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✧c.-048

N/A: Este capítulo es perfecto para terminar la semana de actualizaciones xD

Cap dedicado a Karlitaekook ♡♡

Hoy os recomiendo 'Stuttering' de Jack & Jack, gracias al Radar de Novedades.

[...]

Por suerte para un aterrorizado TaeHyung, a quien simplemente pensar en cómo debían llegar hasta lo alto del acantilado, podía causarle una parada cardíaca inmediata, Jungkook fue la mente maestra (como siempre) de aquel plan.

O, bueno, tal vez eso no siempre era buena idea.

"¡Me cago en todo, Jungkook!" Gritaba este, siendo, literalmente, escupido por una ballena hacia arriba.

A su lado, el azabache reía a carcajadas.

"¡Estoy volando, mosquito!"

"¡Te voy a matar, te lo juro!" Decía, mientras rebotaba contra el chorro de agua que aquel simpático animal (bajo la percepción totalmente equivocada de Jungkook según el propio TaeHyung, claro, pues él desconfiaba como nunca) expulsaba.

No podía creer cómo Jungkook parecía tan contento cuando él estaba al borde de sufrir un maldito infarto en cualquier momento, creyendo fielmente que morirían tras ser convertidos en alimento para peces.

¿En qué estaban pensando siquiera?

¿Qué? ¿Qué cómo habían llegado a esa situación? Buena pregunta, TaeHyung también se la hacía.

Una hora antes, exactamente en el mismo lugar, bajo aquella roca plana y húmeda...

El chasquido que sus labios producían al unirse una y otra vez era la prueba obvia de que ambos habían olvidado cuál era su objetivo inicial en ese preciso instante: salir de allí y volver con los cerdos. Y sí, TaeHyung muy probablemente no estaría orgulloso cuando se acordase de que estos aún se encontraban esperándolos, pero ese era un problema para el TaeHyung del futuro.

O no.

"Mosquito..." La voz de Jungkook, cuyos labios permanecían pegados a los del susodicho, mientras sostenía un costado de su rostro y jalaba del inferior con sutileza

TaeHyung solo emitió un sonidito interrogante, sin dejar de besarlo con el mismo ímpetu.

"C-Creo que estamos..." Él tomó su barbilla para profundizarlo. "E-Estamos desviándonos un poco de nuestro objetivo..."

"¿Por qué?"

Las manos del pelirosa se encontraban en sus mejillas, profundizando el beso tan pronto como ladeó la cabeza e introdujo su lengua. Jungkook suspiró, apretándole la cintura al verse incapaz de cortar aquel beso, deseándolo de un modo en que ahora mismo no podía permitírselo.

Por eso mismo, y con todo el dolor en su corazón (y quizás en otro sitio que no señalaría), se separó.

"Porque estamos atrapados en el mar en medio de una tormenta y no estamos actuando precisamente como deberíamos..." Le recordaba, apartándole el pelo de la cara. "Tenemos que encontrar la forma de volver."

"Bueno... Lo haremos cuando deje de llover." Sentenció, encogiéndose de hombros y esbozando una sonrisa de oreja a oreja, para acto seguido besarlo otra vez.

Su respuesta dejó al azabache incrédulo. Se sentía fuera de lugar, extrañado, como si TaeHyung y él hubieran intercambiado personalidades en el último momento, pues mientras que él mismo se encontraba preocupado por la situación, TaeHyung parecía tan calmado, relajado, como se no existiera ningún problema a su alrededor. Era irreal. Ni siquiera podía reconocerlo. Ese, definitivamente, no era su mosquito rosa, el que siempre llevaba consigo un miedo irracional por el mar y las alturas.

Jungkook se separó a regañadientes, pues en realidad no era lo que quería. "Ya... El problema es que hay dos individuos esperándonos arriba, que muy probablemente estén muertos de frío, empapados y bastante asustados." Su gesto se torció nada más notar el cambio de humor en TaeHyung. "Me da que nos hemos olvidado de eso..."

Tal y como pensaba, el pelirosa se separó, poniéndose en pie con rapidez y mostrándose horrorizado, casi perdiendo el equilibrio y siendo sostenido por Jungkook.

Había olvidado a sus cerdos por segunda vez. ¿Qué clase de dueño fracasado e ignorante era?

"Oh no, oh no... Ay mi madre, Jungkook..." Sus ojos humedecidos por las lágrimas y brillantes a causa del desconcierto le observaron. "Maoi-lee. Nuka... Me- me he olvidado de ellos completamente, Jungkook."

"Mosquito..."

Este se llevó las manos a la cabeza. "He olvidado a mis cerdos, por la mismísima Aethee, ¿cómo he podido hacerlo?"

TaeHyung comenzó a hiperventilar.

"Mosquito, respira hondo, hazme el favor."

"M-Mis hijos..."

Jungkook alcanzó su mano, apretándola en cuanto fue consciente de lo que sucedería a continuación. Sin embargo, él no tenía ni idea de lo que realmente pasaría medio segundo después de que TaeHyung entrase en pánico.

"¿Cómo he podido? Soy un inconsciente, soy tan- tan imbécil..."

"No me jodas..."

TaeHyung apenas pudo escuchar el modo en que el tono de Jungkook se volvió tan bajo, lleno de sorpresa y horror.

"Sólo a un completo gilipollas como yo se le podrían olvidar sus mascotas."

El azabache tragó saliva, quieto, congelado en su lugar, con la vista fija a espaldas del pelirosa, quién continuaba paseándose de un lado a otro sin inmutarse siquiera.

"E-Eh, oye..."

"¿En qué estaba pensando? Les prometí que volvería con ellos, ¡y mírame! Estoy aquí como un imbécil, subido en una roca, en medio del mar y sin saber cómo volver..."

"TaeHyung, un momentito..."

"...mientras que ellos probablemente estén muertos de miedo, pensando en las mil formas en las que su dueño ha debido de morir bajo las profundidades del mar." Seguía diciendo, caminando de un lado a otro en lo alto de aquella roca, no siendo consciente de su propio miedo ni mucho menos de la mueca descompuesta y horrorizada del azabache. "Soy un irresponsable. No merezco tener mascotas, ni nadie a mi cargo. No merezco nada bueno, en realidad."

Jungkook hizo el intento de señalar sus espaldas para que girase, pero no funcionó. Ni siquiera cuando tenía una sombra monstruosa tras él, acechándolo.

"Mosquito..."

"Mis pobres e indefensos cerditos... ¿Cómo de asustados deben estar sin su pa..."

El chillido ensordecedor y estremecedor a partes iguales que interrumpió a TaeHyung en seco, fue más que suficiente para que este se mantuviese en completo silencio. Rígido. Helado, tanto que prácticamente había comenzado a tiritar.

TaeHyung, tan valiente como nunca (literalmente, además), se dio la vuelta con suma lentitud, sabiendo que lo encontraría tras él sería lo último que vería antes de conocer la muerte en persona. Aún así, lo hizo, encarando poco a poco a su nuevo depredador.

De ese modo, se vio a sí mismo cara a cara con una ballena azul, colosal y que le miraba a los ojos fijamente. TaeHyung sintió como se le desconectaba el cerebro de cuajo.

Permanecieron en silencio durante un corto tiempo. Los tres. Dos, tres, cuatro, hasta cinco segundos. Luego, presa del pánico y sin ser consciente de sus pobres actos, TaeHyung abrió la boca para desgarrarse la garganta en un grito que no dejó a nadie indiferente. Por supuesto, la situación no era caótica en absoluto bajo su propio criterio, así que también optó por perder el equilibrio y caer de cabeza al agua. Plop. Pequeñas gotas de agua salieron a la superficie tras su pequeño impacto.

"¡TaeHyung!" Él ni siquiera pudo escuchar el grito de Jungkook.

Su corazón acelerado latiéndole en los oídos, sus pensamientos demasiado altos dejándole sordo, el ruido de la tormenta y la lluvia chocando contra el mar. Temblaba, hundiéndose en pocos segundos, sin siquiera poder hacer nada para impedirlo.

"¡No, no, aléjate!" El azabache seguía gritando, pero ahora no estaba dirigiéndose a él.

Alguien cayó al agua de pronto, no tardando demasiado en encontrar a Jungkook nadando hacia él, atrapándolo.

Llegó un momento en el que la luz de la luna reflejándose en el agua dejó de ser perceptible, convirtiéndose en nada más que la oscuridad de una sombra inmensa a su alrededor. TaeHyung se sentía confundido, aterrado, hasta el punto en que lentamente perdía la consciencia. Ya no escuchaba sus pensamientos ruidosos ni su corazón exageradamente acelerado, sólo veía como la silueta de aquella ballena abismal aparecía tras Jungkook nada más zambullirse. Entonces, se convenció a sí mismo de que ambos morirían allí.

Jungkook sostuvo su cuerpo con fuerza, tratando de alcanzar la superficie aún si el peso muerto de TaeHyung se había vuelto un obstáculo.

Lo siguiente que notó fue como algo duro y firme tocaba su espalda, perdiendo todo rastro de consciencia tras eso. Luego, todo se volvió negro, inexistente, mientras eran empujados hacia arriba por una fuerza bruta, alcanzando la superficie.

No fue hasta tiempo después, casi quince largos —y tortuosos para aquel que se había quedado plenamente consciente— minutos, que TaeHyung empezó a recobrar la consciencia, oyendo una voz lejana de fondo, muy lejana.

"¡...TaeHyung, TaeHyung!" El azabache, preocupado y desesperado a la misma vez, gritaba, dándole pequeños golpecitos en las mejillas para que reaccionara. "¡TaeHyung, despierta!"

Él tosió de forma brusca, escupiendo agua al mismo tiempo en que abría los ojos con lentitud, topándose de lleno con la luz de la luna impactando directamente en ellos y el rostro de un consternado Jungkook, quien le observaba con gruesas lágrimas corriéndole por el rostro y de inmediato se apresuró en ayudarle a incorporarse, sus manos temblorosas.

"TaeHyung. TaeHyung, ¿estás bien?" Acariciando su espalda, le quitó el cabello de la frente. "¿Puedes oírme?"

El pelirosa asintió. "Sí, sí que puedo... E-Estoy bien. Creo..." Luego, negó viéndose confundido. "¿Qué ha pasado? No recuerdo nada."

"Te desmayaste tras caer al agua. Intenté sacarte lo más rápido posible, pero cuando llegamos a la superficie ya estabas inconsciente." Le explicó, sólo entonces pudiendo respirar hondo, aliviado. "Me has dado un buen susto, mosquito..."

Haciendo una mueca, suspiró. "Lo... Lo siento mucho." Se disculpó en voz bajita, sintiendo como presionaban un beso en su frente. Él miró a su alrededor. "¿Y esa cosa que estaba con nosotros? La ballena... ¿Dónde ha ido?"

"Sigue aquí."

"¿Aquí dónde?" Quiso saber, buscándola sin demasiado éxito. "No puedo verla."

En cuanto sus ojos viajaron de vuelta al azabache, notó que este señalaba hacia abajo, por lo que desvió su atención hacia allí. Inmediatamente después, un escalofrío le recorrió el cuerpo de pies a cabeza, nada más ver que se encontraban justo encima de ella.

"Nos sacó del agua cuando caíste." Oyó a Jungkook decirle. "Creí que iba a devorarnos, pero sólo nos ayudó."

"¿He-hemos... Hemos estado aquí...?"

"Todo este tiempo, sí. No se ha movido, no ha emitido ningún sonido, simplemente se ha quedado quieta desde que nos sacó del agua. He mirado un poco por encima y no está herida, tampoco creo que sea una ballena vieja; de hecho más bien parece un bebé. Supongo que nos vio aquí y quiso acercarse a inspeccionar."

Algo dentro de TaeHyung tembló, sin poder apartar sus ojos de la ballena, a quién únicamente podía sentir respirar. "Esto es surrealista..."

"Lo sé, créeme que lo sé." Concordaba, recibiendo una mirada incrédula por su parte.

"¿Y ahora qué vamos a hacer? ¿Cómo volvemos a lo alto del acantilado? Quizás si nos movemos mucho o incluso hacemos el intento de bajarnos, se enfada e intenta comernos..."

"Pues se va a quedar con hambre..."

De inmediato, el pelirosa lo fulminó. "¡Jungkook!" Chilló, su voz resonando por el eco y logrando que la ballena reaccionara al instante, moviéndose. Él tembló. "¡¿Qué está pasando?!"

"La has asustado, TaeHyung."

"¿Yo...?"

"Tenemos que salir de aquí cuanto antes. Si vuelve al fondo del mar nos llevará con ella, necesitamos bajarnos o moriremos ahogados."

TaeHyung comenzó a hiperventilar. "¿Otra vez...?"

Él solo asintió, poniéndose en pie.

"Sí, por desgracia sí. Deprisa, levántate antes de que se hunda. La corriente se ha vuelto mucho más fuerte, no sé si podremos salir del agua si caemos de nuevo." Tendiéndole una mano, indicó. "Hay que regresar a la piedra de nuevo."

Su corazón se detuvo, arrodillándose. Las piernas le temblaban, ni siquiera tenía fuerzas para hacer el amago de levantarse y mucho menos podía respirar con normalidad. Mientras sentía como aquella ballena avanzaba hacia el horizonte, cada vez adentrándose más y más en las aguas profundas, él lloriqueó, presa del pánico.

"TaeHyung, date prisa, por favor. No podemos perder más tiempo."

Él negó. "N-No puedo, Jungkook, no tengo fuerzas. Estoy bloqueado, muerto de miedo..." Le dijo, tratando de respirar hondo sin demasiado éxito. Jungkook se agachó junto a él, sosteniendo su brazo. "No puedo..."

"Tranquilo, no pasa nada. Respira hondo, cierra los ojos y respira hondo."

TaeHyung se sentía impotente, incapaz de reaccionar como debía aún si el peligro era tan grande como para tener luces de neón a su alrededor. Tenía miedo y sabía que Jungkook también, pues lo sentía en el ambiente. Su cuerpo tenso, la mueca contraída y los ojos brillantes por las lágrimas que estaba aguantando. Él sollozó, apoyando las palmas de sus manos en la superficie cuando notó que el animal comenzaba a hundirse.

Ambos jadearon al unísono.

"No..."

"No, no, no..."

El agua le rozó los pies al instante, sintiendo como todo a su alrededor vibraba y se movía ante las intenciones del animal por zambullirse en el agua. Un escalofrío recorrió los cuerpos de las criaturas más pequeñas, quienes se tensaron, aferrándose al otro inconscientemente, aceptando un trágico final. Sin embargo, de un momento a otro la ballena se detuvo en seco, manteniéndose allí, con medio cuerpo dentro del agua y la otra mitad asomándose en la superficie.

"¿Q-Qué pasa? ¿Por qué no nos movemos?"

"No lo sé, se detuvo de repente. Quizás esté asustada, o..."

La voz de Jungkook fue interrumpida por la sensación de movimiento nuevamente, ambos notando como la ballena se desplazaba hacia el lado contrario esta vez, llenándolos de miedo y confusión. TaeHyung miró a su alrededor, aterrorizado.

"¿Hacia dónde vamos?"

"No lo sé." Repetía el azabache, manteniéndose alerta. "Parece que volvemos a dónde estábamos antes, pero no estoy seguro."

"¿No vamos a convertirnos en su comida?"

"Espero que no... Sería trágico para nosotros e inútil para ella. No le cabemos ni en una muela, TaeHyung." Le recordó, jalando de su ropa para alejarlo del filo en cuanto vio que se precipitaba, resbalándose por el agua. "Vuelve aquí, te estás resbalando, torpe."

TaeHyung hizo una mueca, pues incluso si se sentía insultado, no podía discutirlo. "Tienes razón..."

"Además, los cetáceos no comen dexianees."

"En eso también, sí... Pero si no va a convertirnos en su comida, entonces, ¿qué hará?"

"Me encantaría saberlo, honestamente." Le dijo, incorporándose nada más notar cómo aminoraba la velocidad. "Eh, parece que vuelve a detenerse, espera un momen..." De inmediato, palideció. "¡No! ¡Se está hundiendo, TaeHyung, agárrate!"

"¿Qué...?"

La ballena se zambulló en el agua antes siquiera de que TaeHyung pudiera reaccionar, llevándoselos a ambos consigo sin darles ningún tipo de tregua. Jungkook se aferró a una de sus aletas, usando su mano libre para alcanzar a TaeHyung con rapidez, impidiéndole alcanzar el fondo del mar. Aquella experiencia de submarinismo con ballenas no duró demasiado (para fortuna del pelirosa), pues la susodicha alcanzó la superficie en cuestión de segundos.

TaeHyung jadeó, recuperando el poco aire que le habían arrebatado. "¿Qué demonios...?"

Y apenas tuvo tiempo de recargar la barrita imaginaria que marcaba la cantidad de aire en sus pulmones hasta el tope, cuando lo siguiente que notó fue cómo algo a presión los empujaba hacia arriba, hasta casi alcanzar el cielo con sus manos. Literalmente.

"¡¿Qué es esto?! ¡Jungkook!"

"¡TaeHyung!"

Permanecieron flotando en el aire por un microsegundo, antes de que la sensación de caer en picado hiciera a TaeHyung marearse y chillar.

"¡Jungkook, me caigo!"

"¡Nos caemos, TaeHyung!"

Aquella fuerza desconocida que los había lanzado por los aires chocó contra ellos antes de poder aterrizar sobre cualquier parte otra vez. El pelirrosa sollozó, volcando en su estómago tras dar dos volteretas seguidas en el aire. Sólo de esa forma, bocabajo, es que pudo darle una explicación a lo que estaba sucediendo. La ballena estaba, literalmente, exhalándolos a través de un chorro de agua.

Una vez alcanzaron el cielo de nuevo, buscó al azabache, sintiéndose un poco adolorido por la potencia del agua contra su piel helada. "¡Es ella, Jungkook, la ballena!"

Jungkook no podía oírle del todo bien.

"¡¿Qué?!"

"¡La ballena, el chorro de agua! ¡Nos está ayudando a salir!" Por segunda vez, cayendo en picado hacia abajo, su garganta se desgarró tras un grito ensordecedor. Si no moría siendo comida para ballenas, posiblemente lo haría de un infarto.

"¡Ya lo veo, ya!" Le hizo saber, de nuevo impulsados hacia arriba. "¡¿Y cómo llegamos hasta el acantilado?! ¡Necesitamos estar más cerca!"

TaeHyung ni siquiera tenía fuerzas para responderle. "¡Y yo que sé!"

No sabía de dónde nacía esa capacidad para mantenerse consciente aún si todo le daba vueltas, si su cerebro parecía no responder y su corazón estaba pendiendo de un hilo. Quizás estaba muerto y todavía no lo notaba.

"¡Más arriba, más arriba!" Le al animal dijo mientras caían de nuevo. El pelirosa le miró con horror.

"¡¿Qué haces, Jungkook?!"

La ballena, obediente y amable, hizo lo pedido, la presión del agua aumentando.

"¡Bien hecho, gracias!"

"¡Jungkook!"

"¡Necesitamos llegar un poco más alto, TaeHyung, veo un puñado de trepadoras en esa zona del bosque, allí!" Señaló tan pronto como el chorro de agua se mantuvo firme, actuando como plataforma para ellos. Aunque no por mucho tiempo. "¿Lo ves? Están tan crecidas que rodean el bosque y sobresalen. Si logramos alcanzarlas..."

El simple pensamiento quitó algunos años de vida a TaeHyung. "¡¿Estás mal de la cabeza?!"

"¡No, hazme caso! Sólo tenemos que estar un poco más cerca, ya lo verás."

"¿Cómo te voy a hacer ca...?"

"¡Bájanos, por favor!" Gritó, de modo que la ballena pudiera oírle. Y aunque parecía imposible, esta lo hizo, permaneciendo con casi todo su cuerpo bajo el agua para poder seguir expulsándola mediante el espiráculo. La masa de agua en sus pies se volvió inexistente, haciéndoles caer al vacío de nuevo.

TaeHyung gritó y gritó, horrorizado al ver que en esta ocasión no tendría un chorro de agua impidiendo su caída. "¡Agua, agua!" Chilló, entrando en pánico.

Así mismo, ella obedeció, expulsando un pequeño hilito de agua que se hacía más y más pequeño conformen alcanzaban la superficie que era su cabeza. El pelirosa cayó con los brazos y piernas abiertas, su pecho subiendo y bajando de manera errática. No podía creer lo que acababa de sucederles.

"Bien hecho, compañera." Escuchó que Jungkook le decía, acariciándole la brillante y resbaladiza cabeza. "¿Puedes acercarte un poco más a la orilla?" Señalando a lo lejos, pidió. "Ya casi lo tenemos, por favor."

Sin emitir ningún sonido, hizo lo pedido, sumergiéndose de nuevo en el agua de modo que lo único que sobresaliese fuera su cabeza, donde ellos se encontraban.

Luego, el azabache se dirigió a él.

"¿Estás bien, mosquito?"

Este jadeó, sin fuerzas para hablar. "P-Perfectamente... ¿No me ves...?"

Una risita sonó. "Necesito que aguantes un poco más, ¿vale? Ahora tienes que hacer lo que te pido para que podamos volver con Nuka y Maoi-lee."

TaeHyung le observó, con la lengua fuera.

"¿No estoy haciendo lo que pides ya...?" Susurró, quejumbroso. Jungkook volvió a reír, asintiendo.

"Sí, claro que sí, pero hay que ser específicos. En cuanto nuestra nueva amiga nos impulse hacia arriba tendremos diez segundos exactos hasta que se cierre el grifo, ya me entiendes. Debemos ser rápidos." Le hizo saber, pues por sí mismo había calculado el tiempo exacto. "En esos diez segundos tú te subirás encima de mí y yo saltaré hasta alcanzar una de las enredaderas, ¿de acuerdo?"

Un suspiro sonó, meneando la cabeza de un lado a otro. Ya ni siquiera tenía energía para oponerse o decir algo al respecto, por lo que accedió silenciosamente.

Acariciándole el cabello, Jungkook se inclinó para besar su frente. "Sé que no es el mejor plan y de hecho debes estar odiándome con todas tus fuerzas, si te quedan, pero tampoco tenemos más opciones. Lo entiendes, ¿verdad?"

"Sí..."

"Bien..."

"Pero no me quedan fuerzas y si me quedaran, no las emplearía en odiarte por nada del mundo. Puedes estar tranquilo, grandullón." Le hizo saber, escuchando su risita. "Eso sí, vas a tener que cargar conmigo todo el trayecto hasta encontrarnos con los cerdos, yo probablemente me desmaye nada más tocar tierra firme."

El azabache asintió. "Hecho."

Cinco minutos después (ni uno más ni uno menos)...

"¡Me cago en todo, Jungkook!" Gritaba este, siendo, literalmente, escupido por una ballena hacia arriba.

A su lado, el azabache reía a carcajadas.

"¡Estoy volando, mosquito!"

"¡Te voy a matar, te lo juro!" Decía, mientras rebotaba contra el chorro de agua que aquel simpático animal (bajo la percepción totalmente equivocada de Jungkook según el propio TaeHyung, claro, pues él desconfiaba como nunca) expulsaba.

Jungkook recuperó el equilibrio con rapidez, sosteniéndole el brazo en cuanto la masa de agua a sus pies se quedó fija de nuevo. Ambos quedaron frente a frente, separados por tan sólo unos metros de distancia con el filo del acantilado. TaeHyung, que ya conocía el plan, usó las pocas fuerzas que le quedaban para rodearle con brazos y piernas, aferrándose como si su vida (si es que seguía vivo, claro, porque lo empezaba a dudar) dependiera de ello. Que lo hacía.

