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✒️𝐏𝐫𝐨́𝐥𝐨𝐠𝐨: 𝐒𝐨𝐥𝐨 𝐮𝐧 𝐥𝐚́𝐩𝐢𝐳 𝐲 𝐮𝐧 𝐬𝐮𝐞𝐧̃𝐨✒️

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En este momento estás viendo una grabación. No te preguntes de dónde la has sacado. Tampoco preguntes como la has encontrado. Simplemente, contempla la total oscuridad con la que ha comenzado el video:

- ¿Está grabando?

Se le escuchó decir a un hombre. Era joven y el tono de su voz daba a entender que estaba riendo por alguna razón.

Luego de reír por lo bajo unos segundos, alguien más le responde:

- Por supuesto que sí

Respondió la otra voz, con acento sureño. La cámara se desenfocada y enfocaba constantemente. Pero luego, paulatinamente, la cámara se enfocó en un punto fijo del lugar, el cuál era bastante amplio y estaba abarrotado de personas. Parecía un proscenio, o algo similar.

Sin embargo, la cámara no apuntaba a la multitud.

Todos los presentes estaban a oscuras, dirigiendo su atención y miradas únicamente a él. Lo observaban en silencio. Los reflectores solamente lo apuntaba a él. Esas potentes luces que colgaban del techo cómo estrellas, lo iluminaban, dándole un resplandor auténtico. También cabe mencionar que poseía una botella de alcohol en una de sus manos enguantadas, la botella estaba a medio terminar. Con su otra mano sostenía una copa con algo del licor de la botella.

Estaba sobre una luna de cartón que colgaba de un solo hilo en el techo; Era un hilo delgado pero resistente. Aquel personaje era una caricatura en blanco y negro.

Pero ni cerca estaba de ser mudo.

La caricatura se balanceaba, entreteniendo a sus convidados. Con una sonrisa cautivadora en su rostro. Estaba hablando y contando cosas como "Le conseguí un hueso al pobre perrito", "Le regalé una pelota de béisbol a David", "Cumplí mis metas este año", "Bla, bla, bla", etcétera.

Un leve estado de ebriedad se hizo presente en la caricatura cuando pronunció sus palabras:

- ¡Es simplemente impresionante lo que se puede llegar a lograr con nuestras propias manos! ¡No solo hemos construido nuestro lugar en la pantalla plateada, si no en los corazones de todos los que han visto nuestras películas!

Él hablaba con un gran entusiasmo. Probablemente porque el efecto del alcohol estaba haciendo su trabajo en el dibujo animado:

- ¡Pero!

Extendió la mano, levantando su dedo índice a todo el público que se encontraba bajo sí:

- ¡Quiero celebrar la llegada de este nuevo año como se debe! ¡Recordando nuestro pasado!

La caricatura mostró a los presentes una amplia e iluminada sonrisa en su dibujado semblante:

- ¡Todo empezó!

- Oh no, ahí va otra vez...

Rió el hombre joven nuevamente.

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"Con un lápiz y un sueño.

Maravillosos elementos para fundar un amplio imperio.

Pero sabemos que se requiere de algo más para alcanzar la grandeza en este viejo mundo, repleto de estigmas necios...

Se necesita de creencias.

Esas creencias que te motiven a actuar... Aquellas que vuelven la ficción o la fantasía, igual de tangible qué la realidad misma

De esto es un claro y vivo ejemplo nuestro joven Joey Drew."

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Joseph Dempsey era un joven nacido en el seno de una humilde familia que vivía en la ciudad de Paterson, Nueva Jersey. Al este-noreste de los Estados Unidos.

Este pequeño infante, no solo demostró en palabras y en hechos que estaba dotado de una amplia inteligencia sino que también poseía una basta imaginación, la cuál era estimulada por sus padres, día por día.

Por encima de todo su padre.

Era un zapatero experto en su profesión, y frecuentemente solicitado. Ese hombre tenía una fuerte convicción que influyó en la vida de su hijo mucho más que en la suya propia.

De acuerdo con su propio relato, el lugar dónde trabajaba arduamente, durante las noches más frías y solitarias. Sin falta alguna, ellos aparecerían. ¿Quiénes? Los Elfos.

Estos pequeños hombrecillos acudían a él, para ayudarlo a terminar su labor. Entonaban con sus voces agudas las más joviales y risueñas melodías. Todos aquellos Elfos estaban dentro del hombre. Dentro de su cabeza.

En su imaginación.

Cómo antes habíamos dicho, esto fue un pilar fundamental en la vida de Joseph. Tal relato lo ayudó comprender que las fantasías, las creencias de las personas mejoraban sus vidas, y eso los hacía sentir más felices.

Su familia era de pocos recursos. Aún así, velaban por la comodidad y el cuidado del pequeño Joseph. Sobra decir que no le faltó el amor que todo niño debería recibir a su edad.

Aparte de las creencias de su padre, Joseph poseía una fuerte inclinación por el arte en movimiento. Demostró aquella auténtica admiración y fascinación por el cine cuando se volvió adolescente; Según él, "era una perfecta impresión del arte".

Sus constantes visitas al cine cuando era un muchacho le hicieron ir edificando un sueño dentro de él. Su primer sueño.

Se prometió a sí mismo que, cuando alcanzara la mayoría de edad, se dedicaría a la gestión de su propio estudio. Contraría a los mejores actores y a las mejores actrices para que dieran todo lo mejor de ellos en el escenario. Contrataría por igual al más talentoso músico que representará las emociones más profundas en una conmovedora pieza musical. La danza, la iluminación... ¡Todo aquello! Cada día se sumarían más y más, todos trabajarían entre sí para traer a la pantalla, un esplendoroso largometraje. Tal como el Vodevil.

Joseph estaba determinado a lograr volver una viva realidad su gran sueño. Costara lo que costara.

Ahora, dejando de lado este asunto, sobra decir que Joseph Dempsey tuvo una buena infancia, llena de agradables momentos que quedaron grabados en su memoria.

Sin embargo, su entrada a la pubertad se vio truncada abruptamente cuando Europa estalló La Primera Guerra Mundial.

Corría el año 1917, cuando la guerra aterrizó en los Estados Unidos y comenzó el llamamiento a los jóvenes a las primeras filas de batalla. A pocas semanas de Joseph cumplir sus 16 años, decidió falsificar su edad y formar parte de la guerra, uniéndose al área de comunicaciones. Esta abrupta entrada a "La Gran Guerra" marcó una etapa en su vida. Lo ayudó a guiar su camino.

En aquel lugar, conoció a personas con las cuales pudo compartir sus ideales y de dónde se llevó gratos recuerdos; Al convencer al Sargento a su cargo, fue puesto en el área de comunicaciones, donde aprendió ciertas cosas que probablemente le servirían para un futuro, además de conocer a Nathan, el único compañero con el que formó una amistad. Y el único que sobrevivió a la guerra. También, durante sus pocos momentos de ocio, desarrolló un pequeño pasatiempo: Dibujar.

¿Qué dibujaba?

Zapatos. De distintas formas, diseños y tamaños. Teniendo siempre presente el recuerdo de su padre, quién lo motivó a seguir luchando por sus sueños. Él y sus elfos.

Y pensar que todo esto había sucedido en un período de tan solamente un año.

En el 1918, Alemania perdió, y unido a ello, la temible Gran Guerra se había acabado. Los soldados sobrevivientes ahora eran libres de regresar a sus hogares junto a sus familias y tal vez retomar en algo su vida. Y cómo era de esperarse, todos se fueron sin dudarlo por un segundo.

Claro... Todos menos Joseph. Recordemos que Joseph no era como cualquier persona.

¿Qué pasaría en cuánto regresara a Nueva Jersey, junto a su familia? Tal vez jamás pudiera haber realizado lo que una vez se había prometido... ¡Él tenía un sueño! ¡Las personas luchan por ellos hasta la mismísima muerte! Su propio padre se lo había enseñado.

Las personas que viven sin sueños, son banales y llevan vidas sin propósito. Pero las personas como Joseph, las personas soñadoras, ¡Logran sus objetivos! Aunque en el camino, deban de sacrificar ciertas cosas.

Pero ahora, no había nada que lo detuviera de empezar una nueva e incluso mejor vida en otra ciudad. No había que lo detuviera de dejar atrás el pasado y quedarse en el presente. Joseph estaba dispuesto a cumplir su más grande sueño y su ambición.

¿Y a qué lugar podría llevar la ambición de un sueño a Joseph?

Definitivamente lo llevaría a una ciudad al oeste del país. El estado de California para ser exactos.

Tomando sus pertenencias en una maleta y despidiéndose de su antigua vida en Nueva Jersey, se marchó con la mente decidida a cumplir su sueño de tener un gran estudio.

Los Ángeles, California marcó un comienzo en su vida. Ahí, ya no sería conocido como Joseph, sino más bien por el nombre de Joey Drew.

Consiguió empleo en una librería local de la ciudad que pertenecía al señor Kirkpatrick. Empezó a ganar un salario digno al día, lo que le permitió ahorrar para su preciado sueño. También consiguió un apartamento pequeño y cómodo en donde vivir gracias a la amabilidad de una señora con apellido Richmond. La vida y el clima ahí eran del todo opuestos al de su ciudad natal, pero nada a lo que no pudiera acostumbrarse.

Todo estaba yendo viento en popa luego de haber tomado esa desición que, sin dudas, cambió la vida de Joey.

Agradezcamos a su padre. Y también démosle las gracias a los elfos.

1919
Los Ángeles, California

El cine se encontraban completamente abarrotados ante el estreno de cierta película. A Joey se le había asignado aquel día como libre, así que aprovechó la oportunidad para ir al cine a ver una película y relajarse un poco.

Como es de esperarse, ni idea tenía de que ver en ese día. Así que se paseó por los títulos más recientes en cartelera.

"Feline Follies" captó su atención con tan solo un vistazo. El largometraje provenía de Pat Sullivan Studios.

El interés y un buen presentimiento hicieron que entrara a la sala y tomara asiento para observar el largometraje.

Era un gato. Un gato negro. Este se enamoraba perdidamente de una gatita y le confesaban su amor. Solo para darse cuenta que al final, tenía una camada grande de gatitos provenientes de una relación anterior. Como acto final, el gato huye despavorido de ella y procede a tomar gas venenoso para liquidarse.

Cuando la pantalla se vuelve completamente oscura, el gato que protagonizaba el corto aparece nuevamente sobre el fondo negro. A continuación, él sonríe a su público y hace una pequeña reverencia ante su público. Como si tuviera conciencia de que enfrente de sí, se encontraba un público que lo miraba. El auditorio estalla en aplausos y ovaciones hacía el gato negro, junto a las sonrisas maravilladas que aparecían en sus rostros.

Al salir del cine, Joey se encuentra abstraído y e incluso asombrado por lo que había visto. Ese dibujo parecía tener una conciencia, como si estuviese vivo...

Al sentir tal curiosidad en su ser, Joey dedica sus tiempos libres a investigar sobre aquel estilo de arte. ¿Era tan solo un gran paso en la industria de los audiovisuales? ¿O era algo más?La información que consiguió lo libró de sus dudas y aclaró su pensar...

El nombre correcto para estos dibujos era "caricaturas". Personajes animados en viñetas que se valen de su ingenio y humor para salir ilesos de situaciones fantásticas o cotidianas.

Hechos con tinta, como es evidente.

Los siguientes párrafos del informe no eran de su interés, más que nada hablaban de su origen, de quién introdujo la técnica a los Estados Unidos, de cómo se perfeccionó la técnica, y cuantas películas animadas se habían hecho hasta ahora (Las cuales habían sido pocas al ser este arte tan reciente), etcétera.

No obstante, Joey siguió leyendo la información escrita, encontrándose, por azares del destino, un título llamativo: "Intentos de traer a la vida". Yendo un poco más atrás en la lectura, encontró lo siguiente; Se les había descubierto como una especie de ser vivo hace muchísimos años atrás. Decían que el hecho de que una caricatura estuviera viva, era gracias al pensamiento, al gran deseo con el que las dibujas.

Pinturas como "La Mona Lisa", "La Última Cena", "La Joven de La Perla", entre otras, podían moverse, pero con acciones muy suaves. Fue con la llegada de las caricaturas, que los seres dibujados mostraron mayor brusquedad en sus movimientos. Este hecho no había sido del todo aceptado por la humanidad.

Siguiendo con la lectura, Joey encontró más información. Las caricaturas viven en una especie de prisión, donde su celda es la hoja de papel en donde se les dibuja, volviéndose su propio mundo una prisión. Y aunque dentro de las hojas podían moverse, crear objetos de la nada, e incluso mostrar sus emociones, nunca han logrado salir del papel, bajo ninguna circunstancia.

De aquí es donde viene la idea de traerlos a la vida. Varias personas en la antigüedad
hicieron intentos a través de diversidad de inventos y máquinas para intentar sacarlos de las hojas, y traerlos al mundo real. El último de estos intentos fue Émile Courtet, hecho a mediados del 1908. Lastimosamente Émile, al igual que todos los hombres anteriores, habían obtenido un rotundo fracaso. Aquí finaliza su lectura.

Luego de asistir al cortometraje de aquel gato, siguió asistiendo con frecuencia a los demás cortometrajes que se fueron estrenando después. Joey sintió admiración en las caricaturas; Se produjo ahora en su mente una nueva visión del cine y el arte. Sus manos y su lápiz había convertido los zapatos en dibujos de personas con características exageradas, objetos antropomórficos, entre otras cosas que entraban en la definición de "dibujo animado".

Solo un lápiz, un sueño y un joven decidido...

"¡Todo empezó con un lápiz y un sueño!"

Quién iba a decir que que volvería esa frase suya y la usaría tan seguido desde aquel día hasta hoy.

1921
Kansas City, Misuri

Dicen que se necesita de dedicación, constancia y también del apoyo de varias manos, corazones, mentes y talentos para que una gran meta pueda alcanzarse. Bien lo sabía el joven Walt Disney.

Han pasado dos años apenas, pero tras el éxito del cortometraje de Félix en el cine, las caricaturas se han vuelto más populares. Comenzaron a surgir más estudios de animación que trajeron consigo más cortos y más caricaturas. Tanto hombres como mujeres se esforzaban por dibujarlos y darles retoques que los hicieran únicos.

Justo en un pequeño estudio de animación, un reducido grupo de jóvenes se encontraba animando y dibujando caricaturas. Laugh-O-Gram Studio's, ese era el nombre de un pequeño proyecto que había iniciado Walt junto a su amigo Ubbe Iwerks, al que apodaban Ub. El ambiente estaba lleno de risas contagiosas procedentes de aquellos jóvenes animadores. Eran pocos y su trabajo era mucho; Si, es verdad. Pero eso no impidió que pasarán la jornada entera con caras largas y ceños fruncidos. Ellos encontraban su trabajo gratificante. ¿Y quién de ellos no podría encontrarlo de tal manera? Para ellos, animar era algo mucho más profundo y complejo que solo hacer un conjunto de líneas en un papel pálido, era mucho más que una simple macha de tinta que puedes dirigir a tu merced gracias al lápiz sobre la hoja.

Para ellos, animar es una forma de arte, una verdadera pasión. E incluso, era para ellos la vida misma en un trazo.

Pero también hay otras razones para encontrar tu trabajo divertido, como por ejemplo, las caricaturas son muy graciosas. ¡Incluso podrían competir contra Charles Chaplin o Jack Benny!

Pero por otro lado, Walt se esforzaba mucho por mantener su sueño en pie, lo cual era muy difícil debido a su situación económica. Pero aún así, su mente, llena esperanzas y de un optimismo que batallaba para no caerse al suelo, lo ayudaban a seguir cada día que pasaba. Ub se refería a su amigo como alguien soñador y decidido a cumplir sus sueños...

¿Les suena familiar?

1922
Los Ángeles, California

Soledad. Así se había vuelto la vida de Joey Drew... De todas formas, no vino a California para buscar amigos, él estaba ahí porque quería cumplir su sueño. Solo él y sus sueños. Tenía que ser así, ¿No es verdad?

¡Claro!, No es que fuese un ermitaño. Simplemente las personas que conocía no comprendía sus ideales ni su manera de actuar. No hacían más que designar sus sueños como locas fantasías o una estúpida ficción. Joey quería encontrar a alguien tan optimista y soñador como él.

Y en alguna parte del mundo lo encontraría.

Pero mientras eso ocurriese el joven Drew seguiría dedicándose a trabajar de plano y así poseer más ahorros para su estudio. Frecuentemente llegó a hacer horas extra en la librería para conseguir una mayor paga. Muy pocas veces él tomaba un descanso.

Pero, un día, una chica llegó a la librería donde trabajaba. Abigail Lambert era su nombre, pero todos la llamaban Abby. El tipo de libro que buscó fue lo que llamó la atención de Joey. Luego de algunos comentarios por parte del joven Drew, iniciaron una pequeña charla entre ambos. En donde lo primero que salió a relucir fue la inclinación que sentían por el dibujo. El tiempo corría como siempre así que que ambos quedaron en volver a verse.

Justamente al ser sábado el siguiente día, aprovecharon para volverse a verse y hablar más tranquilamente. En la conversación, Abby reveló que ella era dibujante de prensa y justamente trabajaba al lado de la librería en donde Joey estaba. Joey se sentía comprendido, y feliz por haber encontrado a alguien con quién compartir sus intereses.

Cómo era de esperarse, desde ese encuentro se forjó una amistad duradera entre ambos.

1923
Kansas City, Misuri

Walt se hallaba sumamente abatido; Laugh-O-Gram Studio's fue un fracaso, los cortometrajes que allí se hacían no eran lo suficiente como para mantener el estudio de animación en pie.

El joven Disney estaba considerando las ventajas de ir a California, pensaba que tal vez no sería una pésima idea viajar hasta allá. A pesar de que Nueva York era el enorme centro de la industria de las caricaturas, le atraía mucho más Los Ángeles por el hecho de que su hermano, lastimosamente, estaba ahí con tuberculosis. Además de eso, le atraía la idea de volverse director de cine, pero de imagen real. Pero aunque pensara en las ventajas de ir, ¿Cómo lo haría? No tenía ni un centavo en el bolsillo.

Ub, que sabía de su decisión de irse a vivir a California, lo apoyó. Le regaló una cámara diciéndole que tal vez la necesitaría en Los Ángeles. Gracias a este acto de generosidad, Walt sentía un poco más de decisión de partir a California. Y así lo hizo.

Sin embargo, tuvo que vender la cámara para comprar los boletos del tren. Tan pronto como arribó a Los Ángeles, fue recibido en la casa de sus tíos para establecerse mientras buscaba un trabajo. Walt progresó rápidamente en su objetivo.

El joven había estado buscando a Margaret J. Winkler, una productora y distribuidora de películas animadas, era la mejor en todo el mundo. Para suerte de Walt, Margaret buscaba nuevas series luego de que hubiera perdido "El Gato Félix" y "Out The Inkwell". Cuando la mujer vió el trabajo de Disney luego de que este se lo mostrara, quedó fascinada e intrigada con la idea que ofrecía su serie, así que firmó un contrato con él para más cortometrajes de "Alice Comedie's"; Gracias a esto, Walt finalmente pudo tener su propio estudio de animación, que tuvo el privilegio de ser el primer estudio de ese tipo en todo Hollywood. Compartiendo la dirección del estudio con Roy decidieron nombrar la empresa creciente como Disney Brothers Studios. ¡Los cortometrajes de "Alice Comedie's" se producían cómo pan caliente! E incluso, con aquellos cortometrajes, lograba ganar más dinero que en su viejo estudio. No está de más decir que la señorita Winkler estaba satisfecha con el buen trabajo de Disney.

Finalmente, Walt veía que su sueño estaba creciendo y se haría totalmente realidad. Disney no podía hacer más que sentirse entusiasmado por ver lo que había avanzado. Se sentía orgulloso.

Y luego de esta motivadora reseña de Walt, vamos a dejarlo de lado por un momento y pasemos ahora a hablar de Joey.

Siguiendo con Drew, él procuraba seguir mejorando su estilo de dibujo, también seguía teniendo el pasatiempo de ver cada uno de los cortometrajes que salieran al cine o cada una de las viñetas que aparecieran en los periódicos, ya que lo ayudaban a seguir mejorando en el dibujo. Hemos de mencionar que, de igual manera, la vida de Joey se había vuelto menos solitaria después de haber conocido a Abby; Y gracias a la presión que ejerció sobre él, Joey empezó a tomar su trabajo un poco más despacio.

Pero ahora, la jovencita insistía en mostrarle a Joey, a un dibujante de prensa que era su amigo desde hace años. Joey no experimentaba demasiado entusiasmo ante la idea ni se veía muy convencido. Aún así, aceptó por el mero hecho de no decepcionarla en algo a lo que ella mostraba tanto empeño.

El sábado por la tarde, el susodicho amigo de Abby llega y ambos se conocen. La primera impresión que Joey se llevó de aquel chico, era de alguien sencillo, de pocas palabras y anodino a simple vista. Sin embargo, había una chispa en él que indicaba la creatividad con la que había nacido.

Su nombre era Henry Stein.

Desde aquella tarde, Henry se volvió parte de la vida de estos jóvenes, quienes frecuentaban verse para compartir su amor por el dibujo. Abby incluso le insistió a Henry que trabajara en la misma librería que Joey para que ambos pudieran conocerse mejor. Pero todo este encuentro surgió a la fuerza, y llevó a disputas entre ambos constantemente debido a su personalidades chocantes. Dando como resultado que cada quien fuese amigo de Abby por su lado. A pesar de eso, trataban de llevarse bien cuando los tres estuvieran juntos.

Sin embargo, no fue solo amistad lo que floreció ese año. ¡Surgió un nuevo sueño dentro de Drew!

El sueño que nos llevaría al lugar donde estamos ahora.

Era un día libre nuevamente, así que Abby y Joey fueron al cine. Nuevamente, ninguno de los tenía una película específica que ver, así que se pasearon por los títulos más recientes. Entre ellos hubo uno de caricaturas, "Alice Wonderland" de Disney Brothers Studios. Y como era obvio, ambos pagaron las entradas para ir a verlo.

El corto empieza con una niña rubia que visita un estudio de animación, allí un hombre la recibe y la lleva por todo el estudio, enseñándole tableros de dibujo donde hay caricaturas actuando normalmente. Esa noche, ella sueña con ir al mundo de los dibujos animados, donde todos la reciben de buena manera. Pero luego, leones se escapan de sus jaulas y la persiguen. Luego de saltar de un acantilado, ella se despierta sobresaltada. El corto finaliza con ella diciéndole a su madre todo lo que ocurrió en el sueño.

Al salir del cine, Joey se encuentra abstraído en sus pensamientos, fascinado por lo que ha visto. Similar a lo que sintió cuando conoció a Félix. Pero está vez la curiosidad que lo invade es por el formato del cortometraje...

¿Humanos actuando en un mundo de caricaturas? Jamás se había puesto a pensar con detenimiento en eso... ¿Podría ser al revés? Su mente vuelve a recordar los experimentos realizados para traer a las caricaturas a la vida.

El deseo de estos hombres de que las caricaturas estuvieran en el mundo real tal vez no era una completa locura. Probablemente, pudiera llegar a realizarse.

La mente de Joey empezaba a formar un nuevo concepto de su sueño, el que lo llevó a Los Ángeles... ¿Porque su estudio tenía que tener actores humanos, que eran carnales y defectuosos? ¿Y si en vez de humanos usaba caricaturas para actuar? Eso podría funcionar mucho mejor que lo antes planeado.

Sin embargo, la pregunta aquí era más que obvia...

"¿Cómo lo lograría?". Bueno, no lo haría solo. Un trabajo así necesitaba de dos mentes, dos manos y dos corazones para alcanzar una gran meta como la que se propone Drew. Y probablemente, ese joven del corto sea a quien él estaba buscando. Alguien que comprendiera su manera de pensar y sus ideales.

Es cierto que Henry y Abby han sido sus amigos y con quien él comparte sus gustos, pero aún así, sentía que ambos lo considerarían un completo desquiciado si revelaba lo que tenía en mente. De todas maneras, sería mejor ver sus reacciones sin especular al respecto.

Regresando al trabajo el día siguiente, tanto Abby cómo Joey se la pasaron hablando sobre el cortometraje que habían visto. Joey menciona el formato del cortometraje, diciendo que ha sido de su agrado. Abby hablaba fascinada sobre lo mismo, diciendo lo ingenioso que había sido el productor de "Alice Comedie's". Ese chico llamado Walt Disney. Henry se une a la conversación y comenta que de hecho, el productor de esos cortos animados, está ahí, en Los Ángeles para sorpresa de Joey, a quien le queda grabada esta noticia. Tal vez la idea de poder conocer y hablar con Disney sea más fácil de lo que creyó.

Luego de terminar su jornada, Drew se dirige a su apartamento más rápido que de costumbre y al llegar, busca un lápiz y una hoja para sentarse en su cama y pasar la noche entera escribiendo una carta. Hablando de cartas, ese era otro detalle, ¿Cómo lograría convencer a Walt? Valiéndose de su persuasión. Con esta cualidad que le proveía un manejo del habla casi impecable y que podría hacerte dudar de tus propios pensamientos pudo convencer a varias personas en el pasado ¿Porque no podría hacerlo ahora?

En la carta expresa de manera perfecta su admiración por el cortometraje, también agrega al final que las personas como él pueden volver con facilidad sus sueños realidad.

Sin embargo es una mañana por la mañana que la carta es entregada en manos de uno de los trabajadores, el más cercano a Disney, Ub Iwerks para que entregue la carta al ya nombrado. Y así sucede. Walt llega a la casa de sus tíos y se dispone a leerla en su dormitorio. El escrito le hace sonreír debido a la cantidad de "piropos" que se le dicen, pero en sí, la carta lo había impresionado. Es por esto que el joven responde de inmediato, y envía aquella carta a la dirección que estaba escrita allí.

Posteriormente, este ciclo no hizo más que repetirse. Los días se volvieron meses, y durante ese tiempo, Joey y Walt entablaron una rápida amistad por correspondencia. Era impresionante el como ambos parecían entenderse a la perfección, llegando a comprenderse casi de inmediato al ser sus ideas tan idénticas. Fue entonces cuando Joey se atrevió a decirle que le encantaría verlo y conocerlo personalmente, y compartir con él cierta idea que rondaba por su mente; Cosa a la que Walt no vió problema alguno.

Por lo que, dentro de un par de días, dentro de un par de horas, ambos finalmente se conocieron cara a cara. Aquella primera conversación que tuvieron fue muy amena. En el transcurso de aquella charla, Joey pensaba en las palabras indicadas para hablarle correctamente a Walt sobre el tema. Un poco de tiempo tubo que pasar para que, luego de algunas bebidas ligeras, el asunto saliera de la boca de Drew.

En primer lugar Joey le muestra a Walt algunos bocetos realizados su persona en donde se observa lo que tiene en mente. En cada boceto se repetía la misma palabra: "La Máquina de Tinta". Y como el nombre indicaba, era un máquina pequeña y singular que producía tinta. Pero según Joey, esa máquina, lograría volver los sueños realidad ¿Cómo? Joey lo explicó a continuación. El joven habló de como había dedicado sus tiempos libres a investigar con profundidad el experimento de Émile, quien había querido dar vida a las caricaturas pero sin éxito. Prosiguiendo, Drew mencionó que encontró y mejoró ciertas fallas en el experimento de aquel hombre, además de acoplar un diseño más moderno y práctico al artefacto.

Por medio de su tinta, la máquina daría vida a un ser nuevo que estaría dotado de sentimientos. En su pensar jamás pasaría la idea de un comportamiento hostil, al contrario, ellos llegarían a ser personajes alegres y muy amables. Las caricaturas dejarían atrás todo rastro de hambre, tristeza e incluso de muerte, al igual que un recuerdo lejano. En pocas palabras, la máquina será la llave que daría inicio a una nueva vida perfecta.

Sin embargo, ¿El mundo aceptaría de buena manera tal regalo? ¿Lo cuidaría?

Como es evidente, este invento sobrepasaría el pensar en grande, el pensar fuera de la caja, y por supuesto el pensar fuera de lo legal. Además el que las caricaturas no estuvieran hechas de carne y hueso, el que no tuvieran extremidades comunes y el no poseer calor corporal los hacía completas monstruosidades para la humanidad, la cuál los rechazaría de con inmediata hostilidad. Es debido a todos estos hechos que deberían de mantenerlas en secreto si querían que llegaran a estar en el mundo real. El tiempo sería indefinido.

Y aunque podría considerarse completo por tener un capital decente, necesitaba a alguien más que lo apoyara en este proyecto. Es por eso que necesitaba a Walt, ya que, si trabajaban juntos, podrían lograr prácticamente uno de los mejores logros del hombre.

Dando por terminada su pequeña charla, el joven Drew le extendió su mano a Walt para que juntos se embarcarán en aquel gran proyecto. La manera en la que manejo y midió cada una de sus palabras, el acogedor tono que había usado y por último, la certeza permanente con la que hablaba, pidiendo convencer a cualquiera.

Pero aún así, Walt se negó, por diversos motivos.

Debido a su precaria situación económica y al hecho de que dependía de su hermano Roy como apoyo financiero era del todo suficiente como para decir que no. De paso vino a California con la idea de poder tener otro estudio, ser director de cine, Walt quería continuar con su propio sueño en vez de arriesgarse a compartir un sueño como ese. Finalmente y como cualquiera lo haría, dudó de la capacidad del artefacto para lograr semejante hazaña. Es por esto que, de manera respetuosa, Walt dió sus razones y pidió disculpas a Joey para seguidamente marcharse. Aunque, Disney no podía negar el hecho de que había quedado impresionado por la manera tan convincente en la que Joey había demostrado las pruebas de esos experimentos anteriores.

Ya sabemos que Joey no se quedaría de brazos cruzados. Él era el "showman", el hombre de los negocios, un joven con una mentalidad bastante madura a su edad, pero que a la vista de los demás era solo un simple idiota. También sabemos que lograría convencerlo, debía hacerlo. Pero para lograrlo tenía que seguir trabajando para poder ahorrar más.

De todas maneras, no es un proyecto del todo barato...

1924
Los Ángeles, California

Nos situamos ahora en la estación de trenes.

Walt se encontraba ansioso ante la idea de que en uno de esos trenes se bajaría su querido amigo Ub Iwerks. Y así fue. Walt lo recibió con un fuerte apretón de manos y una sonrisa en su rostro. Tiempo después, tras la insistencia de Walt, Disney Brothers Studios recibió a Ub como dibujante, uno de los mejores. Meses más tarde, también se contrató a la señorita Lillian Bounds, para ser una artista de tinta.

Hablando de amistades, la relación entre Joey y Walt no se había roto. Por supuesto que no. Aunque es cierto que las cartas no tenían la misma constancia, y que también la cuestión de la máquina y las caricaturas lo había tomado por sorpresa, todavía seguía creyendo que Joey era bastante brillante, y que no había perdido la cordura.

Fue luego de un tiempo de aquella conversación en el café, que Walt nuevamente fue citado por Joey. En la carta explicaba que lamentaba haberlo tomado por sorpresa con tal proyecto y que comprendía el hecho de tal reacción, ya que una idea así es difícil de tragar. Aún así, Joey prosiguió escribiendo sobre el deseo de que Walt se uniera a eso. Como punto final, la carta mencionó algo que sorprendió a Disney, y de hecho, lo convenció de unirse. El escrito mencionaba que Joey se ofrecería a pagar las primeras cuotas que exigiera la máquina, y Walt aportaría después en pequeñas cantidades. También escribió que no tendría que estar demasiado tiempo presente en el lugar, con asistir a todos los intentos de la máquina, bastaría.

Disney ahora tenía nuevas opciones que considerar y una nueva repuesta que ofrecer. Le tomaría unos días responder, así que mientras lo hace, volvamos con Joey.

El joven le había revelado a sus amigos la idea de traer a las caricaturas a la vida por medio de la máquina. Para sorpresa de Joey, Henry se había mostrado interesado en la idea. Él si creía que las caricaturas podrían estar en el mundo real, porque también había leído sobre los intentos del pasado, y se sentía atraído ante la idea de que tal vez, algún día pudiera lograrse tal hazaña. Y luego, cuando Joey pidió una repuesta por parte de Abby, ella se negó. No se mostraba muy convencida de que aquello fuera real y además dijo que preferiría no unirse al proyecto.

Para finalizar sobre los acontecimientos de este año, Walt había pensado en sobremanera cada una de aquellas palabras, y la respuesta definitiva que debería de darle a Joey.

"Hacer lo imposible es una forma de diversión".

¿Y quién no necesita algo de diversión en su vida?

1925
Los Ángeles, California

La Corporación Gent, una empresa que había labrado su propio nombre durante los últimos años. Fundada en el 1885, comenzó como una fábrica encargada de la colocación y la elaboración de ladrillos de arcilla. Hasta llegar al día de hoy, donde se volvió una compañía contratista, encargada de crear herramientas y maquinaría destinadas a servicios públicos y tareas de baja categoría. A mediados de 1924, Joey Drew reconoció que esta sería la empresa indicada para la mano de obra de su ambiciosa máquina.

Habló personalmente con un miembro del equipo de Gent, algo torpe pero bastante amable en el asesoramiento de la construcción de la máquina, su nombre era Wally Franks.
Dentro de un pequeño espacio de tiempo, ya poseía una considerable cantidad de personal a su disposición. Sin embargo, también tenía a su disposición aquel grupo de jóvenes artistas que logró convencer para unirse a este ambicioso proyecto. Eran un grupo pequeño pero suficiente, si se les podía decir así. Conformado Henry, Joey, Walt y Ub. Conoció el proyecto por medio de Walt, que le había hablado sobre Joey y la máquina. El último había entrado más por curiosidad que por ayudar. Pero de todas maneras, ahí estaba.

Mientras tanto, Gent fue un equipo competente y logró hacer un trabajo impecable al construir la dichosa máquina de tinta.

La máquina no era grande en sobremanera, pero tampoco era muy pequeña. Podríamos decir que medía lo mismo que un hombre promedio en Estados Unidos (5'7") o del mismo tamaño que un refrigerador. Era robusta y cuadrada, su exterior de compone de varios tubos, engranajes, pistones entre otros detalles mecánicos. Con una boquilla grande conectada a su frente, juntos tuberías largas y extendidas debajo. Y por último, un barril de metal lleno de tinta está conectado a la parte trasera de la máquina por medio de tuberías. Un barril rebosante de litros y litros de preciada sustancia negra. De tinta.

Estaba totalmente lista para ser puesta a prueba. Joey se sentía totalmente orgulloso de la creación que surgió de su mente. Pero, que deplorable fue para Drew que la máquina no lograra crear caricaturas y traerlos al mundo real como él deseaba.

Courtet y su máquina crearon a una pequeña mancha de tinta, que se movía lentamente, pero al cabo de unos segundos dejaba de moverse y no volvía a hacerlo. Como si muriese. La máquina de Joey Drew logró traer algo más grande al mundo, un ser de tinta del tamaño de una mesilla de noche más o menos. Esta se movía tambaleante hacía los jóvenes, para después de unos segundos, un segundo más que el anterior, la deforme masa de sustancia negra cae al suelo y se esparce en él, volviéndose tan líquida como el agua; Los jóvenes se quedaron pasmados al ver aquello... Finalmente se sentían convencidos de que tal vez, se pudiera traer una caricatura a este mundo. Pero Joey no se sentía igual, él estaba disgustado con el resultado.

El personal de Gent fue contratado para tratar una situación muy diferente a la que Joey planteaba ahora. Al saber lo que realmente el joven quería lograr, argumentaron que "deseaba hacer magia en vez de ingeniería verdadera". Aún así, Joey decía que tenía un punto a su favor que lo ayudaría a ser el éxito de tantos fracasos pasados. El personal Gent le hizo mil y un ajustes a la máquina de tinta, pero está seguía sin cumplir las exigencias de Joey Drew sobre una supuesta "tinta perfecta". Y aunque quisieran no podían hacerlo... "Sin importar el problema, grande o pequeño", ese era el lema que debían de cumplir, y más si el cliente estaba siendo responsable con su pago.

Para intentar mejorar el resultado, todos los jóvenes embarcados en este proyecto se vieron obligados a aportar más dinero a la máquina; Porque ella consumía tiempo, energías y dinero. Está constante y extenuante situación se mantuvo durante varios meses, muchos, llegaría a decir. Haciendo que los integrantes del grupo empezaran a molestarse con la situación.

Ub, que accedió a unirse, dependía del salario que Walt le daba, y que en algunas ocasiones llegaban a atrasarse. Henry no se sentía tan preocupado como el resto, en parte porque Joey no le exigía demasiado a su persona. Aún así, el comportamiento que mostraba Drew lo abrumaba. El propio Joey no se sentía preocupado en demasía por la idea de los gastos. En cuánto al miembro restante... Que podemos decir.

Walt tenía una empresa que mantener por su propia mano y parte de la mano de Roy, el hecho de estar aportando para la máquina le hizo tener ciertos roces con el pago de los empleados y con el propio Roy. Más complicada se volvía la situación si pensamos que Roy no estaba enterado de la máquina. Era obvio que esto desesperaba al joven Disney, quién cuando estaba al límite pensaba que haberse unido a tal invento fue un gran disparate suyo.

Y pensar que con todo esto en contra, la situación se llegó a resolver... De la manera en que Joey quería, para el encanto de todos.

La máquina lo logró, lo había logrado. ¡Finalmente lo hizo!

Pero... ¿Qué fue lo que la hizo funcionar? Fue una pregunta con bastante lógica para ser formulada. Sin embargo, esta pregunta solo obtuvo teorías y rumores al respecto, nadie dió una repuesta oficial sobre cómo sucedió exactamente tal cosa. Tanto Joey cómo Gent decidieron callar sobre ese asunto, jamás mencionaron a ciencia cierta cual era ese "punto a su favor" que ayudaría a la máquina lograr tal hazaña. Y el único de los jóvenes que estaba en el lugar donde ocurrió todo, Ub Iwerks, mencionó que para él "había sido un completo milagro".

Pero aunque no supiera cómo sucedió exactamente, ese día fue absolutamente memorable para el grupo de muchachos.

Ocurrió a finales de año. Ese domingo por la noche había transcurrido en lluvias incesantes; Los jóvenes Walt, Henry y Joey se habían ido a sus respectivos hogares debido a lo cansado que se había vuelto aquel día. Entretanto, todo el personal de la empresa Gent se encontraba arreglando y aseando la dichosa máquina tal como les había dicho Drew. Refunfuñando y maldiciendo el estar a merced de un simple niñato lleno de completas demencias...

Iwerks estaba en el sitio, pero a pesar de eso, estaba totalmente agotado por el trabajo en el estudio. De manera que, tomando una silla del lugar, se retiró a un sitio más apartado a tomar un pequeño descanso. Obviamente antes de hacerlo les había dado las instrucciones a Gent sobre que hacer cuando terminaran con la compostura de la máquina.

Pocos minutos tuvieron que transcurrir para que Ubbert cayera inmediatamente dormido en aquella incómoda silla. Tal vez pasaron segundos, tal vez pasaron minutos, o tal vez pasaron horas cuando se escuchó un alarido.

El sonido fue suficiente para despertar a Iwerks, quién temiendo por lo peor, se levantó tan rápido como pudo y corrió hacia el lugar, absolutamente lleno de intriga. Imaginen lo sorprendente que fue para el joven descubrir la causa del sobresalto... Julius.

¡Estaba fuera del papel!, ¿Cómo había ocurrido? No tenía ni idea.

Todo el personal Gent se alejaba de la caricatura, sintiéndose totalmente acobardados por su presencia, mientras que Julius se alejaba aún más de ellos intimidado por lo grandes que se veían para él. Ub fue el único de todos ellos que se acercó a paso lento, se agachó a su altura y sonrió, diciéndole que no debía de asustarse. Al aproximar su mano hacia el pequeño, este la aceptó y le sonrió, Ub por igual le mostró una sonrisa a Julius, la emoción que sentía en aquel momento era sin dudas descomunal.

Debía de avisarles a los demás, no podía contener está noticia hasta el día siguiente.

Les ordenó a los mecánicos que vigilarán a Julius mientras el volvía y sin ninguna demora corrió. Corrió tan rápido como sus piernas se lo permitieron en aquel momento, debajo de la lluvia y en la oscuridad de la noche.

Llegó en primer lugar a la vivienda de Walt. Tocó a su puerta con empeño y cuando este abrió, unas pocas palabras llenas de emoción sirvieron para hacerle saber a que se refería. Inmediatamente llamaron a Joey y a Henry para avisarles sobre el grandioso suceso. En pocos minutos, el subterráneo donde se escondía la máquina de tinta se llenó de la presencia de los maravillados jóvenes que venían a ver a Julius.

La caricatura no parecía tener defecto alguno. Joey fue el primero que se acercó a él, extendiendo su mano, el gato la olió antes de tomarla y acercase por completo a Drew. Joey lo seguía inspeccionando, en busca de algún defecto o fallo... Pero no encontró ninguno. Era perfecto, al parecer. Los jóvenes rieron y se abrazaron entre sí, completamente llenos de emoción en su ser.

Pero luego de la algarabía del momento, la pregunta vuelve a resurgir...: "¿El mundo aceptaría tal regalo?". Tan solo pensemos en lo que pasaría si Julius llegase a ser descubierto...

El mundo no le daría una cálida bienvenida ni le darían halagos a su persona. Al contrario... Le tendrían miedo; Si querían que la sociedad viera a las caricaturas con vida como un aspecto positivo, entonces tendrían que revelarlo más tarde, e ir preparándolos poco a poco para la gran noticia. Debido a estas razones, Joey exigió a todos los presentes, amigos y mecánicos, su absoluto silencio sobre la situación. Y también pidió algo más, específicamente a sus amigos... Cuidar y proteger a la máquina de tinta, la cual le había dado vida a sus sueños.

Todos aceptaron cumplirla.

1926
Los Ángeles, California

Cómo era de esperarse, la máquina se había llevado todos los ahorros que Joey estuvo almacenado para su estudio. Ahora tenía que comenzar de cero, otra vez. Sin embargo, Joey veía la pérdida de aquel dinero como algo que había valido la pena, porque ahora las caricaturas estaban vivas. Simplemente tendría que trabajar más para conseguir nuevamente el dinero que necesitaba.

Y hablando de caricaturas, es necesario pasar a la situación presente con Julius. Ahora que era totalmente real, necesitaba un lugar para mantenerse oculto. Sabemos que dejarlo con la máquina y los ingenieros Gent no era una buena opción, porque, si bien es difícil cuidar de un niño inquieto, imaginen lo difícil que es cuidar de una caricatura que es capaz de todo tan solo con el pensamiento, y encima con el mismo carácter. Por esta razón, los jóvenes se había repartido entre los cuatro la tarea de cuidar y esconder a Julius en la casa de cualquiera de ellos.

Y aunque en el día se encontraban ocupados, durante la noche podían examinar a Julius con detenimiento. Estos dibujantes aprovechaban estás escasas ocasiones para ponerlo a prueba, investigarlo y ver de todo lo que era capaz.

Pero ciertos sucesos ocurridos en este año preocuparon a Drew sobre la clandestinidad de Julius.

Por estas fechas, Walt ya estaba casado con Lillian; Luego, Henry conoció a Linda en una cafetería local en donde iba seguido y literalmente pedía lo mismo de siempre, ambos llegaron a conocerse más y tiempo después llegaron a casarse; En cuánto a Ub, no se sabe con certeza como conoció a Mildred, solo digamos que ella apareció en su vida y llegó a formar parte de ella en este año. Finalmente, Joey... Bueno, ¿Que podemos decir de este hombre? Él oficialmente pasó a ser el solterón del grupo.

Sin embargo esa no era su preocupación. El desasosiego que consumía a Joey era el pensar que sus amigos revelaran la existencia de Julius a sus esposas, y ahora que se habían casado, el hecho de que Julius no podría esconderse de manera segura en sus casas, porque ellas podían encontrarlo. Al compartir este pensamiento con sus amigos, ellos le aseguraron que la existencia de Julius se quedaría entre ellos.

Aunque todavía faltaba un asunto por arreglar, Drew debía de recurrir a cierta persona para que ocultara a Julius durante el día: Abby.

Cuando ella lo conoció, además de sentirse ternura por el ser que estaba enfrente de sí, finalmente había quedado convencida de que lo anteriormente dicho por Drew no eran incoherencias, sino algo que podía realizarse (Aunque no sabía exactamente como). Es más que obvia la reacción que tuvo Abby cuando Joey le pidió que cuidara y escondiera a Julius por la mañana mientras él trabajaba. Aceptó encantada.

Pero aunque los muchachos estuvieran casados, eso no significaba que no siguieran investigando a Julius. No obstante, esto produjo problemas en sus matrimonios como era de esperarse; El hecho de que sus maridos a veces se fueran sin dejar ni un solo rastro las mantenía preocupadas y con amplias dudas de infidelidad al respecto... Y sabemos que Julius es el peor amante que pueda existir.

Era una cálida tarde en la residencia de Disney y Bounds. El matrimonio se encontraba pasando un tiempo de calidad juntos, descansado del trabajo por una vez. Sin embargo el gatito tenía otros planes. Julius se había escabullido hasta llegar a la casa de Disney, por simple apego al hombre, nadie sabía que él estaba ahí. Y cuando empezaron a buscarlo, obviamente tuvieron que llamar a Disney e interrumpir su descanso. Walt se apresuró a responder, encontrándose con la voz de Joey, la cuál le avisaba que Julius no aparecía por ningún lado. Luego de que hubiera surgido una pequeña discusión entre ambos, el respiro de Disney terminó y tuvo que cortar la llamada para retirar de su hogar, avisándole a su esposa "Lilly" que saldría un momento pero verdaderamente no sabía cuando iba a volver. Esto entristeció a Lillian que preparaba para Walt su receta favorita; De todas formas, ella siguió cocinando adentrada en sus propios pensamientos. Tiempo después, a la mitad de su receta, se escuchó un estruendo que provenía de arriba, en el ático. Alertada, fue a indagar más sobre la causa de aquel sonido, dejando de lado sus quehaceres en la cocina y subiendo las escaleras que llevaban hasta el ático. No obstante, el ático seguía igual que siempre, totalmente desierto. Aún así, algo dentro de ella la motivó a seguir investigando, adentrándose con mucha más profundidad en el desván; Encontrándose planos, documentos y demás papeles que verdaderamente no entendía, pero que a pesar de eso, tenían la inigualable firma de Walt. Es debido a esto que ella se queda absorta en los escritos... Sin tomar en cuenta que alguien estaba observándola desde la lejanía. Él no la conocía, y ella tampoco a él, si querían llegar a ser amigos debían de presentarse, y sería él quien debía dar el primer paso. Sigilosamente, Julius llegan por detrás de la dama, toma su falda y la jala con delicadeza, llamando su atención en un instante. El sentir que algo la está tocando la asustó por completo, pero asombrado debió sentirse al mirar el suelo y encontrarse con la curiosa mirada del gato que su esposo solo dibujaba en viñetas. Jadeando de espanto, se aleja inmediatamente del personaje, chocando contra la pared y por consiguiente cayendo al suelo, mientras Julius intenta socorrerla. Afortunadamente para ambos, Walt vuelve a su casa en ese preciso momento, y alertado por los gritos de su esposa, sube rápidamente al ático, encontrándose con Julius intentado acercarse a Lillian y a esta tirada en el suelo con una mirada de asombro todavía presente en su cara. Disney le pide a Julius que se aparte de la mujer, lo cual obedece, mientras que Walt ayuda a Lillian a levantarse del suelo. Luego de este suceso, pasó casi una hora para que Lillian se calmara y quisiera hablar con Walt de una mejor manera sobre el asunto. Primeramente se disculpó con ella por no decirle sobre la existencia de Julius antes, después le explicó como es que el gatito había llegado a estar vivo por medio de la máquina, aunque pareciera gracioso e irreal, y también le explicó que Julius no era para nada agresivo. Sin embargo a lo que Walt hizo más hincapié fue a que por lo más sagrado que ella tuviera en el mundo, no dijera ni una sola palabra sobre Julius a nadie. Y por muy confundida que ella estuviera todavía, Lillian no dijo nada sobre Julius.

Walt informó a Joey sobre lo que había pasado en su hogar. Como era de esperarse Joey se enfadó ante la situación que se había hecho presente, un embargo, Walt le garantizó que Lillian era una tumba y no diría nada sobre el personaje. Tan veloz como el viento, esta noticia se esparció entre el grupo de jóvenes artistas, los cuales le pidieron a Joey si podían pensar en sí ellos podrían decirle a sus mujeres sobre la existencia de Julius. Con todo, Joey no dijo nada preciso al respecto. Simplemente meditó en la posibilidad.

Pero dejando de lado este asunto, podemos rápidamente mencionar otro pequeño acontecimiento que se inició en la mente de Walt a lo largo de este año. Disney tenía pensando crear nuevos personajes que acompañarían a Alicia en sus aventuras, y aunque todavía no contaba con una idea definida al respecto quería que fueran un par de gemelos, niño y niña.

1927
Los Ángeles, California

Pero mientras que Joey piensa en una respuesta para sus amigos, seguimos observando como el comportamiento de Julius no es el mejor ante el anonimato que se le quiere imponer. A pesar de ello, el gato tiene una razón por la que hace todo esto. En su ser está la desesperada necesidad de conocer a más personas debido a su naturaleza amigable. O tal vez en el mejor de los casos, a alguien como él, una caricatura viva.

No obstante la consecuencias de tus actos siempre estarán presentes; Todo ocurrió de golpe, al igual que una avalancha. Los jóvenes, los empleados, las esposas y sobre todo Julius...

¿Dónde podrías encontrar caricaturas? Obviamente en un estudio de animación. ¡Y que mejor que ir al estudio de tu queridísimo creador Walt Disney a buscar más caricaturas como tú!

Al llegar a su oficina y abrir su maleta Julius le dió una gran sorpresa a Disney, quién se sintió frustrado ante la presencia del gatito. No podía estar aquí, Roy y él tratarían hoy un asunto en la oficina con los dibujantes del estudios, entre esos, Ub. No podía esconder a Julius en otra parte, así que rápidamente tuvo que encerrar a Julius en el maletín, sin ningún otra opción presente. Luego de esto, Walt llama a Ub para que venga a buscar al gato y lo lleve con Lillian. No obstante, Roy se adelantó, queriendo tratar el asunto de manera inmediata, llevando así a Ub y a los demás animadores a la oficina de Walt. Es por eso que, Mientras los minutos se volvían horas, Julius empezó a sentirse desesperado y en su mayoría aburrido de estar encerrado ahí. Fue debido a esto que el gatito empieza a intentar salir, tirando constantes rasguños al cierre y por lo tanto provocando que la maleta se moviera bruscamente en repetidas ocasiones, desconcentrado a todos los presentes y sobre todo a Walt, que ya de por sí estaba totalmente perdido de lo que se trataba en aquella reunión. De un momento a otro y repentinamente el joven Disney pidió salir un momento de la oficina, acompañado de Ub y del dichoso maletín. Apenas se encontraron fuera de la oficina, Walt pidió a Ub que tan rápido como pudiera llevara el maletín a casa; Sin embargo, antes de que tan siquiera pudiera retirarse, Roy apareció, enfadado por la repentina salida de su hermano ante un tema tan importante que tenía que ver con el funcionamiento de la empresa.

Las palabras nerviosas, las miradas molestas, las excusas y el ya de por sí enorme momento incómodo entre los hermanos no pudo faltar, además de que Ub estaba paralizado justamente en las escaleras. Pero por mientras el gatito se mantenía determinado a salir de su "prisión", ¡Y que fácil fue para Julius dejar su pequeña garrita enganchada en el cierre del maletín!

Simplemente tuvo que tirar hacía el extremo de este para finalmente salir. Pero su salida no fue del todo gloriosa, ya que al poner un pie afuera cayó por las escaleras y rodó hasta caer de cara en frente de los dibujantes del estudio. Es obvio que nos imaginamos cuáles fueron sus primeras reacciones.

Pero ahora, adelantemos un poco el tiempo, a la noche para ser más exactos. Nuevamente estamos en el departamento de Drew dónde para decepción del joven, nuevamente fue avisado con otra noticia del mismo tipo: Julius había sido descubierto. Pero antes de que tan siquiera pudiera formular su enojo, Walt le habló sobre cierta propuesta enviada a su persona; Luego de que la mayor parte del estudio viera a Julius, más que quedar pasmados de miedo, habían quedado asombrados por el hecho de que el gatito estuviera con vida. Inmediatamente preguntaron cómo lo habían logrado, y aunque Walt no respondió con claridad, ellos suplicaron que darían todo lo que tuvieran en sus cuentas bancarias para que lo que sea que le hubieran hecho al gatito para traerlo a la vida, lo hicieran con las demás caricaturas, y así, hacer su trabajo más ligero.

El joven Drew se mantuvo en silencio durante un tiempo, pensando en aquella propuesta.

Y luego de algunos días, Joey volvió a aparecer en el estudio, con la repuesta de tan ansiosos artistas al fin. "De acuerdo", esas fueron sus palabras ante todos los empleados del estudio, Joey aceptaría que más las caricaturas vinieran al mundo real. No obstante, él establecería ciertas reglas al respecto que ellos deberían obedecer si querían que la tinta les fuera cedida.

Primero, solamente las caricaturas que tuvieran el papel de protagonistas podrían salir del papel, mientras que los demás personajes debían de ser animados y dibujados a mano. De esta manera se podría tener un control más completo sobre cada una de las caricaturas.

Segundo, las caricaturas debían de quedarse dentro de sus estudios y no salir fuera de ellos, para que así no sean vistas por las demás personas. O de lo contrario, todo se volvería una catástrofe.

Y como última regla, Joey exigió cierta cantidad monetaria para cederles a estos animadores la "tinta mágica" que tanto deseaban.

Todos los dibujantes prometieron de manera vehemente que no dirían ni una sola palabra sobre las caricaturas y cumplirían todas las reglas establecidas por Joey. De todas maneras, cualquiera guardaría un secreto que trae consigo si una manera de trabajo más fácil junto a ganancias más rápidas. Fue así que, luego de arreglar ciertos acuerdos con los empleados de Walt Disney Studios, la transacción de la tinta comenzó a ponerse en marcha. Joey llegó al día siguiente con un pequeño tintero dentro del maletín que traía. Cuando lo sacó, fácilmente se podía notar que la tinta dentro del recipiente burbujeaba juguetonamente; Acto seguido, el joven tomó su bolígrafo y luego de sumergirlo en la tinta burbujeante repasó con sumo cuidado cada una de las líneas de una caricatura. En un corto instante, el personaje comenzó a salir del papel, para la sorpresa de todos en el estudio.

La noticia de esta tinta y su extraordinario poder había corrido rápidamente por aquellos pasillos interminables que conformaban cada uno de los estudios de animación. Llegando así incluso al mismísimo estudio de Pat Sullivan, quién pidió que se le fuera enviada una cantidad para traer a la vida a su caricatura, Félix el Gato. Y muchas más peticiones de este tipo llegaron a Joey, Walt, Henry y Ub, los cuales hicieron tratos con aquellos estudios para cederles la tinta.

Tal y como se había llevado a cabo la construcción de la máquina, de igual manera la tinta fue dada clandestinamente a los estudios que la habían pedido y pagado; Dando como resultado que en poco tiempo, una cantidad considerable de caricaturas llegaran al mundo real gracias a esta tinta. Pero no solo eso sino también el hecho de que Joey llegó a poseer en poco tiempo una parte del dinero que había gastado.

¡Y pensar que todo esto había empezado como un "pequeño proyecto" salido de la mano de tan mozos dibujantes!

Y todo gracias a la máquina, que mediante su creación, cambió por completo el concepto que se tenían sobre la animación y las caricaturas. Volviéndose lo último en tecnología artística y revolucionando por completo a la industria.

Cabe mencionar que, bueno, con todo lo que había ocurrido, Joey aceptó (Aunque a medias) que sus amigos le dijeran a sus esposas sobre la existencia de Julius. Es por eso que un día como cualquier otro, ellas llegaron al estudio de Disney acompañadas de sus maridos y con el permiso de Walt entraron a la habitación en donde se grababa, observando así a Julius, saltando y actuando totalmente fuera del papel. Ellas admitieron haber sentido cierto temor al principio, pero rápidamente aquel temor se volvió admiración y encanto hacía el personaje; Luego de explicarles con detalle la situación que se presentaba con el felino, ellas comprendieron y aceptaron guardar el secreto sobre la existencia de Julius.

Ahora, dejando de lado este hecho y pasando a lo siguiente, es destacable mencionar otro suceso que ocurrió en el estudio de los hermanos Disney durante este año, pero aplicando más al propio Walt. Es sobre cierto personaje, un conejo, que acaparó un lugar muy especial en su corazón.

Oswald, el conejo de la suerte

La creación de este personaje comenzó cuando Mintz le pidió a Iwerks y a Disney crear a un nuevo personaje, que más tarde por sugerencia de Carl Laemmle, fundador de Universal, se convertiría en un conejo. Paulatinamente el personaje fue cambiando, y llegó a ser un conejo joven casado con una gatita llamada Ortensia y también padre de 420 conejitos. La caricatura fue del gusto de Universal, para quien él estudio de Walt trabajaba y producía cortos animados. Él llegó a vivir junto a su esposa Ortensia.

Y, a pesar de que Oswald no era por autoría de Disney, sintió un inmenso apego y cariño por ese conejo granuja que hacía cualquier cosa para llamar su atención.

Pero a pesar de la alegría inicial que produjo Oswald, el ambiente en el estudio de Disney cada vez era más tenso, mayormente porque George Winkler, cuñado de Charles, había estado yendo frecuentemente al estudio a vigilarlos. Además, Margaret había pasado a su marido la distribución de los cortos, prácticamente retirándose de la industria.

Pero, dejemos de lado por un momento esta situación, y pasemos a hablar sobre algo más alegre. Sin dudas el mejor regalo de Navidad para Julius fue el nacimiento de los nuevos personajes que aparecerían en las aventuras de Alicia: Liddell y Lutwidge Carroll, o como se les suele conocer, "Los Hermanos Carroll". Julius finalmente se sentía pleno, había otros como él con los cuales compartir y jugar hasta el cansancio.

1928
Walt Disney Studios

Charles Mintz había citado a Disney para encontrarse en Nueva York y tratar un asunto con él. No dijo que fuera, solo dijo que debían verse pronto. Ni el joven ni su hermano estaban del todo convencidos, aún así, Roy le convenció de ir ya que tal vez así podrían negociar con Mintz un aumento de sueldo y finalmente poder pagarles a sus dibujantes lo merecido. Walt acepta ir acompañado de Lillian. No obstante, al llegar se encuentra con una dolorosa verdad.

Además de negarle un aumento, Charles revela que George convenció a todos los artistas para que dejaran a Walt y se unieran a trabajar en los estudios de Charles Mintz por una mayor suma de dinero. Como estocada final, Mintz le entrega un contrato a Walt en el cuál está escrito que si firma entregará toda la propiedad de los estudios Disney a el estudio de Charles a cambio de un salario de 200 dólares a la semana. Al verse en aquella situación, Walt Disney simplemente se levanta de su silla y se retira. Lo que significaba dejar atrás a Oswald... Su conejo preferido.

Estar por completo en las manos de Mintz fue algo horrible para el pobre conejo que a estas alturas, dudaba de su suerte. Charles era un hombre que se interesaba en las caricaturas simplemente por el dinero que pudiera conseguir de ellas. Trataba a Oswald a patadas, a él y a su esposa. Y cuando ese Charles amenazaba con meterse con uno de sus hijos, ¡Oh! ¡Jamás podrían imaginar lo enojado que Oswald se sentía! A esto sumenle el sentimiento de sentirse abandonado por Disney.

La situación del conejo y su familia se extendió, y hubiera seguido siendo así de no ser por Universal, que echó a Charles de sus estudios por lo insatisfecha que estaba con su trabajo. Debido a esto, la serie del conejo afortunado tuvo que continuar sin la participación de Mintz y la producción de esta fue asignada a un grupo de dibujantes, donde el cabeza de todos ellos era Walter Lantz.

Walter era afable, humorístico, un buen hombre en pocas palabras. Tenía buenas ideas y sabía cómo desarrollarlas en los cortometrajes, lo demostró a la perfección cuando se le asignó la serie de Oswald, a quien trató con mucha amabilidad, a él y a sus hijos. Oswald se sentía agradecido con este sujeto, realmente agradecido.

Por otro lado, en Los Ángeles, Walt nuevamente tenía que comenzar desde cero, aún así, la voluntad de no darse por vencido late dentro de él aún más fuerte. Con el talentoso Ub de su lado, empezó a dar ideas para un nuevo personaje sobre el cual si tendrían derechos, y esas ideas eran plasmadas por Ub en el papel. Muchos bocetos muestran distintas especies de animales, con características llamativas y personalidad humorísticas, pero Walt solo se fijó inmediatamente en uno. Una pareja de pequeños ratones. Tomando y perfeccionando la idea del boceto, nace el ratón. Nace Mortimer.

Su estreno en cines fue una completa sorpresa, y más porque los ratones eran una especie poco utilizada en el cine; Lo que le permitió al personaje destacar de entre la mayoría. "Steamboat Willie" sin dudas fue el cortometraje sonoro que catapultó a la fama tanto a Walt Disney Studios como al ratón, que fue rebautizado con el nombre de Mickey Mouse, y su novia como Minnie Mouse. Gracias al rotundo éxito de los ratones, se crearon muchos más personajes que los acompañarían en sus aventuras, tales como Goofy, Donald Duck, Clarabella, Horacio, Pluto, ¡Y muchos más!

1929
Los Ángeles, California

Aunque debemos recordar que este año ciertamente estuvo fuertemente ligado con la creación de Joey Drew Studios y el mismísimo nacimiento del personaje que lo representaría, no podemos negar ni dejar a un lado el hecho de que esté año se vió marcado por la incertidumbre, por el conflicto y por la desgracia.

Pero seamos sinceros aunque sea solo una vez, siempre preferimos escuchar las buenas noticias antes que las malas. Así que, hagamos lo mismo aquí.

A principios de año, Joey había estado echando un vistazo a cierto edificio en venta. La edificación se caracterizaba mayormente por su imponente altura y por el gran espacio que poseía, dentro del edificio habían varias oficinas, unos cuantos baños y lo demás era un completo espacio a llenar. No está de más decir que los ladrillos rojizos daban un aspecto llamativo a dicho lugar.

El propietario de aquel edificio accedió venderle las primeras plantas del sitio a cambio del capital que Joey poseía en ese momento. Solamente imaginen el sentimiento de logro que sentía el joven en ese preciso momento, finalmente tenía entre sus manos la razón de su mudanza a Los Ángeles: su anhelado estudio. Sin embargo, todavía faltaba algo muy importante para que su sueño estuviera definitivamente completo, necesitaba de una cara que representara al estudio y un personaje con el cual él pudiera sentirse identificado. Y si bien Joey asumió que con el tiempo lo descubriría, la verdad es que aquella misma noche conocería al personaje que necesitaba.

Fue en aquella calurosa noche cuando Abby llegó al apartamento de Joey acompañada de la presencia de Henry. Abby le dice a Joey que Henry y ella habían estado trabajando en cierta idea que había propuesto Drew hace unos días atrás: Un diablillo hecho caricatura, basado en una obra que habían hecho Joey y Abby hace algún tiempo. La noche transcurre en el suelo, apoyados en el espaldar de viejos sillones, con un lápiz semi gastado en mano y bocetos vagos sobre la apariencia del diablillo, unido al hecho de que tanto Joey como Henry daban ideas sobre el aspecto del personaje, mientras Abby observa en completo silencio.

Fue en un momento dado, entre líneas de más y borrones con manchones, que él había cobrado vida. Ellos habían causado el nacimiento del diablillo danzante: Bendy.

Joey reconoció que el dibujo era de calidad excelente, tanto así que Drew le ofrece rápidamente a Stein trabajar para él en su estudio. Sin embargo Henry más bien propuso estar con Drew pero no como su empleado, sino como un socio. Luego de llegar sin discutir a ciertos ajustes en el contrato, Henry y Joey se dieron la mano. Aceptando ambos el acuerdo.

Esta claro que esté año no solo significó el origen del pequeño Bendy, también significó el nacimiento de una pequeña unión entre Drew y Stein. Todo gracias al diablillo.

¡Joey Drew Studios contrató a grandes talentos! Tales como Norman Polk, Sammy Lawrence, Jack Fain, John Patrick, Hemmings, Dave, y muchos otros que todavía siguen en nuestras instalaciones hasta el día de hoy. Gracias a ellos, Bendy se volvió un rotundo éxito en poco tiempo; Su serie había llamado la atención de grandes y pequeños. Este notable crecimiento contribuyó a la creación de nuevos personajes, sin embargo, solamente uno de ellos quedó con el papel de deuteragonista en la serie: Boris, un amigable y nervioso lobo que acompaña fielmente a Bendy en cada una de sus travesuras. Ambos personajes lograron hacer que la empresa naciente alcanzará rápidamente fama y se volviera un reconocido estudio de animación.

Muy bien, ahora que hemos escuchado las buenas noticias, ya nada puede retrasar a las malas noticias.

Como hemos venido hablando a lo largo de todos estos años, la animación ha estado ganando un auge inmenso, haciéndose notar cada vez más en la sociedad de los Estados Unidos, además del cine. Es debido a esto que según la mayoría de los dibujantes decían que la década de los 30's pintaban ser una magnífica y sublime época de oro para todos los estudios de animación. A finales de año, se empezaron a crear muchos más estudios, muchos más cortometrajes, muchos más personajes, y por supuesto, una excesiva clandestinidad.

Entre tantos y tantos estudios nuevos, la empresa C.O.M.I.C.K se había ganado cierta importancia al distribuir y producir los cortos animados de su personaje protagonista Cherry Cherman Bear; Un típico nerd con gafas gruesas y moño a lunares al que absolutamente nadie quería. Sin embargo, ese personaje que era considerado como un tierno y estúpido oso causó que la reputación de las caricaturas se manchara de espesa sangre.

Cherry enloqueció, y volviendo sus enguantadas manos en filosas garras acabó con la vida de 200 empleados que trabajaban en su estudio. Y no solo eso, ya que Cherry tomó todos sus cortometrajes, sus carteles y sus peluches, juntandolos en un mismo sitio y encendiendo fuego en ellos. Las llamas comenzaron a volverse incontrolables y llegaron a expandirse por todo el estudio, durante este incendio, la caricatura huyó del sitio sin ser visto por algún humano o por alguna caricatura. De esta manera, dió paso a un nuevo ente que tenía por nombre Skitzo.

En consecuencia de sus acciones, todo Estados Unidos se vió en medio de una serie de eventos que colmaron la paz de los americanos y que azotaron al país como un violenta ráfaga de aire. La devastadora noticia llegó de inmediato a la oficina del aquel entonces presidente, Herbert Hoover, quién ante la situación, tomó acciones inmediatas. Comenzando por buscar que había ocasionado tal incendio.

De manera progresiva, Hoover descubre por medio de los forenses que los cuerpos de los empleados tenían laceraciones profundas que ocasionaron su muerte mucho antes de que el incendio ocurriera. Y además de esto, se encontraron pistas dentro del estudio que parecían indicar el extraño vínculo que existía entre el deceso de los empleados y una especie de máquina o tinta. A su vez, el artefacto estaba relacionado con un grupo de jóvenes artistas que nada tenían de especial.

No obstante, al existir está mínima sospecha, Herbert mandó de manera vehemente buscarlos y traerlos ante él.

Cuando la policía irrumpió en sus hogares (Y en el caso de Joey y Walt, en sus estudios. Que fueron cerrados de manera temporal) para buscar pistas sobre el incidente del estudio C.O.M.I.C.K, encontraron a Julius y a Los Hermanos Carroll escondidos en casa. Las caricaturas fueron llevadas junto a Walt Disney, Joey Drew, Ubbert Iwerks y Henry Stein ante la Casa Blanca en Washington para ajustar cuentas con el gobierno de los Estados Unidos de América. El trío de caricaturas temblaba de miedo tan solo por ver las enormes armas de fuego que portaban aquellos hombres. Y peor fue para los dibujos animados, que en cuanto pusieron un pie allí fueron confiscados de las manos de los dibujantes y llevados ante el presidente, él cual quedó en completo impacto al ver a las caricaturas vivas.

Esta noticia pronto llegó a los oídos de los demás estudios, generando en los encargados de aquellas empresas un temor profundo por sus vidas y por las de sus caricaturas. En cambio, es en este instante cuando una pequeña caricatura demuestra su enorme valentía ante la situación.

Mickey Mouse fue el autor de tal hecho, buscando sin descansar un escondite para su semejantes, en las afueras de la ciudad, un sitio que no conocieran los humanos; Prontamente reconoció que el Monte Lee sería el lugar perfecto. Inmediatamente avisa a cuántos estudios puede sobre aquel lugar, y en cuanto ellos reciben la noticia del ratón lo obedecen y refugian a sus creaciones en el monte. Gracias a la actitud de Mickey, todas las caricaturas existentes en aquel momento lograron salvarse, incluido el pequeño Bendy.

Ahora, regresando con la situación en la Casa Blanca, podemos observar como el presidente estallaba en una completa indignación al pensar erróneamente que ellos habían dado vida al dibujo animado y le había ordenado acabar con la vida de todo el personal del estudio y encima causar el incendio. A pesar de ello, el presidente solamente tiene razón en una sola cosa: Las caricaturas vivían gracias a la máquina.

Es debido a este furor que empieza a tomar acciones inmediatas contra todos los involucrados.

En primer lugar, crea una enorme demanda a la compañía de Gent y a todas sus sucursales, donde debían pagar una cantidad incontable de dólares si querían abrir su empresa de nuevo. Luego colocó demandas en contra de todos los estudios de animación que usaron la "extraña técnica de la máquina" para crear a las caricaturas; Los estudios quedan cerrados hasta nuevo aviso y los bocetos de caricaturas que estaban en aquellos lugares fueron quemados por completo. Todos siendo acusados de atentar contra el gobierno.

A lo largo de estos acontecimientos, Joey pedía con empeño que se le concediera hablar con el señor Hoover sobre la situación actual. Sin embargo, fue solo después de todas las demandas que finalmente se le concedió su petición.

Hemos mencionar que por mucho que el rostro de Joey mostrara una serenidad inquebrantable, dentro de sí, se hallaba desperado y ansioso, queriendo solo mantener a su máquina y a las caricaturas a salvo entre todo este caos que se había desarrollado. Milagrosamente, a pesar de la incalculable ira que poseía el presidente en aquel instante, Drew logró razonar con él, aunque no con la rapidez que deseaba. Y, como no quisiera cuestionar lo dudosos acuerdos de política de nuestro país, solo digamos que ambos llegaron a un acuerdo legítimo. Las demandas imputadas por el presidente cambiarían.

En vez de exigirle a Gent pagar una cantidad ridícula de dólares para poder abrir de nuevo la empresa, el precio que tendrían que pagar por su actitud permisiva sería cuidar indefinidamente de la máquina, y no dejar que se saliera de control. Las demandas contra los estudios de animación y contra ellos serían retiradas si procuraban vigilar a sus caricaturas y no dejar que se volvieran en contra del ser humano, además de no crear más dibujos animados hasta que se supiera exactamente quienes eran y que hacían. Y sabemos bien lo que esto iba a significar para las caricaturas...

Julius, Lutwidge y Liddell serían llevados a un laboratorio de índole científica, donde los expertos podrían determinar con mayor facilidad si esta "especie" podría significar "una amenaza o un peligro mortal para la humanidad", esto se determinaría por medio de ciertos experimentos en los cuales se observaría su comportamiento y reacción ante ciertos estímulos. Estas pruebas abarcaban todo tipo de experiencias... Y cuando digo todo, significa "todo"...

Estaba claro que de momento ninguno de ellos podría volver con los dibujantes a California, pero ellos si podían volver ahora que arreglaron las cosas. Y debían de hacerlo si no querían más problemas de los que ya tenían.

Justamente al volver a Los Ángeles, la exasperante Gran Depresión empezó... Lo cual agravó todavía más los problemas que ya de por sí los jóvenes dibujantes tenían encima.

En primer lugar, la máquina había sido transferida de su aposento original hacía las instalaciones subterráneas de Gent, como se había dicho con anterioridad; Por desgracia, este ajetreo ocasionó que el valioso artefacto empezara a presentar averías continuas en las que se debían gastar. También podemos mencionar la situación del Joey Drew Studios, que aunque había tenido un buen comienzo a principios de año, rápidamente la naciente empresa comenzó a presentar conflictos económicos y persistentes quejas de sus trabajadores, los cuales se molestaban por tener que realizar horas extras casi a diario, no contar con las herramientas necesarias para su trabajo y, sobre todo, el hecho de que Joey estuviera exigiendo cada vez más cortometrajes de alta calidad para mantener al estudio en pie y no caer en la quiebra. Finalmente y como guinda del pastel podemos decir que, durante lo que restó del año, no se volvió a escuchar ni siquiera una pequeña noticia sobre lo Hermanos Carroll o Julius...

Todo parecía irse en picada, al igual que la bolsa de valores.

1931
Los Ángeles, California

El hecho de no tener a Julius y los Hermanos Carroll ahí, la persecución del gobierno en contra de las caricaturas, las maquinaciones y presunción que había demostrado Pat Powers sobre la compañía Disney, y por último, el doloroso retiro de Ubbert Iwerks por culpa de Powers... Todas estas cosas no hicieron más que colmar la mente del pobre Walt, que sufrió una fuerte crisis nerviosa.

Por recomendación de su médico, debía de tomar unas largas vacaciones para poder relajarse y recuperarse de la crisis que sufrió. Debido a esto, Walt se fue a un Hotel Nacional de Cuba junto a su querida "Lilly". Pero antes de tomarse aquellas vacaciones, Disney había dejado unos planos, más parecidos a bocetos de caricaturas, en la oficina del presidente Herbert Hoover junto a una explicación escrita en donde mencionaba exactamente que eran aquellos dibujos.

Como Joey había predicho, las caricaturas no serían amadas en el mundo humano eso se vió de manera clara cuando fueron descubiertas y la entera población estadounidense se empezó a sentir insegura e intimidada ante la presencia de estos seres. Es por esta razón que Walt reflexionó en una solución justa para ambas razas, ¿Y que mejor que una ciudad de dibujos animados que fuera únicamente para las caricaturas? Ahí ellos podrían ser libres de usar sus habilidades, y poder alejarse del ser humano sin causar daños. Claro, esta ciudad debía de estar apartada de la zona residencial californiana, por lo que el sitio perfecto para la gran ciudad podría ser el Monte Hollywood, una zona prácticamente abandonada; El presidente Hoover vió está medida como apropiada y aprobó que se empezara la construcción de la ciudad aquel mismo día.

Ahora, la mayor parte del proyecto caía sobre la capacidad que tuviera la máquina para producir las cantidades de tinta que fuesen necesarias. Afortunadamente, el artefacto logró ser eficiente e hizo uno de sus mejores esfuerzos para producir tinta de calidad; Diariamente se registraban las cantidades de tinta que había producido la máquina, sin presentar fallo alguno. Podían ser desde 14 a 19 galones diarios. Aún cuando la construcción de esta ciudad requirió 7.103 galones de tinta pura.

1932
Washington, D.C

El grupo de dibujantes había sido nuevamente citado a la imponente Casa Blanca, debido a un asunto de su interés, ¡Julius y los Hermanos Carroll les serían devueltos! No podían imaginar lo felices que se sentían con esta noticia.

Solo transcurrieron un par de segundos para que todos apreciaran a una sombra fugaz que corrió en su dirección apenas las puertas se abrieron. Era Julius sin dudas. El gatito corrió emocionado hacía ellos y se lanzó a abrazarlos con todas las fuerzas que tenía en su ser. Su cola inquieta, sus ojos brillantes y esa sonrisa que no dejaba de ensancharse mostraban lo feliz que se sentía el felino al verlos otra vez. Sin embargo solo salió él. Detrás de la caricatura, salió a su encuentro Hoover, en compañía de sus guardaespaldas. Cuando ellos le preguntaron por Lutwidge y Liddell, Herbert manifestó que la razón por la que Julius volvía a estar con ellos era porque se negaba a cooperar en los experimentos hechos hacía su persona. En cambio, los Hermanos Carroll poseían una fuerte importancia que se ponía a prueba de otras maneras por parte de los científicos. Por último, el gobernante añadió que debían de marcharse sin rechistar y agradecer el simple hecho de que el gato de dibujos animados estuviera con ellos. Y al poseer aquel hombre más poder que ellos, obedecieron, sin nada más por hacer.

Tiempo después, exactamente a finales de año, Herbert pensó que se habían realizado los "experimentos necesarios" con las caricaturas para determinar si representaban un peligro para la población. Unido a esto, tenemos el hecho de que al mismo tiempo, se promulgaron nuevas leyes que definirían el papel que las caricaturas tendrían en la sociedad americana. También hemos de destacar que gracias a estas leyes se abolió la norma de no traer más caricaturas al mundo real, pero que a pesar de esto se debería llevar un control mediante el registro de cada una de ellas ante el gobierno de Los Estados Unidos de América.

Sin embargo, todas estas leyes son interminables, incontables y muy agobiantes, por lo que de momento no las mencionaremos. De todas maneras, ustedes irán aprendiéndolas con el tiempo.

1933
Los Ángeles, California

Al ser reconstruida, aquella vieja zona residencial en ruinas y hundida en una completa miseria, se había vuelto un colorido y ruidoso mundo de dibujos animados, en donde las caricaturas podrían residir bajo sus propias normas sin interferir con el mundo humano. Y todo para el 14 de Junio, cuando fue inaugurada. Walt le había asignado a la mega ciudad el nombre de "Bujolandia"; Además, el recientemente nombrado presidente Franklin D. Rooselvet, transfirió de manera segura a todas las caricaturas que existían durante aquel entonces a la colorida ciudad. Y aunque es cierto que algunas estaban acostumbradas a una vida junto a sus creadores y al mundo humano, la gran mayoría se sintió libre de toda presión humana. Además de esto, a la ciudad le fue asignada un líder humano que se encargaría de mantener el orden en la ciudad. Marvin Acme era su nombre, un carismático animador de antaño que con su afable personalidad y ocurrente ingenio logró ocupar un alto puesto en la recientemente inaugurada ciudad. Y contrario a lo que se pudiera pensar, este hombre era maravillosamente amable con todas las caricaturas. Algunos se referían a él como: "El Rey de Bujolandia".

Pasó un poco más de tiempo para que se sentaran las bases de un nuevo acontecimiento muy especial, sobre todo en Joey Drew Studios. Aquel día, un 12 de Septiembre, se estrenó el cortometraje animado "Sent From Above", donde una nueva estrella salida de la talentosa mano de Joey Drew y Henry Stein hizo su primera aparición en pantalla grande. ¡Nada más y nada menos que Alice Angel!

Gracia al nacimiento de este precioso ángel, Joey recaudó suficiente dinero para realizar la compra de los pisos restantes del Joey Drew Studios, y así, volverlo todo suyo. Alice siguió atrayendo amplia fama a su nombre durante varios años. A pesar de todo, ella jamás logró opacar el lugar que Bendy se había ganado en el corazón del público norteamericano.

Nadie jamás podría lograr tal cosa...

1939

Walt Disney Studios

Y nuevamente estaba delante de aquel estudio donde una vez había trabajado con quien era su amigo.

¿Cómo se había dejado convencer de Pat Powers? Al final de cuentas, aquel hombre lo privó de su respaldo económico luego de que el Iwerks Studio, se hundiera en una inevitable bancarrota después de que el protagonista de los cortometrajes, Flip The Frog, desapareciera y jamás se volviera a hallar rastro de él...

Ub había estado trabajando para diversos estudios últimamente, y durante aquel tiempo, había encontrado algo que seguro llamaría la atención de su viejo amigo, no podía quedarse callado. Debía de contárselo. Su llegada al estudio sorprendió a varios trabajadores, e inclusive a Walt, que no sabía de él desde hacía años atrás. Por su parte, Iwerks se armó de valor y le pidió a Walt que, primeramente, lo perdonara y que lo escuchara.

La reacción inicial de Disney fue quedarse callado; No obstante, hizo un ligero movimiento con la cabeza que le dió a Ub la libertad de seguir. Ub mencionó que está vez, quería luchar por lo que había creado y devolver la creación a su dueño. Momentos después, Iwerks sacó del maletín que traía en manos, una escritura larga en una simple hoja de papel.

Disney tomó la hoja, y acercándola a él, la miró y formuló la que pregunta que Ub deseaba: "¿Que es esto?".

Ub Iwerks era un hombre de palabra. Una pequeña sonrisa se formó en el rostro de Iwerks y las únicas palabras que salieron de sus labios fueron:

- Debemos traer a Oswald de vuelta a casa.

1940
Universal Studios

¡El ansiado momento había llegado al fin! Oswald finalmente sería devuelto a casa. Gracias a las acciones legales de Disney y a la iniciativa de Ub, The Walt Disney Company recobró los derechos sobre el personaje y sobre los 26 cortos animados que habían sido rodados por Walt en la década de 1920. Walt estaba ansioso de ver al conejo cuando llegó a Universal.

Mientras tanto, allí en la entrada, todas las caricaturas creadas por Walter Lantz esperaban a Oswald para darle una despedida como era debido. Entre ellas, El Pájaro Loco, que era un buen amigo de Oswald.

El conejo se había enterado antes de todo lo que estaba haciendo Disney para recuperarlo por medio de Walter que se lo había mencionado antes. Sin embargo, el conejo no se sentía para nada alegre por la situación. Realmente él no quería dejar Universal, no quería dejar a Lantz, Oswald se había apegado a su trabajo y a las demás caricaturas ahí, como si fueran de su propio estudio... Lo único bueno que veía en toda esta situación era que podría venir a visitar a Walter tantas veces como quisiera.

Finalmente Oswald, Ortensia y los Conejitos Bebé habían llegado al hogar de la familia Disney, donde todos sus integrantes lo esperaban en la entrada.

