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La cicatriz

Conan

Después de ver el cuerpo, Verona no se acerco a nadie que no fuera yo para recolectar evidencia, hasta que resolví que Dobure padre fue el asesino, al parecer lo había hecho para conseguir la fortuna de su difunta esposa ya que Sheiky era el heredero universal y obtener más rápido la propiedad por el futuro desprestigio del lugar por el crimen.

El inspector Megure nos llevo a casa en su auto, estaba en medio de Ran y la pelirroja en los asientos traseros, la ultima miraba por la ventana, no había dicho ni media palabra en toda la noche, tal vez era que no quería meterse por ser amiga de Matso. Cerró los ojos, sosteniendo su cabeza en la ventana, la mire un rato fijándome mucho en el flequillo que ocultaba su ojo, luego en su pelo tan despeinado y rebelde. Jugaba con mi videojuego portátil mientras llegamos a casa, Verona fue la última en bajarse, se tambaleaba un poco.

-¿Te sientes bien?-puse mis manos en mi chaqueta.

-Sí, lo estoy no te preocupes- arrastraba las palabras, no le creí nada de que me dijo.

Al entra a la oficina de Kogoro, la pelirroja se apoyo en el umbral de la puerta unos segundo, escuchaba que respiraba dificultosamente, poniendo su mano izquierda bajo su flequillo, trate ayudarla pero me aparto de un empujón, me acerque de nuevo, se giro hacia mí, haciendo que mi mano le levantara el flequillo del ojo, vi una gran marca que terminaba en su sien izquierda.

-Lo siento-fue en lo único que pensé.

La respiración de ella se oía dificultosa, su mirada mostraba un miedo como nunca lo vi en ella, me aparto y corrió hacia la escalera, pensé en seguirla pero no era lo ideal, había cometido un gran error, lo peor es que no sabía cuál.

-¿Qué paso con la pequeña entrometida?, que no va a cenar-dijo el tío Kogoro.

-No le digas así papá, Verona me dijo que tenía que estudiar para una prueba mañana-Ran le explicaba mientras el bigotudo bebía una lata de cerveza.

-*Diablos, la prueba la olvide por completo*-pensé, si evitar poner mi cara de aburrimiento.

-Aunque sea adoptada, es igual de malcriada que este ¡Hip! Niño-balbuceaba el detective como si tuviera toda la razón del mundo- pero conmigo no será así o si no le daré una golpiza que no olvidara...-

No aguante esas palabras, golpe la mesa fuertemente, la mano me dolía un poco.

-¡Conan!-me desaprobó Ran.

-¿Qué te pico, niño?-pregunto extrañado el tío Kogoro, sin soltar antes un hipo.

-Voy a mi cuarto Ran, también tengo que estudiar-les informe con una sonrisa totalmente falsa, me levante del suelo y camine a mi cuarto.

No podía dejar de pensar en la sarta de estupideces de Mouri y en la reacción de Verona, tal vez era tiempo de disculparme, aunque aun no tenía claro porque. Toque tres veces la puerta, al abrir vi a la pelirroja, era como si en su rostro no hubiera ni el más mínimo rastro de esa humanidad y alegría, se veía muy fría y mecánica .Me hizo un movimiento con la cabeza para que entrara, le correspondí y entre a la habitación, Verona se acostó y yo me quede de pie.

-Solo dime las disculpas fingidas y luego lárgate-escupió con leve tono de tristeza.

-Te las daría si solo me dices porque-me senté en una silla de escritorio junto a su cama-lo único que quería era saber si estabas bien, solo eso.

-Ok, no estaba bien del todo- suspiro pesadamente y su rostro volvió a la normalidad- casi me quedo dormida en el auto cuando me dio una jaqueca enorme, no quise alarmar a nadie y me quede callada, pero este dolor fue diferente a los demás...-guardo silencio unos segundo mirando sus pies.

-¿Qué cosa?, no sentiste un malestar, algo grave-tal vez su traumatismo se agravo.

-No, cálmate, lo diferente fue que vi nuevos recuerdos...-me miro seriamente.

-Algo importante de seguro-le di una sonrisa.

-Para como estoy todo es importante, entre ellos está uno muy raro, estaba en un parque era bello ese día, veía jugar a...a- espeso a titubear-¡Ah! Mi hermano, no me gusta hablar mucho de él, en fin mientras lo veía jugar, alguien se sentó a mi lado, era... era Gin.

Verona lo conocía, apretaba su puño seguro que para ella eso era una puñalada, temblaba un poco.

-Si quieres dejamos esta conversación para otra ocasión-le hable gentilmente.

-Querías que hablara, pues escúchame... el recuerdo fue confuso hasta llegar a casa luego llego otro cuando me apoye en el umbral, había una mujer de cabellera rubia ahorcándome con el antebrazo, riéndose de mí, sus ojos eran fríos y crueles-Verona entrelazo su brazos entre las rodillas.

-De casualidad, es mujer... ¿Le llamaban Vermont?-le dije firme, ya no estaba para indirectas, y la misma mirada de horror apareció, al menos pasajeramente-ella...

-Si-me cortó y silencio- y lo último fue que mientras ella me inmovilizaba, Gin se acerco a mí... con un cuchillo, me tomo del cabello y me hizo este regalito-se levanto el flequillo mostrando nuevamente la gran marca.

-No recuerdas algo mas, no se sobre tus padres-le propuse para quitarle el peso de recordar esa barbaridad.

-Mmj, Kudo lo único que recuerdo de ellos son sus voces y el rostro de papá-me respondió- lo que sí recuerdo fueron las últimas palabras que Gin me dijo "Esto es por traicionarnos, esto por tratar de matarme-así que fue verdad, si quería matarlo-y esto es para que nunca olvides que nos perteneces"

Paso un largo momento de silencio, hasta que vi por fin una sonrisa en la comisura de los labios de Verona. Me miro de esa forma picara y gentil de siempre.

-No debiste venir para disculparte- puso una mano en mi hombro- fue una tontería compórtame así, si me puse como histérica fue porque la rubia había hecho lo mismo.

-Lo sien...-

-No, dije sin disculpas-me atajo- como dicen "Eres...buenos somos personas buenas que le han pasado cosas malas"-me miro de esa forma tierna- y hablando de cosas malas, hay que estudiar para la prueba de matemáticas.

Así pasamos toda la noche resolviendo ejercicios, preguntándonos entre sí, pasado unas dos horas cada quien se fue a dormir.

.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.NARRADOR OMNICIENTE.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.---.-.-.-

- Ella es la otra pequeña detective-dijo Sonoko a Ran viendo a la pelirroja.

-Así es, su nombre es Verona y es la hermana de Conan, llego hace unos días-le señalo a la niña que solo las miraba como si nada.

-Espero que no sea igual de aguafiestas que su hermano-Sonoko se acerco a ella con la mirada sarcástica.

-*Kudo tenía razón, esta chica es tan hueca con una modelo*-Verona pensó mostrando una sonrisita falsa-hermana Ran ¿qué es esa carta?

-¡Ah! Esto es una invitación del papá de Sonoko para la exposición de unas joyas en el museo de Beika esta noche, será muy elegante hasta tengo mi vestido-dijo la castaña con mucha emoción, la que la niña correspondió con otra sonrisa.

-Exacto, y yo modelare la joya más valiosa de la exhibición, la "Lágrima del Sol"-dijo Sonoko en un tono orgulloso.

-*la "Lágrima del Sol* sé que he escuchado de ella pero en donde-La pelirroja pensó con la mano en la barbilla.

-Genial, será interesante ver esas joyas no es así Verona-entro Conan guiñándole el ojo.

-¿Y quién dice que ustedes par de colados irán a la fiesta?-Sonoko se nos acerco enojada con la manos en la cintura.

-Pero claro que pueden ir podrán ocupar la invitación de Shinichi, que de seguro no ira, si lo veo-Ran golpea el muro dejándolo con grietas.

Verona mira al pequeño detective que estaba entre sonrojado y asustado.

-Bueno, ok, ok-dijo fastidiada Sonoko.

-Espera, Verona-chan no tiene ropa elegante, eso significa que-Ran miro a su amiga como cómplices-¡Compras!-dices al unisonó.

La pelirroja mueve la cabeza de un lado a otro para expresar un rotundo no, pero las dos adolescentes la toman de las manos y la arrastra hacia la salida.

-¡Conan-kun, sálvame!-

Kudo solo sonreía y se despedía de ella con la mano para luego carcajearse y decirse para si mismo...

-Pobre Verona, yo no le deseo a nadie esa tortura-

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