Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

✧c.-060

N/A: Cada vez estamos más cerca... Siento que me va a explotar el pecho de la emoción, jijiji xD

Cap dedicado a TtaeDeKook ♡♡

Hoy os recomiendo 'The Plan' de Alec Benjamin, una de las voces más preciosas que existen.

[...]

La noche siguiente llegó tan pronto que Jungkook agradeció tener a su lado a un mosquito casi hiperactivo, el cual le hizo ir de un lugar a otro durante todo el día sin parar. Ni siquiera un segundo. Encontrándose a sí mismo en mitad de la zona ''segura'' del bosque otra vez, en compañía del pelirosa y los demás, quienes se encontraban montando y desmontando mini casetas de campaña para pasar la noche allí (una vez más, ignorando el posible peligro, pues parecían más felices así), sin haber podido pensar siquiera en lo sucedido la noche anterior. Sounik le había permitido dormir, al menos. Agradecía eso con un montón de vómito en la boca, porque seguía resultándole repugnante el poder tan inmenso que esa criatura tenía sobre él.

"Esto ya está listo... Ahora sólo falta asignarnos las tiendas." Jimin murmuró, sacudiéndose los restos de polvo y tierra de las manos.

E inmediatamente después de decir eso, TaeHyung se lanzó sobre Jungkook, quien alcanzó a atrapar su cuerpo de manera inconsciente, incluso si ni siquiera estaba atento a la conversación. "Nosotros vamos juntos."

"¿Ir a dónde?"

"A ningún lado, me refiero en la tienda de campaña."

Jungkook dejó escapar una risita, sonrojándose y asintiendo en señal de que estaba de acuerdo. No pensaba discutirlo.

"Oh, perfecto."

"Con eso ya contábamos, tortolitos, descuidad. Aquí el verdadero problema es que son tres tiendas de campaña y nosotros somos diez y dos cerdos, así que debem..."

"Once, somos once."

La voz de Taevin, quien repentinamente apareció entre los árboles, con una manta, una almohada y su mochila, sonó, sobresaltando a los demás tan pronto como esta sonó. TaeHyung y los mellizos dejaron escapar un chillido, llevándose las manos al pecho.

TaeHyung miró a su hermano con horror.

"¡¿Qué haces tú aquí?!"

"Acampar, ¿no me ves?" Respondió como si fuera obvio, soltando su pesada mochila en el suelo bajo la atenta mirada de los demás. "No me miréis así, no vengo para vigilar a mi hermano. Mañana es nuestro aniversario y al medio día me marcho hacia Azfarshk con mi padre por dos días, no podemos estar separados."

Ante la ovación de los demás, que se mostraron enternecidos cuando Taevin habló, Jungkook frunció el ceño, no entendiendo nada en absoluto, acercándose disimuladamente a la oreja del pelirosa. Su pelirosa.

"¿De quién más es el aniversario?"

"De mi hermano y Joowan, cumplen dos años juntos."

"¡¿Estaban saliendo?!" Exclamó, siendo tomado por sorpresa. TaeHyung asintió.

"Claro, ¿por qué te crees que Joowan es el único capaz de hacer entrar en razón a mi hermano? No hay nadie más que pueda hacerlo..."

Jungkook silbó. "Joder..."

Algo parecido a una bola de algodón chocó contra su pecho, viéndose obligado a levantar la mirada para encontrarse con los ojos furibundos de su cuñado.

"Aleja esas sucias zarpas de mi hermano, grandullón, o te las arranco."

Él se encogió de hombros. "Ven e inténtalo, seguro que comparando tu fuerza y la mía lo consigues."

TaeHyung dejó escapar una carcajada, mientras su hermano, sonrojado hasta las pestañas, agachaba la cabeza, derrotado en un combate que ni siquiera había tenido lugar. Joowan le dio un par de golpecitos en el brazo. Jungkook también rio.

Quince minutos más tarde y muchas quejas por parte del mayor de los hermanos Kim, Taevin, quién reprochaba no poder quedarse en la misma tienda de campaña que TaeHyung y Jungkook (no estaba demasiado receptivo a referirse a este último como su cuñado), la elección fue exitosa. TaeHyung, Jungkook, Tutor (quién recientemente se estaba acostumbrado a dormir con otras personas cerca y no querían sacarlo de su zona de confort al emparejarlo con alguien más que no fuesen ellos dos) y Wooyoung dormían en la tienda más grande, junto a Maoi-lee y Nuka. El doctor Choi, Jimin y Yim en la más pequeña y los mellizos, Joowan y Taevin en la mediana. Taevin había aceptado darle privacidad a su hermano, pero también había luchado con uñas y dientes por obtener su lugar asegurado junto al mosquito lector de mentes.

"¿De verdad el hermano de TaeHyung y tú os lleváis mal?" Tutor se dirigió a Jungkook mientras ambos buscaban algunas ramas para hacer una hoguera. "Parece un buen tipo."

"Lo es, lo es. Taevin y yo no nos llevamos mal en absoluto, aunque al principio desconfiaba mucho de mí, pero tampoco puedo culparle cuando fue de las pocas personas que me vio a tamaño real..."

"¿Te vio?"

"Y acto seguido se desmayó." Torció el gesto ante aquel recuerdo, oyendo a Tutor reír mientras él agarraba un puñado de gruesas ramas. "Creía estar alucinando al principio, me sentí muy mal por él, no te voy a engañar."

La risa de Tutor fue más estruendosa, tan entretenidos en aquella pequeña conversación, que ninguno de los dos notó la presencia de alguien más escuchando tras los matorrales.

"Pobre..."

"El caso es que tenía miedo de que estar cerca de mí fuese peligroso para TaeHyung. Es alguien muy sobre protector, ya te lo puedes imaginar... Especialmente con su hermano pequeño."

Tutor asintió. Él lo entendía mejor que nadie. "Y que lo digas..."

"Pero luego de una amistosa charla, entendió que soy la última persona en el mundo que querría hacerle daño a TaeHyung y, por el contrario, como él, su hermano es mi prioridad. Así que nos hicimos amigos... O algo así." Encogiéndose de hombros, dijo. "Todavía no hemos podido conocernos mucho, pero me cae bien, es un buen chico y además tiene unas manos increíbles."

"Oh, claro, ahora lo recuerdo... Es quien hizo mi cama, ¿verdad?"

"Y la mía, sí. Es un carpintero excelente."

"Ya veo, ya..."

Jungkook agarró un par de ramas más, pasándoselas a Tutor. "Creo que con estas tendremos suficientes, ¿no?"

"Sí, de sobra."

"Pues volvamos con los demás, tenemos que ponernos en marcha con la búsqueda antes de cenar. Yim y los mellizos están encargándose de la comida mientras tanto, necesitan fuego."

Siguiéndole de cerca, Tutor asintió, ambos despareciendo entre los árboles rumbo al pequeño campamento que habían formado de manera totalmente improvisada. Una vez no hubo rastro de ellos, Taevin se asomó entre los matorrales, donde Joowan y él permanecían recolectando algunas hojas de menta (por supuesto, este último con sus tapones puestos, siendo incapaz de escuchar nada en absoluto). Esbozó un sonrisa, asintiendo para sí mismo.

"Tú también me caes bien, cuñado..."

En cuanto se giró, vio el ceño fruncido de Joowan, quien luchaba por entenderle ya que estaba de espaldas a él. "¡¿Has dicho algo?!"

Él río, negando y acariciando su rostro. "No, cariño, descuida. Hablaba conmigo mismo."

"Ah, bueno..."

Al otro lado de los matorrales, Jungkook se reencontraba con TaeHyung, quién estiraba una sábana gigantesca gracias a la ayuda de Wooyoung, para acto seguido cubrir los sacos de dormir. Esa noche, según el señor Park y sus conocimientos, las temperaturas bajarían bastante e incluso había alta probabilidad de lluvia, por lo que debían mantenerse bien arropados y lejos del barro. Especialmente TaeHyung.

"Dejad las ramas aquí, chicos." Yim les hizo señas para que se acercaran, cosa que hicieron, lanzando dichas ramas junto al montoncito. "Jungkook, ve con TaeHyung mientras encendemos el fuego para ir preparando la comida. Os avisaremos en cuanto esté apagado."

Este asintió. "Bien." Dijo, mirando a Tutor. "¿Te quedas aquí?"

"Sí, estaré ayudando, podéis ir vosotros."

Volviendo a asentir, Jungkook apenas pudo decir algo cuando la sensación de alguien saltando sobre él y generando un peso extra en sus hombros le hizo reír, reconociendo la fragancia del mosquito rosa inmediatamente. Él rio, su corazón acelerándose de manera involuntaria. Como siempre que estaba cerca.

"Bú." Susurró contra su oído, haciéndole reír más fuerte. Jungkook lo elevó, acomodándolo allí, sobre sí mismo.

"¿Qué haces, mosquito?"

"Asustarte." Respondió como si nada, asomando su cabeza junto a la impropia. "¿Lo he conseguido?"

Y él negó, par así propia desgracia. "No cuando puedo escuchar tus pasitos desde el otro lado del bosque, lo siento. Vas a tener que intentarlo mejor la próxima vez."

"Bueno..."

TaeHyung dejó escapar un bufido. Luego, sus labios se estiraron en una sonrisita maliciosa, acercándose a la oreja de Jungkook casi a hurtadillas, como si no estuviera realmente subido a su espalda cuál mochila. Él susurró:

"Estoy embarazado." En su oído, preparándose para ver un rostro pálido y en completo estado de shock para acto seguido soltar una carcajada.

"¡¿Qué?!"

Su grito alertó a los demás, quienes le observaron tras sobresaltarse.

Y, separándose, el pelirosa rio más fuerte.

"Vamos a buscar pistas por los alrededores antes de que anochezca, rápido." Cambió de tema como si nada, suspirando. "Te avisaremos si encontramos algo, Tutor."

"P-Pero..."

Jungkook sentía que iba a darle un infarto en cualquier momento.

"De acuerdo, estaré pendiente. Me quedaré por aquí ayudando con la comida mientras tanto."

"Bien." Él asintió, ignorando la mueca horrorizada y dirigida expresamente hacia su persona, en el rostro ajeno. "Nos vemos en un rato, chicos. Vamos, grandullón."

Todavía riendo, el pelirosa se alejó moviendo sus alas en el aire, dejando a un Jungkook incrédulo, atemorizado y punto de sufrir un infarto atrás.

"¡E-Espera!" Exclamó, yendo tras él. "Explícame eso que has dicho..."

TaeHyung rio más fuerte.

Confundido una vez ambos desaparecieron entre los árboles de nuevo, Tutor miró a Yim con una interrogante en medio de las cejas.

"¿Acaso Jungkook tiene problemas con el fuego?"

El ex pelinaranja asintió. "Sí, le tiene miedo."

"¿Y eso? No tenía ni idea..."

"Fue a raíz de la muerte de sus padres." Comentó uno de los mellizos, Tutor no alcanzó a diferencial cuál de los dos era concretamente. "Ellos fallecieron en el incendio de su casa tras una tormenta."

Sus labios se apretaron en una pequeña mueca de compasión. "Vaya... Sabía que habían muerto, pero desconocía que fuese en un incendio. ¿Él salió ileso?"

"Jungkook no estaba en casa en ese momento."

"¿No?"

Los tres negaron, siendo Yim quien se atreviese a explicarlo. "Se escapó de casa por rebeldía y huyó al bosque donde se refugió. Sus padres no se dieron cuenta. Era por la noche. La noche de su cumpleaños, en realidad... Cuando el rayo cayó y las llamas comenzaron a formarse, ellos intentaron llegar hasta su habitación para sacarlo de ahí, pero no pudieron conseguirlo."

"Murieron tratando de salvarle cuando él ni siquiera estaba en casa..." Masculló, viéndolos asentir. "Joder, pobre Jungkook... Debe haberse sentido muy culpable todos estos años, aún siendo un niño inocente... No puedo ni imaginarlo."

"Bastante, sí. Todos le dieron la espalda." Mencionó otro de los mellizos.

"Desde entonces le tiene mucho miedo al fuego, también a las tormentas. Por eso TaeHyung fabricó unos tapones para él que lleva a todas partes."

"Eso lo sé, y me parece un detalle muy dulce por su parte." Una pequeña sonrisita apareció en sus labios, pues había escuchado hablar de eso durante el viaje de vuelta a casa. "TaeHyung es un gran chico."

"Son tal para cual..." Bromeaba Yim, haciéndoles reír.

En otra parte no tan lejana del mismo bosque, un pobre alterado Jungkook se encontraba correteando detrás del mosquito pelirosa más rápido y astuto con el que tuvo el placer de cruzarse, casi viéndose obligado a sacar la lengua fuera para poder respirar. TaeHyung, que reía como si acabase de cometer la broma pesada más graciosa del mundo, escapaba de él exitosamente.

"¡Dijiste que tenía que intentarlo mejor para poder asustarte y eso he hecho!" Se excusaba, esquivando ramas y hojas de árboles.

Desde abajo, Jungkook saltaba con la única intención de atrapar uno de sus pies. Tras ellos, Maoi-lee y Nuka avanzaban con la nula rapidez que las patitas del cerdo más grande le permitían.

"¡¿Pero qué clase de broma es esa?!"

"¡Una brillante!"

"¡Casi me da un infarto, TaeHyung! ¡Vuelve aquí!"

Este negó. "¡No!" Chilló, zarandeando las piernas cuando los dedos de Jungkook le rozaron la planta de los pies. "¡Ni se te ocurra!"

"¡Vuelve!"

"¡Que no, para! Además, ¿cómo vas a asustarte en serio, tonto? ¡Los dexianees hombres no podemos quedar embrazados, ni que fuésemos caballitos de mar!"

Un bufido abandonó los labios del azabache. "Y yo qué voy a saber... Si podéis volar, tenéis habilidades especiales, pero no olfato ni gusto, pelos de colorines y cerdos diminutos como mascota, puedo esperarme cualquier cosa. Hasta que podáis quedaros embarazados." Dijo, para segundos después, agarrar exitosamente el pie de TaeHyung y usar su fuerza bruta a la hora de jalar hacia abajo. "Je, je... Te tengo."

Su grito resonó por todo el bosque, haciéndose eco entre los árboles cuando cayó, los brazos del azabache atrapándolo y seguidamente empujándolo al suelo, colocándose sobre él para impedirle moverse. TaeHyung refunfuñó, luchando por zafarse.

"¡Tramposo!"

"Mira quién va a decirlo." Bufó. "Y agradece que te quiero, porque de lo contrario ahora mismo estarías bocabajo en el césped, graciosillo embarazado."

Él dejó escapar una risita. "¿No te ha gustado mi bromita?"

"¿Bromita? Eso ha sido una burrada, TaeHyung. Imagínate si la biología os permitiera a los dexianees hombres quedar embarazados y tú lo estuvieras de mí. Soy un gigante de casi dos metros, haz cuentas de lo que podría salir de ahí. Si es que sale, claro... Porque morirías en el intento."

TaeHyung palideció, viéndose horrorizado en cuestión de segundos. "¿Q-Qué...?"

"Eso. ¿A que ya no te parece tan graciosa la bromita?" Levantando las cejas, cuestionó, viéndose interesado en sus reacciones. El pelirosa fingió un desmayo, obligándole a palmearle el rostro suavemente. "Eh, despierta, mosquito. Deja los desmayos para cuando volvamos a subirnos en un teleférico, ahora no es momento."

Este sacó la lengua, pronunciando su falso estado de inconsciencia. Riendo, Jungkook se inclinó hasta morderla con sutileza, sobresaltándole. Una vez reaccionó, emitiendo un pequeño chillido, le besó castamente.

"Me has traumatizado..."

"Culpa tuya, ¿para qué mencionas el embarazo?" Respondió como si nada, separándose y tendiéndole una mano para ayudarle a hacer lo mismo. Una vez estuvieron a la misma altura (por llamarlo de algún modo), Jungkook sacudió la tierra mojada de las prendas ajenas.

TaeHyung bufó. "¡Fue una broma! Y ahora no voy a poder ver la vida con los mismos ojos, sabiendo que si fuese una chica no podríamos tener hijos juntos..."

"¿Es que acaso quieres hijos?"

"No."

"Entonces sigue viendo la vida como lo hacías hasta hace cinco minutos."

Resignado, el pelirosa apretó los labios, notando como Jungkook alcanzaba su mano y entrelazaba sus dedos en un movimiento rápido, jalando de él hasta hacerle chocar consigo mismo. De nuevo, depositó un casto beso en los labios ajenos.

"Sigamos con la búsqueda, ¿de acuerdo? Necesitamos encontrar pistas sobre el paradero de Moze."

"Será lo mejor, sí... No quiero tener que decirle a la madre de Yeonjun que jamás podrás casarte con su hija, porque la probabilidad de que le crezca una criatura de dos metros en la barriga es altísima."

Otra risita resonó. "Creo que te has saltado una parte importante ahí..."

"¿Eh?"

"La hermana de Yeonjun, mosquito. No puedo casarme con ella porque estoy saliendo contigo, soy tu novio, ¿recuerdas?" Lo señaló, presenciando el momento exacto en que sus mejillas se colorearon de un potente rojo.

"¿Cómo voy a olvidarme de eso, tonto? Claro que me acuerdo... Lo decía porque es el pensamiento más cercano de alguien con mi mismo tamaño embarazándose de ti que puedo llegar a tener. Y, francamente, es una imagen horrible." Arrugando el rostro, expresó. "Rechaza la petición si vuelven a proponértelo, hazme el favor."

"Oh, por supuesto..."

"Aunque a estas alturas la señora Choi ya se habrá enterado de que estamos juntos..." Encogiéndose de hombros, recordó. "Mi madre lo estará pregonando por todos lados."

"¿Tu madre?"

Él asintió. "Taevin fue a quejarse como el niño pequeño que es, porque según dice no puedo dormir en la misma cama que tú siendo novios, pero claramente él sí puede dormir todas las noches abrazado a Joowan como si fuera su iguana de peluche. Mi padre, por fortuna, salió en mi defensa y Taevin tuvo que callarse... Pero fue demasiado tarde para mi madre, que ya estaba anunciándolo por la ventana como un pregón de Navidad. Es rápida, supongo."

Otra risita abandonó sus labios, mientras caminaban lentamente por el pasto helado, sus pies descalzos sufriendo los cambios de temperatura. "Increíble..."

"Lo es, sí."

"¿Sabes...? Me gustaría pasar más tiempo con tus padres y conocerlos un poco mejor antes de irme, tener la oportunidad de que ellos sepan sobre mí algo más que mi especie. Tu padre me dijo que quería invitarme a dar un paseo en barco."

El corazón de TaeHyung dio un vuelco, siendo incapaz de ocultar su emoción ante aquel planteamiento.

"¿Lo dices en serio?"

Y él, un poco temeroso, asintió. "¿Te parece bien...?"

"¿Bien? A mí me parece más que perfecto, Jungkook. Hablaré con ellos para reunirnos un día de estos a almorzar todos juntos, con Joowan también, así no te sientes intimidado por Taevin. Estarán encantados de tenerte allí."

Ensanchando la sonrisa, asintió. "Creo que es un plan increíble, mosquito."

"Yo también lo creo."

Apenas había podido descubrir más aspectos sobre la familia de TaeHyung, únicamente Taevin y su protección insana sobre su hermano pequeño siendo lo que destacaba por encima de todo. Y realmente le emocionaba la idea de conocerlos mejor, de poder adaptarse a ellos como algo más, algo permanente. Tal vez una familia estructurada donde se sintiera cómodo, seguro. Sonaba bien, muy bien. Le gustaba.

"Eh, Maoi-lee, ¿qué estás haciendo?" Deteniéndose en seco al notar que su cerdo más grande escarbaba en la tierra, se inclinó hacia él. "No hagas eso, hay animalitos debajo a los que podrías hacerle daño."

Sin embargo, este no se detuvo, escarbando hasta que sus pezuñas tocaron algo metálico.

"Maoi-lee, para." Le dijo, queriendo frenarle cuando el mencionado metió su hocico en el hueco recientemente formado, sacando lo que había encontrado. Su ceño se frunció, admirándolo tan pronto como Maoi-lee se giró hacia él. "¿Qué es eso? ¿Has encontrado algo?"

Jungkook también se asomó, luciendo interesado. "Parece un colgante, ¿no...? O los restos de uno, al menos."

"Se ve como una pequeña insignia o algo así..." Tomándolo cuidadosamente entre sus dedos, el pelirosa eliminó los restos de tierra mojada sobre una de las caras, alcanzando a ver un grabado muy sutil y borroso debido a la corrosión del material. "¿Qué pone aquí?"

"A ver..." Acercándose hasta poder ver lo mismo que TaeHyung, sostuvo aquella insignia entre sus dedos. "Sólo soy capaz de distinguir la letra «z», aunque esta del principio parece una «m» mayúscula, pero no estoy seguro... La de en medio es definitivamente una «o», o quizás un cero..."

"Es una «o», sí, y... ¡eh, eh! Lo último es una «e» minúscula, Jungkook." Ambos se miraron con los ojos brillantes. "Si lo juntas todo... Mo... ¡Moze! Aquí pone Moze, el hermano pequeño de Tutor..."

Jungkook asintió. "Eso quiere decir que está o estuvo aquí en algún momento."

El pelirosa también asintió, su sonrisa ensanchándose, feliz de haber podido averiguar algo útil. Sin embargo, los quejidos de Maoi-lee, tratando de llamar la atención de ambos adultos no les dejó indiferentes, enfocándose en él cuando desesperadamente siguió escarbando en la tierra mojada, como si supiera que había algo más allí enterrado.

"¿Qué pasa, Maoi-lee? ¿Qué buscas?"

"Creo que hay algo ahí que está brillando." Masculló Jungkook, arrodillándose en el suelo junto al cerdo y tocando una de sus patitas. "Detente, Maoi-lee, no vayas a hacerte daño, yo me encargo."

Haciéndole caso inmediatamente, Maoi-lee se detuvo, permitiendo que Jungkook sacara lo que tanto trabajo estaba costándole desenterrar. Y, con dificultad, el azabache lo hizo, jalando hacia fuera hasta llevarse consigo una pieza de chatarra que anteriormente debió pertenecer a algo ovalado. TaeHyung y él la observaron con el ceño fruncido.

"¿Qué cojones...?"

"¿Qué se supone que es esto?" TaeHyung lo sostuvo para inspeccionarlo, o al menos hizo el intento. "Joder, cómo pesa... ¿Es que acaso está hecho de cobre?"

"No sé, pero es raro. No parece ser un trozo de chatarra cualquiera, tiene inscripciones alrededor, pero no alcanzo a leer lo que pone... Ni siquiera estoy seguro de que sea un idioma que cualquiera de los dos sea capaz de hablar."

El ceño de TaeHyung se frunció aún más, encontrando que él tampoco lo entendía en absoluto. "Deberíamos ir con los demás, quizás ellos sepan algo."

"Sí, vamos."

Girándose de inmediato y jalando las cuerdas que rodeaban el lomo de Maoi-lee, TaeHyung se dio la vuelta para que segundos después el silbato en sus bolsillos sonara, siendo esa la señal de que podían volver. Él suspiró. Justo a tiempo.

Corrieron a través del bosque con rapidez, queriendo llegar lo antes posible para darles la noticia y mostrar lo que habían obtenido en su pequeña exploración. Y, afortunadamente, divisaron el humo de la pequeña hoguera que Yim había extinguido no muy lejos, avanzando hasta reconocer sus tiendas de campaña y poco después a los demás, quienes se amontonaban junto a la comida.

"¡Chicos, chicos! ¡Tutor!" Exclamó el pelirosa, levantando su mano donde los restos de aquel collar yacían. "Tenéis que ver esto, rápido."

Tutor fue el primero en girarse. "¿Qué? ¿Qué pasa? ¿Tenéis algo?"

"Maoi-lee ha encontrado esto, estaba enterrado en mitad de la nada. Mira..." Agachándose a su lado, le tendió la insignia con el nombre de Moze grabado en ella. "Creemos que pueda ser parte de un colgante, pero..."

"Nuestro colgante..." Susurró, con la vista nublada.

"¿Lo reconoces?"

Él lentamente asintió, tocándose el pecho y sacando un collar cuya insignia era exactamente igual que la que tenía en la mano para que pudieran verla. «Mai», podía leerse en el grabado. Los demás se agruparon a su alrededor.

"¿Quién es Mai?"

"Soy yo... O bueno, era yo. Era el nombre que me pusieron cuando estaba en La Casa con los demás niños, ya sabéis... Padre nos obligaba a tener un nombre en clave para cuando nos relacionásemos con gente de fuera, sólo nosotros mismos y aquellos con quienes nos sintiéramos seguros podían saber nuestro verdadero nombre. Mai era el mío."

"Moze el de tu hermano..." Murmuró Jimin, viéndole asentir. "Empezaste a usar el tuyo cuando saliste de ahí, ¿no?"

"Tampoco es que a mucha gente le importe cómo me llamo, en realidad..." Una risita avergonzada abandonó sus labios. "Sólo vosotros, mi antiguo jefe en Psayd y Mina lo saben. Gente con la que me siento seguro."

Frotándole la espalda, Yim le dedicó su mejor sonrisa. "A mí me parece que Tutor es un muy buen nombre."

Y él claramente no pudo no devolvérsela, sintiendo cómo se le aceleraba el corazón.

"Moze y yo compramos estos collares a juego y le pedimos a un herrero amigo de Padre que pusiera nuestros nombres en él, para que siempre estuviéramos acompañados del otro... Fue su idea, en realidad." Les explicó con una mirada triste. "Prometimos no deshacernos de ellos nunca, incluso en el peor de los casos... No pensé que fuese capaz de quitárselo en algún momento. Creí que cumpliría la promesa así como yo lo hice..."

TaeHyung hizo una pequeña mueca. Luego, la voz de Wooyoung sonó.

"Tal vez no se deshizo de él, sino que lo dejó allí a propósito."

"No..."

"Yo también lo creo, sí." El pelirosa rápidamente dijo. "Estaba muy bien enterrado, como si alguien hubiese escarbado con las uñas hasta formar un hueco donde dejarlo. A pesar de estar desgastado y roto, su nombre aún puede leerse casi a la perfección."

Tutor meneó la cabeza, negando, su ceño fruncido. "Pero ni siquiera tiene sentido... Él no sabe que estoy aquí ni que vendría a buscarle, ¿por qué lo dejaría a propósito?"

"Quizás sí que lo sabe."

"¿Cómo?"

"Tú tienes a alguien que te informa cada cierto tiempo de su posible paradero o de sus movimientos más recientes, ¿verdad?" Jimin cuestionó, viéndole asentir. "A lo mejor él también tiene a alguien, o quizás es el propio Moze quien te envía a ese mensajero para que sepas dónde está."

"Exacto..."

"Y si este collar le pertenece a tu hermano, eso quiere decir que ha estado aquí, ¿no? Tal vez incluso aún siga estándolo... Eso es una buena señal, ¿cierto? Tenemos la oportunidad de dar con él." Woongki señaló, sus ojos brillantes.

"Claro que sí, estamos más cerca que nunca."

Ahí, Tutor fue consciente y pudo confirmarse a sí mismo que no estaba solo. Que no era el único emocionado por encontrar a su hermano incluso si sí que era el único relacionado con él. Gente que ni siquiera conocía a Moze, que apenas lo conocían a él mismo de momento, querían llegar hasta el final y brindarle su apoyo incondicional sin dudarlo siquiera.

Mientras los demás seguían hablando, debatiendo sobre la infinidad de posibilidades que ahora tenían por delante, él se llevó las manos al rostro, sintiendo el cerebro lo suficientemente estimulado y lleno de información como para vomitar por los ojos. Estaba agotado mental y físicamente, pues nunca había llegado tan lejos como ahora. Ni siquiera lo esperaba, en primer lugar.

Sin embargo, rendirse no estaba en sus planes.

Jungkook empujó al centro los restos de aquella pieza ovalada que encontraron. "Maoi-lee también desenterró esta cosa rara, estaba junto al collar. No sabemos qué puede ser."

"Tiene inscripciones alrededor que no logramos entender, pero suponemos que podría estar relacionada con el hermano de Tutor e incluso con ese señor al que llaman Padre."

El doctor Choi se inclinó junto a ellos, admirándola de cerca con el ceño fruncido.

"A ver, dejadme verlo mejor..." Pidió, estirando las manos hasta que Jungkook se lo entregó cuidadosamente, logrando analizarlo. "Creo que he visto algo así antes, pero no recuerdo dónde con exactitud."

"¿Sabes lo que pone?"

"No, no tengo ni idea. Debe ser una lengua muerta, no estoy familiarizado con eso..." Su gesto se torció. "Pero sé quién sí lo está y podría ayudarnos."

TaeHyung vació sus pulmones, asumiendo cuál sería su respuesta incluso antes de que este pudiera abrir la boca.

"Tu madre, ¿verdad?"

El doctor Choi apretó los labios. "Pues sí... Puedo entregársela y ver qué tal, si estáis de acuerdo. No conozco a nadie más que sea capaz de descifrar lo que pone aquí, tampoco si será fácil o súper complicado, pero tampoco tenemos otra opción a decir verdad..."

Todos los presentes asintieron, estando de acuerdo.

"Hazlo entonces, sí. Es mejor dejarlo en manos de alguien profesional a no tener nada en absoluto."

"De acuerdo, pues mañana mismo se lo entrego. Guardadlo bien."

"Yo me encargo de eso, no te preocupes." Jungkook dijo. "Lo dejaré en nuestra tienda de campaña, no os recomiendo tocarlo porque pesa muchísimo. TaeHyung casi se parte la mano al cogerlo."

"Cierto..."

"Bueno, ahora que hemos encontrado una pista y podemos estar algo más tranquilos, propongo que cenemos y disfrutemos de lo que nos queda de noche, ¿os parece?" Yim se frotó las manos. "He preparado muchos platillos deliciosos que nos están esperando, así que deberíamos darnos prisa."

Los estómagos de TaeHyung y Tutor sonaron al unísono, ambos sonrojándose de inmediato y haciendo a los demás reír. Yim esbozó una sonrisa inmensa, asintiendo.

"Justo la respuesta que quería oír, así me gusta." Bromeó, frotando la espalda del pelinegro.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro