✧c.-019
N/A: Amo mucho a Wooyoung, considero que es de los mejores personajes xD
Cap dedicado a CamyySolano ♡♡
Hoy os recomiendo 'always be a fan' de Eva Grace, como cada semana el Descubrimiento Semanal sorprendiéndome.
[...]
"Cuidado, cuidado..."
Jungkook oyó una vocecilla a lo lejos que le despertó, quejándose en apenas un susurro. Una vocecilla que, por supuesto, no tardó en reconocer como la de TaeHyung.
"No tan fuerte, hombre, sé más cuidadoso." La nuevamente voz de TaeHyung dijo, gruñendo.
El ceño del azabache se frunció, confundido al no saber qué estaba ocurriendo a su alrededor. Abrió los ojos tan sólo un poco, sólo para descubrir que no podía ver nada en absoluto debido a un trozo de tela sobre estos, tapándolos.
¿Qué demonios?
"¡Pero cuidado, bruto!"
"Es que vas muy lento, joder." Se quejaba otra voz, la cual no tardó en reconocer como la de Wooyoung, junto al ruido de muebles siendo sacudidos. Su ceño se frunció aún más.
¿Qué demonios al cuadrado?
"Porque no tengo la misma fuerza que tú, ¿acaso te has parado a pensar en eso, imbécil?"
Jungkook no entendía nada. Ni por qué escucha esos ruidos, ni por qué Wooyoung y TaeHyung parecían discutir, estar en situación comprometedora o ambas cosas a la vez.
Lo único que sabía es que, después de aquella fiesta tan aclamada y que claramente cumplió sus expectativas, TaeHyung y él habían pasado las últimas veinticuatro horas prácticamente hibernando, tan sólo levantándose de la cama (él, en su caso, del suelo) para comer, ir al baño (que por fortuna ya podía usarlo sin que la mitad de su cuerpo sobresaliese) y dar un pequeño paseo por los alrededores para no crear musgo en el taller.
De cualquier modo, no se arrepentía en absoluto. La noche del viernes había sido una de las mejores de toda su vida. No lo cambiaría por nada.
"¡Me estás haciendo daño!" TaeHyung chilló con apenas un hilo de voz, quejándose.
Wooyoung sólo suspiró.
"Lo siento, ha sido sin querer."
"Estás empujando muy fuerte. A este paso vas a partirme la columna."
A este punto, aún medio adormilado y sin saber si lo que escuchaba estaba sucediendo de verdad o por el contrario era producto de su mente y en realidad aún se encontraba soñando, Jungkook no sabía si quería seguir escuchando.
TaeHyung emitió un quejido.
"¡Más lento!"
"Cállate, como sigas así nos va a terminar descubriendo, TaeHyung. Eres muy ruidoso." Wooyoung siseó.
"Y tú más bruto que un ladrillo volando. No pienso volver a hacer esto contigo, que lo sepas. La próxima vez que necesite ayuda, acudiré a Choi San."
Un jadeo sonó. "¿Cómo te atreves a decir eso...? Qué poca vergüenza hay que tener, Kim TaeHyung... ¡Retíralo ahora mismo!"
Alguien chistó. Probablemente el pelirosa.
"Ahora eres tú quien va a despertarlo." Señalaba. "Cállate, si no quieres que de verdad acuda al doctor."
"Bueno, bueno... Pero que sepas que no me hacen gracia esas amenazas. Son un golpe bajo." Resignado, Wooyoung accedió, bufando por décima vez. "Vamos arriba, ¿no? A tu habitación, ¿o lo haremos aquí?"
"Arriba, arriba, mi cama está ahí."
Los ojos de Jungkook parecían a punto de salírsele de las cuencas, siendo eso lo último que sus oídos pudieran apreciar antes de que todos los ruidos siguientes se redujeran a jadeos, gemidos de dudosa procedencia y más muebles moviéndose.
¿Qué demonios al cubo?
Sólo entonces, cuando el sueño lo abandonó y encontró fuerzas suficientes para reaccionar, queriendo quitarse aquello que le tapaba la vista, la situación mejoró. O, bueno... En su caso no; sino que empeoró.
Una fuerza extraña, inusual y, ¿por qué no decirlo también? Húmeda, asquerosamente húmeda, pegajosa inclusive, lo empujó hasta que su cuerpo estuvo bocabajo. Eso, definitivamente, era extraño.
"¿Qué cojo..." Alcanzó a decir, medio segundo antes de que se le saliera el corazón por la boca.
Un grito abandonó sus labios, nada más destaparse la cara y encontrarse frente a frente con un cerdo, cuyo hocico tembloroso amenazaba con atacarle de nuevo.
"¡No me jodas!" Exclamó, viéndose sin salida alguna. "¡TaeHyung! ¡TaeHyung, socorro!"
Manteniendo los ojos como platos en una expresión puramente horrorizada mientras se arrastraba por el suelo, queriendo alejarse del cerdito que meneaba la cola, aparentemente feliz, y acercaba su hocico queriendo olisquearle, Jungkook quiso llorar.
Ahora sabía cómo se sintió TaeHyung el primer día que se conocieron. Pobre mosquito desafortunado e indefenso...
"¡TaeHyung! ¡Socorro!"
"¿Jungkook?" Este susurró, asomándose por las escaleras para ver qué ocurría.
"¡Ayúdame!"
Tan pronto como divisó a su preciado cachorro, Maoi-lee, acechando a su querido amigo en cuestión, sintió como se le iba la sangre a los pies.
"No fastidies..."
"¡TaeHyung!"
Wooyoung apareció tras el pelirosa, confundido ante la cantidad de gritos que venían de la primera planta, queriendo saber lo que estaba pasando. Sólo con ver aquella situación, fue suficiente para dejar escapar una sonora carcajada.
El extremadamente feliz cachorro de cerdo, Maoi-lee, trataba de arrollar a Jungkook como si este se tratase de un juguete más.
"¡No os quedéis mirando, ayudadme, joder!"
Esas palabras fueron suficientes para que algo en la cabeza de TaeHyung hiciera click, volando escaleras abajo, al rescate de su gran amigo, hasta llegar a donde este y su cachorro juguetón se encontraban.
A este punto le quedaba más que claro que Maoi-lee sólo aparecía para causar desastres.
"¡Quítamelo de encima, por favor!"
Jungkook no hacia más que temer por su vida, al borde del llanto. Y TaeHyung lo entendía a la perfección, pues de no conocer a su mascota, también tendría un miedo irracional.
"¡Maoi-lee, basta!"
Para el cerdo no fue difícil reconocer la voz de su dueño, deteniéndose en el momento exacto en que esta sonó y girándose ante él, demostrando su emoción por verlo con un zarandeo de cola, pegando su morro contra el pecho del pelirosa. Jungkook fue abofeteado en tres ocasiones, todas ellas seguidas.
"Sí, sí, yo también me alegro de verte, pero será mejor que dejes a Jungkook en paz si no quieres causarle un trauma." Acariciando su cabeza, dijo, riendo por las cosquillas que le producía. "No puedes aparecer de la nada y tratar a la gente como juguetes, ¿entiendes?"
En respuesta, Maoi-lee movió la cola más fuerte, abofeteando al azabache, quien hacia un arduo esfuerzo por ponerse en pie.
"¡Ay, ay! ¡TaeHyung!"
Wooyoung rio más fuerte. TaeHyung trató de no hacer lo mismo.
"Ya, ya... Maoi-lee, ve c-con Wooyoung, corre, que te está esperando."
"¡Ven conmigo!"
Así mismo, el cachorro echó a correr hacia el mencionado. Y, quien decía correr, en realidad quería decir volar, pues sus pequeñas pero ágiles alas se extendieron de modo que llegó hasta Wooyoung en cuestión de segundos, aterrizando junto a él con una efusividad envidiable.
Jungkook creía estar en medio de una pesadilla, hasta que sintió a TaeHyung tomándole del brazo para ayudarle a levantarse, aguantándose la risa, y supo que era más real que nunca. TaeHyung jamás podría formar parte de una pesadilla.
"¿Estás bien?"
"Pensé que iba a comerme..." Susurró, aliviado la verse fuera de peligro.
TaeHyung dejó escapar una risita. "Tranquilo, Maoi-lee es inofensivo. No come carne ni mucho menos tiene instinto de depredador. No haría daño ni a una mosca. A no ser que accidentalmente le cayera encima, claro..."
"¿Ese es el famoso Maoi-lee del que tanto me has hablado?"
"El mismo, sí. Llevaba varias semanas sin verlo por aquí... Al muy desgraciado le gusta desaparecer de vez en cuando."
"Ya veo..."
Analizándolo de lejos, ahora que ya no era un enemigo, Jungkook pudo notar sus diminutas alas vibrando al mismo tiempo que su cola rizada se movía de un lado a otro. Era un cerdo pequeño, de aproximadamente setenta y cinco centímetros de largo, pelaje blanco aterciopelado y pequeñas manchas grisáceas, su hocico redondo combinando a la perfección con aquellas alas rosadas. Lo encontraría ciertamente adorable, de no ser porque había atentado contra su vida.
Notando la mirada que Jungkook le estaba dando a su pobre cachorro, TaeHyung rio suavemente.
"No se lo tengas en cuenta, piensa que es un cachorro y todo lo que quiere es jugar. Si ve a alguien nuevo sentirá curiosidad... Todavía está aprendiendo."
Él asintió. "Sí, ya, sé cómo funciona, no te preocupes." Dijo, antes de quitarle la vista de encima al cachorro y posarla sobre él. "A todo esto... ¿Qué estabais haciendo Wooyoung y tú hace un momento? Me pareció escucharos."
"¿Wooyoung y yo?"
"Desperté escuchando ruidos muy raros. Demasiado raros. Luego oí que habíais subido a tu habitación y la idea que llegó a mí mente tomó un sentido bastante..."
Sin siquiera dejarle acabar la frase, con las mejillas ardiendo, TaeHyung puso una mano en su boca. "¡No!"
Jungkook frunció el ceño, soltándose. "¿No?"
"No, no estábamos haciendo eso que tú te piensas, e-en realidad se trata de una sorpresa para ti."
Aquello lo confundió aún más.
"¿Una sorpresa para mí?" Cuestionó, viéndole asentir.
"Sí, justo eso. Ven conmigo, anda, vamos a la parte de arriba para que puedas verlo por ti mismo."
"P-Pero..."
Él no sabia qué decir.
Sin esperar siquiera a que formulase una frase completa, TaeHyung agarró su mano, aprovechando que Wooyoung y Maoi-lee se habían trasladado al otro lado del taller para subir las escaleras sin obstáculos. Jaló de él hasta detenerse en seco a mitad de camino.
"Tápate los ojos." Le indicó.
"¿Por qué?"
"Tú hazlo, ¿vale? Yo te guiaré a partir de aquí. No quiero que te arruines la sorpresa. Tápate los ojos."
Algo inseguro, Jungkook así lo hizo, usando su mano libre, de la cual TaeHyung no jalaba, para cubrirse la mitad del rostro. Un pequeño suspiro abandonó sus labios.
"Sube, escalón."
Levantando el pie, subió torpemente un peldaño más.
"Sube, otro escalón." Repitió aquella acción de nuevo. "Otro." Y de nuevo. "Escalón." Otra vez. "Sube." Otra más. "Sube." Y otra. "El último, ten cuidado que este es más alto."
"Como me caiga, mosquito..."
"No te vas a caer."
Un poco a regañadientes terminó de subir los escalones, apoyando los pies en tierra firme antes de sentir como TaeHyung jalaba de él.
"¿Ya puedo mirar?"
"Todavía no, espera un momento." El pelirosa lo soltó. "Tápate los ojos con las dos manos." Le indicó, su voz sonando algo lejana, como si ya no lo tuviese al lado.
TaeHyung se movió de un lado a otro por toda la habitación, agarrando y soltando cosas con suma rapidez. Luego, se detuvo a observar su pequeña obra de arte con orgullo, para acto seguido volver junto al azabache.
"¿Ya?"
"¡Ya puedes!"
Colocando sus manos sobre las impropias, hizo los honores, permitiéndole ver aquello que tanto sudor y lágrimas (especialmente con la ayuda de Wooyoung) le había costado.
Jungkook miró hacia el frente, en busca de tal aclamada sorpresa. Y vaya que cumplía con la definición exacta de la palabra.
Delante de él se encontraba la cama de TaeHyung, aquella que tantas veces habían trasladado de un lado a otro, gracias a la ayuda de Wooyoung y su fuerza casi super sónica, perfectamente tendida y acomodada. La verdadera sorpresa se encontraba junto a ella, pues ahí yacía una base de madera tapizada de otra cama cuyo tamaño era igual o incluso más generoso. Y, sobre esta, un colchón aparentemente blandito, tapado por esas famosas mantas que tanto caracterizaban el trabajo de TaeHyung y haciendo juego con las almohadas.
"¿Te gusta?" Oyendo la vocecilla del pelirosa a su lado, se giró para mirarle. Tenía los ojos brillantes y una sonrisa inmensa en el rostro. Parecía expectante, deseoso por obtener alguna reacción.
Sin embargo, Jungkook no tenía palabras.
"Llevaba algún tiempo planeándolo y afortunadamente mi hermano mayor, Taevin, se encargó de la peor parte, la base. Él es carpintero, como ya sabes, así que no fue un problema hacerte una a tu medida." Continuó hablando, dado su silencio. "Yo me encargué del colchón a escondidas, aprovechando cada vez que el doctor Choi venía a hacerte el seguimiento para escaparme en busca de algodón." No recuerdo haber cosechado tanto en mi vida... Ha sido, al menos, un kilo setecientos gramos. Increíble..."
Jungkook tragó saliva, escuchando su voz de fondo sin poder siquiera pararse a entender lo que decía. Era imposible concentrarse, en especial cuando tenía la cabeza en otra parte, luchando por asimilarlo todo.
"...pero creo que ha merecido la pena, porque ha quedado un colchón bastante cómodo." Continuaba diciendo el pelirosa. "Aunque decidir eso ya depende de ti, claro. Puedo hacer algunos cambios si no estás cómodo en él, si necesitas más o menos relleno, ya sabes... No es un problema para mí. Lo importante es que ahora tienes una cama en la que dormir y puedes prescindir del suelo."
"Sí..."
Su voz bajita, casi inaudible, hizo que TaeHyung se sintiera temeroso, mirándole con preocupación.
"¿Qué pasa? ¿No te gusta?" Murmuró, observando al colchón inmediatamente después, en busca de lo que estaba mal. "¿Es por la manta o los cojines? Son fundas provisionales, p-puedo hacerte otras en cualquier momento, por eso no te preocupes."
Jungkook no tardó en negar. "En absoluto, mosquito, no. Nada de eso." Alcanzó a decir, viéndose obligado a salir de su burbuja. "Todo me parece maravilloso. El colchón, la base, la manta, los cojines..."
Una pequeña sonrisa jaló de sus labios.
"¿Entonces?"
"No me esperaba algo así, y-yo... Yo siento que os estáis tomando demasiadas molestias, ¿sabes?" Titubeó a la hora de sincerarse, respirando hondo.
TaeHyung ladeó la cabeza, claramente en desacuerdo.
"¿Demasiadas molestias por qué? ¿Por qué lo dices?"
El azabache rio entre dientes. "Porque sí, mosquito... Que me dejaras quedarme aquí, en tu taller y accedieras a cuidarme todo el tiempo sin rechistar, aún cuando éramos completos desconocidos, para mí ya era más que suficiente. Mucho más, de hecho. Todo esto es..."
"Esto es porque aprecio a mi amigo y quiero que todo el tiempo que pase aquí lo haga cómodamente." Finalizó por él, consiguiendo que sus ojos se posaran sobre sí de nuevo.
"Ya..."
"No lo hago con desgana, presionado o a regañadientes, sino con todo mi cariño, Jungkook." Su sinceridad fue tal, que el azabache no tuvo más palabras para decir. "Porque tú eres ese amigo al que tanto aprecio y no me importa si tuve que cuidarte cuando lo necesitabas, si tuve que ofrecerte mi taller aún siendo dos completos extraños. Los amigos siempre son extraños al principio."
Jungkook no pudo controlar sus lágrimas, asintiendo. "Lo sé..."
"Pues si lo sabes, haz el favor de dejar de creer que todo lo que hacemos por ti es demasiado o siquiera lo mereces, ¿de acuerdo?" Eliminando la primera lágrima en su mejilla, pidió, sonriéndole con dulzura.
Él soltó una risita, asintiendo. "De acuerdo, de acuerdo, lo siento. Es sólo que... Bueno, ya sabes, no estoy acostumbrado."
"Eso no es un problema, descuida." Le dijo, restándole importancia. Luego, vació sus pulmones. "¿Por qué no pruebas la cama y me dices qué tal? Necesito saber si es lo suficientemente cómoda para ti. Y sé honesto, ¿vale? No quiero que mientas por compromiso, di la verdad."
"Vale." Accedió, yendo hacia su nueva cama y tendiéndose sobre ella.
Todo su cuerpo se relajó al instante, haciéndole suspirar e incluso cerrar los ojos. No recordaba el tiempo que había estado sin tocar un colchón. Probablemente desde esa noche en la que durmió con el futuro príncipe, pero prefería ni mencionarlo.
TaeHyung apareció a su lado, expectante. "¿Qué tal?"
Él emitió algunos soniditos en respuesta, gimoteando. "Me acabo de despertar y ya tengo ganas de volverme a dormir..."
"¿Seguro? ¿Es cómoda?"
"Comodísima, mosquito. Te lo prometo."
"¿No me estás mintiendo?"
Jungkook meneó la cabeza perezosamente. "Por nada del mundo te mentiría, hablo en serio."
"¿Seguro?"
Dejando escapar un suspiro, Jungkook no respondió esta vez, dedicándose a mirarle con evidente cansancio en su mirada. Sabía que TaeHyung no se fiaría de su palabra por mucho que mencionara las mismas frases una y otra vez.
No le quedaba más remedio...
"Si no me crees, mosquito, será mejor que lo compruebes por ti mismo."
Acto seguido, sin darle tiempo a hablar, agarró de un puñado la túnica del pelirosa, levantándolo por los aires con el mismo esfuerzo que haría al toser y, escuchando su grito como reacción rápida, lo depositó junto a él en la cama para que pudiera tener su propia opinión.
"¡Jungkook!"
"¿Qué tal? ¿Es cómodo o no es cómodo?"
TaeHyung le dedicó una mirada fulminante que a Jungkook no le tomó desprevenido, sino que, en realidad, ni siquiera le importó. Encogiéndose de hombros, volvió a efectuar la misma pregunta.
"¿Es o no es cómodo?"
"Sí..."
"¿Me crees ahora?"
"Que sí..."
Satisfecho, asintió. "Así me gusta, mosquito."
"Eres un bruto, que lo sepas." Le dijo tras soltar un bufido, mientras alisaba su túnica con ambas manos.
"¿Yo por qué? Tú no confiabas en mi palabra y he tenido que demostrarte que decía la verdad. ¿No dicen que una acción vale más que mil palabras? Pues ahí lo tienes." Se encogió de hombros, demostrando su inocencia. "Este es el colchón más cómodo que he probado en los últimos trece años, no te estaba mintiendo."
"Más te vale..." Murmuró, apenas recayendo en lo que había dicho. "Eh, espera... ¿Cómo que en los últimos trece años? ¿Dónde se supone que dormías?"
Jungkook apretó los labios. "Depende. La mayor parte del tiempo dormía en un albergue comunitario, aunque otras muchas veces esa señora de la que te hablé, la mujer que me enseñó a hacer coronas de flores, me acogía en su casa por varias semanas. No le gustaba que durmiera en la calle."
El corazón de TaeHyung dio un vuelco inmediato.
"Ow..."
"Sí..." Una pequeña sonrisa triste apareció. "Decía que yo era como el hijo que nunca tuvo, que gracias a mí su casa no se sentía tan vacía..."
"Eso es muy dulce, Jungkook."
"Lo sé..."
Notando el brillo en aquellos ojos tan expresivos, TaeHyung le quitó otra lágrima que muy probablemente él ni sabía que tenía. Un pequeño suspiro abandonó sus labios.
"Es por ella que tienes tantas ganas de volver, ¿no?" Se atrevió a preguntar.
Jungkook apenas se encogió de hombros. "Es... Es complicado, mosquito. Ella apenas se acuerda de mí. Tiene demencia muy avanzada, así que en ocasiones sólo era un chico cualquiera cenando en su mesa. Por momentos tenía la sensación de que me temía, ¿sabes...? Así que simplemente prefería quedarme a dormir en el albergue."
"Entiendo..."
"Pero aún así, no quiero que sienta lo que yo sentí. Cuando mis padres murieron me quedé solo. No tenía a nadie." Suspiró, con la barbilla temblando. TaeHyung apretó su mano. "Incluso si ella no recuerda quien soy, quiero volver a su lado. Acompañarla."
Incapaz de ocultar sus propias lágrimas, su llanto conmocionado y el pesar de su corazón, TaeHyung respiró hondo, acariciándole la mano sin cesar.
"Eso habla muy bien de ti, Jungkook. Eres una persona increíble y apuesto que esa mujer es consciente de ello, por eso te aprecia tanto aún sin ser capaz de reconocerte."
En respuesta, el mencionado le sonrió, moviéndose para envolverle en un apretado abrazo. "Gracias, mosquito, muchas gracias."
Cerrando los ojos con fuerza, TaeHyung le devolvió el abrazo como si estuviera despidiéndose de él de antemano. Tal vez, esa era su forma de asimilar que, por mucho que no quisiera, Jungkook se marcharía porque era lo que debía hacer. Y aceptarlo.
"TaeHyung, tu cerdo se ha vuelto a escapar. He intentado que..." La voz de Wooyoung, quien subía las escaleras, se detuvo nada más llegar al segundo piso.
Luego, un incómodo silencio reinó, logrando que Jungkook y TaeHyung se separaran del abrazo tan apretado que compartían, girándose hacia él, quien permanecía callado, con los ojos como platos y una extraña expresión de shock.
"Eh... ¿Interrumpo algo?" Titubeó. "P-Porque si queríais hacer cosas guarras, tal vez deberíais haber esperado a que me fuera... Es una falta de respeto."
El azabache rio.
TaeHyung, rojo como una fresa, salió disparado fuera de la cama. "¡¿Qué dices, gilipollas?! ¡Claro que no! Estábamos hablando de cómo era su vida antes de venir aquí, ¡cerdo!"
"Ya, ya, seguro..."
Jungkook rio más fuerte.
"¡Que lo digo en serio!"
"Sí, sí, te creo... Pero la próxima vez, hablad cuando yo no esté cerca, ¿de acuerdo? No quiero encontrarme con una escena para adultos gratuitamente."
Las mejillas de TaeHyung amenazaron con explotar.
"¡Wooyoung!"
"En fin, yo me marcho. Os dejo con vuestra charla, se ve que estaba poniéndose interesante." Fue todo lo que dijo, guiñándoles un ojo como toque final, antes de volver por donde había venido.
TaeHyung gruñó. "Será..."
Medio segundo después, la cabeza de Wooyoung volvía a asomarse.
"Casi lo olvido... Jungkook, felicidades por tu nueva cama. Espero que te guste."
Dedicándole una sonrisa, este asintió. "Gracias. Es muy cómoda, sí."
"Eso parece, porque por lo rápido que la habéis estrenado debe serlo... Ojalá sea igual de resistente."
Tan rápido como la carcajada del azabache, quien ni siquiera se mostraba avergonzado ante las palabras sin vergüenza alguna de Wooyoung, resonó por la habitación, TaeHyung sintió que estaba al borde del colapso. Hirviendo.
"¡Vete ya!" Le gritó a Wooyoung, quien reía también.
Por supuesto, cobarde como una rata, Wooyoung desapareció de su vista en cuanto se sintió amenazado por él, volando escaleras abajo hasta que el espectro de su cabello rosa fue lo único que dejó atrás. Sin rastro. Luego, el pelirosa se giró hacia Jungkook, cuya sonrisilla continuaba siendo visible.
"¡Y tú no te rías!" Lo señaló. Aquella sonrisa se borró inmediatamente, como si nunca hubiese estado allí.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro