-Quedate quieta — Anne regañó a Sasha.

La rubia le hizo caso a su novia y se quedó más quieta que un árbol en medio de un campo, la castaña se aseguró de ajustar bien el corsette y sonrió.

Sasha se observó en el espejo, le habían robado ropa de las maletas a uno de los invitados y así podían camuflarse para entrar a la boda sin que se dieran cuenta.

Ella llevaba un vestido que llegaba hasta el suelo de un rosa pastel y bastante pálido, un corsette ajustado de cuero, unas zapatillas finas y un sombrero.

Anne llevaba lo mismo que Sasha, solo que en tonalidades azuladas del mismo color que los ojos de la rubia.

Jade puso una mueca al ver que Sasha tomó de las mejillas a Anne y la besó.

La caza recompensas llevaba un vestido más corto que los antes mencionados, llegaba hasta sus rodillas y se ajustaba a su figura gracias a un corsette beige que se había puesto con ayuda de Sasha, unas botas y un pañuelo amarrado al cabello combinando con su cadena fina en el cuello.

-Bien, recuerden nada de llamar la atención, debemos ser sutiles y sigilosas en este caso si quieren mantener la cabeza pegada al cuerpo — se puso de pie y arregló su maquillaje.

Anne y Sasha compartieron una mirada ante lo último que la chica dijo.

El día de la boda había llegado y el plan ya estaba bien armado, claramente algo que había pasado luego de no haber dormido una noche completa.

Jade estaba acostumbrada a pasar desapercibida, pero no estaba completamente segura de que sus dos acompañantes y compañeras podrían hacer lo mismo que ella.

Ya era conocedora de que resaltaban fácilmente y no era muy difícil encontrarla en un lugar lleno de gente, pero su única esperanza era que la mayoría de invitados no habían estado al tanto de lo que había pasado anteriormente y no las reconocerían.

Se harían pasar por invitadas de la boda y luego ejecutarían el plan por el cual rezaban que funcionara.

-Gracias por ser tan positiva, Jadecita — Sasha dijo con un tono ironico mientras rodaba los ojos y le pasaba los brazos por la cintura a Anne para acercarla a ella.

Jade imitó el gesto de Sasha (claramente el de rodar los ojos) y arregló su cadena.

-Estoy siendo positiva, Sasha — dijo y volteó hacia la pareja — confío en ustedes, confío en mi misma, créanme que si no estuviera siendo positiva, yo estaría tranquila en mi casa tomando té.

Las botas de Jade resonaron en cuanto ella comenzó a caminar de un lado a otro.

-Dios, aún quiero seguir viviendo hasta que pueda casarme con una chica, un chico, o lo que sea, tener hijos, una casita y darles una buena vida — se lamentó en un murmuro — ¡Más les vale que salgamos vivas y con Marcy de esto o yo misma me encargaré de revivirlas y volverlas a matar!

Anne y Sasha rieron ante esto.

-Todo saldrá bien, Jade, confiamos en que lo hará — Sasha entrelazó su mano con la de Anne y sonrió, dejó un beso en la coronilla de la castaña y la pegó a ella — Marcy es lo más importante en este mundo para nosotras, no queremos que le pase nada así podemos volver a casa con ella.

Anne se aferró a la mano de su novia y asintió.

Su mente aún no terminaba de procesar todo lo que había pasado en tan poco tiempo, extrañaba tanto estar al lado de Marcy mientras Sasha hacía cualquier tontería, extrañaba dormir las tres abrazadas en la cama, extrañaba los ojos verdes y brillantes de Marcy, extrañaba su sedoso cabello y su piel suave.

Extrañaba a Marcy.

Extrañaba a uno de los amores de su vida.

Jade suspiró y bajó la mirada al suelo, se abrazó a si misma y repasó el plan en su mente. No podían estar seguras de que funcionaría.

¿Cómo terminarían las cosas si no salían vencedoras con el plan? Simple, muerte para todas o por lo menos para una de ellas.

Observó a la pareja frente a ella y se imaginó a Marcy acompañándolas.

Nunca había sentido que era ser verdaderamente amada, pero si le pidieran dar un ejemplo de lo que era el verdadero amor, son dudarlo ni un segundo les hablaría de Anne, Marcy y Sasha.

Sonrió vagamente y asintió.

-Confío en que estaremos bien.

ᖭི༏ᖫྀ

Marcy se aferró al brazo de Olivia, no la había soltado desde que juntas habían vuelto a arreglar el vestido de la pelinegra.

-Olivia...

Lady Olivia acunó el rostro de Marcy entre sus manos y le regaló una sonrisa sabiendo que esta siempre lograba tranquilizar a la princesa de ojos verdes.

Ojos que se encontraban cristalizados y con ojeras dejando en evidencia el cansancio y el desvelo de la pelinegra.

Olivia había deseado poder luchar por su libertad y por la de Marcy durante tanto tiempo, la importancia era un sentimiento al que se había acostumbrado, pero nunca había hecho nada por intentar sacarselo de encima.

Era esa la razón por la que admiraba tanto a la chica frente a ella, quien se había esforzado hasta el último momento por tener su cuento de hadas con final feliz.

Ahora, Anne y Sasha estaban muertas.

Ella recordaba al rey llegar al salón, su ropa manchada de sangre y una sonrisa en su rostro. Recordaba las palabras exactas con las que Lady Olivia se había enterado de la muerte de aquellas dos guardias que habían hecho tan feliz a la princesa.

"Están muertas, yo mismo les corté la cabeza."

Olivia aún tenía escalofríos con la forma tan cínica en la que Andrias había hablado, la forma en la que dijo las palabras con firmeza y orgullo, celebrando la muerte de dos personas inocentes que habían intentado luchar contra su maldad.

Andrias se merecía todo lo malo del mundo, se merecía lo que habían sufrido aquellas guardias hasta el último momento de sus vidas, y si se podía hacerlo sufrir de una peor manera, esa sería la elección correcta.

Los invitados esperaban ansiosos a la princesa, los guardias rodeaban el lugar y se aseguraban de la seguridad del rey y la familia Argo.

Marcy parecía querer llorar en ese mismo instante como una niña pequeña, a pesar de que ella misma había dicho que el rey era un mentiroso, las pruebas eran obvias y se había resignado a que sus amadas estaban muertas.

Estaba actuando fuerte, aunque sus piernas temblaban, aunque su corazón estaba hecho trizas y regado por el suelo, aunque sus ojos retenían lágrimas saladas que se había guardado desde que Lady Olivia arregló su vestimenta.

Estaba actuando fuerte porque eso habría sido lo que Anne y Sasha hubieran querido que ella hiciera.

Estaba actuando fuerte por las mujeres que había amado con tanta intensidad, por las mujeres que le habían enseñado el significado verdadero de tantas cosas que solo había visto en los libros.

Olivia limpió las lágrimas que amenazaban con salir, su mirada llegó inevitablemente hasta la mujer que se encontraba parada junto al rey.

Sabía que si actuaba... Qué si se intentara interponer, Yunan sufriría el mismo destino que Anne y Sasha.

Podía sonar egoísta, podía sonar como si Marcy no le importara en lo más mínimo, pero Olivia solo estaba siendo realista y luchando por la relación que la mantenía de pie en esos momentos.

Luchaba a su manera, justo como Marcy lo había hecho.

Marcy apretó la mano de Olivia y juntas comenzaron a caminar entre los invitados que comenzaron a murmurar al instante. Marcy logró escuchar comentarios variados, algunos hablaban sobre su belleza, algunos especulaban sobre si el "honor" que era lo único necesario en una mujer aún permanecía en su cuerpo.

A pesar de que Andrias no lo sabía (y en caso de haberlo sabido, seguramente la habría obligado a hacer algo completamente desequilibrado), la repuesta a la última especulación era no, ella ya no era "virgen" como todos solían llamar a las mujeres que no habían tenido sexo.

No se arrepentía y mucho menos debería pedir disculpas por el hecho de que su primera vez fue con aquellas dos guardias.

Marcy soltó todo el aire de sus pulmones, sus zapatillas resonaban en el suelo al caminar y la hacían resaltar ente el mar de gente, algo que siempre odió, odiaba la atención cuando venía de personas desconocidas o amigos del rey Andrias.

Disimuló una mirada repleta de odio hacia su futuro esposo y bajo los ojos juzgadores de Andrias, entrelazó su mano con la del príncipe que odiaba.

Según la ley del reino, los reyes siempre dirigían las bodas cuando se trataba de princesas o príncipes casándose, así que Andrias sería el encargado de hacer legal aquel matrimonio.

Marcy aguantó las ganas de llorar que tenía y escuchó al rey hablar.

Todo estaba yendo mal y sus esperanzas habían caído al suelo tan repentinamente como un yunque que fue aventado desde un décimo piso.

Pero...

¿Alguna vez han visto las películas, comics o series de Superman?

Pues lo que pasó de un segundo a otro fue como si un Superman detuviera al yunque antes de que este cayera al suelo.

En menos de un segundo, el metal de dos espadas resplandecían bajo la luz del sol, una de ellas se encontraba en la garganta del rey y la otra justo en el pecho de Darrell.

Ninguna de las dos espadas había sido empujada lo suficiente como para poder atravesar la piel, pero sin duda alguna con un solo movimiento esto podía pasar y los dos hombres terminarían muertos.

Marcy se quedó congelada y lo único que la hizo reaccionar fue el brazo de Jade jalandola hacia atrás para que comenzara a correr.

Anne y Sasha le sonrieron antes de indicarle que siguiera a la caza recompensas, Marcy se aguantó las ganas de salir corriendo y abalanzarse a abrazar a las dos guardias, salió corriendo junto a Jade y deseó que sus amadas imitaran la acción.

Los guardias se apresuraron a intentar ayudar, pero Anne y Sasha compartieron una mirada decidida y comenzaron a pelear.

ᖭི༏ᖫྀ

LOS DEJO CON LA INTRIGA.

¿LEYERON ESA APARICIÓN TAN ÉPICA?, DIOS, AMO A ANNE Y SASHA #-@+;#+#(

Ojalá se mueran todos los invitados de la boda, con la excepción de Lady Olivia y Yunan, claro 😔

Supuestamente iba a subir esto ayer, pero al final no lo terminé hasta hoy, una disculpa, llevo poco tiempo en clase pero ya me siento ahogada ☠️

Nos vemos ♡︎

ᖭི༏ᖫྀ