Final
Para Seokjin, todo parecía ir más tranquilo después de haberse mudado temporalmente a Isla Jeju junto con la hermana menor de su psicóloga Yeji, quien había aceptado amablemente acogerlo el tiempo que le fuera necesario. Después de todo, ella también lo conocía y se sentía cómoda al tener a alguien conocido a su lado después de decidir vivir sola al cumplir sus veintisiete años.
Portando unas cómodas sandalias, sintió la piel descubierta de sus pies humedecerse de la leve humedad que cubría el acantilado donde se encontraba parado observando el mar y apreciando el sonido de las olas que invadía sus oídos. El día se encontraba nublado y cálido con un leve viento que revolvía su cabello castaño. Observo la hora en su celular, ansioso de que lo llamara.
Cuando Namjoon y él lo platicaron hace cuatro meses atrás, sonaba demasiado fácil y tentador, pero al caer en cuenta de que para Namjoon no sería fácil dejar la universidad por un tiempo ni abandonar a su familia como si nada, fue cuando pensaron mejor las cosas y que tal vez al estar separados por una considerable distancia, fortalecería su amor y sanarian sus heridas, y claro, nunca perdiendo el contacto.
Su celular vibró en su mano y rápidamente vio la pantalla donde marcaba una videollamada entrante de su chico que no dudo en contestar.
—Hola lindo —Saludo Namjoon a través de la pantalla. Seokjin sonrió.
—Hola, ¿Cómo estás?
—Algo cansado y con sueño, pero feliz porque voy a ver a alguien ¿Y tú?
—Estoy bien y mejor aún porque me hablaste como lo prometiste.
—Amor, sabes que yo siempre te cumplo lo que te prometo. Eres mi novio y me gusta hacerte feliz.
El corazón de Seokjin se agitó ante sus palabras. Con una preciosa sonrisa mordió su labio inferior sintiéndose avergonzado, no pudiendo evitar pensar en que jamás podría dejar de amarlo.
—Que cursi —Rió— nunca dejes de serlo.
—Para mi príncipe, jamás.
—Ya~ —cubrió parte de su rostro al sentir que se sonrojaba— por cierto ¿a quién estás visitando? Dijiste que estás feliz por eso —Menciono al percatarse de que Namjoon se encontraba en un auto.
—¿Es buena idea que te lo diga?
—¿Por qué no lo sería?
—Arruinaría mi sorpresa.
—No entiendo...
—¿Dónde estás? Veo que no estás en casa.
—Oh... —se acerco unos pasos más a la orilla del acantilado y giró su celular para darle la hermosa vista del mar a Namjoon— ¿No se ve asombroso? —pregunto con entusiasmo para poco después regresar el aparato a su rostro— tal vez por pantalla no se aprecie bien pero en persona te sorprenderías. Ojalá estuvieras aquí...
—Jin...
—De verdad te extraño mucho, tengo muchas ganas de abrazarte, besarte y de que pasemos tiempo juntos, amor.
—Wow... Yo... Seokjin, no sabes lo feliz que me hace escucharte decirme eso, pero... ¿No sería mejor que me lo dijeras e hicieras todo eso en persona?
—¿Qué? —Fruncio el ceño.
—Oh... —Namjoon desvió su mirada de la pantalla y observó hacia la ventana del auto con una brillante sonrisa— Parece que he llegado. La casa parece acogedora y tiene un jardín hermoso con flores rosas y... hay una mujer dándoles agua ¿Tal vez ella sepa dónde está Kim Seokjin?
—No puede ser...
—¿No vas a venir a correr a mis brazos?
Colgó la llamada y corrió de regreso a la casa. Su corazón latía como un loco y la adrenalina invadió todo su cuerpo al saber que estaba a tan sólo unos metros de volver a verlo. El pecho le vibro con emoción y al tan sólo girar una cuadra y verlo allí de espaldas con dos maletas a su lado, sintió ganas de llorar. No le gritó para que se girará, tan sólo siguió corriendo hasta que sus brazos pudieron tocarlo y rodearlo en un abrazo por la espalda. Namjoon se sorprendió ante el impacto que lo hizo tambalearse un poco hacia delante y giro su cabeza a un costado para observar a Seokjin acurrucarse en su omóplato derecho. Sonrió y tomo sus manos entre las suyas, acariciandolas.
—Los dejaré a solas —Dijo con una sonrisa Dalmi, la hermana de Yeji.
Namjoon asintió y le sonrió devuelta amablemente.
—Jin, me colgaste la llamada —Bromeo pero no hubo respuesta— Jin...
—Me hacías tanta falta... —murmuro— Dime que esto no es un sueño y que de verdad estás aquí.
—¿Podrías soltarme para poder girarme? —Pidió con una sonrisa.
Seokjin hizo caso y lo soltó, pero al instante, los brazos de Namjoon rodearon su cintura en un abrazo que juntó sus pechos y lo besó. No dudo en abrazarlo del cuello y corresponder a su calmo pero necesitado beso que lo hizo sentir volar al cielo. Por Dios, recién caía en cuenta de cuánta era su necesidad de volver a besarlo de esa manera. Nunca se cansaría de sentirlo.
Al separarse, Namjoon acunó su rostro entre sus manos y lo acarició dulcemente.
—Mirate... ¿Acaso te volviste más lindo en estos cuatro meses? Sabía que la pantalla no te hace justicia a como es tu belleza en persona.
Sonrió totalmente feliz y lo abrazó nuevamente, tratando todo lo posible de acurrucarse en él.
—Estoy tan feliz de que estés aquí, Nam —hundió sus dedos en la parte de atrás de su cabello y lo acarició— se siente tan bien sentirte entre mi piel así y también el aroma de tu ropa y piel, me encanta —Beso su cuello y Namjoon suspiro.
—Yo también siento lo mismo, Jin —Hundió el rostro en su cuello e inhalo con sus ojos cerrados.
—Dime que te vas a quedar por mucho tiempo.
Hubo un breve momento de silencio.
—Sólo hasta que se acaben las vacaciones del año nuevo lunar.
Seokjin se separó un poco y una mueca triste apareció en su rostro.
—¿Qué? Pero es muy poco tiempo. No quiero que sólo estes dos semanas aquí, debes quedarte más tiempo~ —Puchereó.
—Bebé, tengo que volver a clases —Sonrió al verse enternecido con su tono de voz.
—Estúpidas clases.
Namjoon rió y lo abrazó devuelta, esta vez envolviendo su brazo izquierdo en su espalda y el derecho sobre su hombro para así acariciar su cabello melosamente.
—Yo tampoco quiero que nos volvamos a separar. Te extrañamos en Seúl.
—¿Me extrañan?
—Sí. Tu mamá, Hoseok, Jimin, Taehyung y... Mi mamá quiere conocerte...
Seokjin se sorprendió ante lo último.
—¿Tu... Mamá? —Pronunció en un tono nervioso.
—No hay de que estar nervioso o avergonzado, Jin. Es normal que quiera conocer a mi novio de hace casi seis meses ¿no? —Rió
—Lo sé, pero... Aún así, me asusta un poco esa idea... Sería... la primera vez que haría eso y... no sabría que decir o hacer al momento de presentarme y hablar con ella... y tu padre... Dios mio, de sólo pensarlo me entra el pánico, con tu papá sería aún más difícil.
—Esta bien, amor, tranquilo —lo miró y acuno su mejilla entre su mano— yo les contaré con respecto a como te sientes para que cuando llegue ese día, no te hagan sentir incómodo ¿de acuerdo?
Asintió y poco después, decidieron por fin entrar a la cálida casa, dónde Seokjin los presentó a Dalmi y Namjoon, quienes pudieron llevarse bien al pasar las horas mientras cenaban y bebían un poco.
Horas después, cerca de las diez de la noche, Seokjin y Namjoon decidieron ir a caminar al mar. Ambos se encontraban sentados sobre una gran roca donde leves olas chocaban y salpicaban sus pies. El cielo se había despejado y ahora podían apreciar las hermosas estrellas brillantes que extrañamente esa noche el cielo parecía una lluvia de ellas.
—¿Te sientes mejor aquí? —La voz de Namjoon se hizo escuchar después de unos minutos de silencio.
—Me gusta, se siente muy diferente a lo ajetreado que es Seúl y eso me da tranquilidad. A menudo vengo aquí a relajarme y pensar en ti.
Namjoon mostró una sonrisa de hoyuelos.
—¿Piensas quedarte a vivir aquí?
Seokjin guardó silencio y lo pensó por un breve momento.
—Es agradable pero... No, no quiero vivir aquí para siempre. A pesar de que me hace sentir como te dije, no lo siento como mi hogar, no es donde pertenezco.
—¿Eso significa... que volverás?
Seokjin tomó su mano y las entrelazó.
—Sí, Seúl es mi hogar, allí esta mi madre, Hoseok, Jimin, Taehyung... Y tú, el hombre que amo —Namjoon sonrió una vez más, observándolo y dio un ligero apretón cariñoso en sus manos juntas— Regresaré contigo a Seúl.
—¿Qué? ¿En serio? —Seokjin asintió— ¿tu mamá lo sabe?
—No, llegaré de sorpresa.
—Me hace muy feliz que quieras regresar, no sabes cuánto —besó su mejilla— y también me hace feliz saber que te has sentido agusto aquí, eso es bueno.
—Pensé en regresar justo cuando me dijiste que sólo estarías dos semanas aquí. Me arrepentiría si te dejo ir.
Se sonrieron con amor y Namjoon pensó que era el momento perfecto para darle lo que quería.
—Jin, quiero darte algo —Mencionó, sorprendiendo al castaño.
—¿Qué es?
—Espera...
Soltó su mano y giró un poco su cuerpo al lado contrario para así cubrirse y sacar del bolsillo de su short un par de anillos a juego de color plata donde él se colocó uno en el dedo anular. Al girarse devuelta, Seokjin lo observaba con curiosidad.
—Dame tu mano —Pidió y Seokjin extendió su mano derecha sin entender, pero su sorpresa fue enorme cuando vió el anillo que Namjoon colocó en su dedo anular. No se esperaba para nada aquello— no es un anillo de compromiso en si porque ese será mucho más especial y hermoso que esté, pero... tal vez suene ridículo —soltó una risa avergonzada— me parecía romántico y lindo que ambos lleváramos un anillo que simbolice nuestro noviazgo y amor. Y si, soy demasiado cursi, lo siento.
—Es hermoso... Ay, Nam —Sintió su corazón derretirse de amor. Extendió y empuño su mano una y otra vez apreciandolo. Sus ojos brillaron y la sonrisa no desaparecía. Definitivamente era el hombre más afortunado y feliz en ese momento— No me cansó de verlo, me encanta. Amo que seas mi hombre cursi —Soltó una risa de felicidad que no pudo evitar reprimir. Cubrió su boca con la palma de su mano tratando de aguantar la risa y donde Namjoon pudo notar como el anillo brillo intensamente en su dedo. Por alguna extraña razón eso hizo que la necesidad de besarlo apareciera, donde no se resistió y retiró su mano, tomando así entre su boca los preciosos labios esponjosos de Seokjin, quien se sorprendió pero poco después correspondió sin necesidad de detener el intenso beso que Namjoon le estaba dando.
—Te amo más que a nadie en el mundo —Dijo Namjoon sobre sus labios al separarse— me haces completamente feliz.
—Yo también te amo más que a nadie en el mundo, Nam y también me haces inmensamente feliz, porque tú Namjoon, eres el hombre que necesitaba para conocer, superar y aceptar el amor.
Namjoon rió y acarició sus narices juntas.
—¿Quién es el cursi ahora?
—Tengo al mejor futuro esposo que me enseña a serlo.
—Vas a matarme de amor, Kim Seokjin.
Una vez más unieron sus labios y así mismo, desearon que su amor fuera eterno.
Porque quién iba a imaginar que todo iniciaría en un salón de Detención. No podían estar más agradecidos en que sus caminos se cruzaran de esa manera.
Fin.
--------------------------------------
Y si, falta el epílogo porque me siento con la necesidad de narrar un momento íntimo romántico y que no sólo quede el revolcón que se dieron en un salón jajaja así que esperenlo.
Sé que no es el mejor final pero espero que haya sido de su agrado, lamento si no lo sintieron suficiente, hice lo mejor que pude<3
Por otra parte, quiero mencionarles que estoy volviendo a adaptar GYM a Namjin en mi otra cuenta namjinworld12, el usuario esta en mi perfil también. Sólo les aviso por si no la han leído o si quieren hacerlo otra vez, ahí esta para que la guarden o vuelvan a guardar en sus bibliotecas.
Eso es todo, nos vemos en el epílogo!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro