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La aventura de Natsu

- ¿Esa es la hija de los Hizuri? Es una don nadie, pensé que sería más bonita con más cuerpo no sé… solo es una chica común y corriente, además no tiene talento

- Obvio Hannah, todo lo que hace es utilizar el nombre de su familia y listo la contratan, su pobre madre debe estar lamentando tener una hija tan perdedora -  las dos chicas empezaron a reír a carcajadas

- Mariana, Hannah, no sean tan crueles, solo lo dicen porque jamás van a poder superar a Kyoko, es una diosa… y tú Hannah estás enamorado de Kuon, que es como un rey y por eso no sabe que existes ¡ple-be-ya! – las últimas palabras las enfatizó para que dolieran como puñaladas – y tú Mariana siempre babeando por Haru que parece un dios griego, un ángel y te recuerda que eres un simple mortal y como Summer vive en el mismo cielo que esas súper estrellas ustedes viven muertas de envidia – la morena salió disgustada de la sala de maquillaje

- Stacey tú más que nadie debería estar muy molesta, al fin y al cabo, fue a ti quien esa tabla le quitó el papel principal de comercial – gritó la rubia quien se ponía roja de la ira mientras gritaba a su compañera

En la habitación en seguida…

- Summer no les prestes atención, todos hemos tenido que lidiar con ese tipo de personas – Sarah intentaba animar a su joven sobrina quien se veía a punto de llorar, ambas habían escuchado la conversación del lado

- ¡Claro eso lo dices tú! Eres muy hermosa y no tienes que competir con esas brujas, estas a la altura de Kyoko o la abuela Julie… Yo en cambio no soy competencia, mira a Stacey su piel morena acentúa sus raíces latinas y que curvas de por Dios apenas tiene 15 años y esos pechos son gigantes, Hannah tiene el cabello dorado y los ojos azules el modelo típico norteamericano y Mariana esa maldita italiana con sus perfectos ojos verdes y yo quien se supone tengo grandes herencias culturales y solo saqué lo japonesa de mi madre… el cabello negro –empezó a halarse el cabello – y además soy pequeña, hasta la idiota de Alice es más bonita que yo, ellas tienen razón soy tan común…y todo lo que me dice papá es que me parezco a ella… la odio - susurró   

- En realidad tu padre tiene razón, eres igual a tu madre cuando tenía tu edad – Sarah la miró con nostalgia, pensaba en los días perdidos con su hermanita menor

- Y ¿Eso en que me beneficia? – exclamó furiosa mientras subía su tono de voz – su “presencia” es tan normal que si no se maquilla o disfraza puede salir tranquilamente a la calle y saber que nadie la reconocería ni en un millón de años, no es la mujer que aparenta ser, solo es una falsa… - bufó – mariposa inmortal que forma tan elegante para decir que es tan patética que no tiene personalidad o imagen propia, que tiene que ir absorbiendo la de otras como un maldito vampiro, solo es una maldita bru… -
El sonido ensordecedor de un golpe llenó de silencio el lugar donde antes solo se escuchaban los gritos de la adolescente, la tensión era palpable en todo el lugar ya que más de uno había escuchado el escándalo, mientras que la chica cubría con su mano la mejilla roja que había sido el blanco de impacto de una bofetada, mientras luchaba por retener las lágrimas que asomaban por la ira, la sorpresa y el odio que sentía en ese momento

- ¡Estás hablando es de tu madre jovencita! ¡Ella ha llegado a donde está es por su esfuerzo! Muchas veces tuvo que luchar sola, pero lo logró, sacrificó varios años de su carrera por ti y por Haru, pero lo hizo por gusto – Sarah empezó a calmarse para no subir su tono de voz, respiraba con fuerza intentando controlarse-
- Tú que vas a saber – refutaba entre dientes la pelinegra

- Mira, lo que no sabe nada aquí eres tú, nadie en tu familia, nadie quería que nacieras, quien luchó hasta el último momento porque tú vivieras fue esa mujer como la llamas, ella puso en peligro su VI-DA por ti mocosa malcriada

La adolescente pelinegra ya no quería escuchar más, se sentía harta de los sermones de siempre, pero este era el peor de todos que su madre iba a sacrificar su vida por ella, como si eso fuese posible, Sarah había dejado la sala enfadada por la actitud de la chica, al salir tiró la puerta lo que asustó a quienes se habían quedado congelados escuchando la discusión, lo último que esperaban eran las palabras de la ex modelo quien hacía unos momentos había buscado a su sobrina para darle ánimos… Después de unos minutos la chica no pudo contener más las lágrimas y se escondió para llorar amargamente por lo sucedido, pero cuando la llamaron al set no se presentó creando su propio camino al infierno…

Al final de esa misma tarde en la oficina del director…
- ¡Natsu! – habló el director George L. Kings quien estaba a cargo de las serie de comerciales destinados a promocionar Té Helado con vitaminas, el cual había considerado hacer con adolescentes vigorizantes de energía, que después de una jornada deportiva en vestido de baño bebía el delicioso té para convertirse en hermosas jovencitas alegres y motivadas por la bebida, así el día divertido no acabaría rápido

- ¡Summer! ¡Me llamo Summer! – interrumpió la adolescente, haciendo que el director King quien era un hombre robusto y de gran estatura, que parecía rudo por su estilo hipster, pero sus ojos azules dulces y taciturnos mostraban su verdadera personalidad calmada, por lo regular escondía sus emociones pero la actitud de la joven hacía que su enojo se viera por encima de la piel.

- Está bien – dijo pausadamente intentando controlar la ira contenida – Summer, como muchos siento un gran respeto hacia tus padres, y por la cercanía a ellos he podido observar tu talento y reconocerte como una gran actriz, esa por supuesto la razón por la que te invente personalmente a este proyecto, pero no sabía de tú falta de profesionalismo, dejas que tus sentimientos influyan en tu trabajo como hoy y otras veces, en las que no apareces para filmar por tus múltiples caprichos

-¡Que estupidez! Me estas botando y quieres hacerme creer que no es personal – refutó haciendo que el apacible director se enojara aún más

- ¡Claro que es personal! –gritó el director perdiendo el control – arruinas mi trabajo y nos haces perder el tiempo a los demás creando gastos innecesarios, además muestras una clara falta de respeto al trabajo de tu madre que por cierto es impecable en comparación, y como al parecer lo ignoras tu madre es mi mentora – suspiró – yo me beneficié de unas de las fundaciones que Kyoko creó aquí en Norte América para desarrollar y promover los talentos con bajos recursos, tú padre Kuon también es un hombre muy talentoso pero tuvo todas las oportunidades así que no puede entender a las personas como yo, pero tu madre que ha salido desde abajo y ha obtenido todo por su esfuerzo y su talento…

- Si, Si, como digas la gran diosa Kyoko Hizuri de las masas… lo ha hecho de nuevo…

- ¡Ok! – inhaló todo el aire posible y así evitar gritarle nuevamente así que después de exhalar continuó, por un momento pensó que el único fracaso de la mujer que él amaba en secreto era esa chica malcriada e irrespetuosa que solo daba problemas… suspiró – después que no apareciste por quinta vez esta semana y la escena de esta tarde, opte por llamar a tu madre teniendo en cuenta que esta es su compañía no solo me permitió despedirte sino que también me pidió que te informara que por orden de Kuon Hizuri estas vetada de las compañías que pertenecen a tu familia y las afiliadas a ellas, hasta que cambies tu actitud

- ¿Qué? ¿Le dijeron a papá? Esa maldita pe… - la puerta retumbó al ser abierta repentinamente interrumpiendo la frase oportunamente al menos para la chica

- Termina de decir esa frase jovencita y te aseguro que ni tu madre podrá sacarte de esta – la imponente figura del hombre que aparecía en escena hacia que la situación empezará a parecer el comienzo de una película de terror, su acompañante miraba con recelo a su representado pero su mirada llena de ira se dirigía a la chica que descubría una nueva faceta de su padre

- ¡Pa-pa-pá! – Dijo sorprendida la joven pelinegra - ¡Sarah! ¡Ella me ha golpeado! – dijo intentando cambiar el tema por un nuevo rumbo 

- ¡Qué bien! Recuérdame felicitarla cuando hable con ella, solo me apena que hiciera algo que debí hacer hace mucho tiempo – al ver que su padre hablaba en serio, sintió miedo por primera vez, a pesar de la situación el clásico rey demonio que al parecer solo Kyoko solía sacar cuando tenía la misma edad que la chiquilla que se parecía tanto

- ¡Kuon! Ya está todo listo – se acercó el manager después de colgar el teléfono

- Esta bien ¡Vámonos Natsu! – La adolescente iba a protestar, desde hacía algún tiempo se hacía llamar Summer porque le molestaba tener raíces japonesas, en especial su propio nombre que se lo recordaba, pero al mirar a su padre se dio cuenta que se enfadaría más así que optó tantear la situación

- Papá ¿Estás enojado? – preguntó cuándo ya estaban todos en el auto

- Más que enojado – suspiró – estoy decepcionado, eres grandiosa en lo que haces, pero cuando te frustras por alguna razón, lastimas tu trabajo y arruinas lo que hayas logrado hasta el momento, mamá y yo te hemos dicho en diferentes ocasiones que puedes esperar más tiempo, no tienes que trabajar aún, pero confundí rebeldía con ímpetu, me hizo recordar a alguien más, pero al igual que esa persona escogiste el camino difícil, pero a diferencia que es tú culpas a los demás de tus errores y te has empañado a decidir que es tu madre la mayor culpable, por un momento pensé que por ser físicamente iguales también lo serías con tu trabajo

- ¡Pues no! ¡Ya ves no soy mi madre! – murmuró la adolescente irritada

- Ya lo sé, ella estaría llorando y rodando en el piso esperando que la volviera picadillo por haber cometido un error – al recordar a su kohai, Kuon tuvo que ahogar una risa de solo imaginársela realizando una dogesa para ser luego sacrificada –

-Olvidaba que todo siempre se trata de ella… Esa mujer solo vive en cuentos de hadas – la pelinegra trató de imaginarse la descripción que dio su padre sobre Kyoko pero no podía imaginársela llorando y rodando por el piso, al parecer lo había dejado de hacer hace mucho tiempo

- ¡Mira niña! todos esos cuentos no son de hadas como crees, es la vida real, y por lo que pasaron muchos de los que conoces, pero si continúas como vas pronto conocerás al mismísimo rey demonio, estas tan ocupada en ti misma que no reconoces a los personajes de sus historias – un Yashiro muy molesto

- ¿Y tú sabes quienes son cada de esos personajes Yukihito? – preguntó con verdadera curiosidad la chica sus palabras y el hecho de que nunca se metiera en una conversación le habían despertado interés

- Claro, pero es demasiado tarde para preguntar – dijo mientras detuvo el auto ya habían llegado a su destino, así que los pasajeros se bajaron pero él se quedó en el auto

- Yukihito, por favor espera, no nos demoraremos – pidió Kuon
- ¡Natsu! – Gritó el manager – te deseo mucha suerte, la necesitarás.
Las palabras del manager hicieron que corriera un sudor frío en la adolescente, que no podía ni imaginarse que pasaría, pues nunca había visto a su madre enojada o triste, jamás la había castigado pero esta vez la había sacado de un proyecto importante, se empezó a preguntar si se había enterado de la conversación que había tenido con Sarah, justo antes de llegar a la puerta de su casa Kuon le dijo algo que recordaría por el resto de su vida
-Kyoko se ha esforzado por cuidar de ti y tu hermano e incluso los ha sobreprotegido para que no conozcan el dolor, ha sacrificado demasiado de sí misma para que obtengas lo mejor, pero eso se acabó, le rompiste el corazón… - dicho esto abrió la puerta y luego desapareció en el lugar tras unos segundos
Natsu dudó para entrar pero luego de un minuto se resolvió, solo tendía que leer la cara de su madre para saber lo grave de la situación, pero al pasar el umbral de la puerta la esperaba una mujer de un traje blanco muy pulcro y elegante, en su rostro no había ninguna expresión por un momento pensó que era alguien más pero su postura al estar de pie descubrió que era su madre, tenía el cabello castaño oscuro aunque acostumbraba a llevarlo naranja, solo lo cambiaba el color cuando ganaba un papel importante o salía de viaje
- Natsu, ve a tu cuerpo y alista una maleta con lo que más necesites, saldremos de viaje, tienes 15 minutos – las palabras frías de Kyoko no mostraban ningún sentimiento pero no daban paso a discutir su absoluta autoridad

Horas más tarde en el aeropuerto de Narita…

Natsu y Kuon venían con sus maletas adelante mientras que Kyoko caminaba detrás ocupada con su teléfono cuando llegaron a la sala donde los esperaba Ruko, el moreno recibió las maletas de la actriz y al mismo tiempo le entregaba una pequeña caja

- ¡Natsu! – llamó Kyoko

Durante el viaje solo hubo un eterno silencio aunque Kyoko se retiraba al baño durante minutos y llegaba nuevamente con el maquillaje retocado, probablemente para ocultar el llanto que ganaban la batalla de cuando en vez

- Natsu – dijo esta vez de manera más suave – pásame tu cartera

- Soy Summer… Sólo llámame Summer ¿Quieres? – la adolescente blanqueó los ojos

- Natsu… Summer como quieras llamarte – La Kyoko estoica estaba devuelta, no subió el tono de voz pero sus palabras se convertían en leyes dictadas al salir de su boca – puedes ponerte el nombre que quieras – estiró la mano para recoger lo que le había pedido

Por la conmoción de ver esa nueva Kyoko al principio no entendía que era lo que reclamaba, pero segundos después la chica busco en su mochila y le entregó la cartera, Ruko que aún tenía la caja en sus manos la abrió para que Kyoko sacará lo que traía dentro, mientras la actriz empezaba a revisar las cosas dentro de la cartera de dónde saco varias tarjetas de crédito y débito, pasaporte, visa y otros documentos que parecían ser importantes, luego le devolvió la cartera casi vacía a la joven que la miraba desconcertada, sacó de la caja unas tijeras con las cuales empezó a hacer pedazos los documentos que tenía en la mano

- ¿Qué estás haciendo? ¿Estás loca? – gritó la adolescente poniéndose furiosa

- No quieres ser mi hija ¿Verdad? Así que no te forzaré a hacerlo, a partir de hoy eres libre para hacer lo que quieras mientras no uses mi apellido y como no puedo permitir que tu padre tenga una hija ilegítima tampoco puedes utilizar su apellido, necesito que me des el nombre que quieres escoger para borrarte del registro familiar, y como ya no eres mi hija no puedes utilizar ningún contacto, familiar o conocido nuestro ya que esos son privilegios de una vida pasada, si llegas a hacer este público o buscas ayuda de alguien utilizando el apellido haré que esa persona pierda su carrera y la de toda su familia, eso es todo
El rostro de Kuon y Natsu parecía que iba a desencajarse, la persona que estaba frente  ellos no era la misma que conocían ¿Dónde estaba la dulce mujer que contaba historias de cuentos de hadas?

- Kyoko eso es demasiado ¡Estás exagerando! – Kuon se veía disgustado y sorprendido - ¡Esto no fue lo que acordamos!

- Entonces ¿Qué consideras suficiente para esta niñita? ¡Un simple castigo no será suficiente para hacerle comprender lo que ha hecho! Además seré yo quien se responsabilice por toda la mierda que causó tu hija – el corazón roto de la actriz invitaba siempre a sus peculiares amigas, estas detenían y congelaban todo a su paso tornando todo en oscuridad aunque la misma actriz se veía tranquila, en ningún momento cambio el tono de su voz

- Entonces ¿No darás marcha atrás? – La mujer enfrente negó con la cabeza – Si eso es lo que crees no eres más que una estúpida y es mejor que dejemos las cosas así – la mirada de Kuon se veía seria y herida

- ¡Perfecto! A mí me parece perfecto – por primera vez en escena a Kyoko se le quebraba la voz pero en pocos segundos recuperó su fría postura -¡Ruko! ¿Están listos mis pasajes?

- Si señora ¿Necesita algo más?

- Dile por favor a mi abuelo que si se puede encargar de todo “ese” papeleo que saldrá de todo esto por favor – Ruko afirmó con la cabeza, después de eso procedió a entregarle un sobre y luego se marchó después dejar a la actriz en la sala de espera donde tomaría su nuevo vuelo

- ¡Mamá! – Gritó la adolescente al ver lo que estaba pasando - ¡Papá! ¡No puede ser! ¡Papá no la dejes ir! Al menos no así – las palabras se fundían en sollozos, eso en realidad no podía estar pasando, las lágrimas habían empezado a aparecer

- No te preocupes pequeña – la voz no podía ocultar su derrota – tú siempre tuviste la razón, ella y yo solo nos casamos porque quedó embarazada de tu hermano y no podíamos perder la buena reputación eso es todo

Natsu en una ocasión había encontrado el registro de matrimonio y se dio cuenta que sus padres se habían casado después del nacimiento de su hermano Haru, con el tiempo había empezado a creer que solo se habían casado por conveniencia, le preguntó a Haru y él solo le dijo que ellos como sus padres podrían tener sus razones pero que definitivamente se amaban, eso era algo que se veía desde lejos aunque ellos no se mostraban románticos cuando estaban juntos, al menos no como en las novelas y películas en las que participaban.

Un día después de la escuela decidió confrontar a su madre, la mayoría de las madres mantenían en casa y se dedicaban únicamente al hogar, pero Kyoko nunca asistía a las reuniones de padres ni nada relacionado con la escuela porque se hacía una conmoción y ella o Kuon terminaban tomando toda la atención, Natsu le exigió una explicación sobre el documento a lo cual Kyoko contestó con un cuento de hadas, lo que la puberta tomó como excusa y llegó a la conclusión que Kyoko se había casado para utilizar la fama de la familia Hizuri, Demonio chupa almas… escuchó alguna vez que llamaban así a su madre y ahora entendía el por qué, al menos eso era lo que ella pensaba

- No…papá – Natsu no sabía cómo su padre se había enterado de lo que ella pensaba, pero le dolía verlo destrozado

- Tranquila, vete por favor al Darumaya, los jefes seguro te recibirán además son los únicos que te prestarán ayuda y no recibirán la ira de Kyo… Mogami-kun… - suspiró – lo siento… quiero estar solo – con cada palabra parecía que el actor se desvanecería, sacó 100 dólares de su bolsillo y se lo entregó luego de eso se marchó sin decir palabra alguna

Al cabo de unas horas llegó al restaurante, tuvo que llamar a su hermano mayor por información, ya que nunca antes se había interesado en Japón y menos en visitar a los dueños de un viejo restaurante sin nombre, Haru molesto por la situación y porque ya sabía de la separación de sus padres, se negó a darle más dinero o brindarle ayuda de otra manera, al fin y al cabo él siempre estaba de parte de su madre, sin embargo llamó a los jefes, les habló de la situación y abogó por su hermana menor para que accedieran a acogerla al menos por un tiempo, seguramente después salir de sus compromisos previos se reuniría con ellos para tomar una decisión más definitiva… 

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