"¡¿Preparado?!"

Él negó. "¡No!" Pero, claramente, no tenían otra opción.

"¡Perfecto, allá vamos!"

Poniendo un brazo alrededor del pelirosa para mantenerlo seguro, se impulsó hacia delante, extendiendo su mano libre para alcanzar una de las plantas enredaderas que sobresalían en los bordes del acantilado, rozándola con los dedos y aferrándose a ella. Se deslizó hacia abajo por la humedad, teniendo que usar sus piernas en el último momento. TaeHyung ahogó un grito, pues no quería desestabilizarlo y que ambos cayeran al vacío.

Ya había tenido suficiente con haber experimentado esa sensación doce veces en un mismo día. No podía soportarlo más.

Afortunadamente Jungkook, quien conservaba su fuerza bruta y todavía tenía energía suficiente para trepar, pudo hacerlo, impulsándose hacia arriba con sus pies en el aire y un brazo libre.

"Suéltame." Pidió el pelirosa. "Usa tus dos brazos, yo puedo sostenerme de ti."

"No."

"Hazlo, no me caeré, por favor. El brazo que estás usando para escalar es el que tienes herido, no quiero que un centro médico sea nuestra segunda para turística en Azfarshk, así que por favor usa las dos manos."

Suspirando, terminó aceptando, apretando los labios mientras asentía. Aferrándose esta vez con sus dos manos a la enredadera, continuó impulsándose hacia arriba con mayor dificultad, incluso si tenía el corazón en la garganta, rezando porque TaeHyung no se soltase inconscientemente de repente.

Afortunadamente (otra vez), alcanzaron la cima del acantilado, Jungkook empujando al mosquito rosa por encima de sí mismo del mismo modo en que hizo cuando fueron tragados por aquella tormenta de arena, viendo como caía rendido de espaldas en el suelo y rápidamente se incorporaba para tenderle una mano, jalando de él para que lo acompañara. Tumbándose a su lado cuando lo hizo de nuevo, ambos respiraron.

"¿Te encuentras bien?"

"No sé si estoy vivo o muerto..." Admitió, cerrando los ojos. El cántico de aquella amable ballena sonó una vez más. TaeHyung señaló al frente sin mover nada más que su dedo índice. "Creo que ella se pregunta lo mismo de nosotros..."

Riendo, Jungkook se incorporó, gateando hasta el borde sólo para asomarse y zarandear el brazo a modo de despedida. "¡Gracias, compañera!"

En respuesta, un chorro de agua impactó contra su cara, haciéndole caer torpemente hacia atrás. TaeHyung dejó escapar una carcajada perezosa, rebotando en su propia espalda. Una vez ambos se recuperaron, Jungkook del fortuito ataque y él de la risa, respiraron hondo, calmándose.

"Creo que podríamos tachar de la lista unas cuantas cosas más después de esta noche... Submarinismo con ballenas, escalada y volar en ascensores de agua."

"¿Tenemos una lista?"

Él negó. "No, pero la crearemos mañana mismo." Aseguró, oyéndole reír.

"Me parece bien, sí..."

Tras ellos, el ruido de pisadas se hizo presente, apenas teniendo tiempo de reaccionar y darse la vuelta cuando una presencia y media aparecieron a sus espaldas.

«Oink, oink». Sonó, aquello siendo suficiente para que TaeHyung reconociera el sonido exacto (con tonalidad y todo) que hacían sus criaturas más preciadas. Ambos, en realidad. Se pusieron en pie de inmediato, girándose hacia Maoi-lee y Nuka, quien se encontraba subido en el lomo de su hermano mayor.

Sorprendido, Jungkook los señaló. "¡Eh!"

"¡Maoi-lee, Nuka!" Gritó el pelirosa, corriendo hacia ambos. "¡Mis pequeños!"

Sostuvo el rostro del más grande, besándole la cabeza y acariciando la del más pequeño, quien tan pronto como vio a Jungkook tras él, fue de un lado a otro, queriendo coger impulso antes de lanzársele al pecho como una bala. Este rio, atrapándolo al vuelo.

