Capítulo 16
Kiara Wilson
14 de septiembre de 2011
Dia 4
París, Francia
Sus labios rosados, esa manera de besar con lentitud prontamente rondaba en mi cabeza como si todo el exterior se fuera con el viento. No tenía otro motivo para desatarme de esa negatividad que caía sobre mi cuerpo. Las discusiones con mamá cada vez eran más frecuentes y de verdad, mi disgusto por sus opiniones aumentaban. La tensión se sentía mutua cuando partimos a las secciones de fotos para un nuevo álbum; ya mirarnos se nos tornaba difícil, decirle lo del beso tampoco le sirvió de consuelo, lo tomo como un "está bien, pero concéntrate" y si, estuve por horas sentada en el balcón analizando cada detalle de París, sus edificios, ese aroma a comida que cruzaba por las calles, la melodía de wish en los coches y aquel monumento de apoyo moral hasta volver a lanzar el humo tóxico por los aires. Era la única forma para solucionar mi ahogo, de escapar soñando con mi chico, de demasiadas cosas que debería decirle, de agradecerle por aquellos besos, por alegrar mi vida; porque la fama crecía, era aun pequeña y en estos dias percibia que me perdia.
一Rapunzel, ¿Puedes hacer jugar a Diana un rato? 一Era mi padre llamándome a mis espaldas y con gran disimulo arrojé lo que fumaba a un rinconcito. Diana traía consigo un par de muñecas dirigiéndose hacia mí con temor.
一Lo haré papá一Di una vuelta desganada para verlo y sonrió cálido.
Mack intuyo la situación decadente.
一¿Qué sucede?
一Me fastidia, eso es todo一suspire hondo.
一El hecho de que hayas dado tu primer beso es entendible一toco mi hombro comprensivo.
«Primer beso...»
Mis pensamientos se nublaron y comencé a repetir ese suceso como si lo estuviera viviendo de nuevo. Era realmente increíble pensarlo de esa forma tan real y sorpresiva, menos en el punto de estar observando el mundo tembleque, sin estabilidad. En mi perspectiva el cuerpo de mi padre se iba estirando de acuerdo a mis movimientos de cabeza. No entendía la razón de no darse cuenta.
一¡Por fin alguien que lo comprende! 一exclame, fregando mis ojos.
Mack levantó su dedo índice.
一Pero...también debes cumplir con tus responsabilidades Kiara.
Aquella frase la conocía tanto que podía estar escupiendo un sabor amargo. ¿Que esperaban de mí? madrugar todos los días ya era un logro cuando deseaba estar encobijada y por eso, reiteraba lo mismo de siempre con tal de permanecer despierta.
Bufe colocando una mano en el marco de la puerta balconera porque mis piernas en cualquier instante caían. La faceta de mi padre se noto resignado y no quiso intentarlo más:
一Olvídalo ahora juega con Diana.
Se marchó con ese tono parecido al de mi madre cuando la impotencia ganaba y ni me esforze en ir a buscarlo, solo Diana se quedó a mi lado sosteniendo sus muñecas. Era mi enano favorito, con un ángulo lejano de ojear; ya ni sabía en qué tontería inventaba. No quería jugar con mi hermana, quería entrelazar mis labios con los suyos hasta no poder más y navegar en el más allá.
一 ¿Qué es...? 一Se oyó a Diana del otro lado del vidrio y mi corazón se trasladó hasta mi garganta porque sabía lo que estaba allí.
一No es nada, es peligroso para ti一Se los saqué con desesperación y los guarde en los bolsillos de mis vaqueros. Lo único qué faltaba era añadir más polémica.
一Si fuera peligroso no lo guardarias一arqueo una ceja.
<<Niña lista>>
Suspire profundo y le aclaré con un dedo:
一Es para adolescentes y adultos, para niños de tu edad no están disponibles.
Ella lo comprendió perfectamente con una diminuta sonrisa, hasta qué se esfumó por observar mi estado extraño de ánimo.
一Oh, ¿Estás bien...?
Me sorprendí por la interrogación, no me la veía venir. Estar mal no era, estar bien tampoco, era sólo un conjunto de contradicciones.
一Que atenta一rei一.Más o menos.
Diana asintió apenada como si fuese una adulta mientras cepillaba el reseco cabello de una Barbie.
一Mamá te quiere一dijo con sinceridad y dulzura. Mi hermana detectó la situación decadente entre mi madre y yo, con tristeza. En ese momento, se me aguaron los ojos y me ardían muchísimo. 一Lo se, pero...discutir no es bueno cielo一trague saliva一.Esto de tener fama se está convirtiendo en un obstáculo.
La fama crecía, convirtiéndose en un verdadero reto por la cuál aquellos me fascinaban, pero mis energías disminuian por tanta impulsividad y cumplir con todo me ponía de malas.
一Los obstáculos son divertidos一Vestía a la Barbie con suma delicadeza y me agache hasta llegar a su estatura tocándole su nuca.
一Eres pequeña, aun no entiendes lo que implica一exprese fogosamente brindando mi amor con un roce en su cabecita. Por una parte Diana me recordaba a mi infancia, a la niña que alguna vez fui, con esos comentarios optimistas, pero dichos con temor.
La puerta de la habitación se abrió y ahí se encontraba tieso examinando mi rostro con abundancia. Sus luceros brillaban al mismo tiempo que su sonrisa cuando se encontraron con los míos. Aun así, logré levantarme rápido a pesar de estar mareada. Lo abrace fuertísimo y perdure en aquel apapacho acogedor por segundos; lo quería tanto, porque nos gustabamos desde años y…éramos chiquitos para darle una definición a nuestros sentimientos.
一¡No sabes cuanto te extrañe! 一dramatize en sus brazos.
Harry se separó de mí y me tomó del mentón para poder besarme suavemente.
一Yo te he extrañado más一susurro entre mis labios y pude sentir como mis mejillas se incendiaban. Fue así que coloco sus manos en mi cintura y me elevo hacia los cielos dando varios giros. Capté como mi estómago enloquecía, sin embargo, solo gritaba de felicidad olvidando a mis padres, a esas planificaciones pesadas y sobre todo a esas lágrimas. La concentración iba en que te transmitía su mirada angelical y en la forma de mirar a mi hermana con tal afabilidad.
一Hola Diana一se acercó dulcemente.
Diana balanceo su cuerpecito sin saber que decir hasta saberlo:
一Hola, Harry一balbuceó y huyó enseguida de mi cuarto. A veces su comportamiento se basaba en ser tímida con los muchachos. Harry arqueó una ceja y yo encogí mis hombros hasta lo que más pude por la razón de aferrarse a mi apasionadamente. Tan sensual e increíble fue que trate de familiarizarlo.
一 ¿Salimos a la noche? 一hablo agitado al finalizar el beso.
Asentí devolviéndole otro más delicado y acabamos en un silencio que duró poco, mientras la Torre Eiffel hacía su trabajo de brillar.
一 ¿Tus amigos se enteraron? 一interrumpió.
Lo empuje divertida.
一 ¡Qué pregunta tonta! ¡Lo saben!
Al regresar de la fiesta de disfraces, supe que ellos deberían estar informados sobre lo sucedido, entonces opte por relatarles lo más antes posible ya que mi emoción me superaba por completo. La reacción de mi mejor amiga fue algo desgarradora en referencia a algo hermoso y Freddie después de muchos siglos supo darme un acaramelado abrazo.
Harry carcajeo y agregue:
一Estrella lloró y Freddie me dijo que tenemos que tener una conversación de mejores amigos otra vez一masculle.
一Que dramáticos一río.
Negué acurrucándome nuevamente a él, a su olor, a lo que le pertenecía.
一Mi madre está muy contenta por los dos, te admira demasiado.
Si su madre dijo eso tenía muy bien en claro que había ganado.
一¡Soy una chica pop! 一exclame.
Narra Harry Cruise
13 de septiembre
一Hueles a un joven enamorado.
Sentada a mi lado en el sofá, mi mamá esperaba una respuesta. Ella detectó una sospecha desde que el evento había acabado por mi constante desconcentración en casi todos los ámbitos notando que me consideraba una persona bastante minuciosa.
一Estoy perplejo一agregue tratando de relajar mis pulsos, ya que con poca frecuencia decía lo que me ocurría y Dominic, mi madre no podía estar adivinando.
一¿Quién es esa muchacha? 一insistió, cruzándose de piernas.
Era obvio que la conocía, simplemente me suplicaba a propósito para así tener el control de mis acciones.
一Tu ya sabes quien puede llegar a ser mamá.
≪Kiara Wilson≫ al pensar en su belleza, apoye mi cabeza hacia atrás en el respaldo y cerré mis ojos apartando cada maltrato de mi padre, dejándome llevar por aquella risa de cerdito; sabía que la dependencia emocional no era nada sana, pero ella ya era un consuelo para mis días malos.
一¿Kiara? ¿La hija de los Wilson? 一frunció el ceño.
Asentí con una mueca.
一¡Lo sabía! desde pequeño te gustaba.
La alegría de Dominic estalló en cuestión de contar las sospechas.
一Si lo contara…一Conté hasta cien, moví mi pierna coordinadamente y con nadería apunte mi nariz en el techo.
一¡Hueles a una anécdota romántica! ¡Me haces ilusionar! 一chillo similar a un infante, por la cual hizo que mi presión creciera.
一La he besado.
Silencio.
Mi madre brincó tanto que casi se puso de pie y se llevó sus dos manos en el pecho. Fue una ventaja verla así cómica para hacer calmar la tensión.
一Mamá…no sabes cuánto significa esto para mi一pausa一He besado al gran amor de mi infancia, al gran amor de mi vida.
«Amor de mi vida» supuse que sonó exagerado, no lograba diferenciar una etapa por lo que duraba toda una eternidad, aunque en el fondo anhelaba que lo fuese así.
ー¡No bromees! ¡Prométeme que seguirás siendo siempre mi pequeño príncipe azul! ーexclamó de nuevo.
ーAy, mamáーsumergí mi rostro en mis manos. Realmente, mi astucia por sonrojarme era un don y mi madre lo percibió envolviendo su cuerpo con el mío; su aura me difundió paz con ganas de quedarme un ratito más.
ーCreciste tanto hijo mio, tantoーexpresó emotiva acariciando mi espalda.
ーElla es preciosa.
«Sólo tú
Tú eres mi único deseo
Sólo tú.
Tanto te admiro
Sólo tú.
Incendias mi mundo
Con tu sonrisa
Con tu corazón
Con tu amor
Siempre tú para mí
Sólo tú”
Mi inconsciente recordó al decir “preciosa” ese fascinante poema cuando Kiara me cautivo por primera vez con tan solo diez años y aún perduraban aquellos sentimientos tan fuertes como en esas hojas amarillentas.
一Lo se, siempre lo ha sido.
Beso mi frente y volví a abrazarla fogosamente.
…
ーVale la pena estar contigo.
No soporté más.
Lo bese desesperadamente, como si tuviera hambre de su boca y sabía tan bien. Era lo más bonito del universo apreciarlo desde esa perspectiva, hasta que se adelantó a presionarme contra él y estuve a punto de desmayarme. Creo que fue una de las cosas más calientes que vivencie.
ーMi papá…no es lo qué pareceーincluyo de la nada.
Confundida me aleje un poco.
ーEs...una persona totalmente diferente.
Lo risueño desapareció y ahí es donde comencé a cuestionar lo que sucedió ayer cuando nos besamos en el balcón. Mi intuición no fallaba respecto a que su vínculo se basaba en conflictos.
ー¿Por eso te marchaste ayer? ーfruncí las cejas.
Harry se limitó a tener un contacto visual; con ese gesto lo entendí.
ーEh, siーPausaー. Él ha engañado a mi mamá un montón de veces y…
Perfecto. Su voz se convirtió en un hilo agudo y se le cayó una lágrima haciendo un camino hacia su barbilla, por lo que me causó un fuerte pinchazo en el tórax y decidí enterrarme en su pecho para consolarlo.
一Tranquilo.
Conocer su otra mitad de a poquito era captar demasiados pedazos de él que ahora encajaban y dolía tener ciertos conocimientos; incluyendo a este.
一Y…cuando le confesé la verdad a mí madre, él comenzó a maltratarme一; Se le tensaron los músculos y le raspaba la garganta al hablar; era un signo de un profundo sufrimiento. Lo más loco es compartir esa historia en particular con lo que sucedía en mi niñez antes de la adopción definitiva. Literalmente, Chris en algún ámbito me hizo recordar a Mike.
一A pesar de todo, ¿Eligió casarse igual? 一Mostre sorpresa ante lo relatado, parecía una locura.
Harry rodeó mis caderas y apoyó su mentón sobre mi cabeza.
一Es complicado, ella tiene miedo, le teme a la soledad.
Eso me entristeció y relacionarlo con mi pasado no era sano.
一¿Sabes? yo también tuve ese temor一divague por el famoso rascacielos.
Harry se apartó de mí y agrando sus pupilas. Mis admiradores también se sorprendieron ante la confesión que hice en la entrevista en la mañana y les hice memorizar mi lado humano bajandome en un pedestal normal.
一¿¡Tú!? No es posible…一bromeo.
La brisa despegó con prisa y derribó nuestra parada cuando de vuelta enfoque mi visualización en el paisaje.
一 ¿No es obvio? Mis padres me abandonaron cuando tenía cinco años. Es el miedo más grande de un niño.
Infló sus pulmones y arrojó el aliento.
一Ahora…eso se ha ido muy lejos, tan lejos qué incluso, me dejo llevar haciendo lo que quiero sin miedo a perder vínculos一voltee para dar unos cuantos giros de bailarina.
一¿Eso quiere decir qué si me pierdes no te preocuparías por mi? 一comentó divertido.
Lo empuje con mi codo.
一 ¡Idiota! ¡Claro qué si!
Reímos y la puerta realizó un chillido al abrirse. De nuevo era Carol. Localizarla otra vez por estos sitios ya resultaba ser parte de mi rutina.
一Lo lamento sí…
一No hay problema ¿Qué sucede…? 一la interrumpi.
Harry miró a mi mánager con preocupación.
一Te necesito urgente; es para otra sesión de fotos por la promoción de una futura canción, además tienes qué grabar tu voz en el estudio…Y seguirá…
一Está bien, ahí estaré一sonreí.
Carol asintió orgullosa y cerró la puerta. Aquella lista no cabía en mi cabeza, aunque estaba segura de qué llegaría a hacerlo dentro de unas pocas horas. La organización era fundamental para un éxito sano, pero por las expresiones disgustadas de Harry
pude lograr traspasar lo qué en verdad pensaba. Entonces, sujetó mi muñeca haciéndome volver al mismo centro y apoyó un dedo en mi mentón divisando mi semblante con lentitud. Entendía cada intención porque le costaba tragar saliva y no le salían las palabras de un modo casual.
一No te presiones, haz lo qué puedas一susurro.
Mi taquicardia no era normal. Sus luceros color cielo me desnudaban al compas del ritmo de la situación y a penas mi idioma se mantenía ileso.
一 ¡No seas dramático! ¡ ¡Siempre estoy de diez! 一le acaricie una mejilla y noté como mi tacto le causó escalofríos一.Te detesto一masculle.
Harry carcajeo forzadamente. Sus hoyuelos no me habían comunicado lo qué siempre captaba cuando estaba al borde de irme y tenía una postura apática tratando de conseguir una respuesta contraria al llamado. Mi estómago se revolvió de pesadumbre y con una pizca de pena levanté mi trompa lanzándole un beso qué quedó precisamente en el aire.
No podía negar qué la culpa recorría mis venas mientras mis piernas hacían el esfuerzo de no dejarme resbalar. Mi trabajo era emblemático, pero a veces le quitaba tiempo a mis fieles tesoros. En esas oportunidades de tener una pesadez en mi pecho, mis bolsillos no estaban desocupados y por si acaso, me perdía entre las fantasías. Una salida bastante reconciliadora en algunos aspectos.
Narra Harry Cruise
Verla partir por un motivo de rutina no era la causa de mis preocupaciones, sino todo lo contrario, la fama no le servía para ajustar algunos fundamentos privados y temía qué la condujera a una vida insana. Sabía perfectamente que las opiniones del exterior la llevaban a realizar lo mismo. Es el significado de ser una persona tendenciosa con ganas de experimentar cumplidos nuevos, correctos o malignos; nada le importaba, tampoco los criterios de sus seres queridos; ese era el riesgo. Por todo lo sucedido mi cabeza se encendía. Estrella me contuvo por un rato durante el gran testamento dado sobre mis conflictos internos. Además, Diana trató de intervenir con sus comentarios aspavientos. Las dos eran unas asombrosas amigas, sin importar que tenían la costumbre de oír tus reclamos sonoros.
一Kiara no quiere ser mi niñera一expreso Diana entristecida. En sus rodillas sostenía una muñeca similar a su cabello y para hacerme estallar de risa brincaba como una cabrita sobre la cama. Tenía una personalidad única, compatible con lo qué le pertenecía a Kiara.
一Tu hermana tiene muchos compromisos一añadi en un tono decaido.
Ella se sentó en el borde de la cama dispuesta a escucharme y Estrella sólo observaba con cavilación aún cuando mis cuestionamientos se hacían muy profundos tratando de armar una frase para decirle en su espera.
一Espero que lo nuestro funcione一suspire.
Estrella acarició mi espalda recogiendo mis ánimos.
一Harry, no pienses eso.
El techo en ese momento era el mejor enfoque para qué nada impidiera tener una conversación normal.
一Es que…ella tiene muchos problemas, como yo.一breve pausa一Es una chica famosa, es complicado…no creo poder llegar a mucho.
Estrella olfateó mi referencia enseguida y tuve la sensación de qué leyó mi mente.
一Tú puedes afrontarlo con ella. Además, Kiara está muy segura de lo que quiere一me sonrió cándida.
<<Está muy segura de lo quiere>> me repetí interiormente. Aquella conclusión le trajo un poco de serenidad a mi negatividad. Estrella siempre tenía lo justo para decir. Era una chica con ricos sentimientos.
Mis dudas renacieron al relacionarlo con el quebradizo vínculo qué llevaba con mi padre y nuevamente, apreté mis labios con fuerza.
一Ni siquiera sé como solucionar lo de mi padre ¿Crees que podría consolarla sin saber cómo estabilizar mi vida?
Enterré mis uñas con presión en las sábanas y quería controlarlo para acabar las molestias qué habitaban en mi organismo hasta entablar otro diálogo.
一Harry…no te das cuenta de eso, pero…tus demostraciones de amor son puras, Kiara es feliz a tu lado por tus acciones, no siempre son las palabras las que quedan一advirtió con precaución.
Lo pensé minuciosamente y en cada letra de su frase detectaba sabiduría. Estrella obtenía cierto don para consolar a la sociedad. Su carácter grato te ofrecía calidad cuando le pedías algún favor.
一Tal vez tengas razón.
Apoyó su cabeza en mi hombro y añadió sonriente:
一Yo confío en ti Harry, porque te quiero, eres una gran persona.
<<Eres una gran persona>> aquel dicho me dejó una huella e hizo que me reparará la pequeña fisura interna.
一Yo tambien lo hago, gracias.
Diana se puso de pie y nos enfrentó colocándonos una muñeca a centímetros de nuestras narices.
一¡Abigail dice qué deben reir como cerditos! 一agitó cada uno de sus miembros de algodón como si fuese a dañarla y los dos nos transformamos en dementes.
Segunda parte
Hora: Ocho y media de la noche.
Una dulce fragancia hizo qué me adormeciera sobre el hombro de Harry. Estar cerca de su cuello era confortable por la cuál el sueño solía ser mayor. Sumado a esto, el coche de David iba ligero y los paisajes daban una esencia relajante sobre aquella luz amarillenta de la luna. La noche era perfecta para una cita y en toda la tarde estuve mentalizando el representativo momento qué viviriamos juntos. Mi absorto se dirigia para aquel objetivo sin poder concentrarme en mis proyectos futuros. No quería continuar estancada por horas en una zona fija, ni tampoco pretender qué mis ojeras dependan de una siesta. Perder la oportunidad no era bueno, pero mi deseo era construir un lazo benévolo con mis seres queridos, principalmente con el de mi madre.
一¿Desde qué edad se conocen? 一preguntó David.
Reí.
一Pareces un periodista con tus preguntas.
Harry negó y ejecutó una advertencia con un dedo.
一Desde los diez años.
Su mirada penetrante vino hacia mí con velocidad. Fue como una caricia enriquecedora.
一¡Eso es demasiado! 一exclamó一¿Se consideran almas gemelas?
<<¿Almas gemelas?>>
De reojo registró qué estoy junto a él. Considero el espléndido bienestar recibido por su parte y mi punto de visión son los representativos afectos después de su faz. Nada podría reemplazarlo. Era Harry Cruise, quizá mi alma gemela con aquel concepto de tener una profunda afinidad de pasión. De igual forma no compartía con la opinión de David, lo dudaba.
一¿Es de leer mucho tarot, no?
一¡Kiki…! 一empujo mi codo avergonzado.
David acomodó sus gafas de sol con firmeza.
一A veces.
一De hecho, el tarot dice la verdad一aseguró Harry.
一¡Qué nerd! son puras mentiras一dije, revisando lo qué mi cartera gucci tenía dentro. La había comprado el mes anterior para entrenarla en oportunidades especiales y con la finalidad de movilizar mi diminuto espejo. Me confortaba que concuerde con mi vestido de seda blanco, largo hasta las rodillas y con volados en las muñecas. La perfección qué traía conmigo era placentero. Nada faltaba, solamente mis labios requerían un rojo más intenso.
一Tus labios son preciosos.
Los describía como carnosos, sabrosos e inigualables.
一Entonces...besalos一le guiñe traviesa.
David se aclaró la garganta y Harry quiso enterrarse bajo tierra tiñéndose de rojo.
一En un lugar más decente, obvio一sugerí.
Un rato después…
Shang Palace, restaurante en París.
La organización para adentrarnos al lugar fue un caos. La gente fue grosera a la hora de los pasajeros saludos ya que, no aceptaban tener paciencia por esperar en la fila. Muchas niñas terminaron sollozando y los padres tuvieron que socorrerlas debido a su escape por verme. Los guardaespaldas trataron de mantener la calma, pero por sus actitudes protectoras no pudieron ser amables y mucho menos cuando le interrogaban a Harry sobre nuestro vínculo. El no estaba seguro sobre confesarle al mundo entero sobre nosotros y aquella decisión la respetaba. Se haría realidad si lo de los dos ya es oficial.
Al finalizar el alivio intervino en mi. El motivo del cansancio era tener que pasar por tanto en donde solo teníamos que entrar a un restaurante. Aquellos detalles no me agradaban como en un principio y mi empatía hacia los demás había desaparecido. Me urgía un descanso de esos como estar cenando a la luz de la luna. La palabra escapar es justa para comprenderlo mejor. Escaparía de muchos modos posibles hallando mis propios consejos. El shang palace fue la definición perfecta. Una melodía acaramelada nos iluminó el camino. Subía de tono y bajaba pretendiendo equilibrar el ritmo. Además, el ambiente era fresco construido para combinar con el refinamiento del comedor. La decoración era de otro nivel. Unas velas amarillentas estaban colgadas arriba sobre el techo con tirantes convirtiéndolo en un sitio formal. También las paredes de mármol lograban un contraste especial con las mesas de vidrio. Lo único de madera eran las sillas y algunos cuadros que hacían lucir al restaurante un estilo gótico.
David nos informó que la generosidad del menú abraza la tradición asiática de compartir platos entre los invitados. Mi paladar no poseía una buena experiencia para saborear alimentos chinos y temía no poder tragarlas. Aunque aún existía una segunda oportunidad para conseguirlo.
一 ¡Es el lugar ideal para una cita! ¿¡No lo crees!? 一extendí mis brazos.
Harry divagaba admirado y un poco aturdido por el gran movimiento del exterior. Por esa causa, preferí reservar el sector para una coyuntura íntima, sin molestias de la sociedad.
一Es…deslumbrante.
Su voz vibró por cada rincón terminando de distribuir las partes que quedaban de su particularidad. No tener una concurrencia humana era extraño entre tanta extravagancia.
Al dar unos diminutos pasos de tortuga, los chasquidos preferían no guardar silencio. Los zapatos tampoco le correspondía al problema del suelo. Por algún motivo, mis carcajadas hicieron presencia cuando Harry me concedió asiento. Temblaron mis oídos al saberlo.
一¿Por qué ríes? 一Se sentó en la silla realmente confundido.
一No hay nadie.
Harry puso sus ojos como platos. Asimilando lo que acababa de escuchar.
一¿No te agrada? 一negué con mi cabeza.
一El bullicio es mejor.
Desde que tengo recuerdos, mi conciencia aprendió a relacionarse con el ruido cuando las disputas de Mike eran frecuentes. Una tensión se sumergia dentro del hogar. Colocando a prueba los mobiliarios que sobrevivían a base de hoyos, rasguños y golpes extremadamente graves.
一Somos tan diferentes 一susurró con suavidad.
Le sonreí sosteniendo la idea de que éramos el agua y el aceite, pero esa ley tampoco tenía que ser tan estricta. Unas cuantas similitudes nos unía de una manera casi invisible y a su vez, visible a la sociedad. Ya no estábamos en nuestra niñez, ni construimos el mismo camino al alejarnos. Solo al hallarnos de vuelta, descubrimos que aún permanecían las partes disueltas del rompecabezas y aquellos rizos deseables seguían ocupando un fiel espacio en mi.
一Me encantan las diferencias一me aproxime para desordenar sus rizos.
一¡Hey! ¡No te atrevas! 一lo sacudió creando un oleaje.
Hasta formando una preciosa danza de cabello se lo veía atractivo. Le buscaba un primer defecto y se me fue imposible.
Mi madre alcanzó a notar muchísimos con típicos dichos científicos: es porque estás cegada, Kiara. Totalmente absurdo su cuento.
Encogí mis hombros, apoyando mis codos en la mesa y reteniendo una sonrisa forzada.
一Lo lamento, no sabia que amabas la coquetería.
Levantó un dedo divertido.
一No empieces…
Abrí mi boca fingiendo una molestia, hasta encontrarme con la faceta de un hombre asiatico. Tenía unos bigotes larguísimos alrededor de unos cinco centímetros y le brillaba la cabeza debido a su falta de cabello. Vestía un traje totalmente negro sin destacar ningun otro color. Uno repetitivo. Detentaba aspecto de ser el mozo del Shang Palace, por la atenta actitud que sostenía al solo ojearlo.
一Bonjour, je suis à votre service.
Harry se alarmó al saber que su acento francés no era bueno. Incluso en absoluto pudo aplicarlo. Entonces con una mano le hice una señal de freno y el hombre arrugaba su frente con confusión.
一 Bonsoir, pourriez-vous nous apporter le menu, s’il vous plaît ? 一arrastre mis palabras con precaución y a medida que lo hacía Harry abría la boca admirado.
El mozo asintió decidido y se fue directo a buscarlo.
一 ¿Como…como…?一 balbuceo 一 . ¿Desde cuándo…? 一 pregunto entusiasmado.
Aquel fervor hizo que comenzara a palpitar fuerte. No saber absolutamente la verdad de ese sentimiento era mágico.
一 Estudiaba francés con William desde que tenía seis años y aun lo sigo haciendo一 recogí hacia un costado mi cabellera.
Le brillaron sus ojos.
一 ¡Qué astucia! Creo que me dieron ganas de besarte ahora mismo一 Enrojeció.
No me podía resistir. Quería entregarle mis labios. Me provocaba un ligero rubor y un cosquilleo domino mi estómago. Aproximándonos para lograrlo…el mozo intervino con una elevación de cejas consiguiendo separarnos, hasta darnos el menú. Lo conformaba una cantidad de comidas chinas raras y por otro lado, francesas. Los gestos de repugnancia que teníamos al observar la lista fue demasiado obvio, pero optamos por una cena tradicional parisina.
一Serait-ce du bœuf braisé au vin rouge et à boire un presge de cédrat ? 一El mozo sacó una libreta de unos de los bolsillos que tenía el traje y fue anotando con absorto.
一Très bien, je vais vous apporter le dîner dans quelques instants一sonrio.
一Merci一Respondimos los dos.
Roxette reinaba sobre el ambiente. Las estrofas coincidian precisamente en el exacto momento en donde nada nos interrumpía. Una sensación tibia me causo en el pecho cuando Harry comenzó a deslizar sus dedos hacia mis manos por encima de la mesa. Se aferró a mi piel con una fuerte presión deseando no soltarme. Levantamos nuestras miradas directo a nuestro semblante y no podíamos esquivar el contacto visual. Parecía una competencia de pestañeos. Nada nos detenía a equiparar la emoción.
一Kiki…eres preciosa.
Sus pupilas estaban dilatadas, seguramente las mías también. Decir la palabra preciosa era otro nivel de belleza. Una connotación referida a lo que llevas por dentro.
一Tú también eres…precioso一apreté mis labios, desviando mi vista a un costado. Su lindura era difícil de adecuar.
一¿Cómo te sientes? 一murmuró siendo cuidadoso.
Capte su intención en un instante. Entablar un diálogo sobre la relación conflictiva con mi madre no era mi tema favorito.
一Especial cuando estoy a tu lado一encogí mis hombros.
Supe que le ardieron las mejillas.
一¡He aspirado…! 一exclamé, aunque me adelante a mi misma para ocultar mis secretos.
一¿Aspirado..? 一hizo una mueca de sorpresa.
一¡Es solo un decir!
«No tan…¿decir?»
一Michael…me ha dicho que la relación con tu madre ha empeorado.
Los debates como este me conducían a decaer en un hueco negro que no dejaba ver los avances. Durante toda una vida supe esquivar muy bien la tristeza. En ocasiones de aquella aparición perturbadora desidia esconderla mostrando aficiones por socializar hasta poder hacerla desaparecer.
一Ella piensa que debe controlar mi fama y no me agrada一El tono de mi voz original fue decayendo a uno más serio.
Con respecto a mi madre, encontrar una solución era igual de complicado ya que, cuando no perdíamos minutos al discutir, a veces las frases se volvían malentendidos hasta de nuevo finalizar enfadadas.
Harry se tornó pensativo con un dedo en la barbilla. El análisis quizá era diferente a mis cuestionamientos.
一Tal vez tenga miedo porque recuerda: tienes aún catorce años一recalcó.
Directamente supe que él iba a opinar de esa manera. Mi fastidio empezó a abarcar en todos los ámbitos del espacio. Podía lograr hacer que mis dientes chillen a la par de mis largas uñas postizas y armar sonidos incómodos por la causa de justificar las horrorosas acciones de mi madre.
一No lo entenderías一separe con velocidad mi mano de la suya. El observo aquel gesto y un mohín de indiferencia lo destacó.
一Kiki a lo que me refiero es diferente, tu fama es tan grande que pareces una chica de veinte años y no lo eres一apretó su mandíbula 一. Aun necesitas de tus padres.
一No es algo que pueda controlar一cruce mis brazos.
Negó con resignación.
一Esquiva los conflictos, quiero que todo sea color de rosa.
Harry entreabrió sus labios, pero de pura casualidad lo distrajo el mozo que traía una grandiosa bandeja repleta de la comida pedida. El humo invadía el aire con exquisitez reinando los espacios vacíos y al entregarnos la cena, nuestras narices aspiraban la carne estofada enseguida. Las tentaciones habían dejado de lado las confrontaciones. Fue genial haber desatendido la situación, sin duda mis ganas ya no eran equilibradas si la oscuridad reaparecia.
一Jouir.
Afirmamos con simpatía y antes de que se marchara, mi reparto dio inicio. El hombre arrugó la nariz admirado por mis actitudes bruscas, sin embargo, no me importo. Los conventillos ajenos nunca fueron mi mayor descontento.
Harry seguía mis pasos fascinado. Mis movimientos eran motivos de risa para él, incluso cuando mis papilas gustativas suponían que los sabores podían tener efecto durante largo rato. Al masticar los jugos de la carne se convertían en una verdadera poesía. Cada condimento que contenía era necesario para nivelarlo.
一Que delicioso一balbucee tratando de tragar un pedazo de carne.
Mientras mi estorbo por comer se extendía, Harry limpiaba las comisuras de sus labios con suma delicadeza y examinó con extrañeza la percepción del plato.
一¿Me estás diciendo que la carne de ternera está estofada en vino tinto? 一exclamó transformando su palidez en un tono amarillento.
一Es mi debilidad.
Rápidamente bebió de su copa un trago de presge de cédrat.
一¡Esta bebida me salvó!
一No exageres一puse mis ojos en blanco.
Un detenimiento de reloj surgió en el ámbito, mientras solo la música sonaba con resplandor. Harry empezó a revisar los bolsillos de su traje con inquietud y nada coordino con aquellas melodías. De pronto, una carta despegó hasta el suelo y volvió a acomodar aquel papel que se le había caído en el suelo completamente avergonzado.
一¿Que escondes por ahí?
Intento buscar una respuesta con un ceño más pronunciado.
一Eh, nada一rasco su nuca一. Levanta la copa, solamente eso.
Lo miré extrañada.
一Hazlo一insistió.
Los dos levantamos la copa y con decisión hicimos que el cristal resonara.
一¡Por los dos! 一Luego, le dio un largo sorbo.
Rei.
一Después me dices que me comporto como toda una adulta.
No dijo nada y una vez más, quiso rebuscar su objetivo anonimo. Hasta encontrarlo. Lo puso sobre la mesa queriendo cubrirlo y no alcanzo a proponerse esa opción ya que, mis piernas decidieron ir al lado de su silla.
一 ¡Te descubrí!
No quiso levantar el cuello para mirarme.
一Si, esto es para ti kiki…一respiro hondo.
Un olor cítrico se aproximó al tomarlo sin revuelos. No era simple, era un papel reciclable y en el medio lo conformaba un moño color rosa pastel. Al examinar cada punta de la carta, tuve una sensación de adivinanza, porque sabía que alguna confesión emblemática contenía el envase.
一¡Estoy emocionada! 一Abrí con lentitud el sobre y antes de leerla aclaré mi garganta.
一 ¡En voz baja lo suplico! 一jadeo, tapando su rostro con ambas manos 一. ¡He estado ingiriendo mucho azúcar hoy!
Kiki❤️
Se que somos jóvenes,
se que nos falta mucho por vivir y sé que tenemos muchas diferencias y desacuerdos, pero…como me encantaria pasar el resto de mi vida contigo. Por ese motivo, te pregunto…¿Podrías ser mi novia?
Harry Cruise
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