¿Todo esto es cierto?

¿En verdad está pasando?

Los sueños son inusuales
Las pesadillas se vuelven recurrentes
Lo irreal, se está volviendo real.
Lo real se vuelve irreal.

Y que desde lo más profundo del abismo de nuestra alma se encuentran encadenados nuestros demonios que buscan desgarrar la verdad hasta volverla una cruda mentira.

†

Y pues dime, ¡oh querida Niña! por qué te ves tan triste.

Por qué te ves tan decaída.

Ven...
déjame mostrarte algunas de las cosas maravillosas de este terrenal mundo.

Déjame mostrarte la oscuridad absoluta.

Déjame mostrarte los monstruos que se arrastran gimiendo y gritando de dolor en el paso de la muerte.

Déjame mostrarte la armonía de un grito de dolor.

Déjame mostrarte dolor de una pérdida.

Déjame mostrarte el verdadero miedo.

El verdadero terror.

Sientes que tu corazón quiere estallar.

Sientes tu sangre corriendo por tu delicadas y frágiles venas ruborizando poco a poco tus blancas y suaves pómulos.

¿Crees en el miedo ahora?

Sabes algo a la muerte no le debes temer.

Y sabes cual es la razón, la muerte es lo más hermoso y exótico de este mundo...

Lo más hermoso que les puedo entregar ese dichoso dios suyo...

Ella es hermosa y utiliza un vestido negro que resalta sus hermosos ojos sin expresión alguna.

Su baila es cautivador y excitante.

Su presencia, es lujuriosa.

Demonios ella lo es todo.

Ahora dímelo.

Crees que ella es terrorífica.

Por favor,

 no seas tan ingenua.

Lo único terrorífico en este mundo son ustedes.

Los humanos...
Seres traicioneros....
Seres paganos...
Seres oscuros...
seres mundanos...

matan sin razón alguna, arrasan ciudades en nombre de su supuesto dios.

Son peores que animales.

 Destruyen algo que fue nuestro alguna vez.

¿Acaso no me crees?

Pues déjame demostrártelo.

Ven, sígueme al profundo y estrecho pasillo de tu alma y ahí lo verás.

Duerme y lo veras.

Imagina y lo veras.

En todos los lados esta mi querida niña.

Pronto veras la verdadera cara del ser humano.

Yo te lo haré ver aun eso implique, hacerlo a la fuerza

«Perder el sueño, que desteje la intrincada trama del dolor; el sueño, descanso de toda fatiga, alimento el más dulce que se sirve a la mesa de la vida>»
WILLIAM SHAKESPEARE, Macbeth, 2.º acto, escena II....