Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 5: Los cuervos en invierno

El domingo por la mañana se reportó la desaparición de Dona. Ya había transcurrido un mes desde la última vez que Léna vio a Dona y si, nunca pensó que sus últimos recuerdos de ella, fueran de aquella noche, la noche que Thegan estuvo con Léna.

Aquel día hubo una misa dedicada a su encuentro. Las entrevistas entre los policías y las continuas respuestas comenzaron a formar parte de la vida de Léna.

En la cocina de su casa, la rubia se removía su rosario una y otra vez de su cuello, estaba sudando frío, la culpa la carcomía tanto que habían noches en las cuales se cuestionaba si volvería a ver a su amiga y de ser así, ¿La encontraría con vida?

El inspector Thomas entró dejando su arma y un folder sobre la mesa de forma abrupta.

—. Ya hemos pasado por esto, Léna —le dijo—pero ahora... Es distinto.

—¿Saben algo de ella?—Léna tenía los ojos irritados e hinchados

Thomas Rudolf apretó los labios, parecía sopesar sus palabras, luego del folder sacó una fotografía.

Léna sintió como si le hubieran golpeado el estómago, era una foto de la ropa que ella llevaba aquel día, pero estaba llena de lodo y ...

—¿Eso... Es...?—susuró Léna incredula de lo que veía

—. Sangre.—confrmó el detective—¿Por qué no me hablas un poco de los acompañantes de esa noche?

El mundo de Léna se volvió frío y por un instante su mente estuvo en blanco, ya había ocurrido un mes desde la desaparición de Dona. Le costó respirar y por un momento, el rostro de su mejor amiga se volvió una imagen borrosa en su cabeza, un rayo la hizo salir del trance.

—. Ella salía con un chico, no me dijo mucho.—respondió Lena al cabo de unos segundos—Creo que lo había conocido en una tienda de tenis.

—¿Sabías de dónde era, cuánto tiempo llevaba de conocerlo?—preguntó rápidamente el detective

Léna sabía que estaba en la cuerda floja, ya que Thegan había mentido por ella para evitarse problemas con su madre, que cuando se enteró que Dona había decidido irse con aquel rubio no paró de cuestionar a Léna e incluso por haber mentido que solo estaría en casa de Dona y finalmente cambiar los planes con que fueron a un bar, Susan le había propinado una bofetada enfrente de Thegan. Hasta ese momento, solo sabía la verdad de Thegan a medias y los policías solo sabían la versión de lo que Léna recordaba aquella noche.

—. Tengo entendido que saliste con tu amiga, pero, ¿Por qué se separaron si eran tan unidas casi como hermanas?—lo último lo dijo con ironía el inspector

Una lágrima corrió por la mejilla de Léna.

—¿Qué insinúa?—la voz le tembló a la chica—;salimos a divertirnos, yo no esperaba que llegara aquel sujeto, no me habló mucho de él, pero venía acompañado.

Thomas entre cerró los ojos entonces ladeó la cabeza.

—¿De casualidad el acompañante se llamaba Adam?—Cuando Léna levantó la vista hacia él, el inspector suspiró y entonces habló:—. Fue rastreado, es un ex convicto de la ley debido a... Ciertas situaciones como alcohol y marihuana.

Léna sintió la boca seca y muy, muy en el fondo, sintió cierto alivio porque el sospechoso fuera Adam (porque ella también lo creía) pero tampoco le cuadraba que Thegan le mintiera tanto, no cuando se suponía que entre ellos había algo, un lazo que formaron desde pequeños pero que ahora parecía sumamente distante.

—Hablame del segundo acompañante, el que iba con Adam.

—. Estudiaba filosofía o eso fue lo que me dijo, creo que ambos estaban en una banda.—contestó Léna—¿Va a decirme que ocurre?

Thomas se quedó pensativo, entre cerró los ojos y después de unos segundos le dirigió de nuevo la palabra a Léna...

—¿Recuerdas el nombre?—preguntó

—Dadvian.—dijo casi en un susurró la chica

Thomas arqueó ambas cejas y se apretó el tabique de la naríz, después se levantó de la mesa y miró a la chica...

—te traeremos noticias si nos enteramos de algo más, gracias por tu cooperación.

Por la tarde noche, la lluvia no cesó, la madre de Léna le llamó para decirle que no iría a dormir esa noche a casa, que hechara llave y que se encargase de los deberes de casa. Al parecer su madre estaba conociendo a alguien nuevo, Léna no objecionó, no tendría porque y sabía que su madre necesitaba la compañía de alguien distinto a ella, en muchos ámbitos, empezando porque el amor de madre e hija esa muy distinto a un amor que podía ser como el de una pareja.

Sin embargo... Tenía un sabor amargo, Dona era por así decirlo, su otra mitad para Léna, una hermana que ella necesitó y que estaba ahí... Pero justo en ese momento, Dona no estaba, era como si la tierra se la hubiera tragado y apenas, después de un mes existiera un reflejo de su existencia antes de todo.

El teléfono de la casa sonó, después de lo ocurrido, Léna había estado evitando a Thegan, pero el tampoco había chistado y no había pasado de que la llamara o que de repente llegará a su casa, afortunadamente todo fue en presencia de su madre, no porque no lo quisiera, pero ciertamente todo el asunto de su mejor amiga le estaba afectando.

No respondió la llamada.

*.   *.   *. 

"... Lamento lo sucedido, los policías han venido a entrevistarme, al parecer ya han encontrado señales de Donathien. Se que no es fácil pero quiero que sepas que siempre te apoyaré Léna. Llámame cuando puedas, quisiera verte o escucharte me interesa tu bienestar, Léna.

Atentamente, Thegan"

Esos eran los últimos renglones de la carta de Thegan, Léna estaba sentada al pie de la ventana, mirando como la noche comenzaba adueñarse de las calles <<El toque de queda ha comenzado>>  a pesar de todo y para mera ironía de la situación, Susan seguía confiando en Thegan, más que en su propia hija. Eso le había pegado en el ego.

Léna acarició la letra manuscrita de Thegan, cerró los ojos y de esta carta desprendía un aroma peculiar, el aroma de él. ¿Sería mucha coincidencia que llegara el y le ocurriera algo a su mejor amiga? Pero existían otros sospechosos, por lo tanto, a ciegas, Léna descartó a Thegan. Pero entonces en su cabeza retumbó la imagen de su menos amiga y la fotografía del detective.

<<"Antes de Dona, conociste a Thegan, agradecida deberías de estar que se preocupe por ti.>> Le había dicho su madre una vez que vio que Léna decidió no responder a la llamada de Thegan, ¿Y si quería realmente lo mejor para ella?

Léna se sentó al filo de su cómoda y miró su abrigo a la distancia, Thegan había estado para ella, el la había protegido, ¿Verdad? Además, de no ser por el, quizá hubiera seguido el mismo rumbo que Dona.

*.   *.   *. 

Léna bajó del taxi, la tormenta había disminuido, ¿Fue la desesperación? ¿La culpa? No lo sabía, pero después de pagarle al taxi, bajó de este y prácticamente corrió hacia la puerta de la casa de Thegan, había una urgencia por parte de Léna por verlo, por disculparse, por el simple hecho de sentir algo, algo que no la dejara caer, una codependencia que había desarrollado quizá y ahora solo estaba la ausencia de su mejor amiga.

—. Si no piensas quedarte dime, créeme que te esperaré, la paga será más alta pero primero es la seguridad.—le dijo el el taxista

Léna ni si quiera se había fijado que solo había llevado 20 dólares, 20 dólares que solo le sirvieron para llegar a dónde estaba Thegan, jamás

sopesó

la idea  para regresarse.

—No será necesario, gracias.

El taxista se encogió en hombros y arrancó el auto. Léna miró la casa, se sintió pequeña, tragó saliva y se dirigió hasta la puerta de esta, antes de que la tocara Thegan abrió. Léna abrió la boca y después la cerró.

—¿Léna?—habia un sonido de sorpresa en su voz—. Creí que...

Antes de que Léna le dijera algo o lo dejaste terminar, sus lágrimas ya estaban desplazandose por su mejilla, pero eso no evitó que ella buscase el rostro de el con las manos congeladas y entonces, lo besara. ¿Que buscaba? ¿Recordar algo? ¿Tener algo de el?

Los labios de Thegan eran cálidos, y por un momento tardaron en corresponder, pero lo hizo, la maleta que llevaba sosteniendo cayó al suelo, al mismo tiempo que Thegan tiró de Léna para atraerla hacia el, cerrando la puerta detrás de ella. Léna estaba cayendo y Thegan la ayudaba a mantener el equilibrio, hasta que su sollozo se ahogó en aquel beso desesperado...

—¿Thegan?—escuchó Léna

Thegan solo se separó de ella, pero no la soltó, recargó la frente sobre la de Léna.

—Me has jodido realmente, Léna.—susurró Thegan

—¿De que...?—pero antes de que Léna hablara, en el marco que daba hacia el salón principal  Léna vio a una chica.

Thegan ya se había dado la vuelta, pero Léna vio por el rabillo del ojo aquella maleta, aquella peculiar maleta.

La chica se aclaró al garganta.

—. Ah, Sasha, ella es Léna. Ven aquí, te quiero presentar.—dijo Thegan tomando la mano de Léna

La rubia sintió un golpe en el estómago y por alguna razón, había una sensación de peligro en el aire. La chica era pelinegra, de cabello largo, morena, basta te hermosa, con una bufanda, una blusa de algodón...

—. Sasha Clenand—se presentó, de forma  tajante —. Thegan no me había hablado de que tenía novia.

—Yo... —susurró Léna

—. Es porque quería presentartela en persona, no lo tomes personal, Sasha.—dijo de una forma extraordinariamente contento—. Lena, ella es mi mejor amiga

Y por primera vez sintió que a pesar de ser llamada su pareja, no estaba en el mismo círculo de ellos...

Se arrepintió de haber ido.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro