CAPÍTULO 9
NOTA: El capítulo tiene contenido sexual después del segundo separador.
Los pasillos de la gran catedral en Roma eran impresionantes, no había duda en ello; las imágenes religiosas tenían detalles hermosos y la paz que transmitía era gigante.
La mayoría de los visitantes se deslumbraban al turistear por el Vaticano, varias fotografías salían del lugar y las sonrisas de felicidad nacían en sus rostros.
Todo era tan sutil por fuera, la construcción daba tanto de que hablar y los padres que tenían las oficinas dentro del lugar se mantenían al margen del recinto.
Unos pasos apresurados entre el laberinto de pasillos que estaban prohibidos para el público hacían un gran eco, la sotana lograba que el hombre de piel tostada se sintiera asfixiado y el pequeño pergamino en su mano le provocaba ansiedad; el Vaticano por fin tomaba cartas en el asunto y ese mismo día tenían la respuesta.
Karasuma Tadaomi no sabía que le causaba más nervios, la respuesta que estaba seguro sabía o que su pareja estuviera montando una emboscada para uno de sus alumnos; Irina solo le había presentado a la pequeña Sucubo de pelo violeta y lentes que sería su mano derecha en aquella guerra.
Recordar la manera en la que ambas sonreían al planear como iban a secuestrar al dulce Shiota y como esperarían ansiosas la plática con Akabane lo hacía perder el aliento; un suspiro traicionero abandonó los labios del azabache, no quería declarar la guerra al diablo si Irina fracasaba.
Sus pasos se volvieron lentos al divisar las puertas blancas, detrás de ellas estaba el parlamento de padres de varias partes del mundo junto al dicasterio y eso era una mala señal; la última llamada que tuvo con el secretario del Parlamento católico lo afirmaba.
Dos golpes fueron dejados en la fina madera, las manos sudorosas del padre acomodaron rápidamente el rosario que tenía en el cuello y aspiro todo el aire que sus pulmones podían albergar; un "Adelante" lo hizo entrar rápidamente mientras quedaba frente a frente con una gran cruz.
"- Padre Karasuma .- Habló el alto mando-. Tanto tiempo sin verlo.
- Sumo pontífice .- Dijo casi en susurro-. No sabía que usted estaría aquí.
- El asunto que tenemos que tratar lo amerita .- Contestó el hombre mayor -. Por favor tome asiento, todo lo que conocemos está en peligro."
Con una ligera reverencia, él único hombre que faltaba en el lugar tomo asiento; podía ver como todo pasaba rápidamente ante él, estaba seguro que la plática no sería amena.
"- La profecía que está en el antiguo libro de los romanos está por cumplirse .- Habló con voz fuerte y ronca uno de los padres más jóvenes -. Karasuma fue el que descubrió la nueva marca.
-¿Cómo estamos seguros que es la marca del dueño de las tinieblas? .- Preguntó el cuarto obispo mientras tomaba su copa -. No tenemos registro del nuevo, nunca se a presentado.
- Es una marca agresiva, posesiva y dominante .- Contesto Karasuma sintiendo un deja vú-. Realmente no es algo que se a visto alguna vez.
- La marca de Takeshi y Koro eran iguales .- Bufó nuevamente el obispo al finalizar de un trago el contenido de aquella copa -. ¿Cómo sabemos que Koro no recupero la memoria y marco a la chica que dices?
- ¡PORQUE CONOZCO AMBAS MARCAS Y ESTA ES PEOR! .- Dijo con desesperación el padre de Kunugigaoka mientras lanzaba una fotografía al obispo-. ¡TAKESHI Y KORO MARCARON A SUS AMANTES AGRESIVAMENTE PERO ESO, ES PEOR!"
Con curiosidad el sumo pontífice arrebató la fotografía de las manos del cuarto obispo, sus ojos se expandieron rápidamente mientras se movían una y otra vez analizaba el contenido del papel; una media runa se lograba divisar en un costado del cuello de aquella persona.
"- Karasuma .- Habló con voz temblorosa el pontífice -. ¿Dónde está la chica?
- Eso es otra cosa que debemos tratar sumo pontífice .- Contestó con nervios el mencionado -. No es una chica.
- ¿¡Está seguro!? .- Irrumpió el único monaguillo que estaba presente-. Ninguno de los amantes que se han registrado eran bueno hombres.
- Estoy muy seguro, su nombre es Shiota Nagisa .- Dijo mientras observaba al chico -. Tiene 17 años y estudia en Kunugigaoka, nadie sabe cómo hizo el vínculo con el nuevo pero ni los cardenales pudieron sacarle información.
- ¡Eso no es posible! .- Gritó el segundo Obispo mientras aventaba la copa cercana -. No podemos estar esperanzados al que el niño diga la información, es obvio que no lo hará si el mismo hizo el pacto.
- No hay pacto aún .- Irrumpió nuevamente el sumo pontífice-. La runa está incompleta, eso significa que no se han vuelto amantes.
-¿Qué dice? .- Dijo con incredulidad Karasuma-. Nunca hemos visto una runa antes, no podemos estar seguros.
- Cuando Koro empezaba a hacer el contrato con Yukimura fue algo similar .- Contestó rápidamente el alto mando -. Antes de borrarle la memoria y hacerlo renunciar a su mitad demonio nos lo dijo, el acaba de crear el vínculo con su amante cuando lo encerramos en las celdas que están debajo de la catedral de España.
- Pero en esos momentos Takeshi ya gobernaba el Inframundo .- Contesto el monaguillo mientras acomodaba sus lentes -. ¿Koro nunca gobernó?
- Takeshi y Koro son mellizos, cuando tenían 18 años decidieron matar a su padre y gobernar juntos .- Suspiro el pontífice-. Pero Takeshi quería más, por eso renunció a su parte humana; cuando iban a pelear por el lugar, Koro se lo cedió diciendo que no podía ganarle a un demonio completo y puro.
- Pero aún así, ambos consiguieron a sus amantes .- Dijo el segundo Obispo -. Takeshi tuvo descendencia y Koro termino el vínculo antes que nosotros lo encontramos, Aguri estuvo de acuerdo en ocultarle quién era realmente y se unió a la iglesia.
- ¿Y alguien más aparte de nosotros lo sabe? .- Preguntó nuevamente el monaguillo-.
- Tu curiosidad es enorme Takebayashi, pero no .- Contesto rápidamente el cuarto obispo -. Solo Aguri lo sabía, pero desapareció."
La oleada de preocupación fue grupal, nadie se atrevía a tocar el tema de los mellizos Akabane desde lo que ocurrió hace más de 25 años; las miradas que llegaban a cruzarse inmediatamente se desviaban y las palabras morían antes de salir.
"- Tenemos que evitar que esto suceda .- Volvió a retomar el tema Karasuma -. No podemos rendirnos antes de empezar.
- Pero no conocemos ni como es físicamente el nuevo dueño .- Habló Takebayashi -. No tenemos ningún registro de él, nadie que esté en la doctrina católica a tenido un encuentro con él.
- Tiene que tener 18 años .- Interrumpió el cuarto obispo -. Takeshi murió cuando su engendró tenía 5 años, han pasado 13.
- Podemos invocar a un demonio .- Dijo en voz baja el chico de lentes-. Podemos ofrecerles algo a cambio, una ventaja para que él que venga pueda derrotar al que está en el poder."
Todas las miradas se dirigieron al menor del lugar, la intriga estaba presente y la idea de que funcionaria crecía; el sumo pontífice, Benedict tercero hizo un ademán para que continuará.
"- Las veces que se han entrevistado a los demonios siempre sale su manera de pensar a flote .- Hablo rápidamente el chico mientras se ponía de pie -. Todos quieren estar en el poder pero nunca han llegado a él, podemos invocar a uno y darle las armas necesarias para que logré vencerlo.
- Tenemos información y posiblemente un aliado que pueda ganarle .- Susurro Benedict mientras observaba el lugar -. ¿Qué clase de demonio invocariamos, Takebayashi?
- Podemos invocar a los más bajo en la jerarquía que le han entregado señor .- Susurro el mencionado -. Los demonios de la lujuria siempre han querido aspirar a más, si logramos que uno venga llevaremos mucha ventaja.
- ¡Es inaudito! .- Gritó mientras golpeaba la mesa el cuarto obispo-. El Vaticano se hizo para mantener la paz en el mundo terrenal, estamos aquí para dar a conocer que realmente existen el cielo y el infierno ¡No para jugar a conocerlos!
- Lo estamos haciendo para que no se destruyan, padre Roger .- Contestó con tranquilidad el alto mando-. No dudo de la frustración que todos tenemos, pero si alguno de ustedes no quiere apoyar esto puede retirarse."
La habitación quedó en silencio mientras todos los presentes bajaban la mirada, nadie se atrevía a desafiar a la persona que Kimura Justice había hecho eterna para que lo ayudará; con resignación todos empezaron a asentir esperando órdenes.
"- Bien, ¿Qué necesitamos para invocar a un demonio de la lujuria? .- Pregunto el padre Roger -.
- Necesitamos quitar todos los sellos de la habitación en primer lugar .- Bufó Karasuma-.
- El padre Tadaomi tiene razón .- Apoyo el monaguillo -. Necesitamos invocar a la madre de los demonios de la lujuria, la primera Sucubo que existió.
- ¿Y cómo hacemos eso? .- Bufó el viejo hombre-.
- Tenemos que llamar a Irina, pero no sé si ella esté dispuesta a traicionar al dueño del Inframundo .- Dijo Takebayashi -. Podemos invocarlo a ella junto a su ayudante más cercano.
- Eso haremos .- Dijo rápidamente Karasuma-. Solo lo haremos Takebayashi y yo, no podemos permitir que atenten contra alguien del Parlamento, del Dicasterio o incluso al Sumo pontífice.
- ¿Estás seguro Tadaomi? .- Pregunto el último mencionado-. Ustedes también son hijos de nuestro Dios, no puedo evitar preocuparme.
- No hay problema Sumo pontífice .- Contesto rápidamente el mencionado-. Le juramos lealtad a la iglesia y se lo demostraremos."
Las reverencias de los altos mandos de la jerarquía católica no se hicieron esperar, mentalmente la mayoría de ellos se agradecía que aquellos aliados se sacrificarán por todos; con gracias repetidas y oraciones vacías la habitación fue quedando vacía mientras el monaguillo quitaba los sellos con rapidez.
Al momento de que las grandes puertas blancas se cerraron y dejaron de verse las sombras por la rendija de la parte de abajo de ella, los únicos habitantes del pequeño recinto compartieron una rápida mirada.
"- ¿Sigue con la Sucubo, Karasuma-sensei? .- Susurro el de lentes-.
- Si, lo sabes perfectamente Takebayashi .- Gruñó el más alto -. Estoy conciente de que tú también mantienes una relación con un demonio de la lujuria.
- Es divertido .- Contesto el monaguillo mientras sacaba una tiza blanca y se arrodillaba-. Nunca se sabe que esperar de ellos."
El padre solo asintió mientras veía al menor dibujar un pentáculo en medio de la habitación, la iglesia aunque era cercana al paraíso estaba muy liada en relaciones con el Infierno y eso hacia que las cosas se complicarán con exageración.
Sin esperar más tiempo, ambos hombres rasgaron su dedo índice para derramar la sangre que saliera dentro del símbolo formado; la relación que tenían con aquellos seres era demandante, ellos se alimentaban de sus almas y los dejaban al borde de la muerte cuando se encontraban hambrientos.
El pequeño lugar empezaba a subir de temperatura mientras el extraño pentáculo empezaba a emanar luz propia, los susurros en latín no paraban y 2 bellas mujeres esperaban hacer su gran aparición.
"- Me siento halagada de ser invitada al Vaticano, ¿Usted no, Bitch-sensei? .- Pregunto en tono pícaro la chica de ojos violeta-. Lo único que me molesta es que me interrumpan cuando planeo una guerra.
- ¿A qué se debe está extraña invitación cariño? ¿Me extrañabas tanto? .- Dijo la rubia mientras ignoraba a su acompañante-. Nos vimos ayer y estamos en busca del jefe.
- Tenemos un trato que ofrecerles Irina .- Contestó el padre -. Uno que puede interesarles.
- ¡Que encantadora sorpresa entonces! .- Gritó la chica de lentes mientras se abrazaba del monaguillo-. Esto tendrá su recompensa, mi lindo Takebayashi.
- Si ustedes nos dan información del dueño de las tinieblas .- Habló el hombre de piel tostada mientras veía fijamente a su pareja-. El Vaticano se compromete en darles las armas para que tengan la ventaja.
- Oh querido pero...
- Sin ninguna mentira más Irina .- Sentenció rápidamente Karasuma-. Se que lo conoces y que tienes bastante información que darme, después de que acabe todo esto arreglaremos las cosas.
- ¿Qué clase de armas? .- Pregunto la más baja-. Necesitamos saber todo.
- Okuda .- Dijo en modo de reproche el monaguillo-. ¿Eso importa?
- Claro que sí, terroncito .- Contestó la mencionada-. Tenemos que prepararnos bien al retar a Karma, si no vamos con las cosas adecuadas podemos morir en un segundo.
- ¿Tan fuerte es? .- Cuestionó el azabache de lentes-.
- Por supuesto .- Dijo en tono orgulloso Manami -. Es fuerte, atractivo y condenadamente sexy; pero me rechazó y debe pagarlo.
- Las armas que quieran, mientras toda la información sea verdadera .- Contestó Tadaomi mientras se sentaba en una de las sillas -. ¿Tenemos un trato?
- Está bien .- Suspiro la hermosa mujer rubia-. Les diremos todo lo que quieran."
Todo volvía a parecerle un sueño, las caricias demandante sobre su ropa, su cuerpo apresado entre la puerta de la habitación y el cuerpo de Akabane, los pequeños suspiros que se escapaban de sus labios al sentir los labios del mayor posándose en su cuello; realmente todo parecía un sueño como la primera vez.
Quería más, quería reafirmar que estaba pasando; necesitaba sentirlo, necesitaba escuchar su voz, necesitaba todo de él.
"- Ahhh, Karma .- Gimió mientras sentía como el mencionado mordía ligeramente su cuello -.
- mhm dime ratoncito .- Contestó con voz ronca el pelirrojo-.
- Bésame, por favor."
Una ligera descarga recorrió el cuerpo de ambos al sentir el contacto entre sus labios, las pequeñas manos de Shiota emprendieron su recorrido hasta llegar a la nuca del más alto e intentar atraerlo aún más; la manera en la que sus labios se movían con aquella sincronización lo hacía temblar.
No importaba el lugar tampoco la razón, no importaban si era un vínculo; ambos lo sabían y no iban a detenerse.
Una pequeña batalla inicio entre sus lenguas al sentir que los osculos brindados no eran suficientes, las caricias se volvían más apasionadas y la manera en la que la ropa empezaba a incomodar se hacía notar.
La falta de aire en los pulmones de ambos hicieron que los besos de convirtieran en la forma de buscar oxígeno en el otro, no querían separarse; no deseaban interrumpir la extraña sensación que tenían.
"- Vamos a la cama .- Susurro entre jadeos Akabane-. Dudo que quieras cerrar el contrato en la puerta.
- ¿Soy un contrato? .- Pregunto el más bajo mientas tomaba la mano del ojicobre y lo jalaba hacia la cama-.
- No ratoncito, eres mi pareja .- Contestó con voz ronca el mayor mientras tomaba asiento en la cama -."
Un suspiro de placer abandono los labios del pequeño Shiota al sentir como el demonio posaba sus manos en sus definidas curvas e iban descendiendo hasta sujetar con fuerza su trasero, por esa vez sabía que no importaba cuánto tiempo tardarán; no había nadie que pudiera interrumpirlos.
Los labios del ojizafiro volvieron a adueñarse de los de Akabane para continuar con lo que estaban empezando, el calor lo estaba sofocando y sentía su cuerpo y el del contrarió arder; el ambiente se sentía tenso, lujurioso, exitante y por ello el aire era más pesado.
Un jalón que logro colocar al pequeño Shiota arriba del cuerpo ajeno hizo temblar al mencionado, podía sentir claramente bajo su trasero un bulto formándose y eso lo hacía temblar; la anticipación lo estaba devorando y la persona que tenía debajo de él también.
Las caricias cesaron por un momento, y una mirada de reproche hizo que el dueño de las tinieblas soltará una gran carcajada mientras observaba las facciones en la fina cara de Nagisa; le gustaba, ver cualquier expresión en la cara del peliceleste le gustaba y eso lo hacía sentir bien.
Sin esperar más, volvió a robar el aliento del delicado cuerpo mientras empezaba a quitar la estorbosa playera; el limbo tenía reglas y aunque no fuera a utilizar sus poderes para hacer un alboroto claramente incumpliria con la única condición que le había puesto Itona.
Una sonrisa ladina se poso en los labios del pelirrojo al tener el torso descubierto del chico de iris azules, su piel blanca le rogaba ser marcada por el y esos pequeños botones rosas exigían su atención; sus labios fueron dirigidos hacía su objetivo y cuando los tuvo frente a él no dudo ni un minuto en juguetear con ellos.
Un pequeño gemido llegó a sus oídos mientras sentía como el cuerpo ajeno se apegaba más a él, le gustaba esa reacción y quería deleitarse un poco más; sin separar sus labios del pezón que tenía capturado empezó a subir una de sus manos al otro botoncito que ya estaba duro para estimularlo un poco.
El cuerpo de Nagisa reaccionaba ante cada caricia que le era regalada y el sonrojo se acentuaba en sus mejillas, el ojizafiro deseaba que Akabane no parará y que continuará con aquél labor; sus pequeñas manos empezaron a buscar soporte y por ello se colocaron en los hombros del demonio, quería continuar, necesitaba más.
Sus pezones dejaron de ser el centro de atención y un jadeo en modo de súplica salió sin permiso, el pequeño soplido que recibió como contestación en el mismo lugar que anteriormente había sido atacado por el ojicobre lo hizo dirigir la mirada hacia Akabane; su corazón empezó a latir con más fuerza cuando su mirada chocó con esos iris tan peculiares, la mirada que le dedicaba lo hacía sentir deseado y querido.
Como si sus súplicas mentales fueran escuchadas el dueño del Inframundo empezó a guiarlo para que quedara recostado en la cama, quería decir tanto pero las palabras no lograban salir de él; pudo divisar como aquel cuerpo que le daba calor se alejaba un poco de él para observarlo fijamente, sus mejillas se tornaron aún más rojas mientras era devorado por la mirada de Karma.
Un suspiro de placer abandono su cuerpo al recibir nuevamente los cálidos labios de Akabane, podía sentir la demanda en ese beso y no iba a negarse esa vez; ya no había de que negarse, al diablo el cortejó y las malditas profecías que querían cumplirse.
Uno de los brazos que anteriormente apresaban su cintura se colocó al lado de su cuerpo haciendo que Akabane tomará un poco de distancia de él, evitando aún más que el peso del mencionado pudiera causarle algún daño; mientras que la otra mano de Karma descendía un poco hasta tomar su cadera.
Una gran sonrisa se poso en el rostro del pelirrojo al ver a su futura pareja, sentía orgullo de lograr que el dulce y tierno Nagisa tuviera esa cara tan lasciva que lo hacía querer más; los labios hinchados por la fricción y mordidas que él mismo Akabane había plasmado en ellos, el sonrojo tan notorio que hacía lucir al pequeño Shiota más inocente, la saliva que se escapaba por la comisura de sus labios y la manera en la que sus manos se aferraban a él lo hacían desear ver eso toda la eternidad.
Un gruñido fue lo único que retumbó en la habitación, el dueño de hebras rojas no pudo evitar soltar aquel sonido; su cuerpo lo había traicionado al sentir como el inocente peliazul buscaba hacer fricción con la parte baja del ojicobre, no sabía que tan necesitado estaba de aquella acción hasta que nuevamente Nagisa la estaba haciendo.
Abandono el toque que tenía en la cadera del más bajo para empezar a mover su mano hacia su nuevo objetivo, el botón del pantalón que tenía el pequeño Shiota estaba a punto de ser encontrado y la anticipación de ver la reacción que iba a tener el mencionado hacía que los nervios invadieran al demonio; sin distracciones ni contratiempos el pantalón fue desabrochado y la distancia iba creciendo.
"- ¿Por qué te vas? .- Susurro el más bajo mientras tomaba el brazo que tenía al lado de su cabeza-.
- ¿Ansioso? .- Pregunto con un tono lascivo el ojicobre -. No podemos estar con los pantalones puestos, dudo que sea cómodo."
Tal vez era la imaginación del más pequeño de ahí, pero ver a Karma viéndolo con tanta pasión mientras su respiración era pesada y como una ligera capa de sudor se adaptaba a su cuerpo lo hacía sentir satisfecho; un ligero tirón hizo que su ensoñación se fuera inmediatamente mientras observaba al rededor, sus pantalones junto a su ropa interior había desaparecido y el causante estaba haciendo lo mismo con la ropa que portaba.
Las ansias empezaron a causar un hormigueo en el cuerpo del ojiazul mientras observaba como el cuerpo de Akabane se movía para deshacerse de toda la incómoda ropa, está vez no tenía las runas en su cuerpo ni esas garras metálicas de su primer encuentro; pero estaba seguro que no importaba si era en su forma demoníaca o en la humana, en ambas formas le pertenecería.
Con una gran sonrisa recibió al demonio cuando regresó a la misma posición de antes, aún no quería decirlo en voz alta; quería demostrarle la lealtad que estaba a punto de jurarle por el resto de la eternidad.
Los besos empezaron nuevamente y las caricias regresaron más seguras que las anteriores, ambas erecciones estaban al aire libre pero ninguno sabía cómo empezar para no molestar al otro; un gemido fue el detonante para que la pena se fuera y que el dueño de las tinieblas tomara la iniciativa.
Con la mano que tenía disponible empezó a tomar ambos miembros juntandolos mientras empezaba un vaiven con su mano, con ligeros toques empezaba a esparcir el líquido preseminal que salía de ambas erecciones para que la fricción fuera aún más placentera.
Los jadeos del ojizafiro y la manera en la que su cadera se movía para causar más cercanía hacía que ambos personajes sintieran una gran descarga por todo el cuerpo, sus mentes empezaban a nublarse por el placer que les brindaba estar en ese encuentro tan íntimo; la mano de Akabane abandono su labor para ir descendiendo poco a poco y empezar a subir la pierna que tenía al alcance hacia su cintura.
Un gemido más fuerte abandono los labios del peliceleste mientras que su otra pierna seguía el rumbo que Akabane había marcado, la cercanía era tormentosa y la manera en la que sus necesitadas erecciones quedaban atrapadas en el vientre de ambos hacía que los lujuriosos sonidos se intensificaran.
La mano que Akabane usaba para sostener su peso empezaba a descender para tomar el cuerpo ajeno junto a la otra, no podía esperar más si es que quería cerrar el vínculo y los pequeños gemidos de su pareja no lo ayudaban a controlar el deseo.
Con unos ligeros movimientos, el cuerpo de Nagisa quedó en el borde de la cama mientras que el pelirrojo se encontraba de pie, el calor hacia que ambos cuerpos estuvieran cubiertos de una fina capa de sudor mientras que las miradas llenas de sentimientos se cruzaban.
Una de las manos del demonio se dirigió a los labios del ojizafiro, con delicadeza acarició las comisuras de los labios hinchados mientras con su dedo índice abría la boca del dueño de cabello azul; sin esperar demasiado la respuesta el más bajo permitió la entrada de sus dedos mientras los acariciaba totalmente con su lengua.
La imagen que le estaba regalando Nagisa hacía que unas ligeras punzadas se presentarán en el vientre bajo del dueño del infierno, en definitiva Shiota Nagisa era el único que había logrado eso; cuando sintió que sus dedos estaban lo suficiente empapados abandonó la boca del chico mientras dirigía su mano hacia la entrada del menor.
Con delicadeza adentro el primer dedo dentro del más bajo mientras observaba todas las reacciones que tenía, un extraño quejido fue lo que pudo percibir mientras movía el dedo en el interior tan estrechó.
"- ¿Quieres parar? .- Pregunto con voz ronca mientras detenía sus movimientos-. No tienes que forzarte en esto, hay varias formas que podemos hacer para que consigamos placer.
- Otro .- Susurro el menor mientras desviaba la mirada y empezaba a tartamudear-. Es, es in... incómodo al principio pe... pero cuando te acostumbras se siente bien."
Un suspiro escapó de los labios del delicado cuerpo cuando Akabane retomo los movimientos dentro de él, sentía como el tacto era cuidadoso y dulce pero no podía evitar pensar en querer más; otro intruso hizo que el dolor regresará mientras intentaban recuperar el aire, en definitiva eso sí dolía.
Los labios del más alto hicieron que el dolor pasará a segundo término mientras que el osculo robaba toda su atención, la batalla que estaba iniciando Akabane con su lengua lograban que los movimientos dentro de él no importaran tanto; los dedos de su interior empezaban a hacer movimientos circulares mientras empezaban a abrirse en forma de tijera cuando se encontraba lo suficiente relajado.
El aire empezaba a faltar por la forma en la que Karma devoraba sus labios y por ello cuando el tercer dedo fue introducido en él no sabía porque estaba intentando recuperar el oxígeno, por los besos que se lo habían robado o por la intromisión.
Los movimientos eran cada vez más profundos, mientras que la costumbre que había empezado a adaptarse en un principio desaparecía para dejar un pequeño dolor.
"- ¿Estás seguro? .- Preguntó agitado el demonio mientras veía fijamente al menor -. Podemos esperar todo el tiempo que quieras, de todos modos estarás conmigo toda la eternidad."
La preocupación que demostraba Akabane hacia que el corazón de Nacida se llenará de calidez, lo tenía frente a él, completamente desnudo mientras que preocupación, deseo y cariño se hacían notar en la mirada del más alto; sin mencionar que verlo agitado, sonrojado por el calor del ambiente y completamente a su disposición lo hacían querer ser uno al instante.
"- Si vamos a estar juntos toda la eternidad debo prepararme .- Contesto apenado el peliazul-. Solo hazlo."
Nuevamente los besos empezaron, mientras que Karma cargaba el ligero cuerpo del peliazul, con sumo cuidado acomodó al pequeño Shiota en medio de la cama mientras el se posicionaba entre las blancas piernas.
Reteniendo el aire inconscientemente el pelirrojo acomodo con una de sus manos la erección que tenía en la previa entrada dilatada mientras que con la otra sostenía la pierna ajena, con una pequeña fuerza empezaba a entrar en el estrechó lugar; dolía debí admitirlo, pero ver la cara de Nagisa mientras cerraba los ojos y se aferraba a él clavando sus uñas le indicaba que no era el único que lo sentía.
Lentamente empezó a entrar en el delicado cuerpo, profanando a la persona que le daba tranquilidad y paz; su cuerpo libero toda la tensión y sus pulmones soltaron el aire que no se había percatado que retenía, se sentía completamente diferente estar totalmente dentro del menor.
"- Solo, espera .- Habló con voz entrecortada el ojiazul mientras una de sus manos limpiaba las lágrimas que salían -. Debo acostumbrarme."
Un asentimiento hizo que el menor empezará a relajarse, estaba siendo doloroso hasta cierto punto pero su atención no se centraba en eso; su completa atención estaba en el dueño de las tinieblas, por la forma en la que mordía su labio y ponía un poco de presión con las manos que tenía en sus piernas sabía que se estaba conteniendo de moverse inmediatamente; el dolor seguía ahí pero en cierto punto no era tan grande.
Para confirmar aquel pensamiento movió ligeramente las caderas logrando que el más alto soltará un jadeo de sorpresa.
"- Pue... Puedes empezar .- Dijo con la voz temblorosa-."
Las embestidas empezaron lentas, sin un ritmo establecido y con un poco de desconfianza; el dolor empezaba a desaparecer conforme las embestidas iban subiendo de intensidad y el agarre de su pierna y cintura empezaba a tomar fuerza.
Era placentero, el miembro del ojizafiro estaba entre ambos torsos logrando hacer presión mientras Akabane arremetía en su interior; su mente se estaba nublando mientras se dejaba llevar por las nuevas sensaciones que el mayor le brindaba.
Una gran embestida hizo que un gemido bastante alto saliera de la garganta del inocente chico, mientras varias descargas recorrían su cuerpo; su mente quedó en blanco mientras sus ojos se abrían con sorpresa deleitandose rápidamente.
"- Lo encontré .- Dijo con orgullo el pelirrojo mientras hacía que el menor enredará sus piernas en su cadera -. Perdón por la tardanza ratoncito, esto apenas comienza."
Sin una respuesta clara además de los balbuceos Akabane tomo fuerza para empezar a dar fuertes y rápidas embestidas, que el estrechó interior de su pareja se acoplará a él lo hacía sentirse satisfecho pero lo estaba aún más al escuchar los placenteros sonidos salir de los labios ajenos; moría de ganas por besarlo pero el deleite visual y auditivo que estaba presentándose ante él evitaba cumplir sus deseos.
Los ojos azules estaban cubiertos por los delicados párpados, mientras que el sonrojo se acentuaba en las blancas mejillas, la saliva escurría por la comisura de los labios carnosos y los gemidos no paraban.
En definitiva no quería dejar de ver eso, Shiota Nagisa era su nueva adicción, era su amante, su amigo, la persona que lo iba a acompañar siempre, en definitiva Shiota Nagisa era suyo y eso lo hacía sentir bastantes emociones.
Las punzadas en su vientre bajo empezaban a crecer, dándole señal que no faltaba mucho para llegar al final; con más impulsó las penetraciones se hicieron aún más profundas mientras que los labios del pelirrojo soltaban pequeños suspiros, en definitiva no le molestaría tener más momentos así.
Un gran gemido resonó en la habitación mientras que el pecho de ambos era llenado con la sustancia blanquecina que salía del miembro del más bajo; la simple expresión de Nagisa llegando al clímax junto a su interior contrayendose hizo que el pelirrojo llegará unos segundos después al ansiado orgasmo.
La semilla del pelirrojo fue vaciada en el interior del dulce Shiota mientras sus labios por fin se unían, ninguna palabra quería abandonar ser mencionada y la mirada que se dedicaron después de llegar al clímax lo decía todo.
Se pertenecían eternamente y la runa completa en el cuello blanco de Shiota Nagisa lo demostraba.
"- Soy tuyo .- Dijo el pelirrojo mientras cambiaba las posiciones y dejaba al ojizafiro arriba de él-. Y tú eres completamente mío.
- No puedo negarlo .- Comentó apenado el menor mientras se acomodaba mejor en el pecho ajeno -. ¿Cuando vaya al Inframundo me dirán señor Nagisa o algo así? ¿O seré tu amante nada más?
- Podemos decir que eres mi pareja y tú tomarás el apellido Akabane .- Sonrió con superioridad-. Akabane Nagisa.
- No estamos casados aún Karma .- Suspiro el menor mientras sentía algo crecer dentro de él-. Karma...
- Dijiste que tenías que acostumbrarte porque esto pasará toda la eternidad .- Contesto con burla mientras alzaba las caderas-. Bienvenido al infierno, Nagisa."
Hola, hola personitas ❤️.
¿Cómo se encuentran el día de hoy? 💕
Esperaba subir el capítulo hoy en la madrugada pero me quedé dormida, discúlpenme la vida :(.
Espero les guste este segundo capítulo del maratón, es mi primer lemon así que me disculpó porque se que no es muy bueno.
Teorías, comentarios, sugerencias ------->
Nos vemos en algunas horas 😛.
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