-Narra Egan:

Últimamente, me había puesto en contacto con Alessia, para que buscara a una bruja. Ya que, evidentemente para sacar a Eva del pozo, necesitaría a alguien que cargara con una gran fuente de poder posible de destruir el círculo de protección.

-Egan, ya he llegado al lugar. La bruja se llama Sophia Donson. Y debo decirte que, estoy en camino a un parque que supuestamente nos indica que esta mi madre y si todo sale bien pronto le pediré si puede acompañarme a Oregón, por lo de tu asunto-me comunica.

-Te lo agradezco mucho. -finalicé la llamada.

En ese instante, regresé a la sala principal de la mansión de los Miracle, los cuales les había pedido un momento para hablar por teléfono. Los cuatro hermanos, estaban dispersos por toda la habitación, al igual que sus dos padres.

-Creo que todos saben por qué estoy aquí. -formulé.

Los Miracle, le habían vendido cargamento valioso a Silvia. Aquella, buscaba ponernos a todos los clanes en contra, con el simple objetivo de ver cómo nos desmoronábamos. Y era verdaderamente injusto ver cómo muchos de ellos, le seguían el juego y creaban enfrentamientos sin sentido.

Dado a la destrucción de los clanes que, cada día iban decayendo, todos tenían algo en común que los motivaba para pelear por sus miembros y demás integrantes. Silvia, al parecer lo había planificado todo desde un principio, para que el descontrol por obtener una cura contra el vampirismo sea por lo que seguramente mataríamos.

La mujer que, se había hecho pasar por Eva durante un largo tiempo, les prometió una cura a cambio de que la obedecieran en todo. Además, gran parte había comenzado con lo de la madre de Alessia. Ya que, si encontraban a Ada le exigirían revelar los componentes de la misma, para crear lo suficiente para todos los vampiros que así lo deseaban.

Esta vez los Miracle no habían acordado nada con la líder de los Realistas, debido a que, los tratos con los que ella había hecho antes nunca funcionaban. Por lo que, aquellos solo aceptaron una suma de dinero importante, a cambio de las dagas. Fue así que, aquella logró obtenerlas. Sin embargo, lo que no sabía era que, cada vez estaba dejando al descubierto su verdadero rostro.

-Gracias, por recibirme gentilmente en su mansión, después de todos los enfrentamientos ocasionados inútilmente. -les digo, para luego marcharme.

Andrew y su mujer, me acompañaron hasta la puerta de salida. En eso, tras un saludo de despedida, un grupo del clan de los cazadores se hace presente. Aquellos, comenzaron a extenderse por el inmenso patio delantero.

- ¿Qué hacen aquí? Nosotros no queremos problemas con nadie. Deben parar con estos enfrentamientos, porque solo nos estamos lastimando entre nosotros. -les anuncié.

-Son nuestros asuntos. Es nuestra naturaleza, Egan. -finaliza diciendo.

Los hermanos Miracle, comienzan un enfrentamiento contra estos, al igual que sus padres. Varios de los cazadores, intentan alimentarse de nuestros cuellos, pero dadas a las circunstancias muchos terminan muertos al intentarlo. Y puedo decir que, he visto como Evolet luchaba contra uno de ellos algo herida, por lo que decidí ayudarla.

Después de largas horas, había una gran cantidad de cuerpos llenos de sangre y sin vida por toda la mansión. No obstante, varios solo decidieron retirarse, como los cobardes que eran.

- ¡Egan, por aquí! -grita sollozando Isabela al ver a su esposo gravemente herido.

-Todo estará bien, tranquila. -contesté.

- ¡Por aquí también, es Ryan! -avisa Caleb con su hermano que, se comenzaba a desvanecerse entre sus brazos.

Andrew y Ryan, ambos hombres habían quedado totalmente abatidos y adoloridos recostados en camas separadas, ante tal batalla. Tras haber dado la vida por su familia, apenas se podía escuchar la expulsión de oxígeno de sus pulmones que, lograban dar con cada intermitente exhalación.

Las medicinas, no servirían. Y cuando tuvieron algo de esperanza en ellos, los corazones de ambos, dejaron de bombear. Un mar de llantos y lamentos inundaba la habitación.

- ¡Los mataré a todos! -anunció Evolet dirigiéndose a la salida de la habitación.

-Detente. No lo harás. -le dije, agarrándola de su brazo derecho y así evitar que se fuera.

-No toleraré que alguien más de mi familia muera. -expresó quitando mi mano de su brazo, para luego agregar con una mirada fría y decidida- Quiero destruirlos.

-Si tratas de combatirlos sola, solo te estarás ganando otro lugar junto a la tumba de tu padre y de tu hermano. Por eso, propongo unir fuerzas primero y unir ambos clanes, para derrotar a nuestro enemigo. Solo así, podremos evitar y acabar con la destrucción y las guerras entre clanes. -acabé diciéndole para convencerla.

-Narra Gabriel:

Antes de haber subido al auto a Víctor, Julián le colocó en su cuello una jeringa con armigreza para dormirlo, por si intentaba escapar. Luego, conduje de regreso a la casa de mi hermano.

- ¿Y qué haremos con el muchacho? -pregunta.

- ¿Hablas de Arley? Bueno, curaremos su herida y la taparemos con una gaza, lo haremos olvidar lo sucedido y lo enviaremos con su familia-le respondí a Julián.

Después de algunas horas de viaje, llegamos y colocamos a Víctor atado de las manos en una silla que estaba ubicada en la cocina, cuando comenzaba a despertarse. Solo así y de aquella forma, obtendríamos respuestas.

- ¿Para quién trabajas? -formulé.

-Para la única persona con la que estuve trabajando todo este tiempo. -contestó.

-Traicionaste a Lucas, después de que él te dio todo y te salvó la vida. Pero, ¿Por qué? -agregué.

-Mi trabajo, había acabado cuando le entregué a Eva a los Miracle, ya que aquel había creído que sería la salvación a su problema. Muchos de nosotros sabemos cómo sigue la historia, por lo que me ahorraré en contarla nuevamente, para así saltar a la parte más importante. Entonces desde allí, como las cuentas estaban pagadas, regresé con quien realmente estaba trabajando. Lucas, había caído en la trampa y solo consiguió hacer lo que jamás debió durante un largo tiempo.

Comenzamos a torturarlo, para que digiera el nombre de la persona con la que trabajaba, pero por más dolor que sintiera se resistía. Fue así que, comenzamos a inyectarlo con más armigreza.

-Por más que, no paren de dañarme hasta conseguir lo que quieren, les aseguro que no lo obtendrán. -nos dice Víctor con lo poco que le quedaba de su fuerza.

-Bueno, entonces no nos das otra alternativa que, lastimar a Nora Winchester. Y estaría sugiriendo, una pequeña mordida alrededor de su cuello o tal vez en su muñeca, pero eso a lo mejor le gustaría elegirlo nuestro invitado-comenta Julián.

En eso, mi hermano trae a Nora obligadamente a la sala.

-Nos enteramos de tu amorío, las voces corren rápido en los clanes. Sin embargo, si muestras que realmente te importa, no la dejarás morir-continué diciendo.

-Si le haces daño, me aseguraré de que, Eva sufra lo doble de lo que está sufriendo ahora. -contesta Víctor.

- ¿Qué le has hecho? -le grité precipitado.

-Nunca debieron dejarla sola...-susurra.

Volteé a mirarlo a Julián. Y en ese momento, Víctor no tarda en recitar unas palabras que, finaliza complementándolas en una larga oración de otra lengua:

- Qui operit caelum caligine habitaverit in urbe. Sanguine perfunduntur plane inimicus donec exanime reliquit.

- ¿Eso es Latín?-pregunta mi hermano.

Pero, en ese instante y antes de poder responder algo, alguien lo ataca por la espalda con una estaca. Víctor, cae al suelo, dejando ver a Eva de fondo.

- ¡No! -exclama Nora entre sollozos- ¡Todos ustedes lo pagaran!

Aquella, desaparece a velocidad vampírica con el cuerpo de su amado.

-Me gustaría hablar con Gabriel a solas-dice seria.

Caminamos, caminamos hasta nuestra casa, para conversar en otro ambiente más calmado. Y al llegar, nos sentamos en las escaleras que, daban a la entrada de las rejas de la misma.

-Hoy te necesitaba y no estuviste para mí-espetó.

-Te había dicho que estaba en una misión importante.

- ¿En una misión importante? ¿Acaso tu misión era torturar a Víctor hasta matarlo? Porque si eso es lo que querías, te he ahorrado el trabajo-agrega- Tú dices que, la que ha cambiado he sido yo, pero el que realmente ha cambiado has sido tú.

-Lo lamento, yo...-apenas las palabras salían de mi boca.

-Creo que lo mejor será que acabemos con esto. -anuncia con una lágrima que apenas lograba resbalar su mejilla.

- ¿Qué?-dije sorprendido.

-Lo nuestro no puede continuar-acabó repitiéndolo una vez más, pero con palabras similares a las anteriores y ahora entrando en su casa, para dejarme solo.

https://youtu.be/t2462TpQekc

-Narra Alessia:

Habíamos llegado hasta aquel parque, que nos había indicado el hechizo de la bruja. Sin embargo, nada de lo que había en aquel lugar, nos daba otra pista.

- ¡La siento! -expresó Shopia- Sigamos por aquel camino.

Proseguimos a seguirla.

-Está aquí-formuló mostrándonos unas escaleras que nos llevaban directamente a un posible consultorio en el subsuelo.

Fue así que, bajamos por aquellas escaleras. Finalmente, al entrar en el gigante consultorio en la cual, y al parecer se dedicaban a realizar experimentos, comenzamos a revisar cada sala. Hasta que, escuché un quejido de una voz femenina, lo que hizo que todos pararan de hacer la búsqueda. Y siguiendo el sonido de esa familiar voz, me encuentro a mi madre.

Ada Lottus, estaba con vida, pero algo vulnerable. Mi indefensa madre, estaba sobre una camilla con sus brazos totalmente llenos de hematomas y sangre derramada por todo su cuerpo.

- ¡Mamá! -le dije emocionada de haberla encontrado.

Empecé a sacarle todos los aparatos a los que estaba conectada y la llevé hasta el auto entre mis brazos, sin antes agregar en susurros en su oído:

-Es hora de ir a casa...