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Sea Sick.

"Enfermedad del mar."

Dipper tragó y sacó algunas notas. "Soy bueno para la navegación, muy bueno en la detección de los puntos débiles de las naves. Yo uh- en realidad siempre he estado interesado en los barcos. Pero estaba demasiado asustado para acercarme a un capitán." Se rió nervioso, pasándose una mano por el pelo. "Generalmente solo les agrado desde la distancia." Él puso su cuaderno en la mesa, que estaba llena de bocetos, apuntes y coordenadas.

"¿Es así?" Bill habló, sonriendo diabólicamente con las manos apretadas atrás. Bueno.

Muy, muy bueno.

Quería al menos parecer útil, pero... Nada de esto funcionaba. "Entonces, ¿me está aceptando de buen grado en su nave, después conocerme por menos de una hora, y sin cobrarme?" Él levantó una ceja. "Podría ser un espía."

Bill bajó la mirada y sorbió por la nariz, miró sobre las notas y les dio una rápida lectura, se inclinó hacia adelante y volteó los papeles hacia abajo mientras leía. Todavía escuchando atentamente. De pronto, tiró de la libreta y la hojeó por un momento, antes de mirar hacia arriba con el ceño fruncido. "¿Sin cobrarte?"

Dipper no estaba seguro de en qué escenario estaba, pero... ¿qué pasaba con su familia también? Él vivía solo en Nueva York en este momento, y Mabel... Bueno podría... Enviarle cartas tal vez. Puso una mano en su barbilla y tragó. Él sabía que estaba divagando y de repente regresó. "Ah -lo siento estoy haciendo un desastre." Empezó a empujar de forma rápida y desordenada los papeles a su bolsa.

Bill se burló, cerrando el libro con su única mano, antes de saborear un poco más de cerca su figura, inclinándose hacia adelante y apenas golpeando el antebrazo del hombre. "Mantenlas afuera, chico." Bill continuó, inclinando un poco la cabeza. "Estoy bajo de miembros de tripulación- bajo en inteligentes. Por eso, maldición. Pareces encajar, así que controla tu balbuceo."

Dipper fue tomado con la guardia baja y desconcierto con la sonrisa de Bill, pero trató de apreciarlo, y tragó, miró hacia abajo a su bolsa y a sus manos manchadas de carbón. Tragó saliva y asintió con la cabeza un poco antes de sacarlas de nuevo, esta vez todas las notas. Asintió un poco con la cabeza. "Bien." Respondió, todavía en el borde. Parecía que este capitán tenía más rumores que verdades sobre de él. Lucía aterrador pero no se veía tan amenazante. Sin embargo, Dipper estaba seguro que podía serlo cuando quisiera. Observó al capitán y echó un vistazo a sus papeles antes de sacar una brújula y establecerla en la mesa también. Podía ver la de Bill sobre la mesa, y definitivamente valía más que la de Dipper, pero él entendió que el gesto de "Conozco mis cosas", fue debido a la brújula. "Creo que um..." Empezó. "Creo que será mejor zarpar y luego..." suspiró, extendiendo una mano ligeramente temblorosa. Esto sonaba... prometedor.

Bill asintió con la cabeza; golpeando sus talones un poco contra el suelo mientras sus dedos hojeaban los papeles; leyéndolos con un claro interés. Sintió el ligero tirón de una sonrisa en sus labios, luego sintió como una sonrisa se formaba en estos. El ojo de Bill fue capturado un momento en una pequeña brújula de plata, haciendo clic gratamente contra la madera. Bill sobó su mandíbula por un momento, toda la proposición lo ponía un poco nervioso con emoción. Qué poco profesional. Enderezó los papeles y los apiló en su escritorio, Bill luego suspiró, sonrió mientras le tendía una mano firme. La apretó fuertemente contra la de Dipper, sintiendo el cuero contra la piel mientras le estrechaba la mano. "Tenemos un trato, Dipper Pines."

Dipper notó lo extraño que la mano enguantada se sentía mientras la estrechaba, notando el firme agarre de Bill también. Tragó y apartó la mano, con las manos ahora descansando en su regazo. "¿Ahora qué?" Preguntó en voz baja, levantando una ceja. "No sé nada acerca de cómo preparar un barco para el mar." Se rió un poco débil, pasándose las manos por la cara. "Puedo navegar, pero no puedo hacer nudos." Él entrecerró los ojos y su cara cambio con una ligera mirada de preocupación.

Él nunca tuvo mucha confianza.

Bill estiró su brazo un poco, antes de colocar sus botas firmemente en el suelo, se puso a sí mismo de pie y dio grandes pasos a través de la habitación, llegando detrás de algunos libros y sacando una intrincada daga de plata con un mango de oro, con un pomo de azul zafiro afilado. "Ahora, vamos a preparar a la chica... conseguirte algo de ropa apropiada, tal vez." Empezó, empujando la cuchilla en su respectiva funda atada a su muslo y enganchándola a su cinturón. Pernos de oro sostenían el cuero marrón oscuro. "¡Parece que hoy es tu día de suerte, chico!" Habló mientras corría detrás de la silla del hombre, juntando las manos firmes en sus hombros, rápido. "Debido a que vas a animarte y aprender como zarpar un barco."

Dipper lo observó un poco nervioso y saltó cuando las manos de Bill agarraron sus hombros. Tragó y se quedó dándole la espalda, levantó las cejas antes de esperar que lo soltará y se pudiera levantar. Él le sonrió y sin embargo pensó. Wow... Una verdadera aventura.

El ojo de Bill vió sobre el chico más pequeño con una sonrisa, antes de que sus manos se quitarán, y se dirigió hacia la puerta, riendo y saltando sobre sus talones un poco mientras abría la puerta. "Seguro que serás un excelente compañero de tripulación, Pine-kid!" Hizo una pausa, antes de tocar su barbilla. "¡Oh! Oh... necesitamos un buen apodo para ti." Se dio la vuelta, mirándolo de arriba a abajo. "¿Qué hay de Pine tree?"

Dipper se puso de pie y corrió tras Bill, ya que se estaba moviendo bastante rápido. "Uh seguro. ¿Todos sus tripulantes tienen apodos extraños?" Preguntó mientras trotaban por las escaleras. Algunos de los miembros de la tripulación parecían sorprendidos de ver que todavía estaba allí. Dipper tragó y se protegió los ojos del sol.

Bill asintió, haciendo un ruido de aprobación mientras marcaba su camino por las escaleras en rápidos pasos. "Depende de algunos de ellos." Habló, antes de parpadear lejos del sol de la tarde, mirando a sus compañeros con una sonrisa, sosteniendo su sombrero. "¡Muchachos, denle la bienvenida a su nuevo miembro! No espero nada más que salvajismo, ¿capice?" Habló, dando una palmada dura a la espalda baja de Dipper, sacudiéndolo hacia adelante antes de inclinarse para recuperar su abrigo. Su mano aún en Dipper, antes de deslizarla lejos. Hacia su cadera y muslo.

"¿Lo dejó vivir?" Uno de los hombres miraba estúpidamente, de pie y agrietando su cuello. "Por lo general, los desuella y quema... y son alimento para los tiburones."

Bill se burló juguetonamente, agitando la mano mientras se acercaba y arrojaba su chaqueta al suelo. "¡Eso es exagerado! Vamos." Bill comentó, haciendo crujir sus nudillos y suspiró. "Este es especial. ¡Y tiene la inteligencia de la que algunos de ustedes carecen!"

Dipper chilló al ser empujado hacia adelante y al instante se estremeció por la persistente mano de Bill. Se mordió el labio por instinto y levantó una ceja. ¿Era su intención hacer eso? Tragó antes de que sus ojos miren a cualquiera de los compañeros de la nave. Él sabía que podría partirse como una ramita. Dipper no tenía prácticamente ningún músculo, y era consciente de que probablemente no debería molestar a estas personas... Miró a Bill. Aunque parecía que tenía a alguien de su lado.

Tal vez.

Bill podría aprender a odiarlo también.

Dipper medio saludó a los peligrosos compañeros de tripulación. "Buenas... tardes." Murmuró, agarrando su bolsa. ¿Bill le iba a enseñar o alguien más? Tragó, lleno de preguntas. ¿Estaban zarpando en este momento? Él todavía tenía el pan en su bolsa.

Todos los miembros de la tripulación miraron lentamente por encima de su ron y su ginebra, radiantes con algunas risas y empujándose unos a otros, murmurando algunas cosas, un hombre larguirucho lo miró, tenía poco cabello y estaba peinándolo hacia atrás, habló. Era pálido, de Inglaterra, y tenía una cicatriz que recorría su cara.

"El malparido fantasea contigo, muchacho." Habló en un gruñido, sonriendo y arqueando más la caja en la que se sentó. Sorbiendo su ron.

Otro hombre inmediatamente saltó, con olor muy dulce, terroso y también muy rancio. Al igual que el ajo, sus ojos eran algo rojos, y también amarillos. Tenía cicatrices presionando un poco más profundo en sus oscuras y bronceadas mejillas.

"¡Eres lindo! ¡Lindo en verdad!" Tarareó, voz gruesa con acento de Jamaica. Habló, acercándose y agarrando la cara del chico con fuerza, su aliento olía un poco como whisky. Le dio un gran beso en la mejilla del chico, antes de dar marcha atrás y sacar su cuchillo.

Dipper se retorció un poco, y se sonrojó, con rabia frunció las cejas. Se secó la cara con el dorso de la mano y se dio cuenta de que olía a ron ahora.

"Me gusta." El hombre llamado Mad-eye(1), cariñoso e hinchable, habló. Sentándose y haciendo girar su pequeña daga.

Otro chico, de ni siquiera dieciséis años, se rió por encima de su cigarrillo y echó la cabeza hacia atrás. "Me recuerda a mí." Dijo.

"Oh cállate, Chipper(2)". Un hombre corpulento español habló, riendo mientras flexionaba sus grandes brazos sólo para presumir.

"¡Eres un presumido, Blackburn(3)! ¡Deja de alardear, maldita sea!". Chipper espetó con una pequeña risa, pateando al hombre corpulento. El resto de la tripulación descansó otra vez mientras miraban por encima del chico frente a ellos, pero difícilmente tenía más tiempo para introducirse al resto de ellos antes de que se les llamará la atención. Dipper aprendería de todos modos.

Dicho chico gimió antes de darse cuenta de sus bromas juguetonas y rió un poco.

Bill tosió en su mano en silencio, al comenzar su camino hasta la cubierta principal, por encima de la cabina y cerca del increíble timón. Con grandes pasos hasta las escaleras, Bill de vez en cuando reía de las fuertes charlas y risas de sus miembros de la tripulación de abajo.

Una vez que se levantó a la altura de la nave, el hombre se aclaró la garganta, cruzando las manos en voz alta y gritó sobre sí mismo. "¡MUY BIEN! Ahora que hemos terminado con algunos asuntos oficiales," el capitán rubio gritó en voz alta, mirando como su voz resonaba en el gran barco. "¡Vamos a trabajar en salir de aquí! Ustedes tres, vayan al mesana, al palo mayor y al trinquete(4). Denman(5), Cutleg(6) y Boar(7). ¡Fijen los obenques(8) y suelten las velas! Consigue que tu trasero vaya al pinzote(9), Mad-eye. No quiero ser el timonel hoy". Bill habló, inclinándose sobre las vigas de madera frente de él, con una severa expresión. "¡Y Pine tree, quita la plancha del muelle, y tú Parley(10) y Four-fingers(11), tengan el escobén(12) preparado!" sopló, apuntó hacia abajo, antes de comenzar su camino de regreso por las escaleras, a la cubierta principal.

Dipper se aclaró la garganta y asintió rápido cuando lo señaló, no pudo evitar tambalearse un momento mientras miraba al hombre en el timón. Él miró... algo más. Wow. Qué capitán. Desde luego, era amenazante. Pero Dipper había oído historias, y no estaba muy seguro de por qué el capitán había sido tan... normal con él.

"Blackburn, Chipper, el resto del lote, desciendan a las tiendas y saquen nuestras armas y almacenen las ganancias. Mantengan las cajas hacia arriba con las armas de fuego-" Bill entonces sacó su cuchillo, levantándolo con orgullo mientras gritó, saltando hacia abajo de las escaleras. "¡Vamos a ser nosotros los que pongan a Black Bart y Anne Bonny(13) orgullosos y a nuestros talones!"

"¡Sí, Capitán Cipher!" Aplaudieron, levantando sus manos con orgullo, se levantaron y trotaron.

Y luego se fueron, los hombres de muchos colores y razas corrieron en camino a sus puestos de trabajo. Muchos dejaron sus bebidas alcohólicas a un lado, y se fueron a escalar los mástiles, o se dirigieron a la apertura de almacenamiento en el suelo para preparar la habitación para las mercancías. Un hombre, luciendo un poco crítico y excitado, brincó y dio a Bill un gesto tranquilizador, y una sonrisa con dientes. Sus dientes estaban torcidos, pero sus ojos eran prometedores y estaban nublados con amarillo.

"Señor, quisiera preguntar ¿si voy a conseguir la dirección rápidamente esta vez?" Él habló, sin dejar de sonreír mientras apretaba la tela roja debajo de sus rastas negras de cuervo. Que estaba muy bien cuidadas. Tenía un vago acento jamaicano, y una admiración evidente por el capitán.

"Estoy seguro de que lo harás genial, Kojo. Siempre lo haces." Bill habló, agarrándolo por el hombro mientras torcía su cuchillo en la otra mano.

"Lo haré sentir orgulloso, señor. Eso haré." Bill rió rápido a través de su nariz, asintiendo y abrazándolo por un momento, antes de empujarlo hacia la cabina que conducía no sólo a los cuartos de Bill, sino también hacia el pinzote y al cañón de popa.

Bill soltó una risa, avanzando hacia el hombre castaño que agarró su bolsa. "¿Listo para comenzar?"

Dipper arrojó su bolsa al borde de la nave que aterrizó en la pared de madera mientras se acercaba a la plancha y se agarraba de las cuerdas en la madera, en cuclillas y alzando la cosa hacia arriba. A pesar de que tuvo que luchar por un segundo, finalmente consiguió que la madera estuviera de pie, sus músculos quemaban mientras sostenía fuertemente la plancha, con brazos temblorosos trataba de no dejar caer nada, ni a él ni al objeto al agua.

El chico arrojó su peso hacia atrás, y la madera dejó de amenazar con caerse. En esa dirección al menos. Aterrizó en el suelo con un ruido sordo mientras Dipper lo esquivaba con un chillido, parpadeando hacia él. Lo recogió, sin mirar los ojos del Capitán.

Bill arqueó una ceja, divertido y se inclinó mientras observaba el trabajo de Dipper, frunció los labios con una sonrisa de orgullo mientras trabajaba sus músculos, antes de dirigir su camino hacia la cabeza de la nave de nuevo, caminando por las escaleras y abriendo la puerta de su oficina una vez que llegó al borde de la nave, con mucho gusto inhaló la brisa. Una vez dentro se deslizó y caminó hacia abajo a los cuartos, se dirigió directo a otra habitación que estaba unida a su oficina. Tirando de ella para abrirla y deslizándose al interior, el hombre notó el olor de su dormitorio mucho más suave, examinó los marcos de oro y las cortinas suaves sobrepuestas en una enorme naranja, amarilla, y transparente ventana. Había vidrios de color en la parte superior, y vidrio transparente en el resto de abajo. El vidrio pintado tenía incrustaciones de oro entre los diseños de un gran ojo, y alas de ángel que rodean el mar. Cajas de libros y marcos anchos forrando las cuatro altas paredes, y botellas y tarros de cosas no identificadas yacían a lo largo de los estantes y a lo largo de los pisos. Algunos parecían tener aletas de los peces en ellos. Pequeños trofeos y recuerdos de Aventuras.

¿Quién podría culparlo?

Era sentimental como el infierno.

Tarareaba una tenue melodía mientras el capitán se movía a lo largo, se inclinó sobre su cama bastante grande de cuatro pilares con mucho oro y cortinas de color marrón, que estaban puestas a un lado con el fin de exponer la cama. Bajó la mano, el capitán tiró de un abrigo extraordinario, que haría que cualquier otro abrigo de capitán palideciera en comparación. Sonrío y lo jaló hacia él, así como su sombrero de capitán, el hombre entonces comenzó a deshacerse de su camisa de cuello doblado y de su corbata de moño, doblándolos y poniéndolos a un lado antes de pasarse por ahí con su torso desnudo expuesto. Tatuajes puestos a lo largo, de su cuello a su coxis, y en sus brazos. Cicatrices puestas sobre su piel como una simple pintura, y tres heridas de bala yacían claramente sobre su espalda, las cicatrices podrían lucir como un triángulo si los puntos estuvieran conectados. Tenía cicatrices de su cuello a su pelvis, e incluso por debajo. Pero eso aún estaba cubierto.

El hombre levantó su parche del ojo un poco, estableciéndose a un lado y mirándose en el gran espejo con el ceño fruncido, antes de alejarse con el fin de quitarse totalmente su camisa de cuello. A continuación, se puso el chaleco de antes, y el abrigo. El abrigo era de la longitud de su tobillo y de un dulce color rojo vino, el bronce, el amarillo y el oro recubrían los dobladillos, el cuello, y las mangas. Los botones alineados en todo el camino hacia arriba, estaban hechos de oro macizo de 24 quilates. Se puso un cinturón ancho, con una longitud ligeramente amarilla de tejido carbonizado atado a su cintura, para su buena suerte, antes de comprobar su pistola y su espada, asegurándolos.

Girándose al espejo para ver su cicatriz, vacío desastre de un ojo, el hombre luego suspiró y recogió su parche de ojo. Desató el cuero, antes de subirlo y ponerlo, atándolo en su lugar de nuevo.

"Eres un verdadero desastre, Bill Cipher..." Habló con él, agarrando su sombrero y elevándolo a su cabeza, asegurándolo mientras se miraba en el espejo. Sonrió, antes de balancear su mano enguantada para agarrar una petaca(14) forrada en cuero, llena hasta el borde del ron ámbar más fuerte. Destorciendo la tapa y tomando un trago, el capitán después tomó su camino de regreso a través de las habitaciones, hasta la parte superior de la nave para ver los mástiles completamente desplegados, y cajas siendo llevadas de aquí para allá al centro de almacenamiento de la nave. Resopló con orgullo.

Bill miró la nave entera desde arriba con burla, mirando hacia abajo hacia Chipper mientras él le daba órdenes a su nuevo compañero de barco.

"¡OYE!" Bill llamó por encima de su petaca, y todos ellos brincaron por el estruendo, haciéndose eco la voz de la parte superior de la nave.

"¡Sí!" Ellos llamaron.

"Deja de darle órdenes. Ese es mi trabajo, ustedes montón de bebedores." Bill habló, saltando de la gran barandilla de madera, y tirándose de la altura, agarrando su petaca antes de asegurarla, sus pies golpeando juntos la madera dura. Se rió, llevando el alcohol a sus labios y bebiendo.

"Lo dice el de la petaca..." Parley, el larguirucho británico con una almizclada voz, murmuró en voz baja. Bill simplemente se rió de eso, caminando a lo largo y mirando a los hombres mientras ajustaban los obenques gigantescos y progresivamente subían de regreso de la tierra. Sin embargo, pronto, el barco se sacudió lentamente. Haciéndolos tropezar, algunos agarraron las vigas de madera mientras exclamaban.

Denman, lucía bastante fuerte, con complexión irlandesa, se enderezó con una dulce sonrisa. "Iré a decirles que todavía no estamos listos, capitán." El hombre habló, su voz tranquila pero dulce mientras caminaba hacia la puerta que llevaba a la escalera, que conducía al pinzote. Silbó una melodía tranquila mientras lo hacía, cerrando la puerta tras de sí.

Bill silbó bajó, cejas levantadas mientras daba un paso hacia atrás. "Pobre Kojo..." él dijo, y el resto de ellos murmuró de acuerdo. "Es algo bueno que Denman sea amable con él, ¿verdad? "

"Mhmm." Ellos asintieron.

Dipper levantó la ceja, sin saber de lo que estaban hablando, y tragó, lamiéndose los labios mientras estabilizaba sus piernas temblorosas. Él trotó a Bill después de recoger su bolsa de mensajero, y la sostuvo en su mano mientras se paraba junto a él, un poco inseguro sobre que decir. "Vaya tripulación." Decidió.

Bill se rió, lanzando su brazo alrededor del hombre más pequeño y tirando más cerca de él y sacudiéndolo un poco. "¡Yo diría! Especialmente desde que eres parte de ella." Bill habló, dando golpecitos en su hombro y sonriendo para aligerar la espesa atmósfera.

"Dijeron que fantaseas conmigo. ¿Qué significa eso, señor?" preguntó Dipper, tragando y cuadrando sus hombros mientras sorbía por la nariz y se frotaba las mejillas. Tragó. "Mmh..." El aire salado estaba picando sus pulmones. Sabía que iba a acostumbrarse a él, pero por el momento.

"¡No me digas señor y te diré!" Bill habló, mirando hacia el mar abierto mientras otros barcos hacían su camino al puerto. "Significa que me gustas." Simplemente respondió, levantando su petaca y bebiendo, antes de jadear con entusiasmo "Eres inteligente, y un muy buen chico. Bastante buen miembro de la tripulación, Pine tree". Habló, golpeándolo en la espalda mientras le ofrecía la petaca. "Toma un poco de esto. Hará el viaje más fácil."

"De acuerdo S-- está bien." Dipper se aclaró la garganta, tirando de su nuca a su mandíbula. Tomó la petaca generosamente y la miró por un momento, derramando el líquido de adentro mientras se lo llevaba a los labios y tragaba, sintiéndolo quemar fuertemente y haciendo algo similar a lo de hace rato, pero controlo sus convulsiones esta vez, lo mejor que pudo, y tomó varios considerables tragos y le entregó la petaca de nuevo.

El rubio rió y se quitó el sombrero, miró al hombre antes de tomar la petaca de vuelta, y se la metió en el bolsillo de su abrigo. "Esto va a ser divertido..." comentó el hombre, ahora mirando como sus tripulantes ajustaban el eje y las velas, las grandes telas vaporosas color crema afuera y atrapando el viento del mar en un frío abrazo. Pronto, la nave empezó a girar desde el muelle, agua chapoteando mientras un fuerte ruido metálico de cadenas se podía oír cerca de la parte trasera de la nave. Una vez desacoplado, la Partem Mente empezó a apartarse de los muelles, y alejarse más hacia el horizonte. Bill sonrió con orgullo, mirando mientras los vientos frescos del mar golpean en contra de su cara. "¡Con eso basta, muchachos!"

Dipper intentó no vomitar mientras se agarraba de lo más cercano a él que no fuera Bill. Se abrazó con fuerza a la barandilla de madera y tragó, tratando de mantenerse a raya. La bahía. Pff. Apoyó la cabeza en ella y le pidió a Dios que la enfermedad del mar terminará pronto. "¡Tienes que acostumbrarte, maldito chico de ciudad! ¡Van a burlarse de ti!" Dipper tragó y se empujó a través de eso, sentándose con la espalda recta, consiguió distraerse con la feliz mueca de Bill y las plumas de su sombrero que ondeaban detrás de él. Él se rió y negó con la cabeza.

Bill miró por encima con una ceja levantada, rió disimuladamente por poco tiempo entre dientes y le dio al niño un breve masaje en el hombro, antes de dirigirse a contemplar el mar junto a él, sus largas pestañas sintieron frío con el aire ascendente del océano contra ellas. Los miembros de la tripulación se rieron detrás de ellos, y Bill levantó su mano, volteando brevemente mientras se reían y maldecían blasfemando a los dos. "Que les den, malditos niños." Bill rió juguetonamente, mirando lejos y tirando de su sombrero. "¡Motín! Es en serio."

"¡Eso le gustaría, huh capitán prostituta!" Parley cantó, antes de que todos dieran un paso atrás, riendo fuerte. Bill se volteó, mirando mientras se quitaba el sombrero. "Carajo ya te dije. Que te. Den." Se alejó moderadamente, antes de volver a mirar hacia el mar. Ellos hicieron algo de silencio.

"A ti, pedazo de vagina." Parley continuó, antes de que Bill se riera por la nariz, girando lentamente.

"¿Te vas a ir al carajo o no? Deja al niño vomitar en paz." Bill habló, levantando su mano. "¿Recuerdas cómo fue tu primer día? ¿Mm? Eso pensé. Ahora vete al carajo y luego al comedor, ayúdense a sí mismos para el almuerzo mientras nosotros siete mantenemos el barco junto. Si van a actuar como niños en mi barco, entonces también comerán como ellos carajo".

Y con eso, asintieron, alejándose en una manada de pocas personas, al menos once o doce, ya que los otros tres se mantuvieron en los mástiles temporalmente, y los otros dos lidiaban con el manejo.

Dipper oyó retazos de la conversación, pero estaba demasiado ocupado tratando de no perder el contenido de su estómago. Tragó saliva y empezó a respirar hondo. Una vez que la multitud los había dejado él prácticamente colapsó en el suelo de la nave, con las piernas doblándose debajo de él. Tragó de nuevo. "Mnha... hah..." Jadeó mientras trataba de agarrar la madera un poco. Se alegró de que el capitán estuviera regresando, pero se sintió como un total idiota. Sin embargo, no se disculparía. Hmph.

Bill se volteó despacio, con el ceño levantado un poco mientras se ponía de rodillas con cautela, mirándolo por encima y poniendo las manos enguantadas firmes bajo sus brazos, alzando al chico y poniéndolo de pie de nuevo. Viendo como él simplemente se desplomaba como una muñeca de trapo. Bill se agachó para agarrar su petaca de nuevo, antes de ir hacia abajo, palmeó la espalda del hombre y lo miró con su ojo bueno. "No puedes con el licor, ¿eh?" Bill habló, con su voz un poco más suave para acoplarse al momento.

Dipper empujó suavemente la mano de Bill. "No, gracias." Se aclaró la garganta. "Puedo bien con el licor, sólo que nunca he estado en un barco ant-" Él tomó una respiración profunda, con una mano en el pecho. "Antes." Él se rió y negó con la cabeza, riéndose de sí mismo. No podía creer que este hombre en realidad lo estaba reconfortando por no tener piernas de mar. Era increíble. "No es tan aterrador como dicen que es." Se rió antes de detenerse a sí mismo. "L-lo siento quiero decir que estoy seguro de que lo eres, pero- no me esperaba-" Él enterró su cara en sus rodillas, decidiendo no hablar más.

"Seeeguro. Seguro." Bill habló, estirando el cuello un poco y levantándose lentamente, mientras miraba al otro hombre abajo. Todavía arqueándose un poco. Bill estrechó sus ojos, con el ceño fruncido mientras fruncía los labios. "El primer día siempre es el mejor, Pine tree." Habló, crujiendo sus nudillos con un suspiro de satisfacción, antes de inclinarse hasta abajo con dureza agarrando los brazos del chico, alzándolo por debajo de sus brazos y bíceps en un rápido movimiento. "¡Arriba!" Bill sonó, sosteniéndolo cerca y palmeando su espalda ahora, su colonia fuerte. "Ahí está. Arriba y andando."

"Estoy bien-¡¡ahHH-!!" Dipper aulló cuando de repente fue alzado hacia arriba y se agarró del borde, recibiendo el mensaje. Se aferró a él y apoyó la frente hacia abajo. "Estoy bien- estoy bien no voy a vomitar sobre su palo de rosa, lo prometo." Él rió débilmente.

Bill se inclinó hacia delante y agarró el hombro del chico, sonriendo con dientes afilados y palmeando su espalda. "¡Bien, entonces! Sólo mantente, Pines. No corras muy rápido. ¡Ni caigas por la orilla! Es una caída de un poco más de 200 pies." Habló alegremente, antes de caminar a la proa del barco otra vez, yéndose por las escaleras.

Dipper de repente fue tomado por sorpresa por lo afilados que eran los dientes del hombre. Tosió un poco y asintió con la cabeza, mirando por encima del borde y sintiéndose mal de nuevo debido a las alturas. Iugh. Él trotó por las escaleras después de Bill, todavía sin estar seguro de qué hacer. Miró hacia atrás a su casa mientras se iban. Respiró profundo, se sintió ansioso de nuevo.

¿Era realmente la decisión correcta? Volteó la vista hacia el magnífico barco en que se encontraba, y al magnífico hombre frente a él y se dio cuenta de que sí, probable no la era.

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Notas de traducción:

1- Mad-eye: apodo que significa Ojo loco.

2- Chipper: apodo que significa "Alegre"

3- Blackburn: apodo que significa "Negro quemado"

4- Mesana, Palo mayor y Trinquete: son partes del barco, los tres mástiles principales; la mesana es el más cercano a la popa, el palo mayor es el más alto al centro del barco y el trinquete es que está en la proa del barco.

Decidí agregar una foto para mejorar la experiencia (?)

5- Denman: apodo que significa "Ermitaño"

6- Cutleg: apodo que significa "Pierna cortada".

7- Boar: apodo que significa "Jabalí".

8- Obenques: se le dice así a cada uno de los cables gruesos con los que se sujeta un mástil.

9- Pinzote: es una especie de palanca con la que se hacía girar la caña del timón en los buques.

10- Parley: apodo que significa "Parlanchín".

11- Four-fingers: Apodo que significa "Cuatro dedos".

12- Escobén: Es la tubería que conecta la cubierta del barco con el exterior del casco y por donde pasa la cadena del ancla.

13- Black Bart y Anne Bonny: piratas famosos.

14- Petaca: Botella plana y de pequeño tamaño que sirve para llevar licor.

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