Seiritei/Escuadrón 12
Dentro de uno de los muchos laboratorios que pertenecían a la rama científica del Seiritei, el sonido de choques violentos con espadas podía ser escuchado.

Ichigo Kurosaki, líder de la Resistencia, peleaba junto a Vergil Sparda, futuro Maou Absoluto del Inframundo.

¿Sus oponentes? Los Capitanes de los Escuadrones 11 y 12, Zaraki Kenpachi y Kurotsuchi Mayuri, dos de los monstruos más terribles dentro del Gotei 13.

A pesar de que ambos Capitanes se odien entre si, no se podía negar que hacían un buen equipo contra sus oponentes. Ayudaba mucho el hecho de que tanto el Neflim como el Shinigami no podían coordinarse correctamente.

Mientras Kenpachi los atacaba como una bestia sedienta de sangre, Mayuri aprovechaba cualquier apertura que dejaran ambos para hacer el ocasional ataque sorpresa.

-¿Algún consejo?- le preguntó Ichigo a Vergil, mientras esté paraba un ataque de Kenpachi.

-Separa y conquista- aconsejo el hijo de Sparda, deteniendo la hoja llena de veneno de Mayuri con [Yamato].

Ichigo sonrió ante esto, antes de poner ambas manos en su colosal Zanpakuto. Su hoja empezó a ganar un brillo celeste, y los ojos de todos se ampliaron.

-Getsuga...- Vergil no podía creerlo- ¡TENSHO!- el ataque en forma de luna se llevó al fiero Capitán a otro lado del laboratorio, e Ichigo lo siguió.

-¿Cómo?- se cuestionó Vergil.- Yo inventé el Getsuga desde que era un niño- ese pensamiento lo invadió, pero sabía bien que lo tenía que dejar de lado por el bien de la misión.

-Al parecer Kurosaki sigue igual de idiota que siempre- gruñó Mayuri entre dientes, viendo su amado laboratorio secreto.

Vergil aprovechó un descuido del Capitán, y con un rodillazo lo mando lejos.

-Mejor concéntrate más en el enemigo en frente de ti- le aconsejo Vergil, como alguien que regañaba a un niño.

Mayuri lo vio molesto por la forma en la que le hablaban, así que alzó su inusual espada- ¡Bankai!- grito.

-Carajo- pensó Vergil, mientras se veía obligado a alejarse del científico loco que había liberado su máximo poder.- Eso es...perturbador- pensó, viendo mejor el Bankai de Mayuri.

Parecía una oruga gigantesca, con cabeza y brazos de un bebé de color dorado, con lo que parecía una aureola de color plateado en su cabeza, y con un humo morado saliendo de su nariz.

La vista era una de las cosas más grotescas que Vergil había visto, y eso ya era decir mucho considerando la vida sangrienta del Neflim.

-¡Konjiki Ashisogi Jizō!(Cabeza Asesina de Ksitigarbha Dorada)- dijo Mayuri.- ¡Está será la última cosa que veras!- le gritó.

-Pues que ultima vista más cutre- respondió Vergil.

Una vena se el hincho a Mayuri en la frente por la burla- ¡Insolente!- le gritó, antes de usar su Zanaputo como una especie de control remoto para que su Bankai avanzará.

El espeluznante bebé de color dorado cargo contra Vergil, abriendo su boca anatómicamente imposible, solo para sacar un centenar de cuchillas de esta.

Vergil no tenía nada de tiempo para esto, así que guardo a [Yamato] y sacó a [Beowulf], listo para su ataque.

-Jamas he intentado esto- pensó, antes de retraer su brazo izquierdo.- ¡ATOMIC THUNDERBOLT!- exclamó.

El ataque de por sí era fuerte a distancias considerables, ahora soltado en un espacio cerrado y potenciado por el [Beowulf], no fue mucha la sorpresa de Vergil al ver tan destructivo resultado.

Justo en frente de él, solo se veía una estela de destrucción que llagaba hasta donde la vista lo perdía.

Mayuri sintió el peligro inminente así que se trató de alejar lo mejor que pudo. Aunque de poco le sirvió al solo quedar de él su brazo izquierdo.

Los restos de lo que alguna vez fueron Kurotsuchi Mayuri, Capitán del Decimosegundo Escuadrón del Seiritei, estaban regados por ahí en el camino que Vergil creo.

No se necesitaba ser un genio tan grande como el difunto para saber que eso es muerte inmediata para cualquiera.

-Puede que se me haya pasado la mano con esto- admitió Vergil, guardando a [Beowulf].

Con lo que el Neflim no contó fue el desgaste de energía que conllevó tal ataque, así que era inevitable que se tambaleara un poco.

-Mierda, no debo de hacerlo tan seguido. Especialmente considerando que me encuentro en territorio enemigo- pensó.

Una pequeña explosión de fuego a la distancia capto su atención, y tenía una ligera sospecha de quién podría ser.

Con Ichigo/Unos momentos antes
El Shinigami de cabello naranja estaba irritándose.

Kenpachi siempre había sido un oponente difícil de combatir, pero la diferencia radicaba en que Ichigo no podía enfrentarlo con todo su poder.

Sabía que el Gotei 13 llegaría pronto. Si usaba su Bankai solo llegarían más rápido al tener el prospecto de asesinar al líder de la Resistencia.

Kenpachi por su parte no se tomó tantas restricciones, y con su parche removido podía luchar a pleno rendimiento.

-¿Eso es todo lo que tienes?- preguntó Kenpachi en un intento de provocarlo, al mismo tiempo que aumentaba el salvajismo en sus ataques.- Estoy seguro que aprendiste algo nuevo desde nuestro último encuentro Ichigo.

-Si tantos deseos tienes de morir, ¿quién soy yo para impedirlo?- contestó Ichigo, pateando a Kenpachi en el pecho para mandarlo lejos.

-¡Ese es el espíritu!- celebró el enorme guerrero, dando un par de volteretas en el aire para aterrizar en el suelo.

Ichigo clavo su Zanpakuto en el suelo, para sorpresa de Kenpachi, quien solo pudo abrir ambos ojos en sorpresa por lo qué estaba viendo.

Ambos puños del joven Shinigami estaban envueltos en fuego carmesí- Metsuryū Ōgi:...- susurro en tono bajo, solo para por medio de un Shunpo aparecer justo en frente de Kenpachi- ¡Guren Bakuenjin!(Arte Secreto de Dragon Slayer: Cuchilla de Llamas Explosivas)-

El fiero Capitán fue completamente envuelto en un tornado de fuego sofocante, que pocos segundos después empezó a liberar una serie de explosiones que se extendieron en el aire.

Vergil llego justo a tiempo para ver cómo el ataque terminaba.

Justo como el, Ichigo cayó de rodillas al suelo luego del desgaste de poder, su respiración pesada.

Un cuerpo carbonizado cayó del cielo, a pocos centímetros de Ichigo.

Un solitario cascabel quemado rodó del cadáver.

-2 Capitanes han caído- pensó Vergil, recogiendo a Zangetsu para dejarla junto a Ichigo.- Hay que irnos- le aconsejo al Shinigami.

-¿Y Mayuri?- le preguntó, usando su espada como un bastón.

-Muerto- respondió Vergil sin mucha emoción.- No necesito preguntarte de Kenpachi, montaste un buen número con el- dijo mientras veía los restos de su enemigo de soslayo.

-Hay que largarnos de...- lo que sea que el Shinigami de cabello naranja estaba por decir, se tuvo que ver interrumpido.

-¡Kurosaki Ichigo!- dijo una voz en tono de mando.

En menos de un segundo, tanto Ichigo como Vergil se vieron rodeados de los miembros del Gotei 13 partícipes de la guerra.

-¿Van a algún lado?- preguntó un hombre que a leguas se denotaba como el líder.

Era un anciano, calvo con una enorme barba blanca arreglada de forma minuciosa. Estaba un poco encorvado debido a tener que apoyarse en un bastón, pero aún así era alto. Tenía un Haori blanco sobre su uniforme estándar. Y un par de cicatrices en el rostro. Sus ojos, aunque ligeramente cerrados, daban un aire de haberlo visto todo.

Vergil no necesito procesarlo mucho para saber que en ese preciso momento estaba hasta el cuello de mierda.

-Muy mal de su parte el haber asesinado a los Capitanes Kurotsuchi y Zaraki- hablo una mujer, como una madre que regaña a sus hijos.

Ella tenía cabello negro largo, atado a la parte de en frente. Justo como el anciano o el resto a su alrededor tenía un Haori blanco sobre sus ropas holgadas. A pesar de que tenía una dulce sonrisa en su rostro, Vergil no pudo evitar que un escalofrío le recorriera la espina dorsal el ver sus grandes ojos azules.

-Es fue debido a que se confiaron. Inútiles hasta el final- replicó otra mujer.

Esta era ligeramente más baja que el resto. Cabello azul oscuro casi negro, un tanto corto con dos secciones trenzadas. Tenía un ceño fruncido que Vergil podría adivinar era una constante en ella.

-¡Eran nuestros compañeros!- replicó otro Capitán en tono enojado hacia la mujer, antes de centrar su vista en los intrusos.- ¡Van a pagar con sus vidas!-

Este Capitán era enorme. Y fácilmente resaltaba entre todos por cierto detalle...¡Era un hombre lobo!

-Aunque, hay que darles su crédito- dijo otro de ellos, en un tono que no delataba emoción alguna, aunque si que era condescendiente.- Vencer al cavernícola de Kenpachi y al demente de Mayuri no es un logro menor-

Este tenía el pelo negro, largo hasta los hombros, con unos adornos blancos que lo separaban en un par de secciones. Una pequeña bufanda de color verde menta en su cuello. Sus ojos veían a Ichigo de forma crítica, y a Vergil con ligera sorpresa.

Vieran por donde vieran, Vergil e Ichigo sabían que de esta no salían fácil.

Apenas y consiguieron salir bien de pelear con dos Capitanes. Ahora tenían a 5 a su alrededor, y uno de ellos era el mismísimo Yamamoto en persona.

Yamamoto le dio un vistazo a Vergil un segundo, y sus ojos mostraron sorpresa, pero se tuvo que recomponer debido a la situación.

-Kurosaki Ichigo- empezó el viejo Capitán.- Bajo los cargos de alta traición contra el Seiritei, y el asesinato de dos miembros del Gotei 13, se le ejecutará de forma inmediata- declaró.

Justo en ese momento, criaturas idénticas a las de la vez anterior aparecieron, rodeando a Ichigo y Vergil, baba cayendo por sus bocas.

-Al parecer el experimento del Capitán Kurotsuchi fue todo un éxito- dijo la Capitana de cabello largo, acariciando la cabeza de uno de los seres como si fuera un perro.

Para sorpresa de tanto Ichigo como Vergil, el ser se dejó, sin presentar algún signo de agresividad.

-Solo fueron necesarias un par de modificaciones del diseño original, Capitana Unohana- dijo una nueva voz.

Justo al lado de la mujer, un hombre de cabello rubio apareció. Su expresión parecía desinteresada de la situación actual, aunque veía a Vergil con ligera intriga.

-¡Gusto en verte, Kurosaki-san!- dijo el hombre de forma juguetona.

Vergil notó que el agarre que Ichigo mantenía sobre su Zanpakuto aumentó de manera considerable.

-¿Cómo se encuentra Yoruichi-chan? ¿Ya dejó de llorar?- preguntó, justo como uno lo esperaría de un niño.

Aunque, Vergil notó que había cierta maldad detrás de esas palabras, y no tardó mucho en conectar los puntos.

-El es la persona que traicionó a Yoruichi- el agarre que tenía sobre [Yamato] aumento también.

-¿Alguna idea de cómo salir de aquí?- le preguntó Ichigo en un susurro apenas y audible a Vergil.

-Las bombas están inutilizadas por la destrucción del laboratorio- consideró, para que justo en ese momento una idea destilará en su mente, siendo su única esperanza en ese enorme embrollo.- Hay algo, aunque hay que mantenerlos distraídos con algo- comento.

Ichigo no dijo nada, más solo asintió con la cabeza- Es mejor que nada- consideró el Shinigami.

Yamamoto alzó su bastón, al cual se empezó a disolver para dar paso a una Zanpakuto.

-Morirán aquí mismo, el líder de la Resistencia y también el Hijo del Caballero Oscuro- declaró, empezando a desenvainar su espada.

Justo en ese momento, algo captó la atención de todos los Capitanes.

Volteando hacia arriba, todos pudieron ver cómo una lluvia torrencial de [Espadas Convocadas] caían sobre la zona.

-¡Muévanse!- gritó la pequeña Capitana, usando Shunpo para alejarse del rango del ataque.

Todos sus aliados hicieron como ella y se retiraron del lugar, todos menos uno.

Yamamoto balanceo su espada una vez fuera de su vaina- Convierte toda creación en cenizas...- empezó su cántico, a la par que llamas abrazadoras eran invocadas.- ¡RYŪJIN JAKKA!-

El cielo se encendió debido a una enorme pared de fuego ardiente como el sol, que protegía lo que quedaba de la zona del ataque de Vergil.

Aunque más que un ataque, era una distracción para que el par escaparan del lugar.

Yamamoto chasqueo la lengua, claramente disgustado por la situación en la que se encontraban.

-El Hijo de Sparda echara a perder mis planes si se le permite- pensó.- La próxima vez que lo vea, yo mismo mataré a ese bastardo.

Varios kilómetros a la distancia
Vergil e Ichigo sentían la pared de fuego a sus espaldas, pero aún así no se detuvieron para nada.

Cuanta más distancia hubiera de por medio con el Seiritei mejor para ellos.

En poco llegaron a la base, donde sus aliados los miraban preocupados a ambos.

-¿Qué es lo que sucedió?- le preguntó Nel a Ichigo, revisándolo por si presentaba alguna herida.

-La misión se complicó- le respondió el Shinigami.- Las buenas noticas, tanto Kenpachi como Mayuri ya no son amenazas-

Eso hizo que todos los vieran con los ojos como platos.

-¿Están...?- quiso indagar Irina.

La Angel sintió el aumento de poder desde la distancia, y con la información que acababan de recibir...

-Están muertos. Ambos- contestó Vergil, entrando a la base sin siquiera entrar en detalles.

Todos voltearon a ver a Ichigo en búsqueda de detalles, pero este se encogió de hombros, algo cansado con todo lo que pasó.

-¿Supieron que era esa súper arma?- preguntó Renji.

-Ese loco de Mayuri creo unas criaturas extrañas- respondió Ichigo.- No eran Hollows o Shinigamis, pero eran algo raro- vio a Yoruichi un momento, preguntándose si era buena idea decirle el resto, pero no podía dejar que sus emociones privaran a todos de detalles.- Urahara creo más de esas de esas cosas, no sabemos cuántas, pero son muchas- termino, antes de el mismo entrar.

Varios vieron a Yoruichi con precaución, pero esta no mostró enojo o ira, es más, no mostró emoción alguna, solo entro a la base.

Con Vergil
El Neflim veía la habitación que se le había dado.

Era muy apegada a la del Japón Feudal, con un futon en el suelo en lugar de una cama.

Despojándose de la parte de arriba de su atuendo, apago la vela del lugar y se acostó.

No trato de dormir, solo consideró las cosas.

-[¿En qué piensas?]- preguntó Gandora, curioso por lo que mantuviera a su portador en ese estado.

-El Getsuga- le contestó.- Ichigo fue capaz de utilizarlo, pero ese ataque yo lo desarrolle junto con Dante cuando éramos niños. ¿Cómo es que Ichigo lo pudo utilizar?- se cuestionó.

-[Esa es la pregunta del millón]- concordó Gandora.

-White- el joven trató de llamar a la representación de la contradicción de sus poderes, esperando alguna respuesta.

-¿Yo qué voy a saber?- le contestó casi de inmediato.- Solo te puedo decir esto Master, hay alguien más echándote mano en este tipo de cosas.

-[Creo que vas a necesitar explicarte mejor]- le dijo el Dragón.

-Lo que quiero decir, es que todos y cada uno de los ataques que Master usa ya se encontraban en su mente, como si alguien los hubiera implantado ahí- contestó él ser.

-¿Pero quién?- se preguntó el Sparda.

-[¿Alguno de tus padres?]- sugirió Gandora.

-No lo creo- comentó.- El único ataque que aprendí de mamá fue el Golpe de Fe, y eso por qué ella me comentó sobre ello.

-Muchas preguntas y ninguna respuesta Master- dijo White.

-[Tienes que tener cuidado compañero]- le advirtió Gandora.- [Sabes muy bien que aún no recupero mi poder, solo puedes materializar una armadura, pero no te da nada de poder]-

-Y aún así mira como deje a Vali el cual se encontraba en su [Juggernaut Drive]- repuso.

-A dormir- interrumpió White- que mañana es más que seguro que tengamos varios a quienes matar- una sonrisa se dibujó en sus negros labios el pensar en eso último.

-Loco de mierda-

-¡Te escuche!-

-[Creo que fue con ese intensión]-

-Yamamoto Genryūsai- pensó Vergil.- Si mi padre pudo vencerte yo también debería ser capaz de hacerlo- juro, con el puño alzado, listo para cumplir esa promesa.

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Y corte.

Muchas cosas interesantes pasaron en este capítulo.

Dos Capitanes murieron en combate contra Ichigo y Vergil.

Pudimos ver el alcance de los poderes de Ichigo con su lacrima de Dragon Slayer, siendo capaz de vencer a Kenpachi.

Vergil demostró una combinación muy poderosa al utilizar el Atomic Thunderbolt mientras tiene puesto el [Beowulf], lo que resulta en un golpe estilo One Punch Man.

Primer encuentro cara a cara entre Vergil y Yamamoto. Al parecer el anciano ya se había enfrentado antes a Sparda.

¿Qué tal? Vergil le dio la madriza de su vida(por ahora) a Vali, y Gandora no tenía nada de poder. Vergil solamente uso su armadura como, un pedazo de metal sobre su cuerpo que ni incrementaba su fuerza.

Y finalmente, Vergil parece sospechar de un poder más grande que el que manipula los hilos, pero no se preocupen que esto no se convertirá en Vergil mata al Universo del Anime.

Hasta el próximo capítulo