Antes de nada quiero aclarar que sí, esto es Kevedd, pero todo a su tiempo. No me cortéis la cabeza todavía.

¡Muchas gracias por los comentarios!

"Si esto sale bien me vas a tener el llenar una piscina de chuches"

Doble D rió, Eddy nunca cambiaría.

Y bromeando por el camino, aquel trió se dirigió al Cul de Sac.

Edd se levantó incluso más temprano de lo habitual aquella mañana, le quedaba al menos una hora para dormir antes de tener que posar los pies en la alfombrilla junto a su cama para empezar su rutina diaria.

"Todo va a ir bien, Nazz está conmigo y también los chicos. Nada puede salir mal."

Sintiéndose incapaz de dormir nuevamente se incorporó con lentitud y se dirigió a su escritorio. Allí estaba una de sus posiciones mas preciadas, Jim.

"Es la hora del desayuno" susurró mientras agarraba un gotero para regar su cactus.

"...5 gotas, perfecto"

Miró a la planta con una sonrisa de oreja a oreja, cualquiera que le viese conversar con una maceta pensaría que estaba loco, pero la verdad es que ocuparse de Jim le llenaba de tranquilidad.

Amaba la rutina, era como sentirse completamente dueño de su destino.

Nada fuera de lugar.

Tranquilidad.

"TAN TAN TAAAN TAN TAN TAN TAAAN"

Doble D dio un salto en su silla debido a la sorpresa, no era su alarma, para eso quedaba más de media hora.

Era su tono de mensajes de móvil.

"Adiós tranquilidad" se dijo alargando el brazo hacia el aparato que acababa de sonar.

-Mensaje entrante-

Nazz

Hoy en la biblioteca del instituto a las 2,

me aseguraré de que no haya nadie

Tecleó un escueto "Gracias, allí estaré" y lo envió a modo de respuesta.

Se rascó la cabeza y suspiró un poco sonrojado por aquel "me aseguraré de que no haya nadie". A pesar de que era el primero de su clase gracias a su inteligencia se sentía totalmente inepto respecto a los sentimientos. Sus padres nunca habían pasado mucho tiempo con el por lo que aprendió a ser auto-suficiente a muy temprana edad y los dos mejores amigos que había logrado hacer desde niño no eran un buen ejemplo a lo que se refiere al tema sentimentaloide. Eddy estaba obsesionado con el dinero y con ser como su hermano, un patán sin escrúpulos y Ed, bueno, Ed era Ed.

No, no era bueno para esas cosas,le hacia sentir que las cosas se salían de control y fuera de su alcance.

"En fin, el que algo quiere algo le cuesta"

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Kevin mordisqueó su trozo de pizza antes de lanzarla a la caja casi con desprecio, aun seguía dándole vueltas a lo que había visto esa mañana. En un principio había pensado ir a por Nazz, hablar con ella y pedirle una oportunidad. Pero simplemente no podía, ella no le había contado nada así que simplemente se suponía que el no sabia nada de aquella relación con aquel gilipuertas.

Tampoco podía ir y simplemente ir y pedirle que dejará a Edd para salir con el, ella podría mandarle a paseo y con razón. Y ante todo Nazz era su amiga y no quería perderle también de ese modo.

Primero debería hacer que se lo confesara, que le contase todo sobre como se había enamorado por más que le molestase. Después se haría notar tanto y dejaría de tal manera en evidencia a Doble D que ella acabaría corriendo a sus brazos. El plan necesitaba algunos remiendos, pero era solo un esbozo.

El móvil le empezó a vibrar en el bolsillo, lo sacó con pesadez.

-Llamada entrante Nazz-

Al mirar el nombre de la remitente de aquella llamada casi deja caer el teléfono al suelo, carraspeó un par de veces para recuperar la compostura y contestó a la llamada. Debía actuar lo más casual posible, era bastante habitual que Nazz le llamase de vez en cuando para charlar. Después de todo ella le decía cada dos por tres que era su mejor amigo. 

"Hey"

"Hola Kevin ¿Qué haces?"

"Acabo de cenar ¿y tu?"

"Llamarte, tontorrón"

Los dos soltaron una risilla cómplice por aquella broma tonta.

"Quiero contarte algo"

Kevin se quedó estático en el sitio, se lo iba a decir, sin más, sin tener que indagar. Su plan iba a comenzar antes de lo previsto.

"Claro, dime"

"Por aquí no, mejor mañana en persona. ¿Te parece bien a las dos en la biblioteca del instituto? a esa hora esta desierta"

"Por supuesto"

"Hasta mañana"

"Adiós"

Nazz colgó la llamada y Kevin volvió a guardarse el móvil en los vaqueros. Se crujió los nudillos. 

"El show está a punto de empezar" se dijo.