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✧c.-024

N/A: No sé si llegue a resultar irónico el hecho de que TaeHyung es el personaje con quien más identificada me he sentido, en los casi diez años que llevo escribiendo sobre él xD

Cap dedicado a koookitos ♡♡

Hoy os recomiendo 'Sinners' de James Arthur. Como siempre, no tengo palabras para describirlo. Es mi artista favorito, lo adoro.

[...]

"¿Te encuentras bien, mosquito?" Jungkook quiso saber, girándose en su cama para ver al susodicho.

Habían llegado al taller un par de horas atrás, sin embargo, después de casi tres horas atascados en el bosque intentando ayudar a un animal malherido e indefenso, conciliar el sueño no era fácil.

Y es que el pronóstico de Jaspito tras lo ocurrido era favorable, afortunadamente, pero TaeHyung no podía cerrar los ojos sin imaginarse al pobre animal.

"Sí, descuida." Masculló.

"¿Estás seguro? Porque no pareces tú ahora mismo. ¿Hay algo que te preocupa? ¿Es por Jaspito?"

Y finalmente dejando escapar un suspiro, sabiendo que no podía ocultarle nada a Jungkook cuando este ya lo conocía como a la palma de su mano, asintió, dándose la vuelta de modo que ambos quedaron frente a frente.

"¿Te preocupa lo que le ha pasado?"

"Me intranquiliza mucho saber que alguien ha podido causarle ese daño y me hace sentir muy fuera de lugar el hecho de que mi presencia le calmara."

Desde su cama, Jungkook frunció el ceño. "¿Por qué eso sería algo malo?"

"Porque Jimin es quien entiende a los animales, no yo. Jaspito no debería sentirse así conmigo, sino con él..."

"Bueno, personalmente no creo que tenga nada que ver, mosquito. Tu personalidad hace que mucha gente se sienta a gusto, cómodo... Como yo cuando llegué." Señaló, haciéndole reír sólo con aquel recuerdo. "En mi primera noche aquí me sentía incómodo. Esta no era mi ciudad y vosotros tampoco os parecíais en nada a mi gente; pero tú lograste todo eso cambiara. Gracias a ti me sentía cada vez más confiado, ¿sabes? Cómo si de algún modo perteneciera a este sitio..."

Su corazón se aceleró ante aquellas palabras, permitiendo que una sonrisa jalara de sus comisuras, casi sonrojándose. "Entiendo, sí..."

"Hay algo en ti que calma a la gente, TaeHyung."

"¿De verdad crees eso?"

Jungkook asintió. "Claro que sí, estoy seguro. A excepción de cuando estás lo suficientemente borracho como para delirar, ahí consigues el efecto contrario." Eso le hizo reír. "Pero el resto del tiempo sí, lo haces. Ese niño, Aron, yo y Jaspito somos la viva imagen de ello."

La sonrisa de TaeHyung se volvió más tímida pero también más amplia, riendo en voz bajita mientras sus pies se frotaban contra el colchón en señal de emoción.

"Es bonito que pienses eso de mí, Jungkook, lo aprecio mucho."

Este le devolvió la sonrisa. "No es nada."

"Tú también haces que me sienta calmado cuando creo que voy a explotar de un momento a otro. Cómo ahora, por ejemplo, ¿sabes...? Hablo contigo y mis preocupaciones se vuelven minúsculas, como si ya no existieran..."

Admitir aquello no era complicado para alguien como TaeHyung, quien solía ser bastante abierto en cuanto a sus sentimientos y no le importaba en absoluto expresarlos frente a personas que quería. Sin embargo, escucharlos desde la perspectiva de Jungkook, alguien para nada acostumbrado a recibir muestras de cariño directas o simplemente verbales, que se sintieran así de honestas, reales... Eso era un mundo nuevo para él.

Quizás, por esa misma razón su corazón estaba comenzando a acelerarse. O tal vez no. Tal vez sólo lo hacia porque así es como sería de ahora en adelante siempre que estuviera cerca de él.

Y para su propia sorpresa, no sonaba tan mal como pensó que lo haría.

"Me alegra poder causarte todo eso, mosquito."

TaeHyung respiró hondo, más tranquilo ahora que había sido capaz de sincerarse. Todavía sonriendo, se mantuvo en silencio. Jungkook supo al instante que había algo más merodeando tras su oreja, algo que no le dejaba estar calmado al cien por cien.

"¿En qué piensas ahora?" Quiso saber, recibiendo nada más que silencio por su parte. TaeHyung tenía la cabeza en otra parte. "¿Mosquito?"

Alargando el brazo, alcanzó su mano para llamarle la atención y que le mirase, pues seguía con la mirada perdida. Ese gesto fue más que suficiente para hacerle reaccionar.

"¿Eh? ¿Qué pasa?"

"Tu cerebro ha desconectado de la conversación por un momento y no me respondías, quería saber en qué pensabas tanto."

El gesto de TaeHyung se torció.

"¿Va todo bien?" Volvió a preguntar.

"Es que... E-Es que no sé, Jungkook." Un suspiro tembloroso abandonó sus labios. "Y si... ¿y si esa es mi habilidad especial? Hacer que todos se sientan tranquilos a mí alrededor, traer calma a los demás."

"¿Crees que podría ser así?"

TaeHyung se encogió de hombros. La idea no parecía entusiasmarle. "No sé... ¿A lo mejor? Quizás es probable que lo sea, ya que no parezco tener nada más increíble."

Frunciendo el ceño, Jungkook no pudo evitar parecer molesto, en desacuerdo con las palabras que había usado. TaeHyung no parecía ser una persona con baja autoestima, pero había algo relacionado con esas dichosas habilidades y el hecho de que no parecía encontrar la suya, que le hacía sentir un poco enfermo.

"¿Qué es para ti algo increíble?"

TaeHyung volvió a encogerse de hombros, casi cohibido por aquellos pensamientos. "No sé." Repitió, en voz bajita.

"No lo sabes..."

"Siempre tuve altas expectativas sobre mis habilidades especiales y asumí que sería algo totalmente diferente a lo que parece ser, ¿sabes?" Con una triste sonrisa, dijo. Jungkook asintió. "Supongo que estoy un poco decepcionado..."

Apretando los labios, el azabache negó. "No deberías, mosquito."

"Ya..."

"Lo digo en serio, no deberías. No necesitas ser extremadamente fuerte como Wooyoung o el doctor Choi, tampoco leer mentes como Joowan o tan siquiera ver a través de las paredes." Muy honestamente le dijo, acariciando su brazo hasta alcanzar los dedos de su mano, mientras mantenía la vista fija en aquellos ojos. "Ser tú ya es una habilidad única que absolutamente nadie más podrá tener."

Las lágrimas cedieron sin darle tiempo alguno para reaccionar, apretando los labios mientras las dejaba caer. Respiró hondo, pues aquellas palabras habían calado en lo más profundo de su alma.

"Me gusta quien soy y estoy muy orgulloso de ello, p-pero a veces me gustaría destacar por algo increíble también. No sólo ser yo."

El azabache asintió. "Lo sé, mosquito, créeme que lo sé. Aunque es difícil destacar con algo increíble cuando tú por ti mismo ya cumples todas las expectativas, sabes eso, ¿verdad?"

"Tampoco es para tanto..."

Un bufido abandonó sus labios. La molestia que albergó en él fue tal, que acabó aferrándose a una de las patas de su cama, jalando de ella hasta que juntó ambas. TaeHyung chilló.

"¡Jungkook!"

"Mira el colchón sobre el que estoy tumbado, TaeHyung. Las almohadas, la manta, la ropa que llevo, mis alas falsas e incluso los zapatos." Señaló, negándose a verle apartar la mirada cuando colocó una mano en su nuca.

"Jungkook..."

"¿Crees que otra persona lo hubiera hecho en tu lugar?"

Él negó.

"Si tú no hubieras estado a mi lado todo este tiempo desde que llegué aquí, me hubiera vuelto completamente loco, TaeHyung." Le dijo, ocasionando que su corazón latiera desbocado. "Aprecio mucho a los chicos y agradezco tenerlos cerca, pero nadie hubiera sido capaz de hacerme sentir tan en casa como tú lo has conseguido durante estos casi tres meses."

Un sollozo escapó de sus labios. "Jungkook..."

"Tal vez no te guste esa habilidad o ni siquiera la consideres como tal, pero muy pocas personas en este mundo son capaces de que un pozo sin fondo se vea como ese lago donde solemos ir a nadar. Y tú eres una de ellas."

Al segundo sollozo, sintiendo su corazón latir desbocado, las palabras ajenas acariciándolo y las lágrimas empaparle el rostro, TaeHyung se lanzó sobre Jungkook, envolviéndolo entre sus brazos. En un abrazo fuerte, cargado de emociones y sentimientos que ninguno de los dos habían experimentado antes.

