De pie frente al espejo habían dos personas, mirándose amorosamente mientras que uno de ellos arregla la corbata del contrario.

‹Nos mundanos con toda nuestra familia no hace menos de dos semanas a este nuevo lugar, desde entonces cada uno pensó en lo que querían hacer, sus sueños. Mis hermanos que no habían salido del plano intermedio el llegar a este lugar todo le parecía asombroso. Ya no veían uno de los tantos planetas tierra atraves de sus poderes sino que en carne propia.

Muy emocionados buscaron en que eran buenos para conseguir un trabajo, pero pronto el estrés laboral les va a llegar y tendrá que soportarlo porque aquí no se come de a gratis, solo mi esposo, Huang y mis pequeños en mi estómago.›

Su nueva vida había comenzado, en una tierra totalmente diferente a su mundo en el los planos inferiores. Prefirieron vivir en un planeta tierra que el espacio y también porque al lugar que se mudaron es donde se detectó el rostro de energía de la pareja de Huang.

De todos el pequeño es el mas emocionado porque al fin podrá conocer la nueva apariencia de su pareja, nervioso de que el corazón de esa persona haya cambiado este par de años en los que no se han visto. No lo iba a culpar y mucho menos forzar si algo así sucedía porque podrá sufrir esa dependencia, pero si su amado es feliz entonces todo estará bien. Para Huang la felicidad de su amado es lo que más le importa.

Desea que sea tan feliz como lo es él rodeado de tantas personas que lo quieren, mima, protegen. Espera que su pareja haya nacido en una familia tan cariñosa como la suya.

—¿Qué se siente pasar de Ceo a una persona asalariado?—Preguntó Xiao, agregando un pañuelo perfumado en la bolsa de la camisa de su pareja.

El dinero que teníamos lo usamos para comprar una villa con más de 15 habitación porque no íbamos estar amontonados. Hermosos y grandes jardines, un lago, y campo de golf incluido.

Si quisiéramos nos ganaríamos la lotería mas de una vez pero no queremos usar esos medios para crecer, volvernos ricos, no. Lo haremos despacio y seguro no hay prisa cuando tenemos tiempo de sobra.

—¿Podrás mantenemos?—Sonríe burlón.

—No siento nada en especial, trabajo sigue siendo trabajo.—Sus manos se van directo al cintura del contrario.—Y por supuesto que podré mantenerlos a ti a Huang como a estas cositas.—Frota el estómago de Xiao.—Sera por poco tiempo, seré ascendido a director en muy poco tiempo.—Declaro con seguridad.

‹Zeze y yo hemos decidido empezar desde cero sin abusar de nuestros poderes con respecto a obtener una fortuna de la nada, si el día de mañana somos millonarios queremos que hablen sobre como venimos desde abajo. Sobre los esfuerzos que tuvimos que hacer y no solo por suerte. También hacemos porqué queremos dar un ejemplo a nuestros hijos que para obtener algo tienes que esforzarte, sin esfuerzo las cosas obtenidas asi mismo se desvanecen.

Sin embargo, el no tener tanto dinero no será un impedimento para darle la vida de ensueño a mi familia, claro que no. Ellos siempre tendrán comida en la mesa y la tarjeta bancaria de mi Zeze cómo Huang no se quedarán sin fondo, por eso estoy trabajando como burro.

Eso sí, solo me preocupo por ellos porque los demás ganan su propio dinero. No voy a mantener a nadie que no sea familia, si los demás querían vivir con nosotros también tenían que trabajar por su cuenta. Aquí nadie comerá de a gratis, solo mi pareja e hijos.› Deamon tenía los mismos pensamientos de su esposa, tal para cual.

—Estoy seguro que asi será, te volverás jefe en menos de un mes.—Besa los labios de Deamon.

Seguramente también será objetivo de envidia, celos, incluso el nuevo prospecto de deseó para algunas personas admiradoras de la buena belleza e inteligencia. A esas que les sacaré los ojos si los llego atrapar observando con miradas soñadoras a mi hombre.

—Sere tu chófer, el de nuestro pequeño Huang y mi cuñado solo por hoy.—Tengo que marca territorio y dejar en claro que este hombre es únicamente mío.

Xiao planto sus labios sobre el cuello descubierto de su amado, lamió ligeramente antes de succionar suavemente la piel hasta que se volvió un poco roja. Sus huellas ya están visibles en el cuerpo de su hombre.

Deamon solo sonrió tontamente ante los celos y acciones de su Xiao, esperando ansiosamente lo que hará cuando esten enfrente de la empresa en la que está trabajando desde hace unos días; la cual se encuentra a veinte minutos de la escuela de Huang.

—Marcarme más.—Levanta su rostro.—Bajo mi mandíbula también.—Siguiere con una pequeña sonrisa maliciosa.

—No es necesario.—Se aleja de él, no le iba a dar el gustó.—Ya llevas la sortija en tu dedo eso es más que suficiente.

—Me lo puedo quitar... ¡Ugh!—Se encorva, Xiao lo está sujetado desde sus pelotas.

—¿Te a través?—Ejerce más presión.—Repite una vez mas lo que acabas de decir.

—Z-Zeze...—Habla entre cortado a la vez que pone sus manos sobre los hombros de Xiao.

No estaba sufriendo lo estaba disfrutando y Xiao no tardó en sentir la dureza de esa arma en los pantalones de Deamon, deseado que Xiao lo agarrara más fuerte pero desde adentro de su pantalón. Poder disfrutar de la temperatura.

—Z-Zeze.—Susurra cerca del oído del contrario.—Un poco más fuerte, por favor.—Suplica entre jadeos.

—Eres de lo peor.—Lo soltó.

Ya no se puede castigar a gusto porque es tan masoquista que en vez de pedir clemencia pide lo contrario, ser azotado si es posible mientras le hago que otras cosas que tengan que ver con golpes... ¡¿Mi pequeño no saco los gustos de su padre, verdad?! Es lo mismo para mis tres Pequeño, pueden tener la personalidad de su padre pero por favor no sus extraños gustos en especial el masoquismo...

—Ahora termina lo que empezaste, mi amor.—Suben a la cama.—Vamos a darnos mucho amor.

Un "glup" paso por la garganta se Xiao al ver fijamente a su amado, la forma sensual en la que afloja su corbata y baja el cierre de su pantalón. Cuando Deamon se pone en modo caliente para Xiao es difícil el resistirse porque el también se emociona, quiere que eso brazos lo sostengan mientras su interior es embisto.

—Solo tenemos tenemos treinta minutos.—Comunica mientras se arrodilla frente a la virilidad fuera de la ropa interior de Deamon.—Tienes que venirte lo antes posible, ¿si?—Sostiene en sus manos la dureza de ese tronco.

—Si harás lo que estoy pensando entonces me vendré en menos de cinco minutos.—Dijo con su mirada tan caliente y ansiosa por sentir la humedad de esos labios que se abren ligeramente, sacando su lengua la que pasa sobre el glande.—¡Nmg~!

—¿No te avergüenza decir que te correrás en menos de cinco minutos?—Pregunta.

—No, no hay nada de que avergonzarme.—Sus manos caen en cabeza de Xiao, enredando sus dedos en ese bonito cabello.—Haz lo que gusta.—Embiste la boca de Xiao.

—¡Mng~!—Un gemido ahogado salió de Xiao y sus ojos violetas no tardaron en cristalizarse, nublarse un poco al sentir la manos se Deamon sobre sus pezones, pellizcado y tirando de ellos como una gomita.

Se sentía tan bien que su ropa interior se empezó a mojar, la punta de su miembro estaba liberando fluidos cada vez que Deamon hace un desastre con sus pezones, o cada vez que la cosa en su boca se desliza hasta su garganta, cortando su respiración.

—Z-Zeze.—Sostiene los cabellos blancos de Xiao.—No creó conformarme con esto.—Saca su virilidad de la boca del contrario.—No estaré satisfecho sino embisto tu interior.—Declaro con aquella mirada tan oscura y brillante, peinado su cabello hacía atrás.

Xiao se estremeció no solo en el exterior también en el interior, sobre todo ese lugar se contrajo. Sabía que cuando Deamon muestra esa expresión de determinación como caliente no le bastará solo una vez, querrá hacerle el amor a Xiao hasta que llegue la hora de irse o todavía más.