JoJo's Bizarre Adventure
Jean Pierre Polnareff, asesino del Pillar Man Vanilla Ice y aliado de Kugo Jotaro, se encontraba paralizado del miedo.
Viéndolo como si se tratase de un insecto, la intimidante figura de Dio Brando se encontraba a la cima de las escaleras.
-Eres tú, Polnareff. Cuanto tiempo- comentó de manera casual el vampiro.
-Dio...- dijo por su parte Polnareff, tratando de aparentar valentía ante el monstruo que tenía en frente suyo.- Por fin apareces.
CLAP CLAP
-Felicitaciones Polnareff- comentó con sadismo Dio.- Has vengado a tu hermana, y conseguido viajar desde el Lejano Este hacia aquí.
-KE. Si me quieres dar un premio por eso, qué tal si me das tu vida?- cuestionó, limpiando sangre de su boca en el proceso.
Dio vio esto, y solo pudo sonreír con soberbia pura.
-No te preocupes, cuando terminemos, Dio Brando habrá muerto-
Ambos pares de ojos viajaron a los pies de la escalera, donde un hombre que no se había encontrado ahí hace un segundo subía con pasos decididos.
Cabellos blancos y ojos azules eran los rasgos más distintivos del hombre. Vestido simplemente con un chaleco de cuero en la parte superior de su cuerpo, sus botas hasta la rodilla resonaban con cada paso que daba.
Pasando de lado con Polnareff, SPARDA ni siquiera le dirigió la mirada al francés. Sus ojos muertos se encontraban clavados con la mirada soberbia de su presa.
En otra vida, SPARDA hubiera entendido un poco mejor a Dio Brando. Ambos fueron hombre alguna vez, pero renunciaron a su humanidad en busca de más poder y deseos de venganza.
Los planes de Dio habían sido frustrados, su enemigo lo derrotó de manera aplastante y ahora solo es capaz de desquitarse con la descendencia de este mismo.
SPARDA consiguió su objetivo, y ganó mucho más que el poder. Ganó un corazón y alguien que lo mantenía cálido, pero todo eso fue perdido.
Ahora aquí se encontraban estos dos seres, ambos inmortales en sus propios términos y que ven a los humanos por debajo de ellos.
-Dio Brando, Alaya exige que mueras- sentenció el Counter Guardian sin vacilar si quiera. Sus ojos azules celestes chocando directamente contra las carmesís de su adversario.
-No me hagas reír- comentó Dio con una cara seria.- Este es un chiste de muy mal gusto- le dijo al Counter Guardian, sus manos todavía en su cintura.- The World.
Invocando a su Stand, Dio fue testigo del cómo el tiempo se detuvo por completo a su alrededor. A su espalda, The World mismo veía con la misma soberbia a SPARDA que su propio usuario.
-Toki wo Tomare-
The World flexiono sus brazos, listo para desatar una ráfaga de golpes sin igual contra el Counter Guardia.
-MUD...-
-¡HAMON!-
CRASH!!!
-PUAGHHHH- Dio veía con incredulidad el cómo sangre, su propia sangre, salía desde su boca.
The World se había desvanecido, pero el tiempo seguía detenido.
-Aun quedan 2 segundos- comentó SPARDA con crudeza, [Beowulf] resplandeciendo con el poder del Hamon.
-¡Kono Dio Da!- grito con todas sus fuerzas el vampiro inmortal...pero ya era tarde.
2...
-¡HAMON OVERDRIVE!-
ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA
...1
-¡Dio!- exclamo Polnareff habiendo salido ya del efecto de The World.
La vista que presenció el francés fue una inaudita para el.
-Kono Dio...Ga? KONO DIO DA!- exclamo la cabeza del vampiro inmortal...lo único que quedaba del cuerpo de este mismo. El resto era solo sangre.
SPARDA camino lentamente con Dio, sus ojos azules quemando con la potencia de mil soles.
-Zasshu...- musitó simplemente el Counter Guardian.
SPLAT!!
XxXxX
Se que este capítulo no tiene tanta acción como esperaban algunos, pero la verdad sin un Stand la batalla contra Dio hubiera sido un tanto difícil de escribir.
Por lo tanto le di a Vergil el Hamon. Una habilidad que ya está bastante olvidada en JoJo's pero aún así sigue siendo bastante efectiva contra Dio.
Creo que si Jotaro hubiera aprendido a mezclar el Hamon con su Stand le hubiera ganado más fácil a Dio.
Sin más, me despido gente.
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