"Gracias. Muchas gracias."

"¿Por decir la verdad?"

"Por decírmela a mi. Necesitaba escuchar eso, Jungkook." Susurró.

Los dedos ajenos acariciaron su espalda suavemente, antes de sentirle asentir. "Está bien, mosquito. En ese caso, espero que memorices bien lo que he dicho a partir de ahora."

Él también asintió, acurrucándose aún más contra el cuerpo ajeno y notando los labios de Jungkook posándose sobre su frente. Una sonrisita tímida apareció.

A la mañana siguiente, mientras Jungkook estaba en la ducha y TaeHyung volando de un lado a otro por todo el taller, ansiando terminar un diseño sorpresa para su madre, la puerta se abrió repentinamente, Taevin apareciendo tras ella.

"TaeHyung." Lo llamó.

Su hermano, quién a parte de ir de un lado a otro sin parar, también disfrutaba de estrenar la caja musical que Choi San le había regalado a Jungkook por su cumpleaños, poniendo su canción favorita, cantándola y bailándola sin vergüenza alguna, no pudo escucharle.

"TaeHyung, oye." Lo intentó de nuevo, sin demasiado éxito.

Las caderas del susodicho se movieron de un lado a otro, mientras zarandeaba la cabeza al ritmo de la música y mantenía su atención fija en terminar aquel vestido.

Frunciendo el ceño, optó por acercarse a él, viendo que parecía tener las orejas de adorno. "TaeHyung." De nuevo, fracasó. "¡TaeHyung!"

Inmediatamente este pegó un brincó, chillando.

"¡Ay, Taevin, qué susto, joder!" Se quejó, mirándole con el ceño fruncido. "¿Por qué tienes que gritarme así?"

"Porque no me escuchabas, sordo, llevo media hora llamándote y nada."

TaeHyung resopló. "Media hora dice, exagerado..." Negando, dejó a un lado lo que estaba haciendo. "Bueno, ¿para qué has venido? ¿Qué necesitas?"

"Quería saber dónde estuviste esta noche, papá me pidió que te trajera unas cuantas nueces caramelizadas que había hecho y no estabas por ningún lado."

"Oh, estuve en el acantilado celebrando el cumpleaños de Jungkook."

El ceño de Taevin se frunció, viendo cómo rápidamente su hermano volvía a lo que estaba haciendo.

"¿Tan tarde?"

"Sí." Él asintió. "Ya sabes que los chicos y yo tenemos la tradición de celebrar nuestros cumpleaños y darnos los regalos a la hora exacta en que nacimos. No podíamos no incluir a Jungkook."

Un bufido casi inconsciente abandonó los labios del mayor. "Así que los chicos y tú ya lo habéis adoptado como parte de vuestro grupo..."

"Desde el primer momento, claro." Volvió a asentir. Taevin puso los ojos en blanco. "Si tienes algún problema con eso, por favor ahórratelo, hermanito. No me interesa escucharlo."

"Sabes que no me gusta que ese tipo esté aquí."

TaeHyung se encogió de hombros, haciendo su mayor esfuerzo por actuar impasible. "Es a mí a quien debe gustarle, no a ti. Yo decido si puede quedarse o no, y claramente puede."

Otro bufido sonó. "¿Tanto te cuesta ser un poco racional, TaeHyung? Es peligroso."

"Para ya, ¿quieres?"

"No, no quiero. No puedo simplemente ignorar que has metido un monstruo en tu taller y convives con él como si lo conocieras de toda la vida. Me pone enfermo pensarlo."

Y, por su parte, incapaz de morderse más la lengua, TaeHyung dejó su material de trabajo sobre la mesa con un golpe seco. Estaba harto. Adoraba a Taevin, era su hermano mayor y una de las personas a las que más admirada, quería y respetaba, pero podía soportarlo más.

"Basta." Siseó, mirándole a los ojos. "No quiero seguir escuchándote decir lo mismo una y otra vez, Taevin, estoy cansado."

Su hermano suspiró. "Yo sólo quiero-"

"Quieres protegerme, lo entiendo, pero no es necesario. No hay peligro cerca, nadie a mi alrededor es un monstruo ni busca hacerme daño. Mucho menos Jungkook." Insistió, luciendo agotado. "Es mi amigo y si no te gusta me da igual, pero para de señalarlo con el dedo."

"TaeHyung..."

"No, basta, lo digo en serio, Taevin." Pidió por última vez. "Deja a Jungkook en paz, búscate un problema que sí exista y no tenga que ver conmigo, por favor. No quiero tener que dejar de hablarte por esto."

Taevin no tardó en mostrarse conmocionado tras sus palabras, incrédulo e incluso dolido. "¿Lo estás diciendo de verdad?"

"Pues sí." Asintió, para sorpresa del mayor, antes de mirar hacia su mesa de nuevo, manteniendo los labios apretados. A él también le dolía decir esas cosas. "Necesito salir un momento a recoger más algodón, te veo luego."

Este no dijo nada, ni siquiera se movió cuando TaeHyung abandonó el taller y lo dejó completamente solo ahí. Estaba consternado, sintiéndose impotente, dolido ante aquellas palabras. Jamás pensó que le diría algo parecido, que alejarse de él, su hermano mayor, sería una opción siquiera.

Molesto, cruzó los brazos por encima del pecho, bufando para acto seguido levantar la vista del suelo. Entonces, se sobresaltó, encontrándose de lleno con un par de ojos oscuros y grandes que estaban fijos en él.

"Hola."

"¡Ah!" Gritó, llevándose una mano al pecho y dando varios pasos hacia atrás.

Jungkook estaba junto a él, muy serio y semidesnudo, cubierto únicamente de la cintura hasta los muslos por una tela que había usado para secarse. Taevin lo señaló, atragantándose con su propia saliva, pues no esperaba verle.

"¿Q-Qué haces tú ahí?"

"Estaba terminando de ducharme cuando escuché una voz molesta y luego la puerta cerrarse." Explicó, encogiéndose de hombros.

Taevin se sintió inmediatamente atacado. "¿Voz molesta? ¿Te molesta mi voz?"

"Quizás."

Un bufido volvió a sonar. "¿Disculpa? Pero qué descarado..."

Jungkook no tardó en encogerse de hombros como si eso no fuera un problema en absoluto. "Bueno, considero que tú también eres bastante descarado cuando hablas mal de mí y crees que no me entero, así que no veo por qué eso debe ser algo malo, ¿no?"

Esta vez, el mayor de los hermanos pelirosa se sonrojó, mostrándose avergonzado.

"¿Q-Qué dices?"

"Me has oído perfectamente, Taevin, no quieras hacerme creer que no." Le dijo, consiguiendo que incluso se sintiera intimidado. Bufó. "Deja de mirarme como si fuera a lanzarme sobre ti y atacarte, no voy a hacerlo. Que mi especie sea considerablemente más fuerte y grande que la tuya no me convierte en una criatura monstruosa ni mucho menos depredadora. Estoy convencido de que eso lo sabes, pero por si acaso quería aclarártelo."

"Ya, ya..." Taevin se aclaró la garganta, luciendo algo cohibido, sus ojos grandes y llenos de temor observándole como si estuviera buscando la oportunidad perfecta para salir corriendo.

"Que pares de mirarme así."

"Perdón, perdón... Eh, de-debería irme a seguir trabajando, t-tengo un montón de cosas que hacer y..." Jungkook negó lentamente.

"No."

Eso le hizo retroceder un par de pasos. "¿No?"

"No puedes irte de aquí así, ¿te estás viendo? Parece que te vas a cagar en cualquier momento. Deberías calmarte." Arrugando el rostro, lo señaló. Era ridículo. "¿Por qué eres tan valiente para juzgarme a mis espaldas sin conocerme siquiera y ahora que me tienes delante sales corriendo? ¿No se le llama a eso hipocresía?"

Viendo en los ojos del antiguo gigante que no se encontraba únicamente molesto, sino también ofendido e incluso dolido (tan dolido cómo se había sentido él a causa de su propio hermano), suspiró.

Jungkook tenía toda esa razón que a Taevin no le gustaba admitir en voz alta.

"Lo siento..." Apartando la mirada avergonzado, masculló.

"¿El qué sientes?"

"Haber sido tan duro contigo... Supongo que desde un principio me sentí intimidado por ti y asumí que serías un peligro andante para mi hermano. Siempre he tenido la sensación de que debo protegerle."

Otro bufido sonó, aunque en esta ocasión le pertenecía al azabache. "Debes, claro que debes; pero no de mí."

"Sí, ya, lo entiendo..."

"No lo entiendes, ¿cómo vas a entenderlo? No tienes ni idea. Llegué aquí siendo una criatura inmensa que podía destruirlo todo con un simple estornudo. Permanecí semanas encerrado entre estas cuatro paredes para evitar crear el caos, sufriendo dolores horribles por culpa de una pócima que me hacía más y más pequeño, teniendo que perder mi esencia cada día un poco más. Así hasta que ahora finalmente tengo el mismo tamaño que una varilla de incienso, ¿y sabes por qué, Taevin?"

"No..."

"Porque no quiero ser un peligro para nadie. Muchísimo menos para TaeHyung o cualquiera de los chicos." Señaló la puerta, con los ojos llorosos. "Por nada del mundo les haría daño. Jamás, que te quede muy claro. Ellos me han cuidado, me han protegido y han vigilado mis espaldas incluso cuando ni tan siquiera apilándose uno encima del otro alcanzaban mi estatura, Taevin, especialmente tu hermano. Voy a estar en deuda con él toda mi vida y quizás parte de la siguiente."

Tragando saliva en el momento en que Jungkook se limpió las lágrimas bruscamente, Taevin no encontró palabras suficientes con las que disculparse y sonar honesto a la vez.

"Yo..."

"¡Jungkook!" La voz de TaeHyung sonó, interrumpiendo a su hermano. Este se encontraba de pie junto a la puerta por la que minutos antes había salido, horrorizado. "¡¿Qué haces desnudo?!"

El azabache miró hacia abajo. Sus partes íntimas seguían cubiertas. "No estoy desnudo, TaeHyung."

"¡Sí que lo estás! Ve a taparte ahora mismo." Pidió, llevándose una mano al pecho. "¿Y vosotros dos de qué estabais hablando? Porque espero que no se te haya ocurrido decirle cosas feas o siquiera amenazarle, Taevin."

"Tu hermano estaba disculpándose conmigo por haberme juzgado sin conocerme, mosquito." Le hizo saber, incluso si no era la verdad absoluta, mientras compartía una mirada cómplice con el susodicho, quien tragó saliva. Aquello pareció sorprender a TaeHyung.

"¿En serio?"

Taevin negó antes de que Jungkook pudiera tomar la palabra de nuevo. "No, no ha sido así." Murmuró. "Jungkook escuchó lo que te había dicho e hizo lo que cualquier persona en su lugar habría hecho, confrontarme y defenderse."

Los labios de su hermano pequeño se apretaron, mirando al azabache con culpa.

"Y tiene razón, en realidad. Le he juzgado sin conocerle sólo porque su presencia en un primer momento me horrorizó, haciéndome asumir algo que ni siquiera sabía o tenía forma de comprobar, como lo es creer que eres un peligro." Miró a Jungkook directamente. "Así que me disculpo contigo por pensar de esa forma y manifestarlo a tus espaldas. No es justo para ti."

Tragando saliva, satisfecho con aquella disculpa, Jungkook asintió. "Disculpas aceptadas."

"Gracias." Taevin le dio una sonrisa diminuta, aclarándose la garganta para acto seguido señalarlo. "Ahora hazle caso a mi hermano y ve a cambiarte eso que llevas por una ropa más decente... No quiero hacer las paces con un gigante y luego verle los huevos como recompensa."

De los labios de Jungkook brotó una carcajada que TaeHyung secundó.

"Bueno, bueno... Lo haré sólo porque tenemos que salir a por más miel, sino me quedaba con esto puesto todo el día, que lo sepáis." Decía mientras iba hacia las escaleras, aunque se detuvo para mirar al mayor. "Por cierto, muchas gracias por esa cama. Hacía tiempo que no tenía una tan bonita y cómoda."

"No es nada." Sonriéndole, asintió.

"¡Vístete!" Dijo TaeHyung, yendo hasta su hermano y así poder abrazarlo. "Gracias por entrar en razón y disculparte con él. Lo aprecio mucho."

"Está bien, no hay problema. También es bueno saber cuando estás equivocándote y actuando como un completo hipócrita, ¿no?" Se encogió de hombros, vaciando sus pulmones. "Y francamente tampoco me conviene tener de enemigo a un gigante extra fuerte..."

Riendo de nuevo, el pelirosa más pequeño negó. "¿Qué dices? Jungkook es inofensivo, bobo."

"Ya, seguro..."

"¡Lo digo en serio! Jamás le haría daño ni a una mosca... Se pasó lloriqueando las dos horas siguientes a saber que había estado a punto de aterrizar sobre mí porque se sentía culpable. Es como un bebé, te lo prometo."

"Bueno... Si tú lo dices, te creo."

Sonriendo de oreja a oreja, TaeHyung asintió, satisfecho. "Perfecto.

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