✧c.-053
N/A: Capítulo largo, con la aparición de uno de mis personajes favoritos al que amo demasiado y será permanente. Cabe destacar que Tutor es tailandés, por lo que tanto su nombre como el de Yim tienen esa ''peculiaridad'' que sólo los nombres tailandeses tienen. Ya hemos vivido esto antes xD
Cap dedicado a KarenBaneL ♡♡
Hoy os recomiendo 'Earth, Wind & Fire' de BOYNEXTDOOR, porque estoy obsesionada con ellos, son mis nuevos bebés.
[...]
"¿Qué tal?" La sonrisa del desconocido se ensanchó. "Soy Tutor, ¿os puedo ayudar en algo?"
Ambos le observaron. Se trataba de un chico alto, cuya tez morena brillaba por el sol, de cabello negro y edad aproximada a la de Jungkook. No era demasiado viejo.
Recuperándose del susto, TaeHyung se llevó una mano al pecho, respirando hondo.
"Encantado, Tutor... Eh, tú... ¿trabajas aquí por algún casual?"
Tutor asintió, mirando a su alrededor momentáneamente. "Sí, claro, soy agricultor, me dedico a cultivar y recolectar todas las plantas que veis a vuestro alrededor." Extendió los brazos, señalando todo lo que les rodeaba. "Aunque todavía no estoy muy familiarizado con la zona, pero puedo ofreceros mi ayuda si la necesitáis... Mis compañeros están todos fuera de servicio ahora mismo, soy el único aquí."
"Veníamos en busca de orento, unos amigos nos dijeron que era una planta venenosa y necesitaríamos ayuda de un profesional de la zona." Explicó el pelirosa.
"¿Orento?" Repitió, colocándose los guantes de tela. "Es cierto que es venenosa, sí, aunque no supone un peligro para nosotros, igualmente es mejor dejar su obtención a manos de un profesional."
Los ojos de TaeHyung brillaron. "¿Eso quiere decir que puedes ayudarnos...?"
"Claro, para eso estoy aquí, ¿no?" Bromeó mientras asentía y dejándolos atrás al avanzar en dirección a una pequeña pendiente. Él suspiró, siendo observado por los otros dos desde arriba. "Veamos esas dichosas plantitas..."
TaeHyung y Jungkook se miraron.
"No le afectará el veneno, ¿verdad?" Cuestionaba en voz muy baja el pelirosa, únicamente para que Jungkook pudiera escucharlo.
Este negó, frunciendo el ceño. "Claro que no, es un profesional."
"¡Joder, cómo pincha esta mierda!"
Tutor gritó, sobresaltándoles de inmediato. TaeHyung fue el primero en dar un paso hacia él.
"¿Te encuentras bien?"
"Sí, sí, no te preocupes, es sólo que estos guantes son más aparatosos que los que estoy acostumbrado a usar, pero no pasa nada. Lo venenoso de estas plantas no son precisamente sus espinas, sino su polen. Estoy a salvo." Rio torpemente, arrancando el tallo con cuidado.
"Oh, menos mal..."
"Vosotros no sois de aquí, ¿verdad? No tenéis ese acento tan marcado como los demás." Cuestionaba mientras realizaba su trabajo entre dientes.
De nuevo, ellos se miraron. La excusa de Jungkook necesitaba un pequeño refuerzo esta vez.
"Yo soy de Ae-Dexian-Thee, pero él sí es de aquí." TaeHyung respondió en su lugar, señalándole. "Aunque es cierto eso de que no tiene el mismo acento que los demás, supongo que es porque de pequeño viajó mucho a otras regiones y su acento se... se mantuvo neutro." Buscando los ojos del azabache en busca de conformación, le vio asentir.
"Sí, es justo por eso..."
"Tiene mucho sentido, en realidad. Mi hermano pequeño y yo nos hemos pasado toda la vida de aquí para allá, no tenemos la forma de hablar ni el acento de ninguna región. Es normal, supongo..." Encogiéndose de hombros, dijo, guardando los tallos filosos de las plantas en una bolsa de lino. "¿Cómo os llamáis, por cierto? No es común ver gente de mi edad por esta zona."
"Yo me llamo Jungkook" El azabache se señaló a sí mismo, seguido del pelirosa. "y él es TaeHyung."
"Pues encantado, chicos. Yo soy Tutor, ya me he presentado antes, pero tomemos esta como la presentación inicial." En cuanto les hizo reír, sonrió. "Es agradable ver caras nuevas y jóvenes de vez en cuando, empezaba a sentirme viejo por aquí."
TaeHyung rio más fuerte. "¿Tan exagerado es?"
Negando, cerró la bolsa de lino con una sonrisa. "No, en realidad no, el exagerado soy yo. Soy el más joven de mis compañeros y tan sólo llevo dos meses trabajando en esta zona, en Psayd, pero sí es cierto que nunca he visto a gente de mi edad hasta hoy."
"¿Sólo dos meses? Pensé que vivías aquí." La confusión de Jungkook le hizo negar otra vez.
"Oh, no, ni siquiera soy de Psayd." Dijo, subiendo nuevamente hacia donde ellos se encontraban. "Esto ya está, chicos. ¿Queréis los tallos o preferís prescindir de ellos?"
"No los necesitamos, gracias, puedes dejarlos."
"Bien, pues aquí tenéis, tomad." Asintiendo, les entregó las flores, metiéndolas en un recipiente que Jungkook había abierto. "Os recomiendo que lo mantengáis alejado de animales y comida. Si esos cerdos son vuestros, no deben estar muy en contacto con las orentos."
Inmediatamente TaeHyung palideció. "¿Puede ser tóxico para ellos? ¿Mucho?"
"Tóxico a nivel de causarles la muerte no, por eso puedes estar tranquilo; pero sí es preferible mantenerlos alejados. Por su seguridad, más que nada."
Ambos asintieron.
"No pasa nada, lo guardaré en mi mochila, así evitamos que estén en contacto." Jungkook se apresuró a guardar el recipiente. "Gracias por la ayuda, Tutor, nos has, casi literalmente, salvado."
Tutor dejó escapar una risita.
"Qué va, no es para tanto..."
"Te aseguro que sí lo es. Con lo torpe que soy y la mala suerte que nos ha estado acompañando todo el viaje, seguro que alguno de los dos hubiésemos muerto en el intento." TaeHyung se lamentó, torciendo el gesto.
"Sí, la verdad es que sí..."
Tutor rio aún más, asintiendo esta vez. "Ha sido un placer, entonces." Les dijo. "¿Vais para la ciudad? Anochecerá pronto y la montaña se queda a oscuras en cuestión de pocos minutos, no es muy seguro estar tan tarde por esta zona."
Ni siquiera un segundo después de que él dijera eso, TaeHyung se aferró a Jungkook, casi temblando sólo de pensar en que se quedarían a oscuras. Si él era torpe y descuidado con todo el Sol dándole en la nuca, no quería ni imaginar lo mala que sería si suerte sin ver nada en absoluto.
Jungkook le frotó la mano, proporcionándole algo de tranquilidad.
"Oh, sí, iremos a buscar un lugar para cenar seguramente. Hemos pasado todo el día en el camino."
"En ese caso, os acompaño, yo también voy para la ciudad." Se ofreció, viéndolos asentir. "Hay una pequeña cantina a los pies de la ladera, os recomiendo ese sitio. La comida de ahí es impresionante..."
Por supuesto y tal y como Jungkook esperaba, el estómago del pelirosa rugió, haciendo a los otros dos reír.
"Asumo que vais a considerar mi recomendación." Bromeaba Tutor.
"Pues sí..." Sonrojado hasta las pestañas, TaeHyung asintió, riendo tímidamente. Jungkook le besó la sien, frotando su espalda baja.
Bajaron la montaña (para desgracia de TaeHyung, quién ni siquiera había superado el trauma de haberse desmayado dos veces en el trayecto anterior) con una mayor tranquilidad gracias a que Jungkook optó por mantener la conversación activa todo el tiempo para entretener a TaeHyung y que este no pensase lo que estaban haciendo, la distancia del suelo y que en cualquier momento anochecería, ambos explicándoles a Tutor lo caótico que había sido su viaje hasta la fecha con pelos y señales. Para sorpresa del pelirosa, una hora después estaban en tierra firme de nuevo.
"...pues sí que es un milagro que sigáis vivos, sí..." Reía Tutor, meneando su cabeza de un lado a otro. Ni siquiera parecía sorprendido y eso les asustaba.
Ellos rieron también. "¿Verdad? Siempre lo decimos."
"Ni siquiera nosotros sabemos cómo podemos estar contándolo ahora mismo. Es toda una suerte."
"Y tanto que lo es, sí." Asentía, dejando escapar un suspiro poco después y deteniéndose frente a una taberna. "Aquí es, este es el sitio que os mencioné antes. Si como yo, tenéis preferencia por la comida contundente, este sitio os va a encantar... Y además, la dueña es muy amable. Siempre regala los postres."
Por segunda vez en lo que llevaban de viaje (de vuelta), el estómago de TaeHyung rugió.
"Ups..."
Tutor dejó escapar una carcajada. "Mensaje captado, no me enrollo más, os dejaré para que cenéis tranquilos. Ha sido un placer, chicos. Nos vemos por ahí."
Y, tan pronto como este dio un paso lejos de ellos, la voz de TaeHyung sonó.
"¡Espera!" Le dijo, consiguiendo que se detuviera en seco y se diera la vuelta. Él le sonrió. "¿Por qué no nos acompañas? Quiero decir, nos has traído hasta aquí después de ayudarnos, me parece de muy mala educación no invitarte a comer con nosotros. Y más si este sitio te encanta."
"Estoy de acuerdo con él, Tutor, deberías unirte."
Sus labios se estiraron en una pequeña y dulce sonrisa, recuperando los pocos pasos que dio alejándose. "¿En serio?"
Ambos asintieron a la vez. "Claro."
"Así también puedes recomendarnos cuáles son los mejores platos para pedir aquí, me encanta tener guías culinarios allá donde voy y tú pareces ser un experto de esta taberna." Propuso el pelirosa, viéndose tan feliz que le robó una risita al segundo pelinegro.
"Para mí sería un placer, me encanta comer acompañado. La comida me sabe mejor."
"¡¿Verdad que sí?! ¡A mí también!"
"Pues no se diga más, Tutor, te vienes con nosotros a cenar." Jungkook se frotó las manos. El estómago de TaeHyung rugió una tercera vez. "Vamos dentro antes de que en el cuarto rugido de estómago, TaeHyung nos coma a los dos."
Este no tardó en golpearle el brazo. "¡Idiota!" Chillaba con las mejillas ardiendo, mientras los otros dos reían.
Inclinándose muy sutilmente sobre él, le besó la cabeza, impidiendo que TaeHyung pudiera seguir quejándose.
"Ya, ya, mosquito, era una broma, no te enfades..."
Tutor les observó con el labio inferior entre dientes. "Sois una pareja encantadora, permitidme decirlo, chicos."
Los dos se sonrojaron, como era de esperar, al mismo tiempo. TaeHyung incluso dejó escapar una risita nerviosa mientras los dedos del azabache continuaban frotándose el brazo.
"Gracias, aunque no somos-"
La voz de Jungkook interrumpió lo que estaba por decir.
"Muchas gracias. Lo cierto es que todo el mundo nos lo dice." Afianzando el agarre en su hombro, sonrió de oreja a oreja. "Y yo también lo pienso."
Sin dejar de reír, Tutor asintió.
"Haces bien, claro que sí."
Se adentraron en aquella minúscula taberna poco después, siendo recibidos por una mujer encantadora que no tardó en reconocer a Tutor, llevándolos hacia la única mesa libre de todo el local.
"¿Qué vais a querer?" Preguntó el segundo pelinegro, ni siquiera necesitando mirar el menú como ellos hacían.
"Yo no lo sé, tengo tanta hambre que podía comerme la mesa esta con sillas incluidas." Jungkook señaló donde estaban sentados, haciéndoles reír. TaeHyung desistió en mirar la carta tan pronto como vio la cantidad de platillos que tenía a su disposición.
"Recomiéndanos algo, por fa. Soy muy malo para elegir cuando me gusta casi todo..."
"Vale, muy bien... ¿Os gusta la comida picante?"
El pelirosa negó tan rápido que incluso terminó un poco mareado.
"TaeHyung es alérgico al picante."
"En ese caso, omitamos esos platillos mejor." Propuso, conforme ellos asentían. "Os recomendaría pedir la ensalada de rábano encurtido, sopa de tofu marinado y kimchi de cebolla morada. Tal vez incluso junto a una docena de huevos centenarios para acompañar... Son los mejores platos que he comido desde que llegué a Psayd, os lo aseguro. Siempre que vengo a comer aquí, los pido."
Siendo esa la cuarta (y él deseaba que última) vez que el estómago de TaeHyung se hacía notar, el pelirosa asintió. Los otros dos volvieron a reír a carcajadas.
"El estómago de TaeHyung aprueba eso."
"Me parece una muy buena elección, sí." Reía Tutor, levantando la mano para llamar la atención de aquella entrañable señora, quien se acercó a ellos inmediatamente. "Lo mismo de siempre, por favor, Mina. Y añádele una ración extra de arroz para mis nuevos amigos, les va a encantar."
Ella asintió con una sonrisa de oreja a oreja. "Marchando. En seguida los traigo."
Tutor le guiñó un ojo, devolviéndole la sonrisa con dulzura. "Gracias, preciosa."
"Muchas gracias."
Tan pronto como Mina se metió de nuevo en la cocina, el estómago de TaeHyung rugió una quinta vez, volviéndose tan pesado que ni siquiera pudo sonrojarse, simplemente suspirando cuando los escuchó reír, siendo contagiado.
"Normalmente no soy tan escandaloso..." Se excusó, haciendo una mueca.
"No te preocupes por eso, hombre. Recuerdo que mi hermano y yo hacíamos incluso batallas de sonidos cuando éramos pequeños, es lo más normal del mundo." Tranquilizándole exitosamente con sus palabras, bromeó. "O al menos lo era para nosotros, claro."
"¿Él no vive aquí contigo?"
Apretando los labios, Tutor meneó la cabeza en señal de negación. De repente, su mirada se tornó triste, apagada.
"No, qué va. Lo cierto es que no sé dónde está, llevo un tiempo sin saber de él." Respondió, encogiéndose de hombros.
TaeHyung se arrepintió al instante de hacer aquella pregunta tan desafortunada, su corazón empuñándose. "Lo siento mucho..."
"Está bien, no pasa nada." Quitándole tensión al asunto, se encogió de hombros. "Es un muchacho responsable e independiente, sé que debe estar yéndole muy bien allá donde esté."
"Claro, seguro que le va genial..."
Tutor asintió, incluso si la sonrisa no le llegaba a los ojos, todavía viéndose decaído. "En realidad no somos hermanos de sangre, sino adoptivos. Por eso antes mencioné que no tenemos acento... Ni siquiera sabemos con certeza de dónde somos."
"Ow..."
"¿Y cómo es eso?" Confundido, Jungkook quiso saber. "¿No sabes de dónde provienes?"
"Es más común de lo que creéis, en realidad. Mis padres biológicos debieron abandonarme en cualquier parte del bosque cuando era prácticamente un recién nacido, así que alguien más, un hombre, me rescató y me acogió como su hijo. A mí y a otros cien niños más de todas las edades." Explicó, apartándose de la mesa cuando Mina apareció con toda la comida que habían ordenado.
"Aquí traigo vuestra cena, muchachos. Que la disfrutéis."
"Oh, muchas gracias. Se ve todo espectacular..." No tardó en halagar qué tan apetecibles se veían los platillos, un muy hambriento TaeHyung.
"Qué hambre... Muchísimas gracias, señora."
Ella les dedicó una gran sonrisa. "Gracias a vosotros. Espero que sepa igual."
"Tú siempre te luces, Mina, eso no hay ni que dudarlo. Muchas gracias." Tutor le devolvió la sonrisa al instante, esperando a que se marchara para dirigirse a ellos otra vez, señalando unas habichuelas moradas que estaban en un plato diminuto. "Tomaos esto antes, chicos. Mina siempre se encarga de añadir estas grajeas potenciadoras para que la comida sepa mejor. Es toda una experiencia."
TaeHyung prácticamente se sobresaltó, viéndose incrédulo. "¡¿En serio?! Yo mismo traigo unas píldoras que hizo nuestro amigo para que podamos saborear lo que estamos comiendo, no pensé que se fabricaban en otros sitios."
"¿De verdad? Qué casualidad, oye..." Rio. "Antes de abrir esta pequeña taberna, Mina y sus hermanas solían tener un negocio de alquimia donde no sólo preparaban brebajes y todo lo que se os ocurra, también produjeron un montón de grajeas para potenciar el sabor de las comidas, efectos y mil cosas más... Pero como no funcionó, Mina decidió invertir en este local y reinventar la cultura culinaria de Psayd con sus conocimientos."
"Pues tiene mucho sentido y mérito..."
"¿A que sí? Es una genio."
Jungkook le observó con una sonrisita. "Pareces muy cercano a ella."
"Lo soy, lo soy. Siempre me cuida mucho... Creo que le doy un poco de lástima." Bromeó, consiguiendo que TaeHyung, incluso si reía, se sintiera conmocionado.
"¿Por qué lástima?"
"Bueno, es una broma, pero imagino que te vuelves un poco la víctima cuando cuentas la historia de que eres un niño huérfano, criado junto a otros cien niños por un señor medio loco al que llamas «padre» sin serlo y prácticamente formas parte de una secta..."
El par de jóvenes que escuchaban su historia con atención, no tardaron en mostrarse horrorizados.
"¿Secta? ¿Formabas parte de una secta?"
Tutor, ni siquiera adoptando una postura avergonzada o conmocionada, simplemente se encogió de hombros. "Algo así, sí... Era un tipo raro, todos le admiraban por su sabiduría y por haberles salvado la vida, pero otros muchos como yo no quisieron caer en la trampa y nos marchamos tras cumplir los dieciocho. Mi hermano no."
TaeHyung se sintió miserable, su estómago cerrándose de la pena.
"¿Por eso no volviste a verlo?" Apenas murmuró, presenciando el momento exacto en que la sonrisa ajena quebró, asintiendo.
"Moze era muy devoto de nuestro padre, lo admiraba mucho. No quiso acompañarme cuando le dije que haría todo lo imposible por traerlo conmigo... Él simplemente prefirió quedarse con él."
Manteniendo los labios apretados, el pelirosa suspiró. "¿Moze? ¿Se llama así?"
Tutor negó. "Usamos nombres en clave todo el tiempo, Padre nos obligó desde que éramos niños. Sólo podemos presentarnos correctamente cuando sepamos que estamos seguros, por eso nunca dejó que lo hiciéramos frente a él. Siempre sentí que quería algo de nosotros..."
"Entonces, ¿no te llamas Tutor?"
"Tutor es mi nombre de nacimiento. Mai solía ser mi nombre en clave cuando estaba con ellos, pero ya no necesito usarlo. Ahora que estoy lejos de ese sitio me siento más seguro que nunca."
TaeHyung dejó escapar un pequeño suspiro. "Siento que hayas pasado por todo eso, Tutor... Y me alegra que ahora estés en un mejor lugar." Le dijo, siendo recompensado por una sonrisa honesta.
"Sí, ha debido de ser muy duro para ti... Lamento lo que te pasó."
"Gracias, chicos. Aprecio mucho vuestras palabras, de verdad."
Ambos le devolvieron la sonrisa.
"Bueno, sigamos comiendo antes de que se enfríe toda la comida, la sopa de tofu no es tan deliciosa si pierde calor, os lo aseguro." Volvía a bromear, todo rastro de tristeza en su mirada yéndose repentinamente.
Así mismo y siguiendo la recomendación de Tutor, decidieron acabar con todo lo restante en la mesa, llenando sus estómagos hasta no poder más. TaeHyung no tardó en recuperar el apetito con rapidez, pues cada cosa que tenía delante desde que probó aquella grajea, olía y sabía a gloria.
"Dios... Me siento embarazado..."
La carcajada de Tutor resonó por todo el lugar. "Te entiendo... Yo siempre suelo pedir un poco de licor después de la comida, deberíais hacer lo mismo. Se duerme mucho mejor."
El sonido del tenedor cayendo contra el plato que TaeHyung emitió, sobresaltándose con su propio grito, alteró a sus acompañantes.
"¡Licor!" Chilló, sus ojos ensanchados.
Confundido, el azabache frunció el ceño. "¿Qué pasa?"
"¡Licor, Yim, los chicos! Todavía no los hemos llamado, tenemos que hacerlo, rápido." Inmediatamente moviéndose para buscar en los bolsillos el pequeño teléfono que Yeonjun les había otorgado la noche anterior, terminó sacándolo con manos temblorosas, buscando exactamente donde este le indicó que lo hiciera.
"¿Vas a llamar ahora?"
Este asintió. "Sí, en Ae-Dexian-Thee son cinco horas menos, todavía debe estar abierto." Le dijo, concentrado en lo que hacía. "A ver, contactos, contactos... ¡¿Dónde está eso?!"
Jungkook señaló la pantalla. "Ahí."
"Vale, vale..." Con su ceño fruncido, no entendiendo nada en absoluto de lo que estaba haciendo y en busca del contacto que necesitaba, este bufó. "No lo veo, Jungkook..."
"Déjamelo a mí, a ver." Pidió, teniendo el teléfono en sus manos medio segundo después, buscando el contacto de la madre de Yim. "¿Cómo se llama su madre? Yeonjun dijo que tenía el número de su negocio aquí... Olvídalo, ya lo he encontrado. Llamar." Pulsando un botón, le entregó de vuelta el teléfono al pelirosa. "Toma, aquí tienes."
TaeHyung lo miró sin saber qué hacer. "¿Y cómo...?"
"En la oreja, póntelo en la oreja." Tutor indicó, llevándose una mano a ese lugar exacto.
"Oh, ya..."
Haciendo lo pedido, suspiró, escuchando una serie de pitidos que lograron ensordecerle durante unos segundos apenas y esperando por una contestación temprana por parte de la otra línea.
"¿Yeonjun?" La tan conocida (y que nada más escuchar supo cuánto extrañaba) voz de Yim sonó confundida. Él dio un pequeño saltito.
"¡Yim, soy yo, TaeHyung!"
Jungkook dejó escapar una risita, inclinándose hacia un aún más confundido Tutor, quien empezaba a verse preocupado.
"Es parte de nuestro grupo de amigos, prometimos estar en contacto con ellos cuando empezamos el viaje y llevamos sin comunicarnos más de dos semanas... Deben estar pensando que nos hemos muerto."
"Oh, ya veo..." Él asintió, atento al pelirosa.
"¿...la cámara? ¿Q-Qué dices, Yim, qué es eso?"
"Tienes que tener un botón junto al de llamar para poder activarla, búscalo."
Separándose el teléfono de la oreja y aún manteniendo el ceño fruncido, TaeHyung miró a todos lados, no encontrando nada en absoluto de lo que él decía.
"No lo encuentro." Murmuró, oyendo su voz muy baja. "No te escucho, Yim, ¿qué dices? ¿Hola? ¿Me oyes?"
Entre risas, Tutor, apiadándose del pobre mosquito rosa que era completamente ajeno en cuanto a tecnología se trataba, acercó su silla a la impropia, extendiéndole una mano para que le diera el teléfono. Como era de esperar, TaeHyung se lo entregó.
"Por fa..."
"Mira, es aquí, ¿ves este botón de la esquina que tiene una cámara?" Señaló, viéndole asentir. Él lo pulsó, inmediatamente la cara de Yim apareciendo frente a ellos, sonriente. Una corriente eléctrica puso sus vellos de punta. "Ahora. Ahí está tu... tu amigo."
Aclarándose la garganta, Tutor se apartó.
"¡Yim, hola!"
"¡TaeHyung!"
Empujando la cabeza de Jungkook para que este se acercara, le obligó a aparecer en pantalla también.
"¡Jungkook!"
Los tres rieron. "¿Cómo va todo por ahí, Yim?"
"Bien, muy bien... Aunque bueno, tu hermano y Jimin están compitiendo por quién de los dos piensa mataros antes y qué forma de hacerlo es más sanguinaria; pero por lo demás todo bien." Aseguraba, logrando que ambos palidecieran. "¿Y por ahí qué tal? Asumo que habéis llegado a Psayd."
"Sí, nos encontramos con Yeonjun nada más llegar. Ahora que ya hemos conseguido esa planta del demonio gracias a la ayuda de Tutor..." Girando el teléfono para que este fuera visible también, dijo. "Este es Tutor, nuestro nuevo mejor amigo. Saluda, Tutor."
El segundo pelinegro rio, sus mejillas levemente rojas, mientras sacudía la mano en dirección al chico tras la pantalla. "Hola, encantado..."
"Encantado, Tutor, yo soy Yim."
"Nos ha salvado la existencia prácticamente y ahora estamos cenando en una taberna donde toda la comida es deliciosa, así que volveremos a Ae-Dexian-Thee en unos días. Nuestro viaje se ha alargado un poco más de la cuenta."
"Se ha alargado porque yo he obligado a TaeHyung a quedarnos más tiempo, qué conste." Jungkook mencionó, poniendo un dedo en alto.
"Me alegra saber que volveréis pronto... Aunque la ciudad estaba mucho más tranquila sin vosotros, honestamente."
"¡Oye!"
Yim soltó una risita. "Es broma, es broma. Tengo muchas ganas de teneros otra vez por aquí, lo cierto es que vuestra ausencia se ha notado bastante desde que os fuisteis. Wooyoung está desolado, ni siquiera tiene fuerzas para pelear con Choi San..."
"¿En serio?" Riendo también, el pelirosa sintió como se le aceleraba el corazón.
Ni siquiera se había parado a pensar en lo mucho que echaba en falta a sus amigos hasta ese momento. Siempre terminaba pensando en ellos de alguna forma, recordándolos sólo porque sí, pero nunca recaía en lo lejos que se encontraban el uno del otro.
"Que no quiera pelear con San es una clara señal de que está muy mal... Pobrecito..."
"Lo sé, lo sé, pero se va a poner super contento cuando sepa que en nada estaréis aquí. ¿Cuándo, por cierto? Necesitamos estar preparados."
"En aproximadamente unos dos días o así." Respondió el azabache.
TaeHyung le observó con el ceño fruncido. "¿Dos días? Pensé que nos marcharíamos mañana."
"Mañana tenemos planes dignos de turistas, mosquito."
"Ow... ¿Cuáles?"
Él simplemente se encogió de hombros. "Mañana los verás."
"Bueno, chicos, estoy muy contento de poder hablar con vosotros y saber que estáis bien. Jimin y Taevin pensaba que estabais muertos en alguna colina y estábamos debatiéndonos en cómo recuperar vuestros restos, es un alivio que no tengamos que hacer eso... Pero debo marcharme, cerraremos en una hora y aún nos quedan muchos pedidos por organizar."
"No pasa nada, Yim, vete sin problemas. Te llamaré otra vez cuando estemos de camino a casa, ¿de acuerdo?"
"Perfecto, sí. Que tengáis buen viaje, os quiero."
"Te queremos mucho, Yim."
"Adiós, Yim, que te vaya muy bien en el trabajo." Jungkook meneó la mano en señal de despedida.
"¡Gracias! Oh, y, ¡encantado de conocerte, Tutor!"
El mencionado rio, sus mejillas enrojecidas. "Igualmente..."
"¡Hasta pronto!" Fue lo último que dijo Yim, antes de cortar la llamada con una sonrisa de oreja a oreja.
Guardándose el teléfono de vuelta en la mochila, TaeHyung suspiró. "Por un momento pensé que había olvidado cómo sonaba su voz... Qué miedo." Murmuró, torciendo el gesto.
"¿Lleváis mucho tiempo fuera de tu ciudad?"
"Sólo unas cuantas semanas, en realidad, pero mis amigos y yo somos muy cercanos, nunca nos hemos separado por más de cinco días, mucho menos sin saber nada los unos de los otros. Supongo que no pensé echarlos tanto de menos como ahora... Extraño mi casa en general."
Jungkook frotó su espalda con suavidad, dedicándole su más bonita sonrisa.
"Eres de Ae-Dexian-Thee, ¿cierto? Creo que lo has mencionado un par de veces."
"Sí, del sur. La región con el bosque más bonito de toda Idexium."
Asintiendo, el otro pelinegro se mostró pensativo durante unos segundos, como si quisiera decir algo a lo que no se atrevía. Sin embargo, manteniendo el labio inferior entre los dientes volvió a suspirar.
"¿Crees que podáis hacerme un pequeño favor?" Masculló, inseguro y temeroso.
Un confundido TaeHyung le observó, interesado. "Claro, ¿de qué se trata?"
"Veréis... Hasta la fecha, lo último que sé de mi hermano es que estuvo acompañando a Padre de un lado a otro por todo el país. Yo he hecho todo lo posible por dar con él, pero no encuentro la forma... Me he recorrido hasta los lugares más recónditos de Idexium con la esperanza de tener al menos una pista sobre ellos o La Familia, pero no encuentro nada... Sin embargo, hace unos días llegó a mis oídos que Moze puede estar merodeando por los alrededores de Ae-Dexian-Thee, más concretamente en el bosque Antial. Padre tiene una cabaña escondida allí, asumo que estarán cerca."
Jungkook y TaeHyung se miraron momentáneamente.
"He querido mantenerme en mi papel todo el tiempo, pero no puedo ocultarlo más..."
"¿A qué te refieres?"
"No trabajo en la montaña, ni siquiera soy agricultor." Admitió, consiguiendo que ambos permanecieran en silencio, procesándolo. "Soy ayudante en el teleférico, algo así como un guía... Ayer os escuché hablar con otros dos chicos sobre esa ciudad, Ae-Dexian-Thee, y supe que era mi oportunidad."
TaeHyung meneó la cabeza, incapaz de ocultar su confusión. "¿Por eso nos ayudaste aún sin tener ni idea de lo que hacías...?"
"Algo así, sí... Os seguí intencionalmente para forzar una interacción con vosotros."
"¿Y qué es lo que querías a cambio?"
"Necesito que me llevéis con vosotros hasta Ae-Dexian-Thee." Murmuró, tragando saliva. "Sólo eso, de verdad. He- he malgastado todos mis ahorros en viajes, no me queda nada más y esa es la única pista que tengo de momento. Cuando lleguemos allí, si accedéis a ayudarme, prometo que no me veréis el pelo en ningún momento."
"¿Por qué no?"
Aquella pregunta tan inocente le tomó desprevenido. "¿Eh...?"
Aventurándose a levantar la cabeza para mirarlos de vuelta, Tutor encontró que ninguno de ellos, tanto Jungkook como TaeHyung, parecían molestos, decepcionados o temerosos al conocer la realidad. Un peso extra en su pecho apareció.
"Quiero decir, tú nos has ayudado aún sin tener ni idea de lo que hacías e incluso si tenías el conocimiento de que esa planta era venenosa. No creo que eso sea malintencionado en absoluto, a pesar de que lo hicieras por querer conseguir algo de nosotros." Planteó TaeHyung, en un tono tan calmado que le provocó lágrimas en los ojos. "No es como si pudiéramos molestarnos contigo por eso."
"También nos has traído al mejor sitio de todo Psayd a comer..." Señaló Jungkook.
"Cierto."
Tutor negó, absolutamente confundido. "No os estoy siguiendo ahora mismo, chicos..."
"Es simple, Tutor. TaeHyung y yo consideramos que incluso si eres un impostor, tus mentiras no tenían un trasfondo maligno o malintencionado, así que ahora que estás siendo honesto con nosotros, no hay ninguna razón para que no debamos ayudarte."
El pelirosa asintió, estando de acuerdo. "Exacto, justo eso. Sólo quieres encontrarte con tu hermano, así que, bajo mi punto de vista, tus mentiras están justificadas."
"Todos mentimos, en realidad."
"Ya, bueno..."
"Pasado mañana temprano partiremos hacia Ae-Dexian-Thee, así que asegúrate de estar listo para acompañarnos, ¿de acuerdo? Te esperaremos en la plaza central." TaeHyung le dijo, poniéndose en pie y agarrando su mochila. "Voy a pagar la comida, esperadme aquí."
Sin poder decir algo siquiera, Tutor y sus ojos llenos de lágrimas vieron al pelirosa alejarse en dirección al mostrador, dirigiéndose a Mina con una sonrisa. Jungkook palmeó su brazo, atrayendo su atención de inmediato.
"¿Por qué...? No lo entiendo... Pensé que no ibais a aceptar siquiera..."
El azabache se encogió de hombros. "La ayuda no se le rechaza a nadie, mucho menos cuando has sido alguien que la ha necesitado durante mucho tiempo, como yo. TaeHyung es simplemente una persona maravillosa, así que esa es la respuesta que necesitas."
"Ya estoy aquí." Apareciendo en la mesa de nuevo, TaeHyung sonrió. "Deberíamos irnos al hotel ya, Maoi-lee está muy cansado, Jungkook."
"Cierto, cierto. Nos vamos ya."
"Chicos..."
"Pasado mañana estaremos esperándote en la plaza central por la mañana temprano, Tutor." Sentenciaba, negándose a escuchar nada más por su parte. No necesitaba explicaciones cuando había accedido a ayudarle aún sin saber la verdad. "Por favor, no te arrepientas en el último minuto y desaparezcas, ¿vale?"
Él asintió, sorbiendo por la nariz. "De acuerdo... Gracias, muchas gracias."
"No es nada. Nos vemos pronto, que descanses."
"Hasta pasado mañana, Tutor. Ten una buena noche."
TaeHyung y Jungkook desaparecieron por la puerta sin mirar atrás, llevándose con ellos al par de cerdos que caminaban arrastrando las pezuñas.
Tutor permaneció en aquella mesa un tiempo más, frotándose el rostro con ambas manos hasta que sintió a alguien tomar asiento junto a él. Levantando la mesa, observó a Mina, quien sonreía dulcemente.
"¿Lo has conseguido?"
Sorbiendo por la nariz, asintió. "Me van a ayudar, Mina..." Susurró, recibiendo caricias en la cabeza por su parte. "Creo que volveré a ver a mi hermano pronto después de tanto tiempo... ¿Lo puedes creer?"
"Me alegro muchísimo, cielo."
"Yo también..." En voz baja, dijo. "Sólo espero no tener que arrepentirme..."
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