-Si esto resulta, finalmente podré morir- pensó, mostrando signos de alegría, pero muy bien escondidos.

Residencia Sparda/A la mañana siguiente.
Vemos a Vergil y Athena en el comedor, aunque ninguno se dirigía la palabra al otro, ambos todavía pensando en el beso de ayer.

Sumado a eso, está el echo de que desde ayer Vergil sintió un par de auras poderosas en Kouh, además de grandes concentraciones de energía sacra.

Ya terminando d desayunar, Vergil se dirigió a la salida. Justo cuando estaba por pasar por el marco de la puerta, siente como algo lo agarra de la manga.

Volteando a ver, ve a Athena sujetándolo, y con la mirada gacha.

-Yo...lo siento- dijo en apenas un susurro.- No sé que me pasó anoche, solo sentí que debía hacerlo- lagrimas empezaron a salir de sus ojos.- Podemos fingir que...- hasta ahí es hasta donde pudo llegar.

La razón? Vergil le dio un beso en los labios, corto pero tierno.

Athena estaba estupefacta, entonces viendo la sonrisa de Vergil, su corazón no pudo evitar acelerarse.

Vergil la tomo del mentón, para verse a los ojos.

-No me arrepiento del beso Athena, lo que me arrepiento es no haber tenido el valor de dar el primer paso- dijo antes de besarla nuevamente.

La mirada de Athena se iluminó en cuanto escucho esas palabras, y con el segundo beso su corazón dio un vuelco.

El beso se extendió por un tiempo, para después de 5 minutos ambos se separen debido a la falta de aire.

El rostro de Athena haría que un tomate se muriera de envidia. Vergil estaba mejor que ella, pero se notaba un casi imperceptible sonrojo.

-Te amo, Darling- dijo Athena con una sonrisa, des-colocando a Vergil por el mote.

-Y tú eres mía, mi ángel- susurro Vergil en el oído de Athena, en un tono provocativo.

-Ba...¡Baka!- dijo Athena toda roja, cerrándole la puerta en la cara a Vergil.

-Jajajaja- Vergil solo pudo reírse por la actitud de Athena.- Es fácil provocarla- pensó con maña entes de volver a su actitud fría y dirigirse a la academia.

El camino hacia esta fue normal, sin nada fuera de la rutina, sin embargo en cuanto llegó a la entrada de esta, se fijó en 2 figuras encapuchadas, quienes tenían algo que llamó la atención de Vergil.

-Excalibur- pensó Vergil al sentir el aura que emanaba de esas chicas.- Algo grande va a pasar si Michael envió a 2 portadoras a un territorio de demonios.

Vergil pasó de lado, pero no sin antes ver que Rias Gremory se acercaba a ambas.

Club del Ocultismo/Más tarde.
En el Club del Ocultismo se sentía la tensión en el aire.

No hasta hace unos momentos ambas chicas revelaron ser exorcistas de la iglesia, enviadas para recuperar trozos de la Excalibur, los cuales fueron robadas por los Caídos.

El [Caballero] Gremory se mostraba hostil en contra de las Excalibur.

Vergil veía todo desde una esquina, usando magia de luz para hacer que esta rebote contra el, haciéndolo invisible.

-Que bueno que esa hada me lo enseñó- pensó Vergil para sí.

El hechizo combinado con sus habilidades de ocultamiento lo hacían el asesino perfecto.

La platica siguió, donde los modales se probaron al limite, pero justo cuando las exorcistas ya se iban...

-Mira Irina- llamo Xenovia a su compañera.- Es la bruja, Asia Argento.

-¿Aquella chica que ofendió a Dios al curar a un Demonio?- preguntó Irina interesada, pero sin perder su tono alegre.

Asia ya estaba llorando por la forma en que le hablaban. Pero fue en ese momento en el que el joven Sekiryuutei salió a defender a su compañera.

Luego siendo seguido por Kiba Yuto, aunque este se notaba que era más por las espadas que por defender a la chica.

Se decidieron por un duelo afuera, donde ambas chicas mostraron sus Excalibur.

-Esta es [Excalibur Destruction]- dijo Xenovia, mostrando su enorme espada azul.

-Esta es [Excalibur Mimic]- dijo Irina, mostrando una katana.

-Esto será aburrido- pensó Vergil antes de retirarse.

Sabía cuáles eran las habilidades de ambos chicos, y con solo darle un pequeño vistazo a las chicas ya sabía quién ganaría.

Vergil camino como si nada a su casa, pero un par de calles antes de llegar, sintió una presencia conocida para el.

-¿Qué querrá?- se preguntó mentalmente Vergil, mientras una sonrisa maliciosa se formó en sus labios.

Dando vueltas en círculos, pudo guiar a su perseguidor a donde quería. Ya en el distrito comercial, entro a un Arcade, dejando a su acosador afuera.

Viendo mejor, se dio cuenta de que su perseguidor era una persona pequeña, pudiendo pasar por un niño, e iba vestido de forma casual, con una capucha tapándole el rostro.

Vergil salió por la entrada trasera del Arcade, y dando una vuelta, si situó detrás de su perseguidor.

-Has perdido tu toque...Shinoa- dijo detrás del encapuchado.

-Supongo que me atrapaste...Vergil-san- dijo la figura, que por su voz se pudo distinguir que era una chica joven.

Ella volteo y se quitó la capucha, dejando ver a una chica hermosa, de buena figura, de cómo 15 años de pelo morado y ojos marrones. Esta le daba una sonrisa de inocencia a Vergil.

-¿Sucedió algo?- preguntó con su tono de siempre, pero con un poco de preocupación por la chica y sus motivos de venir.

-Me enviaron a recuperar algo- dijo con una sonrisa que se notaba falsa.

-¿Y tu equipo?- preguntó.

La sonrisa falsa de Shinoa se esfumó de su rostro.- Ellos...Ellos...murieron- dijo conteniendo las lágrimas.

Vergil abrió los ojos con un poco de sorpresa, e hizo algo que sorprendió a la chica.

Le dio un abrazo.

Shinoa no sabia que hacer, trato de separarse, pero los brazos de Vergil no se lo permitieron. Así que solo se dejó, soltando todo el dolor que estuvo conteniendo.

Ya luego de un rato se separaron, Shinoa un poco mejor y Vergil con su uniforme todo mojado.

-¿Mejor?- preguntó Vergil, dándole una sonrisa a la chica.

-Gra...gracias- dijo Shinoa apenada, mirando al suelo.- Se ve muy apuesto cuando sonríe.

-¿Por qué me seguías?- le preguntó Vergil.

-Te vi a lo lejos y decidí gastarte una broma- dijo con una sonrisa de inocencia.

-¿Jamas cambiarás eh?-

-Ya sabes que no-

-Será mejor que discutamos el tema en privado- dijo Vergil, volviendo a su tono serio.

-E...está bien- dijo un poco roja.- Será acaso que el...

Y así Shinoa se puso a fantasear en un millón de cosas, mientras tenía corazones en los ojos.

Vergil veía con una gota en la nuca a la chica, y sin rodeos la guió a su hogar, aunque Shinoa seguía en su mundo de ensueño.

En cuento llegaron, Vergil abrió la puerta para ser recibido por Athena, aunque está todavía no se había fijado en la chica de pelo morado.

-Dar!...ling?- lo recibió emocionada para luego fijarse en la chica a su lado y mirarlo extrañada.

-Regrese Athena- dijo Vergil sin fijarse en cómo lo veía su [Reina].

Shinoa regresó a la realidad de golpe en cuanto escucho el nombre de la peliblanca.

Ambas se quedaron viendo la una a la otra, al principio con confusión, para luego cambiar a una expresión un tanto molesta.

-Darling, ¿quién es esta niña?- preguntó Athena jaloneando a Vergil.

-¿Niña?- pensó Shinoa un poco molesta, antes de también jalar a Vergil. -Vergil-kun, ¿quién es la canosa?

Ambas se miraban con tanta intensidad la una a la otra que Vergil casi podía ver rayos.

-Athena, ella es Hiragi Shinoa, una conocida- dijo Vergil presentando a Shinoa.- Shinoa, ella es Athena, la [Reina] de mi séquito.

-¿Séquito?- preguntó Shinoa. Ella sabía que Vergil era un demonio, pero jamás tocaron mucho el tema de ese mundo.

Así Vergil procedió a contarle todo sobre las jerarquías de los Demonios y sus sistemas de clanes. Incluso sobre las [Evil Pieces].

-Ya veo- dijo Shinoa con una sonrisa.- En ese caso...- penso con malicia.- ¡Voy a unirme a tu séquito!- exclamó.

-¿Estas segura?- preguntó Vergil dudoso.- ¿Qué dirá tu familia?

-Ellos no importan- dijo restándole importancia al asunto.- Además...¡Por el amor todo se puede!- dijo sin pensar eso último.

-Espera, ¿qué?- preguntó Vergil un tanto sorprendido.

Shinoa se fijó en que eso último lo pensó en voz alta y se sonrojó mirando hacia el suelo.

-Etto, nada- dijo mirando hacia abajo, mientras jugaba con sus dedos.

-Pero aún no me dicen quién es- dijo Athena un poco cabreada por qué al parecer alguien estaba detrás de Vergil.

-Shinoa es parte de una rama del ejército, especializada en el exterminio de Vampiros renegados- explicó Vergil.- Nos encontramos hace un tiempo, en un nido de estos.

-Al principio pensamos que Vergil-kun era uno de ellos, pero luego nos enseñó las cenizas de estos- dijo Shinoa con una sonrisa, sin darse cuenta de cómo llamo a Vergil.

Athena solo le dio una sonrisa inocente a Shinoa, mientras en su mente maldecía a la "invasora" como ella le llamaba.

-Ya veo- dijo Athena toda tranquila.

-Pues vamos allá- dijo Vergil para en un círculo mágico hacer aparecer el estuche con las [Alpha Pieces].- ¿qué será?

Vergil estuvo pensándolo un momento para luego decidirse y sacar la pieza de [Caballero] y dársela a Shinoa, pidiéndole a la chica que la acercara a su pecho.

-¿Y ahora que?- preguntó Shinoa un poco dudoso.

-Darling hará el contrato y reencarnaras como la pieza decida- explicó Athena.

-¿Darling?- Shinoa la vio con una sonrisa que se notaba a leguas forzada.- Entiendo- dijo.

-Es hora- dijo Vergil, atrayendo la atención de ambas chicas. -Por orden de Vergil Sparda...tú Hiragi Shinoa...volverás a caminar en este mundo, sella este contrato y conviértete en mi sirviente.

El símbolo de Sparda apareció debajo de la chica, a la par que la pieza era absorbida en su cuerpo.

-¿Funcionó?- preguntó Shinoa sin saber cómo funcionaba el proceso.

-Veremos- dijo Vergil acercándose a ella para tocar su hombro y forzar su poder a salir.

De inmediato un par de alas salieron de la espalda de Shinoa, estas eran negras y tenían espectro de murciélago, confirmando que Shinoa reencarno como Diablo.

-Wow- dijo Shinoa al admirar sus alas.

-Con que un Diablo eh- dijo Athena a la par que manifestaba sus alas de Ángel.

-¿Algún problema?- preguntó Shinoa, chocando frentes con Athena.

Ambas se veían con odio e inconscientemente aumentaron sus auras.

-Basta- dijo Vergil en tono autoritario.

-Hai Darling/Vergil-kun- dijeron ambas chicas en tono inocente.

Vergil las vio a ambas con una gota en en la nuca antes de hablar.

-Hora de pasar a asuntos más serios- dijo Vergil pasando a su faceta fría.- Un Caído de poder relativamente alto está reuniendo las [Excalibur] aquí en Kouh, y tengo razones para creer que la misión por la cual Shinoa fue enviada está relacionado.

-Bueno...-interrumpió Shinoa -la verdad es que puede que me echaran jijiji- dijo riendo nerviosa.

-¿Entonces a qué viniste a Kouh?-

-Vine a verte a ti Vergil-kun- dijo Shinoa, con un sonrojo en sus mejillas.- Según un par de contactos, un chico con tu descripción se vio en Kouh, y vine aquí a decirte algo.

-Y eso sería...-

En lugar de contestar, Shino se lanzó a besar a Vergil, quien por no esperárselo lo correspondió con algo de torpeza.

Cuando se separaron, un hilo de saliva los unía, dando prueba de que fue uno de lengua.

-Mis compañeros murieron durante una redada, mientras ellos morían, yo quedé paralizada de la cintura para abajo temiendo por mi vida, pero arrepintiéndome de no haberte buscado luego de que nos encontramos por primera vez- Shinoa empezó a llorar levemente.- No recuerdo cómo, pero me rescataron y luego de ver mi bajo desempeño me retiraron del ejército, y usando un par de contactos te encontré para decirte que...te amo, desde el momento en que te vi lo supe.

-Amor a primera vista, lo mismo en mi caso con Darling- pensó Athena aunque enojada por el beso, conmovida por la confesión.

-No sé qué decir- admitió Vergil.- Pero si esos son tus sentimientos no puedo oponerme- dijo para besar a Shinoa.

En cuanto se separaron Shinoa se veía sumamente roja por sus acciones.

-¿Qué haremos con lo de las [Excalibur] Darling?- preguntó Athena.

-Espera un momento- dijo Vergil para concentrarse y sentir las auras de todos los seres en Kouh, además de predecir qué harían los Demonios.- Yo digo tenemos hasta pasado mañana para que se presente el invitado principal, mientras tanto las entrenare a ti y Shinoa para que se acostumbren a sus nuevos poderes de Diablo y Ángel.

-Oh es cierto, ¿como es que la canosa es un Ángel?- preguntó Shinoa

-Eso se debe a que Darling es un Neflim niña- dijo Athena con una vena en la sien.

-Wow- dijo Shinoa impactada.

-¿Dónde entrenaremos Darling?- preguntó Athena.

-Espera y verán- dijo Vergil antes de que un círculo mágico apareciera abajo de los 3 y se los llevara a cierto lugar.

...
Ya se, este capítulo parece de relleno, y lo es. Pero yo no quiero hacer lo de Kokabiel de corrido, por eso el que tome más tiempo el llegar a la batalla en contra de este.