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Panick at the Docks!

-Finalmente están aquí- pensó Sparda precavido, viendo cómo de entre las sombras un par de mujeres llegaban.

La que estaba al frente era rubia de ojeo verdes esmeraldas. Usaba un traje negro que junto a su mirada severa la hacían ver como un guardaespaldas.

A su lado, se encontraba una encantadora mujer de inusuales ojos rojos y cabello blanco. Ella utilizaba un chaleco para el frío de color blanco inmaculado, junto a un sombrero un tanto alto.

-Te felicitó por haber llegado hasta aquí- comentó Lancer mientras salía de entre un par de contenedores.- Mientras ustedes pasaron el día entero paseando por la ciudad, el resto se mantuvo encerrado, fortaleciendo sus defensas. Solo tú tuviste el valor de responder a mi desafío.

Finalmente, ambas mujeres pudieron ver a Lancer, el cual se detuvo justo en medio de la iluminación.

-Y no son las únicas que han llegado- pensó Sparda, sintiendo ya varias presencias en el lugar.

El Caballero Oscuro debía de admitir que estaba curioso por el combate que se llevaría a cabo. Dependiendo de que habilidades se mostraran Sparda sabría como proseguir con ambos.

-Ese espíritu de pelea tan puro...¿Me equivocó si consideró que eres Saber?- cuestionó Lancer, alzando su cara finalmente.

-En efecto. Y tu debes de ser Lancer- confirmó la mujer cabellos rubios antes de deducir la clase de su futuro adversario.

Lancer solo río levemente ante esta situación.

-Estamos a punto de pelear a muerte, pero no podemos intercambiar nuestros nombres como indica la tradición...Hace que pierda el ánimo de pelear- admitió Lancer por su parte, pero su postura no hacía juego con sus palabras.

Saber simplemente se quedó callada, viendo minuciosamente como Lancer blandía con gracia su par de armas en un pequeño calentamiento, marcando que se encontraba listo para el combate.

Esta vez fue el turno de Saber, al dejar fluir Prana libremente por su ser, antes de cambiar su atuendo drásticamente.

El traje negro había desaparecido, para dar paso a un vestido azul, el color de la realeza, con una armadura de plata pulcra cubriéndola.

En sus manos, una hoja cubierta por los vientos mismos era blandida.

-Tiene una buena postura- observó Sparda, empezando a hacer sus propios cálculos de la longitud de la espada que por el momento se encontraba invisible.- Pero...un tanto tensa, algo que no va bien para alguien de su constitución física.

-Ten cuidado, Saber- la mujer, posiblemente la Master de Saber, avisó al Servant de cabellos rubios, ella misma alejándose un poco de ahí.

Sparda alzó una ceja, notando algo muy raro.

-Hay alguien más ahí- pensó con sorpresa, claramente pudiendo sentir un tercer Servant que se posó entre los combatientes y la mujer misma.

Sparda vio como ambos dialogaban un poco antes del combate, al parecer Lancer teniendo una maldicion en su rostro que seduce a las mujeres.

Eso junto al hecho de que porta dos lanzas de todas la cosas más el lunar ya le estaba dando una muy buena idea a Sparda sobre de quien se trataba.

Justo después de cambiar un par de palabras más, la Cuarta Guerra del Santo Grial comenzó oficialmente.

CLASH

El choque de armas no se hizo esperar, Saber tratando de cerrar la brecha que las lanzas de Lancer le proporcionaban, buscando llevar la pelea a combates más cercanos.

Ambos guerreros se movían con gracia, Saber sorpresivamente logrando igualar en fuerza física a Lancer, a pesar de su tamaño tan pequeño.

-En verdad que la Clase Saber es aterradora- pensó Sparda con una sonrisa de reto en su rostro.

Ahí por donde ambos pasarán, el piso quedaba completamente destrozado. No había duda alguna. Este era un combate entre Espíritus Heroicos.

Lancer aprovechaba la diferencia de longitud entre sus dos armas y peleaba con un estilo diferente en cada choque, obligando a Saber a ir a la defensiva.

Si bien Saber se podía acercar de vez en cuando, la velocidad de Lancer le impedía realizar algún golpe fatal.

Si bien la batalla parecía estar en un delicado empate, todo cambio cuando el Master de Lancer le permitió a este mismo utilizar su Noble Phantasm.

Desechando su lanza más pequeña, Lancer desenvolvió una lanza carmesí de sus vendajes y empezó una nueva contienda contra Saber.

Tanto Saber como su acompañante mostraron mostraron sorpresa genuina cuando el Noble Phantasm de Lancer disipó los vientos que recubrían la hoja de Saber una y otra vez en cada choque que tenían ambos, dejando ver a Sparda un par de vistazos de la espada.

