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C.E. La aventura de Natsu (Parte II)

Ha pasado un mes luego del suceso que marcó la vida de Natsu en dos, ahora trabajaba y vivía en el restaurante, aunque al principio había sido muy difícil para ella porque antes de ese día ni siquiera había arreglado su cama ni una vez en su vida y ahora tenía que trabajar para vivir o comer, mientras tanto Kuon había desaparecido de las pantallas y Kyoko se había ocupado en cumplir con su agenda y la de Natsu así que no dio ninguna entrevista respecto a los rumores suscitados por el escándalo de la adolescente rebelde, Haru con la ayuda de sus abuelos había apagado la mayoría de los rumores además de tener en la mira a las jóvenes que los propagaron, las había acorralado en un contrato confidencial con el cual acabaría con sus respectivas carreras si lo incumplían, el chico demostró había heredado lo terrorífico de sus padres…
- Summer-chan, necesito que me ayudes a limpiar el cuarto de Elo-chan, ya hace un par de meses que no viene por su trabajo – dijo la jefe
- Claro que sí okami-san, termino de limpiar el salón y subo en seguida
>> Ya ha pasado un mes y aún no sé nada de papá creo que está sufriendo mucho por esta situación, un amor así no se puede actuar… ¡¡¡ arrgghhh!!! ¿Por qué esa mujer no puede admitir que se equivocó? – Pensaba y se frustraba al mismo tiempo - ¿Pensará esa mujer dejarme aquí más tiempo? Ha tenido que estar ocupada encargándose de todo lo que dejé atrás… pero claro eso lo hace por su reputación… ya que por su culpa tuve que abandonar y demandarían a su amada compañía ¿Habrá alguna vez que haga una cosa sin interés? << 

-Summer-chan ¿Ya terminaste? – la voz de la jefe sacó a la adolescente de sus pensamientos

- ¡Sí! ¡Sí! ¡Voy subiendo! – Llegó corriendo a la habitación que todo el tiempo había permanecido cerrada - ¡Oh! ¡Qué grande!

- Si es bastante grande, por eso necesito tu ayuda – dijo mientras señalaba toda la habitación – hay que dejar todo en su lugar… Elo-chan es muy estricta con sus cosas

- ¡Oh! ¡Waoo! Creo que Eloise- San es una gran fan de todos – dijo la pequeña pelinegra al observar fotos, poster y diferentes recuadros de su familia, incluyéndose – en especial de papá – se fijó en los pequeños muñecos hechos a mano similares a su padre
En una pequeña repisa de madera se encontraban varias fotografías en marcos caseros, una decorada con macarrones estaba la fotografía de tres chicas hermosas con una sonrisa inmensa a pesar de llevar el uniforme maldito, en cuadro más grande de plástico transparente una foto de Ren y Kyoko en su primer protagónico juntos, otra de Kyoko con kimono, otro cuadro hecho de palitos de paleta enmarcaba una foto de la pareja y el pequeño Haru en el anuncio de un comercial, un recuadro hecho de yeso y pintado a mano al parecer por un niño, que guardaba la foto de Kyoko haciendo castillos de arena con Haru y la pequeña Natsu dormida en su sillita, una más en todo el centro de la repisa y más grande de las demás el recuadro estaba decorado con foami de colores que formaban pequeñas y detalladas flores y mariposas de origami la foto de una mujer idéntica a la adolescente con un hermoso vestido blanco de novia que sonreía mientras veía a su pequeño hijo en brazos y su esposo los abrazaba con una sonrisa maravillosa mostrando que el mundo de los recién casados giraba en torno al pequeño que sostenía la mujer, al darse cuenta que la adolescente observaba atentamente la repisa la jefe le interrumpió

- Todos los recuadros fueron hechos por ustedes – comentó la jefe – la de las vacaciones en la playa lo hizo Haru para una tarea escolar ¡Siempre ha sido un chico listo!

- ¿Y la del marco transparente?

- Esa la hizo tu padre como regalo de día blanco, él se esforzaba por engañarla y hacía que aceptara regalos muy costosos, pero esa vez sabía que no lo recibiría así que tomó un curso o algo así e hizo ese marco esa de ahí no es una foto es un recorte de una revista, tuvo el puesto especial durante varios años – la señora se agachó a recoger una foto que se había caído al suelo- ¡Mira! Esa pequeña criatura eres tú con unas horas de nacida

-¿Eh? ¿Yo? – la sorprendida chica se acercó para ver la foto curiosa

- Eras tan pequeñita… Creo que no lo sabes pero tu naciste aquí, ahora que lo pienso tú naciste en esta casa, en la sala de abajo

