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capitulo 8

015 no sabía cómo tranquilizar a Xiao, el nombrado no a descansado desde que volvió al imperio luego de reunirse con Yadid, su esposo.

Xiao a estado vigilando los movimientos de los protagonistas, como recolectado pruebas para mostrarles la falsedad de ellos dos, como los de los altos mandos al pueblo y que se creé un gran revuelvo.

Todo eso no le impidió en buscar a su pequeño, en nigún momento a dejado de buscar a su pequeño Huang, y eso es lo que lo mantiene más despierto.

Xiao al saber que este imperio es un completa mierda que se lleva a los niños y adolescente, tiene miedo que uno de esos niños sea su hijo, es por eso que a estado buscando en la base del gobierno para encontrar algo que le de una pista de su paradero aunque ruega que Huang no haya sido uno de esos experimentos.

Xiao le ordenó a 015 que escaneara, verificada si la energía de cada uno de esos adolescente para poder encontrar su hijo, pero Huang no se encontró entre esos chicos, pero eso no quiere decir que Xiao no iría a rescatar, [claro que irá a salvarlos] ya que aún están en ese laboratorio, a la espera de volverse un experimentos.

Los altos mandos se encuentra presionado a Can, de que desarrolle otra droga que pueda someter a Yadid. Eso era lo que más importante en este momento, porque ir la dimensión de Yadid era según muy fácil para ellos. Solo tenían que sacrificar unas cuantas, "vírgenes" esa era la condición para abrir un portal a otra dimensión.

Cuándo Xiao escucho esa conversación de unos de los altos mandos con los del laboratorio, hizo hervir la sangre de Xiao. Todo indicaba que quién creo este mundo era muy retorcido con sus escritos.

<Tengamos pensamientos positivos.> Sugerí, es la primera que veo tan casando a mi anfitrión. {No me pidas que sea positivo cuando en mi corazón siento un nudo, presiento que algo no va del todo bien.}

<Tal vez el pequeño joven maestro, se encuentra en su estómago> Él teme que se vuelva a repetir lo que sucedió en el mundo apocalíptico, después de todo si muere sin cumplir la misión significa morir para no volver. En este mundo en el que estamos no tenemos jurisdicción al igual que en el apocalíptico

{Ojalá que así sea, 015.} Sin embargo no se siente convenciendo, ni siente lo que suele sentir cada vez que ha quedado embarazado, en está ocasión siente que algo se le fue quitado y cada día que pasa ese malestar se vuelve peor.

{Porque si a mí pequeño este imperio le hizo algo imperdonable, lo destruiré mucho antes de terminar está maldita misión.}

—Xiao, ¿estás listo?—Preguntó Hnah.

Xiao iba acompañar a su hermano a una fiesta en el palacio real, es un lugar al cuál puede entrar sin problemas o a escondidas, pero no quiere hacer eso. Va entrar por la puerta principal porque piensa arruinar sutilmente la entrega de medallas de héroes a los protagonistas.

Xiao no era el único que odiaba a los protagonistas, mientras averiguaba mas de la vida de Can, se enteró que hay alguien que a estado enamorado de su hermano mayor, piensa usar a esa persona para que deje al descubierto que Carly es también Can enfrente de todos.

No le da pena usar a esa persona porque no es una buena persona, tampoco era digno de tenerte pensamientos ridículos relacionados con su hermano, por lo que sería bueno si mataba dos pájaros de un solo tiro.

También iba porque quiere ver la cara del hombre que se encuentra en la cima del poder, quién vendría siendo el emperador. Xiao tiene planeado castigarlo por permitir que experimento con seres inocentes.

—Sí, ¿no me veo tan llamativo?

—No, ese traje te queda muy bien.—Levanta el pulgar.—Todo luce bien en ti, hermanito.

—Tu también te vez bien...quería decirte que pronto te voy a presentar a alguien.—Suben a su transporte.

—¿Quién?—Se puso alerta.

—Pronto lo sabrás.—Sonríe.

—¿Quién es?

—No seas curioso, lo conocerás más tarde.

—¿Es un él?—Xiao solo asintió.

—Ya veo.—No siguió insistiendo, aunque en su mente ya estaba pensado en como poner en su lugar a esa persona, si solo estaba jugando con su hermanito.

‹Puedo e imaginarme lo que está pensado mi hermano mayor, ¿cómo reaccionara mi esposo al ver nuevamente a Hnah? Ellos dos fueron muy buenos amigos, se agarraban del cabello a veces pero eran buenos amigos.›

Yadid no tardaba en ir al imperio, solo estaba dándole una última mirada a lo que sera su nidito de amor y familiar.

Esa mirada negra se encuentra muy concentrado observando todo a su alrededor, había remodelado su cueva convirtiéndola en un castillo rodeado por un gran patio que al mismo tiempo parecía un bosque floreciente en vez de verde.

Tenia que ser un lugar digno donde su familia vivirá en poco tiempo, es por eso que hizo todo lo que estuvo a su alcance para que todo sea perfecto a la vista de su esposa e hijo.

Su pequeño Huang tenía que tener un gran espacio para que juegue o explore porque Yadid estaba consciente que su hijo es algo curioso, pese a la edad que tengan en cualquier mundo es un niño muy curioso.

—Esperó que les guste.—Sonríe.—Ahora tengo que ir con mi Zeze, ya termine mi trabajo aquí.—Cambió su aparecido y en menos de un segundo un portal fue abierto.

Tal como se lo prometió a su esposa, Yadid destruyó absolutamente todo en esa dimensión y lo volvió a reconstruir desde zero. Convirtiendo ese lugar algo habitable y muy hermoso a la vista con grandes lagos, cascadas, era como un paraíso.

Ya no había nada ni se señas quedaron de lo que una vez fue esa dimensión, sin embargo, Yadid tampoco iba ser tan despiadado en eliminarí las criaturas inofensivas, frágiles, no.

Dejo toda aquella especies que anteriormente servía como alimento o esclavos para los más fuertes. Ya no tenía que matarse entre ellos o ver morir a sus familias, no, ya no y todo gracias a Yadid, a quien llamaron su único rey.

—Hey, tú.—Señaló a una bestia mitad humano de la cintura para arriba y cuerpo de largo de la cintura para abajo.

Pese a ser de esa manera es muy atractivo, sobre todo su largo cabello azul y esa mirada dulce de color gris plata podría robar miradas.

—Sí, mi rey.

—¿Qué te dije sobre agregar el "mi"?—Chasqueo su lengua.—Solo una persona puede decirme que soy suyo.—Declaró.—La próxima vez que me digan "mi rey" los enviaré lejos.

—¡Ya no volverá a pasar!—Contestó rápidamente.

Este lugar era mucho mejor que cualquier otro, eran libres a pesar de servirle a un rey. Ellos seguían viviendo sus vidas sin ser obligados a nada, cada uno trabajará para poder comer porque es algo que tienen que hacer. Tampoco iban a esperar la comida en la boca, de por si Yadid, ya les había facilitado las cosas con traer animales o peces desde otras dimensiones.

—Como sea.—Ve a ese lagarto.—Cuida de mi castillo, mantenerlo siempre limpio porque no quiero que mi esposa y hijo huelan polvo cuando regrese.

—Así será.

—¿Ya sabes como enviarme una señal por si algún invasor llega?

—Sí, lo hemos memorizado.

—Bien.

—Que tenga buen viaje.—Desearon todos los que vendrían siendo sus súbditos.

Yadid apareció en un callejón solitario del imperio, cubriendo su cuerpo con una capa negra mientras busca la energía de Xiao, tenía planeado teletransportarse de una sola vez hasta la habitación de Xiao.

—Tengo que huir.

Por los callejones de lo que vendría siendo los barrios bajos, donde habita lo peor de lo peor y tienes que ingeniárselas para sobrevivir, corre una pequeña personita, huyendo de alguien en específico.

No podía permitir que esas personas del gobierno que fingen ser buenas, se lo llueven como lo habían hecho con los demás niños de su edad y peor aun, también se había llevado recién nacidos. Dejado devastados a sus padres.

Ese susurro que parecía mas un grito, interrumpió a Yadid en la búsqueda de la energía de Xiao. Lo que lo llevó a acercarse con cautela a ese sitio donde proviene el disturbio, solo para encontrarse con una escena desagradable y estrujante para su corazón como padre y persona que es.

Un niño de unos 8 años corría con sus pies lastimados, ese cabello cobrizo se encuentra demasiado maltratado, pese a como se via esos grandes ojos verdes no mostraban señal de rendirse.

Lo primero que hizo Yadid fue comprar la energía y si era posible que ese pequeño fuera su hijo, sin embargo no fue el caso. Ese niño no era su pequeño Huang y eso solo logró aumentar su desesperación y nerviosismo porque por más que rotará su rastreador de señal no logra dar con la de Huang, y eso que ha ido a muchas dimensiones en busca de su hijo.

No sé paso una semana reconstruyendo su dimensión, no, en ese mismo tiempo también se encontraba buscado a Huang y Xiao también hacia lo mismo. Pero, ambos seguían sin poder dar con él, por lo que llegaron a una conclusión de que su pequeño puede que no esté despierto.

—¡No quiero ir!—Se resistir a ser llevado por esos hombres de negros encapuchados con máscaras de metal negras.

—Es por tu bien, irás a un lugar mejor. Tendrás comida, una familia...

—¡Mentiras, sean llevado a mis amigos y nunca han vuelto, ni me han venido a visitar.

—Solo golpearlo...

—¿Qué creen que le están haciendo a mi sobrino?—Levantó sus manos.—Cierra tus ojos y cubre tus oídos.—El niño hizo lo que Yadid le dijo.

—¿Quien eres tú? Identificarse.

—No son dignos de saberlo.—Apretó sus manos las que aún se encuentra extendida.

Como si sus manos estuviera apretando los órganos internos de esas tres personas, ellos explotaron sin comprender lo que estaba pasando.

—Gracias, señor.—Suspira aliviado.—¿Dónde va?—Lo sujeta de la mano.—Llevarme con usted, por favor.

—¿Por que haría algo como eso?

—No estoy mintiendo pero siento una familiaridad provenir de usted, tengo que ir con usted, lo necesito.

—¿De mí?

¿Acaso será el alma que persigue a Huang? Este niño también vino a este lugar para poder encontrarse con mi hijo.

—¡Aaah!

—¡¿Niño?!

Yadid se desconecto al verlo vomitando sangre y sobre todo esos gritos de dolor qué está provocando que se retuerza cómo gusano en los brazos de Yadid.

—¡Duele...Duele!—Repite una y otra vez mientras sus ojos se vuelven blancos entrado en un tipo de transe.—No pueden encontrar lo que buscan porque se encuentra dormido.—Hablo con un tono vacío.—Todo está oscuro, no está despierto pero puedo escuchar y sentir su dolor...no llores.—Sus ojos se cubren de lágrimas.

—¿Dónde está?

No sabía lo que estaba pasando, pero, Yadid empezó a preguntar porque creía firmemente que ese niño era un guía y su poder era clarividencia. Despertó esa habilidad porque tuvo contacto con la energía de Yadid.

—¿Dime dónde está?—Aprieta sus dientes.

—Sufre...—Solloza—Sufre mucho...su energía se la están quitando...¡Aagh!—Cayo desmayado.

En segundo Yadid había destruido más de un planeta, quiso volver nada el imperio, pero no podía hacerlo porque no sabía exactamente dónde se encuentra su pequeño.

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