Diecisiete (Final)
San.
Tenia rato sin entrenar, mi condición física no ha bajado mucho, además mis actividades físicas han aumentado, Lucia se ha vuelto mi adicción sin duda, se adapto a mis gustos, a como me gusta ser de salvaje, que obedezca cada orden y aunque a veces su pudor se notaba, eso no le impedía ser la diosa qué es.
El capo la adora , mas que nada porque se lleva de maravilla con su esposa, así que las relaciones se estrechan aun mas, Mingi la protege como si fuera su hermana, desde que se paso como dos horas hablando con ella de mierdas filosóficas y esas cosas. Pues a ese idiota le gusta mucho el hacerse el interesante.
Poco a poco he tenido a cada hombre en la lista que le hizo daño, prometí que la vengaría y he pavimentado el suelo por el que ella camina cumpliendo mi palabra.
Mientras paso una toalla para quitar el sudor de mi cuello y frente, veo que entra mi mujer, viene con un vestido sencillo color arena, le gusta andar descalza apenas llega a casa, por lo que sus pasos ni se notan, se acerca a mi de manera lenta, con su dedo indicie levanta mi cabeza para ponerme derecho y sentarse sobre de mi con las piernas abiertas.
—¿Dónde estabas? —comienzo a besar sus hombros.
—Sali con la señora —tomo mi rostro entre sus manos y me beso lento —anduvimos de compras —se movió para crearme una erección, no tuvo que hacer mas que un movimiento para que me pusiera duro —¿me extrañaste?
—Como no tienes idea —su mano se deslizo por mi dorso desnudo hasta llegar al elástico de mis pantalones deportivos — ya quiero que todos los negocios sean en casa solo para verte.
—No puedes hacer eso —saco mi erección y levanto la cadera —debes de concentrarte en lo de siempre, cuando llegues a casa —se sentó lento sobre mi polla, hasta que llego a la base —tu mujer te esperara ansiosa de ti.
La bese mientras se movía y gemía, me fui a morder su cuello, sintiendo como me apretaba dentro en cada bajada, me encanta tenerla desnuda en la cama, pero sus arranques espontáneos de esta manera me vuelven loco, es como una probada de lo que conseguiré mas tarde, por eso las sensaciones son dos veces mas intensas.
La levante para ponerla en la ventana moviéndome ahora mas fuerte, no queria acabar tan pronto, pero estaba a mi limite, ella no me lo dejaba sencillo cuando podía sentir sus pezones duros, además de sus uñas rasgando mi espalda-
Me vacíe por completo mordiendo su labio al besarla.
—¿Cómo quieres que me resista a esto?
—Se que lo haras, tienes algo mas de lo que preocuparte ahora —tomo mi mano y fue hacia su vientre —el siguiente De Luca debe de tener lo mejor que su padre le pueda dar.
—¿Es una broma?
—No.
—En verdad que siempre fuiste mi regalo —acune su vientre en mi mano —si a su madre le prometí que seria feliz, este pequeño no tiene idea de lo mimado que será.
Volio a besarme y la cargue para llevarla a nuestra habitación, debo de aprovechar todo lo que pueda antes de que mi atención sea robada...
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