- ¿En serio? ¿Cómo es eso posible? Si mi registro es de Londres

- Kyoko había tenido muchos problemas en el parto de Haru y los médicos le recomendaron que no volviera a embarazarse y cuando supo que te esperaba los médicos le pidieron que abortara, su salud decayó muchísimo y no podía cumplir con su trabajo así se dieron cuenta los demás, pero como estaba en peligro su vida tu padre se opuso a que te diera a luz y luego pasó eso… - la jefe del Darumaya suspiraba al recordar el terrible incidente provocado por Yuki – tu madre huyó de todos y se escondió aquí por un buen tiempo, hasta que te tuvo entre sus brazos, aunque tuvieron que venir unos médicos expertos en yo no sé qué para atenderla en su labor y aun así quedó inconsciente unos cuantos días  fue un buen susto para todos… Dios no se la llevó porque aún no era su tiempo, tenía que cuidar de su familia en especial de Kuon-sama, quien sabe que hubiera pasado con ese pobre hombre si ella… - la señora tapó su boca para no terminar la frase de solo recordar esos días se le encogía el corazón

- ¿Por qué no hay fotos de Eloise-san? – Natsu empezó a cambiar el tema, esa historia ya la había oído pero se trataba de cuentos de hadas donde una bruja malvada había hechizado a la princesa y esta quedaba dormida hasta que un pequeño príncipe venía a rescatarla con un beso de amor verdadero… << Que estupidez >> pensó

- Elo-chan es fotógrafa así que por alguna extraña razón no le gusta que le tomen fotos – mintió - ¡Has mejorado desde que llegaste!

- Si, es que antes no tenía que hacerlo, ya sabes mis trabajos eran más… - importantes, pensó – era diferentes

- Si, si… imagino que no hacías nada de esto, lo que es raro porque Kyoko-chan es muy organizada y limpia, además es muy trabajadora – la mujer siguió hablando de las muchas cualidades que tenía su actriz favorita

<< Tengo que salir de este mugroso lugar, adoran a esa mujer y me la van a meter hasta por los ojos…. Y ahora resulta que hija misteriosa tiene un altar ¡todos debes estar dementes! ¡La gran bruja hechicera los tiene a todos ciegos! – pensaba la chica>>

- Pero te has vuelto diligente y muy rápida… claro en comparación a cuando llegaste – las palabras de la jefe sacaron de su ensoñación a la chica

- Bueno es porque he aprendido mucho de usted Okami-san ya que me tiene paciencia y me explica cómo hacer las cosas, a diferencia del jefe que creo que me odia porque no sabía cómo hacer algunos oficios

- ¡Ay no linda! Él no te odia por eso, porque si fuese así reconocería que te esfuerzas y aprendes muy rápido, más bien está muy molesto por lo que has dicho de Kyoko-chan
- ¿Eh? ¿Cómo lo saben? – no negó que el viejo me odia…

-  Bueno, como verás, nosotros queremos mucho a Kyoko-chan y siempre grabamos todo lo relacionado a ella, y en la t.v. pusieron el audio en una llamada, todos se enteraron… se convirtió en asunto público, además hace poco empezaron los rumores de que tus padres se están divorciando – la jefe se dio la vuelta para ocultar la tristeza que le daba la noticia

<< ¿Qué hice? >>  Por primera vez la pelinegra pensaba en las consecuencias de sus actos, no se había imaginado que el asunto se había vuelto viral y menos que eso pudiera crear una ruptura en la relación de sus padres

- ¡Oh mira! Esas son unas viejas grabaciones de programas donde aparece Kyoko-chan Quizás te sirva para prepararte para las audiciones –

Natsu había decidido volver al mundo del espectáculo pero ahora con un nuevo nombre, así empezaría desde abajo y con su propio esfuerzo, así ya nadie le podría reprochar por su desempeño como si fuese regalado solo por nacer en una prestigiosa familia

- ¡No entiendo porque siempre tienen que confundirme o compararme con ella! ¡Somos dos seres humanos diferentes y no tengo que parecerme en nada…! – protestó la adolescente muy ofendida

- ¡Tranquila cariño! – Interrumpió la anciana – ¡Nadie! Nadie te confunde con Kyoko –chan, ella es sencilla, trabajadora y siempre está dispuesta ayudar, en cambio tú eres todo lo contrario, si las comparáramos, tú no darías la talla, al menos no así – dicho esto la jefe salió de la habitación  dejando una Natsu muy confundida y herida, por primera vez en mucho tiempo alguien le decía con palabras sencillas y directas lo que la mayoría pensaba

Días después Natsu se presentó en la audición para LME de nuevas estrellas, había sobresalido por sus muy talentosos dones para el canto, aunque en la actuación se le había dificultado un poco no era tan mal como para sacarla, pero el requisito más importante aún le faltaba… al menos el esencial en esta disparatada compañía, así que para no desaprovechar su talento fue enviada a la famosísima Sección Love Me, de los cuales habían salido cientos de estrellas, la adolescente no sabía mucho de la dichos sección pero al ver el clásico uniforme maldijo su suerte como la  mayoría, pero a esta chica el uniforme le recordaba la foto que vio en la repisa del cuarto de Eloise-san y pensaba en su mala suerte madre e hija habían tenido que lucir la maldición rosa…

Al principio le costaba seguir el ritmo pero poco a poco fue entendiendo la dinámica del asunto, con el poco pago que le daban por estar en la sección pudo mudarse, sus compañeros de la sección le recomendaron un edificio cerca y económico en el que algunos de ellos residían, por fin se sentía en paz consigo misma no tenía que ver a nadie al final del día, escuchó en las noticias que Kyoko entraría un periodo de descanso porque su salud se veía afectada y pidió que no siguieran inventando falsos rumores como los que había estado circulando después de eso no volvió a aparecer en las pantallas…

Aunque varios de sus compañeros de LME y otros de la Sección Love Me vivían en el edificio, no se asociaban es más solo reconocía con quienes había trabajado, ese día en particular la habían asignado a ayudar con los escenarios del set, cuando conoció a estas particulares personas que tanto cambiarían su vida

- ¡Hola vecina! – dijo el chico con lentes mientras se acercaba

- ¿¡Hola!? – devolvió el saludo un poco confundida la adolescente mientras enrollaba un cable

- Veo que no sabes quién soy  - sonrío de una manera tierna y traviesa a la vez – bueno me presentó, soy Jiro y vivo en el apartamento seguido al tuyo, casi siempre llegamos al tiempo pero tu pareces estar distraída siempre

- Oh si, lo siento, no me fijo mucho en mis alrededores a menos que sea necesario

- Eso explica porque estás en esa sección del miedo – rió fuertemente – no escuché tu nombre

- ¡Soy Summer! Por favor cuida de mi – se inclinó

- ¡Ahgs! ¡Perdí! ¡Mi hermana dijo que eras americana y yo aposté que eras japonesa! – De nuevo sonrío y esta vez contagio a la chica haciéndole brotar una sonrisa – disculpa me llaman, es grato poder conocerte un poco más, si necesitas algo o te falle algo en el apartamento no dudes en llamar a mi apartamento… mi hermana es la encargada del edificio

El chico siguió su camino mientras se despedía con un libreto en la mano, la adolescente se quedó observando cómo se marchaba, Jiro parecía unos años mayor que ella, el castaño se veía serio pero cuando reía se veía su lado travieso, tenía los ojos cafés claros los cuales brillaban con curiosidad, parecía un niño en un cuerpo grande

- ¿Te gusta? – preguntó una voz femenina

- ¿Eh? ¿Disculpa? – La adolescente se volteó para ver quien le hablaba - ¡No! ¡Ni siquiera lo conozco!

- ¿No conoces al guionista estrella? ¡Wao! ¡Eso es terrible! Menos un punto para Jiro y yo que pensaba que era sexy – la chica rubia reía a carcajadas al ver a la otra chica sonrojarse e incomodarse por el comentario – Summer-chan te estaba buscando

- ¿A mí? ¿Por qué? – preguntó confundida

- Necesito que firmes unos papeles para demostrar que el apartamento está en excelentes condiciones y así el depósito será válido… tenías haberlo hecho antes, pero nunca estás y siempre llegas muy tarde así que por eso vine a buscarte

- ¿Tú eres la administradora? ¿No eres muy joven? – preguntó realmente asombrada esperaba que fuese una mujer mayor, aunque había sido la misma chica que le había mostrado el apartamento pensó simplemente que reemplazaba a la persona encargada

- Sí, es que los dueños son algo… “excéntricos” y además estoy castigada, así que sí, soy la administradora hasta el fin de los tiempos… - suspiró – bueno, cuando llegues esta noche por favor pasa a mi apartamento para hablar de los papeles y porfa… entrégale el almuerzo a mi hermano – le pasó un bento – es que se me hace tarde, si no quieres hacerlo haz de cuenta que es una tarea de la sección…. ¡Bye! ¡Bye! – gritó mientras se alejaba corriendo, su uniforme escolar le parecía conocido pero después que desapareció de su vista lo olvidó

Después de unas horas terminó de ensamblar parte del escenario y recordó el pedido que la chica rubia le había hecho y ya que pronto sería la hora de almuerzo decidió a aquel castaño de ojos negros como el ébano, intensos y muy brillantes que parecía descubrir el alma con solo mirarte, le pareció curioso como vestía el chico, llevaba una camisa de vestir de tonos azules manga larga las cuales estaban recogidas hasta los codos, un pantalón blanco impecable, su traje se completaba con unos mocasines cafés claro en cuero que combinaba con su cinturón a perfección, era atípico encontrar a alguien así vestido en todo el país y menos empezando la primavera, a pesar de su particular gusto se veía llamativo y muy atractivo… muy atractivo…  Se detuvo al darse cuenta en lo que estaba pensando y se cubrió su rostro sonrojado hasta que nuevamente fue interrumpida por una voz

- ¿Estás pérdida? O ¿Estás buscando a alguien?

- ¡Oh! ¡Hola! ¡Si, te buscaba a ti!

- ¿Siempre eres tan americana? – preguntó el chico muy curioso

- ¿Americana? ¿Cómo es eso? – sorprendida

- ¡Directa! ¡Sin formalismos! Porque me imagino que ese bento es para mí o ¿no? – las chicas que buscaban formar alguna relación con cualquiera

- No me sé tu nombre y hablar con formalismos es un desperdicio de tiempo y más cuando los japoneses son tan tacaños con todo – el bento que llevaba en la mano lo tiro contra el pecho del chico sin soltarlo – sí, es para ti, lo dejó una chica rubia que al parecer estaba retrasada para ir a la secundaria o algo así

- ¡jajajaja! ¡Lo siento! Pensé mal… - cogió el bento y abrió la tela en la que estaba envuelto y suspiró - ¡Como lo imaginé! La muy idiota trajo su propio almuerzo.
Lo siento mi hermana te hizo buscarme en vano, siempre que se retrasa hace algo mal… olvido llevar su almuerzo y empacó los dos aquí… ¿Ya almorzaste?

- ¡No! – contestó con total indiferencia

- ¿Me acompañas? – dijo en son de disculpa

- No, gracias, puedo comprar mi propio almuerzo – la castaña estaba enojada por el trato recibido, quien se creía el muchachito aquel para creer que ella gustaría de él….

- Míralo como una disculpa – sonrío -  ya sabes que los japoneses somos tacaños y yo tengo dos almuerzos, no puedo dejar que se desperdicie además la tonta esa seguro podrá comprar algo en la cafetería… Anímate, te estamparé puntos si almuerzas conmigo

- ¡Ok! Pero créeme solo lo hago por los puntos – mintió como no sabe cocinar ni le alcanzó el tiempo para comprar algo preparado en una tienda de conveniencia, no tendría tiempo suficiente para almorzar

- Esta bien, aunque en serio es una disculpa, pensé que venías con otros motivos – el chico mostraba sinceridad en sus palabras – a veces las personas pueden ser molestas cuando solo muestran interés

- Te entiendo perfectamente, he conocido esa clase de personas que solo se acercan buscando un beneficio, realmente odio esa clase de personas…

- Cambiando de tema – dijo el chico mientras empezó a caminar, ella lo siguió – Ya conociste a mi hermana, es raro que la tonta esa le pida el favor a alguien más – dijo alzando los bentos

- Se acercó a mí, porque tengo que firmar una forma o algo así… del apartamento…

- ¡Así que irás esta anoche a nuestro apartamento! Te recomiendo que lleves ropa cómoda Yuna habla mucho, y como nunca ha salido del país, así que le encantan los extranjeros

- Y ¿Tú sí? ¿Has salido del país? -preguntó curiosa

- Algo así… Y tú ¿Por qué estás en Japón niña americana?

- Es complicado… - después de eso la conversación se volvió trivial, almorzaron y luego cada uno siguió en sus diferentes labores, hasta llegar al final de la jornada

Summer llegó a casa y ensayó posibles respuestas de preguntas que podían hacerle los hermanos, en especial la chica rubia quien parecía rebosar de energía todo el tiempo. Antes de salir al apartamento de los chicos se miró al espejo una vez más, se había teñido el cabello a castaño, por lo general lo trenzaba para tenerlo recogido de manera sencilla, utilizaba lentillas verdes para ocultar sus dorados ojos, como podía cambiar tanto con tan poco… suspiró y luego salió para no pensar más en ello

- ¡Hola chica americana! – Jiro se veía aún más infantil e inocente que en el trabajo – sigue por favor, aún no cenamos y Yuna te está esperando para explicarte todo

- ¡Ok! Pero solo estaba preparada para firmar el documento ese…

- Summer-chan ¡Bienvenida! Espero que nos llevemos bien… ya que aquí en el edificio todos son antisociales odiosos que pertenecen al grupo rosa – así le llamaba la chica a la sección Love Me - ¿Eres antisocial?

- No, solo no me parece conveniente hacer todo tipo de relaciones con personas que prescindirán de ti cuando ya no les sirvas más de apoyo o escalón –

- ¡Me caes bien! ¡Entra! ¡Entra! ¡Te contaré todo mientras cenamos!

Yuna era una chica pequeña a diferencia de Jiro, además era rubia y sus ojos cafés, una chica muy bonita que al parecer todo el tiempo saltaba con mucha energía, hacían una pareja de hermanos muy tiernos porque aparentaban tener menos edad de la que realmente tenían Jiro tenía 20 años, escritor, había cursado todos sus estudios incluyendo la universidad, ahora prestaba su servicio como guionista ya que el presidente Takarada se había enamorado de sus libros que combinaban el romance y la ficción, tenía muchos logros a su corta edad, un chico muy talentoso y con un prometedor futuro, se hacía cargo de su pequeña hermana de 17 años que estaba terminando la preparatoria, era una chica muy impulsiva y creativa, le encantaba el arte pero era demasiado perezosa para ser profesional, prefería pasar el tiempo divirtiéndose y por eso la habían castigado haciendo que se quedara a cargo del edificio y así fuese un poco más responsable, había decidido que algún día sería fotógrafa, conocía a una que la inspiro y había comparado varios cuadros y fotografías de la artista que estaban decorando alrededor de la casa

Un hermoso paisaje fotografiado de lo que seguramente era el patio de una gran casa, que detallabas los espacios verdes y naturales que combinaban perfectamente con los juegos infantiles, Summer al ver el cuadro que hipnotizada como si al verlo recordara el lugar donde fue tomada la fotografía

- ¿Te gusta? – preguntó Jiro extrañado al ver el rostro fascinado de la chica

- Si ¡Es hermoso! – dijo la chica sin quitar la vista, hasta que vio un pequeño osito de felpa junto a un triciclo, justo como los que ella había tenido alguna vez – ¡Bubu-chan! – las palabras sin darse cuenta

-¿Eh? ¿Lo conoces? – la pequeña rubia venía saltando cuando escucho las palabras de su nueva amiga

-¿Qué cosa? –

- El osito… el de la fotografía se llama Bubu-chan ¡Ese osito es mío!  - dicho esto salió corriendo

- Que detallista eres, de todas las personas que han visto la fotografía eres la primera que nota a Bubu-chan – Jiro la miraba más expectante, la americana había llamado su atención

- Bueno, es que creo que he visto ese lugar directamente, y ver ese osito me trajo recuerdos

- ¿Cuáles?- su voz no parecía tener curiosidad, más exigía una respuesta

- No lo sé, solo recuerdo que a esa clase de ositos se les llamaba Bubu, yo también tenía uno de esos, pero con el tiempo lo perdí – mintió rápidamente

<< Claro que recordaba exactamente el lugar, ese osito le había llevado allí como si fuese el día anterior, Natsu había cumplido 5 años pero estaban en Tokyo por el trabajo de sus padres, Haru se la pasaba con Alice como siempre en la casa de Saena, aunque esa vez también participó en un comercial con sus padres, ella y los gemelos (hijos de Reino y Kanae) estaban al cuidado de Kanae, quien había decidido hacerle una pequeña fiesta a la pequeña para que no extrañara a sus amigos, aunque esta no tuviera muchos, la pequeña pelinegra había armado un alboroto porque quería estar en su casa en Londres, donde vivían hace más de un año, pero estaban tan atareados que no le prestaron atención, Kyoko se derretía porque quería quedarse en casa con su bebé aunque nunca se le dijo, el día paso Natsu en compañía de los gemelos, y otros chicos que no conocía, se escondió en la casa de madera para no jugar con ellos, al finalizar la tarde Kyoko le trajo el lindo osito gris con moño rojo y pecas la nena la recibió con un abrazo y jugarón un rato juntas, horas después una pequeña rubia lloraba inconsolablemente sola, a la que Kyoko corrió a su encuentro, toda la noche la niña lloró arruinando así el quinto cumpleaños de la menor
Al siguiente día la pequeña rubia no se despegaba de Kyoko y ella misma no quería soltarla, la rabia y los celos se apoderaron de la pelinegra que veía la escena tomó su osito al que le habían llamado Bubu-chan, y le quitó un brazo lo que hizo que Kyoko pusiera una cara de horror, Kuon que estaba cerca como la mayoría de los que se habían hospedado, la reprendió, estaba tan enojado que su ira era tangible, la chica no oía nada de lo que su padre decía por que no podía quitar la mirada hacia su madre, Haru se acercó para alzar el muñeco y un chico un poco más grande con mirada fría y oscura no le permitió tomarlo, la mirada de Natsu se encontró con la del chico misterioso, sintió miedo por primera vez, el odio le perpetraba el alma ningún adulto la hacía sentir ese pánico que lograba ese  chico de la edad de su hermano, instintivamente corrió y se escondió a las piernas de su padre, la pequeña rubia había dejado de llorar, sus ojos estaban rojos de repente se bajó de los brazos de la actriz, tomó el osito y su brazo roto, miró a la actriz con mirada suplicante
- Mamá ¿Me lo puedo quedar?
- Pero cariño está roto ¿Si quieres te puedo comprar uno nuevo? – Kyoko luchaba con las lágrimas y su voz estaba entrecortada
- Pero yo quiero este, porque está como yo – dicho esto alzo la manga de su brazo para mostrar los moretones extendidos por todo sus brazo
El silencio se hizo abrumador en la sala, Kyoko cayó sobre sus rodillas y la abrazó con fuerza, mientras caían lágrimas de sus ojos
- Cariño, yo lo voy a remendar, no te preocupes yo lo voy a remendar… >>

Una lágrima invasora escapó de los ojos de Summer, después de ese día nunca se había puesto pensar en lo que realmente había pasado, lo que hubiera pasado esa niña la había pasado mal y ella como si fuese una mala película la había borrado de su memoria

-Summer-chan mira este es mi Bubu-chan ¡Mi mejor amigo! – sonrió la rubia con dulzura e inocencia

Al igual que el que ella recordaba era un osito gris de moño rojo con pecas blancas, no pudo evitar buscar el remiendo en el brazo, pero no lo encontró, entonces soltó el aire que había estado reteniendo sin darse cuenta

- ¿Te gusta? –

- ¡Sí! Es lindo, yo también tuve uno, mi madre me lo regaló, me encantaba mucho pero un día se estropeó y mi madre lo botó – mintió nuevamente, no podría decir la verdad…

En la mesa mientras cenaban empezaron a hablar del contrato y los requerimientos para vivir en lugar, Yuna podía ser realmente seria cuando tenía que serlo, a pesar de que en la mesa no se sentía la distancia y parecían ser amigos de toda la vida en ningún momento se tocó algún tipo de tema personal, no porque no tuvieran curiosidad sino porque ninguno quería tener la misma pregunta de vuelta y así terminó la velada
Summer se despidió de los anfitriones con una sonrisa, al girar para ir hacía apartamento su rostro cambió entre más cerca estaba a su puerta, su rostro se oscurecía cada vez más

A penas si pudo cerrar la puerta cuando las lágrimas contenidas durante todo ese tiempo empezaron a salir como prisioneros liberados, lloró como nunca lo había hecho, estaba sola y ya no podía reparar nada de lo que había hecho, cuando vio la fotografía recordó lo dulce que era su madre con ella, hace once años en una noche como la que esta vio llorar a su madre de la misma manera su padre trataba de consolarla pero al verse impotente dejó salir sus lágrimas también, la pequeña Natsu entró asustada y una Kyoko rota la recibió en sus brazos y en susurros le decía lo mucho que la amaba y que no permitiría que nadie, nunca la lastimase

Después de eso Kyoko empezó a estar más y más ocupada, había puesto lo mayor de su tiempo y dinero para crear fundaciones y orfanatos, para ayudar a las personas, con el tiempo Natsu se molestó no quería compartir a su madre con más nadie, pero ahora ya no pasaba tiempo con ella y cuando llegaba entraba a su cuarto y le daba su beso de las buenas noches, a partir de ese día había empezado a molestarse por todo lo que hacía la actriz, poco a poco se fue alejando, ya no iba con sus padres y evitaba estar con Kyoko, y por supuesto hacía todo lo contrario a lo que ella pedía o sencillamente decía…

- ¿Por qué nadie me dijo nada? ¡Que estúpida! – gritó

Sin darse cuenta se quedó dormida en la puerta y despertó con los rayos del sol que iluminaban su cara, se dio cuenta de que se le haría tarde y se puso en pie tomó una baño fresco, justo antes de salir se miró al espejo se arregló el cabello

- Igual eso no justifica que no estuviera ahí para ti cuando la necesitabas – se rió al ver que no se creería la mentira que se había dicho así misma

Los días continuaron y como Yuna siempre se encargaba de la comida de los tres Summer decidió ayudar con el dinero para los alimentos, y también ayudaba a asear cuando Yuna estaba muy ocupada, se complementaban juntas, poco se veían Jiro y Summer lo que le hizo pensar que Yuna podía sentirse sola todo ese tiempo pero siempre estaba alegre, quizás era solo su imaginación

Pronto empezaría el festival escolar en la preparatoria y la clase de Yuna haría una obra de teatro así que la adolescente pidió la ayuda de su hermano y por supuesto de su amiga, pero como Yuna es Yuna le dejó toda su responsabilidad a los dos…

- ¿Quieres café? – preguntó somnolienta Summer

- ¡Si, Por favor! Yuna ya se durmió ¿Verdad? – ni siquiera volteó a mirar a quien le hablaba, estaba completamente centrado en el guión que preparaba

- Hace como una hora… creo que está rendida – le entregó la taza de café – creo que me gustaría estudiar aquí, esto es interesante trasnochar con amigos terminando una tarea preparando muchas cosas

- ¡Wao Americana! No conocía esa parte de ti – se giró para poder verla - ¿Por qué dejaste de estudiar?

- Bueno, dejé todo en América cuando me vine para aquí, no me dolió porque no tenía amigos reales… - la castaña apartó la mirada, lo que causó que se pinchara el dedo con la aguja, ya que estaba cosiendo el disfraz de la narradora - ¡Auchs!

- Te lastimaste – Jiro se levantó de inmediato al escuchar el quejido de la castaña – ven dame tu dedo – dijo acercándose
Metió el dedo que sangraba en su boca y luego puso su mano en la cabeza acariciándola, revolvió su cabello

- Sana que sana… - había empezado a cantar cuando Summer empezó a reír a carcajadas

- ¡Lo siento! ¡Lo siento! – Summer no podía parar de reír, se tapó la cara por la vergüenza de seguir riendo – no soy Yuna, ni lloraré solo por eso… además eso es asqueroso

Jiro se sonrojó al darse cuenta de lo que había hecho por costumbre

- No soporto ver llorar a Yuna – ocultó su cara girándola a un lado porque seguía sonrojándose

- Lo sé, lo sé, mi hermano también lo hacía y siempre me ha parecido asqueroso, por eso dejó de hacerlo – Summer había dejado de reírse pero aún sonreía - ¿Me devuelves mi mano? Por favor, la necesitaré para seguir – se burló

El pelinegro la soltó y al ver que la chica se había burlado, se sonrojo aún más así que decidió hacerle una travesura
- Summer – ella giró para ver a quien la llamaba y para su sorpresa estaba tan cerca que le robó un beso

- ¿Q- Qu- Qué te pasa? – en cuestión de segundos su cara se tiñó de un rojo brillante

- No me dirás que es tu primer beso o ¿Si? Americana – ahora era su turno de molestarla

- Pues si… arruinaste mi primer beso – había quedado en shock, literalmente porque todo su cuerpo transmitía corriente y su cerebro trabajaba intensamente para entender lo sucedido

- Y arruinaré el segundo… – se acercó nuevamente pero le dio el suficiente espacio para que ella tomara la decisión

Estaba tan cerca que ella pensó que quizás se iba a burlar de ella de otra manera, pero la tensión se sentía en toda su piel ¿Desde cuando alguien la podía hacer sentir de esa manera? Antes de darse cuenta su boca había llegado a la él, menos mal estaban de rodillas en el suelo porque si no se habría caído, sus piernas le fallaban, su cerebro también al parecer…

- ¡Cof! ¡Cof! – una tos fingida interrumpió la escena
Los dos se apartaron inmediatamente cada uno por su lado, ahora compartían el sonrojo

- Yo escuché muuucho ruuuido – la rubia bostezaba – y me puse de pie en vano… por favor hagan sus cochinadas en silencio… ¿Quieren?

- N-No N-No es lo que crees – Jiro intentó hablar mientras Summer cubría su cara con el disfraz pero un sonido lo interrumpió

*póf* *póf* alguien tocó la puerta pero de una manera extraña y violenta, los hermanos se miraron ambos abrieron los ojos, Yuna salió de la habitación mientras Jiro se dirigió y abrió la puerta

-Setsuka-San no la esperábamos – la oscura mujer entro sin decir palabra seguida de un hombre aún más tenebroso
Yuna llegó rápidamente con unas llaves…

-Setsuka-San, Caín-San, aquí están las llaves del apartamento, lo limpié hace unos días pero mañana lo hago de nuevo, todo está perfecto y estamos despiertos porque preparábamos la obra que presentare en la preparatoria

Summer estaba confundida el ambiente había cambiado drásticamente y jamás había visto a los chicos actuar de esa manera, eso la asustaba aunque no tanto como los dos personajes que acababan de llegar, el hombre parecía que en cualquier momento los iba a asesinar a ella y a Jiro… aunque podría ser solo su imaginación… su conciencia aún se sentía culpable por lo que acababa de pasar

- ¿Qué es eso? Preguntó Setsu señalando a la chica que estaba de pie, parecía que en algún momento se iba a desmoronar

- Es mi amiga, Summer, ella vive en el apartamento del lado, está LME y está en la sección maldi…

- ¿Por qué tantas excusas? ¿Acaso no tienes la información completa?

- Disculpe por no presentarme, mi nombre es Summer Mogami y llevó dos meses aproximadamente en Tokyo, al llegar perdí mis papeles pero gracias a la oportunidad de muchas personas amables como la de Yuna-San y Jiro-San me han permitido valerme por mi misma – la chica que estaba antes a punto de ser comida por los nervios se acercó y fue directa, no dejaría que sus amigos se vieran afectados por sus errores, los cuales se quedaron asombrados al escuchar su apellido

- No recuerdo que te haya pedido tu opinión, pero lo tendré en cuenta mañana hablamos tu y yo, ya puedes retirarte si estas en la sección maldita seguro tienes que cumplir un horario fijo… así que vete a dormir ya

La castaña asintió, dejó los materiales que tenía en la mano en una mesa, se inclinó respetuosamente y se dirigió a la salida

- Una cosa más, no te quiero cerca de aquí, este chico de aquí – la rubia señaló al hombre gigante que estaba detrás suyo – es mío, no lo mires, no lo toques… solo esfúmate cuando pase cerca

- Sí señora – la chica ni se atrevió a mirar al tipo, no tanto por lo que había dicho la mujer sino porque le aterraba verlo… ¿Cómo podía creer esa mujer que lo iba a querer mirar? Si lo primero que quería era huir desde que los vio

Al cerrar la puerta, sin querer pudo escuchar parte de la conversación…

- No Yuna, no sabes quién es, pueden arriesgarlo todo por nada…
Summer decidió no seguir escuchando así que se fue deprisa, los Heel no eran su única preocupación estos momentos, tenía que pensar seriamente esa falla de su cerebro…

-Ha pasado una semana desde ese curioso incidente, Yuna no ha vuelto a pedir mi ayuda así que no he podido ver a Jiro en estos días… Algo que es bueno ¿No? ¿Entonces porque me siento un poco decepcionada? - ¡PAP! El sonido de las palmas en sus mejillas ahora rojas por el golpe, había puesto silencio a sus palabras, al verse nuevamente al espejo ocultó su rostro en sus manos – Ya me volví completamente loca ¡Hablo con mi reflejo! ¡Waaaaa!

La adolescente que había empezado a hablar sola mientras se veía al espejo tras su tinte semanal, había empezado a fingir llanto mientras se dirigía al sofá de la sala…

Se recostó mientras tiraba de su cabello húmedo hacia los lados, con su otra mano empezó a acariciar su torso desnudo, lo único que cubría su cuerpo era un top negro y un short del mismo color tan corto que le hacía gala a su nombre, era cómodo para andar sola en casa… Al menos no era como la tipa loca que vivía en seguida…

La exuberante vecina podía vestir toda clase de pequeñas ropas, que dejaban al descubierto, su pequeño y muy bien definido cuerpo, no se veía mayor de veinticinco, pero su edad era lo de menos, la excéntrica criatura podía pasar de treinta a los diez en cuestión de segundos, era caprichosa, malcriada y muy celosa hermanita menor, que tenía que estar muy loca si creía que alguien se iba a fijar en su monstruoso hermano quien iba fulminando con su mirada a todo el que se quedara viendo a su hermana… Algo que al parecer tenía que hacer todo el día, eran muy problemáticos los incestuosos hermanos

- ¿Incestuosos es una palabra? -  pensó en la adolescente – si existe describe perfectamente a esos hermanos del demonio, la primera vez que los vi, pensé que eran pareja y resulta que son hermanos ¡Qué Asco! – Se levantó de golpe para despejar su mente que no salía del piso, iba de un apartamento al otro, de repente la imagen del beso volvió a su mente, lo que la hizo poner roja nuevamente, para callar sus pensamientos encendió la televisión

Mientras se dirigía a ponerse su pijama, una voz familiar en la tv hizo que parara instantáneamente frente al aparato
Las instalaciones del hogar están diseñadas para que cada niño se sienta en casa, además estamos dotados de un gran personal que se dedica al cuidado y educación de cada persona en la institución, hemos fomentado varias clases de programas para que el menor inscrito durante y después de su estadía tenga la oportunidad de acceder a la formación educativa que desea ¡Ayúdenos! Ni un menor más en las calles ¡No dude más….
- ¡Mamá! – Suspiró la chica - ¿Qué habrá pasado con esos niños? – recordó a los niños que habían aparecido en su cumpleaños, desde ese día los recordaba de vez en cuando y tenía mucha curiosidad por su paradero, en especial de esa pequeña rubia que había llamado mamá a Kyoko, después de colocarse pijama, Summer tomó el teléfono pensando en llamar a su hermano para resolver su duda, pero aún debe estar muy enojado, así que la mejor opción es ir directo a la fuente… Su madre

*Toc* * Toc*

¿Quién podría tocar a esta hora? Ya era algo tarde, sin dudar la adolescente fue a abrir la puerta

-  Hola Summer ¿Puedo entrar? – La adolescente rubia al otro lado de la puerta empezaba a brincar para que le abrieran la puerta

- Ya voy, Ya voy – Summer no pudo evitar sonreír y a la vez blanquear los ojos, su autoproclamada amiga ya se había demorado

- ¿Summer-chan irás mañana al instituto? – la rubia había entrado y se había acomodado directamente en el sofá

- ¿Al instituto? ¿Por qué? ¿Hay algo? – mintió para jugar un poco con su amiga

- ¡No puedo creer que lo hayas olvidado! – se extendió de forma dramática sobre el sofá mientras simulaba llorar

- ¡Claro que no! Además creo que no me dejarías en paz si no voy
- En eso tienes razón querida…¡¡¡Kyaaaaaa!!! – la chica gritó al ver el comercial en la tv, aunque ahora estaba sin volumen

- ¿Qué pasa? – la castaña estaba asustada

- Es nuestro comercial… Mi anuncio – la rubia empezó a saltar sobre el sofá – Kyoko-Sama, hizo un trabajo espectacular ¿No crees?

- Es una mujer muy talentosa, no imagino algo que haga mal – las palabras salieron sin siquiera pensarlo - ¿Cómo es eso de que es su comercial?

- Jiro y yo ayudamos al guion de ese comercial y me dieron la oportunidad de diseñar el set… aunque casi todo se grabó en el hogar (Orfanato)… Todo un sueño hecho realidad… trabajar para Kyoko-Sama…

- ¿Qué pasa? – una voz gruesa que provenía desde la puerta llamó la atención de las chicas que hablaban en la sala, al no escuchar respuesta la puerta se abrió dejando al descubierto al hombre envuelto en capaz negras de tela, su mirada preocupada no hacía a juego con su tosca presencia

- Lo siento, Yuna solo se emocionó… - Summer agachó la mirada, los ojos del monstruo mostraban dulzura y preocupación, eso la hizo sentir protegida… algo en esa persona le parecía familiar

- ¿Qué pasó? ¿Alguien se lastimó? – Una voz muy conocida anunciaba la llegada de alguien más, estaba vez alguien aún más familiar

- ¡Ya! ¡Ya! No se emocionen tanto solo era yo expresándome libremente- contestó Yuna algo desesperada por la sobreprotección, poniendo los ojos en blanco

El hombre grande entre cerró sus ojos, luego negó con su cabeza y se marchó sin decir nada más…

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