-Una lanza capaz de traspasar cualquier magia, siendo este un Noble Phantasm de efecto pasivo- empezó a deducir Sparda.- Y a eso sumarle una segunda lanza más corta, el lunar y la maldicion en el rostro. No hay duda alguna...Diarmud Ua Duibhne- dedujo finalmente Sparda la identidad de Lancer.

La batalla prosiguió así unos momentos, cuando de un momento a otro el Noble Phantasm de Lancer traspaso como si nunca se hubiera encontrado ahí la armadura de Saber, logrando ser el primer en hacer una herida seria.

-Una espada dorada, y una armadura hecha de magia pura- pensó ahora, analizando a Saber.- Si a esto le sumo el hecho de que oculto su espada con tanto fervor, debe de ser un Espíritu Heroico muy reconocido- murmuró Sparda, cada vez más interesado en el combate.

Avenger también noto el hecho de que la segunda lanza de Lancer se ocultó entre el escombro que ambos Servants causaron, un hecho que Saber parecía ignorar.

-Esa clase de errores le costarían la vida hasta a los más grandes combatientes- comentó Sparda, negando con la cabeza ante la actitud de la joven.

Saber en ese momento cometió el peor error que pudo haber hecho, decidir quitarse su propia armadura.

-Eso es lo que Lancer quería desde el principio- pensó con un tanto de frustración ante la torpeza de Saber.- Ahora Lancer utilizara a [Gáe Buidhe] y le provocara una herida a Saber que será imposible de curar.

La deducción de parte de Sparda resultó ser cierta, y el resultado fue que Saber terminó con un tendón cortado, disminuyendo gravemente su fuerza de combate al ahora ya no poder utilizar ambos brazos correctamente en el uso de la espada.

Con esa información en mente, Saber finalmente pudo deducir la identidad de Lancer, pero ya era tarde, tanto Lancer como Avenger ya habían deducido por sí mismos la verdadera identidad de Saber.

-Arthur Pendragon, el Rey de los Caballeros- comentó Sparda con gracia, jamás en sus más locos sueños se hubiera imaginado algo así.

Sin embargo, lo que salió de los labios de Lancer lo dejó de piedra.

-Siempre fuiste alguien despreciable ante mis ojos- comentó Lancer, un desprecio salido de la nada se presentó en su rostro.- Tu, aquel rey que mató a sus súbditos sin ningún remordimiento y solo buscaba más poder en el final...¡Rey de los Demonios, Virgilio!

Sparda se quedó tieso en su lugar.

Los ojos de Saber mostraron shock puro.

El Servant escondido entre la mujer de cabellos blancos, Irisviel si Sparda recordaba bien, y ambos caballeros se tensó también.

Irisviel misma mostraba sorpresa por su parte.

-¿Vir...gilio?- murmuró Sparda, no pudiendo creer lo que acababa de oír.

Algo sumamente mal estaba pasando aquí.

Saber por su parte agacho la mirada, pero su mandíbula se notaba demasiado tensada. Era claro que trataba de mantener su ira a raya.

-Será un placer para cualquier caballero el evitar que un ser tan repulsivo como tú consiga el Santo Grial- continuo Lancer, no sabiendo que solo estaba empeorando las cosas.- Cualquier cosa que desees sin duda solo podría traer ruina al mundo. No me cabe duda alguna...tus caballeros deben de estar revolcándose en sus propias tumbas en este mismo momento, avergonzados consigo mismos de haber servido a un rey tan despreciable como lo fuiste tú...-

-¡CÁLLATE!-

Toda la palabrería de Lancer se vio interrumpida cuando se vio obligado a detener la espada de Saber con sus Noble Phantasms. El Caballero de Fianna retrocedió mucho de su lugar, con sus pies incrustándose en el pavimento.

Era claro que Saber estaba ardiendo en ira, puesto que sus ataques ahora eran más agresivos y sin ninguna pizca de la gracia anteriormente mostrada.

Una leve fluctuación de Prana se sintió provenir del Servant junto a Saber, y para sorpresa de Sparda la herida en el tendón de esta misma se había curado.

-Debe de ser un Caster muy competente si fue capaz de remover la maldicion desde esa distancia- pensó impresionado.

Con su agarre mejorado, Saber fue capaz de poner más fuerza detrás de sus estocadas, llegando al punto en el que Lancer quedó arrinconado entre un par de contenedores.

El Caballero de Fianna se vio obligado a desechar su lanza carmesí un momento, su tamaño no era el adecuado para esta situación, y pasó a defenderse con su lanza dorada.

Todo parecía acabado ya para Lancer, Saber lo estaba abrumando con sus ataques, sus manos se estaban entumeciendo ya y su posición no era la mejor.

-¡Aagghh!- Saber alzó su espada en alto, lista para dar un golpe fatal contra Lancer, cuando algo inesperado sucedió...

-¡[Fluer de Lys]!- exclamó una nueva voz.

Inmediatamente, una pequeña brisa de pétalos de presentó en el combate y baño a Saber, la cual tuvo que utilizar su espada para bloquear una rapier.

Aprovechando la distracción causada, Lancer le dio una patada rápida a la sección media a Saber, la cual no se vio en más opción que saltar y retirarse de ahí.

Cuando Saber finalmente se pudo haber alejado, pudo ver con claridad a su nuevo asaltante.

-Un mosquetero- dedujo Sparda de inmediato al ver tanto los ropajes como el arma del nuevo Servant.

Tenía puesto un enorme sombrero color verde con una pluma de un lado. Sus ropajes eran verdes y utilizaba una botas largas color blanco.

Lo más confuso para Sparda sin embargo era el género. Tenía rasgos femeninos pero ninguna curva que indicase eso mismo. Era un tanto confuso para cualquiera.

-Aunque teniendo en cuenta eso, su verdadera identidad se hace más fácil de deducir, en especial considerando que yo también fui un mosquetero- pensó, recordando sus viejos días protegiendo a Francia con todos sus camaradas.

-¿Te encuentras bien, Lancer?- pregunto el extraño al herido lancero, jamás apartando su mirada de Saber.

-Sobreviviré- respondió Lancer por su parte, viendo al recién llegado con gratitud...casi como si se conocieran.

-Aliados- dedujo Sparda, no era extraño el pensar que dos Masters se unirían para acabar con la competencia más rápido, era solo que esas alianzas bien podrían terminar mal.

-Gracias por la intervención...Saber- le dijo Lancer a su aliado.

Sparda por segunda vez volvió a mostrar sorpresa esa noche...esto no debería de ser posible.

¿Como es que había dos Sabers?

Concedido, ni Saber o su Master mostraron sorpresa con esta nueva información...algo sabían estas dos.

-Así que no fuimos los únicos a los que le pasó- murmuró Saber, pero Avenger fue capaz de escucharla perfectamente.- Lancer, ¿tu Master también invocó a un segundo Servant, verdad?

-¿También?- pregunto Lancer extrañado, hasta que finalmente captó lo que quiso decir Saber.

-Con esta información, es seguro decir que todos los Masters invocaron un segundo Servant- comentó Saber.

Lancer y el segundo Saber pasaron un par de segundos callados, más que seguro contactándose con su Master para reanudar una estrategia

Con una nueva estrategia formada, Lancer se mantuvo en la retaguardia para asegurarse que el segundo Servant que acompañase a Saber no interfiera, dejando a ambos Sabers para enfrentarse el uno al otro.

Un olor a ozono en el aire le dio a Avenger un tanto de ventaja...antes de que un nuevo Servant literalmente descendiera del cielo.

En un grito de guerra, un Servant que solo se podía suponer como Rider arribó, su carroza siendo tirada por un par de toros negros envueltos en rayos.

Sparda vio detenidamente la carroza por un momento, para Justo después ver al jinete de esta misma y contra toda expectativa...se rio libremente en una carcajada silenciosa.

-Es bueno volver a verte, Rey de los Conquistadores- comentó para si Sparda, feliz de ver a un viejo conocido suyo.

-¡Enfunden sus armas! ¡Están en presencia de un rey!- anunció de forma magistral Rider hacia los tres Servants combatiendo.- Soy Iskandar, Rey de los Conquistadores. ¡He sido llamado como Rider para esta Guerra del Santo Grial!-proclamó, para el shock y sorpresa de todos los presentes, su propio Master incluido.

Sparda por su parte rio un poco más, había extrañado mucho esa actitud de parte de Iskandar.

El propio Master de Rider lo llamó un idiota por revelar eso, más el rey simplemente lo ignoro y le saco el aire con un solo dedo, antes de ofrecerles a los tres Servants visibles una oportunidad de unírseles a su ejército.

La Saber de azul y Lancer rápidamente rechazaron la oferta, cada uno argumentado sus propias razones, pero pasó algo extraño cuando Iskandar oyó que Saber era el Rey de Bretaña.

-Jamas espere que el rey Arthur siempre haya sido en realidad una muchacha. ¡Que sorpresa!- exclamó Rider.

-¿Que está pasando aquí?- se cuestionó Sparda.- ¿Como es que Lancer dice que el Rey de Bretaña fue un tal Virgilio pero Rider diga que fue Arthur? Algo está fundamentalmente mal aquí.

El segundo Saber por su parte se negó también, y Justo cuando iba a explicar sus motivos el Master que compartía con Lancer se hizo oír, claramente molesto con el propio Master de Rider.

Aparentemente Waver Velvet había robado la reliquia con la cual invocó a Rider de su propio profesor, y este mismo lo prometió una muerte lenta y dolorosa.

Rider mismo se molestó ante esto, y sorprendiendo a su mismo Master, lo defendió y llamó al Master de Lancer y Saber un cobarde al ocultarse entre las sombras.

-¡Lancer, Saber!- llamó el Master de ambos, sin duda una vena inchandose en su frente.- ¡Ataquen a Rider y...!- su pedorrata se vio interrumpida sin embargo.

¿La razón?

Una solitaria flecha se clavó a poco centímetros de su pie.

-Veo que nos han subestimado- comentó Rider, antes de extender sus brazos en forma teatral.- ¡Nuestro Archer se encuentra listo para acabar con ustedes!

-Lancer y Saber- pensó Avenger mientras veía a ambos Servants aliados.- Saber y Caster- pensó, ahora viendo tanto a la de azul como al Servant todavía oculto a simple vista.- Y ahora un Rider junto a un Archer.

Todas eran buenas combinaciones en el campo de batalla, muy balanceadas a su propio modo, con muchas ventajas y pocas desventajas...pero no era que Sparda no hubiera sobrellevado situaciones peores en el pasado.

-Será divertido el enfrentarme a todos- pensó con una sonrisa de reto, su sangre ardiendo en deseo de un combate.

-¡Reunámonos en este lugar, Espíritus Heroicos que fuimos convocados por el Santo Grial!- exclamó Rider al aire.- Y los que sean demasiado cobardes como para mostrar la cara, ¡sepan que Iskandar, Rey de los Conquistadores, los desprecia por completo!

-No se si sentirme ofendido o dispuesto a contestar ante este reto- pensó Sparda para sí mismo, expectante de que curso tomaría el Caster aliado a un Saber.

Nada. Parece que es cierto eso de que lo s Casters jamás atacarían de frente.

Una corriente de aire se presentó, antes de que en una de las muchas farolas del lugar, unas motas de oró se empezaran a acumular.

-¿En una sola noche dos perros insolentes ignoran mi majestuosidad y se hacen llamar reyes?- cuestionó el recién llegado.

El era un hombre rubio con ojos rojo sangre, su armadura dorada brillaba ante la luz de la noche.

-Este hombre es peligroso- pensó para sí mismo Sparda, sus instintos diciéndole que este hombre era una fuerza a ser reconocida. Aunque también se encontraba atento ante el segundo Servant que debía de acompañarlo.

El recién llegado y Rider intercambiaron un par de palabras, donde el hombre de oro tomó mucha ira al oír a Iskandar presentarse como rey, argumentando que el mismo era el único y verdadero rey.

Mientras destrozaba el foco de la farola, un par de portales de oro se abrieron a su espalda, de donde una espada y una lanza se asomaron, la intención a contra quien iban apuntadas era clara.

-Ni siquiera pienses que esa excusa de Archer con el cual estas aliado te podrá salvar de mi furia, perro insolente- comentó tranquilo el hombre, quien debía de ser el otro Archer en este Guerra.

Tanto Lancer como el par de Sabers se pusieron en guardia, con el Caster presente erigiendo una barrera para proteger a su propio Master.

Rider por su parte se encontraba inusualmente tranquilo, su Master siendo otro caso al ser un manojo de nervios.

Archer se preparo para disparar sus armas, pero justo en ese momento el pavimento pareció explotar, y ahí mismo se presentó una figura que solo se podría describir como la de un caballero negro.

-Ese es Berserker- dijo casi de inmediato Sparda. No podía ser alguien más.

Archer y Berserker intercambiaron unas miradas intensas por un momento, antes de que el primero de estos atacara al Servant de la Locura directamente.

Todos paso en cámara lenta, Berserker demostrando una habilidad para nada esperada en alguien de su clase a la hora de esquivar la espada y después utilizarla el mismo para repeler la lanza.

-Aun con la locura nublando su mente, es capaz de mantener esa gran maestría con las armas- pensó Avenger sorprendido.

Este pequeño encontronazo hizo florecer la ira de Archer, el cual para responder abrió más portales, de los cuales un torrente de armas salió disparada.

Berserker volvió a sorprender a todos los presentes, y utilizando las mismas armas que eran arrojadas en su contra, logró mantener su frente ante esta adversidad.

