Ríes a carcajadas como si ya fueras pasado. Ojalá supieras que nuestros escenarios continúan siendo protagonista en mi presente.

Las mariposas aletean en mis pulmones avivando mis ansias de respirar. Crujen en mis huesos alertándome del navío que pretende hundirme y luego viajan a mis arterias, construyendo una oscuridad nítida en una luz que desea excluirme.  

Les pido perdón, especie amiga, soy de las que aspira a dar saltos cuando aún no sé correr. 

«—¡Gorda! ¡Me das asco!

¿Asco? Mi piel se agranda por mariposas muertas que con tu crueldad te atreviste a exterminar.

«—¡Deja de ser débil!

Díselo a las agallas que adormecen mis miedos. Díselo a la quietud que manifiesta mi temblor.

Mi cuerpo bombea líquido negro que contamina mi ataraxia.  Asesinaste la calidez que abrigaba mi estómago, llevando a esta cadaver viviente a un espacio sin galaxia.

Ojéame y veras a una risueña que se cristaliza para no romperse. Obsérvame y veras a una chica que lucha para no devastarse.

Yo nací completa y tú me desarmaste.