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Excallibur, Cadre y Arrancar

-Espera y verán- dijo Vergil antes de que un círculo mágico apareciera abajo de los 3 y se los llevara a cierto lugar.

Academia Kouh/2 días después.
En este momento se vía a Rias Gremory y sus siervos, todos dando su máximo para frenar a Kokabiel, Cadre de Grigori y causante de todo el asunto de las [Excalibur].

Balba Galilei, ex-miembro de la iglesia, logró su sueño de fusionar la mayoría de las [Excalibur] en una sola, para luego dársela a Freed, y que este la pruebe.

El [Caballero] Gremory tuvo que aceptar su pasado, para así poder desbloquear su [Balance Breaker], dando origen así a la "primera" espada Sacro-demoníaca, y junto a la [Durandal] de Xenovia, pudieron volver a destruir a la [Excalibur]

-La existencia de una espada tanto sagrada como demoníaca es imposible- exclamó Balba aún sorprendido.- A menos que...no sólo los antiguos Maous, sino Dios también...- hasta ahí es hasta donde pudo llegar, justo antes de que una lanza de luz le atravesará el pecho.

-Balba, fuiste alguien muy capaz- elogió Kokabiel desde su trono en el cielo.- Y pensar que con solo eso lo pudiste deducir.

-¡¿Qué está pasando?!- preguntó Rias incrédula por la escena de Kokabiel matando a su aliado.

-No sólo los antiguos Maous murieron en la guerra pasada- dijo Kokabiel parándose de su trono, extendiendo sus alas- ¡Dios también murió luego de sellar a los Dragones Celestiales!

Ante ese comentario, Asia se desmayo, Xenovia estuvo por hacerlo también pero su experiencia en batalla le decía que debía seguir en pie.

-Eso...eso es imposible- dijo Hyodou Issei luego de tal declaración.

-Luego de la muerte de Dios, el sistema que dejó no fue el mismo, eso permitió que fenómenos como una espada sacro-demoníaca sea posible- explicó Kokabiel.

[Esta diciendo la verdad]- admitió mentalmente Ddraig a Issei.

-Van a morir, no veo cuál fue el punto que se los hayas dicho- dijo una nueva voz.

-Es mi decisión- dijo Kokabiel.- Como sea no influye en nuestro trato...Ulquiorra -dijo volteando hacia atrás.

En eso se ve a un joven de cómo 17 años, un largo pelo negro peinado hacia atrás, con un mechón cayéndole en frente, ojos inusualmente verdes, con una piel pálida y de baja estatura. Lo más resaltante de su cara eran marcas verdes que le caían. Estaba vestido con una túnica y pantalón blanco. También tenía una katana a su lado. Además de tener parte de algún casco en su lado izquierdo.

-¿Quién eres tú?- preguntó Rias autoritariamente.- Sí estás aliado con Kokabiel...

-Eso no importa mucho Rias Gremory- interrumpió Kokabiel- ¡Ustedes no saldrán vivos de aquí!- gritó a la par que arrojaba una enorme lanza de luz.

Todos los Gremory sabían que su poder no era suficiente para detener ese ataque, así que cerrando sus ojos, esperaron lo inevitable.

Hubo una enorme explosión que levantó una cortina de humo, en cuanto se disipó, tanto Kokabiel como Ulquiorra estaban sorprendidos, aunque este último en menor medida.

Ahí se veía la enorme lanza de luz, intacta, a solo unos escasos metros de los Gremory, pero algo impedía su avance.

Ese algo era la mano derecha desnuda de un joven de pelo blanco, peinado hacia atrás, vestido en su característica gabardina azul. Vergil Sparda había llegado.

Detrás de él se encontraban Athena y Shinoa, atendiendo las heridas de los aún impactados Gremory.

-¿Vergil-san?- preguntó Issei sin poder creérselo.

Vergil no le hizo caso y dirigió su vista a Kokabiel, sin soltar todavía la lanza.

-Pude haberte dejado ir si era solo el tratar de matar a los Gremory, o destruir esta cuidad- dijo con voz calmada, pero sus ojos celestes reflejaban ira.- Pero decidiste usar la espada de "ella", eso no lo puedo perdonar.

-¿Qué sabe sobre "ella?- se preguntó mentalmente Kokabiel.- ¿Quién eres niño? ¿Cómo sabes de "ella"?

-Es normal que un hijo sepa de su madre- contestó simplemente.

-¡Eso es imposible!- rugió Kokabiel.

-Entonces explica esto- dijo al momento de morderse el pulgar, haciendo que este comenzará a sangrar.

En cuanto la sangre de Vergil hizo contacto con el suelo, un enorme brillo se presentó.

El brillo era tal, que todos tuvieron que cerrar los ojos, y en cuanto este murió, a mas de uno le dio un ataque.

Los fragmentos de la destruida [Excalibur] ya no se encontraban esparcidos por ahí, y en la mano izquierda de Vergil apareció una espada completamente de oro, de doble filo, con gemas azules en el mango y guarda de esta.

-Justo como mamá la describió- dijo Vergil, admirando la espada.

De un tajo de esta, partió con facilidad la lanza de luz.

-Es...es imposible- dijo Xenovia sin poder creerlo.

-Entonces es verdad- pensó Kokabiel.- ¡¡Entonces ven a divertirme...Hijo de Eva!!- exclamó eufórico.

-¿Hijo de Eva?- se preguntaron mentalmente los Gremory y Xenovia, sin saber a qué se refería Kokabiel.

-De ti me encargaré después- respondió Vergil, mientras guardaba a [Excalibur].- Primero me encargaré del Arrancar- dijo viendo al pelinegro de blanco.

-¿Arrancar?-preguntó Rias sin comprender, puesto que jamás había oído ese término.

-¿Cómo sabes sobre los míos?- preguntó Ulquiorra con una cara estoica y sin emociones.

-No eres el primero de los tuyos que veo- dijo Vergil, extendiendo ambas manos.- ¡[Yamato]!- exclamo.

En las manos de Vergil apareció una Katana que a pesar de estar enfundada, varios detalles eran perfectamente apreciables, su empuñadura era blanca, la funda era de color azul, decorada con broches dorados y una cinta amarilla sujeta a la funda.

(La Yamato)

-Esa espada es peligrosa- pensó Ulquiorra con cautela, mientras posaba su mano cerca de su propia katana.

Vergil en una explosión de velocidad, apareció en frente de Ulquiorra, y tomándolo por el cuello de la camisa, desapareció junto a él.

Limbo
En cuanto Ulquiorra apareció en el nuevo terreno, no pudo evitar mirar alrededor.

-¿Qué es este lugar?- se preguntó mentalmente al ver el lugar.

Era una versión retorcida del patio de la academia. Con fragmentos de edificios flotando por ahí y con un cielo rojo

-Este es el limbo- hablo Vergil al aún estoico Ulquiorra.- El único lugar donde puedo usar mi poder al 100% sin riesgo alguno. El tiempo aquí fluye de manera diferente al de la tierra.

-Interesante- fue la simple respuesta de Ulquiorra.

-¿Empezamos?- preguntó Vergil un tanto impaciente por empezar.

-Ten cuidado con lo que deseas- dijo para aparecer a espaldas de Vergil.

Ulquiorra apuntaba a la columna de Vergil para apuñalar, pero este con una explosión de velocidad ya no se encontraba ahí, estaba a unos 5 metros de distancia.

Vergil se puso en pose para desenfundar a [Yamato] en cualquier momento.

Ulquiorra por su parte también se puso en guardia.

La tensión entre ambos se podía sentir, entonces de un rápido movimiento Vergil desfundo su espada, de forma que la punta de [Yamato] diera directamente hacia Ulquiorra.

Este alzo una ceja ante tal acción, solo para ver cómo desde la punta de [Yamato] se empezaba a formar un cono de aire, con el adentro de este.

Por puro instinto, salió del cono. Primero pensó que no le había hecho nada, pero mirando su brazo derecho, vio como este estaba lleno de finos cortes, cosa que lo sorprendió en gran medida.

-Es alguien de quien cuidarse- pensó con cautela mirando hacia Vergil.

De las heridas de Ulquiorra, una sustancia blanca empezó a brotar, solo para que está cerrará los cortes y sanarlo sin siquiera dejar marca.

Vergil vio esto con curiosidad antes de que empezara a hacer una hipótesis.

-Fue un buen ataque- elogió.- Pero necesitarás algo mejor si planeas vencerme- dijo antes de aparecer enfrente de Vergil y darle un corte en el pecho desde la clavícula hasta las costillas.

Ulquiorra pensó que había ganado al ver la cantidad de sangre que salía del chico, pero justo cuando bajó su guardia, Vergil aprovechó para darle apuñalarle el hombro derecho.

Viendo que la sorpresa de Ulquiorra todavía no había pasado, Vergil aprovechó para darle una poderosa patada en las costillas, que lo mando a volar muy lejos.

Una cortina de polvo se levanto, y justo cuando se empezó a disipar, Ulquiorra estaba justo en frente de Vergil, con katana lista para cortar.

Vergil bloqueó con la suya propia, para luego darle un golpe en la boca del estómago a Ulquiorra con la empuñadura de [Yamato].

Aprovechando la distancia, ambos guerreros empezaron con un violento intercambio de estocadas el uno contra el otro.

Chispas volaban debido los bloqueos que cada uno hacia a puntos vitales, y la sangre empezaba formar un charco justo debajo de ambos.

-Así jamás iremos a ningún lado- pensó Ulquiorra.

Ulquiorra aprovechó un descuido de parte de Vergil para dar un corte al suelo, levantando polvo y aprovechar para separarse una distancia considerable.

Pasando su mano por donde aún tenía sangre, la extendió para que se empezará a reunir una gran cantidad de energía de color verde con los bordes blancos en la palma de su mano

-Gran Rey Cero- dijo a la par que un poderoso torrente de energía fuera disparado contra Vergil, quien fue engullido en su totalidad por este.

La silueta de Vergil se empezó a perder dentro del ataque hasta que desapareció por completo.

Decidiendo que ya fue suficiente, Ulquiorra corto el ataque, viendo que por donde este paso solo había tierra quemada y rastros de destrucción.

Penando que ya termino, Ulquiorra se volteó, solo para ver algo que lo dejó verdaderamente confundido.

-¿Sigues vivo?- preguntó al ver a Vergil de pie ante el.

Su ropa se encontraba un poco rasgada, con unas marcas menores de quemadura en su gabardina, pero fuero de eso se entraba bien.

-Mi turno- dijo a la par que hacía pose de preparar un golpe.- ¡Atomic Thunderbolt!- gritó a la par que extendía su puño.

El ataque fue tan rápido que Ulquiorra fue envuelto en un haz de poder.

El ataque no fue de tan larga duración, pero cuando termino, se vio que tuvo el mismo resultado que el Gran Rey Cero de Ulquiorra.

Este último se encontraba en el mismo lugar, apoyado en su espada, respiración agitada, y ropas chamuscadas.

-Eres...el primero...con el que uso esto en mucho tiempo- dijo de forma entrecortada mientras se ponía recto y ponía su espada paralela al suelo.- Encadena, Murciélago.

Inmediatamente fue envuelto en un pilar de energía verde negruzco, del cual emitió energía para varias direcciones, dando la ilusión de llover.

La pupila de Vergil se contrajo un poco al ver sentir que el poder de Ulquiorra creció considerablemente.

En cuanto el pilar se disipó, se vía a Ulquiorra parado, pero su apariencia cambio. Ahora tenía dos cuernos en ambos lados de su cabeza, apuntando hacia arriba, su cabello creció considerablemente, pero lo más llamativo de todo, fueron el par de alas de murciélago negras en su espalda. Su katana había desparecido.

-Resurrección- fue todo lo que dijo, mirando a Vergil aún sin ninguna emoción aparente.

-Su poder creció unas 5 veces- pensó Vergil, mientras una sonrisa aparecía en su rostro.

-Luz de Luna- dijo Ulquiorra, a la par que en su mano se creaba una lanza de color verde y se preparaba para lanzarla. -Por tu bien que no te de- dijo a la par que la lanzaba.

En un parpadeo la lanza ya se encontraba en frente de Vergil, quien con [Yamato] la desvío a una distancia prudencial.

En cuanto él Luz de Luna hizo contacto, explotó en un torrente mucho más poderoso que el Gran Rey Cero.

Ulquiorra preparó 2 más, uno en cada mano, y se lanzó contra Vergil.

Justo cuando llegó, hizo un corte en X, a lo que Vergil bloqueó con [Yamato] de forma horizontal.

-Incinerar- dijo Vergil, aprovechando la tan corta distancia, para envolver a ambos en un torrente de fuego.

Ulquiorra se tuvo que separar debido al calor, pero justo cuando salía del pilar de fuego, una gran cantidad de espadas de energía azules fueron tras el, apuñalandolo en varios puntos.

El pilar termino, y se vio a Vergil con [Yamato] en una mano y una espada de energía azul en la otra.

-[Dark Slayer]- dijo Vergil antes de lanzarse contra Ulquiorra.

Este viendo que no tenía más opciones, creo 2 Luz de Luna más y se lanzó al ataque.

El intercambio de embates entre ambos esta vez era mucho más rápido, a los ojos de muchos parecería que ni se movieran, pero pequeñas explosiones de presión en el aire eran prueba suficiente.

Llegando a un punto muerto donde ambos tenían sus armas bloqueadas por el otro, Vergil aprovechó para darle una poderosa patada que mandó a Ulquiorra lejos.

Ambos se veían a los ojos, las palabras no eran necesarias para expresar que esta batalla apenas y comenzaba.

-Eres el primero que me hace llegar a esto- dijo Ulquiorra, dirigiendo una mano a uno de sus cuernos.- Contempla mi siguiente evolución- dijo a la par que se arrancaba el cuerno entero.

Fue nuevamente cubierto por un un torrente de poder negro, pero este era mucho más denso que el anterior.

-Su poder aumento 10 veces más- pensó Vergil con sorpresa al ver que el Arrancar era 50 veces más poderoso que al inicio.

En cuanto el torrente termino, la palabra murciélago le quedaba mucho mejor a Ulquiorra ahora.

Tenía el pecho desnudo de color blanco, con un enorme hueco en su centro de donde pareciera que una sustancia negra salía, sus brazos y piernas se hicieron de color negro con lo que parecía pelo, sus cuerno permanecieron igual, las marcas en su cara también se hicieron de color negro, e incluso le salió una cola.

-Resurrección Segunda Etapa- dijo Ulquiorra simplemente.

Ulquiorra extendió su dedo anular izquierdo hacia en frente, donde rápidamente empezó a reunir una gran cantidad de energía negra de borde verde.

-¿Con qué así será eh?- dijo Vergil, aunque más para sí mismo, mientras se arremangaba la manga derecha y se preparaba.

-Cero Oscuras- fue todo lo que dijo Ulquiorra, antes de lanzar tal poderoso ataque en contra de Vergil.

El resultado fue más que devastador. El Cero Oscuras destruyo prácticamente toda el área, dejando solo tierra quemada y escombros, además de levantar una enorme cortina de humo.

-Fue un buen rival- dijo Ulquiorra, viendo a donde antes estaba Vergil.

Estaba a punto de irse del lugar, hasta que una fuerte aura explotó en lugar, igualando la de Ulquiorra con facilidad.

Viendo el epicentro del aura, Ulquiorra puso una cara de puro asombró al ver de quién se trataba.

-¡[Devil Bringer]!- exclamó Vergil mientras se escondía detrás de...¿su brazo?

Donde antes se encontraba un brazo derecho normal, ahora era un brazo rojizo de aspecto monstruoso, con luz emitiendo del dorso de este.

-Te tomaste la molestia de llegar a tu máxima forma solo por mi, sería descortés de mi parte no mostrarte parte de mi verdadero poder- explicó Vergil.

-Esto todavía no acaba- dijo Ulquiorra, solo para aparecer en frente de Vergil, con una aún más poderosa Luz de Luna en mano.

Justo cuando iba a impactar, Vergil extendió su nuevo brazo, de donde una copia espectral salió, solo para detener como si nada la lanza.

Vergil le dio un cabezazo al murciélago Arrancar, causándole un shock momentáneo que aprovechó para tomar distancia.

Sacando a [Yamato] directamente del [Devil Bringer], Vergil mando un par de cortes de energía directamente a Ulquiorra.

Usando un Luz de Luna como defensa, Ulquiorra lo hizo jirar, de esta forma bloqueando los ataques de Vergil.

Pero lo que Ulquiorra no noto fue que los residuos de esos cortes se juntaron, creando una espada de energía, la cual apuñalo a Ulquiorra en el hombro, antes de disiparse.

-Cero- dijo Ulquiorra mientras disparaba un haz de luz verde desde la punta de su cola.

Vergil extendió su mano, parando con esta el Cero, pero lo que no esperaba fue a Ulquiorra justo en frente de él, mientras se lo llevaba a estrellar con varias rocas de gran tamaño que había por ahí.

Dejando un pequeño rastro de destrucción, Ulquiorra haciendo uso de su cola, sujeto a Vergil del cuello para dejarlos cara a cara a ambos.

-Se acabo- dijo Ulquiorra, extendiendo su dedo, cargando un muy potente Cero Oscuras a quemarropa.

-No le creo- dijo Vergil poniendo una sonrisa.- Incinerar- dijo para de nuevo ser cubiertos ambos en un pilar de fuego, pero este era mucho más caliente que el primero.

Debido a no poder haber sido formado bien, el Cero Oscuras estalló, hiriendo enormemente a ambos chicos, y creando una columna de explosiones.

Cuando el humo se disipó, se podía ver a ambos jóvenes todavía de pie, aunque con manchas negras por sus cuerpos, producto de la explosión.

La característica gabardina azul de Vergil eran solo tirones ahora, así que con mucha molestia se la tuvo que quitar, quedando solamente con la chaqueta que tenía debajo.

Ambos tenían una sonrisa en el rostro, aunque la de Ulquiorra era en menor medida, debido a la intensidad de la batalla.

-¿Qué te parece si terminamos esto con todo?- preguntó Vergil.

Ulquiorra no hablo, pero la enorme de cantidad de energía negra que se concentró en su brazo izquierdo hablo por el.

Vergil al ver esto, solo pudo sonreír más mientras concentraba energía en el [Devil Bringer], el cual empezó a brillar de un azul eléctrico intenso.

Justo cuando ambos concentraron toda la energía posible en sus respectivos brazos, corrieron el uno contra el otro.

No pasó mucho tiempo antes de que conectarán, y el infierno se desató.

El choque de energías negra y azul. Fue devastador, y ninguno de los lados cedía.

-¡Ahhhhhhh!- fue el grito de ambos guerreros al tratar de superar al otro, puesto que aquel que perdiera recibiría el impacto combinado de ambos brazos.

Ambas voluntades chocando la una con la otra, emitían tanto poder, que sin quererlo, llamaron la atención de cierto ser que flotaba en la nada, y se dijo a sí mismo que lo investigaría.

-Supongo que al fin podré verte...Inoe- fue el pensamiento de Ulquiorra, al ver que su brazo estaba cediendo por fin.

-¡Regulus Impact!- gritó Vergil, mientras todo el poder de ambos iba para un solo lado.

-¡Boom!- fue el sonido que se escucho en cuanto ambos poderes terminaron de chocar.

Todo lo que se veía en el Limbo fue un pilar de energía negro/azul.

El pilar duró mucho tiempo, pero cuando finalmente terminó, nada.

Toda la zona antes quemada, ahora parecía un campo estéril, con un enorme cráter en el centro.

Dentro de dicho cráter se vía a un joven de cabello blanco respirando trabajosamente. Con solo un pantalón en mal estado cubriéndole.

Él estaba reincorporándose después de haber usado tal cantidad de energía en su ataque anterior.

-Eso fue divertido- dijo para sí mismo, mientras miraba a la distancia. -Diste buena pelea, Ulquiorra.

Apareciendo mediante magia una botella de agua, el joven se recuperó relativamente rápido.

-Sigues tu cuervo de mierda- dijo antes de abandonar el Limbo, y no volver por un buen tiempo.

Dimensión Normal
En cuanto Vergil apareció, dio una mirada rápida a su alrededor para notar que el tiempo apenas y había corrido, una de las ventajas de estar en el Limbo.

-¿Vergil-san?- preguntó Issei incrédulo al ver a Vergil regresar en casi nada de tiempo.

Todas la a mujeres presentes sé sonrojaron al ver al peliblanco con solo un pantalón, exponiendo su bien torneado abdomen.

-¡¿Dónde está ese inútil Arrancar?!- exigió Kokabiel al no ver a Ulquiorra.

-Combatimos, lo mate, ahora sigues tu- dijo Vergil simplemente.

-¡Inténtalo Hijo de Eva!- dijo Kokabiel extendiendo sus 5 pares de alas orgulloso.

-Que patético- escucho Kokabiel a su espalda, solo para voltear y ver a Vergil, con un ala del Cadre en cada mano.

Kokabiel lo vio con temor, pero ya era tarde cuando el Neflim lo mando lejos con una patada, quedando con sus alas en sus manos.

-¡Gahh!- gruñó de dolor Kokabiel al sentir como sus alas fueron arrancadas.

No tuvo tiempo para recuperarse, puesto que Vergil se situó detrás de él nuevamente y una por una, arrancó las alas del Cadre.

-¡Piedad!- imploro Kokabiel cuando solo le quedaban 2 alas.

-Eres patético- dijo Vergil soltándolo, solo para darle una patada que lo mando lejos. -Creo que ya has visto suficiente...Hakuryuko.

En cuanto termino de decir eso, la barrera que estaba en el área se rompió, solo para que se vea una figura humanoide envuelta en una armadura blanca de gemas azules.

-Azazel me envió por este- dijo el de blanco mientras cargaba a Kokabiel.- Eres alguien interesante- dijo dándose la vuelta para irse, pero en eso...

-[¿Me estás ignorando...Albión?]- preguntó la gruesa voz del Welsh Dragon, mientras se materializaba la [Boosted Gear] en el brazo del castaño.

-[Así que estás despierto...Ddraig]- respondió otra voz, viniendo de la espalda del Vanishing Dragon.

-¡¿Los Dragones Celestiales están...hablando?!- exclamó Rias atónita por el intercambio de palabras.

-[Es una pena que nos encontremos en esta situación]- dijo Albión.

-[Estas cosas pasan]- respondió de vuelta Ddraig.

-[Adios...Ddraig/Albion] dijeron ambos dragones al mismo tiempo, cortando la comunicación al mismo tiempo.

-Nos veremos de nuevo, Rival-kun- dijo el blanco viendo al rojo, para pasar su mirada a Vergil. -Tu y yo tendremos una pelea pronto- dijo mientras se empezaba a retirar.

-Cuando quieras...Morningstar- dijo Vergil, aunque esto último no fue escuchado por casi nadie.

...
Y pues...¿les gustó la batalla? Ahí perdonen si no fue lo que esperaban.

En el próximo Vergil tendrá que aclarar un par de cosas.

Y ahí cálculo 2-3 capítulos para el desmadre en la reunión de las facciones.

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