━━━08
Ten Lee tocó el timbre de la casa Yang de forma apresurada. Conocía a la perfección lo delicado que se volvía su hijo cuando entraba en celo.
Un despeinado JeongIn abrió la puerta mientras se arreglaba la ropa, y el omega mayor tuvo un mal presentimiento.
—¡Te Acostaste Con Mi Hijo!.
—¡No Señor Ten!—dijo de inmediato JeongIn—. MingJun, se encontraba inquieto y me atacó, pero ya se durmió—Ten dejó escapar un suspiro de tranquilidad.
—¿Dónde Está?
—V-Venga conmigo—JeongIn dejó pasar al mayor que siguió al chico por el pasillo para luego subir unas escaleras, e ir a hacia una puerta de color blanca—. E-Está es mi habitación... él pues, hizo un nido con mi ropa—susurró bajito el Alfa abriendo la puerta.
Y así era, un dormido MingJun se encontraba en un pequeño nido hecho de algunas camisas y suéteres del Alfa. El pequeño omega estaba abrazado a la almohada de JeongIn, para así inhalar las tranquilizantes feromonas del mayor.
Ten se acercó a su hijo. Al Suh más joven se le notaba lo doloroso que estaba siendo su celo. Su rostro tenía una mueca de dolor, y su piel era cubierta por una leve capa de sudor; además su piel estaba caliente.
—A MingJun, nunca le ha afecta en esa manera su celo—murmuró para si mismo el omega mayor.
—Señor Lee. ¿Él estará bien?.
—Si, lo llevaré a casa, ¿podrías llamar a mi esposo? Está en el auto, pero mantén la distancia o es capaz de lastimarte.
—Sí—Y JeongIn fue en búsqueda de Suh Johnny. En cambio Ten acariciaba el cabello de MingJun, que solo seguía abrazado a la almohada del Alfa Yang.
Cuando Johnny entró a la habitación de JeongIn, le dió una rápida mirada a Ten que asintió, y sin más Johnny cargó a su hijo en brazos, él cuál se aferró a esa almohada como si su vida dependiera de eso.
—Gracias por tu respeto hacia MingJun—dijo Ten cuando bajo las escaleras, en dónde estaba el Alfa Yang que solo veía como un pálido MingJun era llevado lejos de él.
Y eso hacia que su corazón doliera.
—No debe agradecer, su hijo es mi...muy especial para mí—y es que ni aunque dijera que MingJun era su Omega, dejarían que el chico se quedará con él.
JeongIn realizaba la tarea de cálculo, en la sala. Al pobre chico se le notaban unas claras ojeras, y es que no había podido dormir lleno de preguntas, ¿MingJun estaría bien? ¿El Omega estaría calmado? ¿Le seguirá doliendo el cuerpo? Definitivamente JeongIn moría de la intriga.
Estaba tan preocupado que estuvo a nada de salirse de su casa para ir a la casa de la familia Suh, para saber si el menor se encontraba mejor.
El Alfa sintió una molestia en su pecho, y aunque quizás sonará ridículo, sentía qué el omega Suh estaba pasando por un momento difícil. Y eso solo lo ponía impotente al no saber en qué podía ayudar a su omega.
El sonido del timbre hizo que el Yang se desconectara de los pensamientos nada buenos que tenía.
Algo molestó fue a abrir la puerta, encontrándose a los primos de MingJun en la entrada de su casa. Y a MingJun se le bajo la presión al pensar en que algo malo le hubiera ocurrido a su agresivo omega.
—¡¿MingJun está bien?!
—Primero que nada, buenos días—dijo Yangyang—. Segundo, hola JeongIn, mira por si no los conoces ellos son: Park Jisung el otro primo de Junnie, y él es Zhong Chenle el novio de Jisung. ¿Nos dejas pasar?
—S-Sí, adelante—los tres chicos entraron y se quedaron de pie en la sala—. ¿Qué hacen aquí, Sunbaes?
—Es debido a MingJun—JeongIn palideció ante las palabras de Chenle—. Bueno por lo general él se la pasa durmiendo en sus celos, y pues Jisung le lleva algo de su ropa para hacerlo sentir protegido, ya que los omegas en sus celos son muy vulnerables. Pero MingJun la rechazó, ayer no pudo dormir, solo se la pasó llorando y llamando a su Alfa, a ti.
—¿A mí?
—Sí—dijo esta vez Jisung—. MingJun llora abrazado a una almohada tuya, él te necesita.
—Bueno, para evitar accidentes él en verdad necesita es tu aroma para sentirse protegido.
—Así que venemos a asaltar tu habitación.
—¿Qué?—dijo JeongIn sin entender las palabras de Yangyang.
—Necesitamos mucha de tu ropa, para que tu aroma calme a MingJun—Yangyang hizo una pausa—. ¡Necesito dormir por favor!
—Sí...pueden tomar lo que quieran.
—Vayamos a tu habitación—los cuatro chicos subieron.
En la habitación del Alfa Yang, se encontraban cuatro chicos guardando ropa en dos maletas que llevaban.
—¿Porqué tienes tanta ropa pastel?—JeongIn se encogió de hombros mientras seguía guardando la ropa.
—¿Creen qué con esto sea suficiente?—inquirió Chenle a lo que los otros tres asintieron—. Será mejor irnos, puede que MingJun este más tranquilo, luego que el médico fuera.
—Si, será mejor irnos, gracias JeongIn, te devolveremos tu ropa en unos días—JeongIn sujeto el brazo de Yangyang.
—P-Puedo ir a ver a MingJun, por favor necesito ver qué está bien.
—No creó que sea una buena idea. Eres un alfa y además al que MingJun está necesitando.
—Me tomaré unos supresores, por favor debí ver cómo se encuentra.
—Bien, pero tomate los supresores y lleva unos extras.
—Lo haré—y así fue.
—Es la peor idea que se nos ocurrió—dijo Chenle mientras le pasaba una caja con pañuelos desechables a JeongIn que lloraba sentado en el piso fuera de la habitación del Omega Suh.
El Alfa se sentía inútil, no podía acercarse al más pequeño que sollozaba encerrado en su habitación pidiendo la ayuda de JeongIn.
—Él estará bien, MingJun es muy fuerte, una vez le quebramos la mano con un martillo y solo lloró un ratito—exclamó Yangyang tratando de calmar el llanto del Alfa—. No te preocupes, él seguirá llorando, quizás sufra un poco más, pero sobrevivirá.
Y JeongIn lloró con más fuerza.
—Eres un asco tratando de calmar personas—murmuró esta vez Jisung, para tomar las maletas con la ropa de JeongIn y entrar a la habitación del Suh.
Unos minutos pasaron y JeongIn solo escondía su rostro entre sus rodillas, todas esas personas tenían razón, él no servía como Alfa.
Jisung salió de la habitación con una ligera sonrisa.
—¿Funcionó?
—Sí, se empezó a calmar, incluso me insulto, así que estará bien—el Park se inclinó frente a JeongIn—. MingJun esta mejor gracias a ti, no te sientas inútil, tu ayudaste a mi primo. Él está feliz sabiendo que su Alfa lo apoya.
Él era el alfa de MingJun.
Y como tal debía tratar de calmarse.
—¡Chicos!—la voz de Ten Lee asustó a los más jóvenes—. ¿Qué hace JeongIn llorando en mi casa?
—Verás tío, fue una gran idea que...
—A Yangyang se le ocurrió robar cosas de JeongIn para calmar a MingJun, pero pues JeongIn también vino porque deseaba saber cómo estaba MingJun. Y ahora llora porque se siente insuficiente para un Omega como MingJun—explicó Chenle, pasándole otro pañuelo a JeongIn
—¡Saben lo peligroso que es! Y si no hubieran podido controlar a MingJun o a JeongIn. ¿Saben lo qué hubiera ocurrido?
—Lo sabemos, pero debíamos intentarlo, MingJun la estaba pasando fatal—explicó está vez Jisung—. Y funcionó, el aroma de JeongIn lo tranquilizó.
—¿De verdad?
—Sí.
—Gracias, muchas gracias JeongIn—dijo Ten Lee ayudando a levantarse al Alfa Yang—. Y estás castigado Yangyang.
—¿Por qué?
—Por crear un plan sin primero consultarnos—Ten le sonrió a JeongIn que aún tenía los ojos algo rojizos—. Vengan, les serviré algo de tomar.
Y cuando todos bajaron, bueno excepto JeongIn que se acercó a la puerta de la habitación de MingJun, sujetó la cerradura entre sus manos y cuando estuvo a nada de abrir, alejó su mano.
Primero debía cortejar al Omega.
A su Omega.
JeongIn apoyó su mano en la puerta de la habitación del omega. Aunque no lo pudiera ver, sabía que MingJun estaba del otro lado, y era así, el omega estaba apoyado contra la puerta, feliz de que JeongIn estuviera cerca, se sentía protegido.
—Estoy aquí, MingJun—exclamó de forma fuerte el Alfa—. No te dejaré.
El silencio cubrió los alrededores, hasta que JeongIn pudo escuchar un bajito "Gracias".
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