Pues allá va otro capítulo más, disfrutadlo y fijaos en los pequeños detalles. Gracias por los votos y los comentarios ¡Sois amor!

Nazz colgó la llamada y Kevin volvió a guardarse el móvil en los vaqueros. Se crujió los nudillos.

"El show está a punto de empezar" se dijo. 

Si Edd dijera que había estado tan atento en clase como siempre mentiría. A primera hora en la clase de historia fue incapaz de coger apuntes adicionales del documental que habían visionado y en las dos siguientes horas de lengua había acabado haciendo un desastre con sus apuntes que ahora nada tenían que ver con su acostumbrado sistema de orden y limpieza.

"Es normal" se dijo "esta tarde llegaré a casa y los pasaré a limpio. También volveré a ver ese documental y cogeré notas, no puedo descuidarme"

Ahí estaban los primeros vestigios de su inminente perdida de la rutina.

En el descanso fue incapaz de comer nada y Eddy acabó riéndose de el por que tartamudeaba un poco al hablar.

Estaba exagerando, pero Edd era así desde que era un niño, elevando la más mínima minucia a todo un mundo.
No por nada si salpicaba algo de aceite en la cocina acababa fregando la casa entera con uno de esos desinfectantes fuertes que hacen llorar los ojos con el olor.

Miró su reloj, aún quedaba hora y media para las dos.

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Kevin se pasó la hora de matemáticas chasqueando la lengua con impaciencia y mirando un pinto fijo del infinito mientras que las explicaciones del profesor pasaban por su oído como un ruido blanco.
En su mente solo había lugar para pensar en sus movimientos en la biblioteca, dejaría que Nazz se lo contará "Estoy saliendo con Doble D" y el sonreiría, le diría "que callado te lo tenías" y dejaría que la conversación siguiese fluyendo hasta que ella le contara todos los detalles de como había acabado pasando. El seguiría sonriendo en todo momento como si aquello le llenase de felicidad "me alegro por ti, Edd es un buen chico"
En esa última frase no estaría mintiendo del todo, no se alegraba por ella pero si que pensaba que Doble D era un buen chico. O al menos lo pensaba hasta que le levanto a la chica en su cara.

Kevin conocía a Edd desde que eran pequeños y el chico del gorro se mudo al barrio, desde siempre lo había visto acompañado de el idiota de Eddy y el subnormal de Ed.

Cuando era un niño tenía que reconocer que los "Eds" eran un dolor en el culo y aunque a veces lo seguían siendo Edd era el único salvable de ese trío. Era el tipo de chaval que se entretiene ayudando a cruzar a un para de abuelas o acababa saliendo 3 horas después de que sonase el timbre de salida para ayudar a la enfermera del colegio.

Si Kevin era el prototipo de chico guay, Doble D era el prototipo de buen chico.

Los dos eran un par de clichés.

El timbre que marcaba el final de la clase sonó liberando a Kevin de sus pensamientos, se echó la mochila al hombro y salió corriendo por la puerta en dirección a la biblioteca.

Era hora de que los clichés se encontraran.