-Bien, ¿Como funciona esto de los guardias? — Marcy rió y se dió la vuelta, caminó hacia uno de sus estantes y buscó un libro.

-¿Nunca ha tenido a nadie a su disposición? — cuestionó Sasha causando que Anne le pegara con el codo en las costillas.

Marcy se detuvo, observó de reojo a las chicas paradas detrás de ella. Negó con la cabeza y tomó uno de sus libros.

-Nunca, Olivia dijo que lo haría porque cumpliré 18 y entonces muchos hombres me querrán como esposa y bla bla bla — Marcy sintió un escalofrío recorrer por su espalda y puso una mueca.

Marcy hizo un ademán con sus manos restándole importancia, bajó de las escaleras y colocó el libro que acaba de tomar en las manos de Anne. La castaña tomó el libro al instante y observó a la pelinegra caminar por los estantes.

-Eso suena loco y extraño, normalmente siempre se le protege a la princesa desde pequeña — Sasha siguió cuestionando.

-Sasha — Anne le reclamó a Sasha en voz baja.

La rubia ignoró completamente a Anne y siguió a Marcy entre los estantes, Anne no tuvo más opción que seguir a Sasha.

-Lo sé, nunca he estado desprotegida en si, después de todo, miles de guardias están en el castillo, solo... Nunca he tenido guardias exclusivos.

Marcy colocó otro libro en las manos de Anne para luego empezar a apilar varios.

Anne se quedó perdida durante un momento ante la perfección de la princesa y la cercanía de su rostro cuando apilaba los libros.

-¿Aguantas más?

Anne asintió y observó a Marcy empezar una pila de libros nueva en los brazos de Sasha.

-¿Guardias exclusivos?

-Guardias exclusivos — Marcy repitió como si fuera algo obvio — ya saben, esos que te siguen por todos lados, en los libros se ven mucho.

Sasha y Anne rara vez habían leído un libro.

Sabían leer y escribir gracias a la educación que habían recibido, pero sus padres nunca habían tenido suficiente dinero como para comprarles libros o juguetes.

Marcy se dió la vuelta y las guardias la siguieron al instante, ambas llevaban una pila de libros que Marcy había hecho.

Marcy se sentó en la cama e invitó a Anne y Sasha a hacer lo mismo, las chicas dejaron los libros en la cama y dudaron en aceptar la invitación.

-No se van a morir por sentarse en una cama — Marcy bromeó entre un par de risas.

Finalmente, no se podían negar a la palabra de Marcy.

Ambas se sentaron y observaron a Marcy buscar entre los libros y les tiró uno a cada una de las guardias.

-Historias de princesas, tienen dibujos, por si acaso — Sasha y Anne rieron — estos libros llevan en los estantes desde hace años, así que son un poco infantiles, perdón por eso.

Anne observó el libro entre sus manos, hace bastante no miraba uno desde cerca. Eran bastante caros en la ciudad a pesar de que habían cosas muchísimo más avanzadas que estos.

Influía el hecho de que la mayoría de los libros estaban en la gran biblioteca del palacio del que siempre habían escuchado hablar, Anne y Sasha suponían que Marcy conocía la biblioteca.

-Creo que estos son todos los que tienen temáticas de princesas — Marcy se levantó y empezó a buscar en una de las gavetas de su mesa de noche, sacó una libreta y un lápiz.

Marcy abrió la libreta y empezó a leer.

-¡Si, estos son!

La princesa les mostró la libreta a las guardias, las cuales abrieron los ojos como platos, sorprendidas.

Anne se levantó y observó la libreta.

-¿Esto es un inventario de los libros?

-Exacto, no tengo mucho que hacer, así que un día hice el inventario en esta libreta.

-¿Puedo?

-Claro.

Anne tomó la libreta y empezó a leer los nombres uno por uno, emocionada.

-Creí que una princesa tenía más ocupaciones — Sasha dijo poniéndose de pie.

-No todo es como uno piensa.

Marcy se asomó por el hombro de Anne y observó la libreta.

-Ya leí todos los libros de este lugar, pueden llevarse uno o dos si gustan.

-¿De verdad?

-Sip, creo que sería egoísta tenerlos si ya los leí.

-¿Como es posible leer todos estos libros?

Sasha y Marcy observaron a Anne buscar por los estantes, Marcy se encogió de hombros ante la pregunta de Sasha.

-No lo sé, siempre he estado sola desde que tengo memoria, mi única compañía han sido Lady Olivia y rara vez el rey Andrias, y hace no mucho Yunan también empezó, pero, supongo que nunca es suficiente como para mantenerte entretenida.

-Lamento si mis preguntas le molestan, princesa Marcy.

Marcy rió y observó a la rubia.

-No te molestes en disculparte, han sido lo más interesante que he escuchado en varios años y algo que de verdad me gusta responder.

Sasha sonrió.

-Y tampoco te molestes en tratarme con tanta formalidad, Marcy simplemente está completamente bien.

-Bueno, Marcy simplemente, ¿Puedo seguir haciendo preguntas?

-No me cansaría de ellas.

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-Su majestad, la princesa Marcy está fuera y espera verlo.

-Hazla entrar, rápido.

El guardia asintió y fue rápidamente hasta la puerta, la abrió y Marcy entró a la sala.

-Siempre tan puntual, maestra Marcy.

-Bueno, rey Andrias, supongo que debo serlo, ¿No?

Marcy se detuvo justo frente al rey.

-El reporte.

-Se quedarán aquí, la general Yunan hizo un buen trabajo y eligió bien a sus soldados. Estoy segura de que ellas harán lo mismo.

El rey Andrias jugó con su copa repleta de vino sin desviar la vista hacia la princesa, sonrió.

-Si tu lo crees, así será. Ellas estarán a tu disposición desde ahora. Puedes retirarte, ve a dormir.

-Gracias, rey Andrias.

Marcy hizo una pequeña reverencia ante el rey y salió del salón al instante, no quería estar más ahí.

Marcy tomó su libreta y tachó los libros que Anne y Sasha se habían llevado. La idea de los guardias no había sido de su agrado, pero no podía negar que esa rubia y esa castaña le generaban una emoción distinta e inexplorada para ella.

Ellas se quedarían, por lo menos hasta que Marcy pudiera explorar cada parte de esa emoción a la perfección.

Además, creía que podrían ser una buena ficha y  la beneficiarán en su plan que planeaba ejecutar en un futuro no muy lejano.

-Anne Boonchuy y Sasha Waybright, piezas nuevas y esenciales — Marcy sonrió — pero no niego que no me molestaría si llegan a ser más que piezas en el tablón de mi juego, después de todo, lograron encender la curiosidad de esta princesa nuevamente y sin tener que hacer mucho.

Marcy observó a una pequeña rata aparecer junto a ella.

-Oh, allí estás — la saludó — lleva esto a la habitación de las nuevas guardias que estuvieron aquí justo hoy en mi habitación, ya sabes quiénes son así que ojalá te llegues a confundir.

La rata tomó el sobre que la princesa la entregó y volvió a desaparecer tan rápido como apareció.

-Nos vemos mañana, lindas.

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