—Allen, Suéltalo por favor—pidió MingJun a nada de llorar, obvio que estaba sensible, si después de estar íntimamente con su Alfa iba a necesitar que este lo mimara un poco, y aunque MingJun no lo aceptará era muy mimado—. ¡Allen!

—No lo haré, MingJun—exclamó el Alfa mirando seriamente a su hermano que tenía un puchero en sus regordetes labios—. ¡Follaste Con Él!

—Pero yo quería.

—Aún así no me importa, se quedará ahí—el Omega empezó a sollozar, y la de cabellos azules se pasó la mano por el rostro al ver lo dramático que llegaba a ser su hermanito.

JeongIn que solo estaba en pantalón corto y sin camisa, se encontraba esposado a la mesa de la sala, y se encontraba amordazado. ¿Cómo iba a saber él, que ese alfa era especialista en artes marciales mixtas? ¿Y qué también tenía el carácter de Johnny Suh cuando lo conoció?

MingJun —que luego de una ducha obligada por su hermano tenía solamente puesta una sudadera ancha de JeongIn, junto a unos shorts— lloriqueó con más fuerza al ver cómo su alfa estaba lejos de él.

—¡ALLEN!

—Lo soltaré si tú te tomas esto—el menor ladeó la cabeza mirando aquella cápsula que su hermano le mostraba—. Si no te la tomas, no soltaré a tu "noviecito".

—¿Qué es?

—Una pastilla del día siguiente, no creas que dejaré que quedes embarazado cuando aún estás en preparatoria—exclamó el mayor dándole la pastilla a su hermano junto a una botella de agua—. Y tú—dijo enfocándose en JeongIn—, agradece no haber marcado a mi hermano, o ya te hubiera cortado el pene, ¡alfa idiota!

—¡NO LE DIGAS ASÍ!—gruñó claramente enojado—. Yo solo le puedo decir así.

MingJun irradiaba enojo y tomó la cápsula con un poco de agua, y al tragar le sacó la lengua a su hermano en señal de burla.

—Apuñalare a tu Olaf de peluche gigante, donde sigas de odioso.

—¡Tú tienes a mi novio atado!

—Y tú estás castigado, durante 5 meses—anunció el mayor señalando a su hermano mientras, sacaba unas pequeñas llaves para abrir el cerrojo de las esposas que tenía JeongIn.

El omega de inmediato se tiró sobre su novio, para empezar a dejar besos en sus mejillas, cosa que sonrojó al mayor, que aún seguía aterrorizado por el Alfa contrario.

Allen sonrió siniestramente y señaló a JeongIn, para luego pasar el dedo índice por su cuello.

JeongIn quisó llorar muchísimo.

—¡¿ALLEN ESTÁ EN COREA?!—el gritó de Seongmin provocó que MingJun cubriera sus oídos.

—¿Es lo único que escuchaste de todo lo que te dije?

—Claro que no, follaste con JeongIn, y te castigaron, sí, sí, sí. ¿Ahora como está Allen? ¿Sigue siendo el mismo Alfa sexy de siempre? ¿Sigue soltero?

—Seong, sabes que no me gusta que hables así de mi hermano, se siente raro, además ¿a ti no te gustaba Johu del C?

—A pues sí, pero hablamos de tu hermano, ¡el Alfa Más Sexy De Corea!

—Que asco—murmuró MingJun, para tomar un poco de su batido—. De solo imaginarlos juntos, me causa escalofríos.

—¡No Jodas Que Tú Follaste Con Tu Novio! Hablando de eso, ¿por qué no te marcó? Creí que lo iba a realizar.

—No me dijo la razón, solo que aún no lo haría, pero que muy pronto.

—Pueda que hasta venga mi futuro ahijado cuando aparezca esa marca.

—¿Seguro que estás tomando un batido de fresas y no una sangría?

—¡CÁLLATE QUE AQUÍ EL ALCOHÓLICO ERES TÚ!—y un leve golpe fue a la cabeza del Ahn.

—Innie—el Alfa alzó la mirada de la laptop para mirar a su novio que se encontraba en la cama, observándolo—, cuéntame sobre tu padre.

—¿Seojoo?

—No, sobre tu padre omega—y JeongIn bajó la mirada, soltó un suspiro y se levantó de la silla para tomar asiento en la cama de MingJun y pronto una alarma empezó a sonar.

—¡A UN METRO DE DISTANCIA!—el gritó de Allen provocó que MingJun soltará una maldición.

El omega se levantó de su cama y se sentó en un puff con forma de Totoro, haciendo que la alarma dejara de sonar.

MingJun iba a soltar tremenda grosería cuando Johnny entró a la habitación y le lanzó una llave a su hijo.

—Suelta el aparato de rastreo de tu tobillo y luego has lo mismo con JeongIn. Te presto mi auto que está estacionado en la entrada las llaves están ahí, tengan una cita, yo me encargo de Allen.

—¡Gracias Papá!—exclamó el Omega lanzándose a los brazos de su padre, para abrazarlo y dejar un beso en la mejilla de este mismo.

—Gracias señor Suh—dijo JeongIn de forma baja.

—Si gustas me puedes decir suegro o papá, no importa, ya eres de la familia.

—¿C-Creí que no me aceptaría luego de lo sucedido hace una semana?

—No lo lastimaste, en cambio lo cuidaste y no marcaste y eso me tranquiliza y alegra porque MingJun aún está en preparatoria. Ahora váyanse.

El Alfa más joven asintió y espero a que su novio le quitara el rastreador de la pierna, para salir por la ventana.

El golpe contra el suelo no fue suave, pero aún así ambos estaban felices de al fin poder pasar tiempo juntos sin que los estuviesen vigilando como si de unos criminales se tratase.

—¿Osea que eres de Busan?—el Alfa asintió acariciando la parte externa del muslo desnudo de MingJun gracias al short que esté usaba— ¿Porqué te mudaste desde allá?

—Por una oferta de trabajo de mi Madre, en un hospital de Seúl. Al principio no quería venir, era un pequeño Alfa llorón, aún lo sigo siendo, pero en ese entonces solo tenía 10 años.

—¿Pero y tú padre Omega?

—Él se quedó en Busan, es un gran médico allá, además él sabía que lo mejor era que viniera a Seúl, en Busan era muy maltratado por no ser un Alfa común.

—¿Te llevas bien con él?—inquirió MingJun tratando de calmar el enojo que le daba el pensar en que maltrataban a un JeongIn versión niño.

—Sí, aunque lo extraño mucho, trato de comunicarme mucho con él, además mis padres siguen casados, cuando le hablé de ti, de inmediato me envió el anillo que te di—y MingJun que tenía su cabeza en el pecho del Alfa alzó su mano para ver el anillo—. Dijo que aunque no te conocía sabía que eras el omega perfecto para mí.

—Es una gran persona.

—Lo es—JeongIn bajó la vista para mirar los brillantes ojos de MingJun—. ¿Creí que tú padre me golpearía?

—No lo hará, ahora por fin se dio cuenta que eres lo suficientemente bueno para mí—MingJun se acomodó quedando sentado en el regazo de JeongIn -ya que ambos estaban acostados en el asiento trasero del auto de Suh Johnny- el Yang llevó sus manos a la cintura—, y eres perfecto, Innie, no debes hacerle caso a esos idiotas que hablan mal de ti, y si te molestan te juro que les romperé la cara a golpes.

—No debes meterte en problemas—exclamó el Alfa sonriendo—. Además debemos hablar de cosas más importantes.

—¿Cómo cuáles?

—Dentro de cuatro meses es tu cumpleaños número 18, y luego son las vacaciones, y tengo una sorpresa para ti—el bicolor sonrió feliz.

—¿Qué es?

—No te puedo decir, es una sorpresa.

MingJun hizo un puchero.

—Mal Alfa, aunque si me gustan las sorpresas—el Omega se inclinó sobre su novio y le dio un beso en la mejilla—. Eres el mejor Alfa para mí.

—Y tu mi único omega, aunque seas un desvergonzado—y MingJun se inclinó otra vez pero esta vez para dejar un beso en los labios del mayor.