Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

✧c.-030

N/A: Último capítulo de la semana y este en concreto me pone muy feliz, quiero mucho a este par xD

Cap dedicado a  BANGTANVJEON ♡♡

Hoy os recomiendo 'Sink or Swim' de OneRepublic, a quienes amo mucho.

[...]

Jungkook fue el primero en despertar a la mañana siguiente, tras un corto asentamiento bajo aquel árbol de cerezo, encontrando a TaeHyung acurrucado en su lado de la tienda y a Maoi-lee al otro lado de este. Una pequeña sonrisa apareció en sus labios, sintiendo cómo se le aceleraba el corazón inexplicablemente y se le calentaba el pecho.

En el fondo, temía lo que aquello pudiera significar, pues sabía que tener sentimientos por TaeHyung más allá de los que tenía por los chicos, era lo menos aconsejable. No cuando acabaría marchándose en cualquier momento. Sin embargo, tampoco podía evitarlos. Por mucho que lo intentara o se esforzase, eran más fuertes que él. Tanto que apenas era capaz de ocultarlos. Todo su mundo se volvía loco cuando TaeHyung estaba cerca. Y estaba cerca todo el tiempo.

Pareciendo escuchar sus pensamientos, el pelirosa se removió, quejándose por la luz que se colaba entre los huecos de la tienda y frotándose los ojos.

"Jungkook..." Lo llamó, en apenas un hilito de voz.

El susodicho puso una mano en su costado, haciéndole saber que se encontraba cerca de él.

"Aquí estoy, mosquito. Buenos días."

TaeHyung se giró una vez estuvo incorporado, buscándolo. "Hola..."

"¿Qué tal? ¿Cómo has dormido?"

"Tengo sueño..." Lloriqueó, sus ojos aún medio cerrados. La imagen hizo al azabache reír entre dientes. "¿Qué hora es?"

"Temprano, ha salido el Sol hace muy poco." Le hizo saber, tapándolo con la manta en cuanto movió los brazos para estirarse y esta se despegó de su cuerpo. "Tenemos que darle el desayuno a Maoi-lee, desayunar nosotros y ponernos rumbo a Qyopsae. Nos queda un largo camino todavía."

Otro quejido resonó. "No... Sólo son tres o cuatro horas..."

"Para llegar, pero luego debemos buscar esas dichosas plantas y dudo que sea una tarea fácil cuando ninguno de los dos ha estado antes allí, mosquito." Terminó por recordarle, palmeando su muslo. "Así que venga, levanta que es hora de comenzar el día con alegría."

Este bufó. "Alegría... Alegría y una mierda, Jungkook. Tengo sueño, quiero dormir, ¿por qué no podemos salir más tarde?"

"Ya te he respondido a eso."

"Me da igual."

Sus cejas se alzaron. "¿De verdad te da igual?"

Y por su tono de voz, TaeHyung levantó la cabeza, haciendo un puchero antes de volver a lloriquear. "No, pero tengo mucho sueño..."

"Ya, lo sé, puedes dormirte en el camino, yo me quedaré despierto verificando que estamos tomando la ruta correcta y listo. No hay problema por eso, mosquito. Levántate, venga, vamos a desayunar antes de que Maoi-lee se enfade. Gruñe mucho cuando no come."

Una risita abandonó sus labios.

"Y que lo digas..."

Finalmente, tras mucho insistir, hacerle cosquillas y prometer dejarle dormir en su regazo las siguientes cuatro horas del viaje, TaeHyung se puso en pie, dispuesto a recibir un nuevo día a regañadientes.

Se lavó los dientes junto al lago justo después de que el azabache lo hiciera, mojando el pelaje de Maoi-lee una vez este estuvo despierto, para que pudiera refrescarse un poco bajo aquel Sol infernal mientras Jungkook preparaba el desayuno.

"¿Te gusta el agua fresquita, Maoi-lee?" Le decía con voz dulce, masajeando sus cortas patas. Él emitió un sonidito que parecía alegre, meneando su cola rizada de un lado a otro. "¿Sí, te gusta?"

El hocico de Maoi-lee se hundió en el lago solo para expulsar agua de este poco después, haciéndole reír.

"¡Anda! ¿Ese truco te lo ha enseñado Jimin o lo has aprendido tú solito?"

"Mosquito, ven, esto ya está."

TaeHyung se giró para ver a Jungkook sentado en un tronco y sosteniendo dos cuencos hechos de bambú (cortesía de Taevin, claramente) y a rebosar de toda la fruta que él se había encargado de recoger el día anterior, esperándole. Sonriente, guío a Maoi-lee hacia su propio cuenco de comida en el suelo, junto al tronco y tomó asiento al lado de Jungkook.

Su estómago rugió nada más sentarse, haciéndole reír.

"Tienes hambre, ¿eh?"

Él se sonrojó, encogiéndose de hombros. "Me quedé dormido sin haber cenado, claro que tengo hambre..."

"A la próxima me haces caso, te dije anoche que trataras de quedarte despierto para cenar juntos y optaste por dormirte. Eso te pasa por cabezón."

TaeHyung le fulminó, introduciendo un trozo de sandía fresca en medio de sus labios. Jungkook volvió a reír tras aquella mueca y el silencio sepulcral, inclinándose solo para depositar un casto beso en su frente.

"Cambia esa cara o te saldrán arrugas, mosquito."

TaeHyung volvió a fulminarle, incluso si esta vez, y debido al pequeño beso, su corazón se había acelerado de manera brusca.

Alrededor de una hora más tarde, cuando terminaron su desayuno y Jungkook se lanzó por segunda vez al pequeño lago, queriendo refrescarse antes de retomar el camino nuevamente y logrando que TaeHyung, quién iba tras él de manera inconsciente terminase empapado de pies a cabeza, ambos subieron al lomo de Maoi-lee para continuar con el viaje.

"¿Crees que estos collares que nos ha dado la señora Choi servirán para algo?" Jungkook quiso saber.

TaeHyung se encogió de hombros. "Podría ser, no estoy seguro... Desconozco si realmente nos protegerán de las malas energías, pero teniendo en cuenta a dónde estamos dirigiéndonos, tiene bastante sentido."

Aquella respuesta confundió al azabache. "¿Por qué lo dices? ¿Qyopsae es un sitio peligroso?"

"No, no peligroso, pero sí... Distinto. Hay gente desconocida, con otras culturas y creencias que se manifiestan de forma diferente a la nuestra. Muy diferente."

"O sea, que es peligroso."

"No lo es." Insistía, apretando los labios. "Piensa que es una región nacida en el bosque, entre árboles... No tenemos las mismas costumbres." Trató de ser lo más discreto posible, incluso cuando Jungkook seguía sin entender nada. "Digamos que hay algunas tribus."

Sus ojos se ensancharon inmediatamente. "¡¿Tribus?!"

"Sí, tribus, pero son muy difíciles de encontrar. Hacen su vida normalmente por la noche, así que no hay nada por lo que debas preocuparte."

E incluso cuando su intención era tranquilizarle, no funcionó.

"Ya..."

"Oye, que lo digo en serio. La probabilidad de que nos encontremos con un miembro de cualquier tribu es nula. No pasará, Jungkook, hazme caso."

Entonces, debido a la seguridad que demostraba, esta vez el azabache asintió, respirando hondo. TaeHyung tenía razón. No tenían por qué contar con la mala suerte de tropezarse en el camino de una tribu cualquiera.

"De todos modos y-y sólo por si acaso... ¿Qué tan peligrosas pueden llegar a ser esas tribus de las que hablas?"

El mosquito rosa se quedó en silencio.

"Eh... L-Lo mejor será que no pienses demasiado en eso, ¿vale? Por tu bien, grandullón." Le aconsejó, dándole una sonrisita nerviosa que él no supo como interpretar.

Jungkook tragó saliva. "Ah, pues perfecto..."

Sí que pintaba bien el viaje, sí.

"¿Te apetece que hagamos algo para matar el tiempo mientras tanto? Nos quedan un par de horas de viaje todavía." Propuso un muy perezoso TaeHyung, estirándose tras haber tomado una pequeña siesta de treinta minutos en el regazo de Jungkook, cuyas manos se perdían constantemente en su esponjoso cabello rosa.

El azabache se encogió de hombros. "¿Qué se te ocurre?"

"Hm, no sé... ¿A ti? ¿Hay algo que te gustaría hacer?"

"Ahora mismo mi mente está atrofiada, piensa tú cualquier cosa." Bromeó, robándole una risita mientras suavemente le apretaba las mejillas, consiguiendo que sus labios se abultaran.

"¿Qué te parece si jugamos a dos verdades y una mentira? El que acierte más veces gana."

Jungkook asintió. "Me parece bien, sí, me gusta. ¿Empiezas tú?"

"Vale." Accedió, relamiéndose los labios mientras pensaba en sus tres opciones. "Vamos a iniciar con algo fácil, ¿vale?" Jungkook volvió a asentir. "Veamos... Nací con el pelo naturalmente rosa, me rompí casi todos los dientes de la parte superior y puedo leer del revés muy rápido."

El ceño del azabache se frunció. "Hm... Según he visto y me han contado, toda tu familia tiene el pelo rosa, así que por norma general de vuestra especie, que tú hayas nacido con el mismo color de pelo debe ser una verdad, ¿no?" Tanteó el terreno, viéndole encogerse de hombros. "Bueno... Creo que puedes leer perfectamente del revés, eso debe ser otra verdad y, luego... Tienes una sonrisa perfecta, así que dudo mucho que te hayas roto algunos dientes."

TaeHyung soltó una carcajada. "Error. Sólo has acertado en una."

"¿Cuál? ¿La del pelo?" Quiso saber, a lo que el pelirosa negó. "¿Cómo que no?"

"Nací con el pelo blanco, muy blanco. Mis padres y nuestros vecinos no habían visto nada igual, incluso llegaron a pensar que era albino, pero no. Cambió de color cuando cumplí dos años."

"Vaya... Eso hubiese sido interesante de ver, seguro que el pelo blanco te quedaba muy bien."

Él se encogió de hombros, apenas sonrojándose. "Alguna foto debe de haber por ahí, puedo enseñártelas si aún siguen estando en casa. Mis padres compraron cámaras desechables en Psayd, una para el nacimiento de cada niño y otra para su boda."

"No sabía que existían cámaras de esas."

"Aquí no, la tecnología en Ae-Dexian-Thee y prácticamente en las demás regiones es nula, a excepción de Psayd, allí existe todo lo que te puedas imaginar y más. Están muy avanzados, por eso Yeonjun se mudó allí. Yo como no soy un gran fan de la tecnología, pues tampoco me entusiasma..."

"Nosotros en casa teníamos una caja de música que mi padre rescató del basurero cercano a las minas donde él trabajaba." Comentó con una sonrisa que contagió al pelirosa. "A mi madre le encantaba escuchar música por las mañanas... Recuerdo despertar hambriento y con un señor cantando en la cocina."

"Suena divertido."

"Era divertido, aunque no siempre me ponía de buen humor." TaeHyung se imaginó al azabache despertando malhumorado y con el cabello mirando a todas partes y rio, contagiándolo esta vez. "Pero me gustaba mucho, no sé..." Un suspiro abandonó sus labios, viéndose repentinamente decaído. "Echo de menos esos días, siento que no los atesoré lo suficiente."

Apretando los labios, TaeHyung frotó su brazo para hacerle saber que estaba allí con él, a su lado. "Tú también tienes la tuya propia ahora, Jungkook, así que puedes volver a revivir esos momentos a tu manera."

Recordando la cajita de música que el doctor Choi le había regalado por su cumpleaños, él asintió, esbozando una sonrisa dulce y suspirando. No sería lo mismo sin ella, pero quizás era una muy buena manera de recordarla. Incluso si nunca los olvidó.

"Tienes razón, sí... Lo haré."

"Me encanta la música, así que para mí no es un problema si me despiertas escuchándola. Tenlo en cuenta."

"Está bien saberlo, mosquito. Gracias." Le dijo sin borrar aquella inmensa pero dulce sonrisa, golpeando su barbilla con el dedo índice ínfimamente. "Creo que ahora es mi turno, ¿no?"

TaeHyung asintió. "Sí, tienes que decir una mentira y dos verdades."

"Vale..." Mostrándose pensativo, vació sus pulmones. "Oh, huh, lo tengo. Dormí en casa de un gigante cuando era pequeño, mordí un cactus con sus respectivas espinas y terminé con la boca hinchada y..." Ladeó la cabeza, en busca de su tercera opción. "Buceé entre anguilas."

"No hay mar allí de dónde vienes, así que definitivamente no has nadado entre anguilas." Señaló, robándole una carcajada inmediata. "¿Estoy en lo correcto?"

Él se encogió de hombros, aguantando la risa. "Ah, no tengo ni idea, mosquito."

"Morder un cactus es algo que Wooyoung haría, por lo tanto, tú también. Eso es verdad, pero lo del gigante... Me resulta complicado teniendo en cuenta que os desterraron y ya se encuentran casi extintos." Mordiendo su labio inferior de forma inconsciente, apenas notó el modo en que Jungkook jaló de su barbilla hacia abajo, liberándolo del agarre. Luego, le observó. "¿Dormiste en casa de un gigante? ¿Supongo que eso también es verdad?"

Y de nuevo, Jungkook rio. "Sí, supones bien. Dormí en casa de un gigante."

"Pero, ¿cómo...?"

"Eran las ruinas de su casa, más bien. Llevaba casi dos siglos inhabitada, pero se conservaba muy bien. Le pertenecía a un gigante llamado Malkhom, a quien desterraron por traicionar a su propia especie." Explicó, jugueteando con sus mejillas mientras hablaba. "Según decían algunos raekhyem, trabajó para su rey antes de saber lo que planeaba hacerle a nuestra especie e intentó frenar la catástrofe. Ellos no se lo tomaron bien y lo expulsaron. Permaneció en Sudaek Dee Bhadam hasta su fallecimiento."

TaeHyung parecía perplejo ante aquella historia. "Vaya... Así que convivió con una especie que no era la suya durante años..."

"Durante una década, para ser exactos."

"¿Y cómo terminaste durmiendo en su casa?"

"Una noche me escapé del refugio cuando discutí con un niño por querer pegarle a otro más pequeño."

"¿Él o tú?"

"Él." Respondió. "Me pegó a mí en su lugar, no quise devolverle el golpe y del enfado tan grande que tenía, me negué a dormir en la misma habitación que ese animal. Tampoco iban a dejar que lo echaran, así que opté por marcharme yo."

El corazón de TaeHyung dio un vuelco, abultando los labios en un puchero. "Ow..."

"Al ser de noche todo estaba muy oscuro, hacía frío y comenzaba a llover pequeñas gotas, por lo que busqué un lugar en el que refugiarme. Caminé durante un rato hasta dar con esa casa gigante, inmensa... Me pareció una buena opción. Estaba deshabitada, no parecía a punto de derrumbarse y dentro no hacía frío, así que me quedé."

"Hiciste bien." Le dijo, acariciando suavemente la mano junto a sus mejillas.

"Lo sé, y afortunadamente nadie me vio, así que no tuve que enfrentarme a ninguna consecuencia."

Respecto a sus palabras, TaeHyung temió cuál sería la respuesta a su siguiente pregunta.

"E-Espera... ¿qué hubiera pasado si alguien se enterase de lo que hiciste?" Quiso saber, mirándole con preocupación. "¿Crees que las consecuencias hubiesen sido muy malas?"

"Para serte honesto, no lo sé, mosquito... Pero es probable, sí, las leyes en Sudaek son escritas a mano por el propio rey, así que si él decide que merezco un castigo por resguardarme del frío durante la noche, lo hubiese tenido en su momento." Se encogió de hombros, no queriendo que sonase tan exagerado. "Por suerte eso fue hace años y, como te digo, nadie se enteró."

A pesar de que para él no parecía ser nada del otro mundo, TaeHyung estaba consternado, algo que Jungkook notó, acariciándole la mejilla.

"Mosquito, no pongas esa cara, ¿quieres? Está bien, ya pasó." Le dio su mejor sonrisa, mas no fue suficiente para el pelirosa, quien meneó la cabeza de un lado a otro, disconforme.

Odiaba esas puñeteras leyes más que a nada en el mundo.

"Pero sigue siendo injusto, Jungkook. Eras un niño pequeño sin hogar, sin familia, tan sólo buscando un lugar donde pasar la noche, en el que poder resguardarte de la lluvia, ¿por qué tendrías que enfrentarte a unas consecuencias que no mereces?" Sorbió por la nariz, negándose a dejar salir aquellas lágrimas. "Me da igual cuándo sucediera, simplemente no es justo. No lo es."

Él suspiró, pasando una mano por su espalda baja, queriendo que se calmase. "Lo sé, lo sé... La vida es muy injusta cuando no tienes una buena forma de vivirla, TaeHyung, pero está bien. Yo estoy bien."

"Sé que estás bien." Murmuró, tragando saliva y permitiendo aquellas lágrimas salir. Jungkook las eliminó con sus pulgares. "Sólo quiero que sigas estándolo cuando te vayas."

Y a pesar de que su corazón dio un vuelco, apenas siendo consciente de que TaeHyung no estaría a su lado una vez cruzase las puertas que lo llevarían de vuelta a casa, sino que volvería a estar completamente solo, él sonrió, asintiendo.

"Lo estaré." Aseguraba en apenas un susurro.

TaeHyung también asintió. "Eso espero..."

"¿Por qué no seguimos con el juego? Se estaba poniendo interesante ahora que has ganado la primera ronda." Propuso, eliminando la última lágrima en las mejillas del pelirosa, cuya sonrisa no tardó en aparecer. "No puedo permitirme perder con un puntaje tan malo. He hecho el ridículo."

Una carcajada resonó. "No voy a decir que eso no es cierto, porque has perdido descaradamente..."

"Entonces, continuemos. Te toca."

"Bien, bien..." Respirando hondo, mordió la esquina de su labio inferior otra vez, pensativo. "Lo tengo. Pesqué un pez con mis propias manos, conseguí que me regalasen una colección entera de libros sólo por mi cara bonita y... Nunca jamás he besado a una chica."

Jungkook ladeó la cabeza. "Lo de la colección de libros gratis gracias a tu cara bonita tiene mucho sentido, debe ser cierto." Puntualizó, llevándole a sonrojarse. "No te veo pescando, así que eso es mentira. Por descarte, tampoco has besado a ninguna chica, asumo."

"¿Esas son tus suposiciones finales?" Quiso saber, manteniendo las cejas en alto.

"Sí."

"Sólo has acertado en una. Otra vez."

"¡¿Qué?!"

Él no podía creerlo. TaeHyung rio.

"Sí que he conseguido libros gratis por mi cara bonita y encanto natural, sí que he besado a una chica y accidentalmente, también pesqué. Estaba dando un paseo con mi padre en su barquito, me asomé al agua cuando creí ver algo que brillaba en el mar y cuando quise atraparlo, me di cuenta de que era un pececillo. Lo solté de inmediato."

"Joder, mosquito..."

"Lo del beso también fue accidental, ella me besó a mí. Éramos unos críos, probablemente Ludie no sabía ni lo que estaba haciendo cuando lo hizo."

"¿Ludie?"

TaeHyung asintió de nuevo. "Sí, la hermana de Yeonjun, esa chica con la que su madre quiso emparejarte. Fui a su cumpleaños, le regalé un vestido de flores hecho por mí y debió de gustarle tanto el regalo que me saltó encima y me besó." Explicó. "Fue raro."

"¿Eráis muy pequeños?"

"Yo tenía doce y ella trece. No acabábamos de nacer, pero seguíamos siendo renacuajos inocentes. Tampoco fue desagradable, Ludie es muy guapa; pero que mi primer beso fuese de esa forma y con alguien que no me gustaba... Casi que me traumatizó."

"Te entiendo..."

"¿El tuyo también fue traumático?"

"No, pero entiendo que el tuyo sí lo fuera. A mí tampoco me hubiese alegrado tener mi primer beso con alguien que simplemente se emocionó por un vestido de flores. Asumo que no es la idea del primer beso perfecto que tenías en tu cabeza."

TaeHyung se encogió de hombros. "Nunca tuve esa idea, para serte sincero. No me gustó alguien hasta que cumplí los diecisiete y empecé a ver al hermano de Jimin con otros ojos... Era un año mayor que yo. Muy alto, guapo, divertido... Ya sabes, el típico cliché."

"Sí..."

"Cuando empezamos a salir, él se convirtió en mi primer novio, la primera persona en la que me había fijado desde que tenía uso de razón." Siguió diciendo. "Pensé que estaba enamorado y cuando me di cuenta de que no era así, sentí que debía forzarlo, pero no funcionó." Un suspiro abandonó sus labios. "Hyungsik sólo era el prototipo de hombre que me gustaba, mas no estaba enamorado de él..."

Jungkook apretó los labios. "¿Y qué pasó?"

"Nada, no pasó nada malo... Se lo dije, lo entendió y terminamos."

"Pensé que habías dicho que no te gustaba hablar de tu relación con él." Le recordó, viéndole asentir. "¿Por qué? Si terminó bien, ¿dónde está lo malo?"

"Porque siento que lo utilicé, Jungkook... Siento que- que salí con Hyungsik a modo de experimento, ¿entiendes? Me dejé llevar muy pronto y accedí a salir juntos aún si ni siquiera sabía lo que era estar enamorado realmente." Admitía, sus labios fuertemente apretados. "Sé que le hice daño incluso si nunca me lo dijo..."

El azabache frotó sus hombros, tratando de consolarlo. "Estar confundido es normal, mosquito, aún más si se trata de tu primera relación. E incluso si no te gustó eso que hiciste, fuiste capaz de admitirlo antes de seguir adelante, ser honesto con él y contigo mismo."

"Ya..."

"Eso no lo hace todo el mundo, te lo aseguro."

"Lo sé, lo sé... Aún así me hubiese gustado actuar de otra manera, incluso si pasó hace años. Hyungsik nunca me guardó rencor, supongo que yo debería dejar de hacerlo también, ¿no?"

"Claro que sí." Asintió. "Has crecido. Eres una persona más madura ahora, no le des demasiadas vueltas a lo que pasó, ¿vale? Toma esa primera experiencia como lo que fue, una experiencia, al fin y al cabo, y úsala de futuro ejemplo." Dedicándole una dulce sonrisa, apretó sus mejillas. "La persona que llegue a tu vida después de eso lo agradecerá."

TaeHyung le correspondió con otra sonrisita. "¿Tú crees?"

"Sí, por supuesto. Si fuese yo, lo haría."

Masticando su propio labio inferior, asintió, sintiendo como se le aceleraba el corazón sólo con tener los ojos de Jungkook fijos en él.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro