presentarse ante ellos con su verdadero nombre, aquel que, desde que lo conoció, se negaba a usar por temor a todo eso que Sounik les había advertido desde muy pequeños.
Por primera vez en la vida había encontrado a gente buena de verdad. Personas que valían la pena. Y él haría todo lo posible por demostrar que los merecía, aún si no era necesario.
"Os agradezco muchísimo que me permitáis volver aquí, chicos." Susurró, tan avergonzado que ni siquiera podía mirarlos a la cara. "En serio lo hago... Significa demasiado para mí, no os hacéis una idea de cuánto."
"No seas tonto, anda, sabes que siempre es un placer tenerte por aquí." TaeHyung le dijo, haciéndole reír de nuevo.
Asintiendo apenas, vacío sus pulmones. "Para mí también lo es."
"Más te vale, porque espero que no te muevas de esta cama, hasta que tus costillas recuperen la forma que tenían antes de que Sounik te usara como bola de demolición." Yim le advirtió, consiguiendo que otra risita sonara por su parte.
Volviendo a asentir, tomó la mano del castaño, acariciándole el dorso suavemente. "Eso está hecho, Yim."
Él ni siquiera trató de ocultar su sonrojo.
"Así me gusta."
Luego, los ojos de Tutor viajaron hacia Choi San, dedicándole un pequeña sonrisita a modo de agradecimiento.
"Gracias por arreglar mi collar, doctor Choi..."
"No es nada, descuida."
Wooyoung pasó un brazo por los hombros de San. "Aquí mi amigo el doctorucho de pacotilla se ha pasado dos días arreglando tu collar y esa runa de las narices, así que ni se te ocurra perderlo, grandullón dos-punto-cero."
"¡Eh!"
De inmediato, Jungkook (el grandullón original) emitió un quejido, viéndose tan ofendido como se sentía al saber que alguien más había adoptado su nombre.
"He dicho dos-punto-cero, lo que quiere decir que tú sigues siendo la primera versión, Jungkook, no te pongas celoso." Lo tranquilizaba el pelimorado, enfocándose en el doctor Choi tan pronto como sintió sus ojos fijos en él. "¿Qué...?"
San tenía las cejas en alto. "¿Cómo me has llamado, Wooyoung?"
Y él, en respuesta, sintiendo un escalofrío que le recorrió toda la espalda, sólo alcanzó a sonreír bobamente. Lo había olvidado por completo.
"Je, je... Ha sido un lapsus, doctor Choi, lo siento."
Este asintió. "Eso creía..."
Algunas semanas más tarde, cuando los traumas de ser atacados por un monstruo en constante estado de descomposición se esfumaron de sus pequeñas cabezas, las heridas de TaeHyung se cerraron, sus alas volvieron a la normalidad y los estragos -tanto físicos como mentales- que la pelea con Sounik habían dejado en Tutor casi desaparecieron, permitiéndole volver a acomodarse en aquella habitación (ahora situada en el sótano del taller) que TaeHyung improvisó para él, todos pudieron seguir con su vida con normalidad. O al menos, intentarlo.
Por ello mismo, y asimilando no sólo que su mayor enemigo en la faz de la tierra estaba muerto, tras haber hecho el fatídico intento de arrebatarle al amor de su vida, todo en la misma noche, si no también que este último tenía algún tipo de don inusual que volvía esa cabecita pelirosa y alocada totalmente poderosa, Jungkook se encontró a sí mismo tumbado sobre el pasto verde y húmedo, acompañado por el dueño de esa cabecita poderosa y de su corazón.
"El padre de Jimin cree que la primera lluvia ácida anual sucederá durante esta semana... Me aconsejó que estuviésemos preparados para lo que pudiera pasar." Murmuraba este, en voz bajita.
Jungkook se giró a mirarle. "¿Es cien por cien seguro?"
"Nop, pero estudiaron el terreno hace poquito y sí que es bastante probable, el agua está más ajetreada que de costumbre."
"Bueno... En ese caso estaremos preparados."
Lentamente, él asintió. Los ojos de Jungkook continuaron fijos en aquella pequeña cara, alargando el brazo hasta alcanzar a su dueño y empujarlo hacia sí mismo, enviándolo directo hacia su pecho.
"¡Oye!" Se quejo, soltando una risita antes de acomodarse. "¿Por qué has hecho eso?"
"Estabas demasiado lejos, mosquito, no podía permitirlo. Sentía que me faltaba algo." Respondió como si tuviera sentido, encogiéndose de hombros tras comenzar a acariciar su cuerpo deliberadamente. TaeHyung se relajó. Él admiró el paisaje que tenían delante, suspirando.
"¿Qué pasa?"
"No, nada, simplemente creo que nunca me cansaré de mirar este sitio. Es el lugar más bonito que he visto y veré nunca, es mágico... Cada día me sorprende con algo nuevo."
Los labios del pelirosa se estiraron en una sonrisita dulce, acurrucándose junto a Jungkook. "Esa es la magia de Idexium, supongo. Vayas donde vayas, todo será precioso. Sin excepción."
"Pues me encanta..."
"Cuando vuelvas, te llevaré a Psayd para que podamos ver el santuario de las ballenas, dicen que es una experiencia inolvidable que debes vivir al menos una vez."
"Oh, sí, por favor." Accedió sin pensarlo, haciéndole reír por la efusividad demostrada y contagiándose.
"Hecho."
"¿Sabes, mosquito...?" Murmuró. TaeHyung emitió un sonidito afirmativo, haciéndole saber que estaba escuchando. "Me encantaría tener la oportunidad de perdernos un día por ahí."
"¿Por ahí dónde?"
Encogiéndose de hombros, suspiró. "En cualquier parte, simplemente irnos lejos de la ciudad solos tú y yo. Sin monstruos en estado de descomposición, águilas gigantes ni la posibilidad de caer al vacío y morir... Sólo eso, tranquilidad."
TaeHyung permaneció en silencio durante unos segundos, pensativo, dejando que Jungkook siguiera hablando mientras él escuchaba de fondo.
"Me encanta estar con los chicos y me hace súper feliz pasar tiempo todos juntos, es algo que valoro muchísimo... Pero echo de menos esa privacidad que teníamos durante el viaje, ¿entiendes? Ahí éramos sólo nosotros dos y dos cerdos que no hablaban, nadie nos interrumpía..."
"Creo que podemos hacerlo."
Su voz rompiendo el silencio momentáneo llamó la atención del azabache, quién se giró a mirarlo. "¿Podemos?"
Y él asintió, esbozando una sonrisita.
"Hay un sitio al que todavía no te he llevado, está lejos de aquí y podríamos pasar la noche sin preocuparnos por nada más... ¿Te apetece?"
"¿Es en serio?"
"Claro que lo es, Jungkook."
Este sonrió de oreja a oreja, la emoción fluyendo por sus poros hasta contagiarlo.
"Por supuesto que me apetece, mosquito, no hay nada que lo haga más que eso."
"En ese caso, ponte en pie que nos vamos." Dijo, haciendo exactamente eso. Jungkook levantó las cejas.
"¿Ya?"
"Sí, necesitamos ir antes por el taller para agarrar algunas cosas y avisar a Tutor de que estaremos fuera, probablemente Yim pase la noche con él allí." Le dijo, secándose la humedad de su túnica con ambas manos, antes de mirar al azabache. "¿Vienes, grandullón? Te gustará el sitio, lo prometo."
Jungkook se puso en pie con rapidez.
Por supuesto que le gustaría.
Afortunadamente para alguien tan ansioso como Jungkook se sentía en ese momento, no tardaron demasiado en llegar al taller, agrupar todo lo necesario en una pequeña mochila y salir tan pronto como habían entrado, pues TaeHyung también parecía ansioso, como si de algún hubiera estado compartiendo el mismo pensamiento que él. No iba a mentir, saber eso le encantaba.
Sin embargo, el trayecto hacia aquel lugar que TaeHyung había mencionado, estaba siendo mucho más largo de lo que Jungkook esperaba. Pero él no se quejaba el absoluto (especialmente porque había especificado que quería ir a un lugar muy alejado, así que era su culpa).
"De adolescente solía venir mucho por aquí, es mi lugar favorito en todo Ae-Dexian-Thee." Decía TaeHyung, subido a sus hombros para ver por dónde iban desde más alto, ya que seguía sin poder usar sus alas como comúnmente hacía.
Jungkook, que observaba maravillado a su alrededor, silbó. "¿Venías tú solo hasta aquí?"
Este asintió. "Siempre que necesitaba evadirme de mis problemas, me escapaba hasta el otro lado de la ciudad. Le dejaba una nota a Taevin avisándole para que no pensara que me había ido a una expedición por la selva y así evitar que muriese infartado..." de los labios del azabache brotó una carcajada que él secundó. "...y pasaba todo el día aquí. Hasta el anochecer."
"Debe ser un sitio increíble para conseguir que tú, alguien que no se está quieto ni dormido, permanezcas más de dos horas seguidas en él."
Cómo era de esperar, TaeHyung bufó, poniendo los ojos en blanco. "Qué exagerado..." Se quejó, mas no alcanzó a desmentirlo cuando una risita lo traicionó. "¿Tú tenías algún lugar así de especial en Suraek Dee Bhadam? En el que solieses refugiarte."
"Pues sí, lo cierto es que sí. Siempre iba a las ruinas de mi antigua casa."
"¿En serio?"
"En serio." Asentía, relamiéndose los labios. "Aunque suene extraño por el trauma que me dejó ese suceso, mi antigua casa fue el último lugar donde mis padres y yo estuvimos juntos, así que solía ir allí cuando me sentía muy estresado o triste... Supongo que de algún modo, era mi forma de sentirme más cerca de ellos. Y funcionaba."
TaeHyung sonrió con dulzura y algo de tristeza, escuchándole suspirar. "Me alegra saber que ir allí te hace sentir más cerca de ellos."
Devolviéndole la sonrisa sin saberlo, Jungkook acarició sus muslos traseros suavemente.
"Gracias, mosquito."
A modo de respuesta silenciosa, TaeHyung besó su mejilla. Él soltó una risita boba, sonrojándose sin saber por qué lo hacía.
"Cuando vuelvas a casa, espero que puedas reencontrarte con ellos y decirles que tienes un nuevo hogar y gente que te quiere muchísimo en él. Eso les tranquilizará." Murmuró casi en un susurro, tímido, logrando que su corazón se acelerara como nunca antes.
¿Cómo había tenido la suerte de encontrar aquella criatura tan preciosa y magnífica?
"Creo que ya deben saberlo, en realidad."
"¿Sí?"
"Sí, y te puedo asegurar que están muy tranquilos al ver que he conocido a personas tan buenas como ellos lo fueron, que me quieren y cuidan de mí. Deben estar descansado muy bien sabiendo que encontré la familia que merecía."
Con sus ojos llenándose inmediatamente de lágrimas, TaeHyung se las tragó, aferrándose al cuello de Jungkook para sentirlo más cerca y sorbiendo por la nariz con disimulo, incluso si Jungkook le conocía lo suficiente para saber que estaba llorando.
"En ese caso, espero que lo que hayan podido ver de mí les gustase al menos un poquito..."
Jungkook esbozó una sonrisa. "¿Gustarles?" Pronunció como si ese término resultara un insulto para él. "Mosquito, si mis padres estuvieran aquí me hubiese tenido que pelear con ellos para ver quién de los tres te querría más, te lo aseguro."
Tal y como esperaba, la carcajada que él pelirosa dejó escapar le calentó el corazón de inmediato.
"¿Tú crees?"
"No lo creo, lo sé. Eres la criatura más increíble, carismática y preciosa que he conocido en mi vida, en todos los sentidos. Cualquiera, de verdad. Ellos te hubieran adorado como yo lo hago, no me cabe la menor duda. Te lo prometo."
De nuevo, sus mejillas enrojecieron, escondiéndose en el cuello de Jungkook tímidamente y haciéndole reír tras sentir la rapidez del corazón ajeno latiendo en su propia espalda.
"¿Qué pasa? ¿De quién te escondes ahora?"
"No me escondo, solo..." Mordiéndose el labio inferior, buscó las palabras que necesitaba. "Me siento muy bien al escucharte decir eso, que tus padres me hubiesen querido de habernos podido conocer, no sé... Es bonito, porque sé que yo también los querría mucho, estoy seguro."
Él asintió. "Yo también lo estoy, mosquito."
"Aunque, ¿sabes...? Tengo la sensación de que que ya los conozco, incluso si somos especies distintas que jamás se han visto antes, yo lo siento así."
La sonrisa del azabache se hizo más grande, siendo plenamente consciente de que, allá donde estuvieran, sus padres encontrarían la forma de hacerle saber que siempre estaban ahí para él. Cuando se encontrara solo, desamparado y triste.
Tal vez, es por eso mismo que ya no los sentía cerca con tanta frecuencia, porque ahora ya tenía su propio ángel guardián junto a él.
"Quizás es por eso que dijiste cuando estábamos en el ferribús, ¿no? Ellos siguen aquí, conmigo, de alguna manera... Acompañándome, protegiéndome, cuidándome, así como haces tú en vida. Os habréis cruzado en mis pensamientos alguna vez."
Visiblemente emocionado ante aquella idea, TaeHyung meneó su cabeza a modo de asentimiento.
"Sí, yo también lo creo." Dijo, permitiendo que esa emoción fuese más que obvia cuando sus brazos alrededor del cuello ajeno apretaron un poco más fuerte, robándole otra carcajada. Él se acurrucó en su espalda, suspirando. "Te amo mucho, grandullón."
Y, sonrojándose, Jungkook se encogió tan pronto como se le aceleró el corazón. "Yo también te amo mucho, mosquito."
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro