Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Miedo a la Oscuridad. Miedo a la Sangre. A Mi

Iris

*Letra normal

*Recuerdos o especificación

Uno o dos días después

Era el momento después de que Kudo tomo el antídoto temporal, se quedo en el baño por casi una eternidad, cuando por fin salió, era casi dos metros más grande que yo, lo único que no cambio en él fue su ridículo flequillo incluyendo su sonrisa de satisfacción.

-Esto es muy raro-tenía un pedazo de pizza con queso en la boca, con un hilo de queso unido al pedazo más grande que tenía en la mano-raro en toda la extensión de la palabra.

-Pero no tanto como lo que tendrás que hacer Iris-chan-se me puso a mi altura, haciendo una seña con la cabeza mirando lo que había atrás de mí.

Me gire y vi una copia de Conan con las manos en la espalda y una mascarilla, en cuanto se la quito, retrocedí aterrada sin evitar hacer una mueca de disgusto.

-A si gracias por recordármelo Kudo-levante la mano lentamente y le di un coscorrón-en verdad gracias.

-Oye no será tan malo, hubo y habrán cosas peores-Haibara-Conan se me acerco dándome su ropa de niña, con la misma sonrisa del adolecente.

-Me vestiré con una científica loca malhumorada y tú de un niño con lentes "ojos de mosca", presumido y engreído, eso es bastante malo-mira la ropa sin prestarles atención a sus caras.

Por decir la verdad recibí coscorrones a diestra y siniestra por parte de ellos, adoro el karma (sarcasmo)

-Díganme que esto lo hago porque hay hombres de la organización en el lugar en donde vamos-me toque la cabeza para asegurarme que no me habían roto la fábrica de ideas.

-No, es para pagarme las veces que me quisiste matar, aunque lo que dices no queda exento de posibilidades-se puso de nuevo la mascarilla.

Quise matarla por tercera veces, pero Kudo me vio, levantando la mano, queriendo decir obviamente "si lo haces te llegaran mas de estos", así que tuve que bajar mis ganas de ahorcarla, Shinichi tiene la mano pesada.

.-.--.-..-.-.-...--..--.-.-.-..-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-..-.-.-.-.-

Llegamos al lugar indicado, una obra de teatro en la escuela de Ran protagonizada por ella, todo esto fue solo una trama para que mi "hermanito" le dijera cosas a su enamorada. Pensaba antes que disfrazarme de Haibara y decir que yo estaba visitando el orfanato de donde dije que venía, pero en realidad eso estaba en segundo lugar, una de mis jaquecas ocupaba el primero, esta mas grande que las otras.

-Deja de poner esa cara, todos te están mirando-una voz me descoloco era Haibara-Conan.

-¿Eh?-

-Estas como si te doliera el estomago y quisieras ir al baño, y estas....-me toco la frente cerca de mi marca-Estas sudando... pareces una hoja de papel.

-Aleja tus manos de mi, estoy bien ocúpate en tus cosas y no te metas en las mías-trate de mostrarme indiferente pero no la convencí, ni a mí misma.

Por unos minutos pude autosugestionarme para controlar el dolor de cabeza, pensé que lo lograría, también pensando "cuando empieza esta cursilería". Las luces se apagaron de improviso y sentí una explosión en el pecho, temblaba y cerré los ojos con fuerza, era la más horrible de las sensaciones porque esa oscuridad, era idéntica a la de esa noche...

*-Que quieres, yo no hice nada-mis voz resonó en el edificio.

-¡No mientas, estúpida!-recibí una fuerte cachetada-aquí las mentiras se pagan, y te estamos habiendo pagar.

Una sonrisa ilumino macabramente el lugar. *

La luz del escenario me despertó, la obra había empezado, vi si no me había ganado nuevamente la molesta atención de Haibara. Me pase la mayor parte del tiempo con los ojos cerrados. Como poder describirlo, es como estuviera sentada en una bomba y si me movía en lo más mínimo, explotaba. Una nueva jaqueca llego esta vez sin flashback me llego con más fuerza.

-Te-tengo que ir al baño-tartamudee pidiéndole a Kogoro.

-Está bien pero no te demores ni me pises los pies niña-estaba totalmente consumido en la parte de Ran.

No cumplí la última parte, le pise hasta los cayos, después de pasar por entre la gente hasta el pasillo corrí con histeria al baño, sin importarme el montón de gente a la que había chocado.

Llegue al lavamanos apoyándome en sus bordes, respirando con mucha dificultad como si tuviera lo pulmones llenos de humo, levante la cabeza, me vi como la copia de Ai pero con la cara enfermiza.

-Que molestia-me arranque la peluca tirándola al lado del lavamanos-no sé porque hago esta tontería, porque mi cuerpo se comporta así, tengo que calmarme... so-son solo recuerdos, los recuerdos no te pueden hacer nada-pensé en voz alta para mí misma-no puedes permitirlo, no puedes dejar que te dañen, nunca más.

Alguien mas había entrado al baño, había un pequeño espacio debajo del lavamanos donde me oculte, pero claro mi cuota de mala suerte no falta, cuando medi cuenta que había dejado la peluca y mi mascarilla con mi pulsera para cambiar la voz a la vista la mujer, si no me equivoco, ya estaba dentro.

-Por favor vete, por favor vete, por favor... ¿He?-susurraba hasta que vi que la mujer tenía una mirada algo enloquecida y una sonrisa aun peor, una sonrisa que había visto en otra persona.

Otra jaqueca me ataco, como si me traspasara el cerebro con agujas, me mordí la lengua en un intento completamente desesperado por no gritar.

*-Hazme todo lo que quieras pero a ellos no los toque-tome a la mujer por los hombros, gritándole una amenaza o suplica.

-Debiste pensarlo dos veces antes de querer hacer algo tan infantil como matarme, mi niña-ronroneaba, me apretó la cara con una mano la cual aleje de inmediato.

Varios disparos irrumpieron ese momento, la sangre que hervía en mi se volvió agua helada

-Mamá...¡¡¡MAMÁ!!!*

Abrí los ojos, no estaba en mi escondite estaba en la pared al lado de la puerta de baño, y frente a mi estaba Shinichi, con un disfraz de caballero medieval.

-¿Hace- hace cuanto desaparecí?-le pregunte entrecortada, el aire aun me faltaba.

-15 o 20 minutos, estabas escondida...-

-Bajo el lavamanos-lo truque-lo sé, y hace cuanto se apago mi interruptor-me acaricie la cabeza adolorida.

-Si no me equivoco, 2 minutos-miro el cesto de basura que estaba delante de nosotros.

-Eres un reloj parlante, de verdad-me acomode para quedarme bien sentada-¿Qué estas mirando?

Me miro aburrido, luego nuevamente dirigiendo su vista al cesto.

-Dime, viste al alguien extraño, o que tiro algo en eso- apunto al lugar.

-Eso creo, antes vi una mujer muy rara, por eso me escondí pero de lo otro no estoy muy segura-

Se alejo y metió su mano en la basura, y saco algo de color rosado o morado, un monedero plástico, me lo mostro 5 segundos después vi esa mirada que decía "lo tengo".

-Espera he visto esa mirada antes, encontraste algo importante para... ¡Espera otra vez! Solo pones esa mirada cuando... cuando-me puse algo, medio loca.

-Exacto fue en medio de la obra, un hombre envenenado, esto es lo único que necesitaba para ratificar mi deducción-me sonríe con su mirada fija en el monedero.

-Lo que faltaba, un rígido en una obra teatral, ¿estás seguro que no fue el fantasma de la ópera?-de verdad era algo fastidioso-en otras cosas Haibara me ha estado buscando.

-No lo sé, tal vez te dio por muerta-me ayudo a levantarme.

-Pues casi le atina, mis "queridas" jaquecas volvieron, nuevamente con recuerdos-le dije para que no me hiciera preguntas luego.

-Trata de poner tu mejor semblante, por el bien de todos.

-Dirás por tu bien y el de Miyano, esto me está jodiendo completamente el orgullo-tome la peluca acomodándola en mi cabeza-tu solo apresúrate en decirle a Ran tus poemas de amor o lo que sea, si es que no es una proposición de matrimonio.

-Puff no vas a cambiar nunca ¿vienes a la escena del crimen?-ya estada en la puerta del baño para irse.

-Adelántate, acomodar esta peluca me tomara una eternidad-le guiñe el ojos sonriendo.

.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-..-.-.--..-.-.-.-.-.-.-.-.-.--..--.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

Después de personificarme, salí al auditorio como pensé una multitud de personas estaban rodeando el lugar, por cómo estaba pensé que devolvería el desayuno al ver el cadáver, aunque en otras circunstancias no me ocurriría nada más que un sobresalto.

No pasó lo que imagine en lo más mínimo, fue algo peor, Shinichi estaba en el suelo rodeado por Ran y Heiji. La posición a de su cuerpo era...era igual a...

-¡¡¡¡¡¡¡AAAAAAAAGGGGGGGGGHHHHH!!!!!!!!-grite enterrando las uñas en la cabeza.

*-Papá, no me dejes sola-estire mi mano tratando de alcanzar la suya.

-Nunca my little girl-el también trataba de alcanzare.

Un estruendo mecánico impidió ese alcance, reemplazándolo por el sonido de la sangre salpicando mi rostro.

-¡¡¡¡PAPÁ!!!!-*

Me tape la boca, esto me superaba cualquier barrera mental que intentaba era inútil, corrí a la salida del auditorio, Haibara trataría de detenerme pero no me complicaría empujándola como jugador de futbol americano.

Estaba lloviendo fuertemente, me moje de los pies a la cabeza tratando de salir de la escuela, ya no perdía nada así que tire la peluca y lo demás para parecerme a Ai al suelo, no sabía a dónde ir, pero necesitaba recordar mas sobre esa noche, esos desgraciados me quitaron a hasta los recuerdos.

Lo recordé, las colinas cerca de la pista de cuatrimotos estaban algo cerca, tome la patineta y me largue de ahí.

-Si esto me está pasando, tengo que terminarlo, tengo que recordarlo todo, debo hacerlo-pensé con la cara helada por el viento y el agua.

Luego de unos minutos llegue. Me subí hasta mi colina preferida, tenía un árbol donde me la pasaba durmiendo.

-Bien que esto acabe de una vez-grite y cerrando los ojos fuertemente.

Parece que mi subconsciente me escucho, el dolor me recorrió todo el cuerpo apretó los puños, no tenia que desvanecerme ahora, enfrentare esto aunque estoy agonizando de dolor.

*Todo estaba cubierto de niebla, fría y espesa subía las escaleras desesperada, rezando mentalmente para no creer lo que estaba pensando. Él piso de ese edificio estaba iluminado pobremente, creía que estaba vacío, hasta que vi algo horrible.

-¡¡¡MAMÁ!!!-corrí hacia ella.

Su rostro estaba enfermizamente pálido, tenía sangre en los labios, pero la herida mas grave estaba en su vientre, los borbotones del líquido salían abundantes de ahí.

-¿Iris? Me alegra hablar contigo por última vez...-su voz era apagara y dulce.

-¡No será la última vez, mamá! Llamare a la ambulancia-tenía el teléfono en la mano, no importaba si nos descubrían.

-No, se que no saldré viva de esto, no pierdas tiempo -me tomo la mano del celular, deteniéndome.

La mire sorprendida, se estaba rindiendo ella me dijo que jamás lo haría, me mintió sentía miedo, rabia, pena todo al mismo tiempo.

-Sabes estaba aterrada cuando supe que estabas en la organización-se entero, ¿Cómo?-tu padre también pero sabíamos que estarías bien porque eras fuerte...eres fuerte.

No desviaba la mirada de mí, y viceversa no quería ver que sus ojos se apagaran.

-Solo s-soy fuerte por ustedes, por mi hermanito, si te vas seré débil-puse su mano en mi rostro.

-No, no es verdad tu siempre has sido fuerte, no importa cuántas lagrimas has derramado, si no la razón, tus razones son puras, y no hay mas fortaleza que las razones puras.

-Mamá...-sus ojos se cerraban-¡No lo hagas! ¡No te mueras! ¡Mamá, mamá no te mueras!-le grite tomando con la otra mano su cabeza.

-Se fuerte, se fuerte por Ed, si no puedes recuerda que yo te cuidare, mi pequeña niña-la sangre de su vientre creaba un charco cada vez mas grande.

-¡¡No te mueras, Mamá!! ¡¡No le hagas esto a Ed, ni a mí!!-le espete con la vista nublada por las lagrimas-¡¡NO MUERAS!! ¡¡NO MUERAS!! ¡¡MAMÁ!!

-Se fuerte, se valiente y por favor no pierdas tu sonrisa, tu linda sonrisa...-las lagrimas de ambas recorrían nuestros rostro empanado el suyo con mis lagrimas.

-Se fuerte...-su mano me soltó cayendo al suelo en el charco, sus ojos se habían cerrado.

Se había ido, estaba muerta.

-Mamá...¡¡¡¡MAMÁ!!!-la moví de los hombros.

Tenía una pequeña sonrisa en su cara, me dejo con una sonrisa.

-¡¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!-grite desgarrándome los pulmones.

La tome, abrazándola con todas mis fuerzas, apretándola contra mi pecho. Un ruido, algo arrastrándose me saco de aquel horrible transe.

-I-Iris-esa voz, no otra vez, papá.

-Padre ¡PADRE!-le correspondí el llamado, pero solo está la oscuridad.

-Iris, Clarisa- era él, se arrastro a nosotras, a la pequeña parte iluminada, parecía un despojo humano.

Sus piernas y brazos estaban heridos de bala, me sorprendió que también tuviera una sonrisa.

-Papá, no me dejes sola-estire mi mano tratando de alcanzar la suya.

-Nunca my little girl-el también trataba de alcanzare.

Un estruendo mecánico impidió ese alcance, reemplazándolo por el sonido de la sangre salpicando mi rostro.

-¡¡¡¡PAPÁ!!!!-

Le habían atravesado la cabeza frente a mí, lo asesinaron sin piedad. Un cuarto se había acercado a la tenue luz.

-¡Vaya! Fue bastante conmovedor, me enternecen tanto las despedidas-esa voz, esa maldita y fría voz, Gin, él fue quien me los arrebato.

-¡¡¡¡BASTARDO!!!-me separe de mis padres para atacarlo, como una bestia.

-No creo que debas hacerlo-Vermouth apareció, acompañada de Edward-no quieres que le atraviese los sesos ha este lindo niño-acaricio su rostro con una mano y con la otra le apuntaba.

-¡¡Hermana!!-

-¡¡Déjenlo ir!!-les grite suplicante.

-Ya es tarde, estúpida-me ronroneo la malvada.

Se lo llevaron de mi, gritando, pidiéndome ayuda no tenía fuerza, para nada. Sentí un jalón de pelo, poniendo mi cabeza hacia atrás, Gin me puso un helado cuchillo y me marco la frente, como ganado, les pertenecía, todo nuevamente se torno oscuridad. *

Abrí los ojos y solo podía ver los cuerpos de Clarisa y Roy frente a mí, me sentía casi moribunda, fatigada.

-Mamá...papá-susurre quebradizamente, las piernas no me podían más, me desvanecí.

Creí que sentiría el césped mojado del suelo, algo me... más bien alguien me sostuvo me cubrió con una capa negra y me tuvo en sus brazos hasta llegar a un auto.

-¿Como supiste que estaría ahí Kudo-kun?-le pregunten voz baja.

-Lo pensé porque es un lugar bastante tranquilo, y porque te vi por el rastreador que te puse en el disfraz por los lentes-tenia la mirada gacha.

-Lo recuerdo todo, lo que paso con mis padres, recuerdo todo de mi madre su rostro como...-no podía terminar la frase, tenía un nudo en la garganta, oculte la cara entre mis rodillas.

-Lo siento, mucho escuche algo de lo que decías, hablabas dormida, debió ser horrible.

-Bastante...-le sonreí un poco recordando lo de mamá.

.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-..-.-

Conan (Shinichi)

No sabía bien que decir, nunca vi a Verona tan, no lo sé, apagada sin ánimos ni de respirar.

-Sentir...los sentimientos suelen ser un estorbo, un bache, un obstáculo si se interponen en mi camino...prefiero deshacerme de ellos.

Sus puños estaban apretados, sus ojos estabas cubiertos por su cabello mojado, el profesor no hablo en todo el rato, solo se dedico a conducir, me quede mirando a la ventana.

-Te ayudare, en tu camino, me has... ayudado en el mío-la mire nuevamente.

-Bien, pero habrá un momento en que tenga que volver a estar sola, quiero que lo respetes, no sé cuándo ni cómo pero tendrás que respetarlo-en sus ojos habían llamas, fuego sabia que en un tiempo tal vez minutos, volvería a ser la Verona bromista.

-Intentare hacerlo, no prometo nada-me reí, creo que... le devolví la sonrisa, porque sin ninguna razón comenzó a reír.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro