Insísteme,
Implora que te cuente el huracán que llevo adentro,

Detenlo,
Aunque no quiera compartir los vientos que me hace volar y no bajar a esta realidad,

Saca la angustia que acarrea esta tormenta llamada lágrimas,

Lágrimas saladas como el sabor de la destrucción,
Lágrimas pequeñas como las gotas del rocío que nos hace ver lo que tanto queremos no saber: estamos vivos y eso significa despertar un día,

Despertar dos,
Despertar tres,
Hasta despertar en un sueño profundo y caer en la cuenta que cada hora hubiese valido la pena si el granito de arena se convertía en isla.

Solo insísteme,
Y detén este huracán que estalla cuando todo esta mal.