"¿Qué pasa, pequeñín?" El hocico de Nuka se frotó con su pecho, mientras era abrazado. Maoi-lee, quien era abrazado fuertemente por TaeHyung, que besaba su cabeza entre lloriqueos, lo golpeó con el suyo propio también, haciéndose de notar. "Ya, ya, ahora voy a por ti, grandullón, no seas celoso."

Tan pronto como tuvo la atención de ambos, su colita rizada se movió de un lado a otro.

"¿Cómo nos han encontrado?" Cuestionó el azabache alrededor de media hora después, cuando se subieron al lomo del cerdo más grande y tomaron rumbo hacia el hostal más cercano.

"Probablemente por tu camiseta."

La respuesta del pelirosa le dejó todavía más confundido. "¿Mi camiseta?"

"Claro, así es cómo llegamos aquí. Maoi-lee olió tu camiseta y te siguió hasta el bosque. Llegamos al acantilado y les pedí que se quedaran lejos del borde, por lo que se quedaron bajo un árbol. Imagino que escucharon nuestros gritos y luego siguieron el rastro de tu camiseta hasta aquí." Encogiéndose de hombros, respondió.

Sin embargo, el ceño de Jungkook se mantuvo fruncido. "No se quedaron debajo de ningún árbol."

"¿Cómo que no? Los dejé ahí."

"Entraron en el bosque hasta encontrarme, estaba tratando de resguardarme de la lluvia cuando aparecieron y me llevaron hasta el acantilado. Ahí fue cuando te vi ahogándote en medio del mar."

TaeHyung entrecerró los ojos. "Maoi-lee te perdió el rastro nada más llegar al acantilado, le hice frenar en seco antes de que nos cayéramos. No te veía por ninguna parte y pensé que te habías caído al agua cuando encontré la corona de flores a medio hacer junto a unos árboles... Así que salté."

"No... No pisé el acantilado siquiera, creí que si me seguías hasta aquí no podrías alcanzarme."

El pelirosa frunció los labios, ofendido. "Claramente creíste muy mal..." Dijo, oyendo la carcajada que Jungkook dejó escapar y sintiendo como jalaba de él, enviándolo más cerca de sí mismo. "Idiota..."

"No te enfades, mosquito, jamás imaginé que sacrificarías tus miedos por mí."

Su bufido sonó, apartándose con desgana como si Jungkook no estuviera en lo cierto.

"Más quisieras tú..."

Y sin dejar de reír, el azabache asintió, empujándolo suavemente hacia atrás hasta casi recostarlo, sólo de esa forma pudiendo tener un mejor alcance de sus labios, besándolo en cuanto tuvo oportunidad. TaeHyung suspiró, sorprendido, mas negándose a no devolverle el beso con la misma intensidad, acunándole el rostro.

En cuanto se separó, Jungkook pegó su frente a la del pelirosa.

"No vuelvas a separarte de mí en lo que queda de viaje." Pidió TaeHyung en un susurro, acariciándole el cuello. "Incluso si me comporto como un imbécil y digo la peor estupidez que se te ocurra, por favor no desaparezcas otra vez."

"No lo haré, descuida."

"Bien..." Él asintió, suspirando.

Jungkook mordió su labio inferior. "Pero tú no vuelvas a ignorarme nunca más, ¿entendido?" Le dijo, sosteniéndole la barbilla con dos dedos. "No soporto cómo me siento cuando me ignoras."

"Te lo prometo." Aseguraba, depositando un casto beso en sus labios. "Te quiero."

"Te quiero, mosquito."

"Y lo siento..."

Él negó, frotando ambas narices con suavidad. "No hay nada que sentir, ¿de acuerdo? Ya está todo arreglado, solucionado y cerrado para los conflictos. Ahora vamos a centrarnos en disfrutar realmente nuestro viaje. Juntos." Le dijo. "Tú, los cerdos y yo."

Satisfecho, el pelirosa dejó escapar una risita. "Me parece bien."

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