Como toque final, Berserker arrojó un par de espadas en contra de Archer, el objetivo siendo rebanar la farola donde el Servant de oro se encontraba parado...al menos eso hubiera sido.

-¡AAGGHH!- salido de la nada, una figura envuelta negro se interpuso entre las armas, y blandiendo una espada que parecía estar envuelta en llamas logró destrozar el par de armas.

THUD

Un cuerpo aterrizó justo en frente de la farola, interponiéndose entre Archer y Berserker.

Todos observaron al recién llegado con sorpresa, el cabello blanco siendo lo más distintivo de este individuo.

-No me digas que es un tercer Saber- se lamentó Waver, no pudiendo ya con tantas emociones.

-No lo es- contestó el Saber mosquetero de rostro andrógino.

Ojos rojos cegados en ira vieron a todos los presentes.

-Es un Berserker- sentenció el Saber de azul.

La sangre de Sparda de heló.

-No puede ser- murmuró el Caballero Oscuro.

-Más que un simple Berserker...- comentó Lancer, viendo el brazo derecho del peliblanco...un brazo que se sentía mal.- Es un Demonio- declaró el Caballero de Fianna.

Y así era, el brazo derecho del segundo Berserker no era un brazo humano para nada. De contorno rojo con escamas que parecían brillar en el centro, era a simple vista el brazo de un Demonio.

-¿Que es lo qué haces TÚ aquí, perro rabioso?- pregunto Archer con descontento a su salvador.- ¿Acaso Tokiomi te envío...o estás aquí en abolición propia?

El nuevo Berserker no contestó enseguida, sin duda su Mejora de la Locura quitándole inclusive sus propios pensamientos.

-Pro...pia- respondió como pudo el Servant de la Locura, antes de fijar su vista nuevamente en el campo de batalla.

A muchos les perturbaba el brazo de este nuevo Berserker, y su mirada sedienta de sangre no ayudando para nada.

-Hemos reunido a una audiencia muy diversa- comentó Rider con humor.- Aun así...¡AQUELLOS ESPÍRITUS HEROICOS QUE AÚN SE ESCONDEN, SEPAN QUE ESTA ES SU ÚLTIMA OPORTUNIDAD!

Eso fue lo que Sparda necesito para salir de su trance.

La aparición del segundo Berserker rápidamente lo hizo pensar en sus dos hijos, puesto que el brazo que el joven Servant demostraba era signo de sangre un cuarto demonio. A eso sumándole el cabello blanco y el gran parecido que tenía con el mismo, llevo a Sparda a la hipótesis de que...era su nieto.

El anuncio de Rider parecio ser una chispa, puesto que desde el cielo, una nueva figura envuelta en rayos se hizo presente.

-¡Yahoo!- exclamó el recién llegado, antes de detener su vehículo, el cual se trataba de una motocicleta de todas las cosas.

-¿Otro Rider?- pensó la mayoría, y nuevamente Sparda se quedó paralizado.

-¡Servant Saver ha llegado!- anunció su propio arribo un maduro Dante Sparda.

Avenger ya no lo pudo soportar más.

CRASH

Todos ignoraron rápidamente la entrada de Saver para pasar su vista a un cráter recién formado, de donde una figura se alcanzaba a distinguir.

-Servant Avenger, presente- comentó casualmente Sparda, dejando que todos vean libremente su figura bañada por la luz de la luna misma.

-N...No puede ser- murmuró Waver.

Iskandar por su parte sonrió ampliamente. El rey reconocería esa voz donde sea.

-¿Como es esto posible?- pregunto un desconcertado Lancer.

Todos los presentes, sin excepción alguna, pasaban la mirada de entre Berserker, Saver y Avenger, no pudiendo creer el parecido magistral que había entre los 3.

-¿Pa...Padre?- pregunto Saver en shock.

-¿S...Sparda?- pregunto una nueva voz.

Materializándose en frente de Irisviel, Caster finalmente se dio a conocer.

Ella era una hermosa mujer de cabellos rubios, usando una túnica color rojo con negro. Sus ojos azules veían al trío de peliblancos con lágrimas en los ojos.

-Eva- murmuró Sparda.

Y así, la Familia Sparda se reúne.

El Destino es a veces cruel.

KA-BOOM

XxXxX
Y corte.

Bueno, con esto terminamos el capítulo de hoy.

Dos Servants de la misma clase?

Nero Berserker?

Dante Saver?

Eva Caster?

Ya se ya se, soy terrible.

Bueno, la reunión fue interrumpida, pero les aseguro que el aftermath será interesante.

Me despido gente :v

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