Una pequeña cena marcó la ocasión perfecta para que Oswald pudiera hablar sobre como habían sido sus años en Universal, y también marcó la ocasión perfecta para hablar la verdad sobre la creación de Oswald, sobre todo a Mickey, quién desconocía en gran medida el asunto. Fue una larga noche.

Oswald dejó de aparecer seguidamente en cortometrajes animados o en historietas y se dedicó más a su familia. Mickey, quién estaba preocupado por el papel que tendría el conejo en sus vidas, se vió bastante calmado al forjar una relación afín y amistosa con Oswald. También podríamos alegremente mencionar que ocurrió lo mismo con Disney y Iwerks, ya que ambos retomaron aquella vieja amistad, luego de que Iwerks fuera contratado de nuevo en el estudio como encargado de efectos especiales.

Y a pesar de tener noticias tan alegres como estas, otro suceso de escala mundial se presentó y angustió al país durante aquellos años: La llegada de la Segunda Guerra Mundial en el 1941.

Debido a esto, absolutamente todos los estudios usaron a sus personajes para hacer la más satírica propaganda, vender bonos de guerra y dar su apoyo a las tropas estadounidenses. Entre todos estos personajes no podía faltar Bendy, el cual empezó a vender bonos de guerra por medio de sus cortometrajes. Con esto Bendy ganó 2 cosas: Apoyar al país y volverse aún más reconocido.

1947
Hollywood, California

Poco a poco nos hemos estado acercando cada vez a un reluciente presente. Pero, antes de llegar a él, no podemos pasar por alto un último acontecimiento. Un suceso que, sin dudas, la población entera de caricaturas no podrá olvidar con facilidad. Estamos hablando específicamente del fatídico Derrame del '47.

Se trata de la memorable ocasión en que Eddie Valiant, un obstinado y alcohólico detective, ayudó a Roger Rabbit, un actor de dibujos animados, a limpiar su nombre y probar su inocencia en el homicidio de Marvin Acme, buscando también pistas de quien había sido el responsable de inculpar al conejo. Finalmente descubren que quién estaba detrás de todo aquello había asesinado a Marvin Acme para destruir a Bujolandia y así poder construir una autopista de la que sacaría beneficio económico. Es literalmente imposible no haber oído sobre tal acontecimiento siendo este tan reciente.

¿Y quién causaría semejante disturbio para que a las caricaturas, nuevamente, se nos pusiera en la vista del ojo público (Y no de buena manera)?

Bueno, ahora sabemos que el causante de todo aquello no pudo ser otro que el terrible Juez Doom; Una caricatura disfrazada de ser humano que estuvo dispuesta a destruir el hogar de sus semejantes solo para cumplir una loca obsesión.

El hombre apareció por primera vez en el 1942. Según decía y demostraba, era el director ejecutivo y el único accionista de la Industria Hoja Trébol. Aquel hombre tan importante y respetado compró las elecciones de Bujolandia, comenzando a presidir sobre ella. Su llegada como presidente a Bujolandia marcó el comienzo de un nuevo estatuto que tenía por objetivo hacer que las caricaturas cumplieran y respetaran la ley del hombre blanco, para que de esta manera "la paz regresara nuevamente a América." Doom anunció que el primer paso que debía tomarse para que la paz fuera restaurada era encontrar y acabar de una vez por todas con la vida del miserable Skitzo.

¿Cómo podrías matar a una caricatura? Bueno, el Juez Doom encontró la forma. Él había estado experimentado con ciertos productos químicos que son dañinos para las caricaturas más no letales; La mezcla de la trementina, la acetona y la bencina dieron vida a un espantoso líquido al que Doom nombró "El Derretidor", que tenía por único fin eliminar definitivamente a una caricatura. Cómo es obvio, debía de probarse para saber si funcionaba correctamente. ¿Y a quien más acudir cuando se trata de pruebas y experimentos? Obviamente debía de ser a los sufridos Hermanos Carroll. Estos murieron derretidos al entrar en contacto con el verdoso brebaje, probando la eficiencia del líquido.

Aún así tuviera el derretidor de su lado, nadie creyó que lograría atrapar a Skitzo. Sin embargo, la caricatura fue encontrada y asesinada para el 1944.

Con este hallazgo, Doom declaró con voz en cuello que el mismo castigo sería aplicado a cualquier caricatura que quebrantara la ley, sin oportunidad de volver a ser dibujada nunca jamás.

El presidente Franklin D. Roosevelt aprobó la ley, alegando que "esta nueva normativa finalmente podría imponer mano dura a la conducta revoltosa de las caricaturas." Lo que Rooselvet no sabía es que esta medida no sería aplicada justamente.

La injusta presidencia del Juez sobre la alegre ciudad de dibujos animados se vió acompañada de sus antipáticas comadrejas, que únicamente molestaban y amedrentaban a los demás. Toda la población de caricaturas empezó a vivir atemorizada durante aquellos años, temiendo por sus vidas, las de sus amigos y las de sus familiares...

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- ... Como hemos de observar, las cosas pueden ser oscuras y frías al principio, pero con esfuerzo y determinación, podemos hacer que la luz ilumine nuestro camino, ¡Y nos de el privilegio de seguir celebrando victorias para nuestra querida compañía!

La sonrisa confiada que tuvo durante algunos segundos, ciertamente daba una seguridad momentánea a todos los presentes:

- Ahora, volviendo al presente, ¡Quiero desearles de corazón a todo el personal de Joey Drew Studios una jubilosa temporada festiva! Al igual que un próspero y exitoso año nuevo, ¡Tanto a los míos como a los suyos!

El dibujo animado toma un último trago de la copa vacilante que se mece en sus manos para luego elevarla hacía el público enfrente de sí. Como último acto, une todas sus fuerzas y muestra su deslumbrante sonrisa, para finalmente pronunciar con fuerte y alegre voz:

- ¡Salud!

El personal en mayoría corresponde con una sonrisa, y pronuncia igualmente con algarabía:

- ¡Salud!

Finalizando así la grabación...

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1933
Joey Drew Studios

¡Esperen! ¡Todavía falta un poco más! Aún queda por escuchar un pequeño relato. Un pequeño relato que dará comienzo a una gran historia.

Vayamos hacía el gran "Departamento de Arte". El reloj marcaba sin ninguna demora las 8 de la noche. El departamento entero estaría completamente vacío, de no ser por los únicos trabajadores que todavía seguían en las penumbras del sitio, John Patrick y Henry Stein.

John finalmente había culminado el arduo trabajo de dibujar a todos los personajes que aparecerían en el debut de Alice. Cada uno de ellos debían de ser diseñados con el más mínimo detalle y esmero que se les pudiera dar en lo debido. Antes de marcharse, resguardó los dibujos con cuidado en el portafolios que colocó debajo de su mesa de dibujo. Luego se levantó de su silla y retirarse con su maleta.

Era el tiempo de volver a casa.

En su camino hacía la salida pasó por el escritorio de Henry, quien estaba afanado cual hormiga con el vestuario de Alice. Había muchos bocetos regados en el escritorio, diferentes vestidos que no lograban convencerlo del todo. Y todo debía de estar listo para mañana en la mañana, no podía dejarlo para después.

El mayor se le acercó sonriente, mirando por detrás la mesa de dibujo donde yacían Alice y sus vestidos. Después de unos intentos más, el joven se inclinó hacía atrás, estirándose en aquella silla tan pequeña.

El ambiente estuvo en silencio durante algunos segundos...:

- Entonces... ¿Qué tal se ve?

La mirada agotada de Henry estaba puesta en aquellos dibujos:

- Todos los diseños son magníficos, Henry. Siendo Alice un ángel, se merece el mejor vestuario.

John tomó una silla que se encontraba en el escritorio al lado de Henry y se sentó en ella:

- Pero, creo que el problema está en que el vestido es demasiado claro para ella. Sabes que Joey siempre admira un balance entre la luz de la oscuridad, y lo humilde de lo altivo.

Henry acató de inmediato el consejo dado. Dirigió su atención a un vestido sin tirantes, hasta las rodillas y con un escote recto; Tomando su lápiz, coloreó de negro todo el vestido. Al terminar su cometido, Henry lo miró el vestuario una vez más, sintiéndose ahora satisfecho y admirando el dibujo con una sonrisa. Dando por terminada su labor, tomó el dibujo y resguardó tanto al boceto del vestido como al boceto en donde la chica vivía:

- Descansa, Alice. Volveré mañana.

Ella sonrió y se despidió de su creador agitando la mano. Henry colocó todo en su escritorio, tomó sus cosas y se fue junto a John. Durante el largo trecho hasta la salida, surgió una pequeña conversación entre ambos:

- Tenía que salir temprano hoy. Le prometí a Linda que pasaría más tiempo junto a ella...

Suspiro pesado para luego decir:

- Supongo que trabajo es trabajo de todas maneras. Y mucho más por como están las cosas allá afuera.

- Oh, créeme que puede entenderte, hijo. Maxwell pasa mucho tiempo solo en casa, no me gusta dejarlo tanto tiempo así, aunque ya no sea el niño imperativo que era antes. Es curioso como cambió dentro de tan poco tiempo, ahora que cumplirá los 14 años se cree todo un adulto.

Henry exhibió una sonrisa que mostraba cierto aire melancólico:

- Niños creo... Amaría tener los míos.

- Ustedes dos son jóvenes Henry. Linda y tú aún pueden seguir intentándolo, solo es cuestión de tiempo.

Con prontitud, la salida del estudio se vislumbró ante ellos; Fue a solo unos pocos pasos de la puerta de salida cuando una voz llamó:

- John.

El nombrado se dió la vuelta hacía aquella voz que lo llamaba, encontrándose de frente a Joey Drew, de pie frente a ellos:

- Señor Drew, ¿Necesita algo?

El tono servicial de su voz era mucho más notable ante la presencia de Drew:

- Necesito hablar contigo sobre cierto asunto, sígueme por favor. Prometo que sere breve.

Stein estaba dispuesto a esperar al mayor, pero John insistió en que volviera a casa, lo cual Henry procedió a hacer. Mientras, con el señor Patrick, este siguió al señor Drew hasta su oficina. Atravesando las oscuras y solitarias instalaciones.

En un corto espacio de tiempo llegaron al lugar indicado y tomaron asiento. Encima del escritorio, yacían ciertos documentos que requerían de una firma. El señor Drew toma aire para luego dirigir su mirada a John y decirle el motivo por el cual lo había llamado:

- Como ya sabrás, la situación económica por la que el país está pasando puede hundir a toda la empresa. La creación de Alice, pagarle a cada empleado su debido salario, e incluso el mismo estudio se ha vuelto para mí un deber una tarea difícil y sobre todo costosa. Por eso, tuve que empezar a recortar personal. Se me hace difícil decirte esto, pero por desgracia, tengo que despedirte, de manera inmediata.

El ambiente se volvió completamente callado y silencioso de una incómoda manera. John quedó en estupor cuando la noticia llegó a sus oídos. En medio de esta crisis ¿Sería despedido?:

- Escucha, John. Tú más que nadie sabes que eres uno de mis mejores dibujantes, y un trabajador honrado en todo sentido.

Y aunque Joey quería seguir diciendo cosas que animarán al hombre, fue obstruido:

- No tiene porque preocuparse, señor Drew. No podré objeción alguna ante mi renuncia, simplemente déjeme firmar

Joey calló ante las palabras del mayor; Acompañado de aquel mismo silencio, espero a que John firmara los documentos necesarios, para luego buscar y dar el pago que le correspondía al señor Patrick, el cual simplemente agradeció y salió de la oficina en completo silencio. Volviendo a su escritorio, tomó los objetos que eran de su pertenencia. Finalmente, fue hacía la salida de aquel gran edificio, en el cuál jamás volvió a poner un pie de nuevo.

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✒️✒️✒️

Bendy ya nos habló en demasía sobre el destino del estudio y de las caricaturas...

Pero, ¿Qué fue de aquel empleado?

¿Qué fue de John Patrick?

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