[ real life ]

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LEELA ESTABA DECIDIENDO ENTRE EL VESTIDO NEGRO Y EL VESTIDO ROJO, sabía que sería una noche pesada conociendo a los miembros del elenco, sentía la presión de caerles bien para evitar cualquier malentendido durante el rodaje, no dejaba la manía de acomodarse el cabello, ni la de zapatear con el pie cada que sentía que se tardaba de más haciendo algo sencillo, podía jurar que era le quinta vez que se regresaba a la ducha a revisar que las llaves de la regadera estaban bien cerradas.

Tomó el frasco de pastillas que había traído por si le daba algún malestar toda aquella ansiedad contenida, partió una píldora a la mitad temiendo que la dosis fuese muy fuerte y esperando que para la hora de la fiesta lograra relajarla un poco, decidió tratar de distraerse eligiendo el vestido negro.

Esperó unos minutos mientras arreglaba su maquillaje por tercera vez contando meticulosamente la tercera capa de rímel que se dio, las tres capas de labial cuyo exceso removió con un papel y difuminando a tres toques el iluminador en su nariz.

Bajó por el elevador contando series de tres en tres, cuando sintió que estaba por detenerse respiró hondo y se acercó animadamente a todos los presentes, algunos no le prestaron atención en lo absoluto, otros fingieron no verla, pero hubo quienes si se acercaron a ella.

—Tu eres Leela, ¿verdad?— Preguntó detrás de ella una voz femenina, al voltearse casi grita de la emoción al ver a Rachel McAdams en persona, pero se contuvo.

—Si, hola, no sabes el gusto que me da conocerte— Estiró su mano por cortesía, sintió un hormigueo cuando la teñida la estrechó con la suya, no quería hacer un gesto que pudiera malinterpretar y ser causa de chismes absurdos.

Rachel pareció entender qué estaba pasando y le sonrió con amabilidad retirando su mano con cuidado.

—No te preocupes, leí que tienes TOC y la verdad no sé como se siente pero entiendo que debe ser difícil para ti— Leela le regaló una sonrisa sincera, estaba feliz de que no fuese todo un drama el tener que explicarse con al menos una de sus compañeras, sabía que otros lo entenderían —No es que te stalkee, investigo un poco de mis compañeros antes de llegar porque me gusta trabajar bien— Leela estaba cada vez más impresionada con Rachel, era muy profesional y amigable.

Se pasó una mano por el cabello sintiendo un desacomodo imaginario y le siguió a la barra del hotel donde había más equipo de producción y del elenco, entre ellos Benedict Wong quien apenas se había rapado para su personaje.

—¿Qué tal?— Saludó el asiático amablemente.

—Hola, soy Leela— Se presentó primero y después Rachel siguiendo su gesto.

Sonrió de lado he hizo un gesto de asentimiento —Claro, eres la chica problemas— Leela frunció el ceño sin quitar la sonrisa, quería saber. Rachel abrió los ojos con asombro ante la audacia de Wong.

—¿Cómo que la chica problemas?— Se acomodó en la barra para escuchar mejor.

—No quería importunar, pero, muchas noticias amarillistas publican sobre ti y tus novios, la verdad no creo que seas una mala mujer, no te conozco — Wong hizo un gesto de desagrado que dio a entender lo disgustado que estaba ante el trato de la prensa —Ya conoces el medio, pero tu y yo todo bien— Se señaló a sí mismo, después a Leela y levantó el pulgar.

—La sentí cerca— La morena se pasó una mano quitando sudor imaginario de su frente y los tres comenzaron a reír.

Siguieron platicando animadamente sobre sus intereses y expectativas del filme hasta que algunos miembros de la producción y el director arribaron para irse, habían rentado un pequeño autobús con los vidrios polarizados para que los medios no siguieran los autos de ningún famoso arruinando la pequeña reunión.

Llegaron al lugar, un ambiente muy relajado con iluminación tenue pero lo suficientemente iluminado para reconocer a tu víctima sexual de la noche.

Acomodaron a todos en mesas dependiendo su área de trabajo, igualmente a quienes podrían considerar las 'celebridades' fueron bastante abiertos a convivir con todo el mundo, Leela quería dejar de lado la formalidad de mirar por encima del hombro a las personas, quería ser tan genuina como el medio se lo permitía por lo que tratar con amabilidad a las personas no significaba para nada ningún tipo de "sacrificio", le encantaba conocer nuevas personas por su personalidad extrovertida.

—Hola, lamento llegar tarde, no encontraba el autobús— Una voz conocida habló a sus espaldas.

Leela se volteó a ver quién era desde su asiento y se encontró con una mirada heterocromática que rápidamente la reconoció, Benedict estaba ante su 'ligue frustrado', aquella mujer en la que no había dejado de pensar durante más de un año, le dedicó una mirada pícara a la que ella no fue indiferente. Benedict se sentó a su lado como si nada,  de que se integrara como si nada al encuentro, Leela no le dirigió la mirada, sintió pena al mirarlo de esa forma como primera reacción.

A pesar de casi no hablarse ni mirarse durante la reunión, había algo que nadie del elenco podía ignorar, una sensación que no se podía contrarrestar con ninguna broma de Ejiofor o las anécdotas de Mikkelsen, esa era la química entre Leela y Benedict, incluso Rachel se cambió de asiento porque ya no podía soportarlo, pero sin alejarse de la morena.

La realidad es que ambos eran muy agradables a pesar de tener personalidades bastante contrarias, varias veces sus compañeros los vieron hacer bromas con los de producción, Benedict pidiendo que cuando hiciera tomas volando lo pasearan en el set por los aires o Leela lanzando advertencias de que no la hicieran reír porque después de una pequeña broma solía tener ataques de risa muy contagiosos.

Entonces ella se giró a verlo, era aquel rostro al que no había podido ver a detalle desde que llegó, y ahora estaba tan cerca de ella. Por alguna extraña razón, se sentía sumamente nerviosa a su alrededor, como si lo conociera de antes, un hormigueo que se extendió de sus extremidades se asentó en su estómago. Benedict quien estaba casi abrazándola del hombro se dio cuenta de esto, por lo que no le dirigió la mirada aunque ella lo miraba, quería despertar su interés a partir del desinterés.

—Cuidado Ben, te pueden engatusar esta noche— Mencionó Benedict Wong en burla tocando el tema de la tensión entre ambos, el único valiente de la noche.

—Si me engatusan, yo no me opongo— Sonrió de lado, volteando a ver a Leela tirándole la indirecta, quien también lo miraba.

Todos los presentes, naturalmente, se sorprendieron ante el atrevimiento por así decirlo, incluso Leela se planteaba con mayor seriedad los murmullos que había estado escuchando toda la noche, ¿Benedict Cumberbatch le estaba tirando la onda?

Después de todo aquello la velada pasó sin pena ni gloria, todos regresaban cantando canciones pop en el autobús, Benedict y Leela mirándose de vez en cuándo, algunas veces incluso formando parte de un karaoke con micrófonos imaginarios, todos bajaron alegremente a sus habitaciones en el hotel, no sin antes pasar la tragicomedia de la noche.

—Leela, espera— Escuchó la voz de Benedict llamarla, había entrado al elevador e iba a subir hasta que lo vio correr hacia ella con su bolso en mano.

Leela detuvo el elevador para dejarlo entrar y subir juntos, ¿qué podría pasar?

—Parece que eres olvidadiza— Mencionó Benedict acompañado de una risita nerviosa que Leela acompañó.

—Si, la verdad no me gusta traer bolsos de mano porque se me olvidan, los prefiero con correa— Benedict anotó mentalmente aquel dato, nunca sabría cuando tener en cuenta pequeños detalles —¿Gel antibacterial?—Ofreció Leela para no quedarse callados.

—Ya no tienes que fingir Leela, estamos solos— Ella abrió los ojos en sorpresa, frunciendo el seño en un gesto de confusión.

—O sea, ¿cómo?— Para Benedict, ella estaba haciéndose la desentendida. Para Leela, la confusión era evidente.

Ben frunció el seño de igual forma al ver que ella realmente no estaba actuando.

—¿No me recuerdas?, nos conocimos hace un año— Ella asintió pero no lograba entender qué tenía que ver —La alfombra, la fiesta, el hotel...— "¿Hotel?" pensó Leela, se llevó una mano a la boca cubriéndola sin saber qué carajo estaba pasando.

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Reviví y traigo drama de sobrao.

Nos leemos la próxima semana.