✧c.-010
N/A: No encuentro palabras suficientes para describir cómo me gusta esta novela y sus personajes. Es tan divertido y ameno escribirla xD
Cap dedicado a thvlaxie ♡♡
Hoy os recomiendo 'Not My Fault' de KUJAN, gracias al Descubrimiento Semanal como siempre.
[...]
En plena madrugada, TaeHyung fue despertado por el sonido de varios quejidos. Como si alguien estuviera llorando muy cerca de su oreja.
No tardó demasiado en darse cuenta de que ese alguien no podía ser otro que Jungkook.
Desconcertado, se levantó como pudo, todavía adormilado, con los ojos entrecerrados por el sueño y la oscuridad que le impedía ver al azabache. Este se encontraba justo a su izquierda, aprovechando que ya era lo suficientemente pequeño como para no tener que dormir con el miedo de aplastarlo.
Jungkook no paraba de gimotear y quejarse, removiéndose de un lado a otro.
"¿Jungkook?" Lo llamó, encontrando algunas dificultades para acercarse a él, pues tenía las piernas entumecidas.
La fuerte lluvia y el sonido de la tormenta cercana estremecieron a TaeHyung.
"Jungkook, ¿qué pasa?"
Sosteniéndose de su brazo en busca de estabilidad, logró alcanzarlo, encontrando que el gigante seguía profundamente dormido, sumergido en lo que parecía ser una cruel pesadilla.
"Jungkook..." Por tercera vez susurro, rodeando todo su cuerpo hasta poder tomarle el rostro. Estaba temblando. "Eh, oye, grandullón... ¿Qué sucede?"
El azabache abrió los ojos tan pronto como sintió un aroma familiar muy cerca de sí, junto aquella voz que con el paso de los días había memorizado a la perfección. No tardó demasiado en recobrar la consciencia, sintiendo su corazón acelerado, latiéndole desbocado contra las costillas.
Pudo ver a TaeHyung en la oscuridad, notando sus manos sosteniéndole el rostro y aquellos ojos pequeños, diminutos y brillantes observándole con preocupación.
"¿Q-Qué...?" Susurró, buscando su propia voz y tragando el grueso nudo en la garganta.
No sólo su corazón latía desbocado, sino que sudaba a borbotones, como si hubiese pasado las ultimas horas haciendo algún tipo de ejercicio. Y tan pronto como escuchó un rayo caer lo suficientemente cerca como para iluminar el exterior, sobresaltándole tras el impacto, jadeó, estremeciéndose de pies a cabeza.
Las manos de TaeHyung se posaron sobre su frente. "No pareces tener fiebre... ¿Te sientes mal?"
"¿Eh?"
"Me desperté porque te escuché quejarte y cuando quise darme cuenta estabas llorando. Pensé que tendrías fiebres o dolores fuertes porque se te ha pasado los efectos de la medicación."
Tragó saliva de nuevo, pasándose ambas manos por el rostro para comprobar lo que decía. Efectivamente, estaba llorando.
"No... No tengo fiebre, e-estoy bien." Respirando hondo, se apresuró el decir, buscando la forma de calmarse hasta que el siguiente rayo le sobresaltó. "Supongo que simplemente me despertó la tormenta y me asusté. No estoy acostumbrado a eso."
TaeHyung hizo una mueca. "Es verdad, dijiste que no llueve mucho por donde vives."
"Claro..."
"Pero estás sudando, Jungkook, ¿seguro que te encuentras bien?"
Antes de poder darle una respuesta afirmativa, el tercer rayo que impacto justo encima de la roca donde ambos descansaban, le arrebató un pequeño grito, viéndose obligado a cerrar los ojos momentáneamente. Para cuando los abrió, TaeHyung parecía aún más preocupado.
"Jungkook... ¿Es sólo porque no estás acostumbrado a la tormenta o hay algo más? ¿Te da miedo?"
"Claro- claro que no..." Dijo.
Temía sonar infantil, terminar ridiculizado por algo que ni siquiera tenía la capacidad de controlar. Prefería guardarse el miedo y acallar su trauma.
Por supuesto, TaeHyung no le creyó. "¿Seguro, grandullón?"
"Muy seguro."
"Sabes que puedes contarme cualquier cosa, ¿verdad? No pasa nada por tener miedo. Todos lo tenemos."
Jungkook respiró hondo. "Estoy bien."
Incluso si su respuesta no termino de convencer al mosquito rosa, este suspiró, resignándose, pues tampoco quería insistirle demasiado y que se tornase incómodo para él. Por lo que, asintiendo, lo dejó pasar, palmeando su pecho.
"De acuerdo, me alegra que sólo haya sido un susto." Le dijo, frunciendo los labios. "De todas formas, aquí dentro estamos muy seguros, la tormenta no puede alcanzarlos."
"Ya... Eso imaginaba."
"Y no estás solo, yo estoy aquí contigo. Te protegeré."
Jungkook rio, asintiendo. "Aprecio mucho eso, mosquito, es todo un detalle. Gracias..."
"No es nada. Ahora vuelve a dormir, grandullón. Mañana nos espera un día muy ajetreado por delante y voy a necesitar tu colaboración al cien por cien."
"De acuerdo."
"Que descanses, grandullón."
"Tú también, mosquito. Duerme bien."
Suspirando, Jungkook se preparó para cerrar los ojos, sobrevivir a los ruidos fuertes que le rodeaban e intentar calmarse para no alertar y perturbar por segunda vez el suelo de su pequeño amigo con alas. Bastante tedioso debía ser para él tener que cuidarle todo el tiempo. Pensó, apretando los labios y meneando la cabeza de un lado a otro.
A la mañana siguiente, Jungkook fue el primero el despertar, agradeciendo haber podido descansar lo suficiente como para no sentirse un zombi. Para su sorpresa, TaeHyung no estaba despierto también, buscándolo en todos lados y casi creyendo en la posibilidad de que este lo hubiese abandonado, hasta que encontró su pequeño cuerpo acostado sobre él, en su pecho. Eso no sólo le hizo suspirar, aliviado, sino que le hizo estremecerse de una forma en la que jamás había imaginado que podía suceder.
Una risita ronca y perezosa abandonó sus labios, encontrando no sólo que TaeHyung lo estaba usando como colchón, sino que además de eso, no había fallado en cubrirle de todas esas plantas y potingues medicinales. La única razón por la que había despertado sin dolor alguno.
"Mosquito..." Lo llamó al ser consciente de que el sol salía con fuerza en el exterior de aquella roca, pinchándole cuidadosamente con un dedo en la espalda. "Mosquito, despierta, ya es de día."
Este se removió solo un poco, entre quejidos. Luego, Jungkook palmeó suavemente el mismo lugar.
"TaeHyung, vamos..."
De nuevo, el pelirosa lloriqueó, sólo de esa forma abriendo los ojos poco a poco, usando ambas manos para frotárselos. Jungkook suspiró, siendo incapaz de borrar la pequeña sonrisa en su rostro.
"¿Qué pasa?" Murmuró, mirando a su alrededor, confundido, sin recordar dónde estaba. Su corazón dio un vuelco al no ver al gigante cerca. "¿D-Dónde estoy? ¿Jungkook?"
"Estoy aquí, mosquito. Te has quedado dormido sobre mí."
Y tan pronto como lo divisó, pudo respirar hondo. "Dios, qué susto..."
"Buenos días a ti también." Dijo, soltando una risita, mientras TaeHyung se acomodaba en su abdomen. "¿Has dormido bien, al menos? Siempre me han dicho que soy tan cómodo como dormir encima de un peluche."
Las mejillas del mosquito rosa no tardaron en ponerse rojas como dos tomates, quedándose helado cuando estaba pasándose ambas manos por la cara, como si un cubo de agua fría hubiese caído directamente desde el cielo, traspasando la roca y llegando a él.
Apartó dichas manos con lentitud, temiendo mirar a Jungkook de nuevo. "¿Q-Quién te ha dicho eso?"
"Mucha gente, pero no creo que quieras detalles."
TaeHyung rápidamente se estremeció.
"No, no quiero..." Negó de inmediato, sintiéndose horrorizado ante la simple idea. "Siento haberme quedado dormido encima de ti. Me desperté muy temprano para ponerte las medicinas, medirte y supongo que me ganó el sueño..."
"No te preocupes, no pasa nada. Apenas lo he notado, así que está bien."
"Hm, ya..." Su gesto se torció. "Yo lamento decirte que apenas has menguado tres centímetros esta noche."
Jungkook frunció el ceño, un poco preocupado. "¿Sólo tres centímetros?"
"Sí... Imagino que se debe al estrés tan repentino que te generó la tormenta. El doctor Choi nos dijo que si tu cuerpo sufría episodios de estrés durante el cambio, se reflejaría en los resultados. Y acabamos de comprobar que es completamente cierto." Los ojos del mosquito rosa brillaron con culpa, tristes. "Lamento haber influido en eso..."
"¿Tú por qué?"
"Porque quise traerte aquí creyendo que cambiar un poco de aires te iría bien, pero ha sido todo lo contrario."
Vaciando sus pulmones en un suspiro prolongado, alargó el brazo hasta atrapar a la pequeña criatura, quien chilló nada más ser rodeado, aquello tomándole por sorpresa.
"¡Jungkook!"
El susodicho se detuvo sólo cuando tenía a TaeHyung justo delante, lo suficientemente cerca para poder apreciar sus facciones sin tener que entrecerrar los ojos. Y, sosteniéndolo como si de un micrófono se tratase, aflojó el agarre.
"¿El doctor Choi dijo que debíamos preocuparnos si menguaba menos de cinco a siete centímetros por día?" Quiso saber. Él negó, aún viéndose consternado. "¿Dijo que era perjudicial para mí?" Una vez más, su pequeña cabeza se movió de un lado a otro. "Entonces, ¿dónde está el problema, mosquito? Yo no me quejo, no lo hagas tú por mí."
"Ya..."
"Además, es un alivio saber que todavía puedo considerarme un poco alto... Hoy mi autoestima seguramente sea mejor que los otros días."
Sus palabras, indudablemente, hicieron a TaeHyung reír.
"Eres tonto, Jungkook... No entiendo por qué ser más o menos pequeño debería afectarte a la autoestima. Ni que cambiase tanto las cosas..."
"Sí que lo hace, en realidad."
Él negó. "Aquí no. De hecho, siendo tan grande eres prácticamente inútil.
Un bufido abandonó los labios del azabache, como era de esperar.
"No te ofendas, pero es la verdad."
"Pues sí que me ofendo, mosquito." Le dijo, frunciendo el ceño. "De todos modos, no me importa si crezco un poquito menos y eso alarga mi proceso. Tampoco es tan malo tener que esperar a la madrugada para poder salir y evitar un posible caos entre tus vecinos."
Todavía riendo, el ceño de TaeHyung se frunció, algo confundido. "¿Por qué causarías un caos entre mis vecinos?"
"Porque soy gigante." Respondió, como si fuera obvio, extrañándose al no entender la confusión ajena. "¿No es esa la razón por la que me ocultáis en el taller hasta que se haga de noche, ahora que soy más pequeño?"
"Claro que no, Jungkook. Además, no te ocultamos; te protegemos de la gente."
Eso le confundió aún más. "¿Eh?"
"Tú no eres el problema en absoluto, sólo queremos evitarte estrés innecesario. Al principio sí que te quedabas en el taller porque eras gigante y obviamente no cabías por la puerta, pero ahora se trata de eso. Evitarte estrés." Explicó, acomodándose en la palma de su mano, ya que no parecía mostrar indicios de querer soltarlo. "Eres objetivamente más grande que cualquiera de nosotros y eso la gente iba a notarlo. Harían muchas preguntas sobre tu especie, de dónde provienes y cómo has llegado aquí... Ya sabes, lo que cualquiera querría saber."
"Sí, bueno..."
"También es posible que te investigaran y culparan por el incidente del huerto..." Le recordó, con los labios apretados.
Jungkook palideció. "¿E-En serio?"
"Claro. Aunque eso está más que olvidado, no te preocupes, ya lo solucionamos todo con la ayuda de Hyungsik. Él se encargó de solucionar el desastre y quitarnos un gran peso de encima."
"Oh... y, ¿quién es Hyungsik? No he desbloqueado a ese mosquito todavía. Creo..."
"Es el hermano mayor de Jimin." Respondió, mientras se inclinaba en dirección a su pecho para comenzar a quitarle las hojas de encima. "Como no podía ser menos considerando de qué familia proviene y su conexión con la naturaleza, Hyungsik tiene la habilidad de reavivar plantas, árboles, matorrales... Todo lo verde que se te ocurra."
"Vaya... Eso es alucinante."
Los labios de TaeHyung volvieron a fruncirse en una pequeña mueca casi imperceptible. "Sí, supongo que lo es." Asintió. "A lo que voy es que por eso mismo tratamos de protegerte y evitar que otros puedan verte. No queremos que nada pueda perjudicarte."
Jungkook asintió, comprendiendo, a la misma vez que sintiéndose aliviado, pues agradecía no seguir siendo un problema para ellos.
"Aprecio mucho que queráis cuidarme tanto... Significa mucho para mí."
"Para nosotros también."
"¿Para vosotros?"
TaeHyung también asintió. "Claro, somos amigos. Los amigos se cuidan unos a otros, ¿no?"
"Sí, por supuesto..." Murmuraba, notando como un cosquilleo se apoderaba de su pecho. Algo inusual, que muy pocas veces había sentido. Era agradable. "Aquí hacéis amigos muy rápido, ¿no?"
Él, que no supo cómo tomar aquella pregunta exactamente, ladeó la cabeza.
"Bueno... Si después de casi aterrizar sobre mi mascota y sobre mí, lanzarme de un manotazo al suelo, tomarme como rehén, hacerme dormir sobre tu cabeza para no aplastarme mientras duerme, criticar y acto seguido engullir mis desayunos, cuidarte tras tomar un elixir que gradualmente te hace pequeñito, vestir la ropa que muy cariñosamente te he preparado y dejarme usarte como almohada; no somos amigos..." Necesitó algunos segundos para tomar aire antes de continuar. "...dímelo para estar al tanto."
Jungkook dejó escapar una carcajada, pasando su dedo índice por la cabeza del pelirosa, acariciándolo. "Oh no, por supuesto que no. Estoy encantado de ser tu amigo, mosquito, nada me agrada más que eso."
"Eso espero." Satisfecho, asintió.
Suspirando apenas, mientras sentía como TaeHyung continuaba quitándole las hojas poco a poco, aprovechó ese pequeño momento de silencio para mirar a través del hueco que tenía la roca justo a su izquierda, pudiendo ver el paisaje que le rodeaba. Sus ojos se iluminaron, pues esa era la primera vez que podía ver el exterior sin ser de noche. Era precioso.
"Listo... Ya estás libre de curaciones y medicina por hoy. No creo que te hagan falta hasta que lleguemos al taller..." Suspiraba también, separándose, sólo así dándose cuenta que Jungkook tenía su atención puesta en otra cosa. Siguió sus ojos para ver de qué se trataba. "¿Qué miras?"
El azabache señaló con su dedo índice lo que veía.
"El bosque... Se ve muy bonito de día."
TaeHyung esbozó una sonrisita, estando de acuerdo, pues a él también le maravillaba. "¿Verdad? Antial es mi zona favorita de toda la región. Me encanta venir aquí."
"¿Antial? ¿Así es como se llama el bosque?"
"Sí, es el único bosque que tenemos en Ae-Dexian-Thee. Rodea toda la región al completo."
Los ojos del azabache no dejaron de mirar al exterior ni por un segundo. "Eso explica que sea tan grande... Aunque también es precioso. Creo que es el lugar más bonito que he visto en mi vida."
"Me alegra mucho que te guste." Con su sonrisa haciéndose más grande casi inconscientemente, el pelirosa puso una mano en su hombro. Una bombilla se iluminó sobre su cabeza casi de inmediato, mirándole con ojos brillantes y amplios. "¿Quieres salir fuera?"
Jungkook le devolvió la mirada, confundido. "¿Ahora? ¿De día?"
"Claro que sí. A esta hora no suele venir nadie por aquí, tenemos toda esta zona para nosotros dos. ¿Por qué no damos un paseo? Me gustaría agarrar algunas flores más que ayer no pudimos recoger, tal vez a ti también te gusten para esas coronas tan bonitas." Propuso, viendo como los ojos ajenos se llenaban de un brillo que nunca antes había podido apreciar.
"¿E-En serio lo dices?"
TaeHyung rio, sintiéndose enternecido mientras se colocaba su propia corona de flores sobre la cabeza y agarraba lo esencial que llevar consigo.
"Que sí, bobo. Probablemente con todo lo que ha llovido esta noche se ha debido de formar alguna que otra piscina donde podrás darte un baño si quieres. Sé cuánto te gusta."
"Me encanta, sí..."
"Perfecto, entonces. Sígueme, por aquí."
Una vez terminó de reunir sus pertenencias en la pequeña mochila que tenían, dejando atrás la manta gigante, almohadas y el jarro con esencia de luciérnaga para alumbrar, TaeHyung se precipitó hacia la salida.
Sin embargo, Jungkook no le siguió, demasiado abrumado como para reaccionar siquiera. Él miró hacia atrás, donde se encontraba.
"¿Vienes conmigo o no, grandullón?"
Meneando su cabeza para salir de lo que creía que sería, una ensoñación, fijó su vista en TaeHyung. "¿Eh?"
"A dar ese paseo. ¿Me acompañas o te quedas aquí?"
Y sin dudarlo ni por un segundo, Jungkook se puso en pie con rapidez, yendo tras el mosquito rosa y saliendo del que había sido su refugio durante toda la noche.
Los rayos del Sol golpearon directamente en su rostro, logrando que su vista se tornase borrosa y torpe durante apenas unos segundos, los que tardó en acostumbrarse a la luz natural y claridad tras tantos días encerrado. La brisa fresca chocó contra él, siendo arropado por esta. Se estremeció, suspirando.
Nunca se había sentido tan en paz con la naturaleza como ahora, sintiéndose parte de ella, como si de un refugio se tratase.
El cielo azul, el Sol redondo, brillante, las nubes blanquecinas y los pájaros de miles de colores sobrevolando a lo lejos, en lo más alto, donde únicamente las copas de los árboles más altos pudieran alcanzarlos.
Era maravilloso.
"Ven, por aquí, Jungkook." La vocecilla de TaeHyung le sacó de sus pensamientos, teniendo que mirar a su alrededor para poder apreciar su figura a lo lejos. "Mira estas flores, ¿te gustan?"
Él se acercó con pasos grandes, llegando junto al mosquito en tiempo récord.
"Son azules, amarillas y verdes, ¿qué te parecen?"
"Me gustan mucho sus colores..." Dijo, sólo eso bastando para que el pelirosa agarrase un buen puñado. "¿Cómo se llaman?"
"Calla Camper, se parecen mucho a los tulipanes, aunque no son monocromáticos y sus pétalos están más hacia fuera. Sólo salen en esta época del año, durante el verano." Explicaba, dándole una para que pudiera apreciarla de cerca. "Exactamente igual que las que cogimos anoche."
"¿Y esas son...?"
"Azaleas, mis flores favoritas."
"¿En serio?" Dijo, viéndole asentir. "Eso explica que te gustase tanto la corona que te hice..."
Una risita abandonó los labios del pelirosa, que negaba. "Que estuviera hecha de mis flores favoritas le dio muchos puntos a favor, pero me encantó especialmente porque soy muy feliz recibiendo y haciendo regalos. Creo que es algo muy bonito cuando no hay ninguna razón aparente de por medio, sólo porque sí."
Jungkook analizó sus expresiones por unos instantes.
"Oh... ¿Te gusta hacer regalos?"
Este volvió a asentir. "Es lo que más me emociona en el mundo."
"¿Y recibirlos?"
"Igual que a todos, supongo, ¿o a ti no?" Quiso saber, viéndole encogerse de hombros.
"No sé, nunca he recibido regalos que yo recuerde... Desconozco cómo se siente."
Algo se instaló en el pecho de TaeHyung, viendo el modo en que los ojos de Jungkook perdían aquel brillo que anteriormente habían adoptado. Él no tardó en sentirse culpable, meneando la cabeza de un lado a otro en busca de cualquier cosa que pudiera cambiarlo.
Tan pronto como lo encontró, sonrió de oreja a oreja. "¡Mira, una piscina!"
Los ojos de Jungkook buscaron aquel lugar al instante.
"¿Dónde?"
"Allí, junto a ese árbol gigante. Ven, vamos." Haciéndole una señal para que fuese tras él, ambos avanzaron entre los árboles más pequeños. "Se ha debido de crear por la lluvia, apuesto a que el agua debe estar super fría ahora mismo..."
Jungkook no lo pensó dos veces antes de lanzarse al agua, salpicando todo a su alrededor.
"¡Ay!" El quejido de TaeHyung fue previsible en cuanto el cuerpo más grande impactó contra aquella masa de agua. "¡Qué fría, Jungkook!" Este se quejaba. "¡Gilipollas!"
Dejando escapar una sonora carcajada, Jungkook extendió sus brazos y piernas. "Dices palabras muy feas para ser tan pequeño, mosquito."
"¡Que no soy pequeño, tengo el tamaño perfecto para mi edad!" Chillaba, aún más irritado. "Y para que lo sepas, soy un adulto hecho y derecho. No hay nada de malo en que suelte groserías."
Jungkook le observó desde donde estaba. "¿Cuántos años tienes exactamente?"
"Como todos los demás a excepción de los mellizos, veintiuno."
"¿Cuántos van a cumplir los mellizos?"
"Veinte, son los más pequeños del grupo y en general. Aunque de estatura creo que es Wooyoung, mide diez centímetros, uno menos que yo..." Decía, conforme se acercaba al borde del charco y tomaba asiento.
El azabache ladeó la cabeza, no pudiendo ocultar lo maravillado que se encontraba por sus alturas. "¿Todos sois así de altos?"
"Depende. Los dexianees adultos miden entre nueve y quince centímetros aproximadamente. Pero como en cualquier parte del mundo, hay alguna que otra excepción."
"Entiendo... Hay casos de enanismo y gigantismo, supongo."
Asintiendo, TaeHyung metió su mano al agua un poco inseguro, estremeciéndose ante el contacto inmediato. "Ay, está muy fría..."
"No te creas, terminas acostumbrándote rápido. El cuerpo se adapta al cambio de temperatura." Aseguraba, atento a sus reacciones. "¿Por qué no te das un baño? No es tan profunda para que te ahogues incluso sin saber nadar."
Tras aquella pregunta, vio su cabeza pelirosa moverse de un lado a otro, negando muy lentamente incluso si la mueca en su rostro no parecía estar tan segura de dar una respuesta negativa. Tenía los labios apretados, mirando todo el tiempo al agua en busca de algo que le hiciera cambiar de opinión. Jungkook sabía muy bien que, en el fondo, estaba deseando meterse.
"Yo estoy aquí, mosquito, sabes que no voy a dejar que te ahogues."
"Me da miedo..."
"¿Qué es lo que te da miedo exactamente? ¿Ahogarte?"
Él asintió. "Volver a hacerlo, en realidad..."
Jungkook frunció el ceño, esa respuesta tomándole un poco por sorpresa. "¿Volver a hacerlo?" Repitió, creyendo haber oído mal. "¿Acaso te...?"
De nuevo, la pequeña criatura asintió, mordiéndose los labios.
"Cuando era pequeño, mi hermano y yo estábamos jugando junto a una cascada. Él estaba enseñándome a volar... M-Me costaba mucho hacerlo solo y era la única persona con la que me sentía seguro." Sus labios se estiraron en una sonrisita triste, pues eso ahora era totalmente diferente. "Lo estaba consiguiendo, podía volar medianamente alto después de muchos intentos. Taevin y yo nos emocionamos mucho por eso... Aunque ninguno de los dos fuimos conscientes de cuánto nos habíamos desviado hasta que dejé de sentir tierra firme en mis pies."
Para cuando TaeHyung miró a Jungkook de nuevo, este se encontraba horrorizado, probablemente anticipando los hechos.
"De un momento a otro yo sólo flotaba. Miré- miré hacia abajo y vi nada más que agua... Estaba tan alto que me dio miedo, así que mis alas dejaron de funcionar. Se bloquearon. Las de mi hermano también." Continuó diciendo, sus labios apretados. "Caí treinta metros hacia abajo. El agua impidió una tragedia importante, pero aún así el impacto fue tan grande como para dejarme inconsciente."
"Dios, TaeHyung..."
Los ojos del gigante brillaban con intensidad, observándole.
"Afortunadamente Taevin pudo reaccionar y me sacó del agua antes de poder lamentarnos mucho..." Finalizando aquella historia con una media sonrisa, suspiró. "Por eso me da tanto miedo estar en contacto con grandes y pequeñas masas de agua. Mis alas también se bloquean en sitios muy altos por lo mismo."
"Siento que hayas tenido que pasar por eso, mosquito. Es una mierda..."
"Lo sé, pero aún así me encanta el mar." Aseguraba, todavía sonriendo. "Desearía poder meterme en él sin tenerle miedo, pero por desgracia no puedo..."
Jungkook mordió su labio inferior sin dejar de observarle, analizando a TaeHyung, pensativo. Hasta que una idea cruzó su mente.
"Pero sí que puedes..."
TaeHyung le escuchó fugazmente. "¿Eh?"
"Sí que puedes." Repitió, no dudando en tenderle una mano. "Súbete ahí."
"¿Para qué?"
"Tú hazlo."
"Jungkook..."
Este negó. "Hazlo, hazme caso. Ya te dije que no iba a permitir que te ahogaras."
Con las piernas algo temblorosas y la tensión en todo su cuerpo siendo más que evidente, TaeHyung hizo lo pedido, subiéndose encima de Jungkook. Un chillido sonó, tan pronto como el azabache movió la mano, acercándose peligrosamente al agua.
"¡No, Jungkook!"
"Tranquilo, TaeHyung, no te vas a caer." Aseguraba con una voz dulce, aterciopelada. Luego, depositó al pequeño dexian sobre su abdomen, donde había despertado justamente esa mañana.
El cuerpo de TaeHyung sufrió las consecuencias del agua fría que le hicieron estremecerse de pies a cabeza. Pero no se hundió, pues allí sentado el agua sólo cubría hasta su espalda baja. Tan pronto como abrió los ojos (pues aterrorizado los había mantenido cerrados durante todo el trayecto), vio que Jungkook le observaba con una sonrisa.
"¿Ves? Sí que puedes, mosquito." Señalaba, orgulloso. "Tenemos que aprovechar mi estatura antes de volverme uno de vosotros, ¿no?"
Devolviéndole la sonrisa, TaeHyung apenas recayó en sus palabras, por lo que abrió la boca, dispuesto a quejarse. Sin embargo, la voz de Jungkook sonó por encima de la propia, impidiéndoselo.
"No me estoy quejando, para que quede claro."
"Ah..." Asentía, toda su molesta reciente desapareciendo y convirtiéndose de nuevo en una sonrisa.
El corazón le latía con rapidez. Feliz, pleno.
"Muchas gracias por permitirme disfrutar de esto sin tenerle miedo a morir ahogado, Jungkook."
Él no dudó en devolverle la sonrisa. "No tienes que agradecerme, mosquito. Somos amigos, ¿no? Tú mismo lo dijiste hace un rato." TaeHyung asintió, dándole la razón. "Los amigos se ayudan, así que eso he hecho."
"Pero esto significa mucho para mí, por eso te lo agradezco."
Su sonrisa se suavizó. "En ese caso, no es nada. Encantado de poder haberte ayudado."
Y la de TaeHyung se ensanchó, tomándose la libertad de recostarse en su abdomen y que el agua cubriera el resto de su cuerpo. Aquello le hizo estremecerse, pero permaneció en esa postura a pesar de que su miedo seguía latente. Sabía que estaba seguro allí, con Jungkook. El mismo que le observaba con ojos brillantes y una sonrisa dulce.
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