Capítulo 13
Kiara Wilson
11 de septiembre de 2011
Dia 1
Paris, Francia.
― ¡Vine a Paris para pasarla bien! ¡No para que me regañen! ―exclame al borde de un colapso ardiente.
Sabía muy bien que estar haciendo un fuerte eco entre los muros no ayudaría a nadie, pero quizás reclamarlo en alto seria lo mejor y apoyar mis brazos sobre la sólida mesa no resultaba ser una actitud intimidante; entonces, me puse de pie velozmente para darle a entender que sus dichos repetitivos aumentaría a mis exclamaciones. Mi perfil ya podía apreciarla desde más abajo en un estado de alerta por mi acción pretérita y sus hombros bajaron con lentitud cuando me respondió en un tono severo:
―Hija, sé que estas en un estado de enamoramiento, pero debes concentrarte en tus estudios también.
‹‹Kiki›› aquel apodo me ha dejado exhausta. Ni siquiera logre conciliar el sueño luego de oír semejante creación y los bostezos eran suficientes para una excusa. Esa excusa adictiva, sin límites, que hacía brotar mi corazón.
― ¿William te conto o...que?
―Logro darme cuenta de todo Kiara.
Mi fuego no podía encajar en este departamento, era tan angosto, aunque a su vez tan pequeño. No podría verse un tamaño intermedio entre cada pared y el ardor que subía hasta en mi cabeza.
―Wow ahora eres una experta en adivinar situaciones ajenas―coloque mis ojos en blanco.
Entrometerme en severos castigos por su parte no sería de mi agrado, pero no quería que se llevase con sus razones. Tendía a estar acostumbrada a que ella dirigiese mis rutinas de una manera coordinada y era de lo más cansador oírla en su condición malhumorada. Por esta vez, sus palabras las había absorbido aquella suave brisa que desprendió desde las afueras y regreso a su mismo lugar afligida. Solo quedo su sombra a pesar del furor y con lentitud se fue esparciendo hacia la oscuridad como si nada hubiese existido. De mi cuerpo podría decirse que se encontraba tieso en aquel circulo pensativo sin ofrendas; estar en modo avión era necesario cuando no funcionan tus movimientos musculares. El único que ocupo su turno fue mi padre que freno sus piernas lo más rápido posible para interrogarme sobre lo sucedido. Puso un gesto preocupante por hacer una presencia silenciosa a lo que era habitual y se acercó impactado por el tremendo rayo ultravioleta que nos traspasó inesperadamente:
― ¿Queres que hablemos? ―; asentí.
...
La Torre Eiffel era un monumento cómplice de las verdades ocultas que genero la sociedad en conjunto. Estaba presente en todas como si su gran altura lo definiera y justo mi padre la había elegido para charlar como una zona indicada. Ese barandal tenía muchas situaciones temporales e incluso, un cielo completamente celeste por la cual sostener. Templado y perfecto igual que él en cada rastro, también como el clima que era transformación pura.
― ¿Quieres charlar sobre...Harry? ―enrolle mi cabello con un dedo mientras mi padre me lo lamento por lo bajo. Les aseguro que no lo demostraba, pero dejaba mucho que desear su temperamento como en estas ocasiones.
―También sobre la pequeña discusión que tuvieron con tu madre.
Aprete mis labios buscando una manera de arrancármelos. Desde aquí se podían hallar mis energías negativas queriendo ganar como si fuese una competencia de intensidades.
― ¡Ay padre! No tengo ganas de hablar sobre ella. Siempre vive presionándome con los estudios.
No intente mirarlo. Solo me enfoque en la vista de allí abajo. Era una montaña de construcciones haciendo un enorme equilibrio sobre cada uno. Era tan desigual, pero a su vez encajaba con el rascacielos.
―Quiere lo mejor para ti―indico.
Una respuesta, eso es lo que sus oídos querían. Pero nada de eso funcionaria. Mis notorios cansancios eran esas bolsas hundidas pálidas, que podría rellenarlas y mi poder solía ser el sueño aturdiendo aun más mi bloqueo. Que me exijan con frecuencia era llevarse conmigo un estado patético, inútil, sin rumbo.
Suspire; ―Ahora tengo fama, no puedo concentrarme a veces; el 17 de septiembre grabare mi video musical, mañana charlare con Carol sobre como bloquear a esa cuenta que me agrede, ayer estuve...
Bien, fui interrumpida. Claramente sin intensiones, aunque mis quemaduras se han abierto con libertad y se consideró un acto pecador.
―Lo sabemos Kiara, pero no tendrás fama toda la vida.
Al fin pude regañarlo de frente sin despegar hacia el ostentoso paisaje que te sometía a otra dimensión. Me he asombrado por su comentario que para mis conclusiones eran un grave error, no coincidía con las opiniones de una joven.
― ¡¿QUE?! No vengas con tonterías. ¿Una chica como yo? talentosa, bonita, inteligente, divertida, amable, generosa, etc....―; a medida que nombraba mis cualidades en modo estructurado, mi voz se fue esfumando con el viento que llevo mi susurro muy lejos y justo me guio de casualidad para formar un recorrido hacia sus pasos. Siempre con cuidado sin forzarlos, y al ojear a mi padre colocando una diminuta sonrisa no dude en lanzar mi cuerpo sobre el suyo.
― ¡Oh Harry! Me gusta como luces hoy.
Mis pálpitos eran demasiados. Porque incluso, nuestros pechos se juntaron sin que el destino lo reservara. Una casualidad bonita sin esperarlo.
―Te agradezco―sonrió presumiendo su perfecta dentadura blanca, tan blanca como cuando no hay ninguna explicación de ello. Ni la oscuridad podría soportarlo. Luego, asomo su cabeza encontrándose con la de mi padre, que muy a gusto hizo una mueca desde la pequeña distancia.
― ¿Estabas manteniendo una charla importante? ―pregunto dubitativo.
―Claro que no. Ven aquí.
Su mano era cálida al tomársela. Un abrigo para mi descubierta piel que hacia tacto con el suyo y cada cosquilla provenía de los roces resbaladizos al movernos rápido. Dirigirlo así, me causaba satisfacción y Mack marco territorio exigiendo que me separara estrechando su mano para darle un fuerte apretón:
―Harry ¿Cómo va todo por aquí?
一La estoy pasando sensacional, señor.
Sus antiguas expresiones eran motivo de risa para mi comodidad, tampoco es que no lo reconocía. Esos términos habitan siempre en mi hogar cuando convenia utilizarlos.
― ¿SEÑOR? 一rei a carcajadas.
Mi padre se negó a reprochar mis comentarios sin filtro y Harry empujo mi brazo haciendo que la electricidad interviniera.
―Te ríes de todo―agrego.
― ¿Y qué? Deja de ser un alma vieja. Ya te pareces a Freddie.
Harry soltó una risita y supe que mi padre con absorto nos observaba escondiendo un gesto de complicidad, hasta cortar el principio del dialogo que estábamos manteniendo juntos:
―Rapunzel, me marchare―toco mi hombro.
―Okay papa. Nos vemos en un rato.
Al despedirse de Harry, el abrió sus ojos como una advertencia de que debería tener cierto cuidado sin una situación excepcional:
―Hasta pronto Harry. Cuídala muchísimo.
Harry ante ese “cuídala muchísimo” se incomodó. Quizás la referencia fue comprendida en un solo segundo. Él se congelo porque ni tampoco teníamos la experiencia de algún día entrar en esa etapa adulta. Entonces cuando se alejó de nosotros, no despegamos la vista del esplendido paisaje; todos en absoluta corriente sin dejar expandir el aire por esas cajas hechas a base de cemento y los huecos eran enormes. El orden de manejarse en esa ciudad era como explicar porque el mundo tenia color. Así de sencillo.
―Son demasiados intensos. Se trata de mi fama, no de la suya―hable en medio de un reflexiona miento crítico.
Sin limitarse estiró sus brazos y los situó en mis hombros.
Mi ritmo cardíaco aumentó un poco.
一Kiki, a veces tienes que ponerte en sus zapatos.
一Lo sé, lo sé一insistí, molesta.
Harry arqueó una ceja y se colocó delante mío. No quería irme más allá de lo que ya suponía, pero a tan solo pensarlo me explotaba el pecho.
一Eres tan…terca.
Su tono de voz reveló su verdadera cara. Una confusión extraña causó a mi cuerpo; aunque el dicho dice que “los más callados/as, son los peores” ,tendré que estar atenta en ese caso.
一¡¿Y tú qué eres?! 一-exclamé algo enfadada.
Sin agregar nada que fuera a ofenderme, solo accede un centímetro más. La entendí tanto a esa señal; no llevaba su nombre ni tampoco una definición especial, no obstante se lo notaba en su modo de actuar ante mi misma.
Él comenzó a acariciar mi cabello con su propia delicadeza y con esos mínimos detalles, se podría decir que mis piernas temblaban por la adrenalina. Sin sentir culpa, aproveche el poco rato obedeciendo sus órdenes. Asimismo, a un punto de adelantar los hechos, Michael nos desune ocupando el medio del círculo. Sinceramente a Harry no le agrado para nada esa actitud metiche. Su fastidio fue silencioso sin transmitirlo; menos con mi persona, se lo di a entender con aquel odio pegado a mi.
一¿He estado interrumpiendo algo…? 一añadió pícaro como siempre y le rodeó el cuello a Harry simulando ahogarlo y se deshizo de él moviendo sus codos hacia atrás. Además, calculo mi nivel de enfado con tan solo ojear; Michael presentía muy bien mis debilidades.
一¡Claro que sí!
Al decirle la última frase, Harry desnudo sus sentimientos transformándose en un completo color bordo.
一Bah, solo los llamaba por si querían ir al Rue De Rivoli; si es que no están en un momento íntimo, obvio一nos guiño.
A pesar de sus frecuentes bromas, no podía rechazar su salida. Al fin y al cabo se me olvidaba que era mi hermano mellizo a quien le debía demasiado. Solo en mi propia rendición la acepte con una contestación simple sin complicar la tensiones:
一Oh, está bien. ¿Harry…irás conmigo?
Se desoriento con mi voz, ya que perdió la atención de observar el paisaje que tenía frente suyo. Quizás, estaba sumergido en lo que había pasado anteriormente y sus rizos lo sabían, porque el hecho de que estén despegando vuelo significaba muchas cosas.
一Em ¡si, claro! 一asintió.
Rue De Rivoli
Caminar entre una arquitectura compleja y tan marcada como lo eran los distritos del Rue De Rivoli solían ser de ensueño. Al cruzar en un ambiente antiguo, el aroma medieval acudió a nuestras narices; hace años no pisaba esta tierra y acostumbrarse a eso tampoco resultaba maligno.
La condición de atravesar entre tanta variedad cultural me parecía un método fantástico. Multitudes de personas desconocidas reconocieron mi presencia de inmediato cuando tan solo logré dar dos pasos. Mis amigos se mostraron intolerantes tratando de desviarse lejos de las relaciones sociales, yo en cambio inicie mis habilidades verbales con mi seguridad personal detrás de mis espaldas.
Las calles comenzaron a llenarse a medida que la fila estructurada avanzaba. Nada de eso me pareció un insulto, los elogios eran una completa adicción para mi poca vida. Por su parte, también decían mucho de mí o otros se equivocaban; nadie de ellos me conocen realmente, solo detectan mi exterior siendo que me represento así unas cuantas veces y sobrellevarlo con esa desnudez era mi mayor ventaja.
Al destacar sin filtro esa transparencia al mundo, me introducía a un nivel imparable; poder tocar el trono de oro podía ser más que suficiente. A los jóvenes les atraía mi destreza, y wish fue la principal causa de hacerlo; ahora todos compartían sus historias a través de las redes sociales en relación a esa melodía. Al igual que las frases de sus pequeños dibujos entregados hechos a base de adoración; los utilice como una fórmula para inspirarme en mis días quebradizos. Por eso, una chica se me acercó con su lengua llena de nudos, seleccionando su mejor mueca al verme. Trago su emoción queriendo abrir su boca, pero nada salió de ella; repitió unas cuantas estrofas de wish para hacerme saber que su salvación estaba volcada en ello. «Kiara, provocas conmoción, lo sé» , me dije. Le devolví una brillante sonrisa a una distancia de cuatro baldosas con mi cuello bien alto. Notando mi resaltar en ese ambiente.
一Gracias cielo. Es un honor一; la chica lo agradeció con amor.
Omnisciente
La destreza de Kiara era conquistar al pueblo con un método sencillo: sólo usar su estilo; una técnica fácil para no dejar qué nadie entierre su coraje. La veías a distancia con esa virtud y resulta ser una motivación. Es como si una piedra le impidiese seguir, pero ella la saltea sin casi diferenciar lo qué realmente es.
Sus amigos a medida qué el tiempo corría, la observaban con cierta curiosidad; tiesos sin doblar músculos y muy coordinados. Solamente la admiración caía sobre ellos.
一Estoy orgullosa de ella一añadió Estrella.
La razón de manifestarlo así era compleja y descubrir que su mejor amiga había cumplido con sus objetivos después de vivir grandes batallas desde su infancia, la liberó. Una conexión sobrenatural las unía por las penas.
Freddie también asintió tedioso escondiéndose sobre su capucha. Una cueva lo protegía sin arrancar su verdadero entendimiento y en realidad, comparten semejanzas con los de Estrella, siendo que los reprime. No tanto pudieron estar abstraídos, el descontrol del entorno se diferenció más que antes y los sonidos habituales ya no se distinguían; era un supuesto dolor de oído. Harry Cruise, fue el único sobreviviente en ese ámbito truculento. Tal vez, le perturbaba la vibra propia de Kiara y reflexionarlo le parecía curioso, aunque animarse a interrogarla sobre su caso extraordinario, lo ponía en demasiada tensión. ¿Lo entendía? no, si bien tenía en mente averiguarlo por un tercer medio; ayudarla en caso de emergencias le fascinaría según su crítica. Michael, le lanzó un arqueo de cejas por su análisis de la situación y acudió a Freddie de inmediato aprovechando la desorganización.
一 ¡Activa un gesto de felicidad hermano!
El chico suspiro hondo tratando de controlarse y Michael siguió en un nivel incorrecto como siempre solía estarlo. Podía entender que debería actuar normal, pero rehuía ese camino. Entonces, Harry para lograr la calma en sus actos, entregó una introducción a quién lo escucharía:
一Como verán, aun no logro comprender como tiene tiempo para todo. Es exactamente lo que le pregunté ayer.
Fijamente la miraba, mientras la interacción con los demás surgia de un modo natural.
一Kiara es Kiara一carcajeo Michael.
Aquel término, no fue coincidencia con la opinión de Harry. El nombre Kiara no determinaba ser un acaparamiento, era más allá de lo que deducía. Entonces, el se adelanto para poder debatirlo seriamente sin migajas que no aportan nada:
一Creo que puede ser perjudicial para ella…
Al decirlo, los demás prestaron más atención a su acento porque lo consideraron mortecino y tuvieron que rodearlo para una reunión más personal. Atascaron los aires de ese centro con una pizca de sospecha a su alrededor; disimularlo no fue una pericia adquirida.
一Pues…no comprendo cómo puede acaparar en todas las organizaciones que tiene por realizar一pausa一; Justo hoy he escuchado que discutían con su madre… ¿Michael te has enterado?
El interés aumentaba y los secretos guardados se iban revelando de a poquito. Estrella y Freddie tragaban un sabor amargo envueltos en un sonido extraño en sus gargantas; presentirlo al mismo tiempo no era una casualidad, sino ya familiar.
一Bueno…desde que mi hermanita empezó a tener fama, ahora están discutiendo más seguido. Mi madre dice que debe prestarle atención a los estudios, porque a pesar de ser famosa tiene que cumplir con sus responsabilidades. Kiara no comprende que mantenerse en un camino correcto será lo mejor.
Estrella se tapó su boca y despertó a Freddie de sus eternas distracciones:
一Debemos acudir a esta situación lo antes posible. Tu sabes a lo que me refiero ¿No?
一Estrella, no podemos reprochar a su madre, sería demasiado一encogió sus hombros一.Nosotros solo nos encargaremos de apoyar a Kiara en lo que se proponga.
Michael busco orientarse con la típica frase de Kiara, pero esta vez lo pronuncio solo:
一 ¡Y aquí el maestro!
Freddie puso sus ojos en blanco y Estrella negó entristecida. Sus labios querían entablar una nueva charla y el impulso de dejarlo ir funcionó primero; como qué algo la limitó.
一Igualmente…sus padres tienen razón. Mack le dijo que debe tener un perfil bajo.
Michael respiro hondo:
一Colega, eso en ella no existe, ni va a existir nunca. Pisara las nubes por eternidad.
En verdad, su hermano no mentía. La sinceridad los retenía en un agujero sin salida, más a el favor de Estrella, qué maquinaba su cerebro en un punto prídido del Rue De Rivoli.
一Ya lo charlare, quédense tranquilos一les aclaro.
El placer me sacudió cuando decidí frenar con las firmas de autógrafos, no por fastidio, sino al contrario, "el acabado perfecto" . Los incontables halagos me han dejado perpleja y marcaron en mi exterior una grandiosa sonrisa:
一 ¡¿VIERON?! es un encanto estar aquí.
La única qué saltó a abrazarme con fortaleza fue Estrella. Sus brazos eran reconafortantes a la hora de tener un contacto físico con ella. Una sensación de bienestar te traían esas vibras sin malicia.
A los chicos no los juzgaba, sabía muy bien qué en ocasiones no estaban preparados para regalar tanto afecto. Igualmente, desde el hombro de mi mejor amiga llegué a la conclusión de qué Harry quiso arriesgarse.
一Te quiero mucho. Luego, quiero hablar contigo.
¿Hablar conmigo? A diario era común profundizar este tipo de cosas, aunque por su expresión me sonó por algún motivo en particular. Mis conocimientos en Estrella eran demasiado y detectaba sus emociones a flor de piel.
Pronto me separe de su tacto:
一Dame una pista rubia.
Lanzó un suspiro:
一Kiara…después…
Alargue mi barbilla fingiendo una decepción y continúe mirando a Harry con suma picardía:
一Fascinante.
Horas más tarde:
El místico atardecer se desplomó enseguida al salir del departamento, y las luces extendidas por todo el espacio habían vuelto a nacer al compás de los altos edificios qué inundaban París con su aspecto contemporáneo. El paisaje me acompaño durante mi trayectoria a la esperada entrevista y mi belleza se deslumbró en todos los ámbitos. Sobre la vereda, la luna fue cómplice de la pequeña despedida nocturna. El coche de David estacionó presionando sus ruedas y a penas se hizo dicha acción, Carol y mis padres subieron acelerados, puesto qué mi ritmo no iba acordé a ellos. Sólo me guíe por el frío beso de mi abuela.
一Te amo, mi bello tesoro.
Esas arrugas adquirían una maravillosa compresión, por su parte tendían a desafiar el pasar de los años con su magnífico universo joven.
一Yo también lo hago.
En el tiempo indicado también se aproximó mi tío Henry desbordado en un conjunto de sentimientos. Quería conceder un empuje pero lo cuestionó un rato, así que no dude en abrazarlo. Al hacerlo, mis oídos oyeron qué su nariz goteaba.
一Por favor, está prohibido llorar—le dije en pura ironía.
En consecuencia, Michael no dejó qué la tranquilidad llegará a la atmósfera incorporando sus acotaciones sin sentido:
一 ¡Esto es similar a una película de drama!
De igual modo, todos reímos, mientras el tío Henry se encargaba de sacar un pañuelo blanco para atormentarnos. Después de los sonidos poco agradables, quise conectarme con mis amigos; desde la distancia las mejillas de Estrella marcaban la diferencia.
一Mis bendiciones一; una lágrima cayó lentamente haciendo un fabuloso camino hacía su mentón. Me ha generado un precioso bienestar.
一Me debes la charla eh一la señale.
Ella negó.
一No me olvidaré.
Freddie qué nunca se olvidaba de aportar una aclaración intelectual, aclaró su garganta para compartir sus ideas:
一O sino puedes escribirlo en una agenda.
Era tan aplicado qué a veces era difícil presenciarlo. Por esas formas, con mi hermano le colocabamos apodos reales:
一 ¡¡Y aquí el maestro!!一exclamamos juntos.
Él no nos comunicó nada de interés. Así pues, mi mirar se tropezó con Harry; admitir qué no fue pura casualidad me llevó a un estado de bloqueo mental.
一Em, te deseo suerte一rasco su nuca.
Asimile qué mi lindura lo puso en una completa rigidez. Ni siquiera tenía el valor de levantar su cuello para apreciarlo y eso decía mucho en cuanto a su personalidad.
Entonces a nada qué perder desee estirar la lengua un poco más. Experimentar era mi mayor reto y además, me fascinaba poner a los chicos en pleno peligro.
一Gracias. Que raro tu con tan pocas palabras.
Hizo una mueca diminuta.
一Es que ya sabes que te irá bien.
一Lo sé, pero necesito de tu apoyo nerd一rei.
Entonces tuvo la oportunidad de tocar mí cara en sólo segundos. Fue veloz ese roce y no lo procese hasta llegar a los pulsos de mi corazón que ya saltaban.
一Maléfica一bromeo divertido.
一Maléfica es peor.
Y…como es de creer, lo volvió a hacer entre risas.
一No me vas a ganar.
一Ni tú lo crees…一le reclamé.
Cuando estábamos jugando de manos, en la misma ocasión, mis padres se asomaron desde la ventanilla del coche señalando sus muñecas como señal de que me estaba demorando.
一¡AHÍ ESTARÉ! 一grite.
Retorne deslizando mi travieso mechón detrás de mis orejas y presentí qué Harry no dejaba de echar vista a mis labios. Mi adrenalina aumentó aún más al saberlo.
一Bueno…adiós Kiki…一balbuceo.
一Adiós一bese su mejilla tan rápido qué ni lo pensé y me fui dándole mi espalda. Solamente comprobé qué mi estómago era un tintineo de estrellas.
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