El sábado por la mañana Martina tenía una importante resaca matutina. La noche anterior había salido con Sofía y para olvidar sus penas decidió emborracharse. Menos mal que el fin de semana no entrenaba. No se acordaba de nada de lo que había hecho el viernes por la noche. 

Diego y Cristina querían salir a pasear con Martina. Pero ésta no estaba mucho por la labor. Aunque finalmente hizo un esfuerzo, se duchó con agua fría, se tomó un café y se fue con sus hermanos a dar una vuelta. 

Marta quería salir por la noche con Víctor, pero sabía que Lorena estaba pasándolo mal y no podía dejarla tirada, así que la llamó para invitarla a salir a cenar con Víctor y con Álvaro.

-Lorena, cariño, esta noche no hagas planes que vamos a salir con Álvaro y Víctor.  

-¿Qué?¿Has quedado ya con ellos?- le preguntó Lorena sorprendida. 

-No, ahora quedaré con Víctor. Pero quiero que te vengas con nosotros y como sé que si voy sola con Víctor, no vas a venir de aguanta velas, entonces le diremos a Álvaro que se venga. Cuando sepa que tú vienes estoy más que segura que se va a apuntar también. 

-Ya. Pues verás...No me apetece salir nada por ahí, Marta, pero reconozco que si no salgo de casa voy a coger una depresión y no estoy por la labor. Así que sí, me apunto a salir con vosotros. Pero no esperes mucho de mí, te lo advierto. No creo que sirva mucho para animar el cotarro. 

-Eh, perfecto, pensaba que me iba a costar más convencerte, pero me parece estupendo que hagas por animarte. Tienes toda la razón, en casa no te puedes quedar. Te va a venir muy bien salir. Nos esforzaremos porque te diviertas esta noche, así que ponte lo más guapa que puedas que esta noche vas a arrasar…

-Sí..Seguro que arraso, Marta, para eso estoy yo ahora mismo.

-Aunque la verdad que con Álvaro tampoco necesitas arreglarte tanto. Él te vería guapa hasta en pijama.

-Lo sé. Es un hombre encantador, todo hay que decirlo. 

-Sí, lo es, pero tú no estás por la labor de darle una oportunidad.

-Por ahora no, Marta. Ahora mismo no tengo la cabeza ni el cuerpo para darle una oportunidad a un hombre. 

-Pues entonces simplemente limítate a pasarlo bien esta noche y ya el tiempo dirá..

Las dos amigas se despidieron y quedaron para la noche. Lorena pasó muy mala noche pensando en Martina. El abrazo que se habían dado en su despacho le había llegado al alma. Cómo un simple abrazo podía significar tanto para ella. Pero ese abrazo había sido tan sumamente especial porque se lo había dado Martina. Esa chica sabía cómo llegarle hasta lo más hondo de su corazón. 

A Martina le vino muy bien salir con Diego y Cristina. Con ellos no pensaba en lo demás y se centraba sólo en disfrutar de estar con ellos. Cuando los tres llegaron a casa a la hora de comer, Martina recibió una llamada de su tía. 

-Hola Martina ¿Qué hacéis?

-Hola tía, acabamos de llegar de dar un paseo. 

-Ah, ¡qué bien!. A tus hermanos les gusta pasar tiempo contigo. 

-Claro, y a mi con ellos también. 

-Lo sé. Por cierto, ¿Ésta noche vas a salir?

-¿Por qué me lo preguntas, tía?

-Porque igual te veo. Yo sí voy a salir.

Martina se tensó. ¿Saldría Lorena con ella?, Para saberlo solo tenía que preguntarle discretamente a su tía.

-Y…¿con quién vas a salir si se puede saber?

-Vaya, sobrina, ¿desde cuándo me pides explicaciones de con quién salgo?. Pues verás, yo iba a salir con Víctor pero no quiero dejar a Lorena sola porque sé que lo está pasando mal. Así que le he dicho a Álvaro que venga con nosotros, y ya sabes que ese hombre está prendado de Lorena. A él le encantaría salir con ella. A ver si la puedo animar…

Martina no se lo podía creer. De nuevo Lorena iba a quedar con ese patán de Álvaro. Y todo por culpa de su tía. Aunque según ella, lo hacía porque Lorena lo estaba pasando mal. Así que optó por intentar sacarle a su tía por qué la profesora estaba así de decaída. 

-Sí, últimamente encuentro a la profesora decaída. No entiendo qué es lo que le puede pasar…

Marta no quería decirle a su sobrina que Marcos estaba amenazando a Lorena porque conociéndola iría a por él sin dudarlo. Y no quería que su sobrina se metiera en problemas por culpa de ese cretino. Pero sí que le iba a decir que a Lorena le empezaba a gustar una mujer, pero que ésta dudaba de su amor por ella y que eso la tenía baja de moral. 

-Pues Martina, tiene problemas personales como todos. Problemas típicos de adultos que vosotros los jóvenes no tenéis ni entendéis. Y te voy a contar algo pero prométeme que no se lo vas a decir a nadie. 

-Claro, sabes que puedes confiar en mí.

-Está bien. Hace nada ha descubierto que le gusta una mujer. Y se ve que esa mujer no debe de tener las cosas claras con ella, así que Lorena está que no sabe qué hacer. Pero sé que lo está pasando también mal por este tema. 

-Ah, joder...Vaya...Tranquila tía que no diré nada a nadie. Pero ella no te ha dicho quién es esa mujer…¿no?.

-No, me dijo que hasta que no tuviera todo muy claro, no me diría nada. Y ahora visto lo visto, me parece a mí que nunca la voy a conocer…

Martina tragó saliva. Menos mal que no tenía a su tía enfrente de ella, porque seguro que su tía hubiera notado algo sospechoso en su expresión corporal. Joder, Lorena le había dicho que sentía algo por una mujer, y esa mujer tenía que ser ella. 

-Entonces, ¿Está noche vais a salir los cuatro?

-Sí, ese es el plan. Luego Víctor y yo igual intentamos que Álvaro se lleve a Lorena a su casa y a ver si pasa algo entre ellos...Un buen polvo es lo que le vendría bien a Lorena. 

Martina tuvo que morderse el labio para no decirle algún improperio a su tía. Tenía ganas de estrangularla. La muy cabrona quería que ese tal Álvaro se llevara a la cama a la mujer que ella amaba. Cojonudo. Y encima el tal Álvaro se moría por intimar con ella. Sólo esperaba que Lorena tuviera el valor suficiente para negarse a intimar con él. Martina tenía claro que esa noche quería ver a Lorena, así que volvió a la carga con su tía.

-Pues tía, os podíais pasar por la Modo, así te veo. 

-Es fácil que sí nos pasemos. Ponen mucha música salsa y ya sabes que a Lorena le vuelve loca bailarla. Es tan sensual la jodida...No sé dónde ha aprendido a bailar así. Ya hablaré con éstos para pasarnos. Y así te veo. Pero espero verte sobria. 

-Sí, tranquila, ayer ya bebí todo lo que tenía que beber en todo el fin de semana. Así que seré comedida con el alcohol.

-Eso espero. Bueno guapa, nos vemos esta noche entonces. Dales un beso a tus hermanos y que os aproveche la comida.

-Gracias tía. Un beso. Luego nos vemos. 

Nada más colgaron, Martina llamó a Sofía. 

-Sofia, oye, esta noche tenemos que salir sí o sí…

-¿Pero tú no tienes una resaca descomunal? Ayer bebiste como una bestia. Pensé que hoy no querrías salir. Pero vamos, que yo me apunto a un bombardeo si es necesario. 

-Sofia, me ha dicho mi tía que esta noche van a salir Lorena y ella con sus dos amigos...Así que me gustaría ver a Lorena.

-Joder. No te metas en líos, anda.

-Mi tía ha dicho que ella y su pareja van a intentar por todos los medios que Álvaro le entre a Lorena. Y como comprenderás yo tengo que evitar que eso suceda. 

-Vamos Martina, ¿Tú no confías en Lorena?. Si siente algo por ti no creo que se deje llevar con un hombre. 

-Sofía, yo no sé de lo que es capaz Lorena. Sólo sé que no quiero verla con ese hombre. Y menos todavía que los dos lleguen a intimar. De sólo pensar en las sucias manos de ese hombre en el cuerpo de Lorena…

-Ya, ya te entiendo. Se me olvidaba que estabas enamorada de ella. Vale, pues nada, esta noche tendrás que ponerte guapa si quieres llamar la atención de tu profesora favorita. 

-Si, eso te iba a decir...Me gustaría maquillarme un poco. ¿por qué no te pasas antes por casa y me ayudas con eso?. 

-¡Cuenta con ello! Me paso por tu casa para maquillarte pero tú me invitas a cenar,¿De acuerdo?.

-Trato hecho. 

Nada más colgar la llamada, Martina se tiró sobre su cama. Mientras se le dio por pensar en Lorena, para variar. No quería ni podía verla con ese tal Álvaro, y más sabiendo que a ese hombre le gustaba ella. Pero cómo no le iba a gustar, con lo guapísima y especial que era esa mujer. A ella misma la llevaba loca y entendía perfectamente que cualquier hombre se prendara de ella por su físico, pero luego era conocerla interiormente y ya podías acabar enamorándote de ella hasta las trancas. 

Martina cerró los ojos, y estaba tan sumamente relajada con Lorena ocupando todos sus pensamientos, que se quedó dormida al instante.