La gala del Museo y Un invitado Sorpresa
Conan
Esperaba a las chicas de las compras en la oficina, viendo constantemente el reloj pues a las ocho p.m empezaría la fiesta, lo único que me divertía era ver como Kogoro se arreglaba una y otra vez la corbata de moño.
Por fin habían llegado, solo se podían ver a Ran y Sonoko, Verona...ni sus luces.
-Están listos-preguntaron al mismo tiempo-3...2...1... ¡taran!
Vi a la pelirroja con mi misma ropa, chaqueta azul, camisa blanca, corbatín de moño...en fin todo el conjunto, lo único que hacia diferencia era que usaba una falda en vez de shorts.
-Que les parece, está hecha una monada-dijo Sonoko.
-Si, además cuando buscábamos vestidos o les quedaban mal o se escapaba-Ran dejo unos bolso de compras en el suelo-hasta que Sonoko tuvo la idea de vestir a Verona igual que Conan-kun.
-Enserio, estaban tan eufóricas que casi me llevan a un oculista para tener tus mismos lentes-La pelirroja me susurro al oído.
Ya a las siete y media salimos de casa para toparnos con dos autos Mercedes-Benz negros, que estaban detrás de el señor Suzuki, enseguida saludo a Mouri, Ran, Verona y a mí, dicho señor y el "gran detective" se fueron en el otro auto, en el camino las chicas hablaban y hablaban, Verona miraba por la ventana con el seño fruncido.
-¿En qué piensas?-trate de iniciar conversación.
-En la "Lagrima del Sol", he escuchado de ella, es una de las más valiosas y raras en el mundo-me dice en voz baja para no llamar la atención-incluso hay una leyenda sobre ella.
-¿Una leyenda?-no lo sabía.
-Sí, dice que el que la tenga en su posesión nada ha de dañarlo, según sobre un guerrero enamorado del sol, la luna se puso celosa-continuo después de llegar al edificio- y lo mato, el sol entristeció, derramando una lagrima dorada, que lo devolvió a la vida en forma de estrella y dicha lagrima se fundió con el escudo del guerrero, lo que hizo que tomara esa forma.
-Valla, desde cuando lo sabes- caminábamos hacia la entrada.
-Desde que lo leí en internet-me sonríe guiñándome el ojo.
En el salón estaban múltiples figuras famosas, actores, críticos, arquitectos, políticos, etc. Había pedestales con cajas de vidrios, que exhibían las joyas, anillos, diamantes y la atracción principal en el centro.
-Hay rayos laser-dijo la pelirroja sonriendo-fíjate, en las esquinas superiores de los muros, y disimilados en los pedestales cercanos a la lagrima.
-Seguramente vendrá por el techo, o tal vez disfrazado-pensé en voz alta.
-¿Hablas de Kaito Kid?-me pregunto con una ceja levantada.
-Como lo sabes, yo nunca te hable de él-
-Tú no pero Kogoro si, cuando hablaba por teléfono con Megure-paso su mano por su flequillo arreglándolo- anoto la carta de Kid, que era referente a la lágrima, yo no te dije nada pues pensé que ya lo sabías.
Cuanto más te guardas pelirroja.
Toda las luces se apagaron menos un reflecto que apuntaba al señor Suzuki, una música de elevador como fondo, luego cambio una más moderna y muchas chicas pasaban frente a todos luciendo las joyas, garbo y estilo por fuera y egocentrismo por dentro.
-Te imaginas a Kid disfrazado de una modelo-me susurro Verona al oído.
Solté una risita al imaginarlo con vestido y peluca, pero de que es capaz de eso, lo es y de mucho mas.
Veinte minutos después, fue la entrada triunfal de Sonoko, un vestido negro entallado, muy escotado y por la cara de su papá, no era el vestido esperado. En su pecho llevaba la codiciada joya, un diamante amarillo en forma de escudo, tal como Verona me lo dijo.
-Prepárate Kudo-Verona me tomo del hombro.
No paso nada...aun.
La fiesta continuo tranquila, solo algunos rostros públicos con copas demás, algo aun me inquietaba, los rayos laser tenían pequeñas luces verdes para saber que funcionaban (lo comprobé con una vista ultravioleta de mis lentes, gracias profesor), pero las de los pedestales cercanos era de color rojo.
-Bien damas y caballeros-anuncio Suzuki-empezaremos la subasta de la colección de joyas, empezando por la estrella, la "Lagrima del Sol".
Estaba solo, pero me entretuve escuchando como los ricos se peleaban por una joya que usarían sus esposas con adorno, además de los mismos maridos. De improviso sentí un brusco apretón en mi hombro, Verona me dio la vuelta, mirándome seriamente.
-Ya lo descubrí Conan, descubrí el truco de Kaito Kid-
-¡¿Qué?!- me separe un poco de ella.
-Los laser de los 5 pedestales de ahí- apunto el lugar- son comunes y corrientes, son de juguetes.
-Podemos detenerlo, acabaríamos su truco antes de que lo empezara- sonreí encarnando las cejas.
-A la 1... a las 2-gritaba Suzuki.
-Ok, rápido, según la carta atacaría...-no termino la frase.
-Y a las 3-, hubo un apagón.
Estaba completamente oscuro solo se podía ver dichos láseres rojos, las luces se unían en el centro de salón donde estaba la joya, una luz blanca emana del techo, mostrando la figura del ladrón fantasma de pie sobre el pedestal central...Kaito Kid.
-¡Damas y caballeros! ha llegado la entretención de la noche, por la lagrima ofrezco... un acto de magia.
De su capa salió humo, me tape la nariz por si acaso, buscaba a Iris cuando otro reflector la ilumino, ambos nos miramos.
-¡Ah! Tu pequeña, ¿Quieres ser parte de mi ilusión?-Kid pegunto con una sonrisa.
Salto del pedestal hasta nosotros, la tomo de la cintura hasta llevarla a su espalda, dio un nuevo salto, hacia la oscuridad.
-¡¡¡Verona!!!-grite, sujetando fugazmente su mano.
-¡¡¡Conan!!!-
La cortina del ventanal del salón se abrió mostrando la luna en su esplendor, Kid me miro nuevamente, me guiño un ojo y rompió en cristal sin siquiera tocarlo.
La luz regreso, me quede estático se la había llevado, a Verona y a la lagrima ¿Por qué lo hizo?
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Iris
No sabía qué diablos pasaba solo me cubrí la cabeza al cruzar el vidrio, llegando al suelo Kid me bajo de sus brazos, más bien salte de el al igual que Harry de Hagrid golpeándome fuertemente las rodillas. Lo quede mirando, parecía escena de película su figura iluminada por la luna fueron largos segundos de silencio hasta que...
-¿Son blancos?- apunto hacia mi
No lo entendí al principio, luego vi que tenía las piernas abiertas recordando la bendita falda que compro Sonoko, las cerré en seco sin poder evitar que la cara me ardiera de vergüenza.
-¿Por, porque me trajiste aquí... me conoces?-le pregunte tratando de ser firme.
-No lo creo-tiro la joya al aire- pero estoy seguro que Kudo te hablo de mi- la atrapo sonriéndome.
El sabe de Kudo, si salgo viva de esto le pediré una buena explicación al pequeño detective.
-Tal vez te paso lo mismo que a él, que edad tienes- se me acerco extendiéndome la mano caballerosamente.
-Si supones eso de mi, también deberías suponer mi edad no- le tome la mano levantándome-otra cosa ¿tienes alguna razón para secuestrarme?
-Solo darle un susto al pequeño, incluirte en nuestros encuentros y...-no termino, quedo mirando al horizonte.
-¿y?-
-Creo que la conversación será para otro día, tenemos que volar de aquí- me tomo nuevamente de la cintura, volviendo a correr y yo pensando *no de nuevo*
Me llevo hasta el punto más alto del jardín, una torre, presiono un botón y su capa se volvió en un parapente o algo así.
-Hey espera, creí que lo de volar no era enserio- le dije sin ocultar mi nerviosismo.
-Volar, es parte de la ilusión-se tiro nuevamente al vacio.
-¡AHHHHHHHHH!-
Cerré los ojos instintivamente, y por el viento, cuando pude abrirlos vi una estupenda vista, Kid solo me miraba a mí y hacia al frente, me mostraba seria en todo momento, pues pensaba que si le sonreía caería en su juego de niño.
-¿Te gusta?-
-Sí, es genial-lo mire.
Todo parecía raramente tranquilo, hasta que un fuerte movimiento nos saco de esa tranquilidad, mire hacia atrás y vi una agujero en el parapente.
-¿Qué diablos fue eso?-le grite.
-Unos viejos amigos-miro también hacia atrás-solo hazme un favor... no te sueltes.
Comenzó a volar en zigzag, mire hacia abajo, unos hombres con pistolas nos perseguían por tierra, por la vestimenta no era policías y por la misma sentí miedo, pues era la ropa negra que "ellos" usarían.
Kid esquivaba las balas ágilmente, yo parecía G.PS diciéndole "arriba, abajo, izquierda, derecha", siempre mirando al suelo fijándome en esos hombres, no le tome tanta importancia a sus armas hasta ver una francotiradora, disparo muchas veces, las suficientes para hacernos caer en especifico a un rio.
Perdí de vista a Kid, en el agua el peso de la tela y los fierros me sumergían poco a poco, siguiendo con mi "buena suerte", unos de los fierros me atrapo el cuello dejándome sin respiración.
Aguante el aliento hasta poder zafarme debajo del agua, mire hacia abajo, casi trago el rio de ver a Kid al fondo de él, nade hacia él para atragantarme con agua de nuevo por ver un muñeco con su ropa, mientras nadaba hacia la superficie pensaba "voy a matarte Kid". Me recosté en la orilla, se sentó cerca de mi también se acostó diciéndome la pregunta que me reventó hasta el orgullo "¿Te gusta nadar?
-¡AHHHHHH! ¡PEDAZO DE ANIMAL, CASI ME CONGELO LAS IDEAS POR TU CULPA!... ¡¡¡IDIOTA!!!-me abálense sobre el golpeándolo en la cara (bueno háganse una idea).
-¡¡¡POR FAVOR ALGUIEN QUITENME A ESTE GREMBLIN DE ENCIMA!!!-gritaba desesperado.
Le daba cachetadas, rasguños y todo lo que podía cuando Kid no me detenía, hasta quitarle el sombrero y el monóculo de un manotazo. Vi su rostro detenidamente esa cara, ese pelo, esto...tenía que ser una broma.
-¿Kuroba?-le dije acercándome a él, casi asechándolo.
Me miro de la misma forma por cinco incómodos segundos, hasta cambiar su expresión como si acabara de entender algo importante.
-¿Atribuko?-lo dijo en mi mismo tono.
Volví a ver ese "mago pervertido" de la secundaria que me hacia trucos de magia para verme la ropa interior, ambos soltamos una risilla, le quería hablar pero las sirenas policiales interrumpieron ese momento, al llegar las patrullas varias palomas lo rodearon y desapareció en un mar de plumas bañado por luz de luna, y yo la espectadora cubierta por la capa blanca del ladrón.
Los policías pasaban de un lado a otro frente a mí, un inspector gritaba como un loco a sus subordinados, aun tenia la capa puesta, por una extraña sensación de seguridad y sobre todo... ¡DE FRIO!
Casi atropellando a muchos oficiales paro otra patrulla de la que bajaron Kogoro, Ran muy preocupada, Sonoko también y por ultimo mi "hermanito", sabía que estaba igual de preocupado aunque se mostraba serio.
-¿Estás bien?-se me acerco con la misma seriedad.
-Tomando en cuenta por lo que pasado-me arrope más con la capa-creo sí, estoy bien.
-Eres un imán de problemas, Atribuko-me sonríe sarcástico.
-O si, claro "San Conan virgen y mártir"- me le acerque- aunque lo de virgen lo estoy dudando.
Desvió la mirada, con la cara enrojecida y mi sonrisa molestándolo. Metí mi mano libre al bolcillo de mi chaqueta, sentí algo en ella que saque de inmediato y parecía escena del Titanic, la "Lagrima del Sol" estaba en mi chaqueta. Conan puso la cara de "esconde esa cosa de inmediato (que especifico), nos miramos y sonreímos.
- "Mago pervertido"-dije entre pequeña risa. Conan me miraba extrañado hasta que cambio de nuevo su mirada, fijándola en el mismo punto que yo, la Luna.
obtvPZ?
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