『️Capítulo 7』️
—¡Deja en paz al pueblo de Mapimi, los has estado atormentando por meses y robandote a las parejas de los demás para poder remplazar a la tuya a la cual tienes que aceptar que la perdiste para siempre, jamás la vas a recuperar! —expulsó con odio total.
—¡Blaze no! —exclamó el grisáceo sabiendo que las palabras de la felina podían empeorar las cosas.
Y lo estaba haciendo.
El aura del azabache se iba oscureciendo de poco a poco.
Y mientras ellos estaban con el Devastado, Silver había encontrado la tumba de Sonic pero ahora debía hacer que el azabache la viera.
—¡Date cuenta, nadie quiere estar contigo y nadie de los que te has robado quiere estar lejos de su pareja y tú solamente destruyes las relaciones de los demás, entiéndelo de una vez!
—¡Blaze! —gritaron ambos.
—¡Nadie tiene la culpa de que no hayas sabido cuidar a tu pareja!
Esa frase fue la gota que derramó el vaso.
El azabache estaba dolido al haber escuchado esas oraciones, sin embargo una ira lo ataque y sus ojos se volvieron negros con una iris de rojo rubí, se abalanzo hacia la felina con intención de atacarla pero alguien mas se interpuso en el ataque.
—¡Mephiles no! —gritó desesperado el albino.
Pero ya era demasiado tarde.
Mephiles lanzó a Blaze provocando que se golpeara en la cabeza quedando inconsciente, quedando él en brazos del Devastado, el azabache había absorbido el alma del grisáceo hasta dejarlo sin ella e inconsciente al igual que la felina.
Pero de eso no se había percatado, estaba furioso, enojado con aquella felina que se había atrevido a ofenderlo. Silver al ver que se iba a ir contra Blaze lo llamó haciendo que el azabache lo observara y que ahora él fuera el objetivo.
—No espera aquí está la tumba de- —fue interrumpido cuando fue tomado por el azabache y elevado al cielo.
Al estar algo alto hizo lo mismo que conn el grisáceo, absorbió su alma hasta dejarlo sin ella y lo dejo caer provocando que se diera un buen golpe.
El azabache regresó al suelo y tomó del cuello a la felina, la haría pagar por todo lo que dijo. Al estar a punto de golpearla la voz del albino lo llamó pero por su nombre.
—Shadow... la tumba... de... Sonic... —susurró para caer y cerrar los ojos.
El azabache soltó a la felina y tomó al albino, y justo antes de que le diera el golpe, lo paró en seco y su aura se volvió tranquila mientras rasgaba sus ojos.
La tumba de su pareja.
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