Capítulo 22: |Hasta que la muerte nos separe... o no|
-Narra Eva:
Estando de regreso en la residencia, hemos dejado a Silvia custodiada por algunos guardias en una de las habitaciones, evitando que escuche nuestra conversación y los más comunes problemas que le encanta ocasionarnos. Aurora vendrá por la mañana a ver a su madre y después de eso, seguiremos con lo que tenemos planeado.
Llevaremos a cabo el hechizo para la daga y haremos la ceremonia de despedida para aquellos que perdieron la vida ayudándonos, antes de dar nuestra última batalla. Y de momento, me han asegurado que Gael aún permanece intacto en el mismo lugar en donde lo hemos dejado, por lo que no será necesario actuar antes de lo previsto.
Sasha se quedó en la residencia para una mayor seguridad. Sophia, dejó en claro lo que continuaría después de que se marchará y la precaución que debíamos de tener al hacerlo. Las cosas, en definitiva, ya no pueden volver a salir mal como siempre.
-A ver, si no mal entiendo, ¿Dices que quieres extraer de nosotros nuestros poderes? -pregunta Lucas- Dejame decirte que eso será imposible, Eva.
Nos encontrábamos en el despacho de Edison, retomando la charla del limbo, discutiendo y enumerando las veces que me he equivocado.
-Siempre. -me queje levantándome del asiento del escritorio, desplazando la silla con brusquedad y frotando mis sienes ante la frustración- . Todo lo que hago siempre está mal. Como desearía ser esa persona que tiene las respuestas y las soluciones para todo, sin equivocarse, para que la mayoría se conforme.
-Equivocarse te enseña a afrontar los problemas de la vida y es la mejor forma de aprender. Además, no digo que lo has hecho todo mal, has enfrentado cosas que ni yo he podido hacer. Sin embargo, -suspira- no deberías poner toda tu confianza en alguien que ya más de una vez lo hiciste.
-¿Es Silvia, cierto? Solo necesito su poder y luego volverá a donde pertenece.
-No es ella ni yo, tampoco Sasha, somos todos. Estar aquí una vez más, solo traerá consecuencias y no obtendrás lo que quieres, y te darás cuenta que solo fue una pérdida de tiempo. -piensa unos segundos antes de continuar y cuando lo hace, siente que ha dicho aquello que no tendría que haber dicho, pero era lo necesario para comprenderlo- . Nuestros poderes ya se han transferido hacia alguien... todo sucedió cuando Silvia acabó con mi vida, así como los demás hicieron con ella, de tal forma que se cumple con lo que dicta el mandato de los portadores.
-¡Aurora! Entonces, todo este tiempo solo la necesitábamos a ella y por eso la quería Gael, además de poder controlar a los clanes. -expresé- ¿Y que ganaría? Mi hermana es la única en salir beneficiada de esto, como esta y tantas veces. Silvia, siempre lo quiso todo y nunca se rindió.
-Que Gabriel busque a Aurora, le daré el aviso a los demás y tú encárgate de Sasha. -indica y sale de la habitación.
Los hombres de Edison me detuvieron por el camino mientras ayudaba a Sasha a preparar el hechizo, avisando que no sabían cómo, pero Gael había logrado salir del Aljibe. Callen, resultó ser más fuerte que la magia que aquel pozo emite, se dice que hasta logró destrozar cada pedazo de ladrillo y que viene con la sangre hirviendo hasta acá. Los guardias, quienes se encargaban de vigilar la zona, fueron asesinados por el mismo y los otros infectados, tal y como trato de hacerlo conmigo.
Recuerdo exactamente como sopló sobre mi y su aliento se transportó por todo mi ser, aun así los síntomas no han logrado presentarse y estoy demasiado expuesta a todos con el contagio. Sin embargo, no dejaré que esto se apodere de mí antes de dar mi última batalla, lo daré todo si es lo que tengo que hacer.
-Está todo listo. -afirma Sasha.
Lucas, emanaba asombro cuando vio a Aurora cruzar la entrada de la residencia. Se acercó hasta a ella con la mirada circunspectiva, analizándola de pies a cabeza, acariciando su lacio cabello con su mano y besando su frente luego de inspirar el fragante, agradable y dulce olor que desprendía. La niña se sentía confundida y comprendí que aquel se sintió parte de ella, se sintió como si aquello le perteneciera y no al mismo tiempo. En ese caso, creo que sería más y mejor padre de lo que lo es Gael.
«Pudimos tenerlo todo... »
Esa era la oración que quería decir y nunca pudo, porque bien sabe que en un mundo cruel, a veces las cosas no son como las planeamos. Sus ojos por primera vez se inundaron de lágrimas, posiblemente reflexionando sobre todo lo que hizo una vez, como si al ver Aurora fuera la persona correcta para juzgarlo por todos sus pecados. De hecho, en esta historia, él sí era quien necesitaba la redención para estar en paz. Pero, en fin, en ocasiones caemos por el encanto del amor que no somos capaces de ver a aquellos quienes realmente si son los que nos quieren.
-Bienvenida, niña. Es un verdadero gusto conocerte. -expresó con una sonrisa de boca cerrada tras aclarar su garganta.
Silvia, apareció junto a todos nosotros a velocidad vampírica, abrazando con fuerza a su hija. Los guardias llegaron casi al mismo tiempo que ella, encontrándose heridos ante el ataque y tras intentar escaparse.
-¡Mamá, te he extrañado mucho! -dijo Elizabeth- ¿Por qué me has abandonado?
-Nunca lo haría. -negó Silvia tomando su rostro para volverla a abrazar- Te lo explicaré más adelante hija. Ahora, en lo único que pienso es en verte bien y conmigo.
-Papá me ha lastimado y también lo está haciendo con tanta gente allí afuera. -señala y agrega entre sollozos- Quiere que haga siempre lo que él diga.
-Silvia, -interrumpí- debemos hacer el hechizo y requerimos la ayuda de ella.
-¡No, no lo harán! -alza la voz- Solo la están utilizando.
-Todo lo contrario, hermana, tú lo estás haciendo. Quieres a tu hija por el solo hecho que puede tomar el poder de todo, bien como su padre más de una vez se lo insistió y ahora que hemos encontrado una solución a los problemas ocasionados por Gael Callen, aprovecharás el momento para beneficiarte de eso. -le quitó a mi sobrina de las manos para llevarla con Sasha- Era evidente que no te negarías a una oportunidad como esta, siempre fue tu idea, armar semejante desastre y caos para continuar con aquello que no pudiste tener nunca. Debes admitir que has perdido y que después de lo que ocurra, regresarás a donde perteneces sin importar qué, incluyendo el aprecio que le tienes a tu hija.
-Si muero, esto se caerá a pedazos, Eva. -respondió enojada.
-Tranquila, eso lo tenemos bajo control. -brujas ingresaron al lugar usando su poder contra Silvia- ¿Recuerdas a las brujas del aquelarre Essie? Bueno, como explicarlo, luego del daño que le has hecho, se han unido a mi. ¿Y a que no sabes lo que pasó? Sí, se han vuelto mis más fieles aliadas junto a la ayuda de Sophia Donson y Sasha.
Algunas de las brujas retenían a Silvia, en un rincón, cuando cayó de rodillas al suelo con sus manos tapando sus oídos. Otras, ayudaban a mi amiga.
-¡Mamá! -gritó la niña y antes de que pueda hacer el más mínimo movimiento hacia ella, se desvaneció tras pronunciar Sasha unas palabras y chasquear sus dedos.
El poder se extrae de la pequeña lentamente a la vista de todos, al igual que de Gabriel y se dirige directamente hacia la daga. Sin dar muchas explicaciones de todo el proceso, cada uno despierta de lo que pareció una especie de sueño profundo y se ponen de pie. Me hace entrega de la daga y la guardo dentro del equipamiento de mi vestimenta.
Una brisa intensa abrió las puertas de par en par de la residencia, dejándonos ver a Gael y sus hombres detrás de él. Uniendo nuestras fuerzas junto a las brujas, los hombres de Lucas y Edison, damos inicio al enfrentamiento.
-No sabes cuanto espere esto. -comenta riendo aquel- Pero, primero déjame mostrarte esto.
Tenía a Egan agarrándolo del cuello de su camisa, demostrando lo débil y herido que estaba. Mi novio había recibido una especie de puñalada en su hombro y estómago, derramando cantidades incontables de sangre, sin saber de dónde agarrarse para detener la hemorragia. Cuando trato de dirigirse a mi, el desquiciado le dispara y Egan recibe una de las balas de madera en su espalda causando que caiga al suelo.
-¡Egan, no! -corrí a velocidad vampírica desesperada hacia él y sus ojos apenas podían verme.
-Lo...lo siento tanto, Eva. -se disculpa con un dolor inimaginable y con poca movilidad en su cuerpo. Gotas de sudor comienzan a bajar por su frente - . Ha logrado capturarme.
-No, no es tu culpa. -lloriqueo a su lado- Estás infectado, ¿Cuando pensabas decírmelo?
-Sabes que este no es el momento y no lo hice para no preocuparte, tu mente estaba en otras cosas, tus objetivos eran otros y debías de concentrarte en ellos. -su mano acaricia mi mejilla- Debes acabar con esto.
Sus ojos se cierran, mi vista se ha vuelto algo nublada por las lágrimas y, Sasha, me hace reaccionar mientras lo saca del lugar para curarlo. Silvia y Aurora están en una de las habitaciones, Gabriel se enfrenta junto con Lucas a Callen, Alessia y Julián acaban de llegar para ayudarnos y los demás combaten contra el enemigo. Todos nos volvemos uno para acabarlo.
Me puse de pie, corrí a velocidad vampírica hasta el susodicho, aplicando los movimientos que me había enseñado Gabriel, la práctica y sobre todo Egan. Viendo el momento indicado, sacó la daga de mi equipamiento y se lo clavó finalmente en el centro de su pecho. Un líquido espeso y negro comienza a salir de su boca mientras agarraba el apoye de la daga para quitarsela. Sin embargo, no lo logra y cae al suelo.
Silvia aparece en la escena, lo ve derrotado y tosiendo de manera desenfrenada, se acerca a él y golpea su rostro con el taco de su zapato. Aquel la mira a los ojos confundido, pero luego entendió que la puñalada que recibió, fue exactamente la misma que él le dió a ella en el día del juicio y no hizo nada para ayudarla. Solo se rió en su cara y no le importó para nada.
-Ahora sabrás lo que se siente, maldito desquiciado...-le susurra- ¿Por qué lo sientes, no? El inevitable ardor en tu pecho, la herida abierta sin poder cerrarse, el temblor en el cuerpo, la falta de aire y el corazón latiendo a mil apunto de darte un paro cardíaco. Ah, tienes razón y no sé cómo pude olvidarlo, tú no lo tienes.
-Moriré, pero antes te arrastraré conmigo, amor. -expresó y sacó la daga de su pecho clavándoselo a Silvia, para más tarde desvanecerse en el suelo.
-Pero, ¿Qué has hecho? -exclama con la respiración cortada viendo cómo comenzaba a sangrar.
Finalmente, Silvia, aterriza sobre el charco negro de Gael Callen. El piso es un desastre y sus cuerpos están apilados unos junto a otros. Aurora ve a sus padres sin vida cuando bajaba por las escaleras, quiso correr a ellos, pero de inmediato tapé su rostro y la llevé conmigo. Los demás Cazadores heridos, también se encontraban dispersos por todas partes y ante la imagen aterradora era mejor sacarla de allí.
Gabriel, tenía su frente manchada de sangre, el labio roto y con un dolor fuerte en su costilla. Supimos que tenía un hematoma en esa zona, debido a que, se levantó la remera y nos dejó verlo ante todos. Alessia, tuvo algunos impactos en su rostro y cuerpo como Julián, pero no resultaron tan afectados como el resto. Por mi parte, me dolía cada hueso; mi ropa está manchada con el líquido rojo de mis enemigos.
-Todo estará bien, Aurora, no debes temer. -expresé tocando su cabello mientras se tapaba con sábanas para ocultar las lágrimas de su rostro- Mañana será un nuevo día, el sol se asomará por tu ventana y te hará cosquillas en tu rostro para que despiertes. lavaras tu dientes frente a un espejo y una sonrisa se formará al ver los relucientes que son. Veras, cuando vayas a la escuela y tus amigos te saluden con grandes abrazos, sabrás que lo que viviste solo ha sido todo una mala pesadilla, de las que de forma repetitiva interrumpen tus pensamientos.
Aquella se incorpora en la cama, saca la sábana de su cabeza y me mira con sus ojos brillosos y la voz cansada:
-Mi mamá me quería mucho, se fue antes de mi cumpleaños, me prometió muchos regalos para ese día y abrazarme con mucha fuerza cuando me vuelva a ver. El abrazo que le di después de mucho tiempo, fué el último y el recuerdo de una daga en su pecho mientras sangraba al lado de papá. Mi papá, es un hombre muy malo, nunca me quiso igual que mi mamá y me abandonó mucho antes de que yo naciera. Y tú, mataste a ambos de ellos. Ellos siempre tuvieron razón, esto es toda tu culpa.
Su rostro cambió. Sus palabras se volvieron francas, para una niña de su edad, su mirada se volvió profunda y fría sabiendose perder en los míos. Sus lágrimas calientes aún bajaban por sus mejillas rosadas, que cuando quise secarlas, apartó mi mano.
-Mataste a mis padres. -sentí como si mi corazón se rompiera en mil pedazos- Yo si los quería. Solo quería que estén a mi lado..., tú lo sabías.
-Aurora, tus padres han hecho cosas muy malas. Han provocado tanto daño a muchísimas personas, ellos pagarán por lo que hicieron, a pesar de que eso te moleste. -me levanté de la cama- Vivimos en un mundo injusto, con personas que cargan con mucha maldad y si no los confrontas, ellos pueden acabar con tu vida en menos de los que esperas. Posiblemente no lo entiendas ahora, pero cuando crezcas serás una mujer fuerte y muy valiente, que se dará cuenta de que todo lo que un día se hizo, fue para el bienestar de todos.
-¡Te odio!-exclama sollozando.
-No dejes que el odio te consuma. No quieres terminar como ellos, Elizabeth. -contesté.
Tomando su rostro entre mis manos, hice que lo olvidará. Olvidará todo lo que sucedió, para que esto no sea otra de esas cosas, cosas capaces de impedir su felicidad futura.
El nuevo mundo te espera, niña.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro