[Connor]
[07 de Febrero 2040]
[PM 01:35:49]

El mes de Enero se había acabado en un parpadeo para Connor. Los días se habían ido volando mientras vivía como de costumbre con su pareja.

La misma rutina; despertar juntos, levantarse y batallar con Hank para que se fuesen temprano e igualmente llegar tarde por azares del destino, patrullar juntos, atender en caso de ser llamados por una persecusión, regresar para hacer sus correspondientes reportes y finalmente volver a casa para cenar o pasar tiempo juntos dandose cariño.

No era una mala rutina por supuesto, no para Connor por lo menos, pues le alegraba esa vida que llevaba.

Ahora, en ese día estaba solo en casa debido a que era su día de descanso y esa semana no había coincidido con el de Hank.

Ya había sacado a pasear a Sumo y la casa ya estaba limpia, pero se había dado cuenta de que faltaban ya muchas cosas. Por lo que se arregló un poco y salió para hacer las compras necesarias.

Por suerte no debía traer tanto gracias a que él no necesitaba de alimentos.

Pero mientras hacía las compras, al pasar por la sección de revistas algo llamó su atención; la portada que mostraba a una pareja conformada por un androide y una humana, la cual se mostraba como la primera pareja en celebrar una boda por el civil.

Compró la revista junto a lo demás en la pequeña lista mental que había hecho y regresó a casa interesado por aquella noticia.

Estaba por abrir la puerta de la casa cuando escuchó ruido tras su espalda, cuando quiso girarse comenzó a sentir dolor y llevó su mano a la área donde dolía.

Le sorprendió el ver sangre, y entonces lo entendió.

Además del sonido que le hizo querer girar, hubo otro: el sonido de un disparo, que no había dado al azar.

No.

Este dio en el componente nuevo que había recibido en navidad a manos de Kamski.

Connor cayó al suelo mientras su mirada se nublaba, de lejos pudo oír los ladridos de Sumo tras la puerta que iba a abrir para entrar a su hogar junto a alguien que decía su nombre y no logró reconocer porque su mente se quedó pensando en alguien más: Hank.

[Connor]
[10 de Febrero 2040]
[PM 06:00:03]

Los días habían pasado luego de que Connor recibió un disparo frente a su hogar y todo fue un caos.

Hank había salido del trabajo aquel día y lo primero que encontró fue unas compras tiradas en plena entrada, haciendo que una pequeña preocupación en su pecho naciera y después pareció detonar como una bomba de dolor al notar rastros de sangre azul junto a aquello.

Alarmas parecieron encenderse en su mente mientras gritaba el nombre de su pareja al entrar a casa. Pero nada, no había rastro de Connor por ninguna parte, como si la tierra se lo hubiese tragado.

Seguido por Sumo, el ojiazul salió corriendo por todas las calles cercanas a la casa gritando desesperado el nombre del androide, pero nada.

Connor no estaba.

[<-~×💾×~->]

— Modelo RK800 v2, nombre: Connor, despierta.

[Iniciando sistemas...]
[Analizando memoria interna...]
[Actualización del software instalándose...]
[Actualización instalada.]
[Actualizaciones alternativas detectadas, procediendo a instalarlas...]
[Actualización: Sensor y reacciones v2, instalada.]
[Actualización: Sentido del gusto y olfato, instalada.]
[Actualización: Procesamiento de alimentos, instalada.]
[Actualización: Conversión de alimentos a sangre azul, instalada.]
[Sistemas en línea.]

De pronto, el androide fue abriendo sus ojos con lentitud, pues la luz de una lámpara le daba de lleno en el rostro.

— ¿Qu-qué me sucedió?... —Confudido, Connor miró a todas partes mientras se sentaba en la camilla en la que estaba recostado.

Pronto se encontró con la mirada de aquel que lo había encontrado tirado en un pequeño charco de sangre azul y que le había ayudado: Kamski.

— ¿Qué te sucedió? De eso no estoy seguro, había ido a tu casa para hacerte un par de preguntas respecto a la actualización que te obsequie en navidad. Pero al llegar solo vi a un sujeto encapuchado salir corriendo y a ti tirado en el suelo con una herida de bala.

— Entiendo —Connor estaba tratando de recordar lo que había pasado aquel día, hasta que cayó en cuenta de algo—. ¿Y Hank?

— ...Ahora que lo mencionas... No le dije lo que pasó, ni siquiera le avisé —Kamski recibió una mirada sorprendida y molesta por parte de Connor al momento de decirle eso.

— ¡¿Cómo que no le dijo nada?!

— ¡Lo siento, me encontraba más fascinado por tener la oportunidad de mejorarte que se me fue el tiempo y olvide ello!

— ...¿Cuánto tiempo se tomó el ayudarme y mejorarme?

— Tres días.

Y dicho ello, el androide se puso de pie con prisas mientras pedía un taxi a través de su sistema. Su creador solo se quedó viendo con interés la notable expresión de preocupación que el castaño tenía mientras se ponía la primera ropa que encontró, pues estaba desnudo.

Al salir se dio cuenta que estaba en la torre de CyberLife, por lo que tardaría lo suyo el volver a casa.

[<-~×💾×~->]

Hank estaba en casa, había regresado de buscar a Connor por los alrededores sin tener éxito alguno.

Sumo por mientras estaba echado junto a la puerta esperando por el androide.

El ambiente en la casa volvía a ser el mismo de antes de que Connor apareciera en la vida de Hank. Quien ahora estaba sumido en una dura depresión.

Había faltado al trabajo los días posteriores al no encontrar a Connor y se dedicó a buscar los 3 días enteros a su pareja.

Pero no hubo más que un solo indicio: el sonido de un disparo que escucharon los vecinos aquel día durante la tarde.

— ¿Por qué demonios debo perder de una forma u otra a las personas que más quiero? —Se preguntó Hank mientras bebía alcohol como si tuviese una sed feroz molestándole.

Estaba en el comedor de su casa con su revólver en mano; a cada rincón al que volteaba a ver le traía recuerdos de los días felices junto al castaño y eso le hacía sujetar el arma con mayor firmeza.

[Connor]
[10 de Febrero 2040]
[PM 09:32:09]

El estado de ebriedad ya era alto en el hombre que lloraba en silencio mientras decía palabras de lástima para si mismo.

Tomó la bufanda roja que dejó sobre la mesa y se la puso con una triste sonrisa para después comenzar con aquel juego que había dejado atrás: la ruleta rusa.

Mientras giraba la bala en el cargador, los pasos de Connor se acercaban a la entrada luego de bajar del taxi que lo había traido desde la torre de CyberLife.

— ¿Para qué me enamoré de nuevo si iba a perderlo como a mi hijo? —Hank dijo aquello mientras el arma apuntaba a su cabeza y su dedo estaba apunto de apretar el gatillo.

— ¡Hank! —Justo la puerta se había abierto y Connor había entrado con prisas a la cocina al lograr escuchar las palabras de su pareja.

Pero el gatillo ya había sido apretado.

Las miradas de ambos se cruzaron y entonces el arma cayó al suelo mientras resonaba un fuerte sonido: una bofetada.

La bala no había quedado en su sitio para ser disparada por suerte.

— ¡¿Qué crees que estabas haciendo idiota?! —Connor estaba sumamente molesto en ese instante, su mano quedó en el aire luego de darle una fuerte bofetada a Hank.

— ...Connor... ¡¿Connor?! —El Anderson no entendía que había sucedido, pero creyó por un momento que ya había muerto.

Mas el dolor de su mejilla le indicaba lo contrario, estaba vivo y su pareja estaba ahí.

No tardó en ponerse de pie tambaleante y le abrazó con fuerza.

— Espera, me estás lastimando Hank.

— ¡¿Dónde habías estado?! —Dijo el hombre al androide al separse de golpe de él.

— ¡No me grites, no estas en derecho de hacerlo! ¡¿Por qué estabas jugando a la ruleta rusa otra vez?! —Los reclamos de parte de ambos se escuchaban incluso hasta la calle, pero a ellos les daba igual.

— ¡Porque creí que te había perdido a ti también, maldición, por eso! —Con esos gritos, el ojiazul comenzó a sentir un poco más sobrio—. ¿Dónde estuviste? ¡¿Por qué desapareciste así de pronto, y sin aviso?!

— No fue cosa mía, me dispararon cuando llegué a casa luego de ir por las compras.

Con ello dio inicio al relato de que fue de Connor luego del disparo y lo que hizo Kamski por él.

— Ese idiota pudo decirme algo... Estuve buscandote como un loco desesperado. Incluso le había avisado a Markus para que me ayudase a encontrarte ya que podías estar herido.

— Fue un error de parte del señor Kamski, no lo niego. Pero eso no justifica que volvieras a esas tendencias suicidas...

— ...Fue horrible sentir que de nuevo perdí a alguien que me importa incluso más que mi maldita vida... ¡Te amo tanto que dolió el ver esa sangre azul en la entrada y que tú no estuvieses por ninguna parte, joder! —Lo último había sido inesperado, Hank se había exaltado y respiraba agitado mientras las mejillas del androide se teñían de carmín.

— ...¿Haz dicho que me amas?... —Y al hacer esa pregunta el castaño, el ojiazul cayó en cuenta de algo: era la primera vez que él decía esa frase tan importante.

Por un momento, el asunto del disparo, la desaparición y la ruleta rusa quedaron en segundo plano mientras Hank también se sonrojaba.

— ...Yo también te amo Hank.