Una pista.

Un suspiro.

Un alma.

Una vida.

... Oscuridad.

...Miedo.

... Escalofríos.

Dona gritó.

*.   *.   *.

Lena despertó de golpe, estaba empapada en sudor, un rayo iluminó toda la habitación, le costó orientarse, tenía una sensación de peligro por todo el cuerpo, las sábanas se le habían pegado al cuerpo y su corazón golpeaba fuertemente su pecho.

Cuando logró recordar dónde estaba, le costó aún más mantener la calma. En la habitación de Thegan, completamente sola.

Cuando su vista se acopló, un nuevo rayo iluminó la habitación, pero está vez, Léna vio a alguien al pie de la cama. Ahogó un grito, pero se dio cuenta que estaba paralizada, cuando se quiso reincorporar, sintió un bulto a su lado. La figura era de la un hombre, alto, fornido, completamente de negro, como una sombra. Otro rayo.

Escuchó un quejido a su lado, Léna sentía que no debía voltear, sentía que apenas le quitará la vista aquel hombre, algo le pasaría <<¡No encuentro mi voz!>> Pensó. De nuevo otro quejido.

Sintió un escalofrío horrible cuando millones de sombras comenzaron asomar por los lados de su cama, su respiración se volvió desesperada y sus ojos comenzaron a humedecer.

—Le... Len...

Aunque pasará cualquier infierno, Léna reconocería esa voz por dónde sea. Ella volteó y destapó el lado de la cama. Soltó un grito horrorizada al ver la escena, fue bastante rápido, pero aquello la ñerturbó.

Dona, desnuda, con el vientre abierto, la garganta cortada con los ojos puestos sobre ella. Léna antes de poder decir algo unos pasos rápidos la tomaron por sorpresa.

La sombra se había lanzado sobre ella.

*.   *.   *. 

Lena despertó gritando, con lágrimas y sudada.

—¡Léna, Léna!—le llamó Thegan

Ella peleó y le pego en el pecho, este repitió su nombre una y otra vez hasta que se calmó entre sollozos. Thegan la abrazó pegandola a su pecho y besó su cabeza, sintiendo el dolor de Léna.

—. La vi, ¡La vi, Thegan!—exclamó Léna entre lágrimas, ella tomó todo el aire posible y añadió:—Ella estaba aquí, ¡Ella estaba aquí y...!—dijo entre balbuceos

Thegan cerró los ojos, frustrado pero aún sin soltarla, la alejó un poco, se incorporó y le tomó el rostro.

—. Cariño, fue una pesadilla. Otra vez.—le limpio las lágrimas, ella cerró los ojos y le tembló el cuerpo, Thegan le pasó el cabello hacia atras—Léna, mírame.

Léna acató la orden de Thegan, aún llorando, los ojos de Thegan fueron el consuelo de Léna.

—. Te juro que la vi...—susurró—Me miraba...

—Es normal que la extrañes, pero es hora de que la sueltes, estoy seguro de que es lo que ella hubiera querido, Léna —le dijo mientras trataba de tranquilizarla—Quizá se fue, no quiso volver, Léna. Aún siguen las investigaciones, ya ha pasado un año.

Léna se quedó callada, no muy convencida. Había ocurrido un año desde la desaparición de Dona, debido a la falta de información y por el mal clima dificultó la búsqueda de su mejor amiga, así que se archivó su caso. La familia de Dona jamás le volvió a dirigir la palabra a Léna y las desapariciones continuaron su curso no solo ahí, si no que abarcaba otras ciudades.  Cercanas a New Hampshire.

En todo ese tiempo, Thegan se había vuelto el refugio y todo para Léna, en todos los ámbitos de su vida, <<Conmigo no te ocurrirá nada>> le prometió Thegan cuando se hizo la última misa para Dona y el mismo día que habían formalizado su relación.

—. Deberíamos casarnos.—le dijo abruptamente Thegan a Léna

Léna, que acababa de salir de trance para volver a otro, levantó la vista rápidamente hacia el rostro de Thegan.

—¿Que?—musitó

—Hay que casarnos Léna. —el le acarició los hombros y luego el cuello, le miró el rostro por completo, luego con la mano derecha le acarició los labios—Léna, te necesito.—susurró cerca de sus labios—Ya no quiero que pienses más en Donathien.

—¿¡Cómo puedes...?!—exclamó Léna levantándose de golpe—¡Ella era mi mejor amiga!—grita indignada—¡Yo ...!

—¡Y yo soy tu novio, Hatter!—respondio Thegan también levantándose de la cama—¡Dona se fue, esa es la realidad! ¡No volverá jamás!

—¡Basta! ¡Basta!—Léna se tapó los oídos y comenzó a dirigirse hacia la puerta de la habitación

—¡Es la verdad y sabes que es así!—Mencionó con crueldad, hasta con cierta burla, imitando el acto de Léna

—¡Cállate Thegan Blade!—respondió con la voz desgarrada Léna, ella tomó el pomo de la puerta y el le empujó la mano—¡Te odio, no sabes nada!

—¿¡De verdad me odias?!—Thegan y Léna forcejearon y el pegó las muñecas de Léna a la pared—¡Repite que me odias, hazlo!

—¡Te odio porque eres un monstruo!

Para horror de Léna, Thegan sonrió pero no con sus ojos.

—Esa, es la única cosa real que dices en ese estado, Léna —susurró a su oído

—¡Sueltame, Thegan!—bramó Léna

El juntó las muñecas de Léna en su pecho, con una mano la sujeto del cuello y la besó de forma salvaje, de una manera desmedida, Léna lloró pero finalmente cedió a tal punto que su amor por Thegan bloqueó cualquier signo de violencia en su cabeza.

Thegan la llevo hasta la cama, donde consumaron el acto, en una escena bastante escalofriante, una escena que jamás había pasado por la mente de Léna donde el placer y el horror se habían mezclado. Thegan se separó de Léna mirándola abajo de el, acarició el cabello de ella, la olfateo como un animal, la embestida de forma que Léna no sabía si el dolor era una forma de placer quizá.

Lágrimas, sangre y sudor.

Si eso era sentirse amada por Thegan, ella aceptaría cualquier costo, ella estaba a merced de el.

Y en su sótano, Dona.