De pie frente a la entrada del jardín de niños, disimuladamente Huang se encuentra a la espera de Fenny, solo quería verlo para sentirse animado, de esa manera poder entrar a su salón.

Sus ojos brillaron al darse cuenta que estaba por entrar, sin embargo ese brillo pronto se volvió en fiereza y frustración todo al ver con ese aspecto al pequeño Fenny.

Traía puesto un vestido de mangas nada bonito hasta los tobillos, unos zapatos que no eran para su edad y con el cabello sobre su cara mirando el piso. Era imposible no darte cuenta que le estaba sucediendo algo, sin embargo las personas mayores prefieren hacerse los ciegos y los niños asistiendo a ese jardín en su mayoría son educados en casa para ser arrogantes, creerse mejores que los demás.

Es por eso que en vez de ayudar a Fenny seguramente se harían de la vista gorda, o peor aun, se burlaran de Fenny por ser inferior a ellos, también porque es un humano asistiendo en el mismo lugar que la siguiente generación de hombres bestias.

‹Su ropa es muy grande para él, ¿le dolerán su pies al usar esos zapatos? Desde aquí puedo ver lo apretados que le quedan, ¿le pasó algo ayer mientras 015 fue llamado por sus dioses?› Huang respira un par de veces y así controlar la furia que quiere apoderarse de él.

Huang se iba marchar discretamente con la intención de preguntarle a Fenny, si se sentía bien. Lo esperaría en su escondite secreto, sin embargo Fyn logró percatarse de la presencia de Huang, corriendo hacia él. Arrastrado en el proceso a su hermano gemelo que se hace pasar por una niña pero con cabello corto.

—Hola, joven maestro.—Sonríe.

¿Recién llega hoy estaba esperando a alguien? No, seguramente acaba de llegar porque por lo que se no tiene amigos todavía, se les es difícil el acercarse a él por su presencia y porte.

—Hola.— Responde secamente.

[Busca unas cuantas avispas locas por la loción dulce.] Fyn usa una colina muy escandalosa con notas dulces como a chocolate. <¿Para qué?> Tuvo un mal presentimiento. [Tu solo hazlo, no te estoy diciendo que le piquen a Fyn...] <¡Qué!> Vio con pavor a su malvado joven maestro.

—Fenny, saluda.—Sutilmente le obliga levantar su rostro o más bien fue Fyn, quien tiro del cabello de su gemelo para que mirará a Huang.

—Hola, joven maestro.—Sus manos se volvieron un puño.

‹No me mires, por favor no me veas.› Súplica con su mirada. ‹Que humillante, después de esto él no querrá verme y con razón si son tan cobarde, débil...repugnante.

—Hola...¡una avispa!—Impacto tan fuerte su palma en el rostro de Fyn, tan fuerte que todo mundo escucho.—Oh, lo siento.—No tardo en verse tan apenado pero con su mano levantaba mostrando la avispa.

<¿Eso es lo que quería hacer?> Lo ve incrédulo. <¿Qué hago con las demás> [Mantenlas a su alrededor pero que no le piquen, no soy tan cruel.]

015 solo levantó su ceja mientras veia a su joven con una mirada de "Lo dicen en serio" porque Huang es igual o peor que sus padres a su ver. Ni a Xiao se le hubiera ocurrido hacer algo como eso.

—¿Se encuentra bien?—Mueve con cuidado a Fenny, alejándolo de su gemelo.—En verdad no fue mi intención, yo solo...

—¿Qué sucede aquí?—Una de las maestras se acercó a ellos.—¿Están discutiendo?

—No maestra solo estaba evitando que le pícara una...

—¡Aaaghh!—Fyn pego un brinco y gritó aterrado al ver unas diez abejas a su alrededor.—¡Maestra, alejarlas de mí por favor!—Suplicó.

—Hermano creo que no deberías de...

—¡Cállate, nadie te permitió que hablaras!

Fenny retrocedió con preocupación, sin embargo no podía hacer nada mas o terminaría siendo peor para él, sabía que sin la culpa y así la tuviera sus padres lo querrán castigar.

Sin embargo Huang no piensa permitir eso, si está haciendo todo esto es porque tiene un plan para que Fenny, no vuelva a su casa al salir del jardín.

—Cariño, se que estás asustado pero no es para que le hables de esa manera a tu hermana, aparte Fenny solo quería decirte no te muevas porque eso puede ser peligro...

—¡Cómo demonios me pide una mierda como esa!—Alzo su voz, dejando en el olvido su dignidad y sofisticación.—¡¿Esta ciega?!—Añade.—¡¡No puede ver que si me quedo quitó ellas suben a mi cuerpo!!

—Maestra, creo que las abejas se siente atraídas por el olor chocolate en Fyn.—Expuso su opinión todo tierno un pequeño Huang.

[No te desconcentre porque tienes que llevarte las abejas con lo que haré acontinuación.] <¿Qué hará?> 015 estuvo alerta y ansioso por lo que Huang está por hacer.

—¡Nosotros también estamos de acuerdo con Huang!—Exclamaron y concuerdan los demás con el pequeño Huang.—El olor se siente hasta aquí y solo están a su alrededor, ¿eso es una señal?

—Creo que tienen razón.—La maestra quiere encontrar la mejor manera para liberar a Fyn de esas abejas, sin causarle ningún inconveniente.

—¡Kyaaa!

Huang que baña con agua fría a Fyn y las abejas que vuelven a marcharse por el mismo camino en que habían llegaron.

—¡Huang salvo a Fyn!—Aplauden los pequeños.—Huang es fuerte.—Todos alaban a Huang, no notan nada raro en que haya bañado a Fyn.

<Y se supone que esos chicos son los futuros hombres bestias, arrogantes y superiores sin embargo veo todo menos eso. Muy lindas cositas.> Digo eso en vez de insultar su inteligencia e ingenuidad.

—Me disculpo.—Se acercó a Fyn.—Es la único que se me ocurrió para alejarlas.

—Entiendo.—Aprieta sus dientes.

¿Lo hizo a propósito? Siento que sí lo hizo a propósito, ¿Pero por qué? ¿Por qué querría hacerme algo como eso cuando no le hago nada malo? Tal vez lo estoy malinterpretando y él solo me quería ayudar...

—Te compraré una ropa nueva, usas esa mientras el uniforme se seca—Saca su tarjeta negra.

‹¡Una tarjeta negra!> Sus ojos brillaron, bien rápido se le olvidó que Huang lo baño con agua fría. <¡Tan pequeño y ya lleva consigo algo tan valioso como eso, mis padres tienen razón. Si logro capturar su corazón seré el hombre más excepcional e intocable.›

Huang sintió repudió al darse cuenta en que estaba pensando Fyn, no era adivino para no darse cuenta lo que estaba pasando por su cabeza.

—Maestra puedo mandar al alguien por...¿Qué?

Todos rodearon a Huang, asombrados de que en su mano tenga una tarjeta como esa, ni sus familiares tenían tal previlegio de poseer una así y sobre todo personificada es por eso su sorpresa.

—¡En serio es una tarjeta negra!

—Sí, ¿por qué se sorprenden?—Se hace el que no entiende.—Mis padres, mis abuelos y mi tío también tienen una igual.

<No sea presumido con la excusa de no entender del porque la sorpresa en esos chicos.> Estoy conociendo lados que no conocía de mi joven maestro. [No estoy haciendo eso, de verdad no entiendo porque se asombran por una tarjeta negra.]

<Si como no.> Cómo no van a tener esa reacción si solo el 1% suele poseer una de ellas, y el caso de la familia de mi joven maestro, esas tarjetas no tienen límite.

—¡Woah, de verdad!—Su sorpresa escaló todavía más.

—Ya mucha charla, vayan todos a sus salones menos Huang y Fyn. Ustedes dos quédese aquí.—Con su abrigo cubrió al chico.

—¿Por qué tengo que quedarme?—La ve con ojos de cachorrito.—¿Estoy castigado?—Con el revés del ojo busca a Fenny, pero este ya se había ido

—No es eso, sin embargo ya llamé a sus padres.—Comunica.—Como maestras responsable tengo que explicarles lo sucedido, evitar malos entendidos.

—No te preocupes.—Toma asiento junto a Huang.—Le diré a mis padres que me salvaste de terminar en el hospital, gracias por eso.

—Gracias por tu comprensión.

[Es sarcasmo no pienses en estupidezes.] Deja a 015 con las palabras en su boca. <No iba a decir absolutamente nada.> Le da la espalda a Huang. <Sus padres son tan rápidos que no tardan en llegar.>

‹Puedo imaginar las expresiones que han de traer, apuesto que la maestra ni siquiera les explico, solo les llamo y les dijo que quería hablar con ellos con respecto a mí. A menos que las personas que me cuidan le hayan informado de que va la cosa.›

Huang solo quería ir a reunirse con Fenny, no quedarse en ese lugar con Fyn, quién no oculta sus intenciones y ve una descaradamente a Huang. No parecía ser un niño.

—¡Huang!

Xiao entró corriendo y detrás de él su esposo mas unos diez guardaespaldas, tomando diferentes posiciones para proteger a sus jefes.

—¡¿Estás bien?!—Revisa de pies a cabeza a su hijo, acto seguido lo envuelve en sus brazos y Arlon los abraza a los dos.

—Papá, padre, estoy bien.—Con sus bracitos abraza los cuellos de sus padres.—Me disculpó por preocuparlos.

—No es tu culpa, no tienes porque preocuparte.—Esos ojos negros fulminan a la maestra.—Otra persona es la culpable por no explicar bien.

"Usted no me dejó terminar, solo finalizó la llamada" es lo que queria decirle la maestra en voz alta, pero no pudo hacerlo y solo guardo silencio.

—¡Fyn, cariño!—Los señores Kendy llegaron con expresiones tan asustadas, tanto como la de los padres de Huang.

—¡¿Por qué estás mojado?!—Vocifera.

—Mamá, estoy bien...

—¡Cómo que estás bien!—No permitió que el siguiera hablando.—¡¿Quién fue el bastardo que lo hizo?!—Cuestiona la señora Kendy.

—Al parecer yo soy ese bastador.—Expresó Huang.

—¡Señores y jóvenes maestros Kock!—Se volvió pálida, pálida.

Para que fue eso, para que sus padres se volvieran unas fieras con toda la intención de romperle la boca sucia de esa mujer. Sin embargo Huang los detuvo solo por este instante, porque estaba seguro que sus padres no pasarían por alto que hayan llamado a si hijo, bastardo.

—Por favor, permítanme explicarles lo sucedido.

La maestra sintió un sudor frío deslizarse por su espalda, temerosa y sofocada por lo que podría pasar si no intervenía, es por eso que a pesar de estar nerviosa alzo su voz. Procediendo a explicarles lo sucedido.