Capítulo 4 El Rey
El viento azotó su cuerpo dándole otra dirección a las lágrimas que corrían por sus mejillas.
Abrió y cerró sus ojos lentamente siendo testigo y el causante de haberse alejado de sus hermanos, aquellos que caían del edificio gritando su nombre, daría lo que fuese por poder tomar la mano de ellos por una última vez o siquiera por poder despedirse como se debía pero allí estaba, en la cima, lejos de ellos y a segundos de una segura muerte.
Pero tal vez el destino tenía planes distintos para él.
Todo pareció ir en cámara lenta en esos instantes. Levantó su mirada encontrándose con la de su chica. Amaba aquellos ojos ámbar, casi sentía que podía tenerla entre sus brazos, anhelaba poder acariciar su rostro estando tan cerca de esos labios que lo volvían loco sólo para poder decirle "Aquí estoy, todo estará bien"
Le regaló una sonrisa sincera aunque sus ojos denotaban sufrimiento puro y sus lágrimas empezaban a cambiarse por unas de felicidad ya que para él no había nada como saber que su sacrificio no sería en vano. Desde aquella altura podía que su familia tenía posibilidades de sobrevivir.
¿Su vida por la de ellos? No lo dudaría un segundo, el amor que les tenía era incomparable y sin dudar daría su vida para salvarlos, después de todo sentía que ya había hecho su vida y estaba orgulloso.
Tal vez jamás estaría con su hijo acompañándolo en la adolescencia, no le daría los típicos consejos paternales, no volvería a verlo sacar la lengua con asco cada vez que le demostraba cariño a Karai o no le daría recomendaciones que tal vez terminaran en desastre con respecto a enamorar a una chica.
No estaría en los mejores y peores momentos con Karai, no envejecería junto a ella como todo un hermoso y perfecto cliché, no podría volver a tocarla o decirle todo lo que su corazón quería gritar.
No volvería a pelear con Raphael, a molestarse mutuamente, a entrenar y luchar junto a él, a escucharlo quejarse de su serie favorita, a tocarle el hombro cada vez que lo veía mal emocionalmente o con una simple sonrisa recordarle que a pesar de todo lío lo amaba tanto como a los demás.
No volvería a regañar a Donnie por quedarse despierto hasta altas horas, a felicitarlo por algún nuevo invento que sin duda sería grandioso como todos los demás o a sonreírle y decirte algo muy tierno cuando sus ojos perdían su brillo de felicidad.
No volvería a defender a Mikey, no podría volver hacer que limpie su habitación a base de chantajes, no estaría para ver a su pequeño e inocente hermano con su primera novia o para abrazarlo cada vez que estaba triste.
Pero ellos estarían bien, lo sentía y eso hacía que sus ojos se nublaran y de ellos brotara un mar de lágrimas incontrolables. Si su familia estaba bien, él también lo estaría.
....
La máquina descendió detrás suyo provocando que una violenta ráfaga de viento golpeara al líder de los Hamato obligándolo a arrastrar los pies en un intento por mantenerse en su lugar.
De pronto aquello se detuvo de golpe jugando con las esperanzas de todos quienes por segundos pensaron que tal vez no pasaría nada pero no fue hasta aquel estruendo que hizo retumbar el cielo y la tierra que el miedo retornó en el mundo.
Otra ráfaga que fue mucho más fuerte que la anterior azotó a la humanidad cobrando la vida de millones. A esta ráfaga la acompañó la radiación mutante que envolvió el planeta entero devastando todo a su paso y desatando el caos.
Acabando con miles de personas.
Destruyendo la vida de millones.
Entre ellos se vio afectado aquel mutante de ojos zafiro que por el golpe del viento no pudo sostenerse y calló de rodillas al piso, colocó sus manos sobre su cabeza como instinto de protección aunque sabía que aquello no le serviría de nada.
El mutageno lo alcanzó también y se apoderó por completo de él, dañándolo no sólo de forma externa sino también Interna.
Vio su vida pasar ante su ojos.
El brutal golpe de la sustancia en su cuerpo le provocó algunas heridas en su cuerpo por las cuales ingresó el mutageno más a fondo de su sistema nervioso alterando incluso su sangre y haciendo sobresaltar sus venas con un brillo verde fosforescente que también empezó a consumir sus ojos.
Poco a poco empezó a cambiar.
Lleno de terror y entre algunos gritos desesperados y de dolor miró a sus manos siendo testigo de como el mutageno resbalaba de ellas como cascadas.
Su cuerpo empezó a sufrir una repentina metamorfosis triplicado su tamaño y fuerza.
El equipo cayó, un par de Katanas quedaron en el suelo y el viento alejaba el antifaz de el que alguna vez fue su dueño.
Leonardo golpeó el piso con toda su fuerza dejando marca de sus puños ya que no aguantaba el dolor, su cabeza parecía estar por explotar, su corazón parecía querer saltar de su lugar.
Su mente empezó a volverlo loco y a traicionarlo, todo lo que conoció o amó desapareció de su memoria, incluso su nombre había desaparecido.
Su último grito fue lo que dio inicio a su nueva vida dejando en claro que aquel líder intrépido y dulce había desaparecido tal vez para siempre y en su lugar había llegado una bestia que podría arrazar con todo el lugar usando solo sus manos.
Por el momento sólo escapó de aquella escena que bien podría ser de una película de terror.
...
Tomar el control de lo que en poco tiempo se convirtió en una estepa interminable fue muy sencillo.
No había quien se quisiera interponer en su camino, la sola mención hacia temblar a cualquiera, todos conocían aquellos actos tan sanguinarios que había cometido él y los que tenían la suerte y el privilegio de ser sus tropas.
"Maximus Kong"
Se auto-nombró dejando en claro quien era el que mandaba en el lugar.
A pesar de aquella cabeza llena de maldad y esos ojos sedientos de sangre, tenía un interés que era su total debilidad.
Lo que para unos era un cuento de hadas y para otros una misión.
Soñaba con encontrar el Oasis, había creído que su vida se basaba en sobrevivir y asesinar pero al escuchar sobre aquel paraíso verde despertó su interés, algo en el le sonaba familiar, hacía su mente divagar y escudriñar hasta sus más profundos recuerdos pero nunca tenía éxito.
A causa de su desesperado intento por encontrar el Oasis, masacró legiones y destruyó Clanes y familias pero siempre que llegó muy tarde.
Había fuertes rumores de un Clan que llevaba tatuado en un brazo el mapa del lugar pero al llegar todos habían cortado aquella parte de sí mismos para ocultarla y como consecuencia acabaron con todos.
Solo alguien les pasó por alto, era una pequeña sariguella de la cual se encargarían después.
...
Todo el que cruzaba el camino del Rey, tendría una muerte segura y sería la más horrible de todas. Morir de hambre era mejor que caer en sus manos.
Nadie podía huir de él o eso se creía hasta que una valiente mujer que muchos conocían como "La Guerrera de la Estepa" o "Lady Venom" se interpuso en sus planes y se atrevió a causarle problemas.
Nadie podía atraparla o siquiera verla con claridad ya que era la persona más veloz del lugar y podía llegar a ser tan peligrosa como Maximus pero él no le temía y en su único y último enfrentamiento con ella volvió a dejar en claro quien era el que tenía el mando.
La mujer tuvo que escapar ya que había estado al borde de la muerte aquel día pero juro vengarse y volver para reclamar lo que era suyo y lo que muchos otros también deseaban tener...
La cabeza del Rey.
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Continuará...
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