Conan

Todo después de ese momento tuvo algo raro, como dejando electricidad en el camino. Había vuelto a mi estado de niñez, con Verona y los demás íbamos al colegio, quería que Haibara me diera más antídoto pero me decía que corría el riesgo de morir.

La pelirroja estaba ignorando nuestra "conversación", de hecho, ignoraba a todo mundo. Ayumi la aburría con algo de una serie de televisión, pero lo único que la otra hacia era tensar extrañamente los puños y asentir.

-¿Qué piensas de eso, Verona?, Verona, ¡Verona!-le grito al oído.

-Aja-dijo distraída, con algo en las manos.

-Eres igual a Conan-kun, ¿qué es lo que tienes en las manos?-se le acerco curiosas.

-No es nada-dijo algo a la defensiva.

-Solo quiero verlo un poco-Ayumi se puso algo insistente.

-¡QUE NO...!-

-¡Lo tengo!-Ayumi le arrebato lo que tenía en las manos, corriendo a las espaldas de Genta.

-¡DEVUELVEMENLO EN ESTE INSTANTE!-corrió hacia ella, quitándole rápidamente el objeto.

-Tanto problema por un simple collar-Ai comento sin ánimos.

-¡No es...!-suspiro rendida, bajando la guardia-no es un simple collar, Ayumi esto es lo único que tengo de mi familia, es... bueno, ya sabes importante.

Me fije mejor y era el collar con la letra C que me había regalado, lo guardo en el bolsillo, hizo las paces con Ayumi y continuamos el camino. No hablamos ella y yo hasta entrar al salón.

-¿Cómo lo tienes en tus manos si estaba en mí...?-

-Si ibas a decir que estaba en el mueble de al lado de tu cama, estas mintiendo. Entre para buscar un libro y lo encontré en el suelo, lo recuperaras cuando aprendas a valorar más mis regalos-no me miro, y su expresión era como de regaño.

-Puff-ella enseñándome una lección, si como no.

-No creo que "puff"-hablo haciendo comillas con las manos sosteniendo sus cuadernos-sea la respuesta que esperaba.

En cuanto las clases comenzaron, Verona caía en brazos de Morfeo, los profesores les llamaba la atención, mas bien, la despertaban y ella respondiendo "Fue Conan yo no fui" o "Quiero pizza con queso" pero la favorita era "Científica loca". En cuanto lo decía Miyano le tiraba una bola de papel, tome una que estaba rellena con el borrador de la pizarra, a todas luces odiaba ese apodo.

-Señorita Edogawa, dígame el resultado del problema... ¡Señorita Edogawa!-

-¡CIENTIFICA LOCA!-Grito a los cuatro vientos.

Haibara reacciono tirándole un cuaderno, Iris lo esquivo alzándole las cejas como diciendo "como te quedo el ojo" pero no se salvo del libro que se pego a su rostro nuevamente por parte de Ai.

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Verona invito a la liga a la colina cerca del parque de cuatrimotos, todos aceptaron y fuimos después de clases. Me preocupaba que justamente ella fuera la que eligiera ese lugar, pero no quería discutir eso en frente de los demás, y ella seguramente tampoco.

-Bueno yo traje un poco de comida, para hacer una especie de picnic-estábamos a unos minutos de llegar, Verona empezó a caminar mirándonos, dándole la espalda al camino (bueno entienden)-Mientras ustedes pueden hacer de todo menos ir a la pista de cuatrimotos.

-Un pajarito me dijo que tu y Conan-kun habían estado allí, en una carrera-comento Ai sonriendo, los chicos la siguieron con una mirada acusatoria para la pelirroja.

-Oigan, fue porque tengo contactos ahí y por una muy buena amiga que me ayudo-explico haciendo movimientos con las manos para calmarlos y finalizando con un guiño de ojo.

Les doy una pista de quien es su amiga: Ella misma.

-¿Y si hacemos un partido de futbol?-propuso Mitsushiko- que dices, Vero-chan

-Me gusta la idea, pero no puedo me duele el tobillo, me quedare con el papel de espectadora esta vez-habíamos llegado ya, los demás estaban calentando incluyéndome. Iris preparaba todo bajo el árbol de la colina, la mirada que tenia al ver a los chico era de una madre viendo a sus hijos, no tan peculiar pero algo extraño.

El partido en verdad era bueno, miraba por segundos a la pelirroja, estaba sentada, tomando sus rodillas con los brazos, no con su sonrisa habitual era una más distante.

-¿Tienes agua?-le pregunte entre jadeos después de tomarme 5 minutos del partido.

-Ten-me dio una botella-parece que no estás en tu mejor condición física-dijo entre risas-siéntate un rato.

-Lo del tobillo, ¿es verdad?-me senté junto a ella.

-Conan Edogawa, Ai Haibara, Verona Edogawa-nombraba mecánicamente-¿es verdad?

-No, si... tal vez ¡ah! No lo sé-me rendí a tan simple pregunta.

-No te preocupes, solo dije lo que pensaba, aunque muchas veces no es lo mejor, como los deseos- estiro su brazo a mí con una moneda en la mano- creo que esto se volvió mi amuleto.

-Esa es de...-

-Sip, la fuente del parque-hoy esta chica aprendió a leer mentes o que-Dije que prefería creer en algo real como las personas que en fantasías infantiles, pero... las personas pueden irse cuando menos te lo esperas, en cambio esas fantasías se quedan hasta cuando tu lo decidas, será algo egoísta pensar esto pero ¡sería genial que los que conoces no se fueran, a menos de que tu lo digas, que tu estés preparada para dejarlos ir!- decía ese discurso con los ojos cerrados con la cabeza al cielo con algunas nubes grises.

-¿A qué quieres llegar con todo eso?-quería terminar con esto, no era para nada agradable.

-Supiste lo de mis padres, Edward, que fui parte de ellos, no hay muchas posibilidades de que no haya un futuro para mí en esto...-miro al suelo entristecida.

Eso si me había sobrepasado, la chica con sonrisa imborrable no quería seguir viviendo y me lo decía como si nada... -¡Basta, ya basta!-me levante del suelo-¡cómo puedes decir eso, has pasado por mucho, ni siquiera sabes si estas a la mitad de tu camino siquiera! Pensando así no avanzaras nada...

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N. Omnisciente

-Otra vez están peleando-dijo Ayumi-¿Qué será esta vez?

-Tal vez están discutiendo en cómo decirnos que son novios-Ai comento divertida cruzándose de brazos.

-¡¡COMÓ DICES ESO!! ¡Conan no puede por qué... po-porque...!-La pequeña castaña enrojeció de vergüenza.

-¡¡¡POR QUE ELLA DEBE ESTAR CONMIGO!!!-Mitsushiko grito como actor del medioevo.

-¡¡A NADIE LE IMPORTA MITSUKO!!-Genta y Ayumi le gritaron al enamorado, dejándolo con una gota en la frente y una nube negra de

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Conan

-No me dejaste terminar, Kudo-kun-aun tenia la mirada perdida, con una sonrisilla-era solo una posibilidad, es tan probable que muera como que viva una vida feliz y prospera-termino haciendo señas con las manos.

Me ofreció sentarme nuevamente con ella, pase mi mano por mi cuello, me tumbe en el césped no pasaron unos 5 segundos cuando volvió a hablar.

-Ese día, comencé a tener nuevamente deseos, tantos que la cabeza me dolía y que no me alcanzarían con la moneda-dijo divertida, creo que lo melancólica se le estaba pasando-ya no seguiré con rodeos, cuando me encuentren o nos encuentren, estaré en peligro mi hermano también, quisiera de ti...dos deseo.

-Dos deseo, a mí-dije algo sarcástico-me viste cara de hada madrina.

Me miro irritada, creo que... fue las palabras equivocadas en el momento total y absolutamente equivocado.

-No, te vi cara de cretino egocéntrico-me imito el tono sarcástico.

-¡¡Hey!!-

Round 1, ganadora: Verona Edogawa.

Por ahora.

-El primero, cuando recupere a Ed tu lo protegerás, con tu vida-se me acerco amenazante, más seria que nunca-¿Prometido?

-Prometido-parecía que me golpearía si decía no.

-Y segundo-suspiro pesadamente-si estoy herida de gravedad, aunque estuviera en la Antártica, quiero que me traigas aquí... quiero que me traigas aquí para morir.

Las últimas palabras se hicieron un eco en mi interior, no evite bajar la mirada, me sentí horrible, enojado y horrible otra vez. Levante un poco la cabeza y dije-Prometido-esta vez era yo el que evitaba el contacto visual.

-Oye, como dije era solo deseos, quiero que cumplas el primero pero ni Dios quiera que cumplas el segundo, de ninguna manera lo dije para que te deprimieras-su sonrisa era más luminosa, parecía de televisión pero entre esas nubes del día apareció el sol en el momento preciso en que sonrío.

-Ten esto-me dio la moneda-para que cumplas los deseos, si quieres

-Vales más que una moneda, pero lo aceptare-

Le correspondí la sonrisa, espere que no notara que era falsa. Se levanto del césped y bajo corriendo la colina hasta los chicos me grito para que también bajara, lo hice estaba un poco mojado y casi resbalo.

Tomamos unos cartones que estaban no lejos de ahí, subimos nuevamente la colina y usando los cartones como trineos bajábamos. Todo era carcajadas por parte de los chicos, épicas caídas y fantásticos momentos.

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Llegamos a casa de Ayumi justo antes de que volviera a llover. Era al principio para cenar, y luego se volvió una pijamada porque se había vuelto un temporal.

-¿Te has fijado que siempre duermo en casas ajenas?-se me acerco sin que la viera. Se puso frente a mí, vestida con un pijama tipo vestido a las rodillas, con ese color rosado que solo Ayumi usa. Es lo mas cercan que le visto usar que era femenino.

-¡Hey! Tierra llamando a Conan-me chasqueo los dedos frente a mi sacándome del transe-Con esa mirada llevas el acoso sexual a la fase contemplativa.

Se acuerdan de la sensación de ardor en la cara (vergüenza obvio) que tuve cuando me la encontré por primera vez, pues esto fue igual o peor, me quede escuchando completamente humillado las carcajadas de la chica, para luego ver una sonrisa natural y no lo sé...¿genial?

-*¿genial? En verdad esta chica me daña las neuronas*-pensé.

Ya me sentía agotado en un 100%, me acosté en una bolsa de dormir poniendo mis manos detrás de la cabeza mirando el techo, el cuarto estaba poco iluminado por las luces de la ciudad. Era algo complicado dormir con los ronquidos de Genta.

Tarareaba la canción que canto Iris esa noche, pero no sabía toda la letra creo que gran parte la inventaba. Gire la cabeza hacia la cama y no vi a Ayumi en ella, sino que en otra bolsa con Ai.

Me levante un poco y vi a la "Cabeza de fosforo" dormida, abrazada a un peluche con una sonrisa tranquila, tierna para no mentir. Tome una de mis rodillas con las manos, mirándola largos segundos. Al pararme me acerque poco a poco para saber si no era otra broma.

-Odio que me miren cuando duermo-Verona entre abrió los ojos sin que esa sonrisa se moviera de su boca-¿Por qué me miras de esa forma?-se aferro al peluche provocando que su voz sonara distorsionada.

-Yo no te miro de "esa" ni de ninguna forma-le dije en susurros para no despertar a los demás pero al ver que sonreía como si mintiera, reí en voz baja-Solo duérmete ya, cabeza de zanahoria-metí mis manos en los pantalones del pijama.

Creí que me tiraría una almohada pero solo se aferro mas a ella como una "niña" de verdad, me quede mirándola sin razón por largos segundo, me había traspasado la sonrisa hasta que recordé cuando casi mata a Ai, me metí de nuevo a la bolsa, bostece sonoramente hasta que de contar ovejas, me uní al coro de ronquidos.

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