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✧c.-069

N/A: Un capítulo más tranquilo y cortito, perfecto (según yo) para terminar con esta semana dramática xD

Cap dedicado a KarenBaneL ♡♡

Hoy os recomiendo 'Magic' de HRVY, maravillosa como todas sus canciones.

[...]

Los días próximos al hallazgo del collar que tanto significaba para Jungkook, fueron como pequeñas vacaciones merecidas para todos. Incluidos Maoi-lee y Nuka, quienes habían desaparecido de la faz de la tierra una madrugada cualquiera. Ese hecho para nada inesperado (aunque sí lo fue para él), dejó a Jungkook confundido, herido y con el corazón en la garganta, creyendo que aquellos seres a los que ya casi consideraba hijos no biológicos, le habían abandonado. Grande y grata fue su sorpresa cuando estos aparecieron dos días después como si nada.

Jungkook estaba decidido a dejarlos encerrados en el taller, pero TaeHyung, que ya había pasado con anterioridad por esa sensación tan desagradable, se había negado rotundamente a ello.

Y, a pesar de las ultimas semanas tan caóticas y no haber dormido en horas por su angustia de ver el momento en que Jungkook se marchara, cada vez más cerca, TaeHyung estaba feliz, muy feliz. Muchísimo. Tanto, que había sido capaz de dormir más de doce horas seguidas en cuanto su cabeza tocó la almohada, dejando a un muy preocupado Jungkook conviviendo solo durante toda la mañana y gran parte del medio día.

"¿Pero este chico cómo puede dormir tanto...?" Murmuró en algún momento de la mañana, mientras observaba el cuerpo dormido de TaeHyung y, confundido, se rascaba la cabeza.

Claramente, Jungkook no tenía ni idea del infierno por el que había pasado las noches anteriores.

Sin embargo, él no tardó en entender que se encontraba agotado tras la exagerada cantidad de situaciones que no sólo había tenido que vivir él, sino que además vio a todos sus amigos y pareja soportar. Y, con ello, vio aquello como la oportunidad perfecta para dejar salir su lado creativo y hacer lo que tanto había rondado su mente desde que volvieron a casa.

Aprovechando varios trozos de cuerda que días atrás le había pedido a TaeHyung que guardase de sus últimas creaciones, Jungkook agarró unas tijeras filosas, dichas cuerdas y el trozo de cuarzo extraviado que Yin había encontrado en sus bolsillos tiempo atrás.

"Veamos..." Masculló para sí mismo, visualizando la idea inicial en su mente. Con una sonrisa, tras aprobarla de forma silenciosa, asintió.

Se puso manos a la obra tan pronto como pudo. Cortando, uniendo y anudando extremos, usando flores en tonos pasteles para decorar y deteniéndose cada cinco segundos para ver el estado de TaeHyung, quién a cada rato lloriqueaba, amenazando con despertarse.

"Jungkook..." Lo llamó la primera vez, casi sollozando. Este levantó la cabeza de lo que estaba haciendo para observarle, pues no había abandonado la habitación.

"Estoy aquí, mosquito, tranquilo Vuélvete a dormir."

Y, tal y como había dicho, el pelirosa no tardó en caer rendido ante un profundo sueño de nuevo. Aunque no duró demasiado, pues, cinco minutos después, su voz volvió a sonar, lloriqueando.

"Jungkook..."

El azabache levantó la cabeza al instante, teniendo ser pillado con las manos en la masa. "Aquí estoy, cariño, no pasa nada."

Murmurando algo inteligible, TaeHyung se durmió en seguida. Jungkook dejó escapar una carcajada, admirándolo desde su posición, mientras cortaba otro trozo de cuerda.

"Este chico no tiene remedio..." Suspiró, meneando la cabeza. Quizás, por eso es que lo quería tanto.

Tres minutos más tarde y varios trozos de cuerda esparcidos por el suelo, el sonido de alguien sollozando en voz muy bajita alertó a Jungkook, quién miró hacia el frente de nuevo, tan pronto como reconoció aquellos lamentos como los del pelirosa, quién volvía a sollozar sin lágrimas, encontrándose completamente solo en una cama tan grande.

"Jungkook..."

"Sigo aquí, TaeHyung, no me he ido."

Esta vez, no sé durmió, sino que continuó emitiendo pequeños quejidos. "No te veo..."

"Eso es porque tienes los ojos cerrados."

"No..."

Volviendo a reír entre dientes, se estiró hasta alcanzar la cama y rozar a TaeHyung, haciendo su mejor esfuerzo por ocultar el pequeño desastre que había formado.

"Aquí estoy, ¿lo ves? No me he movido."

TaeHyung meneó la cabeza, frotando su nariz contra la almohada y palmeando el lugar vacío junto a él, como si tratase de encontrar a Jungkook de algún modo. O simplemente enviarle una indirecta muy directa, una que este no tardó en captar, esbozando una sonrisa ladeada y notando cómo se le aceleraba el corazón.

"Ya veo, ya veo... El señorito quiere que vuelva con él a la cama, ¿no?"

TaeHyung hizo un mohín en respuesta. Jungkook volvió a reír.

"De acuerdo, pero tienes prohibido abrir los ojos hasta que yo te lo diga, ¿de acuerdo? No puedes ver nada de nada."

"Hm... Vale." Accedió, asintiendo con los ojos aún cerrados, tal y como Jungkook le había pedido.

El azabache recogió todas sus cosas del suelo, llevándoselas consigo de vuelto a la cama, donde se subió y tomó asiento, acomodándose de modo que TaeHyung pudiera apoyar la cabeza en su muslo inmediatamente al sentirlo cerca. Su sonrisa aumentó, acariciándole el suave cabello rosado.

"¿Mejor así?"

Él asintió. "Mucho mejor..."

"Perfecto, puedes volver a dormir ahora."

Emitiendo otro sonidito afirmativo, TaeHyung frotó su mejilla contra el muslo ajeno, que se encontraba desnudo debido a los pantaloncillos cortos de lino que Jungkook llevaba puestos.

"¿Por qué me has pedido que no mire?" Su vocecilla sonó de repente, suave, baja, casi imperceptible de no ser porque descansaba contra sí.

"Porque sí."

"¿Y qué haces?"

"No te lo puedo decir, mosquito, es una sorpresa."

Jungkook sintió como la emoción brotaba de su cuerpo. "¿Para mí?" Cuestionó, efusivo. Él asintió. "¿No puedes darme una pista? Aunque sea pequeñita."

"No."

"Por favor..." De repente se aferró a su muslo. Creyendo que a traición se despertaría y tensándose en el proceso, Jungkook se movió con rapidez para intentar ocultarlo todo tras su espalda, robándole una carcajada al pelirosa.

"¿No te ibas a dormir?"

"Hmmm, no, ya no tengo sueño, estoy despierto ahora. Sólo sigo con los ojos cerrados porque me lo has pedido."

Jungkook volvió a esbozar una sonrisita. "Todo un detalle."

"¿Verdad? Estoy bastante seguro de que eso merece una muy buena recompensa... Como alguna que otra pista sobre esa maravillosa sorpresa que mi queridísimo grandullón está preparándome." Él incluso dejó escapar un suspiro prolongado. "¿No te parece?"

"Pues no, la verdad es que no."

TaeHyung bufó, rindiéndose. No iba a suplicar ni tampoco arruinar la sorpresa. No otra vez.

"Aburrido..." Fue todo lo que mencionó al respecto, oyendo la carcajada ajena en inconscientemente sonriendo.

Permaneció en silencio y con los ojos cerrados durante los siete minutos siguientes, únicamente escuchando su respiración y el sonidito que lo que fuese que Jungkook estaba haciendo tras él combinados, junto a sus leves movimientos. Él no tenía ni la más remota idea de qué se trataba, pero por el silencio del azabache, podía jurar que debía ser algo elaborado d importante, pues eso sólo significaba que estaba muy concentrado.

Tres minutos después, volvió a romperlo.

"¿Puedo hacerte una pregunta?" Casi susurró, no estando del todo seguro si debería.

Y este, que ansiaba volver a escuchar el sonido de su voz, asintió. "Claro, adelante."

"Tú, bueno... ¿Crees que volveremos a ver a Tutor en un futuro? Ya sabes, como un reencuentro."

Jungkook no respondió de inmediato, tomándose su tiempo para hacerlo.

"Honestamente no tengo ni idea, mosquito... Quiero decir, me encantaría, por supuesto. A pesar de cómo sucedieron las cosas con él, aún me encantaría poder agradecerle personalmente el hecho de que recuperase algo tan importante para mí como lo es ese collar."

"Yo también querría agradecerle..."

"Sé que en el fondo todos querríamos volverlo a ver en un futuro, por mucho que Wooyoung, Yim o los mellizos le guarden rencor... Pero es complicado, TaeHyung, muy complicado."

Los labios del pelirosa se apretaron en una mueca triste. "¿Por Sounik, cierto?"

Lentamente, Jungkook asintió. "Sí, justo por eso. Le costó dieciocho años salir de ese infierno y ahora vuelve a estar en él... No será fácil."

Un pequeño suspiro abandonó sus labios, acomodándose de modo que su mejilla quedará abultada contra la pierna de Jungkook, luciendo repentinamente abatido. Odiaba pensar en la cantidad de desgracias seguidas que perseguían a Tutor todo el tiempo.

"Qué mierda, Jungkook..."

"Lo sé, mosquito."

"No es nada justo, ¿por qué él pudo salvarnos la vida, alejar a ese monstruo y en cambio nosotros no somos capaces de hacer nada para sacarlo de ahí?"

Encogiéndose de hombros, afligido, Jungkook dejó lo que estaba haciendo para acariciar las mejillas del pelirosa. "Porque salvarnos del monstruo implicaba ponerse en peligro a sí mismo, TaeHyung. Éramos nosotros a cambio de él."

El corazón de TaeHyung se empuñó, dejándole sin habla por unos segundos. Notando la tristeza que emanaba de sus poros, Jungkook hizo una mueca, pasando los dedos por sus hebras rosadas y palmeándole el hombro.

"No te desanimes, precioso, ¿vale? Tutor es fuerte, seguro que sabe cómo salir de esta. No es la primera vez."

Él asintió. "Tienes razón, no lo es... Pero ese trato podría haber sido muy diferente si nos hubiera dicho la verdad desde un primer momento. Seguro que- que hubiéramos encontrado un modo en el que todos saliésemos ganando."

"Sí, lo sé, yo también lo creo. Sin embargo, no pasó."

"Ya..."

"Detrás de su mentira se ocultaba una verdad que le avergonzaba y no la conocimos hasta el último momento. Así lo quiso, fue su decisión." Encogiéndose de hombros, mencionó, sin dejar de acariciarle el cabello. "De nada sirve buscar soluciones cuando nunca fuimos parte de la ecuación en primer lugar. No podemos culparnos a nosotros y probablemente tampoco podamos culparlo a él."

"Definitivamente no puedo culparlo..." Murmuró en voz bajita. "Todavía me importa y quiero ayudarlo, sea quien sea realmente."

"Todos lo queremos de alguna forma, mosquito."

TaeHyung meneó la cabeza. "Pero no podemos..."

"No podemos, exacto." Confirmaba el azabache, oyéndole suspirar y sintiendo como el corazón se le volvía pesado.

"Ojalá pudiéramos."

"Sí, ojalá... Desgraciadamente no siempre todo sale como queremos."

Un par de lágrimas traicionaron al pelirosa. "Nunca sale como queremos, jamás."

El corazón de Jungkook volvió a empuñarse, sintiendo la voz ajena tornarse pesada y acuosa, como si estuviera a punto de llorar. Desde ese ángulo no podía ver sus lágrimas amenazando con salir.

"Oye, no digas eso... A veces sí que tenemos suerte. De vez en cuando, la vida nos sonríe, no todo es tan malo."

"¿Tú crees?"

Él asintió. "Claro que sí, estoy convencido."

Y TaeHyung también lo hizo, tratando de convencerse.

"Vale..."

Sin embargo, todavía su voz sonaba triste, decaída, sin ánimos. Eso hizo a Jungkook suspirar, mientras que con sumo cuidado le apartaba el cabello de los ojos y desviaba toda su atención hacia él, esbozando una sutil sonrisa.

"Vamos, anímate, ¿vale?" Pidió, frotándole el hombro, con los ojos fijos en aquello que acababa de fabricar con sus propias manos. Definitivamente estaba orgulloso y deseoso por mostrarlo. "¿Quieres ver tu sorpresa ya?"

TaeHyung se incorporó tan rápido que a Jungkook sólo le dio tiempo a taparle los ojos porque este le daba la espalda, sufriendo un pequeñísimo infarto en el acto y vaciando sus pulmones, aliviado.

"Eh, no tan rápido..."

"¡Ay! ¡¿Qué haces, Jungkook?!" Este chilló. "¡Me has dicho que ya podía ver la sorpresa!"

"Ya, y puedes, pero ni siquiera me has dado tiempo a prepararla como es debido, espérate un momento." Pidió. "Necesito que cierres los ojos, ¿vale?"

"¿Otra vez?"

"Sí, ¿puedes hacerlo?"

TaeHyung se encogió de hombros, fastidiado. "Supongo..." Murmuró, acto seguido cerrando los ojos tal y como le había pedido, sus labios fruncidos en una pequeña mueca. "Ya..."

Riendo, el azabache acortó la mínima distancia que los separaba, no pudiendo contenerse cuando besó sus labios castamente.

"Perfecto, pues dame diez segundos y ya estaría."

"Vale." Este volvió a asentir, sonrojado hasta las pestañas. "Uno, dos..."

Una carcajada brotó de los labios ajenos, mientras finalizaba algunos detalles. "Pero no cuentes, yo te aviso."

"No, que seguro que tú haces trampas... Tres, cuatro, cinco..."

"No voy a hacer trampas, desconfiado. Espérate, ¿quieres? Ya casi está, sólo me falta un detalle sin importancia."

"Seis..."

Él lo fulminó. "TaeHyung..."

"Siete..."

Anudando el último extremo de la cuerda, observó su obra maestra con orgullo y una sonrisa, extendiéndolo frente a él. "Deja de contar, ya puedes abrir los ojos." Le indicó, interrumpiendo su conteo cuando ya casi terminaba. TaeHyung obedeció al instante, abriendo los ojos. "Aunque por desconfiar de mí ni siquiera mereces esta sorpresa en primer lugar, pero soy bueno y-"

"¡¿Me has hecho un collar?!" En esta ocasión, el grito ensordecedor de un muy sorprendido pelirosa le interrumpió a él.

TaeHyung no sólo parecía estar a punto de perder los globos oculares en cualquier momento, luciendo incrédulo, conmovido y enternecido al mismo tiempo en que se le llenaban los ojos de lágrimas, admirando la ansiada sorpresa de Jungkook frente a él. Sus manos temblorosas se acercaron a las impropias, atrapando el collar casi con miedo y pasando los dedos por todos y cada uno de sus pequeños detalles.

"¿Te gusta?"

Él asintió, no encontrando las palabras que necesitaba para expresarse. "Me encanta, sí, es- es... Es precioso, Jungkook, es lo más bonito que me han regalado nunca."

Este esbozó una sonrisa dulce, feliz tras aquella respuesta.

"Me alegra mucho que te guste, mosquito."

"P-Pero, ¿no es esta la piedra que se le cayó a tu collar? Esa que Tutor le dio a Yim junto a las coordenadas, dijiste que era un cuarzo blanco. Juraría que es la misma..."

"Porque lo es."

Inmediatamente, TaeHyung levantó la cabeza para mirarle. Tenía los ojos llenos de gruesas lágrimas, lágrimas que no tardaron en delatarlo, empapándole las mejillas poco a poco. "¿Y por qué está aquí? Ese collar es lo más importante para ti, Jungkook, pensé que querías arreglarlo antes de volver a casa con Binna..."

"No sería capaz de arreglarlo aunque lo intentara, TaeHyung, eso es sólo algo que Binna podría hacer y ella ni siquiera está en condiciones. Además, creo que está mucho mejor donde está ahora, con su nuevo dueño." Lo señaló, acariciando sus manos. "Quiero que la persona que lo tiene pueda acordarse de mí siempre que vea este collar, que piense en mí."

Más lágrimas traicionaron a TaeHyung.

"Yo ya lo hago sin necesidad de ningún collar..."

"Lo sé, pero aún así me gusta la idea de darte un pedacito de algo que tanto significa para mí." Le dijo, quitándole un par de lágrimas. "Gracias a ese collar que Sounik me robó es que llegué aquí y pude conocerte, mosquito."

El sollozo que dejó escapar seguidamente hizo que el corazón de Jungkook se acelerase, continuando con su labor de limpiarle las lágrimas antes de que TaeHyung se lanzara sobre él, internándose entre sus brazos y abrazándole con fuerza. Él rio, el peso cálido de una manta posándosele en los hombros llenándole por completo.

"Asumo que ahora te gusta aún más, ¿verdad?"

"Muchísimo..." Asintió sin dejar de llorar contra su hombro, siendo acariciado por un par de manos. "Es el regalo más valioso que tengo y tendré nunca, Jungkook, gracias por hacerlo para mí."

"No tienes que agradecerme nada, sabes que lo hago porque te amo."

Asintiendo, besó su cuello. "Yo también te amo... No sabes cuánto."

Jungkook esbozó una sonrisita, permitiéndose cerrar los ojos por unos segundos antes de que el abrazo se rompiera poco después, tomando la diminuta cara del pelirosa entre sus manos y observándola de cerca. No se cansaba de mirarlo, quedarse hipnotizado por la belleza que poseía y sentir como podía morir en el intento gracias a todo lo que TaeHyung producía en él.

Nunca había querido tanto a nadie y nunca querría tanto a nadie que no fuera él.

"Te amo." Besando castamente sus labios, susurró.

Él acarició sus mejillas. "Te amo, TaeHyung. Más que a nada ni nadie."

"¿Podrías hacerme el favor de anudarme el collar al cuello? Quiero comprobar cómo me queda puesto."

"Claro que sí, date la vuelta."

Haciendo lo pedido, TaeHyung se giró, dándole la espalda a Jungkook quien sostuvo el collar nuevamente, rodeando su cuello y atándolo en un fuerte nudo. Luego, se separó, esperando que volviera a girarse para ver el resultado por sí mismo.

Una vez volvía a darse la vuelta, el corazón del azabache se aceleró.

"¿Qué tal? ¿Me queda bien? Nunca he usado un collar antes, y menos tan bonito como este... Estoy un poquito nervioso." Admitió, demostrándolo con una sonrisita.

"Estás precioso, mosquito."

"¿Sí, tú crees? Necesito verlo por mí mismo. ¡Voy al baño!"

Acto seguido, TaeHyung voló (literalmente) fuera de la cama, adentrándose en el baño tan, pero tan rápido que Jungkook no pudo seguirle la pista andando, llegando cinco segundos después que él, cuando este ya estaba pavoneándose frente al espejo de madera.

"¡Me encanta, Jungkook, es aún más bonito cuando lo llevo puesto!"

Este rio suavemente. "Eso ya es mérito tuyo, en realidad. Pero sí, te queda genial. Justo como pensé que lo haría..."

TaeHyung saltó a sus brazos una segunda vez, eufórico.

"Me encanta, me encanta, muchísimas gracias." Llenándole la cara de besos, dijo. "Te prometo que voy a cuidar este collar como si mi vida dependiera de ello, no pienso quitármelo nada más que para bañarme."

Jungkook tan sólo continuó riendo, abrazado a él y disfrutando de aquellos pequeños besos, suplicando porque no terminasen nunca.

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