Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

✐001.

El silencio al cual la mansión acostumbra a tener era totalmente respetado por aquellos que se ocupaban de mantenerla. Siendo muy, muy cuidadosos con cada paso que sus pies daban en las baldosas.

Era simple, un ruido: castigo.
Polvo: castigo.
Interrumpirlo : castigo.

Y no importaba quién fue o a qué se debía, solamente te quedaban unos segundos, hasta que de la oscuridad divises aquella aura de furia retumbar a tu alrededor que llamaba a tu adiós definitivo.

Los sirvientes eran los mismos desde hace ya muchos años, acostumbrados a los cronogramas que cumplían hora tras hora. No tenían tiempo de esperar a que un nuevo sirviente se acomodara al ambiente.

Menos, cuando eran tan débiles y miedosos frente al señor. Era un trabajo para quienes tienen estómago fuerte, actitud, y que cumpla cada pequeña palabra que salga de aquellos finos labios, a quien conocen como su amo.

Realizando con prisa y cuidado todas sus tareas, rondando por la casa, y desapareciendo de su vista cuando se lo encontraban.

No le interesaba saber la gran cantidad de habitantes invadiendo la mansión mientras él estaba ahí, por eso tenían prohibido hablarle o verlo, sin contar a su informante personal.

La mansión estaba más activa que nunca, teniendo tensos a sus sirvientes quienes pasaban una y otra vez por sus tareas hechas para remarcar si todo se encontraba perfecto.
Una canasta con objetos de higiene femenina fueron guardados con cuidado y adornados como se pidio, terminando por cerrarla y levantarla.

La sirvienta camino hasta encontrarse con las escaleras y terminar subiendo. Suspiró rogando mentalmente que le agradase la manera en que dejaron todo y no causar problemas.

Con cuidado la bajó a sus pies y se aclaró la garganta.

—Mi señor, los productos están listos. Me retiro.

Avisó para que pudiera recogerlos, y volver a sus tareas.

La puerta fue abierta lentamente, ocasionando un leve chirrido, y la canasta comenzó a arrastrarse sola por el suelo, cuando cruzó el marco se cerró de un portazo.

Siguió su camino hasta chocar con unos pies, quien al estar sentado solamente se agachó un poco para recogerla.

La observó unos segundos y la colocó en el centro de la cama de dos plazas en la que estaba sentado. Levantándose para acomodar las sábanas que se arrugaron en esa zona, y observar toda la habitación decorada con cada mínimo detalle pensado.

Y claro está, que aquel que ponga un pie dentro de ese cuarto, sentiría el veneno recorrer cada una de sus venas hasta que se vuelvan negras y la piel se le caiga a trozos. Así como él se apellida Jeon.

—Estaré contando los minutos—Susurró sonriendo. —Mi diablita.

[¶°¶]

Cinco días antes.

Jason Derulo ocasionaba vibraciones de pasión y energía en los cuerpos sudados, pasos sincronizados, gritos de aliento y mucha concentración.

La canción terminó así como la energía que tanto brotaron, tirándose al suelo respirando irregularmente.

—Estuvieron fenomenal, muy buen trabajo chicos. Yune, felicidades por ser una buena líder, veo que no me equivoque al seleccionarte.

La nombrada observó a su instructora sonriente, sentada junto a su equipo que todavía descansaban.

—Se lo agradezco. —respondió con dificultad mientras se levantaba.

La mayor quien estaba sentada con una libreta en mano y evaluando a sus alumnos reviso su reloj. Observó a Yune y apretó los labios.

—¿Es tu hora de correr?

—Si, lamento no quedarme hasta el final. ¡Mucha suerte a todos!.

Guardando sus pertenencias en su bolso y colgándoselo en el hombro se despidió.

Empujó la pesada puerta de vidrio y como todos los días acostumbraba, corrió por las calles esquivando a la gente, los puestos de comida, y esperando impaciente en el semáforo.

—¿Dónde estabas?

—Ya estoy aquí, no te quejes. ¿Qué hay de nuevo?

Dejó su bolso a un costado en el suelo y tomó la chaqueta del negocio para ponérsela mientras caminaba al mostrador, donde su jefe dejó una caja marrón con el logo del local.

—Entrega esto, tienes veinte minutos o el cliente no tendrá que pagar y lo descontare de tu sueldo. Y no olvides el casco, tampoco tengo para pagar gastos en el hospital.

Bufando lo tomó en sus manos, al igual que aquel protector para su cabeza que sacó igualmente debajo del mostrador.

—Me sobran quince. — alardeó.

—Mejor vete ya, la dirección ya está puesta.

Guiñando un ojo en modo de agradecimiento se marchó, desencadenando la bicicleta con su llave y dejando el paquete de comida en la caja de atrás que igualmente llevaba el logo.

Dejó caer el casco
sobre su cabeza y lo abrocho, prendiendo el GPS instalado en el centro del manubrio y comenzando a pedalear con rapidez a un costado del cordón de la calle.

Pedidos uno detrás del otro fueron entregados con rapidez, llegando a tiempo a todos los lugares correspondientes. Dejando las ruedas calientes y su sueldo a salvo.

No podía permitir que un solo centavo salga de su cuenta, menos cuando estaba luchando por un aumento con aquel regordete.

El dinero que su padre dejaba no ayudaba mucho, eso sin contar que lo veía con suerte una vez a la semana.
Ella no podía responder sobre a qué se dedicaba. Las palabras que cruzaban eran muy escasas y no tenían una relación muy estrecha.

Desde que tiene memoria nunca supo si está en el mismo trabajo desde siempre o si en alguna ocasión cambió a otro.

—Disfrute su comida.

Respondió con una sonrisa, en cuanto la puerta del departamento se cerró encorvó la espalda y jadeo cansada.

Casi perdía el pago de esa entrega por solo tres minutos, piso ocho de un edificio algo viejo donde el ascensor estaba siendo arreglado.

Más tranquila viajó de vuelta al negocio, dejando en su lugar la bicicleta nuevamente encadenada.
Sacó su casco y limpio el sudor de su cien con la manga.

—¿Y, qué hay de nuevo?

Imitó su pregunta el jefe cuando la vio llegar casi arrastrándose. Yune lo observó entrecerrando los ojos, le lanzó el casco a sus manos haciéndolo reír.

—Me debes un par de pulmones en mejor funcionamiento.

—¿Qué te…? —señaló la manga de su pantalón, pero fue interrumpido por su mano extendida.

—Oh no, ni se te ocurra mencionar algo sobre eso.

Siguió caminando a los vestidores, sacándose la chaqueta y colocándola en un gancho junto a las demás. Vio su bolso junto a la puerta donde seguro lo corrieron para que no molestara ni le pasara nada.

Observó su pantalón, donde una mancha hacía ver el color más oscuro por estar mojado.

—Maldito seas perro, te creí adorable y me traicionaste.

Con todas sus cosas y su teléfono en mano salió dando con la cocina, todos parecían que también se preparaban para ir a sus hogares.

—Nos vemos mañana. —habló fuerte.

—¡Yune, espera!

Un muchacho dejó el trapo mojado con el que terminaba de limpiar la cocina.

—¿Sucede algo?

—Ah… —sus manos temblaron detrás de su espalda. —no… Solo, ten cuidado ya oscureció. —habló rápido.

—Claro.

Respondió algo extrañada. El chico no tendría más de un mes trabajando, era la primera vez que lo escuchaba llamarla por su nombre, normalmente se comunicaban alguna cosa pequeña sin más.

Y nuevamente como cada noche, camino bajo la luz de la luna en dirección a su casa. Tenía suerte que todo estaba a solo unas pocas cuadras.

Mensajes

Chat:

Neul👅:
¿En serio sigues creyendo que ese chico no siente nada por ti?.

Tú :

Ya deja de molestar con eso, solo eres una entrometida. Ahora responde. ¿Qué tal te fue consiguiendo el trabajo en la peluquería?.


Neul👅:
Me lo dieron, después de todo necesitaban personal urgente.

Tú:
Te dije que lo harías, genial.

Neul👅:
si, si, genial. No cambies de tema. Ahora contesta.

Tú:
No hay nada que decir.

Neul👅:
Dios, ¿por qué me diste una prima tan ingenua?.

Tú:🙄🙄


Neul👅:
Te apuesto mi primer sueldo a que otra vez te está acompañando en silencio.

Tú:
Si, claro.


Neul👅:
¡Anda! Para que te des cuenta de una vez.

Suspiró alejando la vista de su teléfono. Apretando los labios giró disimuladamente hacia atrás. Y como decía su prima, aquel muchacho que hace unos minutos la despidió en la cocina del negocio giró rápido en dirección contraria, casi tropezando al enredarse con sus pies.

Si, sabía que la acompañaba en silencio cada noche hasta su casa. Podría verse terrorífico o por el contrario un acto lindo. Tal vez una mezcla de ambos, pero odiaba darle la razón a Neul, igualmente seguía firme en creer que no había ningún tipo de sentimiento dentro de todo esto.

Podría tratarse de que era sumamente tímido pero aún así Yune le había caído bien, y se aseguraba sin molestar de que nada le pase en el camino.

O tal vez vivía cerca de su zona y caminaba media cuadra detrás para no incomodar y tener que cruzar palabras. Podrían ser varias las opciones, no exactamente tendría que gustar de ella.

Pero vayan a convencer a la testaruda de Neul.

Abrió la puerta y camino en la oscuridad hasta su cuarto, prendiendo la luz del velador fue hasta su armario y tomó su pijama, entrando a bañarse y saliendo fresca para poder aplastar su cuerpo en la cama y no volver a levantarse hasta el otro día.

—Mmm — gimoteo relajada al sentir la suavidad — lo hiciste bien Yune.

Se animó a sí misma, dejando que el sueño la venza.

[¶°¶]


—¡Corre, corre!

Tomando en sus manos la cabellera de la muchacha amordazada la arrastró al vehículo. Cayó al suelo tratando de zafarse.

—¡Maldición, meterla de una vez!

Cargándola sobre su hombro la tiró junto con las otras dos que esperaban dentro.

—¡Ya sube, vámonos!

La camioneta negra arrancó, comenzando con la fuga de un gran robo y secuestro de una agencia de seguros de autos alejada del centro.

—Miren esta preciosura.

Acarició la cabellera de la joven que sentó a sus pies. Las otras dos sentadas en los asientos de enfrente junto a uno de ellos.

—¿A qué sí eh? —rió a carcajadas el conductor.

—Mira nada más este botín.

Tomó el borde de su camisa y la elevó hasta la altura de sus hombros junto con su bra, dejando sus pechos al aire. La mujer se removió y lloró en su lugar al sentir sus manos masajear y exprimir su piel de esa zona.

—Tuvimos suerte, casi oprimen el botón de emergencia. —habló el que estaba junto a las chicas.

—No puedo esperar para llevarme este manjar y disfrutarlo. —el conductor pasó una de sus manos para atrás, apretando un pecho sobre la tela de quien estaba detrás de él.

Las tres secretarías lloraban y trataban de gritar sobre las telas en sus bocas.

—Eh, ¿y tú cuál vas a querer? —preguntó el conductor.

—Ninguna, no me interesan. 

—¿Osea que tengo doble manjar? ¡Ja! Me saque una buena hoy. —le palmeó el muslo contento su cómplice con el que viajaba en el asiento trasero.

—No olvides el cloroformo. —le paso el paño ya húmedo. La camioneta se había detenido.

Uno de ellos durmió a quien tenía en sus brazos desde que la subió, y se llevó la botella por sí causaba problemas mayores.

—Esta vez no seas tan evidente y esconde bien el cuerpo cuando termines, la última vez la encontraron dos días después.

Asintió a sus palabras, espero a que terminara de estacionar. salió como si nada con el cuerpo dormido en brazos y entró a su casilla de madera.

Un pro de vivir en un barrio de puros delincuentes y gente pobre que robaba. Nadie abría la boca, o todos caían.

—¿Quieres que te deje en casa?—habló el conductor con su único acompañante volviendo a conducir.

—Ni lo pienses, mi estúpida hija debe estar ahí, solo vamos donde siempre.

[¶°¶]

El ruido de la tostada siendo masticada por sus muelas le dificultaba escuchar las noticias, haciendo que suba el volumen.

Se notifica que las chicas estaban terminando su último turno, donde al ser un horario menos circulado estas personas captadas por las camaras vecinas las secuestraron y hurtaron todo el depósito llevándose con sigo no solo tres vidas sino miles de billetes en sus bolsillos.

—Pff, cada vez es más fácil para ellos.

A continuación imágenes captadas del video, se cree que ya tienen sospechosos a los cuales estarán en su búsqueda gracias a los perfiles que coinciden con los siguientes delincuentes.

La tostada cayó de nuevo al plato, sus ojos temblaron asombrados y su mandíbula se abrió sin palabras. Se levantó y lentamente se acercó al televisor apuntandolo.

No era real, No podía ser, no tenía que ser.

—¿papá…?

____    ____   ____

Very very corto, ya se. No me quedo perfecto y tampoco con las mejores redacciones a como me hubiera gustado. Sinceramente creo q en pocos días estaría haciendo alguna correccion.

¿Y por qué no espero un poco más y lo subo después? Fácil.

Por una niña en especial, que de hecho ya no es más una niña.

FELIZ CUMPLEAÑOS CHANTA TaeDiane

Me hiciste sentir mal cuando te dije que no podría actualizar 😂así que te hecho la culpa si hay algún error🤣.

Pero nada... Feliz día linda, mucho Thank u por su amistad y su existencia en este mundo♡ no pienses que me olvide, es que estuve escribiendo esta kk durante el día para poder terminarla hoy.

Se te quiere♡

Tengan un lindo dia/noche~💜

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro